N.A. Señoras y señores... he aquí el final. Lamento la tardanza para actualizar, las circunstancias me ganaron, y lamento no haber contestado sus comentarios sobre el capitulo anterior, pero tengan la seguridad de que los leí todos.

**Emma, Lupita Trujillo, Felicia, Belen, Natalie, como no puedo responderles directamente, lo hago público: Gracias, me da gusto saber que han disfrutado de la historia con todos sus altibajos.
**Sam, Celleste, Lica, emilybrewster, les he contestado en diferentes momentos, pero igual por aquí: Gracias

Este último capitulo es para ustedes. Por haberme acompañado (y a Hotch y Emily) hasta el final. Les debo todo.

12- Destino

Hotch se alegraba de estar de vuelta en casa, era extraño lo mucho que había echado de menos los pequeños detalles más que los grandes, no el trabajo en sí, sino los pequeños gestos o comentarios del resto del equipo; no su casa en sí, sino las ocurrencias de Jack o incluso el ruido que llegaba de la calle a su departamento; no era DC, sino la idea del aire conocido, de lo que siempre había sido parte de él. Sólo había algo que echaba de menos de Londres…

Desde el primer día de vuelta a casa lo notó, cuando volvió a la UAC la ausencia fue más fuerte, como si cada espacio estuviera lleno de ausencias, de algo que no se podía llenar ni con el equipo, ni con los tragos con Rossi después del trabajo, ni con nada… la ausencia era extraña. A veces se preguntaba si Londres no lo había herido más, si el romance no había causado demasiado dolor, de cierto modo entendía aquel reproche de "no quiero enamorarme de ti", lejos de Londres y de ella lo entendía.

Hotch jugaba a estar bien, a que los silencios y las miradas perdidas eran parte de su regreso, a que se estaba volviendo a habituar a todo, que en un tiempo todo iría bien, que estaba mejor ahí que en cualquier parte del mundo. Y aunque por su mirada se podía adivinar algo más, nadie se hubiera arriesgado a preguntar… García tal vez, García que lo miraba como si supiera algo más, que, por supuesto sabía más, pero ella no iba a cometer esa indiscreción, aunque a veces él hubiera agradecido eso, para hablar, para desahogarse, para hacer algo con la ausencia.

Y así siguió, readaptándose, jugando a que todo iba bien, extrañando en silencio. Pero entonces sucedió, una tarde, casi dos meses después de su vuelta, ella cruzó la puerta. Una tarde, cuando ya casi no esperaba nada, Emily Prentiss entró a la UAC.

La emoción fue generalizada, nadie la esperaba y ni por error pensaban que ella fuera a aparecer, pronto la morena se vio rodeada del equipo, de abrazos, besos y miles de palabras de cariño y añoranza, ella estaba abrumada pero feliz, Hotch podía mirarla por su ventana, paralizado por quien sabe que emoción. Emily era recibida con cumplidos, preguntas y muestras de afecto que la tuvieron ocupada por casi veinte minutos. Hotch juntó la fuerza para salir de su oficina y la miró, no sabía ni como acercarse, Emily lo buscó con la mirada y sonrió… esa sonrisa le paraba el corazón. No supo cómo Emily logró separarse del equipo, soltarse de sus abrazos, y caminar hasta él, no supo que seguía, no movió ni un musculo hasta que ella estuvo frente a él, ninguno cruzó la línea de unos veinte centímetros que los separaba.

-Emily…-

-Hotch…-

-¿Qué tal Nueva York?

*,*,*,* 2 meses antes *,*,*,*

Hotch había caído en los brazos de Emily muy pronto, era imposible resistirse a sus besos y a la propuesta de pasar la noche con ella. La morena no quería hablar, quería besarlo y perderse en él, quería pertenecerle y que le perteneciera, quería comerlo a besos, quería sentirlo con cada célula de su cuerpo. Hotch, aunque quería que Emily contestará a sus preguntas, no pudo oponer resistencia a irse con ella sin respuestas, no puso pero alguno cuando ella lo llevó a un taxi para ir a su piso. Emily era irresistible y seductora y sabía cómo hacer que él olvidará la lógica y perdiera la cordura.

Sus labios apenas se separaban cuando cruzaron la puerta de Emily, sus manos viajaban rápidamente por el cuerpo del otro, Emily lo aprisionó contra la pared mientras le quitaba casi con violencia el saco y empezaba a desabotonar su camisa, él no se sentía capaz de ofrecer resistencia. Emily separó sus labios de los de Hotch, lo miró intensamente durante un segundo y luego comenzó a besar su pecho, lamiendo, mordiendo, chupando, logrando que Hotch emitiera gemidos complacidos, fue bajando poco a poco, levantando la mirada mientras besaba para ver el rostro sudoroso y excitado del guapo agente.

Emily desbrochó el cinturón de Hotch sin dejar de mirarlo… Hotch sabía que en unos segundos ya no tendría control de si, que se perdería en ella, tal vez menos, todo dependía del siguiente movimiento de la morena. Él sabía que una vez que se entregaban al placer ya nada más importaba.

-Emily…- susurró, deseando haber sonado menos ansioso y suplicante- tenemos que hablar- completó, aunque sabía que casi se insultaba a si mismo al pedir eso en ese momento

-No es el momento, Aaron- dijo ella, desabrochando el botón de su pantalón

-Emily…-

-Me parece casi grosero, agente Hotchner- interrumpió ella- que pretenda que hablemos ahora en lugar de dejar a mi boca continuar con lo que pretendía hacer-

Y como para demostrar su punto, Emily bajó el cierre de su pantalón con sus dientes… Y entonces a Hotch se le olvidaron todas las conversaciones, las palabras o las ideas, perdió totalmente el control. Él mismo bajo su pantalón y su bóxer para quedar a merced de la morena que lo miró una vez más con el triunfo reflejado en la mirada. No recordaba haber estado así de excitado en la vida.

Cuando sintió la lengua de Emily recorrer su miembro supo que haría lo que ella quisiera, que le pertenecía, que Emily Prentiss era su dueña, en cuerpo y alma, que quería más de ella, sentirla más, escucharla más, concederle todos los placeres de la vida, ella tenía el control de la situación y Hotch no quería volver a negárselo jamás. Pronto la boca de Emily entró en acción, recorriendo el miembro Hotch, excitándolo, concediéndole un placer inexplicable… las manos acompañaron el proceso, acariciando, seduciendo, siendo parte del momento más íntimo, intenso y erótico que la pareja hubiera tomado. La velocidad aumentó, las manos de Hotch se aferraban al cabello de Emily.

-Emily… - susurró él y ella se detuvo por un momento

-Dilo- exigió antes de volver a su labor

-Te… deseo, Emily-

-No- dijo ella nuevamente deteniéndose y mirándolo- dilo-

-Te amo, Emily- dijo Hotch al fin

Y ella se puso de pie para volver a besarlo en la boca, con pasión, pero también con algo más. Hotch respondió el beso y de inmediato lucho para deshacerse del vestido de Emily. Ella se separó de él y se quitó el vestido con un único y hábil movimiento. Así, a medio desvestir, Emily lo llevó a la habitación… dónde terminaron lo que Emily había empezado, donde Hotch despojó a la morena del resto de su ropa, donde besó sus labios y cada parte de su cuerpo, dónde finalmente la penetró con pasión, casi agonizantes de deseo, a gritos más que a gemidos... Cayeron rendidos uno junto al otro tras el mejor orgasmo que recordaran ambos.

Las respiraciones se fueron acompasando ya entrada la noche. Hotch acarició el cabello de su amante, con cariño, con suavidad, no quería que nada perturbara ese momento.

-A Nueva York- dijo Emily de pronto

-¿Qué?- se sobresaltó él

-Nos vamos a Nueva York, Mandy y yo- aclaró ella- ella se va en una semana, yo espero irme en cosa de un mes-

-¿Cómo…?, ¿Cuándo pensaste…?- Hotch no lograba terminar de articular ninguna pregunta

-La obra de teatro de hoy, era para ver al hombre al que vimos, al agente Willson- explicó Emily- a todos los demás los puedo convencer con argumentos de trabajo y de contactos, puedo argumentar mi conocimiento del gobierno americano y cosas así, pero con él era diferente, a él sí puedo llegarle por el lado sentimental… a él había que hacerle ver que tú te ibas y que…-

-Que tú querías irte por eso- completó Hotch- ¿y es así?-

-No podía volver directo a la UAC- siguió explicando Emily, ignorando la pregunta- García estuvo de acuerdo conmigo en que era una jugada arriesgada, que no podía de golpe cortar mis ligas con la INTERPOL, que volver cuando tú volvías nos ponía en la mira, que… un montón de cosas. Y además estaba Mandy… pero se necesitaba un agente de contacto en Nueva York, alguien que supiera dirigir, que conociera al gobierno y a la INTERPOL, con conexiones extranjeras… hemos hecho un poco de trampa, pero soy la primera en la lista- Emily miró a Hotch- me voy a Nueva York porque ahí va Mandy y…-

-¿Y?-

-Y por qué, por ahora, es el lugar más cercano que puedo estar de casa y de ti-

*,*,*,*,*,* Actualidad *,*,*,*,*

-Odio Nueva York, todo es demasiado cliché- se quejó Emily en broma

-A ti ningún sitio te complace totalmente ¿verdad?- comentó él con lo más cercano a una sonrisa que había tenido en un tiempo

-Mmmm… pues no recuerdo haberme quejado de DC, pero no juro nada- bromeó ella

-Pues nos hace falta un poco de personal aquí, si esta ciudad te interesa más-

-Algo escuché… por alguna razón García me lo envío por correo- dijo ella con expresión de fingida confusión- que extraño ¿no?-

-Rarísimo- dio la razón Hotch

Se miraron en silencio. Y sonrieron. Fue inevitable. Emily acortó la distancia y abrazó a Hotch. Y él la abrazó a su vez, con fuerza, como si el espacio entre ellos fuera un insulto.

-No te estoy siguiendo- le dijo Emily al oído

-Ni yo te he estado esperando- dijo él

-Gracias al cielo…-

Y ninguno rompió el abrazo. Aunque todos los miraban y se preguntaban cosas. Aunque sabían que desde un rincón de la UAC, Penélope García derramaba lágrimas al ser la única que conocía el significado de ese reencuentro. Emily se aferró con más fuerza aún a Hotch

-¿Recuerdas ese día en Londres?- preguntó Emily- antes de que te marcharas, que fuimos a esa obra de teatro que no recuerdo de que iba, que regresamos a mi apartamento y… me dijiste que me amabas-

-Recuerdo…-

-Y que en lugar de responderte te di el mejor sexo de tu vida-

-Recuerdo…- dijo Hotch soltando una ligera carcajada por el modo en que ella contaba eso

-Bueno, pues ese día se me olvido algo-

-¿Y qué fue?-

Y Emily lo abrazó más fuerte. Descansando su cabeza en su hombro. Aspirando su aroma. Llenándose con la certeza de que los brazos de Hotch eran el mejor lugar del mundo.

-Debiste pedirme que viniera contigo- dijo Emily- me hubieras ahorrado perseguirte-

-¿Por qué?- preguntó él- Dilo, Emily-

-También te amo, Aaron- declaró al fin- he venido hasta aquí a decírtelo… si te estaba siguiendo-

-Y yo si te estaba esperando-