A/N: Si! Soy yo de nuevo, al fin me decidí a actualizar esta historia. Les pido mil perdones por la extremadamente larga espera. Estaba completamente bloqueada con esta historia y aunque empecé varios capítulos, nada me gustaba como para publicarlo. Este capítulo es corto pero sustancioso (jejeje, espero que eso les ayude a perdonarme).

Mil gracias a por ayudarme a mapear esta historia de nuevo, a descubrir cuál sería la mejor dirección para retomarla. Y gracias a ustedes por su paciencia y por seguir conmigo. Bueno, los que aun sigan.

Recuerden que es clasificación M y en este capítulo comenzarán a ver porque, así es que si son menores de edad, regresen a leer en el siguiente. ;)

Disfruten!

¿Es esto real? ¿Katniss Everdeen está acostada de frente a mí, su respiración haciendo cosquillas en ese lugar entre mi pecho y mi cuello; una pierna en medio de las mías? ¿Realmente está mi brazo sobre su cintura? El olor a vainilla de su shampoo invade mis sentidos y el calor de su cuerpo no dejan lugar a dudas. Tampoco el sonido de sus suaves ronquidos.

Sin darme cuenta le he estado siguiendo patrones invisibles sobre la piel de su espalda. Si, es real, la estoy abrazando. ¿Cómo he llegado a esto?

Cambio de posición ahora acostándome sobre mi espalda, poniendo un brazo bajo mi cabeza y mirando al techo tratando de encontrar en él la respuesta a cómo me he vuelto tan suertudo de la noche a la mañana. Pero ella me sorprende de nuevo, haciendo un sonido que me atrevería a asegurar es un refunfuño y se acerca nuevamente a mí.

Abraza mi torso, su cabeza sobre mi pecho, justo encima de mi corazón que está latiendo tan a prisa que tengo miedo que ella pueda escucharlo y despertar. Ella pega su cuerpo totalmente al mío, su panza contra mi costado, la pierna derecha contra mi pierna izquierda y su pierna izquierda sobre las dos mías, de manera que su muslo está sobre otra parte de mi cuerpo. Solo espero la suerte siga acompañándome y dicha parte de mi cuerpo no decida responder al contacto.

Demasiado tarde.

Ella mueve su pierna de nuevo y no puedo detener el gemido que abandona mis labios. Dios, me estoy poniendo tan duro que duele. Muerdo mis labios tratando de concentrarme en otra cosa, la grasosa Sae en bikini, perros atropellados, lo que sea.

"Peeta ¿Estás bien?" El pánico me invade, se va a dar cuenta.

"Si, si claro. Buen día hermosa." Contesto inseguro, aun pensando que hacer para distraer su atención. Ella se levanta lentamente y me mira sonriendo.

"Buen día. Pobre de ti, prácticamente he dormido sobre ti, debes haber pasado la peor noche de tu vida, lo siento." Me dice soñolienta, restregándose los ojos con la parte trasera de sus manos.

"¿Estas de broma verdad? He dormido en la cama de la chica de mis sueños, por si eso fuera poco ella ha dormido entre mis brazos toda la noche. No puedo recordar una noche mejor que esta, excepto tal vez aquella en que te besé." Aprovecho para hacerlo de nuevo inclinándome lentamente hacia ella. No sé si besarla ahora sea lo más recomendable en el estado en el que me encuentro pero no tengo la fuerza de voluntad suficiente como para evitarlo. Me detengo justo antes de rozar sus labios y hago contacto visual, es mi manera de preguntarle si está de acuerdo. Supongo que lo está ya que ella cierra el espacio entre nuestras bocas.

Sus suaves labios se amoldan a los míos, solo sintiéndose mutuamente, no hay lengua, ni apuro en nuestras bocas, son las manos el problema. Ella juega con el pelo de mi nuca, y rasga mi cuero cabelludo con sus uñas, volviéndome loco. Mis brazos van de su cintura hacia la parte externa de su pecho, a los costados, deslizo mi pulgar por dentro del resorte de su bra sintiendo la suave curva de su seno; Katniss arquea su espalda pegando su pecho contra el mío y ahí es cuando el beso se hace profundo, más intenso. Nuestras bocas se abren para masajear nuestras lenguas. Ella muerde suavemente mis labios así que instintivamente ruedo de manera que quedo encima de ella, me sostengo con un brazo mientras mi otra mano se atreve a cubrir su pecho, masajeándolo suavemente con la palma de mi mano. Ella gime, y el dulce sonido me pone de atar así que repito mis movimientos. Haré lo que sea necesario para seguir escuchando esos sonidos.

Su pierna roza mi erección y yo empujo mis caderas hacia ella tratando de sentir de nuevo el delicioso roce, ella sube su otra pierna a mi espalda, me muevo y notando al fin como he quedado entre sus piernas, el calor de su cuerpo justo en la parte de mi cuerpo que más lo necesitaba.

Ella se mueve y no puedo detener el sonido que sale de mis labios, ella deja de besarme bruscamente para verme fijamente a los ojos. Después de unos leves momentos vuelve a mover sus caderas hacia adelante experimentalmente, dándose cuenta de que ello es lo que provocó mi gemido. Observando la respuesta que obtiene de mí. Estoy respirando aceleradamente y ella también, la sensación es tan exquisita que mis ojos se cierran involuntariamente. Ella sigue moviéndose y un suave gemido escapa su boca. "Katniss" le advierto, tratando de detener sus movimientos antes de avergonzarme a mí mismo pero no tengo tanta fuerza de voluntad y sigo moviéndome yo también, no voy a poder… "Kat, espera."

Ella no se detiene pero comienza a moverse más despacio, con el ceño fruncido pregunta "¿Qué pasa?" La molestia en su voz es obvia.

"Cariño si sigues moviéndote así no voy a poder controlarme."

"¿Y quién te ha pedido que te controles?" Ella pregunta sin aliento y continúa con lo que estaba haciendo. Yo gimo embarazosamente fuerte.

"Ung, Katniss, Dios… me voy a venir."

"Yo también." Dios, esta chica va a ser mi muerte. El escucharla decir eso es lo que me lanza al cielo, no puedo detener mis movimientos que ahora son más rápidos y firmes, ella arquea su espalda y ya no puedo más, me vengo diciendo su nombre una y otra vez.

Dejo caer mi peso sobre ella, rendido. Los dos jadeando, sus manos aun sobre mi cuello, deteniéndome. La abrazo, respirando fuertemente para poder memorizar su olor y la manera en que encajamos juntos, perfectamente, como piezas de un rompecabezas.

Estamos perdidos en esa paz que viene siempre después de un orgasmo hasta que siento mojada y pegajosa mi ropa interior. "¿Qué pasa, a dónde vas?" Me pregunta con los ojos llenos de pánico.

"Al baño, a limpiar esto." Contesto sonrojándome y señalando mi ropa interior.

"Oh," dice con las mejillas color escarlata, evadiendo mi mirada.

En ese momento escucho pasos y el ruido de la voz de Finnick en el departamento, parece que está hablando con alguien por teléfono. "Katniss ¿el baño está afuera verdad?"

"Si ¿porqué?"

"No creo que sea buena idea que él me vea saliendo de tu habitación en este estado. Me odia ¿Recuerdas?"

Ella parece considerar mi respuesta un momento "Tienes razón, creo que te mataría. ¿Peeta?"

Ella no hace contacto visual al llamarme, pareciera que de pronto encuentra sumamente interesante la tela de sus sábanas.

"¿Qué pasa? " Contesto regresando a sentarme junto a ella "¿Está todo bien?"

"¿Qué pasará con nosotros ahora?"

Con su pregunta mi corazón comience a latir a mil por hora. Yo me he estado preguntando lo mismo. No sé si sería capaz de soportar el volver a la situación de antes con ella, ahora que la he besado, ahora que he probado lo que es estar con ella… "¿Qué es lo que quieres que pase? Le pregunto temiendo la respuesta.

"No lo sé." Mierda! Se arrepiente, lo sabía. Mi pecho físicamente empieza a doler solo para relajarse unos segundos después "pero no quiero parar."

El alivio que siento me hace exhalar fuertemente "Kat, créeme, yo tampoco,"

"Podríamos mantenerlo en secreto," propone.

"Haremos lo que te haga sentir cómoda, siempre y cuando pueda seguir haciendo esto," le digo intentando bromear al tiempo que me inclino para besarla una vez más. Ella responde instantáneamente, deslizando su dulce lengua por mis labios, estoy a punto de empujarla hacia la cama para colocarme encima de ella de nuevo cuando se escucha que alguien toca la puerta fuertemente y nos separamos como de rayo, como si el contacto con mi cuerpo la quemara.

"¡Kat, Me voy, regreso más tarde. No seas floja y lava los trastes que es tu turno!" Grita Finnick del otro lado de la puerta, acto seguido se escuchan sus fuertes pisadas.

Katniss me asusta gritando de vuelta "¡Finn no seas cabrón que ha sido mi turno todos los días!"

El ríe burlonamente "Pensé que estabas dormida cariño," el siguiente sonido es un azotón de la puerta de la entrada. Ella se frota la cara con las manos gruñendo en desesperación.

"No te enojes, yo te ayudaré con los trastes. Ya estamos solos ¿no es así?" le digo con una traviesa mirada acercándome para besarla de nuevo. Ella debe haber sentido la reacción de mi cuerpo contra su pierna de nuevo pues termina el beso sonriendo.

"Ni lo pienses, que prometiste ayudarme con los trastes."

kpkpkpkpkpk

"Nunca pensé que lavar los trastes tomara tanto tiempo."

"Me besas cada vez que enjabonas un traste, así nunca vamos a terminar."

"¿Qué quieres que te diga? Me resultas adictiva," le digo besándola de nuevo. Pronto escuchamos ruidos afuera de la puerta y el sonido de una llave al entrar por el cerrojo.

"Alguien viene," dice Kat, "Vamos, escóndete, ve a mi cuarto."

"Tu solo buscas excusas para encerrarme en tu cuarto."

"No es momento para bromas Peeta, si es Finn va a matarte." Dice nerviosa, empujándome todo el camino hacia su habitación y cerrando la puerta.

"Entiendo que haya un problema pero yo puedo defenderme bastante bien cariño, nadie va a matarme."

"Shhhh silencio ya." Me callo riéndome un poco. Es tan fácil molestarla y siempre me ha fascinado la manera en que frunce las cejas, entresacando un poco sus llenos labios cuando está enojada. Me encantaría besarla de nuevo en este momento pero ya ha cerrado la puerta y ha salido del cuarto. Las pisadas de Kat se dirigen a la sala.

Esto de mantener nuestra relación o lo que quiera que sea en secreto va a ser excitante y divertido por un tiempo pero no puedo esperar para poder invitarla a una cita y tomarla de la mano en público, decirlo a nuestros amigos y que todos sepan que ella es mía.

Se escucha una voz de hombre un poco distorsionada por la distancia y porque estoy escuchando detrás de la puerta, obviamente "Kat, discúlpame por presentarme así, le supliqué a Finnick que me ayudara y él me dio la llave, te quiero, te extraño y tu sabes que también me quieres. Tenemos que hablar."

"Gale!" Ella suena sorprendida.

"Gale?" Qué demonios está haciendo aquí. Debería estar en la escuela, muy, muy lejos de aquí…momento, porqué no escucho nada? ¿Se estarán besando?

Tal vez ella al verlo de nuevo ella quiera volver con él. O tal vez esté sollozando en sus brazos…o…

"Qué haces aquí?" alcanzo a escuchar. Bien, si habla es que no se están besando, me digo a mi mismo con alivio.

"Ya te lo he dicho, te extraño y he venido a verte."

"Te extraño también." QUÉ?!

"Kat, vuelve conmigo, te prometo que trataré de venir a verte cada quince días, no estaremos alejados mucho tiempo, podremos hacer que esto funcione." Mi estómago ha caído a mis pies y siento que todo el oxigeno a abandonado mis pulmones.

Vamos, si les gustó dejen un review. Prometo que no tardaré tanto en actualizar, ya tengo el siguiente capi terminado.