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Summary

Después de 4 años de la derrota de ÉL, Miyako y Kaoru se fueron de Nueva Saltadilla dejando a Momoko sola. Pese a que nada es igual sin sus mejores amigas, un día se topa con el pesado de Brick con el cual comienza a socializar y entablar una especie de amistad. ¿O quizá surja algo más?

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Disclaimer

Demashitaa! Powerpuff Girls Z o Las Chicas Superpoderosas Z no son de mi propiedad, sin embargo éste Fanfiction si lo es.

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Capítulo 14: Sentimiento Mutuo [Parte 3]

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Mientras ambos pelirrojos se dirigían al comedor, el silencio los torturaba. Por su parte, Momoko intentó guardar todo tipo de comentario al respecto de todo lo sucedido. ¿Qué le diría a su madre y hermana? ¿¡Que acaba de besar apasionadamente a ese desperfecto de hombre!? ¡Era horrible tal cosa! Kuriko era muy molesta, si llegase a percatarse sobre eso, mínimo la molestaría hasta el fin de los tiempos.

Por otro lado, Brick se encontraba que gritaba de la angustia. Sentía como una espada lo atravesaba por completo en todo su pecho. ¡Ella iba a decirle algo que tal vez era importante! ¡Pero su estúpida y mocosa hermana vino a interrumpir!

-¡Váyase todo a la mierda! -pensó un muy molesto Ruwdyruff.

El sentimiento por saber qué le iba a decir su contraparte lo estaba torturando, Brick a su opinión no era metiche, ni esos que le interesa mucho algún tipo de tema, solo era metiche… Cuando algo le interesaba algún tema…

-Estupida mocosa… Blossom me iba a decir algo. ¡Y viniste a interrumpir!

Ambos llegaron a la mesa, aparentando una completa normalidad. Momoko fue la primera en sentarse y cuando estaba a punto de comer, su mamá la reprendió.

-¡Momoko! ¿Qué te sucede hoy? ¡Estaban jugando y no se lavaron las manos! ¿Esa es la clase de educación que te he enseñado? ¡Tienes visita en tu casa por Dios, sé cortés con él y muéstrale el lavabo!

Momoko quien tragó saliva al creer que la estaba regañando por otra cosa, le contestó un poco nerviosa.

-Eh...Eh… Sí. -ella se levantó de su asiento y le pidió a Brick que la siguiera.

Brick quien no comprendía por qué tanto escándalo por lavarse las manos, prosiguió a seguirle.

En el camino al lavamanos, le preguntó entre susurros para no llamar la atención de esa señora.

-Blossom, ¿Por qué hay que lavarnos tanto las manos? -preguntó él muy confundido. -Desde que he estado comiendo aquí, para todo es lavarse las manos. Las tengo más limpias que tus paredes.

La pelirroja suspiró y le respondió mientras abría el grifo.

-Primero no me llames Blossom, Brick… Y segundo, nos lavamos las manos antes de cada comida porque es higiénico, es fundamental para la salud. Además de ser una falta de respeto para los demás.

Él frunció el ceño y actuando depravadamente; como es un hábito, metió sus manos al grifo mismo tiempo que las de ella.

-¡Hey! -le exclamó ella molesta. -¡Yo las metí primero, grosero!

El pelirrojo sonrió maliciosamente y le retó con la mirada.

-¿No te gusta verdad Fresita? ¿Quién fue la primera que me tocó las manos sin mi permiso?

Momoko palideció y se ruborizó de inmediato al recordar aquella sensación tan extraña que vivieron ambos pelirrojos al tocarse. De pronto sin poder percatarse, ambos sintieron una extraña corriente eléctrica atravesando todo su brazo y extendiéndose hasta sus pechos.

Ellos dirigieron sus miradas de inmediato a sus manos, las cuales yacían entrelazadas bajo el grifo.

Una sensación caliente comenzó a ruborizarlos aún más y rápidamente se despegaron uno del otro, tratando de calmarse.

-¿¡Qué te sucede!? -le exclamó Momoko bajando su voz lo máximo posible para que su mamá y hermana no la escucharan.

Brick nuevamente sonrió con malicia; incluso mientras conservaba su enorme sonrojo.

-¡Ja! -musitó en el mismo tono que ella. -Por lo visto cuando ambos nos tocamos con las manos, sentimos esta cosa tan rara…

Momoko tragó saliva ante el acertado descubrimiento por parte de su contraparte.

-¿¡Y qué tiene que ver eso!? -le susurró.

Él sonrió aún más.

-Que es una buena forma para molestarte.

El comentario tan descarado de Brick, hizo que Momoko olvidara donde se encontraba y de inmediato le gritó.

-¿¡Queeeeeeeeeeeeeeee!?

Ella tapó su boca al instante por el miedo, desgraciadamente su madre le preguntó desde la cocina casi al mismo tiempo.

-¿Qué sucede Momoko? ¿Por qué tardan tanto?

Nuevamente tragó saliva; ya casi iba a quedar sin garganta de tanta saliva que tragaba, tras mostrarse pálida y ver a un Brick muerto de risa, le contestó actuando con normalidad.

-¡Nada mamá! Es solo que hay una… ¡Cucaracha fea aquí! -esto último lo dijo mientras le lanzaba una mirada asesina a su contraparte.

Brick frunció el ceño mientras buscaba tal cucaracha.

-Yo no veo nada. -contestó él en sus inútiles esperanzas de ver tal cucaracha.

Momoko le tapó la boca con su mano y le advirtió que guardara silencio. Brick aún no comprendía qué estaba pasando y a dónde se había ido tal cucaracha.

-¿Otra cucaracha? -le preguntó su mamá desde el comedor. -¡Primero en tu cuarto y ahora aquí!

Kuriko comentó casi de inmediato.

-¡Nos estamos invadiendo de cucarachas mamá!

La mamá trató de llamar a la calma, asegurándoles que llamaría a un exterminador de plagas cuánto antes.

Momoko llevó a Brick hacia ellas como un relámpago, mientras insistía que no era necesario ya que habían sido pequeñas y nada alarmantes.

-¿Cómo que no nos preocupemos? Si son pequeñas significa que son crías. ¡Debe haber más por allí! -contestó la señora Akatsutsumi.

Brick rápidamente intervino.

-Pues yo no he visto ninguna.

Momoko con una gota de sudor en la frente, trató nuevamente de llamar a la calma, cambiando el tema lo más rápido posible.

-¿Y qué tal estuvo tu prueba de admisión Kuriko? ¿Te aceptaron en el instituto? ¡Hoy se tardaron todo el día!

Kuriko le respondió diciéndole que efectivamente si la aceptaron, pero que sin embargo no habían estado fuera de casa todo el día.

Momoko la miró confusa y extrañada.

-El que tú y tu novio se la pasen todo el día encerrados en tu habitación no significa que mamá y yo no hayamos estado en casa. -le respondió Kuriko.

El comentario de su hermana hizo que ambos pelirrojos se sonrojaran y recordaran aquel beso que compartieron minutos atrás.

Brick inexplicablemente comenzó a agitarse y jardear.

Esa sensación al sentir aquellos labios tan suaves, estúpidamente calientes y mojados… En un principio la sola idea de imaginarse oliendo o saboreando la boca de Blossom… ¡Una chica! Le hubiera dado asco. La saliva de ella entrando en la boca suya… ¡Asco! Tocar su lengua con la suya y saborearla por unos segundos… ¡ASQUEROSO! Aún así… No tenía respuesta para la increíble sensación tan excitante y sensual que disfrutaba en su cuerpo… La boca de Momoko era tan suave como un algodón, sus labios sabían al chocolate mismo y todo eso lo volvía loco… ¡Le excitaba! ¡Maldición!

Un Brick completamente entumecido, jadeaba como un sabueso mirando a la nada, ruborizado y nublado con sus pensamientos lo único que podía desear era querer más de aquello.

La familia Akatsutsumi lo miraba bastante confundidos y asustados, por unos minutos pensaron que estaba sufriendo un ataque cardiorespiratorio, aún así Momoko sabía perfectamente que le pasaba a su contraparte.

-¡Él está bien mamá! ¡No hace falta llamar al hospital!

El comentario de Momoko sacó a Brick de su trance casi de inmediato, mirando a todos lados completamente desorientados.

-¿Al hospital? -preguntó él al percatarse de lo que hablaba la familia.

-¡Sí cariño! ¿¡Estás bien!? -se dirigió la señora Akatsutsumi hacia él.

Brick tragó saliva al intuir que lo llevarían a uno de esos lugares creados por el demonio. ¡Cómo detestaba tales sitios! ¡Agujas, médicos, agujas, sangre, más agujas! ¡Esos lugares son el mismo infierno!

-¿¡Ehhh!? -interrumpió él colocando sus brazos hacia adelante en señal de defensa. -¡Estoy bien señora!

Momoko al ver la intensidad de su mamá, interrumpió nuevamente. -¡Sí mamá! ¡Él está bien, no hace falta llevarlo a ningún lado! ¡Está así porque… Porque…!

Ella en un desesperado intento en explicar la situación, inventó lo primero que se le vino a la cabeza.

-¡Porque está avergonzado! -Brick la miró estupefacto de inmediato, colocándole una mirada de reproche.

-¿Avergonzado? -preguntaron al unísono su mamá y su hermana.

Momoko asintió, ignorando por completo a su amigo.

-Está avergonzado debido al hecho de que ¡Él es huérfano! Se siente incómodo por estar aquí, socializando con nosotras… Él nunca tuvo una familia. -mintió nuevamente.

-¿Qué nunca tuve una familia? ¿¡Qué estoy avergonzado!? ¿¡Qué demonios se trae Blossom conmigo!? -se preguntó el de gorra colocando una mirada molesta.

Él quiso interrumpir a su detestable amiga, pero la mamá le interrumpió un poco antes.

-¡Ay cariño! ¡Disculpa! -la señora Akatsutsumi dirigió su mirada de pena y tristeza hacia el chico. ¡Siempre olvidaba la dura vida que había tenido este chico!

Kuriko algo intrigada y un poco conmovida, le preguntó al pelirrojo un poco más de su vida. A lo cual, Momoko decidió contestarles.

-¡Por favor! Brick a tenido una infancia difícil, lo menos que podemos hacer nosotros es meternos en ella. -les mintió una vez más.

El de gorra no sabía cómo asimilar todo eso, aún así solo se limitaba a guardar silencio y comer lo más rápido posible. Mientras más rápido terminara de cenar, más rápido se alejaría de la señora Metichetsumi y la insoportable piojosa.

-¡En esta familia todas están enfermas! -pensó él sin dejar de soltar varias gotas de sudor.

Momoko decidió imitarlo y proseguir a cenar lo más rápido que su cuerpo le permitía. ¡Su familia a veces era insoportable!

El resto de la cena fue bastante silenciosa, la señora Akatsutsumi guardó todo tipo de comentarios y opiniones; sintiéndose realmente mal y apenada con todo eso, Kuriko por otro lado se tragó todas las preguntas que tenía. La verdad le daba cierta tristeza la vida por la cual ha pasado Brick. Ambas de solo imaginarse cómo iban las cosas, sentían dolor y angustia.

Él fue el primero en terminar, que tras unos milisegundos después, Momoko también. Los pelirrojos se retiraron de la mesa en dirección a la habitación, en el camino por el pasillo, Brick no pudo evitar la tentación de mirar nuevamente la foto en donde salía Momoko con un pendejete allí, el cual ella le había comentado que había sido alguien que le gustaba.

Después de unos minutos de ver detenidamente la foto.

-Miren a ese tipo… ¡Un completo perdedor! ¿¡Qué le gustaba a Blossom!? ¿¡Ese tipo!? ¡Si es un completo nerd cuatro ojos! ¡Parece una vieja! ¡Y nomás miren esa vestimenta que trae! ¿¡Quién mierda lleva consigo una toalla de doctor!? ¡Parece el fantasma de una vieja! ¡La llorona o esa mierda que pasaron en el cine la otra vez! ¿¡Cómo rayos es que se llamaba!? ¿¡La Monjita!? ¿¡La Mojona!? ¿¡La Monja!?

Brick apretó los dientes al recordar aquella vez que le preguntó a Momoko por el sujeto ese.

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FLASHBACK

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-¡Alto! -lo detuvo Momoko dándose la vuelta. -¿A dónde crees que vas?

El pelirrojo sonrió un poco y le mostró una expresión de picardía.

-A dónde vayas tú fea.

-¡Pues no! Quédate si quieres pero aquí en la sala… ¡Y no me sigas!... ¡Ni robes nada! -trató de concluir Momoko para irse.

-Eso será un problema rosadita… Si no estás tú para vigilarme. ¿Quién me detendrá cuando me robe algo? -le respondió Brick, el cual inmediatamente tomó con su mano uno de los cuadros que se encontraban en una repisa en el pasillo de la sala.

El cuadro traía consigo una foto que en ella retrataba a una muy feliz Momoko al lado de un sujeto un poco más alto que ella, delgado, con un traje de médico, de lentes y al igual que ellos dos, también era pelirrojo.

Ella le quitó instantáneamente la foto de sus manos y la colocó de nuevo en la repisa, ella prosiguió su camino y él la siguió.

Cuando estaban por llegar a la habitación, él le preguntó con un tono burlón.

-Y el chico de la foto… ¿Quién era? ¿Tu novio?

-Eso no te interesa.

-Debe estar ciego el pobre…

-¡Basta! -ella se detuvo y se giró hacia él. -¿Y qué si es mi novio?

-Que debe tener algo mal en la cabeza.

-¡Eres un estúpido! Y no… No es mi novio, era un chico que me gustaba…

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FIN DEL FLASHBACK

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Brick comenzó a sentir una rara angustia, no sabía por qué, no sabía cómo, pero le molestó aquella vez el comentario de Blossom y ahora le molestó aún más al recordarlo.

Él la siguió por el pasillo hasta su habitación en el segundo piso, allá arriba él entró muy tranquilamente y se sentó en el puf extendiendo sus brazos a su nuca.

El extraño comportamiento llamó la atención de inmediato a la pelirroja, jamás había visto a Brick andar tan callado. Tanto silencio le estaba incomodando.

Ella trató de sacar de su armario una de las colchonetas que utilizaba para cuando se quedaban a dormir sus dos mejores amigas. Sin embargo habían estado guardados tanto tiempo que se habían incrustado a las paredes del sitio, haciendo que a Momoko le costara bastante esfuerzo sacarlo.

-¡Aaaahgggg! -decía ella entre gemidos al intentar sin éxito alguno, sacarlo de allí.

-¡Éstas cosas no salen! -gritó en señal de desespero. Ella giró hacia él y le gritó. -¡Deja de estar allí holgazaneando y ven a ayudarme a sacarlos de aquí! ¡Falta de respeto!

Brick sin objetar absolutamente nada y sin opinar o decir uno de sus estúpidos reproches o comentarios machistas, se levantó y fue a donde estaba ella, para tomar uno de los colchones y jalar con todas sus fuerzas hacia él, logrando con éxito lo que ella no pudo.

Momoko estaba impresionada, primero por ver como su amigo sacaba con suma facilidad la colchoneta, demostrando que a pesar de ser delgado y aparentar debilidad física. ¡Poseía fuerza! Y segundo, Brick… Uno de los Ruwdyruff, los hermanos groseros, cochinos y maleducados. ¡Le hizo caso sin reprocharle nada! ¡Increíble! Aparte de todo eso, ¡Seguía sin hablar! ¿¡Qué pasaba aquí!?

Él llevó consigo la colchoneta hasta la parte izquierda de la cama y la soltó en el suelo, para lanzarse en ella y acostarse.

Momoko preocupada y extrañada por su repentina actitud tan seria, le preguntó.

-¿Estás bien?

Él la miró de reojo y le respondió.

-¿Por qué no debería de estarlo?

La pelirroja se subió a la cama y se sentó en ella.

-No has hablado ni dicho ninguno de tus estúpidos comentarios desde hace unos minutos. ¡Eso es extraño viniendo de ti! ¿Qué te pasa?

El chico acomodó mejor su apreciada gorra para acomodarse mejor en una de las almohadas que le había quitado a Momoko de su cama.

-Estoy bien.

Ella frunció el ceño y se enfadó.

-¡No mientas Brick! ¿¡Qué te pasa!?

Brick tragó saliva y en un intento por buscar respuestas y aliviar esa sensación tan extraña y molesta que sentía, apretó sus puños y le contestó.

-Ese cuatro ojos de la foto, el quien te gustaba. ¿Quién era?

Momoko se sorprendió muchísimo al escuchar su pregunta. ¿De nuevo Brick preguntando por él?

-¡No puedo creerlo! -dijo ella sorprendida en sus pensamientos. -¡Brick…! ¿¡Está celoso!?

La pelirroja dudó varios segundos si responderle, hasta que finalmente lo hizo.

-Es… Eso ¿Eso qué importa ahora? Eso ya quedó en el pasado.

El Ruwdyruff se levantó de su colchoneta e imitó la posición que tenía su contraparte en la cama.

-¡Yo te dije que tú me gustas! ¡Quiero saber qué tipo de rivales tengo!

¡Momoko quedó en shock! Sintió como una presión instantánea golpeaba todo su pecho y como sus mejillas pagaban el alto precio, ruborizándose fuertemente.

-¿¡Ehhhhhhhhh!? -le contestó ella impactada y nerviosa. -¡Ya…! ¡Ya párale con eso hombre!

-¡Ni que fuera una señal de tráfico para parar cosas! -interrumpió él con uno de sus clásicos y estúpidos chistecitos. -¡Responde! ¿¡Quién era el desfigurado ese!? ¡Debes estar loca si te llegó a gustar!

Momoko sintió también enojó entre todas las demás emociones que su pesado amigo le estaba haciendo pasar.

-¡Ya basta Brick! ¡Deja de ser un intenso!

-¿¡Intenso!? ¿¡Qué carajos es eso!? -preguntó él confundido.

-¿¡Qué así no se llamaba la estúpida banda de los estúpidos de la banda gangrena!? ¡Bah! ¡Cómo sea!

Momoko suspiró en señal de derrota y respiró profundamente para tratar de calmarse. Pelear con Brick a veces era como pelear con una licuadora, mucho ruído y es un objeto…

-Recuerda las enseñanzas de Miyako, Momoko… -suspiraba ella constantemente para relajarse.

Brick frunció el ceño y se cruzó fuertemente sus brazos.

La heroína tras calmarse, decidió que si Brick al fin y al cabo era con quién pasaba el rato e interactuaba a todo momento actualmente, debían tener ciertas historias y cuentos por conocerse.

Ella se acostó en su cama y tras otro gran suspiro, le contó.

-Su nombre era Dexter… Era el estudiante más inteligente y superdotado de mi instituto. Solo llegamos a cursar una materia juntos, pero él me ayudó a pasarla ya que yo no entendía nada de las matemáticas, él me enseñó y bueno… En el tiempo que pasamos entre estudios y estudios, me fue gustando… Y creo que yo también le gustaba…

Esto último hizo que Brick sintiera como si alguien le hubiera metido una patada en toda la ingle. Sus dientes estaban muy apretados, al igual que sus puños.

-¿¡Y qué pasó después!? -le preguntó él casi al mismo instante en que ella había pausado.

Momoko obviamente notaba la intensidad rodeando el cuerpo del Ruwdyruff, parecía un aura endemoniada y a punto de estallar.

-Pues… Él se graduó ese mismo año, como te dije era muy inteligente. Pasó todas sus materias eximido y lo mandaron a la universidad, al tiempo descubrí que se graduó allá también y ahora es profesor o algo así… Era sorprendente, tenía su propio laboratorio en el sótano de su casa.

Brick echando humo, agitó sus brazos y le comentó.

-¿¡Y eso que tiene de sorprendente!? ¡El simio apestoso también tiene un laboratorio debajo de su casa! ¿¡También te gustará el maldito simio!?

Momoko se enfadó de inmediato ante el comentario y le soltó una mirada asesina.

-¡Cállate! ¡Falta de respeto!

-¡No me callo! -insistió él levantándose de golpe y saltando hacia su cama.

Momoko palideció y su cuerpo reaccionó involuntariamente, helándose por completo y sintiendo nuevamente la presión en su pecho y el rubor en sus mejillas.

Brick; completamente nublado en su mente y siguiendo unos raros e impulsivos instintos, hizo lo que desde hace rato quería volver a hacer.

-Tengo que volver a besarte… Momoko. -estoy último lo dijo casi como un susurro, sorprendiendo a la chica y haciéndola desaparecer por completo al tocar sus labios con los suyos.

Ambos sintieron nuevamente la presión en sus pechos, la alarmante aceleración de sus corazones y la vibración involuntaria de sus cuerpos. ¡Parecían dos gelatinas temblando!

Sus mejillas estaban completamente rojas y esa sensación bajaba cada vez más por todos sus cuerpos, ardiendo más y más.

-Brick…

La pelirroja sin poder contenerse, rodeó con sus brazos el cuello del chico, dejándose llevar y perder con semejante cosa.

Brick, sentía nuevamente como el bulto molesto aparecía entre sus piernas, pero tratando de ignorar tal cosa, toda su atención se enfocaba en aquellos labios y sabor de su contraparte.

Ambos profundizaban cada vez más aquel beso, aquel segundo beso que parecía un constante desespero para el Ruwdyruff, quién no dejaba de succionar, lamer, bailar y demás espectáculo a criterio suyo, en los labios de su contraparte.

La excitación era tan grande que parecían que estuvieran hirviendo en fiebre, fuertes corrientes eléctricas cursaban por todos sus cuerpos, haciendo que cada uno de ellos temblara ferozmente casi al unísono, Brick quien no tenía la menor idea qué era o cómo besar, solo se dejaba llevar por su instinto, un primitivo instinto que lo volvía un loco. ¡Cómo sentia un desespero interior por estar así con ella siempre!

Por otro lado; Momoko, quién nunca en su vida había llegado a besar a nadie, siempre se había guardado ese momento para su apreciado dibujante de comics profesional, aquel caballero Gallardo, carismático, fuerte y guapo… Pero ahora se encontraba aquí, perdiéndose en la imagen conciencia misma, saboreando los labios de aquel chico, quién hace años lo veía como un mocoso asqueroso, ahora le permitía hundirse en su boca y explorar en ella.

De repente ambos pelirrojos sintieron como el oxígeno se les agotó y necesitaban respirar, sin embargo la unión y atracción era tan fuerte y desgarradora, que ninguno de los dos quería separarse del otro. ¡Era tan raro, extraño y perturbador! Poco a poco fueron abriendo sus ojos y se veian mutuamente mientras seguían disfrutando los labios del otro, ambos estaban rojos, un profundo rojo carmesí intenso, toda su cara e incluso toda su nariz y frente se tiñó de este color. ¡Era tan intenso, que dolía!

Brick al no poder resistir ni un segundo más, se despegó de ella de golpe, sintiendo como el oxígeno se le iba por completo. Los dos quedaron temblando, agitados y con todos los labios babeados, era tal la situación que ninguno de los dos se atrevió a comentar nada, solo se miraban fijamente sin apartarle la mirada del otro.

-¡Joder! ¡Pero qué mortal es esto! -pensó Brick tras limpiarse por completo sus labios con una de las mangas de su camisa.

Momoko; aún sonrojada y nerviosa, tomó rápidamente de su mesita de noche una cajita con toallitas y de inmediato imitó a su contraparte, limpiándose de su boca toda aquella baba.

El chico iba a comentarle algo, cuando de repente repicó su teléfono celular, el cual tenía bastante rato que no sonaba.

-¿Aló? -sonó una voz familiar desde el altavoz.

Él había atendido la llamada, pero estaba tan embelesado y sonrojado que ni siquiera habló.

-¿¡Aló!? -volvió a preguntar aquella voz.

Brick aún no decía nada, solo mantenía su teléfono en su mano sin darse cuenta que tenía el altavoz encendido, él no quería despegarse de los grandes ojos de su atractiva contraparte.

-¡ALÓ! ¡MALDICIÓN!

El estruendoso grito de este, hizo sacar a Brick de su trance e inmediatamente le contestó muy molesto por interrumpir un momento tan importante; al menos para sí mismo.

-¡Por un carajo! ¿¡Qué quieres Butch!? ¡Maldición!

Butch le contestó al instante con el mismo tono de voz que él.

-¡Jodete Brick! ¡He pasado todo el estúpido día llamándote a ti y al mariposa del Boomer!... ¡Y ninguno me ha contestado!

El de gorra frunció el ceño y le respondió.

-¿¡Y a mí qué!? ¿¡Acaso eres la reina del mundo para estar pendiente de atenderte o que burros!?

-¡La reina es el Boomer! Habíamos acordado perfectamente que él era la reina de la casa, yo el amo y señor. Y tú como eres el más sufrido y dramático del grupo, eras la princesa en apuros.

El de gorra apretó los dientes y frunció aún más el ceño ante tal estupidez sin sentido de su hermano. ¿¡Para esas estupideces lo viven llamando!? ¡Joder!

Momoko quien había salido del trance justo al momento que Brick, no podía dejar de observar impresionada ante el dialecto y sentimientos mutuos por parte de ambos hermanos, aunque no podía negar que en ciertos momentos le daba una ligera risa.

-¡Vete al carajo Butch! ¡Déjame en paz! ¡Estaba en un momento importante y tú vienes a llamar solo para decirme idioteces!

-¡Los estaba llamando para decirles que me iré de viaje mañana tarado! -Butch pausó unos segundos para rebobinar un poco lo dicho por su hermano y su lado metiche salió a flote. -¿Qué tipo de momento importante estabas haciendo? ¿¡Andas robándole de nuevo la ropa interior en la casa del alcalde y no me dijiste!?

Momoko hizo un extraño gesto con su cara, al siquiera imaginar eso.

-¡No! ¡Nada que te importe! -Brick miró ligeramente a su contraparte y se sonrojó. -Es… Es algo confidencial socio… -rápidamente intentó cambiar el tema. -¿Cómo carajos es que te vas mañana de viaje? ¿Te vas con el Boomer?

-¡Ni que estuviera loco! ¿Recuerdas los tíos estos a los que les estaba trabajando? ¿A los que les estaba corriendo y todo eso? -Brick asintió con una voz a su hermano, el cual prosiguió.

-Al parecer. ¡Les impresioné tanto que me metieron a competir en una gran carrera en otras ciudades! Creo que me dijeron que iba a ser una gira de Jabones.

-¿Una gira de Jabones? -preguntó Brick confuso, tratando de imaginar unos jabones de baño girando. -¿Qué tienen que ver los jabones con los autos? ¿Qué eres el que los limpia o qué pedo?

-Nonononononono, ¿¡Cómo voy a ser yo el que los limpie!? ¡Si aquí hay puro talento! ¡Un corredor experto de sangre! -contestó Butch con gran orgullo. -¡El nombre de la gira pues!... Se llamaba algo así como que… Déjame ver qué dice el folleto… -pausó unos segundos mientras balbuceaba. -Dice que se llama gira de lucha y deportes Jabones… no sé que tenga que ver el jabón aquí pero espero que no haya mucha agua de por medio.

Inmediatamente el nombre del lugar sorprendió a la pelirroja, precisamente en esa gira es donde se encontraba Kaoru y su familia participando en torneos de lucha. Momoko sonrió ante tal cosa e inocentemente corrigió a Butch el respectivo nombre del evento, el cuál este parecía no tener mucha habilidad en la lectura.

-No es de jabón es Japón, por ende no es Jabones sino Japoneses. -corrigió elegantemente.

Ésto, hizo que de inmediato Butch soltara las alarmas al escuchar una voz femenina al lado de su hermano. ¿¡Qué rayos estaba pasando por allá!?

-¿¡Queeeeeeee!? ¿¡Y esa voz de quién es!? ¿¡Es una chica!? ¿¡Estás con una chica!? ¿¡Tú!? -preguntaba muy confuso y todo intenso el pobre de Butch, tratando inútilmente de hallar una respuesta.

Brick por su parte, tragó saliva y se sonrojó enormemente… Él sabía que sus hermanos eran tan metiches como la madre de Blossom, que jamás lo habían visto socializando con una chica y que jamás de los jamases les diría que esa chica era nada más y nada menos que su contraparte la supertonta de Blossom.

-¡Nadie! ¡No es nadie! -le dijo rápidamente tratando desesperadamente de cortar la llamada, aparentando una y otra vez sin éxito alguno el botón de colgado.

-¡Por un cochino demonio! ¿¡Por qué mierda no se cuelga!? ¡Condenada porquería! -pensó él con miles de gotas saliendo de su cara.

-¿¡Cómo que nadie!? ¡Clarito allí escuché a una chica! ¿¡Esa no es la misma con la que andabas la otra vez!? ¡Nunca me respondiste! ¿¡Es bonita!? ¿¡Tan bonita para que el gran y poderoso Butch la pruebe!?

El comentario de Butch hizo enfurecer al pelirrojo, realmente su hermano era un imbécil… ¡Un imbécil animal! Y como si fuera una tortura mental, imaginó aquella vez en que estaba en el parque con Momoko días atrás, en el cual el muy estúpido le preguntó lo mismo por teléfono.

-¡Cállate animal del monte! En primera deja de aparentar cosas que no eres, ambos sabemos que nunca has tenido nada con nadie y en segunda… ¿¡Qué si estoy con alguien!? ¿¡Eso es pedo tuyo o el de Boomer!? -Brick más que enfadado, colgó finalmente su teléfono y para su suerte, descubrió que ya tenía poca batería.

Él dio un suspiro y volteó su mirada a la pelirroja, la cual lo miraba con los ojos bien abiertos y sorprendida por todo lo visto y escuchado.

-Menos mal ya se le acabó la batería a esta porquería, seguramente no tardará Boomer en llamarme. -comentó él.

Ella con una gota en la cabeza, le preguntó.

-Tu… Tu hermano es muy… Salido, ¿No?

-¿Salido? -le preguntó el de gorra confuso. -Pues sí… Eso creo, él sale mucho de casa.

Momoko frunció el ceño y le cambió la cuestión; al parecer él no captó la pregunta.

-Me refería a que es muy vulgar… Diría que es más que tú… Aunque no lo sé, ustedes tres son igual de maleducados y groseros.

-¡Hey! Habla de Butch y Boomer todo lo que quieras, pero yo soy muy educado. -dijo con orgullo.

-¿Queeeeeeeeeeee? -esta vez fue Momoko con una expresión confusa al no ser ella quien entendiera lo que él dijo.

-Ya ves Mococo, soy todo un caballero. Cortés y galán. -aclaró él.

Ella respiró profundamente tratando de olvidar las tonterías que decía este, así que decidió cambiarle el tema antes que también dijera que él era el protagonista de alguna película o serie exitosa.

-Me dio risa escuchar que Butch está metido en esa gira… Kaoru también lo está, seguramente si se encuentran ella le dará sus buenos golpes hasta que se acomode.

Brick la miró algo confuso y le preguntó.

-¿Quién era Carlos?

-¿Carlos? -ella frunció aún más el ceño sin captar la pregunta, hasta que suspiró al comprender la tontería de este. -¡Es KA-ORU!... No Carlos… ¡Dios! ¿Qué te pasa? ¿Tienes problemas de oído?

-¡Ahhhjj claro! Esa era una de tus amigas, ¿No?

Momoko asintió.

-Ella era la más… Ruda de nosotras si a eso nos referimos, siempre le ha demostrado a todos su gran carácter y temperamento. -mientras decía todo esto, una sensación de tristeza la invadió al recordar a su apreciada amiga. ¡Cómo la extrañaba!

Brick notó el repentino cabizbajo de parte de ella, por lo cual preguntó.

-¿Qué pasó? ¿Tan violenta era la de verde?

La del moño lo miró arqueando una ceja.

-¡Claro que no! Bueno… Sí lo era pero no me estoy poniendo triste si a eso te refieres. ¡Es solo que la extraño! Tanto a ella como a Miyako, ambas eran mis mejores amigas… Las únicas que tenía realmente…

El chico pensó un poco y tras unos segundos le preguntó nuevamente.

-¿Y qué no hablas con ella? ¡Para eso están los teléfonos! -esto último lo dijo mostrándole el suyo y señalándolo.

Momoko sonrió levemente.

-Kaoru anda por todo el país y sus alrededores, mientras que Miyako anda en Milán; es decir, en otro país.

-¿Y? -preguntó por tercera vez un Ruwdyruff quién no lograba captar el problema.

-Para llamarlas por línea, te cobran muy caro y aunque exista el internet… No es lo mismo hablarles por allí que tenerlas junto a mí.

Brick seguía sin entender nada… Y tampoco le interesaba mucho saber del tema, solo se limitó a seguir un extraño comportamiento el cual salió de sus sentimientos y emociones.

-No necesitas tener a tus amigas supertontas aquí contigo para que te diviertas… -pausó unos segundos y continuó. -Para eso estoy yo aquí…

Momoko abrió sus ojos y se ruborizó ante el comentario de su amigo, lo cual hizo que apartara la mirada de él.

Brick se levantó de la cama y le extendió su mano.

-¡Venga ya! -ella lo miró de inmediato y sin comprender. -Juguemos a la consola tonta, tengo ganas de jugar y sé que ¡Voy a barrer el piso contigo!

Ella lo miró con una cara desafiante y se levantó de una. -¡Eso piensas! La otra vez tuviste suerte… ¡Suerte de principiante! ¡Pero esta vez no ganarás!

Ella como un rayo conectó su consola de juegos al inmenso televisor y rápidamente ambos tomaron un mando y se sentaron en la alfombra.

Sin darse cuenta, las horas pasaron volando y para cuando se percataron, ya eran la 1a.m.

-¡Dios! -exclamó Momoko. -¡Ya es tarde, debemos irnos ya a dormir!

Brick miró el reloj; quién obviamente ya sabía bien en donde estaba localizado, y tras fruncir el ceño bostezó involuntariamente.

-Bueno… Creo que tienes algo de razón rosadita. -él estiró sus brazos y se fue levantó, seguido de ella.

Momoko se dirigió a su armario y comenzó a buscar varias cosas.

El pelirrojo la miraba curiosamente, como siempre lo metiche era parte de todo Ruwdyruff.

-¿Qué buscas ahora? -le preguntó él.

Ella empezó a sacar lo que parecía prendas y ropa lo que hizo sobresaltar un poco al chico.

-¿Cómo que qué busco? Me voy a bañar duuhh, no me he duchado hoy por andar perdiendo mi tiempo con alguien. -aclaró ella.

Brick le contestó con sus típicos comentarios molestos.

-¡Vaya! ¡Ya era hora! Por aquí estaba entrando un aroma fiuuuuuuusss, un poco más y moría de asfixia.

Ella lo miró con reproche y le lanzó una mirada amenazante.

-¡Cállate tarado! ¡Además el que debe estar apestando eres tú! ¿Desde cuándo no te bañas?

El ruwdy alzó sus hombros y le respondió. -No recuerdo, pero el gran Brick nunca huele mal.

Ella ignoró por completo su comentario y tomando sus cosas se dirigió al baño.

Brick suspiró y se abalanzó a la cama de ella, acostándose y disfrutando el suculento placer de la comodidad de aquella gran y estúpida cama… Debía aprovechar ese pequeño momento en que no estaba la pelirroja, así que frotó toda su espalda en ese sabroso colchón.

Tras un rato… ¡Un fuerte almohadazo lo estremeció!

-¡Heeeeey! ¿¡Qué fue eso!? -preguntó muy molesto y asustado.

-¡Qué te quedaste dormido en mi cama! ¡Sal de allí y vete a dar una ducha!

Brick limpió uno de sus ojos con su puño y se levantó de mala gana.

-¿Pero… Y qué carajos me pongo? ¡No traje ropa! -le contestó él como una excusa la verdad misma.

La pelirroja le respondió que no se preocupara por ello, ya que le prestaría unos pantalones y unas camisas suyas que le quedarían a la medida.

-¿¡Qué!? ¡Ni muerto usaría ropa de mujer! ¡Y menos tuyas! -exclamó él enfadado y cruzándose de brazos.

Momoko suspiró y le llevó a él unos pantalones y una camisa.

-¡No seas tonto! Te recuerdo que tú usaste mi ropa de Blossom una vez con tus estúpidos hermanos. ¡Usaste una falda y te hacías pasar por mujer! ¡Así que deja de quejarte y ponte esto! ¡Es un pantalón y una camisa normal!

Brick se ruborizó al recordar tan bochornoso recuerdo… Como ya era tarde, decidió no iniciar un revuelto contra ella así que aceptó de mala gana.

Momoko le explicó que en el baño tenía varios jabones, una toalla y que podía colocar la temperatura del agua a su gusto.

-¡Y cuidadito vuelves un desastre mi baño! -le advirtió de último.

Brick tragó saliva y se bañó teniendo la delicadeza increíblemente sorprendente.

¡Jamás había sido tan delicado! Realmente no quería dañarle ni ensuciarle algo a la fresita, principalmente porque ya quería irse a dormir y no quería pelear.

Al salir del baño, sintió un gusto y placer increíble. El baño de Momoko era muy distinto al suyo, este era limpio, con un aroma placentero, espacioso y ni hablar de la ducha. ¡Traía consigo temperatura y todo! ¿¡Por qué diablos él no tenía uno así!?

Brick dejó su ropa sucia encima de una cesta, la cual le señaló la pelirroja.

Ambos chicos ya limpios, apagaron las luces y se prepararon para dormir… Sin embargo.

-¡Joder! ¡Este colchón es una porquería! ¡Es muy molesto y se siente horrible! -se quejó el pelirrojo desde la colchoneta en el suelo.

Momoko suspiró y le contestó.

-¿De qué tanto te quejas? Creí que dormías en una cama toda vieja y dura.

-¡Pues claro que sí! ¡Por eso no duermo bien! -le respondió él molesto, recordando lo obvio.

Momoko nuevamente suspiró y queriendo dormir de una buena vez, hizo lo que posiblemente no haría.

Ella se movió hacia la derecha de su cama y le habló al pesado pelirrojo.

-Acuéstate… Mi cama es muy grande así que podemos compart… -Momoko no pudo finalizar su palabra cuando ya Brick se encontraba al lado suyo.

-¡Oooohhh si! ¡Esta cama es fantástica! -dijo él estirando sus brazos y arropándose casi por completo con la gruesa manta.

Momoko, quién estaba de medio lado y dándole la espalda, estaba completamente roja y avergonzada.

Ella se cubrió su cara con su manta rosada y lo último que hizo fue sumergirse en el sueño.

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Continuará


En los próximos capítulos: ¿Quieres ser mi novia?

;) ¡No se lo pierdan!