Disclaimer: Naruto y sus personajes pertenecen a su autor Masashi Kishimoto, yo sólo los utilizo para esta historia.

Después de todo

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Capítulo 25

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Sasuke observó fijamente a la joven delante suyo, Sakura continuaba con el brazo extendido, invitándolo a ingresar a su hogar, el moreno titubeó algunos segundos pero fue la impaciencia en los ojos jade de ella lo que finalmente lo convenció, aun sin saber realmente que hacia en aquel lugar.

Pues aunque se dijo a sí mismo que necesitaba respuestas ni siquiera sabía por donde empezar o como afrontar tan delicado asunto.

Siguió a la joven a través del umbral de su puerta por un elegante pasillo decorado con fotografías a las cuales no le prestó demasiada atención, hasta que llegaron a la sala de estar del hogar de la Hokage, una casa realmente amena y distinguida, era evidente que allí vivía la persona más importante de la aldea pues aunque no resaltaban ostentosos lujos se notaba la buena posición a la que ahora pertenecía su ex compañera de equipo.

Su cuerpo se paralizó cuando se encontró con unos pequeños ojos negros que lo observaban atentamente desde uno de los sillones de aquella sala, un poco de desconfianza se reflejaban en esas pupilas color carbón pero pese a eso era notoria la curiosidad que el pequeño sentía.

Su hijo.

Eso le dijo Sakura. Esa pequeña persona era una parte de él, su heredero y legado. El renacimiento de su clan en forma de niño.

Aun no sabía como sentirse, su cabeza era un mar de confusiones y él nunca fue bueno reaccionando ante lo desconocido, necesitaba tener siempre la seguridad de cada paso que daba sin ninguna duda y analizando meticulosamente todas las probabilidades.

Esta noticia y este niño, era como una cascada de agua helada sobre su cuerpo.

—Espero que no te moleste—la voz de Sakura interrumpió el silencio y distrajo a ambos hombres de su mutuo escrutinio—Pero creo que es momento de enfrentarnos y contestar todas las preguntas que ambos quieran hacerme. Pero antes, Sasuke-kun ¿Te gustaría un poco de té?

Realmente no se le antojaba para nada, se encontraba tan incomodo que probablemente no podría tomar un sorbo pero aun así asintió con la cabeza pues sentía que no quería rechazar la amabilidad de Sakura.

La joven le dedicó una mirada tierna -¿Y alentadora tal vez?- al infante antes de desaparecer por la puerta de la cocina.

El silencio se volvió, si es que era posible, como una capa densa y pesada en el ambiente, ninguno se atrevía a romper el silencio, provocando en el mayor que el nerviosismo aumentara.

Por Dios parecía como si fuera Naruto rindiendo el examen final de la academia.

El pequeño carraspeó trayendo de nuevo a Sasuke al mundo real, "si va a decir algo que lo haga de una vez" pensó el Uchiha, incapaz de dar el primer paso.

"Cobarde" resonó en su cabeza con una voz jodidamente familiar, unos bigotes y cabello rubio.

—Sakura me dijo que eres mi padre—la voz del pequeño sonó clara y segura, como si quisiera demostrar que aun a su corta edad era todo un hombrecito—¿En dónde estuviste todos estos años?

A Sasuke lo tomó completamente desprevenido la pregunta, el niño no andaba con rodeos, directo al punto.

Esperaba una escena de sentimentalismo de como había extrañado un niño a su padre, un poco de llanto infantil quizás pero no, él quería respuestas.

Bien, eso le agradaba, corto y conciso, ese era un terreno que podía pisar con seguridad.

—De viaje-contestó como si nada. Al pequeño no pareció gustarle su respuesta.

—No has respondido mi pregunta.

El poseedor del Rinnegan quiso sonreír, pero se contuvo. En nada se parecía al niño que vio llorando en su enfrentamiento con Sakura, el mismo que se veía emocionado de saber que su protectora estaba sana y a salvo, al de ahora, en completa seriedad y que lo observaba expectante.

—En una isla lejos de aquí, me fui porque tenía muchas cosas en que pensar—explicó lo ultimo aunque el pequeño no preguntó.

Se vio sorprendido con esa respuesta, y lo miró fijamente a los ojos.

—¿Por qué abandonaste a mi madre embarazada?

Sasuke frunció el ceño sintiéndose molesto de repente. Con él mismo quizás, y un poco con el niño también, por hacer preguntas tan certeras.

—No sabia que esperaba un hijo.

Sanosuke sabía eso, se lo preguntó a Sakura hace tiempo y ella le había dicho lo mismo, incluso le aclaró que fue la propia Karin quien no quiso buscarlo -aunque jamás le aclaró el motivo para no hacerlo-, solo quería confirmar que era verdad, no porque dudara de su palabra sino porque sabía que ella era muy bondadosa y tal vez le había dicho eso para protegerlo a él de una realidad que podría herirlo.

Sakura apareció nuevamente cargando una bandeja con tres tazas humeantes que desprendían un delicioso aroma a té verde. Colocó la bandeja en la mesita central a los sillones en los que descansaban y le alcanzó una taza a cada uno, para luego tomar la propia.

Sasuke sostuvo su taza tratando de conseguir valor mediante la calidez que desprendía aquel objeto pero era en vano, las palabras parecían atrapadas en su boca y lo único que pudo hacer fue dar un sorbo al té el cual tenia un sabor exquisito, pero no estaba allí por las infusiones que preparaba su ex compañera de equipo. Motivos mucho más serios lo llevaron hasta allí.

—Bien, los escucho—Sakura se cruzó de piernas y observó a ambos hombres seriamente.

—No tengo nada más que preguntarle—Su infantil rostro se ensombreció repentinamente y Sakura lo observó preocupada.

—¿Que sucede Sanosuke?—preguntó la joven de cabellos rosas.

—No estoy interesado en conocer a este hombre, no es quien creía ni quien tú me dijiste todo este tiempo, me mentiste—Dijo el pequeño y salió corriendo escaleras arriba.

—¡Sanosuke espera!—Un sonoro portazo fue la respuesta que recibió.

No podía culparlo, las emociones que vivió esos últimos días fueron abrumadoras, por primera vez en su vida se quedó solo cuando ella fue prisionera de Koichi, eso ya debió ser un golpe duro.

Luego su padre vuelve repentinamente y solo ve como se pelean entre ellos, todo lo que ella se esforzó en enseñarle sobre Sasuke y la imagen de héroe que tenía de él fue destruida en segundos al verlo atacarla, mas de una vez.

Debía ser difícil para un niño de tres años, a menos que algo lo haya afectado recientemente, pues hasta hace unos minutos parecía estar bien, su mirada brilló con furia y se giró hacia el moreno.

—¿¡Que le hiciste!?—demandó Sakura conteniendo la rabia. Sasuke casi parecía ofendido.

—Nada, solo me preguntó dónde estuve y le respondí.

—Entonces por qué se veía tan alterado?

—Tu deberías saberlo, eres su madre—recriminó el Uchiha.

Sakura sintió furia al oírlo, por supuesto que era su madre, aquella aclaración era innecesaria y estúpida.

De acuerdo su madre era Karin, lo sabía ella y todo su circulo personal incluido el niño, pero ella fue quien cuidó de él todos estos años, sentía el derecho al menos de considerarse su madre adoptiva o protectora.

¿Quien podría dudarlo? Le había dedicado cada minuto de su vida desde que lo conoció, consoló su llanto, curó sus raspones cuando caía y le enseñó a practicar con sus primeros shurikens. Fue todo lo madre que se podía ser, y estaba orgullosa de ello.

Sin embargo ahora sentía que le hervía la sangre en las venas, ¿Cómo hacia aquel hombre para que perdiera la paciencia tan rápido? Estaba segura que años atrás él no le parecía tan molesto.

Ahora solo con que la mirase de esa forma bastaba para que quisiera practicar su Taijutsu con él, con sus brazos y piernas atadas a un tronco.

—¿Quienes le hicieron esto a Karin?

Silencio.

Todo el enojo y fastidio se esfumaron como una pequeña nube de humo que es arrasada por un huracán. La pregunta que más temía que le hiciera fue la primera, y claro que la tomó desprevenida.

Se hundió en el sillón como si este fuera un portal que pudiera transportarla a cualquier otro lugar. Agachó la mirada, dos rostros despreciables se aparecieron en su mente y quiso escupir para no tragar el mal sabor de boca que le formó aquel recuerdo.

Sasuke la observaba paciente esperando una respuesta. Sakura levantó la vista y observó fijamente las pupilas negras de Sasuke.

—Los malditos viejos del consejo, los mismos que junto con Danzo dejaron a tu hermano entre la espada y la pared.

Sasuke abrió los ojos conmocionado.

No podía ser otra vez.

Aquellos malditos nuevamente habían hecho de las suyas. ¿Pero cómo sabia Sakura lo de Itachi? Claramente se refería a aquella noche y todo lo que había tras ella, no había duda alguna.

Al observarla notó que sus ojos se habían cristalizado, el esfuerzo para que aquellas lagrimas no se escaparan de sus ojos era notorio.

—Sé lo de Itachi, lo descubrí cuando los investigábamos por el crimen de Karin, estaban presos desde entonces por alta traición pero por algún motivo Koichi y Shizen los liberaron, no me imagino por qué pero te prometo que haré todo lo posible para que vuelvan y se pudran en el calabozo del que nunca tendrían que haber escapado, realmente lamento todo lo que Konoha y sus mandatarios le hicieron a tu clan, a tu hermano y a tí—Sakura se arrodilló y luego reverenció todo lo que pudo, su frente rozando el suelo, intentando demostrarle al Uchiha cuanto lamentaba todo lo ocurrido pese a que ella no tuvo nada que ver.

Era su deber como la Hokage de Konoha enmendar los errores de sus antecesores y evitar a toda costa cometerlos nuevamente.

El Uchiha no dijo ni una palabra, era un tema delicado del cual no le agradaba hablar ni mucho menos que le hablen, aquella herida palpitaba en su corazón, no creía que sanaría nunca y le hacía enfurecer como pocas cosas, una vez mas se preguntaba seriamente si había hecho lo correcto al volver.

—Podría pedirte…-Sakura dudó, quizás era demasiado entrometida pero necesitaba ver, entender finalmente a Sasuke—Quiero saber que es lo que pasó, ver la verdad desde tus propios ojos.

Sasuke no pudo mas que observarla incrédulo, pocas cosas lograban hacer que pierda la compostura pero últimamente Sakura tenia una increíble facilidad para lograrlo, de romper aquellas barreras de frialdad e indiferencia que construía cada día de su vida.

No estaba bromeando, sus ojos esmeralda lo observaban con seriedad, ella realmente quería ver lo que él tuvo que ver cuando se despidió de Itachi años atrás. Pero la pregunta era: ¿Por qué?

Era evidente que conocía la verdad pues ella misma se lo había confirmado con sus palabras, entonces ¿Cual era el motivo que la impulsaba?

Sakura carraspeó y desvió la mirada de los ojos carbón de él, no notó que no dejaba de observarlo intensamente, pensó entonces hace cuanto tiempo no lo miraba como ahora.

Nada romántico -quiso creer- sino mas bien porque desde que se conocen hace casi 15 años, en su gran mayoría, las duras circunstancias de la vida los mantuvieron lejos el uno del otro.

—Lo siento, creo que me pasé de la raya.

—No es eso, me has sorprendido—Sasuke flaqueó con sinceridad, era innegable, su petición lo encontró totalmente desprevenido.

Sakura volvió a observarlo apenas la masculina voz salió de sus labios, sintiéndose reconfortada por no haber parecido una entrometida.

—¿Estas segura?—Esta vez fue Sakura quien quedó sorprendida con la pregunta, pero rápidamente asintió.

Sasuke se puso de pie, con sus casi dos metros de altura se veía realmente imponente, sobretodo desde donde se encontraba sentada.

El moreno acortó la distancia que los separaba rodeando la mesa de café que descansaba en el centro, y se sentó junto a ella en el sillón de dos cuerpos que decoraba la sala de estar de su hogar.

La Hokage tragó saliva ante el repentino acercamiento del hombre. Rogó que él no se diera cuenta.

Sasuke activó su Sharingan y dejó ver su Rinnegan, a Sakura le atravesó una pequeña puntada en el alma pues la ultima vez que cayó en un Genjutsu suyo fue cuando intentó -vanamente como la primera vez- detener al Uchiha, confesando su amor y dejando su corazón y sentimientos expuestos como la herida que quemaba en su brazo en aquel entonces.

La respuesta de él fue un Chidori atravesando su corazón, aunque fue una ilusión le hirió tanto como si hubiese herido su cuerpo realmente.

Aun hoy en día cuando tenia pesadillas que, no muy recurrentes pero si nítidas, arrebataban su sueño en la noche y hacían que despertara agitada y con lagrimas en sus ojos.

Eran esas noches, como cuando era la pesadilla de la muerte de Karin lo que le provocaba insomnio, que iba hasta la habitación de Sanosuke por un poco de consuelo, al ver sus rostro tranquilo y relajado, solo entonces volvía a su habitación a intentar conciliar el sueño.

Él era quien le daba paz a su alma.

El Uchiha miró sus ojos jade una última vez antes de que todo comenzara como una película que se repetía eternamente una y otra vez en su mente, él ya se había acostumbrado a los recuerdos pero no estaba seguro de cómo podría reaccionar Sakura.

El sonido de una cascada zumbó en sus oídos y las imágenes comenzaron a tomar claridad, podía ver a lo lejos a Itachi Uchiha junto a un muchacho al que no lograba verle el rostro desde su posición, pero el abanico distintivo en su espalda le dio un indicio de que era alguien cercano a él, al menos pertenecía al mismo clan.

"—Parece que ya no hay modo de impedir el golpe de estado de los Uchiha, si una guerra civil ocurre en Konoha seguro que otros países atacarán y esto será una guerra. Justo antes de poder usar el Kotoamatsukami para detener el golpe, Danzo me robó mi ojo derecho... No confiaba en mi... Busca defender la aldea a su propia manera, y seguramente vendrá por mi ojo izquierdo también, por eso quiero dártelo a ti, sólo puedo confiar en mi mejor amigo, protege nuestra aldea y a nuestro clan.

La imagen se oscurecía lentamente, entonces aquel joven fue el mejor amigo de Itachi, Shisui. Recordaba vagamente que en los recuerdos de Danzo había visto a ese muchacho, él quería salvar a su clan y le arrebataron la posibilidad junto con su ojo derecho.

Reconocía aquel lugar, era el despacho que perteneció al consejo y que se usaba para reuniones importantes, registraba a las cuatro personas sentadas en aquellas sillas, allí estaba uno de sus antecesores junto a los tres sujetos que arruinaron innumerables vidas.

"—Esto ya es inaceptable.

—Koharu espera, no te apresures en las conclusiones.

—Sin embargo Hiruzen ya no podemos parar a los Uchiha, en ese caso debemos impedir el caos acabando con todos ellos lo más rápido posible, incluyendo los niños...

—No digas eso frente a Itachi, tiene que haber una solución, pensaré en un plan... Itachi, intenta ganar tanto tiempo como puedas."

Sakura apretó los dientes y observó con desprecio a Danzo, aunque fuera un recuerdo no podía evitar sentirse asqueada por la despiadada frialdad con la que ese sujeto manejó aquel tema tan delicado, era la primera vez que se alegraba tanto de que alguien estuviera muerto.

Por otro lado agradecía que el Tercer Hokage haya hecho todo lo posible por evitarlo, en los recuerdos de Danzo no pudo saber con exactitud que era lo que el Hokage pintaba en aquel asunto, ahora se sentía mas tranquila.

Negro nuevamente.

Sakura se preguntaba que vendría ahora, sus manos sudaban.

Aquel recinto era privado, no recordaba haberlo visto antes, la luna se erguía en el cielo, brillante y solitaria, Danzo e Itachi se observaban a la distancia con cautela.

"—Aunque no se llegue a una guerra se ordenaría la aniquilación de todos los Uchiha por haber intentado el golpe de estado. Incluido tu hermano pequeño."

Dos enormes e imponentes estatuas se distinguían al lado de cada hombre.

"—Unirse a los Uchiha, lanzar el golpe de estado y morir todos juntos, o unirse a Konoha, preservar la vida de tu hermano menor y ayudar a aniquilar a los Uchiha, tenemos que actuar antes de la mañana, eres el único ninja que puede hacerlo."

Sakura sintió un malestar en su estómago, aquello era demasiada información que aunque en parte conocía, verla de cerca con sus propios ojos era muy diferente, y se preguntó si realmente había estado preparada para esto.

"—Itachi será una misión muy dura para ti, pero a cambio podrás salvar a tu hermano, ¿Aceptas esta misión?

Solo entonces notó que Sasuke estaba tras ella y eso la impactó ¿Desde cuando estaba ahí? ¿Acaso todo este tiempo estuvo tras su espalda?

Bueno, quizás no tras ella físicamente pues sabia que ambos en realidad estaban sentados en el sillón de su hogar, pero se refería a aquella ilusión que se proyectaba en sus recuerdos.

No tenia la necesidad de estar allí "presente" y eso le llamaba poderosamente la atención. ¿Por que quedarse ahí con ella?

Todo se volvió negro nuevamente y estuvo así durante varios minutos, Sakura creía que aquello había sido todo pero aun podía sentir la presencia de Sasuke, quizás esperaba que ella se liberara sola del Genjutsu, o tal vez lo que aun debía mostrarle era muy duro para él, así que se limitó a quedarse en silencio.

Antes de darse cuenta sus ojos se acostumbraron a la tenue luz de la luna filtrándose en el ambiente, aquel era un hogar muy elegante y acogedor, ¿Donde estaba?

Frente a ella a escasos centímetros de su rostro se encontraba una puerta, volteó hacia atrás y se sorprendió al notar que Sasuke ya no estaba. Tragó saliva y deslizó las puertas con cuidado.

La imagen de Itachi apuntando con su espada a dos personas se clavó como un kunai en su alma y su cuerpo tembló levemente.

"—Entiendo, ¿Así que estas de su lado, no?

—Madre, padre yo..."

Sus padres, aquellos eran los padres de Itachi, los padres de Sasuke, los abuelos de Sanosuke. Vagamente los recordaba de cuando era pequeña, había olvidado lo parecido que era Sasuke a su madre.

Apretó los labios. Sus ojos comenzaron a arder.

"—Lo sabemos, Itachi.

—Itachi haznos una última promesa... que cuidarás de Sasuke.

—Entendido..."

Las manos del joven Uchiha comenzaron a temblar, el repiqueteo de la katana taladraba sus oídos y Sakura no pudo mas que caer de rodillas en su sitio, las lagrimas acumuladas en sus ojos se deslizaron al mismo tiempo que las de Itachi.

"—No temas, es el camino que elegiste, y nuestro dolor a diferencia del tuyo terminará en un instante. Aunque nuestros modos de pensar sean distintos me siento orgulloso de ti... eres un chico tan bueno..."

Sakura cerró los ojos en el instante en que el filo de la katana de Itachi atravesó la carne. Se tapó la boca con ambas manos y ahogó un sollozo, las rebeldes lagrimas se deslizaban sin control por su rostro y se sintió enferma.

La puerta abriéndose detrás suyo la alertó, cuando giró su cabeza la imagen de un Sasuke de escasos ocho años se grabó a fuego en su mente, luego todo se volvió oscuro.

"Ya no mas" rogó la pelirosa, era demasiado, sabía que la historia de Itachi y Sasuke fue dura, complicada y desdichada pero jamas se esperó todo este dolor. Aquella familia fue víctima de la peor tragedia que podía imaginarse.

Sentía los latidos de su corazón palpitando sin control, el cuerpo le temblaba, anhelaba que aquello termine, quería y necesitaba hablar con Sasuke, decirle que era consciente de su dolor, que lo lamentaba profundamente, que lo entendía y se sentía estúpida por lo inmadura que fue hace años.

Pero al parecer aquello no acabaría tan pronto, la luz apenas alcanzaba sus ojos, una cueva húmeda y calurosa la recibía.

Caminó un par de pasos y su cuerpo se tensó al ver a Kabuto a lo lejos, estaba inmóvil, como en trance, instintivamente se puso a la defensiva, pero fueron las figuras de Itachi y Sasuke lo que acaparó toda su atención. El Uchiha mayor desprendía una luz, la reconocía.

Aquella luz significaba que el Edo Tensei había sido liberado, y los caídos que fueron obligados a regresar a este mundo eran libres. Sasuke se veía sorprendido, su rostro no se molestó en disimularlo, aquel gesto le pareció totalmente genuino, no había porqué fingir, ni mantenerse estoico si estaban ellos solos, dos hermanos separados por la tragedia.

"—Te he contado toda la verdad. Siempre te mantuve alejado con mis propias manos... no quería que te vieras envuelto... Pero ahora creo... que tal vez tú podrías haber sido capaz de cambiar a nuestro padre, madre... los Uchiha... Si te hubiese enfrentado desde el comienzo... tratando de ver las cosas desde tu punto de vista y hablado contigo de la verdad... Pero fallé, y no importa lo que diga ahora, aun así, no te alcanzará. Es por eso que finalmente voy a decir lo que realmente pienso: No tienes que perdonarme... no importa lo que decidas hacer a partir de ahora... yo te amaré por siempre"

Apenas podía oír lo que Itachi decía, pero su voz grave lograba llegar a sus oídos. No quiso acercarse más porque sentía que era una intrusa de aquel momento, podía imaginar cuanto le costaba a Sasuke mostrarle aquello, el ultimo instante de intimidad con su hermano.

Su despedida.

Sasuke abrió los ojos, inconscientemente los cerraba cada vez que aquellos recuerdos ocupaban su memoria, estaba seguro que jamas superaría aquel dolor, aunque llegase a perdonar y perdonarse, aunque siguiera adelante en su vida su alma jamás sanaría.

El rostro desconsolado de Sakura lo sorprendió, las lagrimas de la joven se deslizaban lentamente por sus mejillas hasta perderse en su mentón. Estaba consciente que aquel asunto era delicado e incluso si se quiere ver de aquella forma, trágico.

Pero nunca imaginó que le afectaría tanto a ella, que no fue participe ni culpable.

Antes de poder reaccionar sintió la calidez del cuerpo de Sakura contra el suyo, los delgados brazos de ella rodeándolo, el perfume de su cabello inundando sus fosas nasales. Se quedó petrificado, escuchaba los sollozos de Sakura contra su hombro y sentía la humedad de sus lagrimas atravesarle la ropa.

—Yo... Lo siento... Lo siento tanto Sasuke-kun—La voz de Sakura salió entrecortada por el llanto y si no fuera porque estaba al lado de su oído no la habría escuchado, pues sonaba como un débil susurro—Nunca...Jamás imaginé todo lo que has sufrido... Lo que sufrió tu familia y tu hermano—con cada palabra que salia de sus labios el abrazo se hacia mas fuerte, las delicadas manos de Sakura, una en su espalda y la otra en su nuca le generaron un escalofrió en su cuerpo.

Hace tanto tiempo que no sentía sus manos, no podía creer que aun provocaran en él aquella sensación.

—Créeme que comprendo—la voz femenina sonaba sincera y Sasuke no encontraba una respuesta adecuada—Hubiese dado mi vida para que no siguieras aquel camino lleno de oscuridad y soledad, para que te quedaras en Konoha y pudieras ser feliz... Pero ahora entiendo porqué lo hiciste...

El Uchiha no respondió y Sakura no dijo nada más. La mirada carbón de él se perdió en un punto fijo sin realmente prestar atención a lo que estaba observando, por millonésima vez en su vida se preguntó como habrían sido las cosas si se hubiera quedado hace ya tantos años, si hubiera aceptado la promesa de Sakura.

Quedarse a su lado y permitir que lo haga feliz.

Sin meditarlo demasiado correspondió aquel abrazo, se permitió un instante de debilidad ante ella, la mujer que estuvo siempre para él, aquella a la que rechazó e hirió un sin fin de veces, y se sintió como basura, no la merecía a ella ni a Naruto.

Sakura sintió aquel abrazo como un bálsamo en su alma, de repente todo parecía estar bien en su corazón, disfrutó nuevamente de aquella compañía como si fueran dos seres con una intimidad que ningún otro comprendía. Y así quiso creerlo al menos, ahora ella sabía toda la verdad, conocía algo tan privado de Sasuke que quizás nadie mas conocía y eso le alegraba.

Pero rápidamente recordó que ahora estaban en el mundo real y las cosas no eran tan fáciles como desearía. Se separó del Uchiha y lo miró fijamente a los ojos, con una determinación que jamás había sentido antes, definitivamente ella de alguna forma enmendaría las cosas.

—Se que Homura y Koharu también son culpables de lo que ha sucedido, junto a Danzo humillaron y orillaron a los Uchiha al golpe de estado, y cuando estuvieron seguros de que lo harían obligaron a Itachi a acabar con todos, bien... de Danzo ya te has encargado, pero de aquellos malditos ancianos me encargare yo...

A Sasuke no le agradó ver que Sakura hable de venganza, no es lo que esperaba de ella.

La venganza destruye al vengador.

—Aun así tenga que dar mi vida... ellos pagarán por lo que hicieron—La Hokage tenía la determinación de Naruto cuando se proponía algo de lo que nadie podría hacerlo retractar pero Sasuke no se sintió tranquilo con la idea de que Sakura nuevamente arriesgara todo por él.

Sentía que no merecía la bondad de ella.

Pero antes de poder objetar algo ella se puso de pie y tomándolo del brazo lo obligó a levantarse. Con suavidad tiró de el guiándolo a través de la sala hacia las escaleras, y el Uchiha se puso nervioso ya que no sabia a donde lo quería llevar.

Se dejó hacer, subieron lentamente los escalones hasta llegar al primer piso del hogar, caminaron por un corto pasillo hasta llegar a una habitación, Sasuke tragó saliva disimuladamente, Sakura entreabrió con suavidad la puerta lo suficiente para distinguir a Sanosuke dormido, a su lado sobre la mesita de noche que acompañaba su cama se encontraba la vieja foto del equipo siete.

Sasuke se sorprendió al distinguir aquella imagen pero fue la voz de Sakura quien lo trajo nuevamente a la realidad.

—Siempre le hablé a Sanosuke de ti... eres su héroe aunque ahora esté un poco molesto... debes entender todo lo que ha pasado... sólo dale un poco de tiempo, date una oportunidad... te mereces dejar todo atrás... el pasado es eso, no lo podrás cambiar ni puedes vivir de el... solo sigue adelante.

—¿Crees que es tan fácil?

—No, no lo es, es jodidamente difícil pero...—Sakura posó sus ojos sobre el infante que dormía, ajeno a la conversación de los adultos—al ver sus ojos lo sabrás... trataras de ser la mejor versión de ti mismo por él, estoy segura de eso.

Sasuke quiso creerle, realmente lo quiso, pero no estaba tan seguro de eso, era mejor ser sincero con ella desde el principio, parte de su redención era hablar con la verdad y quería comenzar con ella.

—No creo que pueda ser un buen padre—casi susurró el Uchiha, Sakura volteó a verlo rápidamente.

—Sasuke-kun, nadie sabe amar como tú—Sasuke la observó desconcertado—Amaste tanto a tus padres como para intentar vengarte de tu hermano, y a él lo amaste como para estar dispuesto a destruir el que fue tu hogar... y fue ese amor el que te hizo recapacitar. Yo no tengo dudas de que si te das la oportunidad, amaras a ese niño tanto como yo.

Sakura le sonrió de una forma que solo ella sabe hacerlo, amplia y genuinamente.

Y Sasuke no pudo evitar recordar las palabras que una vez le dijo el Primer Hokage durante la guerra "Nadie ama como los Uchiha, pero perder aquel amor hace que caigan en la desesperación"

Arriesgarse a amar nuevamente, ¿Era capaz de eso? De lo único que estaba seguro es de que no podría hacerlo solo.

El Uchiha fue incapaz de ahondar en el asunto y sus pensamientos, Sakura se veía mas pálida que de costumbre y en su frente se notaban gotas de sudor, aunque trató de evitarlo se preocupó pues conociendo a Sakura y sabiendo que era un medico ninja las heridas de batalla ya deberían haber sanado.

—Sakura...—Sasuke no pudo continuar ya que la Haruno se desplomó en el piso, rápidamente el moreno la sostuvo entre sus brazos, recordandole la noche en el hospital, cuando la luz de la luna iluminó sus facciones y sus cabellos rosados rozaban su rostro gentilmente.

Apartó aquellos pensamientos de su mente y se aseguró que el infante no se haya despertado, cuando estuvo seguro de que Sanosuke dormía profundamente llevó a la pelirosa hasta el sillón donde hace minutos estuvieron hablando, por alguna extraña razón no se sentía cómodo al imaginar entrar a su habitación y recostarla en su cama.

El té ya se había enfriado pero poco le preocupaba a Sasuke aquello, estaba a punto de buscar un paño con agua fría para la pelirosa cuando esta lo detuvo jalando de su camisa.

—Sasuke-kun—susurró la Hokage—disculpa... no quería preocuparte.

—¿Te sientes bien?

—Si—mintió, se sentía terrible, aun sin usar una gota de chakra podía sentir como el veneno de Koichi recorría su cuerpo. Cada músculo le dolía y tuvo que hacer un esfuerzo sobrehumano para sonar convincente.

Sasuke no era estúpido, siempre pudo ver a través de las mentiras de ella, no sabia que era pero podía saber exactamente cuando ella trataba de hacerle creer que estaba bien cuando no lo estaba. Aunque no pudo confrontarla pues oyó unos golpes en la puerta principal.

Tanto Sakura como Sasuke observaron el pasillo que conectaba con la puerta de entrada, y sin titubear Sasuke salió de la sala pese a que le dijo que podía encargarse ella misma.

Grande fue su sorpresa al ver a Kakashi del otro lado, quien se mostró sorprendido al ver a su ex alumno en el hogar de Sakura.

—Kakashi— dijo simplemente el moreno.

—Sasuke—respondió el Jonin—Que sorpresa, no esperaba verte por aquí a estas horas.

—Lo mismo digo—El tono irónico no pasó desapercibido ante los oídos del ninja copia, quien sonrió disimuladamente, el Uchiha se percató de su comentario y rápidamente cambió su expresión sarcástica.

—Necesito hablar con Sakura—dijo simplemente el peliplateado y Sasuke asintió, aunque no estaba completamente seguro de si ella estaba en condiciones de recibir a alguien lo dejó pasar porque no quería que se malinterpretaran las cosas y Kakashi saque conclusiones que no eran.

Además estaba completamente seguro de que entre ellos había una intimidad implícita que no sabia -o quería- explicar.

Siguió a su ex sensei por el pasillo, no hizo falta guiarlo, el Hatake se manejaba como si aquel fuera su hogar, como si hubiese estado allí muchas veces, lo cual le hizo preguntarse que tanto la visitaba a Sakura.

¿Lo hacia seguido? Y si fuera así ¿Era siempre tarde como ahora? ¿Sanosuke veía a Kakashi como un padre también?

Sacudió levemente la cabeza, no estaba seguro de como reaccionar llegado el caso de que todas las respuestas fueran afirmativas.

Sakura se veía mucho mejor que hace algunos minutos, se había incorporado, el rosa de sus mejillas había vuelto y sus ojos se veían menos opacos que cuando la recostó en el sillón. Aunque se vio genuinamente sorprendida de ver allí al ninja copia.

—Kakashi.

—Hola Sakura, ¿Tienes unos minutos para hablar?

—Si...claro—la respuesta de ella no sonó tan convincente como hubiese querido.

El Uchiha rápidamente notó la mirada de la Hokage y se sintió incomodo, claramente aquella era una señal de que quería que los dejara a solas, no necesitó decirle una palabra él comprendió perfectamente, y le ofendió.

—Yo ya me voy—dijo Sasuke y se dirigió hacia la salida, la voz de Sakura zumbó en sus oídos.

—Sasuke-kun—El Uchiha se detuvo aunque no volteó a verla—Hablaré con Sanosuke, no te preocupes.

—Hn—contestó simplemente y desapareció del umbral de la sala, seguido del sonido de la puerta al cerrarse.

Tras algunos segundos de silencio Kakashi observó a Sakura, la arruga que se formaba al rededor de su ojo indicaba que aquello le causaba gracia.

—Eso fue interesante—comentó el peliplateado con cierta burla. Sakura soltó un bufido.

—Cierra la boca—Sakura desvió la mirada molesta—Me preguntó por Karin... y yo le pregunté por Itachi.

Kakashi se sentó frente a la Hokage

—¿Y como te fue?

—Terrible...—Sakura sacudió la cabeza—Pero no quiero recordarlo nuevamente...—le dedicó una mirada curiosa—¿Que haces aquí, por cierto? No sueles visitarme a estas horas.

El rostro de Kakashi cambió abruptamente, y podía sentir la seriedad de él a través de la máscara.

—Tsunade me contó todo.

Si, se lo que estas pensando, es esto una alucinación? Realmente esto está sucediendo? Esta maldita escritora acaba de actualizar su historia después de casi 3 años? La respuesta a todo eso es SI.

HOLA LECTORAS. Espero que sus vidas no hayan sido tan caóticas como la mía, que me obligó a posponer mi historia tantos años, se que quizás no se lo estén preguntando y cualquier cosa que pueda escribir aquí sonará a excusa pero no se imaginan la cantidad de cosas que pasaron este corto (aunque eterno para ustedes) tiempo, pero en breves palabras, me mudé 3 veces a diferentes ciudades, tuve cuatro trabajos (incluso 2 al mismo tiempo durante meses) y recientemente soy madre de un hermoso varón de escasos cinco meses, así que si, un poco quiero justificar mi ausencia o al menos aclarar que toda esta ausencia tuvo sus buenas razones.

En fin no quisiera extender el asunto porque se que he sido muy mala con ustedes mis fieles y castigadas seguidoras. Pero yo se que prometí terminar esta historia no importa el tiempo que lleve yo lo voy a cumplir, no quiero darles basura siendo que ustedes no se lo merecen pero realmente había perdido mis musas inspiradoras.

Es la verdad y nada mas que la verdad, por eso de antemano les pido disculpas si este tan esperadisimo capitulo no cumple sus expectativas, pero me fue muy difícil retomar el ritmo, los próximos estarán mejor desarrollados y serán dignos de su amor incondicional.

Gracias por todo y espero que lo disfruten, hasta el próximo capitulo ;)

Sakuurachan-Uchiha.