[Queria hacer un testamento, quería decirles cuan agradecido estoy del apoyo que recibio la historia, de los acosos a la historia, de TODO a la historia.

Recuerdo que cuando la inicie, no pensaba que le fuera a gustar a alguien, es más, pense que no pasaria ni las 100 reviews y, ¡Observen!

Creanme, he estado pasando por cosas raras, he aceptado cosas que son de mi, y estoy en proceso de superarlas, pero todo a su tiempo.

Realmente quiero que esta no sea mi ultima historia Ectofeature, y, aunque TAL VEZ no sea el mejor final, a mi me dejo satisfecho.
Esta historia representa algo muy personal para mi, no sabría como describirlo, pero aquí se encuentran tantas cosas que pense y no dije, otras que imagine y no pasaron, otras que pasaron, en fin.
Los quiero, enserio.

Disfrutenlo.]

Sabia que Billy tenia, en el fondo, muy en el fondo, un genio de los mil demonios.
Que si lo provocabas lo suficiente desatabas al demonio que tenia dentro, uno lleno de odio puro que soltaba las verdades de todo el mundo sin importar quienes sean, el que es capaz incluso si tiene la oportunidad de matarte.

Bueno, no tan al extremo, pero si puede llegar a darte un golpe.

Sostuvo al chico con toda la fuerza que le daba su ser. ¡Billy era extremadamente delgado! ¡¿De donde sacaba tanta fuerza?!

-Tu... ¡Estúpida!- grito, tratando de tomar por el cabello a Jessica, quien solo se puso en pose de ataque como acostumbra en su clase de Karate.

-¡Cállate, tu tienes la culpa por ser un enfermo!

-¡Jessica!- grito Spencer, sabiendo que estaba solo empeorando la situación.

Y es que, Billy y Jessica tuvieron un encuentro, Jessica empezó a decirle cosas altamente ofensivas a Billy, que se notaba que le dolían, igualmente a Spencer, más este intentaba ignorar a su hermana. El problema fue cuando Billy intento responderle, le dio un "Turn down for what" tan épico que esta, del enojo, le lanzo una abofeteada.

Y si, por eso Billy tiene esta hambre insaciable de sangre.

-¡Fuera!- dijo Spencer, al lograr sentar a su primo en la silla.

La chica le saco la lengua al muchacho, quien solo lanzo un gruñido y le hizo una seña obscena.

-Tranquilo.- dijo, para tomar al chico por los hombros. -¡Sabes que si la golpeas ella regresara el golpe 100 veces peor!

-¡Me da igual!- contesto. -¡Me golpeo! ¡Y todo por decirle sus verdades!- rabio, mientras miraba fijamente al chico.

Spencer lanzo un suspiro, se separo del chico, miro el reloj, eran las 10 de la mañana y ya habían casi empezado una pelea. Se sobo el puente de la nariz con algo de estrés, realmente odiaba que su hermana y Billy se llevaran tan mal por una relación tan vagamente establecida.

Escucho como el chico lanzaba un suspiro, largo, pesado, cansado.

No hubo nada más, simplemente Spencer chasqueó la lengua con un poco de enojo contenido. Hoy su primo se iba, de nuevo, por un largo periodo de tiempo. Frunció ligeramente el ceño, era como el día de tu graduación y tienes a alguien sumamente especial en tu mismo grado, y ambos se van a graduar y...

Okay, el ejemplo se perdió mucho, pero aún así, era algo parecido.

-¡Niños, bajen a almorzar!- se escucho el grito de Jane desde la cocina.

Ambos se vieron por unos segundos. Más ambos emprendieron la marcha hacía la cocina, caminaron de manera algo lenta, era a propósito, incluso prefirieron las escaleras antes que el elevador.
Era obvio que no querían que se dieran las 2 de la tarde.


Se sentaron, uno al lado de otro.

-¡Por dios, Billy, que te ocurrió en la mejilla!- grito Jane, tomando al niño por las mejillas, mirando como esta se mostraba muy roja a diferencia de la otra.

-Ammmm...- soltó Billy, -N-no se... solo desperté así... ya se me quitara.-

Spencer se golpeo la frente al ver semejante mala mentira. Se supone que el bueno mintiendo es Billy, sin ese dote de parte de Baruch estaban perdidos.

-Espero que para la hora del vuelo ya no este... ¡Imagina que dirán si te esperan cámaras o algo!- ella misma se toco su mejilla, para volver a su labor en la cocina.

Billy miro a Jessica, quien estaba al otro lado de la mesa, se entregaron unas miradas asesinas que incluso el peor asesino serial no podría regalarle a alguien, el castaño observo eso con un poco de nerviosismo.

La comida les fue entregada, comieron sin chistar, todo sabia delicioso, Spencer y Billy conversaban, de ves en cuando Jane también conversaba con los chicos, haciendo halagos de lo bien que miraban juntos, como primos, no mal piensen, Jane, no sabe nada.

Por su parte Jessica miraba, esperando a que la hora final se acercara para por fin liberarse del enfermo de su primo y que dejara contaminar la mente ingenua de su hermano.
Quería evitarle una vida llena de discriminación ¡Llena de repudió por parte de todos! Son primos, ¡Primos! Si de por si, por ser gay te discriminan, imagina si eres gay por tu primo. ¡Es lo peor!

¡Ambos están destinados a tener problemas siempre!
Y como buena hermana menor que es, quiere proteger a su tonto hermano de esa miserable vida al lado de alguien que solo lo confundió.

Si, ella era la buena en la historia en su punto de vista.

El reloj sonó, dando las 11:30.

Las risas de ambos chicos pararon.

El tiempo se les estaba viniendo encima.

Terminaron de comer, y agradecieron la comida, a partir de ahí, fueron y se sentaron en la sala de estar. Simplemente estaban sentados, uno al lado de otro, miraban la TV fijamente. Cualquiera les diría que debían aprovechar al máximo, ya que eran sus ultimas horas juntos.

Más no querían. Para ellos era mejor quedarse uno al lado de otro en silencio.

Es una rara forma de compartir momentos.

La puerta sonó, haciendo que ambos salieran del trance, miraron el reloj, las 12:30, ambos suspiraron de manera pesado, haciendo que ambos rieran por el acto sincronizado.

El castaño fue y abrió la puerta, se encontró con Shanilla, y Rajeev.

-¡Spencer, hola!- hablo Shanilla con una sonrisa alegre. -¡espero que hayamos alcanzado, queremos despedirnos de Billy!- dijo ella, Spencer asintió.

-Aun esta aquí, se va a las 2.- se hizo a un lado y ambos chicos pasaron, miraron que el cantante estaba sentado en el sillón y fueron hacia el.

-¡Billy!- sonrió Shanilla para darle un abrazo al chico, no era por nada, pero Billy se sentía un poco hipócrita por sonreírle o tratar bien a la chica, cuando la consideraba rival para estar con Spencer, es decir... ¡Se mira a leguas que le encanta el castaño!

-Venimos a despedirnos.- Hablo hípster, mientras que guardaba sus lentes de sol. -No queríamos que te fueras sin ver a este par de hermanos.- sonrió, para pasar la mano por el cuello de la chica y atraerla hacia el.

Billy enarco la ceja, más sonrió.

-¿No piensan hacer nada antes de que Billy se vaya?- pregunto Shanilla animada.

-La verdad, solo íbamos a esperar a que dieran las 2.- sonrió Spencer de lado.

-¡Pero es la ultima vez que se ven!- exclamo Shanilla. -Bueno, al menos por ahora, quien sabe cuanto tiempo tarden en volver a verse, ya sabes... ¡Físicamente!- La chica vociferó aquella preocupación.

Billy se rasco la nuca con algo de pena.

-Los invitamos a ir al Wi-fri ¿Qué les parece?- pregunto la chica, solo vamos a tomar algo y regresamos.

-Tenemos que estar aquí antes de las 2...- susurro Billy, mirando hacia el suelo. -Para tener tiempo de llegar y eso...- murmuro.

-¡Claro, claro!

Todos, después de avisar fueron al Wi-fri, iban entre conversaciones, divertidas, estúpidas, pero al fi y al cabo le sacaban una sonrisa al cantante y al castaño, que, ante ojos de los hermanos, era obvio que estaban desesperados por dentro, no querían separarse y, posiblemente, inconscientemente, ambos hermanos querían aunque sea darles un buen rato.

-Una malteada de Fresa, por favor.

-Si, a mi me das una malteada de vainilla.

-Una de chocolate...

-Igual que la de el.- termino Spencer al señalar al joven hindú.

Estuvieron hablando, riendo.

Llegaron las bebidas, así que entre las conversaciones había pausas para tomar el liquido frio, ocasionando que uno que otro en la mesa hiciera muecas, algo gracioso ante los ojos de los chicos presentes, y que realmente hacia que estallaran a carcajadas.

-Realmente te vamos a extrañar Billy...- sonrió Shanilla, tomando la mano del mencionado. -¡Ya sabes que siempre te vamos a estar esperando!- le dijo con entusiasmo.

-Si, dudo encontrar alguien con tan buen gusto en la ropa como tu.- Se sincero Rajeev, para dar un sorbo a su malteada. -Sera un perdida que nadie podrá reparar...- dramatizo.

Billy rio.

-Supongo que al que más vas a extrañar es a Spencer.- Dijo Rajeev, levantando las cejas continuamente.

Spencer se puso rojo de un momento a otro, más Billy arqueo la ceja.
Hubo un ligero silencio, ambos hermanos observaban a ambos fijamente, causando nervios en los primos.

-Esta bien.- dijo Shanilla.

-Si, no se sientan mal.- Dijo Rajeev, sonriéndole a ambos.

Otro silencio, ambos chicos se miraron por unos instantes, más luego suspiraron, voltearon a ver a los hermanos.

-Supongo.- dijo Billy.

-Lamento que se tengan que distanciar.- dijo Shanilla.

Billy sonrió de lado, melancólico. -Y yo de fijarme en un idiota.- volteo a ver la castaño, quien solo frunció el ceño, más la mejillas se le pusieron rojas.

-¡Hey, hermano!- exclamo Spencer.

Ambos hermanos empezaron a reír ante la escena.

-Sabes que es mentira.- dijo Billy, mirándolo fijamente.

-Beso, beso, beso...- empezó a susurra Rajeev, más se quedo callado al obtener la atención de los presentes en la mesa, se aclaro la garganta con pena. -D-digo... si lo van a hacer, e-en un lugar más privado ¡Hay mujeres!- dijo, para apuntar a su hermana, más por un momento dudo. -¿E-eres mujer, no?

-¡Rajeev!- exclamo la chica.

Ahora fue el turno de los primos de reír.

Tuvieron que irse antes de la 1:40 del día.

Se despidieron justamente en el portón de la mansión de Spencer.

Se abrazaron, Billy abrazo a Rajeev, este susurro algo que hizo a Billy reír, más este le dijo que se callara.

Luego abrazo a Shanilla.

-Te voy a extrañar Billy.- dijo la chica contra el oído del cantante.

-Te lo advierto, pones las manos encima de MI Spencer y no quedara rastro de ti.- susurro en el oído de la chica, haciendo que esta temblara del pavor.

-A-ah... e-esta bien...- dijo tan bajo que nadie más escucho, solo Billy.

Billy rio infantilmente. -Yo también te voy a extrañar Shanilla.-

Ambos se separaron, la chica miro con miedo al cantante, mas este puso su dedo encima de sus labios, era un claro "shhh"

Trago duro.

Ambos primos entraron a la casa después de que la despedida terminara.

Era raro, todas las maletas del chico estaban en la sala, eran las 1:30 según el reloj.

Jane entro a la sala y los miro. -¡Menos mal llegaron, pensábamos que íbamos a tener que ir por ustedes!- dijo. -¡Hugh, ayúdame con las maletas!- dijo, para dejar ver a su marido que cargaba un par de maletas.

-Despídete hijo...- dijo Hugh, para salir de la casa, dejando solos a los primos en la sala.

Miro fijamente al chico pelinegro, estaba respirando agitadamente mientras miraba al suelo.

-No quiero irme.

-Lo se.- dijo Spencer. -Pero no podemos hacer nada...- susurro.

El chico avanzo hacia le castaño, abrió los brazos, un abrazo.
El castaño sin chistar se lanzo hacia su primo, abrazándolo.

"Ahora, ahora, justo ahora yo

dios, quisiera pedirte un favor

si es que de verdad arriba estas y a todos amas ya

dame más tiempo, que despedirme yo no quiero.

Aun así solo es este momento, deja que se repita siempre,

siempre quise que el tiempo no avanzara, mis plegarias no escuchabas,

hoy yo me despido, hoy, pero hoy no me rindo."

Se aferraron de tal manera que parecía que en cualquier momento se iban a arrancar la ropa. Billy estaba llorando, no decía nada, simplemente inicio un llanto abierto, temblaba, se aferraba con fuerza.

Spencer daba pequeños besos en la cabeza del pelinegro, lo acariciaba, trataba de hacerlo sentir bien.

-N-no llores...- dijo, riendo.

No recibió respuesta, solo, continuaba llorando.

-H-hey... h-hermano... no llores...- susurro, para sin darse cuenta los ojos se le estaban humedeciendo.

Sin respuesta.

-F-fue genial mientras duro... p-pero... todo acaba...-

El pelinegro volteo a verlo.

-Quiero otra oportunidad.- dijo, para que el castaño le limpiara las lagrimas. -Nos vamos a ver después...- dijo.

-Y seremos mayores...- sonrió Spencer lado, para el mismo secarse sus propias lagrimas.

Billy sabia que ese era un si.

Entonces...

-¡Vamos Billy, es hora de irnos!- dijo Jane, asomándose, más vio que ambos se estaban agarrando de las manos. Se cubrió la boca -¡Perdón si interrumpí!-dijo, para regresar al auto.

-No quiero despedirme.

-Es un "Hasta pronto" idiota.- Spencer rodo los ojos con una sonrisa.

-Si...- dijo Billy.

Hubo un silencio, se tomaron fuerte de las manos.

"Incluso todavía sigo siendo un cobarde~

Con una noble espada me aventure a la guerra~

Más aun así, nadie se detuvo, ni a la reina pude salvar,

Una historia que tardara en tener un final feliz...

Aún así, este final siempre va a llegar.

Ambos príncipes se van a poder amar~"

Abrió la puerta del auto, y entro, hecho un ultimo vistazo a la casa, en la puerta estaba Spencer, entro y tomo asiento, para cerrar la puerta.

Jessica estaba a un lado de Billy, después de dejarlo la llevarían a un entrenamiento.

-Por fin dejaras de envenenar la mente de mi hermano.- la chica estaba cruzada de brazos.

-Supongo.- miraba por la ventana fijamente al chico.

-No te miras muy triste.- soltó Jessica.

-No te apures.- sonrió el cantante, mirándola de reojo. -Después de todo, algunas cosas se dan a su tiempo.-

Jessica iba a protestar, más Billy coloco su dedo en sus labios y soltó un "shhh" le guiño el ojo.

Spencer observaba, Billy le devolvió la mirada, el castaño levanto su mano y la agito suavemente, con un sonrisa mediana.

Jane y Hugh entraron al auto.

-¿Listos?

-Si.- dio Jessica, respondiendo por ambos, traían el cinturón, el auto se encendió provocando un hueco en el estomago a Billy.
Realmente ya se habían terminado los 6 meses.

El coche retrocedió, hasta casi salir, miro como Spencer desde la puerta observaba todo. Más este saco el celular, fue lo ultimo que vio antes de que el coche empezara a andar por la ciudad.

-Pediremos que te vaya bien en tu trabajo Billy.- Dijo hugh mientras manejaba.

-Gracias- Sonrió.

Se escucho el tono de mensaje de Billy, miro su celular.

"Spencer"

Enarco la ceja, abrió el mensaje.

"Feliz viaje, te amo."

Miro el mensaje una y otra vez, esa tristeza que sentía se había ido casi por completo. Sonrió de manera boba viendo el celular, más el "¡awwww!" de su tía lo despertó de un mundo de en sueño.

-Parece que a alguien le dijeron algo lindo...- sonrió la mujer viendo a su sobrino por el espejo.

-Demasiado.- dijo.

"Muchas gracias, amor. También te amo. : Q _ !"

Rio al enviar el mensaje.

"Ambos príncipes se van a casar

a tener hijos, tal vez algo más

una vida linda, ellos enamorados están...

¡El caballero al príncipe pudo enamorar!

Un final feliz, ellos tendrán."

-Vuelo a Nueva York, hora, 2:10, pasajeros, por favor de concentrarse en la estación.

El pelinegro tomo aire.

-Que te vaya bien cariño, llámanos en cuanto aterrices.

-Adiós primo.- dijo Jessica para abrazarlo –Hasta dentro de los años que te tardes en sanarte.

-Gracias.- contesto. -Espero que tu también te sanes, y que tu helado corazón se descongele.

La chica iba a responder, más esta vez el tío lo abrazo.

Todos se despidieron, el chico tomo el poco equipaje que llevaría con el, lo demás iba aparte.

Se unió a la fila.
Cuando pidieron su boleto, tomo aire, lo observo un poco, detenidamente.
Más luego lo entrego.

-Puede pasar.

El cantante avanzo, como había asegurado, había una pequeña muchedumbre, no más de 4 personas que querían hacerle unas preguntas.

Extrañaría esa vida tranquila.

Sobre todo, extrañaría a Spencer.

-Pasajeros, por favor de apagar su celulares y equipos electrónicos, vamos a despegar.

Miro la foto de fondo de pantalla que tenia, era Spencer dormido.

Lo apago y guardo, miro por la ventana.
Sonrió ligeramente.

El deseo había cambiado.

Ya no era "No volver a verse"

Era "Volverse a ver"

El avión empezó a moverse, dando señal a que despegaría.

Miro por la ventana, todo empezaba a ponerse en movimiento.

Billy sonrió. -Fue la mejor tortura que pude haber vivido.

[FIN]