Es la lógica

Capítulo 2

[AomineKagami + ShutokuKuroko – Miyaji Kiyoshi]

Este capítulo va dedicado a Kicchi, que tiene espías en mi casa XD

N/A: Antes que nada, muchísimas gracias por todos los comentarios y por todos los follows y favoritos. No se hacen una idea de lo feliz que me hacen. Y disculpen la exagerada tardanza por este capítulo, pero la vida diaria es una cosa que lamentablemente no puedo evitar. Esa cosa me mete presión DD:

Además, este capítulo por alguna extraña razón se me hizo muy complicado de escribir, probablemente lo notarán. Quizás no sea taaaaan gracioso, pero es más largo que los dos anteriores, ¿quizás eso lo compense? (ノ◕ヮ◕)ノ*:・゚✧

Por cierto, lo de arriba se vendría a leer como:
[AomineKagami más ShutokuKuroko menos Miyaji Kiyoshi]

Enseguida sabrán por qué lol (´∇ノ`*)ノ

Muchas gracias por todo el apoyo.


Después de una salvaje persecución, Kagami pudo recuperar su celular, y mientras revisaba la lista de mensajes que él no había mandado, juró solemnemente no volver a caer en una de las jodidas mentiras de su ahora definitivo futuro ex novio.

Estaba tentado a tomar el celular de Aomine y hacer una llamada internacional a su padre, sólo para que supiera lo que se sentía usurpar la propiedad de alguien más y gastarle su dinero en escribirles a idiotas con los que no compartía una conexión mental. Idiotas que estaban visitando por un motivo estúpido.

Cabe destacar que los mensajes con el as de Shutoku eran lo que se podría esperar de un cuatro ojos rencoroso y envidioso que se creía talentoso solo porque tenía una puntería un poco fuera de lo común, sin contar con que era un maldito desquiciado con el estúpido horóscopo y lucía como una zanahoria cuando se ponía su uniforme todo naranja; es decir: cortos y llenos de amenazas.

Entre ellas, la palabra "muérete" se hacía realmente repetitiva considerando el hecho de que solo había mandado tres mensajes.

Aomine no había sudado ni una gota, el muy maldito, pero tenía una expresión de miedo que satisfacía mucho al pelirrojo. En tanto Kise, que había corrido tras ellos con el peso extra de Nigou, estaba empezando a mostrar los primeros síntomas de cansancio porque, después de todo, lo habían hecho venir directo de la práctica. No que ellos lo hayan hecho venir, de eso va a tener que responsabilizarse el jodido perro.

Cuando Kagami miró a su alrededor, notó que estaban parados frente a la puerta de la secundaria privada Shutoku. El pelirrojo en verdad no quería entrar, dado que el lugar probablemente apestaba a Midorima, y no quería estar cerca de su olor. Quizás la obsesión con el horóscopo es contagiosa, quién sabe.

Pero lo cierto es que no podía hacer nada una vez Aomine comenzó a caminar hacia el interior del lugar, con Kise pisándole los talones. No quería quedar en ridículo—otra vez— quedándose solo afuera, además, quien sabe los problemas en los que Aomine se podría meter si no tenía supervisión de un adulto responsable.

Kise, obviamente, no contaba. Ese tipo también necesitaba supervisión, después de todo. Además, el pelirrojo estaba seguro que el rubio sería el causante de algo estúpido y posiblemente traumático, y este tipo de presentimientos nunca solían errar. Porque después de todo, él tuvo uno el mismísimo día que Kuroko lo traicionó, y las consecuencias están a la vista de todos. En la forma de Aomine. Que está parado en la puerta del instituto con cara de '¿Y? ¿No vienes?'.

Así que resignado, Kagami caminó hacia dentro de la forma que un condenado a la horca camina hacia su podio fúnebre, muy agotado mentalmente.


El lugar olía a piñas. Olía a muchas piñas amontonadas. Como… una frutería de piñas, o algo por el estilo.

Era algo muy extraño, pero si este instituto había aceptado a Midorima entre sus filas, Kagami no sabía porque se estaba sorprendiendo. Después de todo, lo más probable es que el resto de sus compañeros esté igual de loco que él. Es decir, todos han visto a Takao.

Kise iba muy contento y tranquilo liderando el paso unos pocos metros delante de ellos aún con Nigou en brazos, entonces Kagami aprovechó para jalar del brazo a Aomine y susurrarle "Este lugar no me gusta para nada. Siento como si fuera a ser golpeado por una ardilla gigante de peluche. Realmente quiero irme para jamás volver."

Aomine asintió. "Yo también. Pero recuerda, hemos venido en una misión. No podemos echarnos atrás."

"La verdad que ninguna misión compensa el hecho de que tenga que ver a Midorima", replicó Kagami con una expresión muy molesta.

Aomine sólo se encogió de hombros, como diciendo 'me vienes a decir a mí que yo pasé tres años con él y además estuve en su clase una vez, tu situación podría ser peor'.

Kagami realmente no sabía que decir, e invadido de pena, quiso abrazar a Aomine, pero se limitó a darle unas cuantas palmadas reconfortantes en el hombro.

El olor a piñas se iba haciendo cada vez más fuerte conforme avanzaban, y después de seguir a Kise unos minutos más, llegaron a lo que parecía ser la cafetería.

Estaba llena de estudiantes desesperados por almorzar. Kagami los entendía, él mismo se estaba muriendo de hambre, pero no caería tan bajo para pedir comida en el territorio del cuatro ojos, eso sería considerado una traición a sus principios.

Todos observaron los alrededores, y fue entonces que parado en mitad del salón, Kagami se dio cuenta de algo muy importante.

Probablemente tendría que haberle resultado extraño que Kise hubiese encontrado la forma de llegar a la cafetería tan fácilmente, pero estaba tan ocupado teniendo hambre y recordándose que debería odiar cada cosa en este instituto ya que Midorima tuvo que haberla tocado en algún momento que no le dio la importancia que merecía.

Y cuando el grito desgarrador de '¡Midorimacchi! ¡Takaocchi!' inundó su sistema auditivo, Kagami se percató del catastrófico error que cometió.

Cabe destacar que si bien Aomine lucía imperturbable, Kagami lo había visto sujetar su oído derecho con una expresión de dolor mientras murmuraba un silencioso '¿Takaocchi?'. Realmente eso era la preocupación más pequeña del pelirrojo, dado que gracias a Kise, su ubicación había sido descubierta. Pero quizás si se movía rápidamente hacia la salida aún tendría oportunidad de…

Cuando una voz contestó "¡Ryouuu-chan, por aquí!' fue que Kagami se dio cuenta que si conservaba una esperanza de escapar de esta embarazosa situación, ese brillo había sido absorbido por un agujero negro y condenado a un destino de dolor y sufrimiento en la oscuridad de la desesperación. Más o menos lo que él mismo estaba sintiendo, dado que después de todo, él era una luz.

Una luz que se iba apagando muy despacio gracias a la estúpida Generación de los Milagros. Dios, cómo odiaba a estos tipos.


Lo bueno de todo el asunto es que al fin se supo por qué el exagerado olor a piñas—es que había una bolsa gigante llena de ellas al lado de la mesa…-y además, Midorima lucía muy molesto con su presencia. El tipo estaba haciendo puchero tras puchero mientras trataba de acabar con Kise y Aomine con su mirada, y menos mal que la Generación de los Milagros no tenía poderes, porque si no habría dos cuerpos que limpiar, y eso sería muy poco recomendable porque la comida se echaría a perder dado que no había ser racional que pudiera degustar un almuerzo cuando había dos cuerpos en las inmediaciones.

Además, Kagami no quería que algo tan malo le pasara a su definitivo futuro ex novio. Es decir, en el fondo lo quería y todo eso. En cuanto a Kise, el tipo era muy molesto y ruidoso, pero no era peor que Midorima, así que tampoco merecía morir. Además, si Kise moría, Nigou estaría muy triste, y si Nigou estaba muy triste, Kagami tendría que explicarle a Kuroko el por qué, y eso era algo que definitivamente NO quería hacer. Así que era conveniente que Kise no muriera.

Por lo que era muy bueno que el horóscopo de Midorima no le concediera ese tipo de poderes, parece que Dios sí existe después de todo.

Después de que Takao los llamara, fue con mucha resistencia—por lo menos de parte de Kagami y Midorima—que lograron amontonarse en la mesa que usaban los titulares del equipo de baloncesto. Decir que la situación era incómoda y apretada era quedarse corto. El capitán anunció que consideraría éste el segundo capricho del día de Midorima, a lo que el peli-verde casi reclama indignado que él no tenía nada que ver con esto, pero su capitán lo miró, y Midorima no tuvo valor de reclamar nada.

De repente Kagami sentía mucha admiración por el capitán de Shutoku.

Kise y Takao en tanto estaban en su propio lado de la mesa, conversando muy animadamente. Nigou parecía estar escondiéndose en las ropas del rubio para estar fuera del rango de visión del abominable hombre de las patas de pollo, ya que ese parecía ser el elemento de la suerte del día. No que a Kagami le importara. Los otros senpais de Shutoku estaban conversando por lo bajo mientras miraban muy atentamente a Takao conversando con Kise. O a Kise. O a Nigou. No que a Kagami le importara.

Al pelirrojo realmente no le importaba nada. Sólo quería irse a casa, ¿es mucho pedir?

Aomine parecía estarse concentrando de la manera que solía hacer en un partido muy interesante, y eso no le daba buenos augurios a Kagami. El as de Seirin ya sabía que sería inevitable la vergüenza, de nuevo, y esperaba que con el tiempo fuera un poco más tolerable. Quizás en unos años al rememorar esto se carcajee para sí mismo, y lo recuerde con diversión y alegría y tenga material suficiente para avergonzar a Aomine en su vejez.

Pero cuando su definitivo futuro ex novio puso la sonrisa de psicópata que a veces ponía, Kagami tuvo que aceptar que solo se estaba engañando a sí mismo. Que esta vergüenza lo perseguiría por el resto de su vida. Y que al idiota de Aomine no parecía importarle.

¿Por qué estaba saliendo con él? ¿Por qué?

El moreno aclaró su garganta, y dicho acto fue suficiente para llamar la atención de los integrantes de la mesa. Kagami quería que se abriera el suelo y se lo tragara. A él o a Aomine, no importaba. Probablemente a ambos, sería un final extrañamente romántico para una relación tan absurda como la de ellos.

Kise lucía emocionado, probablemente porque quería saber quién más sería su competencia detrás del corazón de su 'Kurokocchi'. Kagami realmente no lo comprendía. En tanto, los integrantes de Shutoku lucían curiosos y hasta un poco temerosos de la loca mirada de Aomine, y eso era respetable, los hombres tienen que saber reconocer las señales de advertencia que la vida te pone delante.

Midorima parecía seguir intentando derretir a Aomine con el calor de su mirada, para la diversión de Takao quién estaba sentado a su lado. Y para la esperanza de Kagami. Hey, si el tipo conseguía que un rayo de sol se reflejara en sus lentes y golpeara a Aomine en su ojo, aún habría esperanzas de salir de aquí con su dignidad intacta.

Pero las cosas nunca salen como Kagami quiere.

"Probablemente se estén preguntando que estamos haciendo aquí, así que simplemente lo diré. No hemos venido a visitar a Midorima, sé que le hace falta amigos, pero no." Kagami no pudo evitar reír por lo bajo cuando el peli-verde hizo una expresión aún más molesta. Si no fuera Midorima, hasta diría que era adorable. Pero era Midorima, así que nop.

"Nosotros venimos desde las… cercanas tierras de Tokio, porque queremos preguntar algo. Algo que sólo ustedes podrán contestar. Algo que podría cambiar su destino como uno de los reyes legendarios del baloncesto juvenil. Algo que es tan tan tan importante que tuve que traer guardaespaldas para que sean testigos de su respuesta. Algo que es tan extremadamente importante que—"

"¿Acaso quieres que te lance una piña en la cara, mocoso? Kimura, alcánzame una piña." El hasta ahora silencioso senpai guardián de las frutas exóticas parecía haberse hartado de la situación. Lo que era perfecto, quizás Aomine se tranquilizara, después de todo, ¿cuántas veces en la vida serás amenazado con una piña?

Takao comenzó a reír, mientras exclamaba divertido "Dios mío, ¡han hecho enojar a Miyaji-senpai! Esto es grandioso. Miyaji-senpai no es de los que amenace a personas que no están bajo su mando directo, o que no están jugando un partido con él, así que realmente lo hicieron genial."

El guardián de las piñas ahora estaba apuntando una fruta a la cabeza de Takao, y Ootsubo aprovechó la distracción para dirigirse a Aomine. "¿Podrías culminar tu pregunta?"

"Encantado." Y con la sonrisa de psicópata aún en su cara, se levantó de su asiento y haciendo lo que definitivamente era una pose, por el amor de Dios, señaló al equipo y preguntó: "¿¡A quién de ustedes le gusta Tetsu!?"

"Tetsu es Kurokocchi en caso de que no lo sepan" comentó Kise, sonriendo.

Miyaji y Kimura agradecieron la aclaración. Midorima tenía una expresión de horror en su rostro, y eso reconfortó un poco a Kagami. Takao sonrió ampliamente y levantó ambas manos, exclamando: "¡Por supuesto que me gusta Tecchan!"

"¿¡Tecchan!?" Exclamaron casi todos en la mesa, pero el grito de Midorima se escuchó por sobre todos ellos.

"Ay, Shin-chan. Tú no entiendes, a las personas que quiero y aprecio y adoro les pongo '-chan'. ¿Cómo no te has dado cuenta en todo este tiempo que hemos compartido? Eres tan tsundere," le replicó el chico halcón al de lentes, que lucía hasta un poco homicida.

"¡Yo no soy tsundere, nanodayo! ¡Y no me llames Shin-chan! ¡Tampoco llames a Kuroko 'Tecchan'! Y ustedes," los fue señalando lentamente a cada uno de ellos "¿Cómo se atreven a venir a interrumpirme con una ridiculez como esa, nodayo?"

"Claro, chicos" continúo Takao, "Es ridículo que tengan que preguntar algo como eso cuando Shin-chan claramente siente sentimientos muy sentidos por el Fantasman."

"TAAAAKAAAAOOOO"

Cuando Takao salió corriendo y Midorima salió tras él con patas de pollo y un aura malévola, lo único que Kagami esperaba era que no lo citaran como testigo para el juicio por el asesinato del chico halcón. El resto de los integrantes del equipo de Shutoku no lucían nada sorprendidos, ni preocupados, lo que decía mucho acerca de lo que debían soportar a diario.

Kagami realmente los admiraba.

Miyaji suspiró y se levantó de su asiento para sentarse ahora frente a Kise, el lugar que Takao había abandonado hace un momento. Cuando Ootsubo lo miró con una ceja arqueada, él le dijo que ahora que los mocosos habían ido a matarse entre ellos, no había necesidad que estuvieran todos amontonados en la mesa.

Kagami miró como Ootsubo lo miraba, pero Kimura hizo un gesto que parecía ser un código secreto de los senpais de Shutoku, y Ootsubo sonrió y no dijo más. Inmediatamente, el capitán dirigió su mirada a Aomine, que aún seguía parado y señalando como el idiota que era.

"Por favor, siéntate." Le dijo a Aomine, cosa que el moreno hizo, aunque Kagami sospecha que obedeció más por hecho de que ahora que no estaba Midorima, podría comerse las patas de pollo que había abandonado. Miyaji y Kimura también se dispusieron a comer, y Miyaji hasta le ofreció algunas a Kise, cosa que el rubio aceptó muy contento.

"Como capitán de este equipo, me veo en la responsabilidad de ser el primero en contestarles, dado que si han venido hasta aquí, nuestra respuesta debe ser importante para lo que espero no sea una causa tonta." Kagami sonrió con culpa y con vergüenza mientras Aomine decía 'nha', Nigou ladraba y Kise exclamaba 'Es una causa muy importante-ssu'.

El capitán asintió y continuó "No puedo hablar por todo el grupo, pero en mi caso, admiro mucho a Kuroko y cómo es que ha logrado crear una fortaleza tan grande de una de sus mayores debilidades. Me hace pensar que si él, que tiene unas obvias carencias, puede seguir jugando, entonces yo que tengo facilidades debería entrenarme más."

Kagami, Aomine y Kise no pudieron decirle nada, es decir, ¿qué puedes decir a algo cómo eso cuando todos estaban esperando una respuesta más perturbadora?

"Además, ha sido una gran inspiración para los muñecos que hago para colgar en los celulares. Miren," y ahí mismo, colgado con un hilo del celular de Ootsubo, se encontraba un muñequito en miniatura de Kuroko.

Kagami no sabía si debería sentirse decepcionado o aliviado de que al final sí fue un poco perturbadora su respuesta.

"Estoy de acuerdo con eso porque yo también tengo un muñequito'' Kimura dijo y agregó, "y también parece una muy buena persona que se preocupa por sus compañeros, y se nota que es muy apasionado por el deporte y se esfuerza en lo que hace. Eso le da muchos puntos, por lo menos de mí parte."

Kagami lo único que podía pensar era en 'ustedes no lo conocen, no saben lo malvado que es. Por eso es que pueden decir cosas tan bonitas, porque no saben lo terrorífico y sádico que puede llegar a ser ustedes no comprenden y lo peor es que nadie me cree es horribleee'

Aomine puso su mano en la cabeza de Kagami y la giró hacia él para mirarlo con una clara expresión de 'puedo escuchar tu monólogo interno desde aquí. Es molesto', a lo que Kagami respondió con una clara expresión de 'todo esto es culpa tuya y te lo haré pagar de una forma u otra'.

Estaban tan ocupados mirándose el uno al otro que no prestaron mucha atención a Kimura mientras preguntaba "Miyaji. No les has dicho qué opinas de Kuroko de Seirin." hasta que el senpai guardián de las piñas contestó con toda naturalidad: "Nha. Podrá ser adorable y todo lo que Takao grita y Midorima piensa, pero no es mi tipo. A mí me gusta este tipo."

Kagami y Aomine parpadearon y giraron sus cabezas hacia donde estaba señalando Miyaji, justamente frente a él y justamente del lado de Aomine que Kagami no ocupaba. Después de parpadear un poco más, sacaron la inmediata conclusión de que definitivamente no podía ser Kise, pero eso sólo dejaba a Nigou como opción. Y bueno, aunque fuera Nigou, Kagami no podría juzgarlo porque es decir, miren con quién está saliendo él.

"¿Yo? ¡Qué halago, senpai!" dijo Kise, a lo que Miyaji le sonrió y le dijo "Sí, tú. ¿Qué opinas de las piñas?", "¡Pues me encantan-ssu!"

…Así que ésta era la cosa estúpida y potencialmente traumática que Kagami presintió. Bueno, podría haber sido peor, pensaba el pelirrojo mientras miraba cómo Miyaji le mostraba piñas a Kise y a Nigou. Si cerraba los ojos y miraba hacia otro lado, hasta podría decir que hacían linda pareja.

De reojo podía ver cómo los senpais de Shutoku observaban a Miyaji, con sonrisas orgullosas. Hasta paternales. Y Kagami tuvo que sonreír también porque era hasta contagioso, le recordaba a Kiyoshi-senpai cuando el pelirrojo le contó que estaba empezando a salir con Aomine aunque no por voluntad propia.

Hablando de Aomine, se había mantenido en silencio por un buen rato, y eso no puede significar nada bueno. Al voltear a verlo, se percató que observaba muy detenidamente y con un gesto molesto cómo Kise se reía de algo que Miyaji le había dicho.

Kagami asumía que diría algo estúpido en tres… dos… uno…

Aomine se paró y señaló al rubio, exclamando fuertemente "¡Kisee! ¡Estás arruinando todo!". El grito del as de Touou resonó por toda la cafetería, haciendo que los demás estudiantes se voltearan a mirarlos y que Miyaji le diera una mirada desaprobatoria.

"¿Qué estoy arruinando, Aominecchi? ¡No he hecho nada!"

"El propósito de este viaje es demostrar que todos los integrantes de la generación de los milagros—menos yo, obvio—incluyendo a sus equipos están tras el trasero de Tetsu. ¿Cómo te atreves a quitarle un admirador a Tetsu? ¿Cómo te atreves a arruinar mi plan? ¿Cómo te atreves a—¡ahhh¡?"

Una caja de patas de pollo lanzada desde la entrada de la cafetería impactó con precisión en la cabeza de Aomine, al tiempo que una piña impactó con fuerza su pecho.

Kagami tendría que admitirlo, Shutoku es un gran equipo.

Pero eso no cambia el hecho de que odie a Midorima.


Takao no fue asesinado, Kagami se preguntaba cómo era eso posible. Pero no le interesaba tanto como para entablar conversación con el chico halcón, que estaba extremadamente emocionado con la nueva pareja que se había formado, todo el tiempo exclamando que ahora que Miyaji-senpai tenía pareja tal vez dejara de ser tan aterrador.

Eso le valió una piña en la parte de atrás de su cabeza.

Kagami se seguía preguntando cómo seguía con vida.

Cuando se sentaron todos nuevamente en la mesa, Midorima les pidió muy amenazadoramente que se fueran, que la hora del almuerzo estaba por acabar y que no pretendía aguantar por un instante más ésta desquiciada situación. Que Kuroko era un buen jugador, y lo respetaba a pesar de su pésima elección de compañeros—'¡hey¡' exclamaron al mismo tiempo Kagami y Aomine—, pero era ridículo afirmar que toda la Generación de los Milagros estaba interesado románticamente en él. "Ridículo, nanodayo"

Todos concluyeron que Midorima estaba extremadamente enamorado de Kuroko y que simplemente era 'tan tsundere'. Eso dejó muy conforme a Aomine, por alguna extraña razón.

"Pero de igual manera no es como si tuviésemos oportunidad, es decir, Tecchan claramente está con el chico cejas de tenedor, ¿verdad, Shin-chan?"

… Kagami estaba muy tentado a acabar con la vida de Takao.


Después de la explicación de que, no, él no estaba con Kuroko, que en verdad estaba saliendo con Aomine, que no, él no sabía por qué continuaba saliendo con él. No, no sabía si Kuroko estaba saliendo con alguien, él no es su acosador, es solo su luz. Y no, Takao, definitivamente no está interesado en Midorima, créeme; fue que sonó la campana indicando que se acabó la hora del almuerzo.

Realmente, en cierta forma éste viaje había sido mejor que el viaje a Kaijou, y eso resultaba irónico en la mente de Kagami, porque estaban hablando de la escuela de Midorima.

Al menos tiene la satisfacción de decir que no todo Shutoku está detrás del trasero de Kuroko. Que uno está detrás del trasero de Kise, y a pesar de que eso no es mejor, quizás sea hasta peor, es un pequeño alivio para Kagami. Ahora puede decir que Aomine no tiene la razón en un cien por ciento.

Y hablando de razones…

"¿Qué fue todo ese reclamo que le hiciste a Kise acerca de arruinar tus planes?" le preguntó a Aomine mientras esperaban en la puerta del instituto a que Kise se despidiera de Takao y Miyaji.

"¿Hm? Nada. Simplemente estaba improvisando."

Kagami levantó una ceja "Perdona que te diga, pero eso suena extremadamente sospechoso."

Aomine se encogió de hombros, y una vez Kise volvió con un nuevo número agregado a su celular y una cita para el día siguiente, anunció que ahora irían a la estación de tren para ir hasta Akita.

"¿Akita? ¿Acaso estás loco? ¿Piensas que podremos ir hasta allá y después volver antes de que Kuroko regrese?" Demandó Kagami.

"Claro que lo haremos. El único que puede lograrlo soy yo. Y ustedes. Pero solo porque están conmigo."

Antes de que Kagami pudiera golpearlo, Kise preguntó:"Por cierto, Kagamicchi, ¿dónde está Kurokocchi?"

"Tsk. Está en… eh…"

El celular de Kagami empezó a sonar en su bolsillo, lo que fue muy afortunado porque ahora que lo pensaba, el pelirrojo no tenía idea dónde estaba Kuroko, o qué es lo que había ido a hacer. Extraño…

Cuando atendió la llamada, se dio cuenta de algo muy importante.

"¡Dai-chan! ¿Para qué tienes celular si no lo vas a atender? ¡Es la tercera vez que llamo! ¿Dónde rayos estás?"

Definitivamente se confundió de celular.

"Momoi, habla Kagami. Perdona, estábamos ocupados así que no escuché el celular antes."

"Oh, ¡hola Kagamin¡ No te preocupes. No sé por qué me sorprende, era obvio que estaría contigo. ¿Podrías hacerme un favor" pidió la chica.

"Umm, claro, ¿qué necesitas?" respondió Kagami mientras trataba de esquivar a Aomine, que al haberse dado cuenta de que el pelirrojo estaba con su celular intentaba quitárselo, todo el tiempo gritando algo de 'Satsuki, cuelga. No hables con este tipo, Satsuki. Siempre me pasan cosas malas cuando hablas con Kagami, Satsuukii.'

"¿Podrías traerlo aquí? Realmente necesito hablar con él, no será necesario que se quede después."

"Puedes quedártelo si quieres." Al fin Aomine logró sujetarlo desde de atrás, Kagami se resiste a creer que en ese momento dio un chillido muy vergonzoso por el susto, no importa lo que Kise diga. O tenga filmado.

"Es todo tuyo, Kagamin. Vengan lo más rápido posible, ¿ok? ¡Besos!"

Aomine agarra su celular, y empieza con el típico "Oi, Satsuki. ¡Satsuki!" pero la chica ya había cortado.

"Tsk. ¿Qué fue lo que te dijo?"

Kagami sonrío inocentemente, y empezó a caminar en la dirección aproximada a la secundaria de Aomine. "Parece que hay un cambio de planes."

"¿Cambio de planes? ¿A qué te refieres, Kagamicchi?" preguntó Kise que comenzó a caminar tras de él con Nigou ahora encima de su cabeza.

Kagami consideró todo lo que había pasado en el día, toda la angustia existencial a la que se ha visto sometido, todas las revelaciones que ha tenido… así que con una sonrisa maléfica, se limitó simplemente a decir la verdad.

"No vamos a ir a Akita. Iremos al único lugar donde podré cobrar venganza. Iremos a Touou."

Aomine palideció.

Esto, pensó Kagami, iba a ser grandioso.


Notas: ¡Cambio de planes! ¿Qué les esperará a nuestros héroes en Touou? ¿Qué es lo que planea Kagami? ¿Por qué Aomine está tan nervioso? ¿Kise se quedará con Miyaji y olvidará a Kurokocchi? ¿Volveremos a ver a Shutoku? ¡Manténganse sintonizados!

ESTO ES UN AVISO. LA PERSONA QUE ME DIBUJE UN MIYAKISE TENDRÁ TODO MI AMOR Y LE REGALARÉ ALGO. COMO MI ALMA. O UN FIC. O MI ALMA.

Lamento no poder contestar reviews en esta ocasión. Lo haré a medida que pueda, sepan disculpar a esta torpe casi-escritora. Pero sepan que leo y aprecio y atesoro cada uno de sus comentarios. Muchísimas gracias por seguir leyendo esta cosa. Me hace muy feliz \(^0^)/