¡Por fin! ¡Aquí esta el segundo capitulo!

Gracias a todos por sus reviews en el capitulo anterior, de verdad me sentí asfghdfgfds.

¡Y bueno sin más que decir disfruten del cap!

Disclaimer: Frozen es propiedad de Disney y asociados.


"Elsaaaaa," Elise lloró, poniéndose de pie en su cuna, agarrándose a la barandilla de apoyo. El sol de la mañana era cálido y acogedor, e iluminaba la habitación de la pequeña niña a través de la gran ventana. A pesar del buen clima, Elise sin duda no estaba de ánimos. "¡Elsaaaa!"

En la habitación contigua a la de Elise, Elsa se despertó por el llanto de su hija. Era raro que la pequeña llamara por la oji-azul de esa manera, especialmente temprano en la mañana. Elsa supuso que todos los niños llamaban por sus padres de esta forma, pero no podía dejar de estar preocupada. El pasillo en el que estaba su habitación no tenía otros habitantes que no fueran ella y su hija, sin embargo tenía miedo de que sus gritos pudiesen llegar a otras partes del castillo.

Elsa reaccionó tan rápido como un rayo mientras, apresuradamente, se puso su bata antes de caminar descalza hacia la habitación de Elise. Una vez que vio las lágrimas manchando el rostro de su hija, se acercó hacia ella antes de acunarla en sus brazos. Tarareó una melodía mientras la calmaba, meciéndola levemente. La pequeña cesó su llanto y empezó a relajarse en los brazos de la rubia.

"Buenos días a ti también, Elise," Elsa comenzó, sentándose en la mecedora junto al vestidor. Limpió las lágrimas de la niña antes de sentarla en su regazo. "Me diste un buen susto."

Elise envolvió sus brazos alrededor de la cintura de Elsa y apoyó la cabeza en su pecho, aun haciendo pucheros. Elsa respondió envolviendo sus brazos alrededor de ella, besando la coronilla de su cabeza.

"Quédate," Dijo Elise, apretando ligeramente la cintura de Elsa. "Quédate esta noooo-che."

"¿Quieres que duerma aquí esta noche?" Preguntó para confirmar. Sintió a Elise asentir contra su pecho. "No creo que seré capaz de hacerlo. Tu cuna no nos aguantaría a las dos." Reflexionó, acariciando el estómago de su hija, haciéndola reír.

"Qué tal si tu duermes en mi habitación esta noche. Solo una vez." Ella sintió a su hija asentir contra su pecho otra vez, con más entusiasmo en esta ocasión. Recargándose en la mecedora, Elsa llevó su mano a la espalda de Elise y empezó a trazar pequeños círculos con su pulgar.

"Amorcito, tengo que asistir a una reunión después del desayuno. Estaré ahí contigo para el almuerzo, pero me tengo que ir de nuevo por un par de horas, hasta un poco antes de la cena. Tu tía Anna estará contigo todo el tiempo mientras no estoy." Elsa dijo lentamente, dándole una versión muy dulcificada de su horario. Ella ni siquiera estaba segura de sí la niña la entendía completamente, pero Anna logró mantenerla entretenida mientras ella no estaba allí durante el pasado mes. Todo saldrá bien.


"¿A qué te refieres con que no puedes cuidar de ella? Elsa gritó desde el otro lado de la mesa del comedor, tratando de no asustar a Elise. "¡Tengo asuntos importantes que atender hoy!"

"¡Lo siento! Es solo que ya le prometí a Kristoff que íbamos a salir solos." Anna replicó, tratando de defenderse escondiéndose detrás de un cuchillo de mantequilla y un tenedor en posición de X. "Por mucho que ame a Elise, de verdad no puedo cuidar de ella hoy. ¿Por qué no le preguntas a Gerda para que cuide de ella?"

Elsa suspiró, y luego asintió. Sólo será por un día, se dijo a sí misma.

"Gerda," Elsa llamó, levantándose de su asiento. La aludida inmediatamente se presentó, haciendo una reverencia antes de preguntar lo que necesitaba la Reina.

"¿Si, majestad?" Preguntó, mirando a la niña que estaba comiendo papilla con sus manos.

"Encomiendo a mi hija a su cuidado durante los periodos en los que no estoy disponible para dar cabida a ella. Vea que esté cambiada, bañada y alimentada cuando el tiempo lo requiera. También, por favor, no dude en interrumpir y llamarme en caso de emergencias." Elsa estableció, haciéndolo sonar más como una pesada carga que una simple tarea de niñera.

Gerda asintió solemnemente, sonriendo un poco. "Claro, majestad. No la defraudaré."

Elsa se despidió antes de levantarse, y se dio cuenta de que Anna ya se había ido. Mirando a su derecha, vio que el vestido, las manos y la cara de Elise estaban cubiertas con papilla. Elsa se relajó, riendo un poco por lo chistoso que la pequeña se veía. Suspiró con una pequeña sonrisa en su rostro mientras comenzaba a limpiarla. "Creo que es la última vez que te dejó comer sola."


"De verdad no veo cómo esto sería beneficiario para ambos reinos. Si tan solo estuviese de acuerdo con nuestros términos…" El consejero comercial de Corona parloteaba sin cesar. La mente de Elsa iba y venía, su paciencia empezaba a agotarse de la reunión.

Y como si su impaciencia hubiese sido sentida por una entidad divina, se oyó un golpe en la puerta. "Entre," Elsa llamó, agradecida por la distracción. Cuando vio a Gerda en la puerta, toda ensoñación fue cortada e inmediatamente se acercó a ella.

"Lamento interrumpir su reunión, majestad, pero la pequeña dama tuvo un pequeño accidente." Gerda comenzó, pero eso era suficiente para hacer que los ojos de Elsa se abrieran ampliamente.

"¡¿Qué?! ¡Creí que se estaba haciendo cargo de ella!" Elsa arremetió, fragmentos de hielo aparecieron rápidamente de las paredes. Antes de que Gerda pudiese defenderse, Elsa volvió a entrar a la habitación, tratando de mantenerse en control.

"Pido disculpas por el retraso y la brusquedad, pero necesito atender algo urgente. Dejó al consejero comercial de Arendelle para confirmar todos los acuerdos en mi lugar." Anunció apresuradamente antes de salir por la puerta.

"¿Dónde está ella ahora mismo?" Preguntó la rubia bruscamente, instintivamente caminando hacia la habitación de su hija para ver si ella estaba ahí. Gerda trató de seguirle el paso a sus zancadas. Elsa abrió la puerta y vio a Elise acostada en su cuna, una venda de tela envuelta alrededor de su cabeza. Una parte de la venda estaba manchada de rojo, y eso era suficiente para hacer crecer su pánico y enojo.

"Dígame que le pasó a mi hija." Dijo en un tono forzado y con los dientes apretados, tratando de no hacer descender la temperatura en la habitación.

"Le di un baño después del almuerzo," Gerda comenzó temblorosamente, tragó el nudo en su garganta antes de continuar. "Ella estaba jugando en la bañera y cuando se puso de pie, se resbaló con una barra de jabón que estaba en el agua y se cortó la frente con el sujetador de jabón que estaba en la pared."

Elsa respiraba con dificultad a través de su nariz, tratando de no dejar que su enojo la dominase. Le dio permiso a Gerda para continuar.

"La envolví en una toalla antes de correr hacia el doctor en el tercer piso. Él dijo que era bueno que la herida no fuera tan profunda, pero que era lo suficientemente profunda para necesitar puntadas." Gerda trató de esconder la tensión de su voz, fallando miserablemente. Elsa jadeó, mirando una vez más a su hija.

"Ella estará bien. Tomará unos pocos días en sanar, pero el doctor dijo que hay que ser extremadamente cuidadosos con ella por medidas de seguridad. Él estará viniendo cada pocas horas para cambiar el vendaje." Gerda añadió, con la esperanza de apaciguar a la reina, por lo menos un poco.

"Gracias, Gerda." Elsa declaró, pero continúo. "Por favor, infórmeles de que no asistiré a mis reuniones para la semana. Y que amablemente nos traigan nuestras comidas por el resto de la semana también."

"Si, su majestad." Gerda respondió, con la cabeza inclinada hacia abajo.

"Gerda, encomendé a mi hija a su cuidado, y no esperaba que algo como esto pasara. No creo que seré capaz de permitirle hacerse cargo de ella en mi ausencia de nuevo, pero le perdono por los hechos que han ocurrido." Elsa exclamó antes de hacer que Gerda se retirara. La rubia la observó escabullirse por la puerta.

Suspirando, Elsa se acercó a la cuna de Elise y simplemente la miró mientras dormía. Observó cómo su pecho subía y caía con cada aliento que tomaba, cómo ocasionalmente su nariz crispaba, cómo sus manitas se abrían y se cerraban. La oji-azul extendió su mano para pasar ligeramente su dedo sobre el vendaje, entonces sostuvo una de las pequeñas manos de la niña en la suya. Inconscientemente, Elise envolvió su mano alrededor del delgado dedo de la rubia.

Despertándose con un bostezo, Elise abrió sus ojos lentamente, sorprendida gratamente de que Elsa había vuelto.

"Hola, Elise. Vaya día que has tenido." Elsa sonrió un poco, mirándola tratar de alcanzarla. Cuidando de su cabeza, ella la recogió de la cuna y se fueron directamente a la habitación de la mayor. Elsa se apoyó contra una almohada, descansando sus piernas sobre la cama antes de colocar a Elise en su regazo.

"Elsa, el bebé se cayó." Elise tartamudeó, refiriéndose a ella misma como 'bebé'. Elsa la besó cerca de la zona en la que la sangre coaguló, haciendo que Elise hiciera una ligera mueca de dolor.

"Puedo ver que el bebé se cayó." Elsa suspiró. Después continúo, "¿Te duele?"

Elise llevó su dedo índice y su pulgar juntos para mostrar que dolía un poco. Se oyó un golpe en la puerta.

"Entre," Dijo Elsa. El doctor entró, haciendo una reverencia antes de afirmar que tenía que cambiar la gasa y la venda de Elise, así como desinfectar de nuevo. Elsa cambió de posición a Elise en su regazo, para que así ella estuviera de cara al doctor.

El doctor se apresuró a remover la venda y la gasa, y Elsa vio que era una cortada bastante grande, pero como dijo Gerda, no era muy profunda. El doctor empezó limpiando las manchas de sangre a los lados de la cortada con un paño húmedo, pero cuando él sacó la botella de desinfectante, Elise alejó su cabeza.

"Sé que arde, amorcito, pero ayudará a sanar tu cortada." Elsa la tranquilizó, su voz lenta y relajante para apaciguar a Elise. Ella la abrazó con fuerza en su regazo. Cuando el doctor empezó a aplicar el desinfectante en la frente de Elise, ella comenzó a lamentarse de lo mucho que dolía y empezó a luchar contra Elsa. Ella sostuvo la cabeza de Elise contra su pecho, susurrándole cosas alentadoras mientras el doctor limpiaba rápidamente su herida. Él colocó en su cabeza una nueva gasa y una nueva venda.

"Su majestad, me complace decir que el sangrado a parado en gran medida. Estaré de regreso mañana en la mañana, después del desayuno." Se inclinó. Elsa le agradeció antes de que el hombre saliera de la habitación.

Elise todavía estaba muy quisquillosa por lo del desinfectante, pero Elsa la abrazó, secándole las lágrimas. "Fuiste muy valiente, amorcito. Estoy orgullosa de ti."

"¿No Gerda ma-ñana?" Elise preguntó, su voz ligeramente ronca por el llanto. Elsa negó.

"Te pido disculpas por lo de antes. Estaré contigo toda la semana." Dijo Elsa, tratando de hacerla sonreír. Claro, ella tendría el doble de trabajo por hacer la siguiente semana, pero eso no pareció importarle en el momento.

Eran ellas dos nada más, y Elsa apreciaba cada pedacito de eso.


¿Que les pareció el segundo cap?

Apreciaría bastante si pudieran dejar un review, ya sea aquí o en e Fic original, ya que eso me alienta a seguir traduciendo.

Aquí les dejo el link de el Fic original, para que, si quieren, se den una vuelta y puedan dejar un review:

s/9977486/2/Little-Love

¡Nos vemos en el próximo cap!