D: ¡Esta hija de fruta actualizó! Ok ya… Lamento la tardanza, espero no volver a tardar... aunque será quincenal…

Gracias por los reviews, asdfghjk ¡No Name llegó a los 100! Es más de lo que esperaba y apenas con tres capítulos asdfgh Pero por eso mismo alguien me insultó y llamó sobrevalorada ;-; *respira, respira* bloqueo mental everywhere, sorry…

Igual estoy de regreso, realmente muchas gracias por su apoyo. De hecho planeaba actualizar desde la semana pasada, pero surgieron problemas D`: Pero no crean que me había olvidado del fic… Ay ya me callo mejor y que empiece... Realmente lamento la demora.


Capítulo 4: The Calling of our Souls

Enamorarse puede ser la sensación más placentera o dolorosa que un individuo puede llegar a sentir, dependiendo claramente de las condiciones en que una relación se lleva… o si se logra.

Eren nunca fue un chico romántico del todo, siempre había tenido cosas más importantes en qué pensar. Hubo momentos en su adolescencia en que por cuestiones hormonales intentó algo solo por curiosidad, pero resultaba en vano. Mikasa ahuyentaba a cada chica con la que Eren tuviera una posibilidad. Al principio resultaba molesto, pero después de un tiempo se dio cuenta de que no valía la pena enojarse si después de todo no estaba enamorado. El día en que se enamorara de verdad atravesaría mar y tierra si fuera necesario e incluso no le importaría enfrentarse a su hermana.

Aunque había una falla. Si no se daba la oportunidad de conocer a alguien, ¿cómo se enamoraría? Siempre había creído que para enamorarse en verdad, debía primero conocer a esa persona, acostumbrarse a los detalles incluso mínimos y aceptar que esa persona era la correcta para pasar el resto de su vida. Alguien a quien le entregaría su cariño y conquistaría poco a poco.

Ahora su situación era diferente. El amor a primera vista no era algo que había pasado por su mente, pero había caído rendido ante un azabache al que aún sin conocer, le entregaría su vida si fuera necesario.

¿Y quién era Rivaille? Aunque para otros solo fuera un No Name o una persona mas, para Eren era el ser más hermoso que había visto en su vida. Aquella piel blanca y delicada como de porcelana, esos brillantes y afilados ojos grises, aquel suave y fino cabello negro eran lo que daba la viva imagen de un ángel caído del cielo. Así que no habría podido evitar rendirse ante él.


Llevaba casi una hora sintiendo el agua caer sobre su piel. No acostumbraba durar tanto en la ducha, pero esta vez sentía que lo necesitaba, el agua fría ayudaba a enfriar su cabeza y destensar sus músculos. Extendió lentamente sus brazos hasta notar un par de marcas de golpes que tenía. Soltó un bufido.

Si había cualidades que Eren odiaba de sí mismo era el ser impulsivo y fácil de manipular. El dolor de cabeza y los moretones eran producto de ellas. Una semana atrás había decidido cambiar el rumbo de su vida. Se había enamorado de un azabache que de tan solo recordarlo se estremecía y hacía que su corazón se acelerara. Había tenido la fortuna de probar sus labios y una dulce melodía había quedado impregnada en su mente. "Estoy aquí". Seguía repitiéndolo cada que la recordaba. Una emoción que resultaba difícil de explicar se apoderaba de su cuerpo que le generaba una terrible desesperación. Se sentía incompleto y con algo de frustración.

¿Era eso lo que llamaban amor? Siempre había tenido una visión totalmente diferente, aunque nunca se había enamorado antes… pero ahora estaba desesperado. ¿Qué hacer cuando no puedes estar con quien amas? Solo pensarlo era como clavarse una daga; el ahora dueño de su mente era un ser sin libertad a causa de las injusticias del mundo. Esta era la razón del por qué Eren ahora tenía moretones alrededor de su cuerpo. Si quería tener a ese No Name, debía prepararse y Annie se estaba encargando de ello, a pesar de que técnicamente solo se la pasaba propinándole golpizas. Esa chica era brutal, y Mikasa… Mikasa parecía un animal rabioso cada vez que la veía, pero era porque estaba preocupada.

De alguna manera, Eren estaba decepcionado de Mikasa. Ella siempre lo apoyó y estuvo a su lado, y ahora que la necesitaba, le había dado la espalda. Cuatro días atrás fue Eren mismo quien le confesó a su padre parte de la situación. Debía hacerlo, no era algo que pudiera ocultar y además su padre saldría a un largo viaje al extranjero.

"Estoy enamorado de un No Name… y creo que me meteré en problemas por eso."

Esa frase a mitad de la cena tomó incluso a Mikasa por sorpresa, pero su padre solo volteó a verlo atentamente por unos instantes para luego desviar la mirada.

—Ya veo, solo ten cuidado.

Agradecía totalmente lo comprensivo y tal vez un poco descuidado que resultaba su padre, pero fue Mikasa quien le dio la negativa levantándose molesta y dejando su lugar. "Lo siento, Eren, esta vez no te apoyaré", fueron las últimas palabras que le dirigió la chica. No había vuelto a hablar con ella desde entonces, se la pasaba encerrada en su habitación y solo la veía brevemente mientras salía a comer o por alguna otra necesidad.

No podía molestarse con ella. Entendía perfectamente el descontento que esta tenía, ya se lo había dejado en claro. No aceptaba que Eren fuera a arriesgar su vida por un total desconocido. Aun así, odiaba que Mikasa supiera manipularlo con las palabras exactas.

"Es pasajero."

"No te conoce ni tu a él."

"Te meterás en problemas."

"¿Y si ya está con alguien?"

"Tiene dueño."

Aunque esta vez ninguna había funcionado, por eso la frustración de Mikasa actualmente era enorme.

Era cierto que Eren se metería en problemas y que no conocía a Rivaille, pero contaba el tiempo para volver a verlo, y si Eren llegaba a ese punto, entendía que seguiría guiándose por impulsos sin importar que cometiera estupideces. Era parte de su esencia después de todo.

Salió de la ducha para alistarse. Era fin de semana y eso significaba que podría ver a Rivaille. Ya había hecho planes con Annie para ir a verlo. Se sentía afortunado por el apoyo que la rubia le brindaba, realmente era de las últimas personas de las que creyó que algún día le ayudaría, pero la situación estaba invirtiendo papeles. Ahora era a Annie a quien le confiaba todo y con quien tenía largas charlas mientras entrenaban. Estaban reforzando las emociones de alguna manera.

"¿Creíste que conquistarías poco a poco a quien amas? Pues hazlo, cada fin de semana estará ahí esperándote. ¿Y qué si es un desconocido? Dedica tiempo para conocerlo. ¿Que tiene dueño? Las cadenas en las manos no atan la mente y si un perro puede aparearse con quien quiera, un No Name no es diferente."

Esto último ponía a Eren rojo como un tomate, aunque la rubia lo decía con la misma frialdad de siempre. Ciertamente, las personas podían tener como pareja a un No Name, pero no tenía que mencionar el apareamiento… Aunque claramente pensaba algún día… O más bien muchos… Hacer el amor con el azabache hasta quedarse sin aliento, a pesar de que suene pervertido. Solo esperaba saber qué hacer en el momento y no ablandarse de nerviosismo, porque era malditamente virgen y extrañamente, el pelinegro emitía un aura atrevida que le decía que definitivamente quería que lo dejaran sin el más mínimo rastro de energía en la cama. O por lo menos para Eren. Aunque si se hablaba de la visión que Eren tenía sobre ese No Name, él lo veía como el ser más hermoso en la faz de la tierra. ¿Tan enamorado estaba que lo veía así? Golpearía a quien le negara que eso fuera cierto. Antes de empezar a fantasear debía asegurarse de algunas cosas que aclararía ese día. Terminó de arreglarse para encontrarse con Annie, quien le dio la orden de vestir colores oscuros y una chamarra con capucha, cosa que cumplió.

Salió de su habitación un poco temprano; a solo unos momentos de volver a ver a Rivaille, era obvio que estaría siendo devorado por las ansias. Cuando se dirigió hacia la puerta, para su sorpresa Mikasa se encontraba ahí, tal vez ella había supuesto que saldría a verlo.

—Eren, por favor, no vayas. Aún estás a tiempo.

—Iré quieras o no.

—No tienes ningún tipo de relación él, es estúpido que te arriesgues por alguien así. Es incorrecto, no puedes ser impulsivo todo el tiempo —lo tomó de las manos y se acercó mirándolo de manera firme—. Tienes una vida, Eren. Tu familia y amigos te queremos y no es correcto que vayas por ahí arriesgándote por un desconocido.

—Pues si no fuera tan estúpido arriesgándome por desconocidos ni siquiera tú estarías aquí —avanzó a paso lento dejándola de lado. En estos momentos, lo que menos quería era que Mikasa se interpusiera. Annie se encontraba enseguida en la puerta y observó la escena, dedicándole una ligera sonrisa a Mikasa.

—Llegué antes, supuse que estarías desesperado.

—Gracias, creo que realmente me entiendes —Eren atravesó la puerta cuando Mikasa lo sostuvo por unos instantes.

—¿Confías más en ella que en mí? ¿No te parece sospechosa? —Eren guardó silencio mientras Annie se entrometió.

—Tú no te metas, Mikasa —y así, Eren y Annie se retiraron.

De alguna manera, aunque Annie fuese su apoyo en esta situación, Mikasa tenía un poco de razón. No debía confiar demasiado, Annie resultaba sospechosa. A veces parecía que estaba más dispuesta a liberar a Rivaille que Eren mismo. Realmente eran cuestionables los motivos de esta chica, no es de la clase de personas que cometen locuras sin justificación, sin contar que era poca la información que tenía de ella. Se decía que fue una Nameless, pero claro, esto solo era un rumor, nadie se atrevía a preguntarle.

Salieron del edificio. Aparentemente, Annie había conseguido un automóvil. Eren solo esperaba que ella fuera quien condujera, porque aunque tuviera diecinueve años, no había aprendido a conducir. La rubia no dijo nada, simplemente subió al asiento del conductor. Después de que ambos adentraron al auto, el ambiente se tornó bastante incómodo para Eren. Resultaba difícil conversar con Annie después de ese tipo de situaciones, pero tal vez era este el momento de aclarar unas cosas respecto a ella.

—Gracias por ayudarme.

—No es nada —respondió mientras arrancaba el auto.

—Lindo auto, no sabía que tenías uno.

—Pues lo tengo —Annie era bastante cortante en ocasiones.

—No sueles usarlo. ¿Por qué en esta ocasión sí?

—Porque si algo pasa y terminamos en una persecución, es más fácil huir en automóvil —Eren tragó hondo y Annie notó el susto—. No te preocupes, es solo por si acaso.

—Annie… ¿Crees que esto es correcto?

—No lo sé.

—¿Entonces por qué me ayudas? —Eren trató de verla fijamente, pero ella lo evadió—. ¿Por qué lo haces?

—¿No basta con que solo te ayude?

—Necesito tu ayuda… pero necesito también estar seguro. Y mientras tus objetivos no sean claros, no puedo confiar en ti tanto como quisiera —Annie dio un suspiro y miró al frente.

—Cuando era niña… fui una No Name exótica. Viví incontables desgracias en mi vida hasta que el Named que tenía por propietario fue asesinado. Creo que nadie merece ser vendido o comprado, y si hay algo que detesto es a las ratas mafiosas que tienen No Names a quienes les niegan la libertad.

Eren quedó pasmado. Sabía que Annie ocultaba algo a todos, pero no se esperaba esto, ni que se lo dijera sin darle vueltas al asunto. Comprendió que tal vez Annie se sentía identificada con Rivaille y quería hacer algo al respecto, como un acto solidario. Annie, a pesar de ser sospechosa, no era una mala mujer. Suspiró tranquilo sintiéndose un poco más seguro. No le dirigió la mirada, porque sabía que ella de todas formas no lo vería.

—Gracias.

—No agradezcas nada, mejor enfócate en tu objetivo y no dudes. Mikasa no tiene la razón.

—Lo siento, creo que la situación no es tan fácil. ¿Cómo puedo ser tan descuidado e ir a rescatar a un No Name de un mafioso?

—¿Y no es eso lo que te gusta hacer?

—¿Eh?

—Siempre te metías en problemas por estar entre revueltas hasta que cambiaste de visión. Pero ahora que un No Name te gusta, te preguntas si debes luchar por su libertad… ¿No te parece estúpido? No hagas caso a las palabras de Mikasa —Eren sonrió ante esa respuesta.

—No he dudado en ir por él, primero muerto a arrepentirme como un cobarde. Más bien quería comprobar que no dudaras de mí. Annie, no habrá marcha atrás…

—Lo sé.


No tardaron en llegar y como le había dicho Annie en conversaciones anteriores, la seguridad seguía pésima, por lo que lograron entrar con facilidad. Eren trató de no separarse de Annie, quien se movía rápidamente. Habían llegado un poco temprano, pero igualmente el lugar se encontraba lleno, NO NAME era bastante popular después de todo.

La piel de Eren estaba erizada, el clima estaba un poco fresco, pero sabía que el motivo eran sus nervios. ¿Cómo vestiría Rivaille? ¿Cantaría otra canción o repetiría la misma? ¿Y si no fuera esta semana? Antes de que pudiera preguntarse algo más, se percató de que a lo lejos el trío de No Names subía al pequeño escenario.

Ahí estaba. Vestía de negro nuevamente, pero un poco más cubierto. Al parecer había llegado un poco antes, estaba a la vista de todos y se notaba un poco nervioso. De nuevo sintió el estúpido impulso de ir tras él, pero Annie lo detuvo de inmediato. No podía ser tan descuidado.

El show empezaría en poco tiempo y por más que tratara de apartar la vista de Rivaille, no lo conseguía. Se supone que no debería ser tan obvio, pero no era el único que se encontraba así, solo por eso Annie lo pasó por alto. Ella por su parte empezó a ubicar a los hombres de Kayne para tratar de evadirlos. Solo veía a Erwin posicionado frente al escenario, así que podía tranquilizarse un poco.

—Cuando termine de cantar, espera a que se separe del rubio, siempre lo hace. A la derecha hay un pasillo. Guíalo hasta ahí y luego puedes hablar cursilerías cuanto quieras, pero no mucho tiempo. Kayne pasa a recoger a Rivaille unos minutos más tarde de que termina el espectáculo para volver a su guarida.

Eren escuchó con atención las palabras de Annie. Había que evitar los mayores riesgos posibles, y para eso tenía que obedecer al pie de la letra lo que le dijera. Después de todo, ella conocía mejor este lugar. Se mantuvo observando atento cada movimiento de Rivaille, quien por más firme e inmóvil que se tratara de mantener, se mostraba un poco tenso. Eren sonrió esperando que fuera por percatase de su presencia en el lugar. Si era así, podía asumir que había estado pensando en él.

La gente se comenzó a posicionar frente al escenario al ver que el pelinegro se colocó en medio de este. El otro par de No Names estaba al lado, pero a una distancia considerable como para dejar que Rivaille fuera el centro de atención. Las luces se apagaron poco a poco indicando que ya era el momento. Por más odioso que le pareciera a Eren, tuvo que quedarse hasta atrás mirando a lo lejos, aunque por lo menos arriba de un par de escalones que le permitía tener mejor vista entre la cantidad de gente.

El azabache tragó hondo, dio un fuerte suspiro y elevó el micrófono que portaba hasta sus labios.

Soy el extraño que clama tu nombre al viento

Perdona si parezco un loco

Pero amar no es un pecado

Y yo vivo para amarte…

Solo quiero que lo escuches

It's the calling of my soul

Aunque ni siquiera me conoces

Aunque no sepas que existo

Yo vivo aquí llamándote

Anhelando tu calor…

Anhelando tu presencia

Please, hear my soul

He de dedicarte mis latidos

He de dedicarte mi existencia

Solo vivo para ti

Te he llamado con desesperación

Please, hear my soul

Soy el extraño que clama tu nombre al viento

Perdona si parezco un loco

Pero amar no es un pecado

Y yo vivo para amarte

I was waiting for you…

Solo fue una simple canción y aquella ansiedad aumentaba. Aquella ansiedad era su mayor enemigo, lo volvía estúpido e impulsivo. Si no se contenía correctamente, terminaría haciendo otro escándalo. Fueron los acontecimientos ocurridos tras ese otro incidente los que lo devolvieron al mundo. Debía ser paciente y aguardar por Rivaille, haría lo que fuera por él, incluso esperar… solo esperaba también que él le correspondiera. Si esto fuese así, se sentiría el hombre más afortunado del planeta.

Rivaille bajó de aquel pequeño escenario seguido por el otro par de No Names. Al igual que la semana anterior, no faltó quien se dirigiera a preguntar por otra clase de servicios, obteniendo como respuesta la negativa de aquel otro hombre rubio de ojos azules. Eren esperó a que Rivaille se separara un poco de aquellas personas para ir tras él, tratando esta vez de no llamar tanto la atención.

En cuanto lo vio a una distancia prudente, se acercó asegurándose de estar bien cubierto con la capucha, y aunque sentía tremendas ganas de salir corriendo a abrazar a aquel extraño No Name, se limitó a colocarse a su espalda. Se recargó un poco para que este notara su presencia y extendió la mano buscando la del contrario para rozarla. Se sentía un tanto a ciegas dándole la espalda, pero no fue difícil llegar hasta aquellas delicadas manos, que ciertamente sí que eran suaves. Cuando notó la reacción del contrario le tomó con más fuerza la mano y dio un giro disimulado.

—Hay un pequeño pasillo a la derecha, camina hacia ahí —Rivaille se estremeció un poco al escuchar aquel tono de voz. Lo reconoció de inmediato. Quiso seguir la indicación y avanzó tratando de esquivar personas. Estaba acostumbrado a andar a ciegas, por lo que podía captar presencias cercanas al momento de caminar; además, con años yendo a ese lugar, ya tenía una idea básica del local y podía ubicar aquel pasillo. Cuando llegó allí, Eren también avanzó, pero rodeando para no ser tan obvio, aunque de alguna forma no sabía si estaba exagerando. Annie lo vigilaba a lo lejos de igual manera por si acaso.

Rivaille se encontraba en la entrada del pasillo cuando Eren lo alcanzó. Lo jaló del brazo para que se adentrara más, tras ese pasillo se encontraban solo cuartos y el baño para personal, así que ningún cliente se acercaba. En cuanto Eren vio que el cuarto estaba libre, no dudó en acorralar a Rivaille y posar sus labios sobre los de este con desesperación. Ya estaba en su límite. Dios… nunca se cansaría de robarle besos. Esa piel suave y fría tenía un sabor dulce como la miel. Sonrió al ver cómo el azabache se inmovilizaba. Poco a poco le quitó la venda de los ojos, necesitaba ver esas hermosas orbes plata, aunque de inmediato hizo que las cerrara al volverlo a besar esta vez de forma tierna. Lo abrazó fuertemente y terminó de remover la venda mal puesta. Sonrió al ver la expresión de nerviosismo y sorpresa que tenía, era bastante lindo.

—Sé que ya debes saberlo, pero debía decirlo. Mi nombre es Eren —lentamente le acarició el rostro para darle otro pequeño beso mientras le acariciaba ligeramente el cabello. Acercó sus labios a su oído para susurrarle—. Te sacaré de este lugar, solo espérame —Rivaille suspiró. Aquella visión que había tenido se cumplió. El resto del momento era lo que no tenía previsto.

—¿Por qué lo harás? —agachó la mirada mientras temblaba un poco, pero esa pregunta había inundado la mente de Rivaille por años.

—Porque te amo —esas palabras bastaron para estremecerlo y hacer que su corazón se acelerara. Había esperado escucharlas desde hace tiempo, pero tenía algo de miedo aun así.

—¿Cómo dices amarme si ni siquiera me conoces? —Eren se quedó mudo por unos instantes. No esperaba ser cuestionado de esta manera, se notaba la inseguridad de Rivaille.

—¿Acaso debo tener una razón? —apretó los puños fuertemente—. No podría explicarte exactamente, pero… desde la primera vez que te vi, siento que debo tenerte a mi lado. No sé si es lo que llaman amor a primera vista, aunque realmente no lo creo, tú eres algo más… Puedo apostar que estamos atados por el destino, porque estuviste en mis sueños desde antes de siquiera verte y creo que lo sabes, así que estoy dispuesto a hacer cualquier cosa por ti, aunque no tenga una razón lógica para hacerlo —esa respuesta tomó desprevenido a Rivaille. No esperaba que Eren le pudiera responder o que encontrara las palabras adecuadas.

—Gracias —Rivaille se agachó y se recargó en el pecho de Eren sintiendo su calor. Después de suspirar, elevó la mirada con firmeza—. Bien, entonces supongo que no se puede evitar —tomó con fuerza la mano de Eren y lo llevó hasta una de las puertas, el baño del personal. Era el lugar menos romántico del mundo, pero sus opciones eran limitadas tomando en cuenta la clase de lugar que era y la cantidad de gente que los podía encontrar. Con poca delicadeza lo hizo entrar y cerró la puerta con seguro.

—¡¿Q-qué?! —Eren no entendía nada.

—Necesitamos privacidad.

—¿P-privacidad? —la cara de Eren se tornó colorada de tan solo imaginarse la clase de situación en que podrían terminar—. E-es muy rápido… aunque si quieres… —Rivaille arqueó la ceja.

—No me refiero a tener sexo… perro pervertido.

—¡No soy un pervertido! —Rivaille bajó la tapa del retrete y obligó a Eren a sentarse. El ambiente había cambiado totalmente a comparación de la situación anterior en la que se encontraban. Una vez Eren sentado, Rivaille se posicionó sobre sus piernas quedando frente a frente y sin más ni menos lo besó. A diferencia de Eren, a Rivaille no le importaba ser delicado en lo más mínimo. Se separaron después de unos momentos, Eren tratando de recuperar el aliento.

—Me llaman Rivaille. No sé de dónde soy, tengo veintidós años… supongo que no tengo mucho que decir.

—¿Eh?

—Deberíamos conocernos, ¿no?

—¡Ah, sí! Soy Eren y-

—Tienes diecinueve, estudias medicina en la universidad, tienes una hermana adopt-

—¿Cómo sabes eso?

Rivaille desvió la mirada, murmurando cosas que Eren no alcanzó a comprender.

—¿Es cierto el rumor de que ves el futuro?

—Algo así… —esa era la única cosa de la cual Rivaille no quería hablar. Tratar el tema de su futuro en parte no le parecía agradable, sabía que debía omitir algunos detalles al respecto.

—Sabías que aparecería yo, ¿cierto?

—Así es… —no sabía qué decir exactamente, si entraba en detalles no sería bueno. Esperaba que Eren dejara de preguntar.

—Me has estado esperando…

—Más de lo que crees —Eren lo abrazó al notar cómo Rivaille bajaba el ánimo con ese tipo de preguntas. Tal vez no le gustaba hablar de eso, aun así necesitaba saber más.

—¿Y cuánto tiempo podría ser eso?

—No lo sé… Tal vez un año… o dos… ¿cinco? —tragó audiblemente, realmente había esperado demasiado. Pasaban los días, semanas, meses, años y Eren no había aparecido, mientras él no había podido hacer nada más que lo mismo… esperar. Tantos días, tantas noches encerrado en una habitación deseando conocerlo, deseando dejar de tener solo aquellas visiones y probar en vida aquellos sentires. Anhelaba conocer su calidez y entre todo lo que esperaba, sentirse entre sus brazos era lo que mas quería.

Por esta razón nunca perdió la esperanza de encontrarlo. Incluso le había compuesto una canción cada semana para cuando lo escuchara. Ni siquiera sabía si le hablaría desde la primera ocasión o si debía verlo varias veces para hablarle, por eso ninguna canción era igual a la otra. Si estaba ahí viéndolo no quería aburrirlo con lo mismo. Pero ni siquiera sabía cuándo lo veía, Rivaille estaba a ciegas cantando sus emociones… esperando.

Por lo menos ahora tenía la certeza de que Eren era impulsivo, y aun si no lo había escuchado antes, le gustaría tener tiempo para cantarle cada una de esas canciones que compuso. Trataría de pensar lo menos posible en que su tiempo estaba contado, ahora tenía aquel calor que siempre deseó. Pero tenía miedo. Independientemente de todo lo que conocía y sentía, era un inexperto en el amor. Tal vez resultaría bastante torpe por su actitud, pero quería hacer algo pronto, había tenido mucho tiempo para pensar qué haría una vez que se encontrara con él, pero ahora lo único que quería era aferrarse a su pecho. Solo Dios sabe cuánto anheló ese momento.

La espera valió la pena. Cada noche de insomnio, impotencia y soledad había valido la pena. Había llorado tantas veces que creyó que esta vez no podría hacerlo, pero se sentía débil y parecía que podría estallar en llanto en cualquier momento. Apretó fuertemente la chaqueta de Eren para tomar fuerza, y para su sorpresa este simplemente lo besó.

El dulce roce de sus labios contra los de Eren calmó aquel nudo en la garganta. Lentamente comenzó a corresponder aquel beso con leves y delicados toques, aquel cúmulo de lágrimas que poco a poco se había formado entre pensamientos, desapareció. Trató de relajarse y calmar su respiración antes de volver a tomar distancia.

—No llores —Eren le susurró al oído mientras posaba su mano en su cabello con delicadeza.

—No estoy llorando —con un poco de timidez alzó la mirada para toparse con la del contrario y observar cómo aquellos enormes orbes aguamarina reflejaban ternura y lástima. Sus sentimientos habían sido entendidos incluso sin entablar una conversación al respecto. Un ligero calor llegó hasta sus mejillas cuando Eren comenzó a acariciarlas lentamente con sus dedos y curvó sus labios en una pequeña y cálida sonrisa.

—¿Te había dicho lo hermoso que eres?

—No seas ridículo ni digas estupideces.

—No lo soy y diré lo que quiero. Mi Rivaille es el ser más hermoso del planeta.

—¿Tu Rivaille?

—Sí. Mi Rivaille. Eres mío y solo mío.

—Vaya que dices idioteces —lentamente desvió el rostro tratando de ocultar el sonrojo que se apoderaba rápidamente de su rostro.

—Eres tan lindo… —a Eren no se le ocurrió nada más que abrazarlo fuertemente. Había hecho preguntas que tal vez eran duras para Rivaille y ahora debía cambiar la situación. Tal vez aquel pequeño hombre necesitaba más cariño de lo que creía, pero estaba dispuesto a dárselo, lo amaría como nadie más podría hacerlo.

No paraba de ver aquella figura que tenía entre sus brazos, ya más tranquila y cómoda aunque aparentemente un poco triste. Parecía el tipo de personas que no pueden pensar en algo positivo y dejar lo negativo atrás. Había tantas cosas que le gustaría conocer de él, pero en efecto, sentía lastima y el conocerlo mejor probablemente haría que aumentara. Eren era demasiado sentimental e incluso llorón, y se preguntaba si Rivaille lo quería a pesar de ser un estúpido impulsivo, manipulable y llorón… ¿Qué defectos tendría Rivaille? Incluso eso le gustaría conocer, sería entretenido jugar con ellos.

—Rivaille, voltea.

—¿Huh? —bastó un leve giro para apresarlo con sus labios.

—Te amo —volvió a dar un ligero roce en sus labios y lo soltó levemente—. Te amo —nuevamente unió sus labios, pero con un poco más de intensidad y lo liberó—. Te amo —cada vez esos besos se intensificaban, pero tardaba unos segundos en volverlo a soltar—. Te amo —un ciclo repetitivo empezó entre besos y "te amo", pero cada vez con más fuerza mientras con una mano lo sostenía de la cintura y con la otra del cabello por donde lo tomaba para acercar su rostro cada vez—. Te amo —el límite de Rivaille fue escuchar un ligero gemido proveniente de sí mismo por la falta de aire cuando Eren comenzó a profundizar con más ganas aquellos besos, introduciendo su legua en aquella cavidad para juguetear un poco y después liberarlo para volver a decir—. Te amo.

—O-oi, basta… ¿No crees que ya es demasiado? —dijo mientras trataba de tomar un poco de aire.

—Hmm… No —Eren sonrió juguetonamente. Lo tomó del rostro con ambas manos y comenzó a rozar su nariz contra la de Rivaille—. ¿Bastarme solo eso? ¿Acaso estás loco? —le dio un pequeño beso en la nariz y luego lo observó a los ojos para dar con esa mirada de desconcierto—. Te debo… ¿Un mes? ¿Un año? ¿Dos? ¿Cinco? De besos y te amo —no pudo evitar sonreír ampliamente al ver el rubor del azabache—. Pienso pagártelos todos, así que no, no basta, y prepárate porque quiero comerte a besos —si alguna vez Rivaille sintió vergüenza ajena no tenía comparación con lo que sentía ahora. Sintió su rostro arder y trató de zafarse para evitar ser visto—. ¿A dónde vas? —Eren por su parte no lo dejó irse, lo cual resultaba bastante fácil tomando en cuenta el lugar tan estrecho en el que se encontraban—. Te amooo —unas risas se le escaparon y como si se tratase de un juego, volvió a tomarlo fuertemente y a besarlo, sin embargo el azabache tenía más fuerza de la que Eren esperaba y logró apartarlo.

—N-no te propases.

—Pero no estoy haciendo nada malo —la mirada de Eren se estaba volviendo retadora y burlona, algo que a Rivaille le agradaba muy en el fondo aunque no lo aceptaría. Solo quedaba fruncir el ceño como si estuviera molesto, pero el rubor en sus mejillas decía lo contrario. Tal vez le gustaba jugar al cazador y la presa.

—¡Rivaille! —esta vez fue la voz de Erwin la cual sacó a ese par de su mundo. El tiempo había pasado más rápido de lo que lo notaron.

—Kayne debió llegar ya por mí… —le susurró a Eren tratando de hacer el menor ruido posible.

—¡Rivaille, sé que estás ahí, responde! —se volvió a escuchar a Erwin al otro lado de la puerta.

—Cierra el puto pico, Erwin —escupió Rivaille de mal humor, esta vez en serio.

—Sal ya, Kayne espera afuera del local.

—¿Acaso no puedo cagar tranquilo? Saldré cuando termine, así que no estés jodiendo.

—Ya veo. Esperaremos afuera entonces, no tardes.

—Tch, largo —tanto Eren como Rivaille guardaron total silencio hasta que los pasos de Erwin dejaron de escucharse—. Me tengo que ir… —volteó para ver a Eren, quien se encontraba conteniendo la risa—. ¿Qué?

—Eres un lindo amargado y malhablado —los defectos de Rivaille ya se habían hecho más evidentes.

—Lamento no ser perfecto —Rivaille se agachó un poco, pero Eren le volvió a elevar el rostro tomándolo de la barbilla.

—Así te amo… —ambos se miraron a los ojos hasta que Eren sonrió y suspiró—. Así que ya te vas…

—Así es.

—Entonces… la próxima semana vendré a verte.

—Está bien… pero puede ser peligroso si vienes seguido. Erwin lo notará y no creo que sea bueno que Kayne se entere.

—De acuerdo… Te extrañaré.

—¿Extrañarme? Pero si apenas me has visto, soy un extraño aún —Eren le acarició la mejilla y la besó.

—Rivaille… Creo que en estos momentos será raro que lo pregunte, pero… ¿Quieres ser mi novio? —eso tomó por sorpresa al azabache.

—¿P-pero qué mierda dices?

—Lo siento —Eren agachó la cabeza mientras hacía una especie de puchero. Ese truco funcionaba con Mikasa en algunas ocasiones, trataría de usarlo con Rivaille.

—No hagas esa cara, no va contigo —Eren infló un poco las mejillas mientras mantenía una mirada brillante y persistente de cachorrito triste—. Está bien…

—¡¿Qué dijiste?!

—Que sí quiero ser tu no… eso.

—¡Bien! —Eren se levantó ent0usiasmado tomándolo entre brazos para besarlo y comenzar a girar. O a intentarlo, el lugar era realmente estrecho—. Entonces no es como si quisiera rescatar a un extraño, simplemente sacaré a mi novio de este sucio lugar.

—Oi, espera… Y no seas ridículo, además no puedes sacarme de aquí tan fácilmente.

—Lo sé —Eren lo posicionó suavemente en el suelo y levantó un poco la manga de su chaqueta para mostrarle uno de los golpes que había adquirido recientemente—. Pero ya estoy preparándome para cuando lo haga.

—¿Cómo te hiciste eso?

—Entrenando —dijo mientras ponía una expresión de felicidad. Había querido sacar al tema de que ya estaba entrenando, no es que le gustara alardear.

—Salir herido no es para que te emociones —Rivaille comenzó a desatar un poco de la venda que tenía para cubrirse los ojos y arrancó un pedazo para luego enredarlo en el brazo de Eren sobre el moretón que tenía, un poco preocupado—. Debes cuidarte.

Era un simple gesto de preocupación de Rivaille, pero bastaba para conmover a Eren. Tal vez no fue buena idea mencionarlo, no le diría que tenía más moretones, porque terminaría arruinando el momento, solo dejó que el azabache terminara con su labor.

—Gracias.

—Tengo que irme. ¿Podrías…?

—¡Oh, sí! —Eren reaccionó y le colocó el resto de la venda nuevamente cubriéndole los ojos. Una vez terminado le dio la vuelta para darle un último beso de despedida—. Entonces vendré la próxima semana.

—Te estaré esperando…

Se dieron un último abrazo y luego Rivaille tuvo que retirarse. Eren lo estuvo observando hasta el último momento, hasta perderlo totalmente de vista. Sintiendo una especie de vacío nuevamente, salió para encontrarse con Annie, quien estaba al lado del pasillo como vigilante.

—¿Todo bien? —preguntó sonando un poco desinteresada.

—Sí… volveré la próxima semana, pero creo que no es seguro venir tan seguido.

—De acuerdo.

Ambos se retiraron ya un poco más tranquilos y subieron al auto. Annie no pudo evitar notar cómo Eren solo mantenía la vista fija en aquella venda que tenía en el brazo, la cual no había visto anteriormente.

—¿Más tranquilo? Romeo enamorado de un extraño No Name.

—No es un No Name extraño —se rio ligeramente—. Es mi novio Rivaille.

—Hmm… Esperemos que esa sonrisa te dure más tiempo, Eren…


Próximo capítulo: Promise

...Douda? ;A; ¡Actualizaré! Lo prometo, solo denme tiempo. No daré día específico, pero lo haré! Además empecé otro fic (The Business of Love) con un Eren estafador garchándose al señor Ackerman… ok es comedia… y lemon… pero será cursi! Solo que apenas va empezando, por si gustan leer las estupideces que escribe Soul :'D

Solo que si esperan algo parecido a este fic, advierto que no suelo escribir cosas similares… Y pos TATAKAE! Soul las ama, ya saben…

Si quieren dejar un review comentando el capítulo, dando ideas o regañándome por tardar, los leo todos XD Nos leemos n.n