Huellitas que marcan el destino

Holis! Este es mi primer fanfic de riren! Espero que les guste es una idea tonta y romántica que se me ocurrió para el 14 de febrero, pero como no tenía tiempo ni las ganas de escribirla (debo decirles que soy una floja para escribir) pues hasta ahorita se me dio el tiempo así que no me pidan que actualice rápido, porque no sé si podre….

Disclaimer: los personajes de Shingeki no Kyoujin no me pertenecen. Son propiedad de Hajime Isayama

Pareja: Riren

Advertencias: ninguna por el momento, por lo menos eso creo

CAPITULO 1 "Llegada"

Habían llegado ya a su destino, después de 5 horas de viaje desde su antigua casa (propiedad de sus padres) ahora estaba listo para mudarse y aunque él no quisiera ser acompañado en este cambio tan grande que se daría, su hermana lo había acompañado muy a su pesar, parece ser que ella no entendía las más de 50 veces que le dijo que el solo se mudaría, pero no, su hermana ahí estaba con él, en ese momento acarreando juntos las cajas con sus pertenencias hacia dentro de su nueva casa.

-Mikasa, puedes dejar esas en la sala-

Pidió el chico de cabello castaño a su hermana, que sin mirarlo acato la petición.

-Eren…. ¿realmente estarás bien viviendo solo?-

Nuevamente la pregunta se presentaba, ya le había dicho el, su respuesta desde que les dio la noticia a todos de que quería vivir solo.

-por dios Mikasa!... ¡claro que voy a estar bien!, ni que me quedara embarazado por solo cambiarme de casa-

-pero Eren, no es para que bromees con eso-

Le contesto ella preocupada, a lo que el castaño simplemente suspiro largo, pues sabía que se había equivocado de palabras al querer ya no contestar lo mismo que antes.

-esta….está bien me disculpo por eso, pero recuerda que eso solo pasara si tengo relaciones y pues…-

Desvió un poco la mirada de su hermana, mientras su rostro se sonrojo, sin poder evitarlo, era demasiado abierto con sus sentimientos, a lo que su hermana sonrió, pues se le vino a la mente lo lindo que se veía así y lo mucho que le faltaría.

-bien de todos modos te dejare esto-

Dijo ella mientras se acercaba todavía a su todavía sonrojado hermano, para después poner a lado de él una bolsa color rosa y después dirigirse a la puerta.

-te harán falta, porque sé que me vas a contrariar de todas formas, nos vemos en una semana Eren-

Le giño y salió, mientras Eren solo pudo despedirse con un movimiento de mano. Después de eso poso sus ojitos color verde esmeralda en la bolsa que le había dado hace un rato, la abrió y en ese mismo instante su color de cara cambio a rubí.

-¡MIKASA!-

Grito a todo pulmón al ver que era el contenido de esa bolsa, para después arrojarla lejos de él, levantándose inmediatamente después y dirigirse a seguir acomodando todo para su nueva vida.

Sentado en su silla favorita que se situaba a la entrada del jardín de su casa, el pelinegro seguía pensando en donde sacaría la mejor vista de todas, pues últimamente no había encontrado lugar bonito por lo menos que le gustara fotografiar y se sentía aún más acorralado de lo normal pues le habían pedido que fotografiara una típica escena de una mascota y su dueño, que se viera esa unión inquebrantable de lealtad y amistad ha y sobre todo que fuera hermosa. Pero él no iba a tomar fotos de una chica rubia superficial con su rata en brazos (refiriéndose a un chihuahueño), eso era caer muy bajo y sobre todo no era su estilo.

-maldición, me estoy atando una estúpida cuerda al cuello-

Se maldecía a sí mismo, mientras su mirada se mantenía fija en un árbol de cerezo que todavía no floreaba, pues faltaba todavía unos días para primavera.

-tengo suerte que este proyecto sea para finales del año, sino juro que la ahorcare por darme trabajo innecesario a esa bruja loca-

Fruncía más el ceño el pelinegro mientras todavía su mirada se fijaba más al pobre árbol como si fuera la susodicha de quien estaba hablando. De repente unos arbustos que estaban a lado del árbol comienzan a moverse, captando la atención del pelinegro quien poso su mirada en ellos.

-maldición, estaba seguro de que me había desasido de las ratas asquerosas-

miraba a un mas enojado a los arbustos, hasta que de ellos sale un gato con signos de que había estado en una pelea por lo que sorprendió esto al pelinegro, haciendo que se parara de su lugar y caminara hacia dicho gato. Al llegar junto a el se dio cuenta que tenia algo en el hocico, estaba seguro de que era una rata muerta, por lo que mas lo molesto, pues pensó que traería con el los gérmenes y alimañas que tanto detesta en este mundo.

-oí pedazo de...-

pero el gato no le dejo terminar su frase, pues este callo al suelo como si estuviera cansado, a lo que el se acerco a socorrerlo, ya después se lavaría unas 20 veces para sacarse los gérmenes del animal.

-oí gato estas...!-

solo lo toco un poco y se dio cuenta que el pobre animal había fallecido, frunciendo nuevamente el rostro y con una sensación de culpa, por sus antiguos pensamientos, pensó que lo mas apropiado seria enterrar al animal, por lo menos así su conciencia no le pesaría mucho.

-miau~-

sorpresivamente oyó un maullido, seria que se había equivocado él o era un juego de su nueva mente culpable, por dios no podía estar igual que su loca amiga y compañera, o si. Movió la cabeza a ambos lados para sacarse esa idiota idea, pues no quería pensar mas en ello, si no terminaría mas cabreado que antes, por lo que reviso nuevamente al felino, dándose cuenta que el maullido venia de lo que tenia en su hocico. Lo abrió con cuidado y de el saco un pequeño bultito color negro, pensando que tal vez fuera su imaginación, le pico con el dedo a ver si así reaccionaba

-miau~-

-así que todavía estoy cuerdo-

se burlo de si mismo mientras observaba lo que tenia en su mano ¿Qué era lo que haría ahora?, si se lo regalara a la loca, de seguro seria el peor destino para el desafortunado animal que muy apenas se ha salvado y Erwin no tendría tiempo.

-parece ser que no tendré otra-

suspiro resignado a la ultima posibilidad que se le ocurría, para después encaminarse a su casa. Ya adentro fue hasta su armario, aunque tendría que caminar entre su cocina y media sala para poder llegar ahí, lo hizo con calma (raro en el) y saco de ahí una pequeña almohada que ya no usaba, seria perfecta para el minino.

-bien te cuidare, pero comienzas a ensuciar y te largaras-

dijo serio como siempre al minino, como si este le pudiera prestar a tención a su corta edad.

ya casi se estaba acabando la semana, por lo que eso significaba que no tardaría su hermana de regresar a el y preguntarle de todo lo que ha hecho en los pocos 5 días que a tenido viviendo en su nueva casa, pero todavía era jueves así que podía relajarse.

DING DONG

O por lo menos eso creía, se acerco a la puerta, pues estaban tocando insistentemente el timbre y el no tenia muchas ganas de atender, pero no seria un maleducado. Al abrir se da cuenta que es Mikasa quien esta parada en frente de la puerta con una caja en sus manos.

-¡EREN!, que bueno-

entro rápidamente a la casa, sin darle tiempo a eren de contestar o preguntarle el por que había venido si, ella había dicho que vendría después de una semana.

-pues, se que no cumplí con lo de la semana, pero quería darte esto y...-

le pasa la caja que traía consigo y agacha la cabeza un poco, notando eren que se sonroja un poco, acaso le iba a preguntar algo indecente, se estaba poniendo inseguro.

-no ¿haz tenido ninguna actividad?-

quedo en shock, pero así como vino se fue y suspiro, ya se lo había imaginado, después de todo lo que menos quiere su hermana es que el tenga novio o novia, estaba poniéndose realmente a pensar si ella quería que él muriera virgen y sin amor.

-Mikasa, ya te he dicho que solo are eso, si realmente me enamore, así que ¡deja de preguntar!-

alzó la voz, para que por lo menos así, su hermana cabezota le escuchara, cuando de repente sintió que algo se movía en la caja que sostenía. Parpadeo un par de veces, pensando que era su imaginación, para después ver la caja y aventurarse a abrirla, sobresaliendo de esta una cabecita de un perro.

-¿Qué es esto?-

-la encontré, pero como no la puedo tener en donde vivo, pensé que seria bueno que la cuidaras tu, después de todo a ti te gustan-

contesto rápidamente Mikasa a su adorado hermano que seguía viendo al animalito, mientras ella lo veía sin pestañar, pues sus ojos admiraban lo que siempre le gustaba de su hermano...Su Sonrisa...

-Gracias, Hermana-

le sonreía a ella y después al animalito que saco con sumo cuidado, poniéndolo en sus manos para checarlo de cerca. Se dio cuenta que era hembra y tenia el pelaje un poco sucio, pero eso se arreglaría con un baño, sus ojos no estaban abiertos, así que no sabia de que color eran y tenia un color parecido al café claro, aunque no estaba muy seguro por la mugre que la cubría.

-ya ¿le pusiste nombre?-

pregunto eren animado por su nueva amiga, a lo que su hermana respondió

-le puse Erenia... por que... bueno...-

se sonrojaba ella tratando de explicar el por que del nombre de la cachorra, a lo que Eren solo sonrió un poco, pues sabia que casi a todas sus cosas le ponía de referencia su nombre

-bueno... no importa, me gusta-

Ya había pasado un mes desde entonces tanto el gato como la cachorra crecieron y se educaron y al mismo tiempo sus dueños crecieron con ellos, uno cambiando un poco sus costumbres y otro solo imponiendo mas cosas.

El pelinegro de nombre Levi, no era muy afectivo con su gato de nombre Riven, pero a pesar de ello los dos se llevan realmente bien, los dos pasaron por la dura prueba de que la amiga de Levi, de nombre Hanji, no matara a ninguno de los dos, uno por casi apachurrarlo y el otro por ponerle altos estándares de estrés en su vida, suerte para Levi que tenia a Riven y podía desestresarse, pues el minino le enseñaba uno que otro paisaje hermoso de la ciudad en la que vivían así que se le pasaba.

mientras que el Pelicastaño sus días terminaron siendo una odisea, la perra termino siendo igual a el, muy inquieta, decidida, curiosa y otras cosas de las que Eren no quería realmente darse cuenta de que tenia en común con ella, menos mal que Mikasa y el le agarraran un cariño inmenso que cuando hacia alguna travesura, no la regañaran severamente y creo que por lo consiguiente las hacia un poco mas seguido.

-ufff realmente hoy hace mucho calor, chi... maldigo a los idiotas del cambio climático-

Rezongaba Levi como de costumbre, era uno de esos días en los que con solo estar unos segundo afueras, literalmente de fundía el sol y eso molestaba mas a Levi, por el simple echo de que se sentía unas 100 veces mas sucio de lo normal.

-oí Riven siéntate cerca ….-

paro en seco Levi al darse cuenta que su compañero no estaba en donde se supone lo había dejado (su tapete con dibujos de pescados), por lo que arrugo mas el entrecejo, preguntándose a donde habría ido, esperaba que no haciendo problemas sino de seguro le daría un baño con agua helada, para que aprendiera.

-hhhhhhhhhhuuuuuuuuuuuuaaaaaaaaa, que CALOR!-

exclamaba Eren, mientras llevaba una de sus manos a su frente, mientras paseaba junto con Erenia en un parque que se encontraba en el centro de la dichosa ciudad, pues ahí podía llegar caminando desde su casa y era tranquilo, a pesar de que había siempre personas con sus mascotas o familias.

-oye Erenia, me quedare aquí sentado, puedes ir a explorar-

desabrochaba la correa que llevaba en el cuello su perra, mientras se ponía de mucho mas, que cómodo en la banca, que para su suerte tenia sombra. Y así lo hizo después de un Guau, ella se alejo de Eren, aunque esto solo le trajo problemas ya que al llegar al parque de mascotas (mas bien es una zona del parque donde pueden ir las mascotas sin correas) una jauría de perros la arrinconan, ella les gruñe para que la dejen, pero no es suficiente, pues se acercan mas y mas ella y esto no es nada bueno.

-miau-

se oye detrás de los perros, por lo que ellos voltean y ven al gato que sin inmutarse se pone delante de ella y los demás, haciendo que los otros se enojen, por andar interfiriendo , pero a pesar de los gruñidos de todos el no se mueve y ella solo se queda observando al minino delante suyo. La jauría da un paso adelante y con claras intenciones de atacar al gato y este sigue mirándolos como si no le importara la amenaza de estos, la tensión se pone cada vez pesada y ninguno sede ante el otro, a lo que Erenia toma la decisión de también defenderse ella y a su nuevo amigo, cosa que sorprende a los demás canes, pero no tanto como para darles tiempo a escapar, pues se nota aun mas que por esta acción se enojaron mas con ambos.

-miau-

-guau-

se dicen entre ellos como dándose ánimos y la jauría se les echa encima, una pelea de mordidas y arañazos que parecía no tener fin, pero que tampoco estaría dispuestos a perder Riven y Erenia.

-bien ya descanse mucho-

se decía a así mismo Eren mientras se levantaba y buscaba con la mirada a su fiel amiga Erenia y al no darse cuenta de donde se encontraba comenzó a caminar para ver si daba con ella, estaba seguro que le había enseñado no irse fuera del parque, pero con lo distraída que a veces era no estaba seguro si le había puesto atención.

Cual fue su sorpresa al ver que ella estaba en medio de una pelea, por lo que comenzó a correr hacia la pelea, sin ningún tipo de plan.

-Oigan ustedes, métanse con uno de su tamaño-

grito ya estando en medio de la pelea junto a Erenia y lo que parecía ser un gato al cual no conocia, cuando todos los perros, furiosos y alborotados lo miraron a él, dándole así a Eren un respingón de miedo y dándose cuenta que se había metido el en un lio.

-Ustedes aléjense o los hare salchichas-

dijo de repente una voz sumamente fría atrás de el, por lo que todos voltearon a ver, encontrándose una mirada asesina que les helo la sangre y convirtió a casi todos un montón de gallinas.

-les dije ¡AHORA!-

Al escuchar esto toda la jauría huyo despavorida del lugar, dejando solo a Erenia, un Eren asustado y a Riven en el suelo.

-¿metiéndote en problemas?, eso es raro en ti-

oyó Eren, pensando que era a el a quien se refería iba a contestarlo, pero antes de eso, el gato que hace unos momentos estaba tirado en el suelo se levanto y fue caminando a paso lento al sujeto que tenia en frente de el.

-¿Es su gato?-

preguntando solo para confirmar que no se estuviera equivocando

-claro que es mi gato, mocoso-

le sorprendió y molesto la respuesta de la extraña persona, por lo que le iba a replicar, pero Erenia lo detuvo haciendo un sonido como de llorar, pensó que ella estuviera lastimada, pero no era eso, así que siguió su mirada y vio al gato, así que de entendió a lo que se refería su amiga. Viendo como el supuesto dueño se alejaba junto con el minino trato de llamar su atención.

-¡disculpe!... ¿puedo ayudarlo con su gato?-

Levi levanto una ceja, preguntándose por que el chico quería ayudarlo, el solo quería regresar y ya.

-es que mi amiga no estará bien si no le ayudo-

-explícate, mocoso-

-es que su gato... parece que defendió a Erenia y por eso esta así-

trato de explicar Eren, a como el había entendido la situación, además de que el no dejaría a un animal herido.

-bien... tu perra lo causo, tu lo arreglas-

contesto Levi mientras se cruzaba de brazos y daba su aprobación para la ayuda de ese extraño chico y su mascota, no estaría mal recibir ayuda, si eso le hacia no gastar dinero y saber el por que de la acción de su gato.

NOTAS DE LA AUTORA:

CHACHACHACHACHANNN~~

he aquí el primer cap.!... espero que este bien~~ soy nueva en esto así que no se si este bien escrito y puedan captar mi idea!... Levi y Eren ya se conocieron, así que comenzaran a verse mas seguido!... o si! nwn jejeje... bueno si hay alguna falta de ortografía también perdónenme, lo escribí todo de la manera mas rápida que pude para que el querer ver DJ de Riren no me distrajera tanto... ok creo que eso es todo, me gustaría recibir por lo menos un rewiev con un hola... o un que bonita historia~~ no se... pero no me importaría si fuera algo pequeño, pues con ello podre seguir con esto... así que ya saben~~

Sora-chan se despide 3 y vena mucho yaoi!