¡Hola! Esta es mi primera historia de Haikyuu! así que espero que os guste. Sin más que decir, ¡a leer!

DISCLAIMER: Haikyuu! no me pertenece. Le pertenece a Haruichi Furudate.


Era un día normal para el equipo de Karasuno.

Había comenzado la práctica y con ella la típica pelea entre Kageyama y Hinata.

-¿Quieres levantarla bien?- Le espetó el cebo del equipo.

-La levanto bien. Que tú seas pésimo es otra cosa.- Le respondió el rey.

-¡No soy pésimo! Es que tú la estás levantando demasiado alto y no llego.- Se quejó el pequeño.

-No es mi culpa que midas 1,60.- Dijo burlonamente el setter.

-¡Mido 1,62! –exclamó el pelirrojo.

-Ni que fuera mucha la diferencia. Nadie lo nota.- Se siguió burlando Kageyama.

-¡Yo lo noto! Puedo hacer cosas que alguien de 1,60 no podría.- Continuó explicando Hinata.

-Permíteme dudarlo. –Dijo el moreno.

-¡Es verdad! Hay muchas cosas que puedo llevar a cabo gracias a esos dos centímetros.- Seguía discutiendo el pequeñín.

-Lo que tú digas…- Comentó el más alto

-¡Es la verdad! Te lo demostraré. –Exclamó decidido el pelirrojo.

Hinata empezó a acercarse a Kageyama hasta quedar frente a frente.

Entonces, se puso de puntillas y con un poco de esfuerzo pegó los labios de Kageyama con los propios.

El beso duró unos cuantos segundos hasta que el cebo se separó del rey.

-¿Lo ves? Eso no lo podría hacer si midiera 1,60. –Afirmó Hinata.

Kageyama simplemente seguía quieto en su sitio. Todavía no asimilaba lo que acababa de ocurrir.

Hinata lo había besado.

Hinata lo había besado.

Shoyo lo había besado.

¡Lo había besado!

Inmediatamente se puso rojo y se dirigió dando grandes zancadas hacia el más pequeño que temblaba de miedo suplicando por su vida cuando cayó en cuenta de lo que había hecho segundos atrás.

Cuando lo tuvo frente a él se agachó y volvió a hacer contacto con los labios ajenos solo que, esta vez fue algo más pasional para deleite de ambos.

Al separarse un pequeño hilo de saliva los seguía uniendo y los dos poseían un rubor en las mejillas- más notable en Hinata que en Kageyama-.

-Puedes medir 1,62 pero no olvides que yo mido 1,80 y puedo hacer todo lo que tú haces y más.- Susurró el moreno al oído del pelirrojo haciendo que este se sonrojara más.

Y no fue hasta que Tanaka empezó a hacer comentarios burlescos con Tsukishima de fondo, que recapacitaron que seguían en el entrenamiento delante de todos sus compañeros de equipo.

-Y… ¿para cuándo la boda? –Preguntó Tsukishima ganándose una mirada asesina de parte de Kageyama y un sonrojo y tartamudeo cortesía de Hinata.


Espero que os haya gustado ^^

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