Esta historia comienza en una fría noche de invierno. La pequeña y adorable adolescente Konata Izumi volvía de una exhaustiva tarde en el instituto. A diferencia de otros días donde estaba acompañada de sus buenas amigas, esta vez iba sola, no por haberse peleado con sus amigas, las hubieran asesinado o algo peor, sino porque Kagami y Tsukasa tenían que hacer unos recados urgentes que les habían mandado sus familiares por la tarde y Miyuki estaba resfriada y no pudo ir a clase ese día. Aburrida por esto, mientras caminaba hacia su casa miraba para entretenerse las pocas estrellas que había en el cielo, ya que es bien sabido que en las ciudades suelen verse poco, mientras pensaba en un tema que siempre había ocultado a sus seres queridos.

Ella aun echaba de menos a su madre, Kanata Izumi. A pesar de haberle dicho a los demás que no se sentía sola sin la ausencia de ella, o que no la recuerda, en realidad sentía como un vacío en su interior, que solo su madre podría llenar, pero que resignada sabia que nunca llenaría, ya que desgraciadamente Kanata estaba muerta. De pronto, vio como una estrella fugaz, y al verla pidió un deseo.

"Querida estrella de la suerte, se que este deseo te parecerá imposible y extraño, pero me gustaría con todo mi corazón que mi fallecida madre resucitara y pudiera estar conmigo de nuevo." Deseo la joven otaku desde el fondo de su corazón. Obvio, sabía que los muertos no podían regresar a la vida así sin más, pero realmente soñar no costaba nada.

Tras pedirlo, siguió su camino y regreso a su casa. Se ducho, ceno, y se acostó. Normalmente después de cenar ella se viciaría a algún videojuego o a ver alguna serie de anime hasta las tantas de la madrugada, pero ese viernes no podía jugar ya que parece ser que los juegos que solía jugar online tenían hoy los servidores apagados debido a un inesperado fallo técnico con lo cual tenían que hacer mantenimiento hasta el Sabado por la tarde y en la tele solo echaban un especial de las nuevas estrellas de la temporada de beisbol bastante aburrido en vez de su programación favorita de anime, y que al parecer, iba a ir para largo, muy para el disgusto de Konata.

Mientras tanto, en un lugar muy lejano, en el cielo, un poderoso ayudante de Dios había creado una sorpresita para nuestra protagonista y para su fallecida madre.

"Kanata Izumi, por favor venga aquí" llamo el ayudante

"He venido lo más rápido que he podido. ¿Qué quieres de mí?" Kanata decia mientras anunciaba su presencia

"Tras mucho tiempo, y gracias a mi duro trabajo y permisos de mi superior todopoderoso, finalmente he podido lograr que almas creadas con menos de 100 años de anterioridad y que sean buenas y bondadosas como la tuya puedan volver al mundo mortal cuando quieran durante un muy extenso periodo de tiempo. Te he llamado ya que sé que tú querías volver con tu familia." Le anuncio alegremente a Kanata

"No creo que me apetezca volver, ha pasado ya demasiado tiempo desde que mori" Kanata respondio algo resignada y preocupada

"¿Porque niegas esta oferta? Creía que tú no dudarías en volver con ellos si se presentara la posibilidad de hacerlo, sin importar el tiempo que haya pasado" preguntaba algo curioso el ayudante tras oir la respuesta de Kanata

"Eso es cierto, pero temo de que ellos se hayan olvidado de mí, sobretodo mi hija y mi marido." Lamentaba Kanata bastante

"No seas tan negativa, adorable angelita. De hecho, acabo de enterarme de parte del todopoderoso de algo que quizá pueda sorprenderte. Parece ser que tu hija quiere volver a estar contigo, o al menos eso es lo que me dijo que escucho tras oir un deseo suyo que pidio a una estrella de los deseos esta mismo anochecer" Afirmaba el ayudante.

"¿Que acabas de decir, que a mi hija le gustaria reencontrarse conmigo?" Preguntaba Kanata sorprendida al escucharle

"Afirmativamente. De hecho se siente sola sin tu presencia. Aun ocultandole esos sentimientos a sus familiares o amigos, en el fondo ella desearia estar contigo. Lo ha ido ocultando desde que tenía como 10 o 11 años, para no salir más afectada de lo que ya estuvo en su dura infancia, sufriendo bulling por parte de los otros alumnos especialmente en el día de las madres, día que más sufría la pobre, y para no preocupar más a tu esposo ni preocupar a sus amigos." Le informaba a la fallecida madre con un aire un poco triste

"Asi que todo este tiempo… dios… jamás pensé que sufriría tanto mi hija sin mi presencia." decia aun sin poder creerse la información que le había llegado

"A pesar de todo lo que ha sufrido, ha podido llegar a una felicidad media, disfrutando con las cosas que le gusta, como el anime, los videojuegos y otros gustos aparte de ganarse unas pocas pero muy buenas amigas. Pero aun así, siente como si todavía le falta algo, y ese algo no es un novio o novia precisamente, es el amor ausente de una madre amorosa. Lo hubiera tenido, de no ser por aquel desafortunado incidente." Recordaba el ayudante tras recordar un informe celestial con el caso de Kanata.

"Si, aquel conductor ebrio que me atropello justo cuando me dieron el alta del hospital, costándome la vida. Al menos ya está sufriendo en el infierno por destrozarle la vida a bastantes personas" Decía Kanata algo molesta, ya que le molestaba que le recordaran como murió

"Entiendo, pero en fin, con todo esto dicho tan solo me queda preguntar ¿quieres aprovechar esta oferta y tener una segunda oportunidad o prefieres seguir quedándote aquí en el paraíso esperando por bastante tiempo?" preguntaba con algo de impaciencia el ayudante hacia Kanata para saber de su decisión final. Kanata lo penso mejor, y finalmente dijo:

"Lo he decidido, quiero resucitar, y no solo porque aquí me siento sola y deprimida sin mis seres queridos que aun están vivos, sino también porque se que si vuelvo pueda mejorar la situación emocional de mi adorable y canija hija" decidiendolo bastante decidida

"Perfecto. Tan solo unas cuantas cosas que me gustaría mencionar… Sé que no compartes algunos gustos con tu hija, con lo cual te pido que no intentes cambiarlos, ella los ha desarrollado sin ti, así que por favor respétalos, como tampoco hagas nada grave que pueda dañar vuestra relación madre-hija. Sobre tu esposo, bueno, digamos que debería dejar bastantes costumbres loliconeras, creo que tal vez pueda parar o controlarse cuando vuelvas a la vida, pero aun así échale un ojo por si hace alguna tontería." menciono el ayudante con algo de preocupación.

"Entendido (Sojiro, ya puedes ir despidiendote de tu álbum secreto de lolis, ira derechito al fuego, que se donde esta el sitio secreto en donde lo guardas hehe)" pensaba Kanata algo maliciosa.

"Post data: Para que no haya algún alboroto de prensa sobre muerta vuelta a la vida y esos líos que solo os podrian traer problemas, dios ha decidido ayudaros usando su poder para que sea una noticia mundial para todos los espíritus sin tener que molestar a cada jodida familia." Aclaro el ayudante por última vez tras darse cuenta de que podria suceder una situación molesta "¡Ahora disfruta de tu segunda oportunidad Kanata!"

Kanata Izumi se preparo y se fue del cielo a nuestro mundo mortal en la noche invernal, al mismo tiempo que otros espíritus se fueron también del cielo por otros caminos. Ella no tardo mucho tiempo en llegar a la ciudad donde su familia residía, ya que los espíritus pueden viajar a largas distancias en escaso tiempo. Llegando a su casa, se encontró con un gatito blanco perdido en una caja casi destrozada y desgastada. El gato era muy pequeño y redondito, de un color blanco como la nieve que cubría las heladas calles, y estaba triste por haber sido abandonado en tan fría noche. Sintiendo compasión por la inocente criatura, Kanata decidió adoptarlo y llevarlo a su calido hogar, ya que le daba pena que un ser tan pequeño, tierno y adorable estuviera solo en medio de esa fría noche y sin calefacción, aparte sabía que su hija siempre quiso tener uno.

Entrando a su casa, ordeno sus cosas con mucho silencio y decidió irse a dormir tras descubrir que sus seres queridos estaban dormidos en un profundo sueño. Opto por dormir con su hija, ya que ella había pedido el deseo de volver a estar con ella, además de que le quería dar una pequeña y agradable sorpresa. Se metió en las suaves sabanas de su cama y reposo al lado de su hija, abrazandola tiernamente y acariciando su cabeza suavemente, con cuidado de no interrumpir el sueño de su hija, mientras que a Kanata le costaba dormisrse, los nervios por saber cómo reaccionaría su hija al ver que su adorada madre había regresado no le dejaban descansar, por no hablar de lo emocionada que estaba al estar de nuevo con su familia.

A la mañana siguiente, a las 9:30 de la mañana, Konata despertó de su largo sueño. Sentía como si hubiera bastante tiempo que no durmiera tan bien, ya que se sentía calentita en cierto aspecto. No era por el frio exterior, ya que dormía con camiseta de manga corta y estaba bien tapada, sino porque sintió que algo agradable y enternecedor estaba calentando agradablemente una parte vacía de ella misma, provocada por la falta de una figura materna, y que extremadamente aun seguia sintiendo.

No tardo mucho en notar que cerca de su cama descansaba un gato blanco. No sabía como el felino había llegado hasta su casa, ni mucho menos como accedió a su habitación, pero por alguna razón le dieron ganas de levantarse y acariciar al tierno felino, sin embargo, enseguida noto que no podía levantarse de la cama, ya que algo la tenía abrazada fuertemente pero gentilmente del torso. Sintiendo a su hija moverse, Kanata despertó.

"Es bonito despertarse al lado de un ser querido tras mucho tiempo, verdad?" dijo suavemente la voz de kanata por detrás

"¿¡eh!?" Konata reacciono sorprendida al oír una voz detrás suya. Volteo su cabeza para ver que o quién la estaba abrazando y se quedo atónita al reconocer el rostro de su madre mirándola tiernamente.

"he he, espero que no te haya asustado" Kanata dijo tímidamente

"¿Ma… Mama?" pregunto Konata sin creerse a quien tenía en frente suya

"Si mi querida Konata, tras mucho tiempo, al final parece ser que un milagro o deseo ha hecho que haya podido volver del más allá para quedarme con vosotros por bastante tiempo." Kanata respondía alegremente

"Debo seguir soñando, ¿mi madre volviendo de la muerte así sin más y abrazándome? Si, demasiado bonito como para que sea cierto " dicho esto, Konata intenta pellizcarse la cara para así despertarse, pero no pasaba nada, ya que lo que pasaba ante sus ojos estaba sucediendo realmente.

"Como habrás podido comprobar, esto no es un sueño" afirmo Kanata a su hija tras su intento fallido de "despertarse"

Tras escuchar y realizar que realmente su madre habia revivido, Konata enseguida abrazo a su madre mientras esta continuaba abrazándola y empezaba a acariciaba su cabeza suavemente y con gran ternura. Ambas chicas se pusieron bastante emocionales con el reencuentro, sobre todo Konata, quien lloraba de felicidad, ya que al fin, tras mucho tiempo su madre había vuelto para estar con ella y por bastante tiempo. Tras alrededor de unos 5 minutos, Konata le pregunto una cosa con un poco de desanimo.

"Durante todo este tiempo, estando allí… supongo que al observarme desde el cielo me habrás visto crecer o ver cómo te decepcionaba…"
" ¿Y eso?" Le preguntaba algo curiosa.

"Bueno… es que las veces en las que hable con mi padre sobre ti le había oído decir que cuando nací tu dijiste algo como de que tu no querías que yo fuese tan pequeña como tú y otaku como mi padre, y aunque lo de mi estatura no lo puedo cambiar, no me gustaría renunciar a todo lo relacionado con el mundo otaku que he ido amando en todos estos años" Le explicaba la pequeña otaku con algo de preocupación

"No te preocupes por ello Kona-chan, ya que a pesar de todas mis dudas que tuve al principio sobre eso, he visto como te has desarrollado y te has vuelto una adorable y querida jovencita bastante buena, con lo cual puedes disfrutar de tus gustos otakus cuando quieras y con mi consentimiento. También te asegurare de que no pienso contar a nadie tus secretos más ocultos y tristes que has ido ocultando a los demás a lo largo de todo este tiempo." Kanata calmo a Konata con estas palabras mientras acariciaba su azulada cabellera

"Me alegra saber eso, eres bastante comprensiva para estos temas" expreso Konata aliviada

"Aunque eso sí, he visto que Sojiro se ha pasado a veces de pervertido, que hasta me da vergüenza algunos comportamientos recientes suyos que he visto, pero creo que eso se podra remediar a partir de ahora... En fin, vayamos a desayunar, y luego de eso pasemos un buen rato madre-hija"

"Me parece una buena idea okaa-chan" Konata decia

Ambas chicas se levantaron de la cama, fueron a la cocina y prepararon un delicioso desayuno. Yutaka y el padre de Konata despertaron al poco tiempo y se sorprendieron al ver a Kanata viva. Todos reaccionaron felices ante este inesperado y bonito acontecimiento, y supuso para toda la familia un nuevo comienzo donde todo era felicidad y aprovechaban para estar con Kanata todo lo que podían ya que temían volver a perderla de nuevo como paso con anterioridad, aunque no todo fue feliz para el padre de Konata, pues Kanata había quemado su álbum de fotos lolicon y no tuvo noches locas de sexo con ella como él quería hasta que se hubiera reformado del todo, cosa que paso como un mes o dos :D

Fin