A primera vista muchos podían preguntarse cómo semejante barco era capaz de seguir navegando. El casco estaba lleno de costras y tan descolorido por la sal del mar y el viento que ya no se sabía el color que había tenido alguna vez. El mástil,medio podrido por el paso de los años,apenas permanecía erguido y la vela,negra como el carbón,tenía los bordes raídos y agujeros del tamaño de balas de cañón. Pero este barco no era un barco cualquiera. Era un barco maldito para cumplir una misión muy especial a través de los siglos junto con su tripulación y su capitán. Muchos en el barco,incluído el capitán,habían intentado escapar de su misión a lo largo de su vida pero nadie puede huir eternamente de su destino y la maldición los había atormentado hasta que habían regresado al barco. Además,era el único barco capaz de viajar entre mundos sin la ayuda de una judía mágica,por lo que a veces recibían peticiones de ayuda desde otros reinos. Si el capitán determinaba que el motivo de la petición valía la pena los ayudaba pero si no...si no ,los transformaba en miembros de la tripulación. Y cuando alguien se transforma en miembro de la tripulación es permanente pues hay un regla escrita en todos los reinos ,y es que nadie escapa del Holandés Errante.
Por eso el capitán Davy Jones pensó que los habitantes de Storybrooke debían estar bastante deseperados cuando recibió su carta rogándole que acudiera a su pueblo. Bueno más tripulantes para mi barcopensó con una sonrisa antes de guardar la carta en su chaqueta.