Hola a todos, hermosos y adorados lectores. Bien se preguntarán porque estoy subiendo una nueva historia cuando tengo otras sin terminar y mucho menos dignarme a actualizar, bien primero que nada mi tiempo se ha limitado casi por completo ya que tengo que ir a hacer practicas durante toda la mañana y después ir corriendo a la universidad en las noches para ir a clase, ni se diga los pequeños trabajos que tengo.

No he dormido más que solo 4 horas diarias y ayer sinceramente me la pase todo el día dormida, invernando como un oso y solo levantarme para comer y cenar. Seh, la vida universitaria es cruel pero en fin.

Aclaro una cosa super importante y quiero aclarar una cosa: Es mi primer lemmon que escribo y me digno a publicar.

Así que no me exijan que viole cada 5 segundos a los personajes ni mucho menos que les cambie radicalmente las personalidades porque ¿Cual es la gracia de pervertir gente pura e inocente?

En fin, este mini fic será de solo 3 capítulos y solamente eso, así que ni me pidan más porque sinceramente no lo haré. Es más ni se les ocurra exigirme de más o que los pervierta vulgarmente porque ese no es mi estilo o si no mandaré a mis abogados y a mi lado pervy mejor conocida como Black Rose -IMZ

No se metan con una universitaria adicta a la cafeína y con falta de sueño.


Kung Fu Panda pertenece a la franquicia de Dreamworks y Jennifer Yuh Nelson


Se removió entre las mantas a causa del sueño que al parecer había decidido escaparse, burlándose del merecido cansancio del panda pedía a gritos, negando a sus parpados cerrarse y volver una vez más a los brazos de Morfeo. De izquierda a derecha y de derecha a izquierda, moviéndose suavemente, arrullándose, mientras su cuerpo empezaba a relajarse poco a poco en la cama y la mantas solo tapaban su figura dándole un poco de calor en aquella fresca noche que la caracterizaba en ese momento y se había instalado perezosamente en el palacio.

Parecía que estaba completamente dormido a simple vista pero en su mente aún estaba despierto, pidiendo un poco de descanso y tranquilidad después de aquel trajeado día. Se podía escuchar el viento susurrando historias a quien quisiera escucharlas y las ramas de las plantas moviéndose perezosamente a causa del viento mientras crujían suavemente como si fuera a cantar una linda canción de cuna para velar el sueño de los habitantes del lugar.

Pudo haberse rendido al cansancio que lo llamaba entre susurros y lo habría hecho gustosamente de no ser porque escucho unos leves crujidos, haciendo que sus pequeñas orejas -negras como la tinta- se movieran levemente en dirección a aquel sonido que parecía llamarlo y quería que prestara toda su atención.

'Ignóralo' Susurró su subconsciente con pereza pero alerta a cualquier cosa. 'Tal vez solo sea la madera vieja del palacio que solo necesita un poco mantenimiento. Vuelve a dormir e ignóralo.'

Haciéndole caso a su subconsciente decidió acomodarse en su cama, llevándose consigo sus mantas mientras se daba la vuelta y le daba la espalda a su puerta. Quería dormir, quería al fin descansar y sumergirse en el mundo de los sueños.

Aunque al parecer sus planes se verían frustrados al escuchar los crujidos de madera aumentando su sonido hasta detenerse de repente. Escuchó la puerta crujir y deslizarse un poco antes de escuchar un sonido sordo a causa que había sido abierta y ahora se encontraba cerrada, acompañada con una leve respiración y el crujido de la madera debido a los pasos del intruso.

Se levantó de golpe, moviendo sus mantas salvajemente, apartándolas a un lado para ponerse en alerta y saltar fuera de la cama para enfrentar a aquel intruso que estaba en su habitación. Aunque relajo su postura apenas vio esos ojos tan vivaces que destacaban entre la oscuridad.

"Tigresa, me espantaste." Susurró Po, con una ligera queja en su tono de voz mientras se llevaba una mano al corazón antes de verla y sonreír nerviosamente a causa del alivio. "¿Qué haces en mi habitación?"

Tigresa se encontraba enfrente de él, parecía una estatua, lo único que confirmaba que no era una eran sus ojos rubí siguiéndolo con la mirada y su pecho moviéndose sutilmente debido a su respiración.

Estaba con una pijama blanca de mangas largas y unos centímetros arriba de la rodilla, un regalo que le habían hecho los habitantes de una aldea en unos de los tantos viajes que habían ido y le habían dado como agradecimiento; ella siempre se quejaba de esa pijama ya que la consideraba un poco reveladora- en su opinión y contradiciendo a Víbora - al mostrar el resto de sus piernas desnudas y por ello usaba unos pantalones sueltos a juego.

Oh bueno, así era ella. Ella era pudorosa, en especial a la hora de escoger y ponerse ropa, eso no se le quitaría nunca.

Ella en lugar de molestarse en contestar solo lo siguió observando, como si lo estuviera analizando, antes de avanzar hasta la cama y sentarse a un lado mientras seguía observando a Po con un gesto neutro en su rostro.

Ni siquiera se molestó en regalarle una mala mirada ni un bufido al sentir la mirada penetrante y analítica de Po por estar ahí en plena madrugada.

"Tigresa ¿Estas bien?" Pregunto preocupado Po al ver su actitud. "¿Te sientes bien? ¿Te ha pasado algo? ¿No puedes dormir y quieres platicar un rato?"

Le formulo aquellas preguntas a Tigresa pero nuevamente seguía sin contestar y eso sinceramente le empezaba a preocupar. Puso su mano en su frente al ver si tenía un poco de fiebre e incluso puso ambas manos en las mejillas de la felina para ver si estaba bien, pero lo que paso a continuación lo dejo prácticamente sorprendido y eso era decir poco de como en realidad se sentía.

Tigresa al sentir las manos de Po acunando su rostro cerró sus ojos al contacto, antes de ladear un poco la cabeza y soltar un ronroneo durante unos segundos, como si disfrutara la acaricia y gesto que su amigo le daba, antes de abrir los ojos perezosamente dejando ver sus gemas de rubí en ese mar de ámbar mientras le regalaba una mirada que él no supo interpretar y besar la muñeca izquierda del panda con un leve mordisco al final una milésima de segundo después.

"¡Tigresa!" Exclamó Po, sintiendo un calor instalarse en sus mejillas y soltando a la felina. "¡¿Pero qué…?!"

Antes de terminar su pregunta se vio obligado a interrumpirse al ser salvajemente lanzado de espaldas, de nuevo a su cama, mientras sentía sus muñecas prisioneras y un peso extra encima de él.

Tigresa se había encargado de lanzarlo de vuelta a la cama mientras que con sus manos aprisionaba las muñecas de Po, con sus piernas a ambos lados de la figura de su amigo para así inmovilizarlo, sin dejar esa mirada que le regalo a Po después de aquel beso que le había dado en su muñeca.

"Tigresa, suéltame." Forcejeó el panda mientras trataba de quitársela de encima. "¿Es por ese golpe en la cabeza con el pedazo de madera en el entrenamiento? Ya te dije lo siento, no fue mi intensión."

La felina no decía nada, solo le siguió regalando esa mirada mientras aumentaba la fuerza en sus manos apretando las muñecas, amenazando con sacar sus garras y acomodaba sus piernas a ambos lados con un poco más de fuerza para evitar que se levantara y se liberara.

"¡Tigresa!" Susurró un poco más alto, no quería gritar y armar un escándalo levantando a los demás. Se movió en su cama y levantó su mirada para ver a la felina que seguía haciendo esfuerzo para evitar que se liberara de su pequeña prisión. "¡Tigresa suéltame! Recuerda que matarme no resolverá nada."

Aun moviéndose para buscar una abertura de su 'cárcel' y liberarse del agarre de su amiga no se dieron cuenta que estaban en una posición muy comprometedora para cualquiera que los viera, y pudieron haber seguido así de no ser porque en uno de esos movimientos de liberarse sintió un golpe en su cadera que hizo que sus mejillas se tiñeran de rojo, aún más si era posible, y una sonrisa de satisfacción se instalara en el rostro de la felina; al estar Tigresa con ambas piernas alrededor de Po y con el movimiento causado por el forcejeo, se habían acomodado inconscientemente entre las piernas de ambos y habían causado que chocaran sus caderas, rozando levemente sus partes íntimas y levantaran aún más la bata de la felina dejando ver sus piernas desnudas al no tener su fiel pantalón y causaran un bochorno y vergüenza infinita a Po.

"Tigresa… yo…"

No pudo terminar de hablar al sentir los labios de su amiga a un lado de su cuello, causándole que su respiración se cortara de golpe y la garganta se le pusiera seca, pero nada de eso se acercaba cuando sintió la menuda figura de Tigresa chochando nuevamente su zona intima junto a la de él, borrando cualquier disculpa de su mente, causándole un calor recorrer su cuerpo y no precisamente en las mejillas.

Sintió los labios de Tigresa recorriendo su cuello, sus mejillas y en las comisuras de sus labios; besando y mordiendo con suavidad y lentitud infinita mientras movía su cuerpo contra el suyo, como si lo estuviera estimulando, animándolo, provocándolo. Haciéndolo sufrir al sentir su cuerpo contra la de él, sin dejarlo hacer nada mientras ella prácticamente tenía todo el control sobre él.

Teniéndolo en su merced.

Sentía una incomodidad en los pantalones que cada vez parecía que incrementaba cada segundo, sabía que estaba bajo su control, en su merced: bajo sus reglas. Y ella parecía saberlo y disfrutaba de ello viéndolo sufrir mientras soltaba suspiros a causa del placer y la tortura que ella lo tenía.

La sonrisa que le regalaba confirmaba sus teorías.

Cuando sus labios volvieron atacar nuevamente los suyos decidió corresponderle, mordiéndolos con suavidad para ser correspondidos por la felina de la misma forma antes de aumentar de intensidad y soltando sus muñecas para besarlo con más fervor, dejando correr sus manos por la figura del panda y abrazarlo por el cuello.

Sin romper el beso que incrementaba de intensidad a cada segundo y sin saber porque lo hacía – El momento quizá- recorrió con sus manos la figura de su amiga hasta llegar hasta su cintura y los volteó a ambos para cambiar el papel de sus posiciones: ella debajo de él, bajo su merced.

Parecía que no le importo el cambio de posición en lo más mínimo, es más, parecía que estaba alegre que él tomara la iniciativa de cambiarlos mientras sonreía sobre sus labios antes de continuar con el beso y continuaban con aquel baile que sus cuerpos seguían inconscientemente.

Con más confianza decidió recorrer su cuerpo con sus manos; el pequeño busto chocando contra su pecho, la estrecha cintura hasta llegar a sus piernas y detenerse ahí, poniéndoles atención que no había tenido con anterioridad a causa de su antigua posición.

Sintió la respiración de Tigresa cortarse al sentir sus manos en su piel desnuda, en esa parte ahora sensible a causa de su mano, antes de sentir un ligera mordida en su hombro izquierdo, animándolo a continuar con aquella tortura.

Beso el cuello de Tigresa, enterrando su nariz en el acto para oler su perfume y dejaba besos hasta su hombro acompañado de pequeñas mordidas como ella había hecho anterioridad mientras que con sus manos recorría sus piernas, aun acompañado de aquellos movimientos, chochando su cuerpo contra el otro aun con la ropa puesta.

Sintió las manos de Tigresa rasguñando levemente su cuello, para bajar más tarde por sus brazos y espalda hasta llegar al borde de sus pantalones, lista para avanzar al último paso, pero solo movió levemente sus orejas ya al parecer había escuchado un ruido y alejo sus manos suavemente mientras rompía el beso y le regalaba esa mirada después de besar la muñeca con lo que había iniciado todo.

Deseo.

Eso era lo que le decía y ahora compartían aquel sentimiento.

Le acarició la mejilla a Po antes de besarlo tiernamente, casi con timidez, empujarlo por los hombros y levantarse de la cama, como si nada hubiera pasado.

"¡Tigresa, espera!" Susurró Po von voz rasposa a causa del deseo antes de levantarse y aprisionarla entre sus brazos.

Parecía que ella estaba en un dilema: se había quedado quieta entre sus brazos, lista para volver con él y terminar lo que habían empezado y por otra parte necesitaba salir y tranquilizarse. Lo abrazo con fuerza mientras enterraba su cabeza en su cuello antes de volver con suavidad ambos a la cama antes de que ella lo volviera a besar pero como si ese beso fue una señal para levantarse y salir de su letargo, lo empujo nuevamente a la cama causando que se enredara un poco entre las mantas antes de sonreír levemente y salir de ahí, dejándolo urgido y enredado entre las mantas que ahora lo inmovilizaban, como si fueran unas pequeñas sogas improvisadas y se burlaban de él.

"Tigresa, Tigresa espera…" Exclamó Po antes de caerse y tocar el suelo.

¡Pum!

"Oww… Mi cabeza." Se quejó Po mientras se sobaba la frente, aun envuelto entre las mantas y veía levemente iluminada su habitación. "¿Pero qué…?"

Vio su cuarto como lo había dejado antes de irse a dormir, se dio cuenta que ahora se encontraba en el suelo en lugar de su cama antes de sentarse sobre el piso de madera. Se restregó la cara con frustración mientras sentía una incomodidad en sus pantalones que no se molestó en revisar en lo más mínimo y que afortunadamente o no, ocultaba debajo de sus mantas.

"Demonios, no había pasado esto desde que pasé los inicios de la pubertad." Se quejó entre dientes mientras se restregaba la cara con furia, casi con desilusión de que eso no fuera real. "Y lo peor de todo es que fue con Tigresa, maldita sea."

Y como si el universo se estuviera burlando de él y quisiera hacer su vida más miserable de lo que ya era en estos momentos, escuchó la puerta de su cuarto deslizarse antes de escuchar una voz que él conocía demasiado bien y, en estos momentos, le causaban un gran nerviosismo mientras sentía un escalofrío recorriéndole por la espalda.

"¿Po?" Preguntó preocupada Tigresa desde el marco de la puerta antes de entrar al verlo sentado en el suelo envuelto entre las mantas y quedar en cuclillas frente a él. "¡Po! ¿Qué te paso?"

"¡Tigresa! ¿Qué… que haces aquí?" Preguntó nerviosamente Po mientras tomaba sutilmente su almohada que se encontraba en el suelo y ponérsela en el regazo.

"Venía a levantarte después de un aviso que nos dio el maestro Shifu ya que te quedaste dormido. Escuche que murmurabas mi nombre repetidamente antes de que lo digieras casi en voz alta, casi como si estuvieras sufriendo o necesitarás algo y bueno… decidí entrar a verte y ya conoces el resto." Le explicó tranquilamente Tigresa mientras Po trataba de no sonrojarse y morirse de vergüenza ahí mismo.

'Maldita sea, no solo soñaba con cosas subidas de tono con tu mejor amiga en el mundo y una de las personas que más ha admirado tanto en el arte de Kung fu como persona, no que va, sino que también digo su nombre dormido.'

"Te escuchabas como si necesitaras algo urgente." Repitió Tigresa, quería conseguir respuestas y saber que pasaba para que la llamara así, mientras detenía los pensamientos de Po que se regañaba mentalmente y levantará su mirada, ganándose su atención. "¿En que estabas soñando?"

"Oh… bueno…" Bajo la mirada mientras jugaba con sus dedos, de un momento a otro la almohada le pareció una de las cosas más interesantes del mundo. "Ya sabes, sueños de batallas épicas contra los malos, piratas, bandidos y rábanos gigantes… lo normal."

"De acuerdo." Se levantó Tigresa mientras quitaba arrugas inexistentes en su ropa habitual. "Es mejor irnos a la cocina antes de ir al salón de entrenamientos. ¿Quieres que te ayude a levantarte del suelo?"

"¡No!" Exclamó Po rápidamente mientras apretaba con fuerza la almohada de su regazo y ganándose una mirada de sorpresa por parte de la felina. "Es decir… es que… iré a tomar un baño. ¡Sí, un baño!…. y por eso no quiero que me ayudes ya que necesito mi privacidad y eso… antes de iniciar el día."

"Muy bien." Exclamó extrañada Tigresa al ver la conducta nerviosa del panda. "Te veré más tarde en el entrenamiento, espero que no tardes si no quieres ganar entrenamiento extra." Y sin más salió de la habitación dejando a Po solo antes de dirigirse a la cocina.

'Ha de haber tenido la pesadilla de los fantasmas y rábanos gigantes de nuevo, y todo por escuchar esas historias de fantasmas de Mono junto con los testimonios de los chicos sobre que es cierto. Un buen baño le ayudará a despertarse y quitarse esas tontas pesadillas.'

Cuando vio la puerta cerrarse y los pasos alejarse fue cuando Po pudo soltar todo el aire que retenían sus pulmones a causa del nerviosismo. Se acomodó en posición de loto y realizo ejercicios de respiración durante unos cinco minutos para quitarse ese sueño que parecía grabado a fuego en su mente antes de levantarse y tomar una pequeña canasta con sus cosas de aseo personales, una toalla y un cambio de ropa limpia.

"Muy bien Po, solo tienes que relajarte, esos sueños no significan nada." Se dijo el mismo para echarse ánimos. "Solo tienes… que mantener tu cabeza ocupada y alejarte un rato de Tigresa… Solo por precaución."

Y sin más se fue a tomar un baño para quitarse los restos del sueño antes que iniciara, sin saberlo, su propia tortura personal.

"¿Tigresa, te encuentras bien? Te noto un poco distraída." Comento Víbora, llamando la atención de la felina sacándola de sus pensamientos para prestarle toda su atención.

"Si, es solo… Olvídalo."

"¿Qué es eso de 'Si, es solo que….Olvídalo' que te preocupa?"

"Es Po ¿De acuerdo?" Respondió finalmente al saber que su amiga no la dejaría en paz hasta saber y tener una respuesta concreta. "Ha estado muy raro desde la mañana, se va cuando yo voy a su lado o incluso estamos en la misma habitación. Me evita como si fuera la peste."

"Eso no es completamente cierto, tal vez solo sean imaginaciones tuyas." Víbora trato de tranquilizarla y dar una razón lógica.

"¿Enserio?" Preguntó sarcástica Tigresa. "Entonces ¿porque le pidió, no, prácticamente le rogo a Shifu que cambiáramos de pareja cuando sabía perfectamente que hoy nos tocaba entrenar juntos?"

Víbora se quedó callada, sumida en sus pensamientos mientras trataba de analizar la situación y encontrarle una respuesta razonable al nuevo y raro comportamiento de Po.

Bien, sabía que su amigo adoraba a su amiga, casi siempre pedía ser su pareja en todo cuando podía e incluso juntos eran una pareja de combate realmente envidiable frente a los ojos de los demás pero que de un día para el otro simplemente la evitara era realmente raro, por no decir preocupante.

"Por lo que veo tienes toda la razón." Murmuró Víbora mientras trataba de buscar pistas en su mente sobre la conducta extraña de su amigo.

"¿Ves?" Murmuró Tigresa preocupada antes de sentarse y llevarse ambas manos a su cara. "Si continua evitándome no sé cómo diablos podré declararme sin que salga Po corriendo."

Víbora solo vio a la felina bajar sus orejas hasta pegarlas a su cabeza. Sabía que le era difícil la nueva conducta del panda hacía ella, es más incluso le fue difícil aceptar que tenía sentimientos hacia él.

Al principio lo odiaba por haber conseguido el rollo y título del Guerrero Dragón otorgado por Oogway aunque después fue sustituido por aceptación como maestro al derrotar a Tai Lung para más tarde y poco a poco considerarlo como un amigo hasta la batalla contra Lord Shen. Aunque después de ello se volvieron más unidos hasta que ella empezó a cambiar na vez más hasta descubrir que tenía sentimientos por él.

Ni se diga cuando se dio cuenta de los nuevos sentimientos hacía Po no eran solo admiración o una sincera amistad, a la pobre le costó mucho aceptarlo después de muchas negaciones hasta que Víbora se hartó y le dijo que si lo negaba bien pero que si ella no se declaraba iba a llegar otra persona que si lo haría y se lo quitaría.

Y cuando el esperado día había llegado simplemente ¡Pof! Él simplemente la ignoraba y la evitaba como si la peste se tratara.

"Tigresa…"

"Muy bien estudiantes…"Hablo Shifu, ahogando las palabras de Víbora al verse interrumpida y ganándose la atención de los demás. "Quisiera que trabajaran en equipo para realizar una defensa para cubrir los puntos débiles de los demás, así que improvisen mientras hacen todo el circuito sin dejar ninguno atrás."

"¿Todos juntos?" Preguntó nerviosamente Mantis, ganándose una mirada seria de su maestro como respuesta.

"Muy bien, todos a sus posiciones y cuando de la señal empezaran a realizar el ejercicio."

Se posicionaron todos en una línea frente a la salida de partida, aunque cuando Tigresa se puso a un lado de Po pudo notar que se alejó levemente pegándose un poco a Mono y Mantis, causándole un poco de tristeza antes de sacudir levemente la cabeza y concentrarse en el entrenamiento dejando en segundo plano sus preocupaciones.

"Ahora." Exclamó Shifu mientras golpea el suelo con el viejo bastón que una vez le perteneció a Oogway.

Aunque el entrenamiento no fue tan lindo como se pensaba, al tener a los dos maestros más 'radicales y bárbaros' distraídos y pocos concentrados en el entrenamiento habían causado entorpecer un poco el trabajo de los demás debido a que ambos o se adelantaban, como en el caso de Tigresa o se atrasaban como era el caso de Po.

Aunque todo se vio perdido una vez que llegaron a la Tortuga de Jade ya que tan distraídos como estaban que por tratar de desviar una flecha Tigresa se tropezó con la cola de Mono, causando que él le golpeara el pico a Grulla y con ello pisara a Víbora y ella le regalará un latigazo involuntario a Mantis que lo saco volando a la cara de Po dejándolo ciego y se sujetará de la primera cosa que encontraron sus manos y se lo llevara con él al fondo del tazón, causando un pequeño grito femenino para ser acompañado por todos sus demás amigos.

"Uhg… mis antenas."

"No siento mi ala." Se quejó Grulla. "Mono, esa es mi pata."

"Oh, lo siento." Se disculpó Mono antes de quejarse. "Víbora, ese es mi cuello."

"Perdón pero no siento la mitad de mi cuerpo."

"Mono, Grulla ¿podrían moverse un poco? No siento mi pierna." Se quejó Tigresa al ver que no se podía mover.

"Tigresa ¿podrías quitar tu mano de ahí?" Dijo quedamente Po después de sentir a la masa de sus amigos que estaban moviéndose y habían caído todos encima de él, causándole que le aplastaran sus pulmones.

Tigresa solo lo miró extrañada pero eso se vio sustituido por vergüenza, cuando movió levemente su mano izquierda para tratar de liberarse y sintiendo sus mejillas calentarse causándole un sonrojo que ni siquiera su pelaje anaranjado pudo ocultar.

Ahora sabía porque Po quería que quitara su mano de ahí, no le sorprendería que le dejara de hablar y la tomara como una urgida y pervertida sexual, hasta ella se consideraría a sí misma una si ella fuera él.

"Lo siento." Exclamó mientras se negaba a mirarlo a causa de la vergüenza. "Yo… no fue… Mis disculpas."

Antes que cualquiera poder hacer otro movimiento sintieron la Tortuga de Jade inclinarse y un segundo después cayeran al piso de madera causando nuevas posiciones incomodas y quejas por parte de los seis.

"Mono, quita tu trasero de mi cara."

"Chicos, aunque no lo crean si están pesaditos. ¿No han pensado en hacer una dieta?" Se quejó Víbora al sentir a varios de sus amigos encima de ella.

"¿Papá eres tú?" Murmuró Mantis ya que había quedado debajo de todos, llevándose la peor parte.

"¡Auch! Esa es mi colita." Se quejó Po.

"Po ¿Podrías mover tu cadera un poco?" Preguntó quedamente Tigresa, ahora era su turno de no mirarlo fijamente mientras sus mejillas se calentaban y sonrojaban aún más si eso era posible.

Po la miro con extrañeza hasta darse cuenta como se encontraban, al haber vuelto a caer todos él había quedado arriba de ella pero no solo eso, no que va, sino que estaban en una posición poco educada y una muy comprometedora.

Y por si eso no fuera de por sí escandaloso y bochornoso para ambos, sus caderas habían quedado posicionadas juntas, casi con exactitud, haciendo que cualquier milímetro de movimiento como una respiración quedaran sus sexos rozando y chocando tímidamente en el acto, cosa que estaba pasando en ese instante.

"¡Lo siento!" Se disculpó Po, aunque no sabía si se disculpaba por hacerla sentir incomoda por aquella posición o por tener ese sueño que no había sido nada inocente.

"Solo… ¿Podrías moverte un poco?" Pidió quedamente la felina.

"¿Qué?"

"Que si levantas tu cuerpo con tus brazos para poder salir." Explico la pobre muerta de vergüenza, nunca había estado en una situación como esa y ni se diga con la persona que realmente le gustaba. Eso era totalmente nuevo para ella.

Aun con el sonrojo en las mejillas y el sueño siendo revivido en su mente apoyo su peso en ambos brazos, impulsando a su cuerpo levantarse levemente logrando separarse de su amiga y con ello dejarla salir de aquella posición para más tarde ayudarlo a salir de aquella masa de plumas, colas y antenas y ayudar a los demás.

"Veo que necesitaran prestar más atención y coordinación." Dijo Shifu, viendo el pobre desempeño de sus alumnos. "Pueden retirarse, mañana lo intentaremos de nuevo."

Y como si esa fuera una señal, ahora fue el turno de Tigresa salir corriendo de ahí después de murmurar un: "Gracias maestro, con su permiso."

"Wow, debió haber sido un poco bochornoso para ella." Exclamó Mantis mientras la veía salir y se enderezaba una de sus antenas.

"¿Qué?" Exclamó nervioso y sonrojado Po, pensando que todos habían visto lo que había pasado con ambos.

"Si, debió haber sido vergonzoso para ella." Colaboró Grulla mientras se acomodaba sus plumas y su pico. "Nunca había fallado en un entrenamiento desde hace años por lo que tengo entendido."

"Ni se diga el grito que soltó a causa de la impresión." Aportó Mono. "Nunca la había visto soltar un grito asustadizo por parte de ella, debió estar realmente distraída para perder el equilibrio y llevarnos todos con ella."

Víbora solo soltó un siseo como advertencia de que no volvieran a tocar el tema ni mucho menos burlarse de su amiga.

"Si me disculpan iré a meditar un rato y no se atrevan a decir nada si no quieren que les deje un latigazo marcado en la cara."

"Yo iré a estirar mis alas."

"Bueno amigo mío creo que necesito una buena sección de apicultura." Sin más se fueron Mono y Mantis para tomar una merecida relajación de músculos dejando al pobre panda solo.

Bien, el día aun no terminaba y Po ya era consideraba como uno de los más bochornosos de toda su vida.