Capítulo beteado porVhica, Betas FFAD

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Los personajes de la Saga Crepúsculo le pertenecen a Stephenie Meyer, la trama y cualquier personaje fuera de la saga, son de mi autoría.

Papá por elección.

Epilogo

—Uyy me muero, míralo ahí está. Vamos, necesito robarle un beso rápido.

—Alexandra compórtate, estamos en un centro comercial. Cualquiera te puede ver.

—Sabes cómo me pone él, se me olvida todo.

—Sí, pero recuerda que nuestros papás andan cerca y no queremos ver al tío Oso o a mi papá, en una de sus escenas de celos.

—Está bien, entiendo; pero míralo, a poco me vas a decir que Chris no está como para comérselo.

—¿Qué te vas a comer Alexandra?

—Un delicioso helado, papito lindo. —dijo Alex mientras hacia sus ojitos tiernos al tío Oso y como era costumbre, él se derretía por ella.

—¿Quieres que te lo vaya a comprar?

—Por favor tío, ya no somos unas niñas para que ustedes nos compren las cosas.

—Para mí, siempre serás mi bebé —fue el turno de mi papá.

—Lo sé papi, pero hay cosas que ya puedo hacer sola o sea, ya tengo dieciséis.

—Puedes tener cincuenta y seguirás siendo mi bebé.

—Ya papá por favor, no vamos a volver a eso, tienes a Gio para que sea tu bebé.

—Claro que sí, pero tus hermanos y tu siempre serán mis bebés.

—Bueno tío, ya está bien de tanto melodrama. ¿Ya escogiste el regalo de la tía Bella o vamos a escogerlo Becka y yo?

—Sí, ya lo tengo, ahora solo falta ir por sus hermanos al aeropuerto para que la sorpresa sea completa.

Un momento, creo que no están entendiendo bien esto, que tal si les cuento mejor las cosas.

Me presento, soy Rebecka Cullen-Swan, si lo sé ¿Por qué apellido mixto? Pues resulta que mis papás no querían que perdiera el orgullo de ser un Swan; pero esa, es otra historia. Volvamos en la que estábamos.

Para que entiendan un poco mejor debemos regresarnos a cuando era una niña. Recuerdo que luego de un fin de semana en casa de los abuelos, mis papás nos anunciaron que íbamos a tener un nuevo hermanito, así que ahora seriamos cuatro hijos. ¿Es que mis papás no se cansaban de tener hijos? Bueno, resulta que al principio me puse un poco celosa porque no quería dejar de ser la bebé de la casa, pero Ethan y Kim me explicaron cómo se sintieron ellos cuando yo llegué a la familia y entendí que no iba a perder a mis papás por eso. El embarazo de mami fue muy divertido porque papi se enfermaba mucho, no podía comer ciertas cosas porque vomitaba y a veces se le antojaba comer cosas tan raras, que no entiendo como no las vomitaba. También se puso triste cuando Ethan se fue de campamento de verano, pero no tardó mucho, fue solo como un mes y llegó antes de que naciera mi hermanito y cuando Gio llegó a la familia, era tan pequeño y lindo como un muñeco de los míos. Muchas veces mami tuvo que explicarme que no podía jugar con él o alzarlo de los pies como hacía con mis muñecos, pero me enseñó cosas que si podía hacerle, por lo que pasaba mucho rato jugando con él, hasta que se hizo grande y empezó a jugar con bolas. Eso a mí nunca me ha gustado y además, ya era grande para jugar con un niño.

También recuerdo que en mi fiesta de diez años, Kim trajo a su primer novio, que fue el mismo con el que fue a su baile de graduación; a papi no le hizo mucha gracia, pero mami decía que era mejor conocer con quien se relacionaba. Todos sabíamos que Ethan tuvo sus novias, pero nunca nos presentó a ninguna. Kim decidió estudiar en Harvard, ya que según ella, va a ser la mejor abogada del mundo; mientras que Ethan se inscribió en la UCLA para estudiar medicina, aunque podía haber entrado a cualquier otra, entró a esa porque necesitaba estar en Los Ángeles, ya que el equipo Galaxy lo había estado siguiendo desde el campamento de futbol, al igual que a Thomas, que también vivía en esa ciudad; aunque no estaba en la universidad, ya que se había dedicado a ser escritor. Escribió un libro de un niño que fue raptado, el cual tuvo mucho éxito y se hizo famoso y no quiso estudiar más. Ambos, en sus ratos libres practican con el equipo, mientras cumplían los veintiuno para poder ser jugadores oficiales.

Mi prima Amanda está estudiando para ser diseñadora como la tía Alice y trabajan juntas creando una ropa estupenda; Alex y yo casi siempre somos su inspiración por lo que tenemos un montón de ropa hermosa, aunque también muchas de sus creaciones van a los hogares de la señora Lowers, los que visitamos para ayudar un poco a los niños. En nuestra familia es muy importante el trabajo social y ahora, aunque mis hermanos y primos están lejos, ellos buscan lugares donde hacer su labor, porque hemos aprendido que debemos dar gracias por todo lo hermoso que tenemos en la vida y compartirlo con los más necesitados.

Pero volviendo al presente, nos dirigimos al aeropuerto desde el centro comercial, donde estábamos comprando el regalo para el cumpleaños de mi mamá; como ya dijo papi, mis hermanos vendrán de sorpresa como regalo y debemos ir a recogerlos. Mis tías, Rose y Alice están entreteniendo a mami para nosotros poder hacer todo esto, aunque ella sabe que celebraremos su cumple, porque desde que Gio y yo le estropeamos dos fiestas sorpresa a papá, decidió no volver a intentarlo.

El vuelo de Ethan y Thomas llegó a tiempo, mi papá y tío hablaban con ellos, mientras Alex y yo esperábamos a que Kim llegará, lo que no esperábamos era verla acompañada.

—¡KIM! —Sí, sé que me veo ridícula corriendo hacia ella, pero es mi hermana y tenía mucho sin verla.

—¡Pequeña! Pero que grande estás, ya eres toda una señorita.

—Díselo a papá, a ver si de una vez lo entiende.

—No tiene nada que decirme, porque las dos son mis princesas hermosas.

—¡Hola papá! Tan guapo como siempre.

—Deja de adularme y cuéntame quien te acompaña.

—Él, es mi novio Alec, ya habíamos hablado de él, papá.

—Mucho gusto Alec —le dijo papi, mientras estrechaba la mano del mega guapo novio de Kim — he oído hablar de ti, pero eso no implica que no tengamos una charla mientras estés por acá.

—Por supuesto señor Cullen, yo también quiero hablar con usted y que entienda que respeto y quiero a su hija.

—Bueno, bueno; este no es el lugar para temas tan intensos —como de costumbre, Ethan relajando el ambiente— por cierto, soy Ethan, el hermano gemelo de tu adorada novia, aunque yo soy más guapo. Este es nuestro primo Thomas y mi tío Emmet o para nosotros, Oso.

Después de que las presentaciones fueron dadas, salimos del aeropuerto en los dos autos para poder llegar a tiempo a la fiesta de mamá, nuestra casa se encontraba en el mismo lugar desde que tengo uso de razón. Mis hermanos una vez me contaron que vivimos en esta casa desde que mami y papi se casaron, pero que cuando iba a nacer Gio hicieron habitaciones nuevas, por eso los gemelos tienen su cuarto en el tercer piso y el de Gio y el mío, están en el segundo junto al de mis papás y al salón de juegos.

Cuando ingresamos a la sala, todo se encontraba hermoso decorado al estilo de mi abuelita Esme, bajo la supervisión de tía Alice obviamente: habían globos metálicos y una que otra guirnalda pero nada exagerado, el vino estaba en las cubiteras y las copas preparadas para iniciar el brindis, según nos señaló entre susurros mi abuelito Carlisle, solo se estaba esperando que mi mamá bajara de los últimos retoques que le estaba dando tía Rose. Por lo que mis hermanos debían esperar afuera para no echar a perder la sorpresa, pasaron unos cinco minutos más para que mi mamá llegará a la sala; estaba impresionante, de verdad se veía hermosísima y secretamente, desee llegar a parecerme a ella.

—Amor, estás preciosa como siempre —le dijo mi papá, mientras se la comía con los ojos.

—Gracias, tú también estás muy guapo —le contestó mientras le daba un tierno beso.

—Bueno, es la hora del brindis, vamos todos, tomen una copa —decía tía Rose mientras servía el vino para los adultos y el jugo de uva para los niños.

—A ti todavía no te toca vino, Becka; Alex, no crees que no te estoy viendo a ti también, aquí tienen sus jugos.

—¡Pero mamá!

—No presiones Alexandra, vamos un paso a la vez. ¿O que ya no quieres que te ayude con el asunto de Chris con tu papá?

—Tranquila mamita, el jugo está bien, vamos Becka.

Nos separamos un poco de todos los tíos, cuando mi papá empezó el brindis:

—Mi preciosa, eres una mujer maravillosa, muy hermosa, tierna y sobre todo, llena de mucha paciencia. Gracias por soportarme en los momentos en los cuales no tengo mi mejor humor y gracias por arrancarme una sonrisa y hacerme ver lo hermosa que es nuestra vida. —Papá hizo una pausa—. Tú y yo, juntos hemos enfrentado muchas dificultades que la vida nos ha traído, pero gracias a nuestro amor, hemos podido salir adelante y continuar tomados de la mano. —Vi los ojos de mamá cristalinos por la emoción—. Y quiero que sepas, sin lugar a dudas, que el amor que siento por ti se hace más fuerte cada día. Siempre doy gracias al cielo por ponerte en nuestras vidas, pero en especial un día como hoy, cuando inicias un nuevo año de vida; le pido a Dios que me permita vivir muchos años más contigo, para que nuestro amor siga creciendo. Si estuviera en mis manos te regalaría el mundo entero, pero como no puedo, te doy nuevamente mi corazón, te pertenece desde el primer día que te vi, pero te puedo asegurar que con cada segundo que pasa; es más grande por el amor que te tengo. —La emoción se escuchaba en su voz—. Te amo, mi amor. ¡FELIZ CUMPLEAÑOS! ¡Y sorpresa!

En ese instante ingresaron mis hermanos y todo fue un alboroto y felicidad. Mi mamá lloraba por el discurso de mi papá, lloraba por la llegada de mis hermanos y lloraba por llorar.

La tarde pasó entre conversaciones de los adultos, Alex y yo matábamos el rato chequeando facebook y twitter desde el móvil, hasta que llegó el momento de cortar la torta. Cantamos cumpleaños, se dieron los regalos y todos empezaron a irse a sus casas entre besos y abrazos; hasta que ya quedamos solo nosotros siete, ya que el novio de Kim dormiría en casa.

—Gracias por un cumpleaños especial, los amo tanto.

—Nosotros también te amamos, mamita —dijo Gio.

—Mami, sabes que yo te amé desde el momento que entré en aquella aula para que me enseñaras a hablar y no tengo como agradecerte el que decidieras ser mi mamá; por eso, como te dijo papi, te ofrezco mi amor de por vida.

—Cariño, sabes que tú también te ganaste mi corazón desde que te vi esos hermosos ojos tuyos. —dijo mientras abrazaba a mi hermano y volvía a llorar.

—Por favor mami, sabes que yo te amo, pero no quiero ver más lágrimas; aunque sean de felicidad. —Suplicó Kim y yo la secundé, ya era mucho drama para un día.

—Por supuesto chicos, ya no mas llanto. Soy la mamá más feliz del mundo. —comentó ma, con una gran sonrisa en su rostro.

Finalizamos la noche entre risas y anécdotas de mis hermanos hasta que llegó la hora de dormir, Kim ofreció acostar a Gio para que mamá y papá pudieran tener un rato a solas, por lo que cada uno subió a su habitación, pasado un rato iba bajando a tomar un poco de agua para poder dormir, cuando vi a mis papás sentados en el sillón abrazados, susurrándose cosas al oído y besándose esporádicamente.

Era una escena tan romántica que no quise interrumpirla y viéndolos ahí como si tuvieran mi edad, enamorados como el primer día, lo supe; no solo quería parecerme en lo bonita de mi mamá, si no también quería tener una amor tan especial como el de mis papás, que ha crecido día a día.

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¡Hola chicas!

No tengo como agradecer todo el apoyo que me brindaron a lo largo de esta historia, no puedo pedir unas mejores lectoras, por el contrario me disculpo por los reviews que deje sin contestar, pero realmente a veces se complica el tiempo.

Se pueden decir muchas palabras, pero aunque no sea suficiente puedo resumir todo en un MUCHAS GRACIAS, siempre las voy a llevar en mi corazón

Las quiero mucho

Yas