Hola a todos!

Se que ha pasado muchísimo tiempo! Bueno muchísimo se queda corto, incluso han pasado años yo creo.

La verdad es que tuve que dejar de escribir y actualizar tanto este como mi otro fic porque de repente tuve mil cosas que hacer y entre la universidad y todo no tenía tiempo. También cree otra cuenta de correo que utilizaba más y la que usaba hasta entonces la dejé más de lado. Así que entre todo, me olvidé de los fics que estaba escribiendo y no ha sido hasta ahora que volví a retomar la lectura de dos o tres que me encantaban que me acorde que había empezado los míos propios y nunca los había llegado a terminar.

Y ahora que tengo mucho más tiempo de nuevo me encantaría poder continuarlos! Si es que alguien los sigue leyendo a estas alturas. O si alguien nuevo los quiere leer!

De momento solo actualizaré este y prometo que será al menos una vez a la semana. Sin falta!

Bueno sin mas rollo aquí lo dejo. Este es bastante más largo que los anteriores. Aunque no compensa años de ausencia!


Capitulo 15.

Lo que me despertó esa mañana no fue ni la luz del sol ni ningún sonido desconocido. Lo que me despertó fue un brazo que cayó sobre mi cara. Me desperté asustada pero cuando miré descubrí que solo era Natsu. Estaba ocupando más de la mitad de mi cama, con un brazo a cada lado y una pierna colgando. Fue entonces cuando volvieron a mi mente todo lo que había pasado la noche anterior. Mi cuerpo reaccionó instintivamente y me levanté rápidamente de la cama. Me giré hacia él y me quedé un rato viendo como dormía. La verdad es que dormí como un tronco, casi esperaba que empezase a roncar. Y ahí estaba yo una vez más, divagando sobre tonterías cuando tenía a un chico que se convertía en un maldito demonio en mi cama. Es más, estaba en mi cama porque yo misma se lo había pedido. Todavía no era capaz de ordenar ni mis pensamientos ni mis sentimientos. ¿Qué se suponía que tenía que hacer ahora? No entendía muy bien la situación. Era como si pudiese transformarse a su antojo, pero en la piscina me había pedido que me fuese corriendo, como si no pudiese controlarlo.

Tenía que irme. ¿Cómo iba a quedarme después de lo que había visto? Podría ser peligroso si me quedaba. Por desgracia, me conocía demasiado bien como para saber que cuando le había dicho que por ahora me quedaría, era cierto. Sin embargo, quizás estaría bien conseguir un trabajo y no estar todo el tiempo en casa. Aunque desde que había llegado por supuesto que había salido. Había quedado algunas veces con mis amigas, iba a hacer la compra y ese tipo de cosas. Pero desde el incidente de la piscina hacía una semana no había salido de casa, y creo que necesito algo de aire fresco. En ese momento, Natsu se giró en la cama y creí que se había despertado, pero seguía dormido. Ahora que podía verle la cara, me quede mirándole sin apartar los ojos. Pensar que el muchacho que dormía indefenso en mi cama era la misma bestia roja que había aparecido ayer en mi habitación. No podía evitar sentir miedo y atracción al mismo tiempo. ¿Me asustaba? Sí, estaba claro. Pero era tan sumamente atractivo. Entonces un pensamiento cruzó mi mente. Me había besado. Había besado a esa cosa roja. Y habríamos llegado a más, de eso estaba segura, de no ser por lo que pasó.

En ese momento me percaté de que Natsu estaba acostado de lado, mirándome fijamente a pesar de la cara de dormido que tenía. -Lucy... ¿Qué haces ahí mirándome con esa cara mientras duermo? Eso es de acosadora. -Dijo mientras re restregaba los ojos para despertar. – Y, ¿qué hora es? Hacía años que no me despertaba tan temprano.

Sin embargo, yo no era capaz de articular ni una palabra. Tenía a un chico que estaba extremadamente bueno en mi cama, podía ser un maldito modelo. Y era un monstruo, literalmente. Un monstruo rojo, con cola y todo. Podría matarme si le daba la gana. Y yo iba a quedarme a vivir con él. Estaba loca, completamente loca.

-Lucy ¿qué pasa? Me estás asustando. -Se había sentado en mi cama totalmente despierto, pero no se acercaba, estaba dándome espacio. - ¿Vas a desmayarte otra vez? – Se podía intuir cierta preocupación impregnada en su voz.

Pero, una vez más, las palabras no parecían salir de mi boca. Tan solo pude negar con la cabeza, sabía que no iba a desmayarme. Dios, iba a necesitar tiempo para hacerme a la idea de lo del demonio. Y necesitaba respuesta urgentemente. Y desayunar, tenía hambre.

Natsu dejó escapar un suspiro y se pasó las manos por la cara con frustración. – Por Dios Lucy, me estas matando. Di algo, lo que sea. Te acabo de contar el secreto más gordo de mi vida, podrías delatarme y lanzarme a los lobos si quieras. Dime al menos que estás pensando. – Y eso me hizo hablar por fin. Tenía razón, yo conocía su secreto. Podía ir a contarlo en cualquier momento. Él también había confiado en mí.

-Estaba pensando que he besado a un demonio. - No quería que supiera lo demás que cruzaba mi mente todavía. Tenía cosas que aclarar. Quizás mientras desayunábamos.

Al escuchar mi respuesta una sonrisa empezó a tirar de sus labios. Pero de repente se detuvo y su cuerpo se tensó de nuevo mientras sus facciones se endurecían. Asintió como si comprendiera algo que yo no sabía y se levantó de la cama mientras hablaba. En ese momento mis ojos se dirigieron automáticamente hacia su abdomen y después a su espalda cuando se giró. Estaba tan perdida en mis pensamientos que no me había dado cuenta de que no vestía camiseta hasta ahora. Demonio o no, se me hacía la boca agua.

-No te preocupes. Lo entiendo. Es normal que estés asqueada. No debería haberlo hecho. -Me llevó un momento comprender que estaba diciendo, pero cuando lo hice no podía estar más asombrada. Lo había interpretado mal. -Pero puedes estar tranquila, puedo controlarme. No voy a volver a hacerlo. -Su voz sonaba demasiado monótona como para que pasase desapercibida y fue entonces cuando lo detuve.

-Para, para, para. ¿Qué estás diciendo? No me refería a eso. No lo dije por eso. -Me acerqué a él y me puse delante para enfrentarle a la cara. Se le veía tan tenso que podía saltar en cualquier momento.

-No tienes que preocuparte Lucy. Es lo más normal, soy un monstruo. No lo sabías, y tengo un aspecto horri…- En ese momento no lo dejé que continuase más y me estiré para callarlo con un beso. Pegué mis labios a los suyos y rodeé sus hombros con mis brazos. Por un momento creí que no me iba a responder, no se movía. Pero gracias a Dios cuando estaba a punto de quitarme me rodeó la cintura y profundizó más el beso.

Estuvimos un rato besándonos. Parecía mentira que, a pesar de haberle visto transformándose y aunque me seguía resultando difícil de creer, fuese capaz de excitarme de esa manera solo con un beso. Y Natsu estaba hambriento. Se estaba apoderando de mi boca de una forma salvaje y yo ya no podía pensar en nada más que en seguirle. Parecía que sus manos quemaban mi piel donde tocaban y su pecho pegado contra el mí emitía tanto calor que creí que no lo soportaría. Entonces, por suerte y por desgracia a la vez, se apartó de mí, aunque no me soltó del todo. Y lo agradecí porque si no necesitaría haberme sentado y habría sido más que vergonzoso.

El sentimiento de suficiencia que me llenó al ver que estaba tan alterado como yo fue enorme. Yo le afectaba, no era la única.

Nos quedamos un momento en silencio. Yo para poder recuperarme antes de hablar, él no sé qué estaba pensando. Cuando abrió los ojos y me miró directamente, la intensidad de su mirada casi me hace caer. Pero supe que era mi momento de hablar. Así que aparte de mi mente cualquier atisbo de vergüenza que me pudiera dar en ese momento, porque sabía la cara que debía de mostrar ahora mismo, y hablé.

-No lo dije porque no quisiera besarte más. Siendo sincera, esto es probablemente una de las razones que hacen que siga aquí. Así que no pienses cosas que no son. Simplemente me sorprendió la idea, pero no me arrepiento. -No aparté la mirada de sus ojos mientras decía todo esto, esperaba que de esa forma pudiese ver que no mentía. No sé si me creyó o no, porque su expresión no cambió ni un ápice. Quizás me estaba analizando.

-Y ahora, vamos a desayunar. Tengo hambre.


Y bueno eso ha sido todo por hoy!

Nos vemos en el próximo capítulo!