Well~ Volví, pero no creo que a muchos les interese mi regreso uwu El punto... Pensé en hacer otro capítulo para esta colección, pero simplemente no salió; así que me quedé con el objetivo original: cuatro capítulos. Bueno, debo confesar que este es el one-shot que más me gusta... Es graciosos, o al menos a mí me lo parece. Solo diré que intenté pensar como el personaje para escribir esto... Ve a saber si lo logré. Por cierto... Esto está dedicado a una amiga que es la Takane de carne y hueso *Inserte corazón gay aquí*

Aclaraciones: Bueno... El personaje principal es Takane, y nuevamente, es mi primera vez usándola como estelar. El título es un asco, por no describirlo de otra forma más vulgar. Hay un número gigantesco que ni yo sé cómo se escribe (?) Es de las pocas veces que he intentado escribir como hablo (?) Por lo que intenté que fuera un poco más... Natural (?) Bueno, a diferencia de los anteriores, esto es rosa y lleno de bichitos de amor (?) Lo dejé para el final porque... Sí (?) En fin... Espero les guste y recuerden comentar.


Sí Lo Tengo

Se sentó en la banca, apretada en medio de sus otros amigos. Los cuatro no cabían en ese alargado asiento, aún así querían intentarlo, siendo tontos, como suelen actuar los amigos cuando están juntos. Empujando a ambos lados con las caderas logró acomodarse de una forma técnicamente decente. Si siempre estaba enojada, este era uno de esos momentos en los que su ira la llevaría simplemente a partirle la cara a alguien. Y ese alguien podría ser Shintaro, o Ayano… Inclusive el mismísimo Haruka.

Pero no, debía controlarse, controlar sus estúpidos impulsos asesinos. Respiró por enésima vez en el día y continuó con la lista numérica que había llevado en su cabeza desde la mañana, desde que abrió el ojo en ese día que, sin razón alguna, tanto la enojaba. Siguiente número: seiscientos veintiséis billones cuatrocientos treinta y tres millones ochocientos treinta y dos mil setecientos noventa y cinco. Bufó al darse cuenta de que en menos de cinco horas había sobrepasado el límite de números que creía conocer. Estaba realmente enojada, volvería papilla a cualquiera si se decidía a hablarle. ¿Por qué? Porque… ¡Al diablo! Ser sincera consigo mismo por una puta vez no era malo.

Estoy celosa.

¡Sí! Estaba celosa ¡¿Algún problema o queja con eso?! Bajó la cabeza, sintiéndose como una tonta por pelear sola y, además, mentalmente. Porque no era capaz de decirlo, de aceptar lo que sentía. Miró de reojo a su compañero de clase, al causante de todas las estúpidas sensaciones que sentía en ese mismo instante. El culpable de sus mejillas rojas, de su corazón galopante, del nudo en la garganta y de esa opresión en el pecho a la que ella calificaba como celos.

¿Pero de quién podía estar celosa? Apretó los puños al reconocer la respuesta en su cabeza. Pero la idea se le hacía tan tonta e infundada que en realidad solo quería meterse una buena bofetada.

Estoy celosa de Ayano-chan.

Oh si, grandiosa revelación. Estaba celosa de su mejor amiga; quien no tenía ni la más mínima idea de qué podía estar haciendo mal. ¡Porque carajo, no estaba haciendo nada malo! Era ella misma la que cometía errores. ¿Pero lo iba a aceptar? Ha, ni porque la quemaran por bruja. Prefería seguir enojada sin razón alguna, preocupando a los demás con sus tonterías de niña de primaria.

Bravo Takane, bravo. Eres tan inteligente.

Su subconsciente se le burlaba, y tenía todo el maldito derecho a hacerlo. ¿Qué número seguía? Ah sí… seiscientos veintiséis billones cuatrocientos treinta y tres millones ochocientos treinta y dos mil setecientos noventa y seis. Billones de números había contado mentalmente y todavía no estaba ni a la mitad del día. Ha, era un puto genio; se reñía con sarcasmo. El odioso amigo menor que tenía le hablaba.

— Takane, ¿Tienes algo de decencia dentro de ese cuerpo tuyo?— Dijo con desdén Shintaro. ¿Cómo se atrevía a hablarle así?— Haruka ha estado llamándote desde hace un buen rato y tú te encuentras ida a quién sabe dónde diablos.

— Pues sé que tengo más decencia de la que tú tienes en tu podrido corazón. — Comentó tajante.

— Pues al menos tengo corazón. — Contraatacó totalmente ofendido— No creo que tú tengas ¿O sí?

Oh, ya te pasaste cabrón.

Se puso en pie, desacomodando a los tres restantes en la banca. Debía calmarse, antes de que ocasionara una tragedia. Pero la sonrisa burlona y victoriosa del genio la sacaba de sus casillas. Y esa risa escondida que dejó flotar terminó por cabrearla más. ¡La puta madre! ¡Al diablo el auto-control!

Yo lo mato, lo mato, aquí y ahora.

Pero la expresión aterrada de Haruka la detuvo. Sabía cuánto odiaba que usara la violencia como contraataque, y esos ojos que decían con súplica "Por favor no lo hagas" mataban a cada célula iracunda de su cuerpo. Pero no lo dejaría pasar, tendría que devolvérselo; a puños, o con palabras.

Seiscientos veintiséis billones cuatrocientos treinta y tres millones ochocientos treinta y dos mil setecientos noventa y siete.

Ya valió madres.

— Si tengo corazón. — Dijo primero en un susurro. Luego estalló alzando considerablemente la voz— Si tengo corazón. Estoy enojada porque tengo celos, ¡Muchos celos que no desaparecen! El pecho me duele y cada vez que miro a Haruka me enamoro más de él. — La sorpresa no se hizo esperar. Pero pudo valerle nada en ese mismo instante— No importa si no le presto atención en este mundo, porque no sale del interior de mi cabeza, me acosa todos los putos días. ¡Ni qué decir qué siento cuando Ayano se le acerca! Yo quiero a Haruka, y lo quiero solo para mí. No deseo que nadie más lo toque.

¿Eso responde tu pregunta imbécil?

— Yo también amo a Takane— Comentó Haruka con una sonrisa que la hizo enrojecer por varios motivos— Solo le preguntaba a Ayano como podía confesarme.

— Ah, Okay. — Dijo la de coletas en un susurro… ¿Qué la quería también? ¿Qué quería confesársele?

Tienes que estar jodiendome.

¿Armó todo ese escándalo por una razón tan tonta? ¡Dios! ¡Era una imbécil acalambrada de pies a cabeza! Escondió entre sus manos el rostro, tan rojo, pero tan rojo que la bufanda de Ayano era opacada y dejada en último lugar. Pero el que se sintiera así… ¿No significaba que tenía un corazón? Levantando un poco la mirada, corroboró la respuesta en su mente.

Si lo tengo.

Y lo abriré, para que mis sentimientos puedan llegar hasta Haruka.

De alguna manera lo haré.


Bueno... No sé. Si alguien me lee en otros fics (cofcofNiñosOtraVezcofcof (?) Les digo que no sé cuándo actualice... Solo publico esto porque quiero terminar la colección e_e Gracias a todos los que siguieron y comentaron estas historias cortas, realmente alegraban mis días con sus reviews ^^ Gracias a: Mimic Tatori, Shinoby Nehory, Lucarioks, CrissNyan, Alice0623, Live-You-Dream, AkaiNeko84 y Alice D.K.W Les mando muchos besos y abrazos de agradecimiento~

Reira26.