Hola.

Gracias por leerme.

Amé cada uno de sus comentarios y espero que les guste.

No se cuando vuelva a escribir una de Twilight pero les aseguro que cuando tenga una idea la pladmaré

Quizàs plantee la idea de la historia de Rosalie en El profesor o la historia de Alice aquí.

Ya no los entretengo.

A leer

Pov. Bella.

Estaba en la piscina, con el pequeño Ian, quería sacarlo pero él no quería.

Debía llevarlo con su padre.

-. Amor... es hora de ver a papá- besé su mejilla regordeta de dos años y seis meses.

-. No quiere salir?- preguntó el hombre de mis sueño y yo me giré y sonreí.

-. No... y ya tengo frío- lo miré haciendo pucheros.

-. Veamos- se acercó a nosotros y sonrió-. Vamos Ian... - tendío sus manos y en ellas habian uno de sus dulces favoritos.

-. No hagas eso... lo estas mal acostumbrando- lo reñí.

-. Entiendo- y sin mas lo sacó del agua y empezó a hacerle cosquillas.

-. Gracias- me las arreglé para salir de la piscina aún con mi prominente barriga de cinco meses.

-. Estás hermosa- me ruboricé.

El me tendió la mano y me abrazó.

-. Te amo- besó mi cabeza.

-. Y yo a ti - caminamos juntos hasta la habitación de Ian.

-. Ve a cambiarte, yo lo arreglo.

Alec era bastante sobreprotector conmigo.

Se preocupaba en exceso por mi.

Era un hombre muy guapo y bastante tierno al que amaba.

Nos habíamos casado hace un año y tres meses.

Y me sentía muy feliz a su lado.

Era lo que siempre había soñado.

Una vez me terminé de arreglar, fui hasta la habitación de mi bebé.

Alec lo trataba de peinar pero su cabello era indomable.

Se preguntarán como se llevaban ambos y dejenme decirles que Alec lo adoraba.

Ian también.

Alec era como su padre. Ojala mi padre hubiese sodo como lo es Alec con Ian, pero jamás lo hará. Ya no puede.

El falleció.

Y bueno mi padre es el señor Jenks.

Dejando a un lado las cosas tristes volví a mirar a Alec e Ian.

Un tiempo le dijo papá, pero el dió y dió hasta que le dijo Alec.

Aunque yo se que le encantaba que le dijera papá, quería evitar problemas con Edward.

Ambos no se llevaban nada bien.

Y era de entender.

-. Te llevo- siempre lo hacía y a mí me parecía perfecto.

Pov. Edward.

Estaba esperando a Bella.

Tenía que traer a Ian.

Mi hijo.

Era un bebé muy inteligente.

Y lo adoraba.

Aunque no me agradaba para nada su cercanía con el Vulturi muy poco podía hacer.

Aunque viendolo por el lado amable, no tendría problemas en matemáticas...

El timbre de la puerta me avisó la presencia de alguien.

-. Yo voy!- dijo Victoria.

Mi esposa.

Si, ella era mi asistente y bueno una noche ambos terminamos teniendo sexo y ella al día siguiente trató de renunciar. Alegaba que esto no era profesional y demás.

Obvio que no se lo permití. Ella me gustaba.

Me ayudó a curar mi corazon y a olvidar mi amor por Bella.

Nos habíamos casado hace seis meses.

Luego de un año de relación. Mi madre la apreciaba al igual que mi familia. Y cuando le propuse matrimonio ella aceptó muy feliz.

Ella adoraba a Ian, le parecía el bebé mas tierno del mundo.

Y era cierto.

Era mi hijo.

-. Bella!- la saludó.

Ella no sabía nada de mi relación anterior con Bella y era mejor. Tenía miedo de que me dejara.

Pero dejando atras eso, me centré en mi hijo.

-. Papá- corría hasta mi y lo tomé en brazos.

-. Ian- besé su mejilla.

Y saludé a Bella con un asentimiento. Viéndola, recordé todo lo que hizo por mis hermanos y por mi.

Todos le estabamos eternamente agradecidos.

Nos había dado una nueva oportunidad.

-. Gracias por traerlo- le dije y ella asintió.

-. Lo lleva usted?- ella seguía llamandome sr. Cullen, pero eso no importaba. No había tal confianza para que ella me llamara por mi nombre.

-. Si te lo llevo el lunes- ella asintió y se marchó luego de despedirse de Ian.

Pasamos la tarde jugando y viendo televisión.

Luego de todo esto, Ian cayó dormido y lo llevamos a su habitación.

Pasamos frente a la puerta misteriosa.

Victoria no me dejaba entrar.

-. Acostemos a Ian- dijo robandome un beso.

-. Lo que digas- lo arreglamos y acostamos, luego ella me llevó a esa habitación.

-. Mira- abrió la puerta y me quedé de piedra.

-. Oh por Dios!- la tomé en brazos y la besé demandantemente.

-. Dímelo- tomé su cabeza entre mis manos.

-. Estoy embarazada- sonrió y la besé.

-. Te amo- le dije y ella rompió a llorar. Era la primera vez que se lo decía.

Sonreí.

Me sentía completo.

Lo tenía todo por fin.

Sin necesidad de forzarlo.

Y eso me hacía un hombre muy feliz.

Ella era mía en cuerpo y alma.

Victoria, era Mía y el que osara en quitarla lo aplastaría con mis propias manos si era necesario.

No por algo me llamaba Edward Anthony Cullen Masen.

Pov. Bella.

Llegué a casa el sábado y me sentí envuelta por unos fuertes brazos.

-. Hola princesa- sonreí y me giré-. Te extrañé- besó mi cuello.

-. Y yo a ti- lo besé y él me condujo hasta la terraza y me señaló el cielo.

-. Pide un deseo- dijo a mi oído.

"Estar contigo siempre hasta el final de mis días"

Y lo besé.

Había comprendido que todos tenemos un proposito en esta vida y creo que el mío era librar a el sr. Cullen de su prisión. Dejarlo ser feliz y de verdad me alegraba por el.

Me sentía en paz con mi vida y tenía unas inmensas ganas de vivir y hacerlo al lado de mis hijos y el hombre que amo.

Bueno hasta aquí la historia.

Gracias por leerme y pido disculpas por disculparme en el capitulo anterior.

Gracias por leerme y espero que me lean en la proxima historia que subiré.

No creo que escriba una historia de Twilight en tiempo ya que no tengo ninguna idea.

Cuando la tenga la plasmaré.

Besos.