Bien, éste fic es… bueno, se me ocurrió por… ¡no! Lo que pasó fue que… Argh, si quieres saber cómo demonios se me ocurrió hacer un fic así pueden preguntarme en un MP, yo se los respondo, pero si no, bueno, mejor quedarse con un trauma menos…

Aclaración-. Bueno, es mejor decirlo ahora, Demashitaa! Powerpuff Girls Z no son de mi propiedad, pertenecen a sus respectivos creadores.

Disclaimer-. Este fic pertenece al reto temático de abril "Personajes" del foro "Power Z", el último fic con que participaré, ahora… A ESPERAR

Número de palabras-. 1000 en punto, ni una más, ni una menos (aunque la historia estaba para más)…

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Łᴀᴆʀοи… ¡Ɖᴇ ᴘᴉᴘοɔᴀϩ!

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—Qué rico—decía Momoko emocionada, saltando de aquí para allá, mientras comía un trozo de chocolate, era muy vergonzoso verla así.

—Momo, tranquila, ven…—decía Miyako, tratando de calmarla.

Momoko estaba ahí, comiendo un chocolate, y dando brinquitos de aquí para allá, en el borde de una fuente, en una precaria posición. Estaba feliz, ya que había visto una gorra roja por ahí, y según ella era porque Brick andaba por el lugar. Miyako, al contrario, estaba algo nerviosa, si la demente ésta tenía razón Boomer también andaba por ahí, y desde que Miyako y él rompieron, ella no puede verlo cara a cara.

Y yo, a mí me da igual, el imbécil de Butch no tiene nada que ver, con suerte nos decimos "Hola".

Bueno, whatever, al fin Momo bajó de la fuente, y nos fuimos a caminar por ahí. Y hasta que llegó el dichoso momento, ahí estaban Boomer, Brick, Butch, Bryan y Benjamín (todos son nombres con "B", que chistoso, jejeje)

Sólo la palabra "incómodo" podía describir ése momento, al menos entre nuestros queridos rubitos.

—Miyako, ¿quieres venir con nosotros al partido?—dijo Benjamín, para romper el silencio y, como buen amigo, se la llevó de ahí.

Ella asintió fervientemente con la cabeza, y se fue con Benjamín y Bryan, sin siquiera despedirse.

—Y…—empezó a decir Brick, en dirección a Momoko, ella se sonrojó un poco y lo miró coquetamente— ¿Cómo estás Camila? ¿Qué me cuentas Camila? ¿Te sigue gustando Camilo, Camila?

A Momoko se le abrieron los ojos de par en par, osea, Camilo (o, para nosotras, "Patito", ¡no es mi culpa! Momoko no paraba de decir que tenía un "buen trasero") le gustó a Momoko hace… ¿cinco años? Bueno, algo así…

—No me molestes Brick… ¡Vámonos Kaoru!

Hey, ¿por qué no digo nada? Bueno, sigo callada, me da igual, sigo a Momoko en silencio.

—Y… ¿qué dicen si las invitamos al cine?—dice Butch a nuestras espaldas, yo seguía caminando, hasta que sentí una mano en mi campera, jalándome hacia atrás y casi asfixiándome.

— ¡Aceptamos!—dijo Momoko por los dos.

— Aceptamos, ¿en plural?—dije, poco convencida, pero ella desoyó mi queja.

Todos estábamos en el cine, los chicos sacaron sus billeteras, como con superioridad, yo simplemente rodé los ojos y esperé a que sacaran el dinero. De repente los tres empezaron a desesperarse un poco, al parecer los "inteligentes" chicos que tenía en frente olvidaron el dinero, ¿por qué será que no me lo creo? No, sí que me lo creo, en serio…

—Eh… ¿unas palomitas?—ofreció Butch, sin perder la compostura.

— ¿En serio Butch? ¿Juras?—dije con burla, y una sonrisa de superioridad, mi primera intervención del día.

Al final salimos todos del cine, cada uno con sendos de esos "vasos-porta-palomitas-de-maíz" Boomer, Butch y yo con palomitas saladas, Brick y Momoko (¡los traga-dulces!) con palomitas confitadas.

Subimos a un transporte público, sólo quedaban cuatro asientos, Boomer se fue dando saltitos hacia el fondo, Momoko y Brick optaron por sentarse juntos, y yo le gané a Butch el asiento que quedaba, delante de los empalagosos (por las palomitas dulces) pelirrojos.

Boomer empezó a lanzarle palomitas a Butch en la cabeza, él ya no las tenía, se las había terminado (que tragón).

— ¡Dame tus palomitas!—me dijo.

Yo me negué, en cada momento que me las pedía le decía un rotundo "no", hasta se las pidió a Momoko y Brick, ellos lo miraron de una manera que helaba la sangre (lo juro) y él palideció más de lo normal.

— ¡Dame tus palomitas! ¡Si no te voy a besar!—yo me sorprendí, el muy imbécil ya se estaba acercando a mis labios, pero yo me aparté de golpe.

— ¡Ni se te ocurra! Son MIS palomitas.

Él emitió una especie de bufido, y me miró acusadoramente el resto del viaje. Al bajar del transporte, Momoko y yo caminamos al frente, hablando de ciertas trivialidades.

—Hoy tenemos una pillamada en casa de Miyako—recordamos ambas a la vez.

Decidimos ir a recoger las cosas de nuestras respectivas casas, nos dimos la vuelta para despedirnos de los chicos, pero Butch estaba solo, notamos a Boomer y Brick corriendo lejos de ahí, no lo entendimos, hasta que notamos que Butch tenía el cabello lleno de palomitas, nosotras reprimimos una risa, ya que su mirada era bastante retadora.

—Y… ¡yo me voy!—dijo Momoko—. Adiós Kaoru, adiós Butch.

Se despidió apresuradamente, con un beso en la mejilla, como una nueva costumbre entre nosotras (antes sólo agitábamos la mano) fue divertido, tuvo que ponerse de puntitas para despedirse de Butch, que no le hacía caso.

Caminé junto a él unos segundos, en silencio, pero era mejor despedirme, era muy incómodo estar callados.

—Bueno, yo también me voy—dije, echándome unas cuantas palomitas más a la boca—adiós Butch—me despedí cortésmente, y me incliné para darle un beso en la mejilla.

Cuál fue mi sorpresa, cuando él se giró, al momento de retirarse, y sus labios chocaron con los míos.

—Te dije que te besaría—me indicó él, con burla, yo seguía atónita en el mismo lugar—. Ah, y gracias por las palomitas, ya verá cierto rubito oxigenado lo que le pasaré a su "hermosa cabellera".

Luego reparé en mis manos, vacías, sin el "vaso-porta-palomitas-de-maíz". Levanté la mirada, él se iba tranquilamente, buscando a sus queridos hermanos, yo pasé mis dedos por mis labios, algo atontada.

—Ah, y si quisieras otro besito… estoy disponible para dar alguno que otro.

En ése momento los colores se me subieron al rostro, ya no sabía si estaba verde (del asco), morada (de la vergüenza quería asfixiarme) o roja (pura y sencilla vergüenza) y terminé gritándole…

— ¡Eres un maldito ladrón! ¡No tienes ni idea de lo que haces, maldito imbécil! ¡Te odio! ¡Ladrón! ¡Ladrón! ¡Ladrón de palomitas! ¡Y de besos!—dije, para desahogarme—Maldito degenerado…

Y me volteé, volví a tocar mis labios, pero con más fuerza, para quitar todo rastro de aquél "beso", oh, pronto llegará mi venganza, y no a besos precisamente…

₰₰₰₰₰₰ FIN ₰₰₰₰₰₰

¿Les gustó? Que bien, ¿no les gustó? Que bien... La verdad es que ésto me molesta un poco, pero me encantó escribirlo, ojalá que a ustedes les haya gustado leerlo... Oh, estos días estaré feliz, pero es muy probable que ausente, en fic, si desean hacerme un regalo (de feliz... ¡de feliz vida!) estaré conforme con un review, o un favorito, O AMBOS, en fic (por segunda vez) NOS LEEMOS, BYE...