PERDÓN
De verdad perdón por la demora, estaba bloqueada y no sabía como continuar, no es excusa para dejar pasar tanto tiempo pero espero lo entiendan, de verdad perdón a los que les habia prometido subir el epilogo pronto, pero lo prometido es deuda y aqui esta, espero les agrade c:
P.D. Aclaración: todo lo que esta en cursiva son pensamintos de Luna o palabras dentro de su mente.
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KuroiNya
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Epilogo: ¿Un sueño?
Sentí sus caricias en mi cuello y aún medio dormido sonreí para corresponderlas.
-ya levántate flojo, pasa del medio día-le escuché quejarse sin enfado en la voz.
-dame 5 minutos Luna…-le pedí volteándome un poco para volver a acomodarme a dormir.
-otra vez con lo mismo… Me llamo Mizuki papá-escuché su voz ahora un tanto molesta para abrir los ojos y verla de pies a cabeza, en seguida me estiré y me levanté sacudiendo la cabeza para despejarme.
-lo lamento, estaba soñando con tu madre-le respondo con cariño y algo de nostalgia para acariciar su rostro con el mío, ya iban casi dos años desde la partida de mi querida Luna pero aún seguía soñando con ella casi a diario, además desde que mi hija había crecido para ser una preciosa Absol como su madre no podía evitar a veces confundir sus similares caricias con las de ella al despertarme.
-sí, eso no es una novedad papá-me dijo ahora sonriéndome con ternura-¿qué soñabas hoy?-me preguntó ladeando un poco el rostro, curiosa por la respuesta.
-nada en especial… solo íbamos de cacería a los roqueríos de la zona este-le comento con una sonrisa tranquila-lo que me recuerda que desperté hambriento, ¿te apetece ir a cazar algo con tu padre?-le pregunté con una sonrisa ladina para verla sonreír y asentir.
Luego de esto salimos del claro haciendo carrera hasta atrapar un Deerling que alejamos con trucos de su manada para cazarlo, en otoño era cuando más delicioso sabían estos pokemones, lo llevamos al claro y nos dedicamos a comer, para cuando terminamos Mizuki había quedado manchada de rojo por lo que innatamente me acerqué a lamerla para limpiar su pelaje.
-¡papá!-se quejó haciendo muecas mientras trataba de zafarse sin fuerza-ya estoy grande como para que me sigas acicalando ¿no crees?-me preguntó mirándome suplicante y quejumbrosa, yo solo me reí y negué con la cabeza sonriendo.
-nunca serás demasiado grande, siempre serás mi preciosa y blanca bebé-le respondí paternalmente para seguir limpiando su pelaje ignorando sus quejas.
Luego nos echamos a dormir para reposar la comida en lo que sentí un conocido aroma acercarse, levanté la cabeza para olfatear mejor y bufé, no era solo uno, eran 6 aromas… y llegarían en 3, 2, 1…
Divisé los arbustos moverse en lo que Mizuki se levantaba para ver quien o quienes venían, aunque yo lo tenía más que claro por lo que me quedé acostado y me giré dándoles la espalda para cerrar los ojos, "quizás si finjo dormir…"
-TIOOOOOOOOO-escuché 3 voces a coro seguidas de 6 pares de patas corriendo hasta saltar a mi lomo.
-jajaja tienes un don con los cachorros papá-se burló mi hija para escuchar sus pasos alejarse hacia los otros 3 aromas.
-siempre lo eh dicho y lo seguiré diciendo-esa era la molesta voz de Souta-ese bribón tiene solo la cara de malo ¡jajá!-se burló también.
-¿Cómo están?-preguntó amable Mizuki mientras los 3 mini demonios jugaban sobre mí, uno de ellos mordiéndome la oreja-¿y Yuta-ni-san? ¿No pudo venir?-preguntó curiosa.
-nah ese ingrato se quedó con la manada, ya no es como antes cuando me acompañaba a donde fuera sin chistar-se quejó melodramáticamente.
-Vamos papá no seas mentiroso, sabes que se quedó porque los trillizos querían venir y dos de la manada estaban por pelearse-defendió a su hermano mayor uno de los gemelos, Taichi siempre sonaba calmado, acorde a su azulado color, ni pariente a como era de cachorro.
-jajá es cierto, tu querías escapar del problema y ni-sama se quedó para cubrirte-le siguió Akira en tono más animado y bromista como siempre.
-bueno, bueno, no me delaten frente a la linda Mizuki, quien sabe que pensara de mí después-dijo fingiendo molestia para luego reír todos.
-sí, si… mucha broma y mucha risa, pero ¿nadie me ayudara a sacarme a estos demonios de encima?-pregunté medio a broma para mirar a los cachorros que ni se inmutaron y siguieron fastidiándome.
-oh pero ¿el gran lobo malo no puede con 3 pequeños cachorros? Parece que los años te han sentado mal amigo-bromeó Souta para reír junto a los gemelos.
Bufé y giré la cabeza para agarrar a uno de los cachorros del pellejo y sacármelo de la pata para tirarlo al suelo, tras esto me levanté y me sacudí botando a los otros 2, en seguida los 3 se volvieron a juntar y comenzaron a corretear entremedio de mis patas.
-¿estos engendros no se cansan nunca?-pregunté fingiendo fastidio-¿Dónde se apagan haber? ¿Dónde?-pregunté agachando la cabeza y comenzando a molestarlos con mi nariz mordiéndoles las orejas, lomo y colas sin fuerza mientras reían y escapaban del ataque.
Nos quedamos un rato conversando mientras Mizuki y los gemelos jugaban con los cachorros a cazar, miraba y miraba a mi hija sin poder creerme aún a veces el que se pareciera tanto a su madre, dentro de unos meses terminaría por completo su crecimiento y sería más o menos del tamaño de Luna, aunque por su tamaño actual me parece que será unos 10 cm más grande, seguramente por mi herencia, pero su mirada era muy similar a la de Luna, también su risa, su sonrisa amable y su estilo de cacería eran parecidos, mi amada Luna realmente dejo vivo su recuerdo y herencia en ella… y mi hija era más bella y fuerte que ninguna, estaba realmente orgulloso de ella.
Pasado el crepúsculo Souta se levantó y aulló bajo llamando a sus cachorros para irse, cuando estos llegaban el volteó a verme
-vendré de nuevo en un par de días amigo-me comentó tranquilo y pude descifrar por su mirada en cuanto tiempo más seria la visita mientras se despedían de Mizuki y se iban.
Dentro de 3 días sería el segundo aniversario de la partida de Luna, supongo que este año Souta también me acompañara junto a Yuta, quizás los gemelos también vengan esta vez ya que ahora eran más adultos.
Y así los 3 días pasaron en un abrir y cerrar de ojos, por la tarde luego de ir de cacería con Mizuki aparecieron Souta y sus 3 hijos mayores como supuse que harían, me quedé un rato hablando con Souta mientras los gemelos jugaban con Mizuki, Yuta era bastante más tranquilo que cuando cachorro y solo se acostaba cerca de ellos sin jugar, bromeaban divertidos sobre cosas triviales, agradecía la feliz escena y me aliviaba que Mizuki pudiera sonreír sin mayores problemas, aunque sabía que ella le tenía cariño a Luna y que tenía un vago recuerdo de cuando era un huevo pues de pequeña me lo mencionó, de todos modos no parecía acomplejada por ello.
Pasadas unas horas, con Souta salimos a caminar mientras yo hacía mi ronda de vigilia y cuando el sol ya terminaba de ocultarse volvimos, encontrando a los chicos dormidos, arrimados entre ellos con Mizuki al centro… no pude evitar querer agarrarlos del pescuezo y lanzarlos lejos de mi pequeña pero Souta me retuvo burlándose de mí, bufé echándome en mi lugar.
Luego miré hacia el cielo suspirando en el momento en que veía la mirada de mi amada delineada en la luna que hacía aparición.
-¿la extrañas mucho no?-me preguntó Souta luego de un minuto en silencio, le miré y sonreí con nostalgia.
-a veces más de lo que puedo aguantar-le respondí con sinceridad para voltear a mi hija un momento-ella es lo único que me contiene-comenté mirando a Mizuki con cariño y algo de tristeza para volver a ver a Souta-se convirtió en mi única razón-dije la frase inconclusa pero sabía que Souta entendía a lo que me refería.
Mm… ¿en qué momento me dormí? Quise levantarme para estirarme pero tenía bastante peso encima… Taichi estaba con su azulada cabeza sobre mi cuello y Akira tenía toda su cabezota en mi lomo, ambos casi roncaban, por otro lado Yuta-ni-san estaba apegado junto a Akira durmiendo tranquilamente semi cerca de mí, sonreí levemente aun medio adormilada para volver a cerrar los ojos, dormiría un rato más o descansaría al menos otro rato pues no podría moverme de esos pesos muertos, entonces escuché algo.
-Lo se amigo, este par de años han sido difíciles para ti, pero la pequeña Mizuki siempre ha estado a tu lado-era la voz del tío Souta pero no recordaba haberla oído así nunca antes, sonaba bajo, algo decaído y triste, nostálgico. Escuché un bajo y pesado suspiro de mi padre y abrí levemente los ojos para encontrarme con su triste rostro.
-Sin ella no habría conseguido salir adelante jamás, fue por ella después de todo que pude alejarme de la tumba de Luna-explicaba en tono bajo, nunca supe aquello aunque era lógico-y claro, gracias a ti que estabas fastidiando desde temprano-esta vez sonrió con ironía, como una broma privada entre ellos a la que ambos sonrieron del mismo modo, luego guardaron silencio unos segundos, pensé que entonces podría fingir despertar para salir a caminar y no seguir espiando su conversación pero entonces le volví a escuchar-Ese día…-comenzó nuevamente en tono suave-Desde ese día hasta hoy mismo me pregunto ¿Por qué lo hizo? ¿por qué no esperarme para ir juntos a la tumba de su maestro? aun sabiendo que la atacarían, aun sabiendo que era peligroso para ella y para Mizuki-parecía hablar consigo mismo pero pude escuchar todo claramente y sentí como me tensaba al escucharle, ¿no fue algún accidente?-por qué no decirme nada y partir ella sola en silencio-calló un momento y miró nuevamente al cielo, a la Luna llena que brillaba con claridad-a veces pienso que fue mi culpa, que hice algo para enfadarla o cohibirla de decirme-¿por qué nunca escuché nada de esto? La mirada de mi padre estaba llena de tristeza y culpa, eso me hacía entristecer y a la vez comenzaba a hacerme enfadar-si no la hubiera descuidado, ella podría estar durmiendo a mi lado en este momento…-lo último lo dijo en un tono más bajo y dolido, casi enfadado pero aun mirando al cielo. Pero lo que dijo hace un momento…
-no digas eso Midnight, sabes tan bien como yo que no había nada que pudieras hacer-le reprochó el tío sin enfado-era tu deber ir a cazar para ambos, se suponía que ella no debía forzarse porque el huevo ya iba a nacer-le dijo tranquilo y sincero-no había forma de que te percataras de lo que haría, no había nada que hacer-repitió intentando tranquilizarle.
-pero debí recordar aquella fecha Souta-intentó volver a culparse mi padre bajando la mirada, ¿de verdad se sentía de ese modo? ¡Pero dijo que mamá pudo haberlo evitado!-yo sabía que fecha era, debí recordarlo ese día, estar al pendiente de ella, ver que estuviera bien…-ahora sonaba casi por completo frustrado y dolido mirando al piso, pude ver su mirada claramente, nunca lo había visto así, ni siquiera el año pasado en el aniversario de mi madre, ni durante el día ni cuando estuvimos frente a su tumba, nunca me enteré de que se sintiera así, jamás supe que… que mi madre murió de ese modo, de esa forma tan… tan egoísta.
-¡no seas tonto!-para cuando me di cuenta el grito ya había escapado de mi boca despertando de golpe a los gemelos y a Yuta-ni-san que se levantaron alertados mirando a todas partes al tiempo que yo me levantaba mirando a mi padre-¡cómo puedes decir eso! ¡Ella podía haber cambiado las cosas! ¡Tú no podías si ella no decía nada!-mi padre se había levantado y me miraba sorprendido, entonces frunció el ceño sin dejar de mirarme.
-No recuerdo haberte enseñado a escuchar conversaciones ajenas-me dijo con voz tranquila aunque algo molesta-no debes opinar sobre los temas que no conoces Mizuki-me dijo a modo de reproche y enseñanza.
-No necesito saber nada más de lo que ya dijeron-le espeté desafiante avanzando un par de pasos, podía sentir la mirada de todos sobre mí pero realmente no me importaba, quería que mi padre dejara de hablar así, que dejara de sentirse así, no quería volver a ver esa mirada, no por alguien que no pensó en él y se fue por su cuenta.
-Mizuki-chan no digas eso…-me pidió el tío Souta avanzando un paso hacia mí con rostro preocupado, pero apenas le miré un momento de reojo, mi mirada estaba concentrada en la de mi padre, que me miraba ahora algo más molesto.
-¡Digo lo que quiero!-me quejé molesta, más que enfadada me sentía dolida y traicionada, ¿en serio mi madre dejo a mi padre solo sin decir ni una palabra? ¿Sin avisar o dar alguna señal? ¿Le dejo con un cargo en el corazón y además le hizo culparse por su partida? ¿Por qué jamás escuché esta parte de la historia? Papá siempre hablaba de ella como si fuera una especie de Diosa, alguien sagrado, puro, siempre tuve esa imagen de ella hasta ahora.
-No seas irrespetuosa jovencita-me dijo ahora mi padre sin desviarme ni un poco la mirada avanzando un par de pasos hacia mí-nadie ha dicho que puedas gritar así a tus mayores, cálmate ya-me exigió aun en tono tranquilo pero enfadado, reconocía vagamente ese tono de voz, él nunca lo usaba conmigo.
-¡No quiero calmarme!-al decir esto avancé otro par de pasos quedando un poco más cerca de él manteniendo su mirada-¡cómo puedes defenderla!-grité.
-He dicho que te calmes Mizuki-repitió en un tono algo más alto con el ceño fruncido.
-¡Pero no lo entiendo! ¡Tú te culpas por lo que le paso pero ella no hizo nada más que ir a su muerte!-no lo entendía y volvía a no entenderlo, ¿por qué mi madre hizo eso? ¿Aún a sabiendas de que era algo peligroso?-¡ella sólo se fue como una egoísta y nos abandonó!
-¡MIZUKI!-eso no fue una reprimenda ni un grito, eso fue un fuerte y estruendoso rugido que hizo callar a todo el bosque alrededor y me hizo estremecer hasta los huesos mientras me sentía cohibir por el aura asesina de mi padre que ennegrecía levemente su alrededor al haberse asomado, por este simple hecho no pude evitar que mi cuerpo reaccionara retrocediendo un paso para sentarme obediente y sumisa con la cabeza encogida y los ojos grandes mirándole asustada, su mirada era de enfado puro, nunca en mi vida, ni siquiera cuando alguien intentaba atacar los terrenos o cuando se enfadaba por alguna otra cosa, jamás le había visto así.
-Amigo cálmate-le dijo el tío Souta avanzando a su lado sin inmutarse por el aura de mi padre, entonces esta volvió a bloquearse y fui nuevamente capaz de moverme solo para dar media vuelta y salir corriendo, al hacerlo vi el rostro de los gemelos, también se veían asustados y quietos mientras que Yuta-ni-san parecía solo un poco amedrentado por lo ocurrido, al verme mover los 3 voltearon hacia mí-¡Mizuki-chan! ¿A dónde vas?-preguntó preocupado mi tío cuando salía por el borde del claro sin prestarle atención.
Me apresuré todo lo que pude mientras se me escapaba solo una prófuga lágrima sin dejar de correr ningún momento. Pasé entre los arboles distrayendo el rastro hasta llegar a la ladera de la montaña, hice lo mismo que en el bosque y volví hasta llegar a las afueras de la ciudad sin detenerme ni un momento para que no pudieran rastrear mi aroma, como era de noche casi no había personas en la ciudad, además los pokemones guardianes me conocían y no me pusieron problemas a la hora de entrar y escabullirme para no asustar al par de personas que había aun afuera, pronto llegué a mi destino y me frené por primera vez respirando agitada, mire hacia arriba el marco de la entrada del cementerio y tras éste se veía la Luna brillar tranquila, fruncí los labios y me adentré al lugar hasta llegar a la tumba… junto a una lápida redondeada con el dibujo de un jin-jang sobresaliente había una pequeña y bella piedra tallada enterrada, ésta tenía el dibujo de una media luna semejante a la navaja en mi cabeza, la miré en silencio por varios segundos con los labios fruncidos hasta explotar frunciendo el ceño hacia el objeto frente a mí.
-¿Por qué lo hiciste?-pregunté en tono dolido y enfadado-Si mi padre te amaba, ¡si tú lo amabas! ¿por qué? ¿Hizo algo mal?-pregunté para negar en seguida-¡Él no pudo haber hecho nada mal! es un increíble padre ¡y siempre habla bien de ti!-le defendí segura-entonces ¿por qué?-volví a fruncir los labios un momento bajando el tono-¿Acaso no querías tenerme? ¿No me querías?-se me escapa un corto y bajo sollozo sin lágrimas-Entonces por qué… ¿Por qué aún recuerdo tu calidez protegiéndome…?
Me acerqué un poco y junté mi frente con la luna de la lápida cerrando los ojos un momento para respirar hondo mientras caían un par de lágrimas en silencio. Pocos segundos después me acosté mirando el objeto.
-¿Por qué te fuiste así…?-le pregunté a la fría piedra para bajar la cabeza aovillándome junto a esta sin poder responder a mi propia pregunta.
Al abrir los ojos pensé que me había dormido, estaba nuevamente en el claro de nuestros terrenos, ¿mi padre me encontró y me trajo de vuelta mientras dormía? Levanté la cabeza y lo vi echado a mi lado durmiendo, quise pararme y alejarme por la vergüenza o acercarme y disculparme por mi conducta de hace un rato… pero no fue hace un rato, ¿Cuánto dormí? Era de día, más bien de tarde, ya iba a anochecer, ¿el aniversario de mi madre ya había terminado? Quise hablar pero mi boca no se movió, entonces intente mover mi cuerpo y este no reaccionó, ¿pero qué rayos pasaba?
Al verlo no pude evitar sonreír - ¿de dónde vino ese pensamiento? – miré al claro cielo, el día era especialmente tranquilo y me sentía bastante bien, pronto nacerá nuestro huevo, nuestra pequeña semilla, nuestra querida hija, estoy segura de que será una hembra, quizás incluso peleemos por la atención y cariño de mi amado Midnight cuando ella nazca - ¿Qué es esto? ¿De dónde vienen estos pensamientos? El claro, mi padre ¿Su amado Midnight? Estos pensamientos… ¿Pertenecían a mi madre? ¿Pero cómo? – me acerqué y acurruqué más entre su pelaje, dormitar de ese modo era algo que me fascinaba desde siempre pues era cuando mejor podía sentir su fuerte aroma – Recuerdo haber escuchado algo sobre eso antes de mi padre, ella había sufrido un accidente y por eso casi no percibía aromas, entonces si podía sentir la esencia de mi padre - a veces casi agradecía que aquel hombre me hubiera golpeado con tal fuerza hace ya 4 años, después de todo fue gracias a eso que conocí a Midnight, al no percibir su aroma cuando entre en estos terrenos por primera vez, al sentirme atraída por este lugar sin saber por qué…
En mi cabeza aparecieron vagamente imágenes, un sujeto alto y gordo con rostro furioso y un fierro en mano, la vaga imagen de ser golpeada, me asustó pero no sentí dolor, aparecieron otro par de imágenes en mi cabeza, hombres persiguiéndome, golpes, sangre, la vista borrosa y entonces una difusa imagen de mi padre con un rostro bastante diferente al que yo conocía, imágenes de él más serio, huraño, enseñando los dientes, vagos y rápidos recuerdos del tiempo en el que mi madre y mi padre se conocieron, no podía evitar sentir más y más curiosidad por las imágenes que aparecían pero entones hubo movimiento, miré hacia mi padre que bostezaba y se desperezaba para levantarse y estirarse, entonces me levanté con él y le sonreí mientras el giraba hacia mí y frotaba su rostro con el mío.
-buenos días preciosa-escuché su voz de un modo diferente al usual, me tardé varios segundos en reconocer su tono.
-Buenas tardes dormilón-esa… ¿esa era la voz de mi madre?-¿Cómo dormiste cariño?-era suave, relajante y tranquila, ese bello sonido era la voz de mi madre… quise cerrar los ojos y acurrucarme escuchando su voz pero entonces mi padre volvió hablar.
-¿Cómo crees? Teniendo a la más bella de las Absol durmiendo a mi lado-su sonrisa era ladina y galante, entonces entendí que el tono que usaba era seductor, casi podía sentir la atracción de mi madre hacia su grave voz y viéndolo desde sus ojos notaba cosas en las que nunca antes me fijé, mi padre era realmente atractivo ¿verdad? Siempre pensé que era fuerte y protector, amable y genial, pero nunca me había puesto a analizarlo como macho.
-jejeje-oh, la risa de mi madre era melodiosa, sonreí para mis adentros sin poder evitarlo-ya galán, como sea que durmieras sé que despertaste con hambre-papá siempre despierta con hambre, al parecer era así incluso antes de que yo naciera.
-me acabas de leer la mente-luego de esto comenzó a reír animado, mi madre le acompañó, no podía evitar relajarme, por dios… realmente no era más que una cría para sentirme tan bien, tan segura, al escuchar las voces de mis padres-iré a cazar algo para ambos, vuelvo en un rato linda-luego de decir esto acarició su rostro y lamió su mejilla con ternura, solo que la manera en que lo hizo era totalmente diferente a cualquier gesto que hubiera tenido conmigo antes, de cierta forma esto me aliviaba, siempre pensé que una parte de mi padre veía en mí a mi madre, a Luna, no a Mizuki como tal, pero todos y cada uno de sus gestos para con ella eran únicos y muy diferentes a los que tenía reservados para mí.
-iré contigo Midnight-respondió mi madre avanzando un paso hacia él, pude sentir su calidez al decir su nombre, entonces la mirada de papá se tornó dudosa y frunció los labios en gesto negativo.
-no seas boba, nuestra cría nacerá pronto, no quiero que te esfuerces por nada-se acercó un poco más usando su tamaño para hacerla retroceder y volver al lecho con gentileza y persuasión-descansa Luna, no tardare mucho-volvió a frotar su cabeza con la mía, más bien la de mi madre, y dio media vuelta para partir corriendo y desaparecer en el claro.
Midnight siempre está cuidando de mi como si fuera a romperme, aunque no le guste admitirlo es realmente amable y dulce, muy cariñoso y cuidadoso al tratarme, no sé cómo consigue enamorarme cada día más solo siendo él mismo, bueno, más bien es gracias a que es él que me enamora a diario – mamá comenzó a reír suavemente, podía sentir su calidez al escuchar sus pensamientos sobre mi padre y me sentía realmente bien escuchando su risa – no puedo creer que ya haya pasado tanto tiempo desde que nos conocimos, desde que mi vida cambió.
Entonces fue quemi madre perdió la sonrisa, parece como si hubiera recordado algo de pronto y miró al cielo, la luna comenzaba a salir mientras en mi cabeza aparecían un montón de imágenes, rápidos recuerdos, varias escenas de pokemones que yo conocía, eran los antiguos compañeros de mi madre, los veía de vez en cuando visitando su tumba y la de su antiguo maestro, aunque no los conocía bien sabía que eran ellos, entonces la imagen de un hombre humano, alto y de cabello castaño, ojos casi ámbar que se veían realmente amables ¿o era ese el pensamiento de mi madre sobre él? Pero vagos y rápidos recuerdos sobre él aparecían y me convencía cada vez más de que así era, casi en todo momento sonreía y se le veía muy a gusto con sus pokemones, me recorría un sentimiento agradable al verle y quería sonreír con él sin saber por qué, entonces una rápida imagen borrosa me asustó, había mucho movimiento y luego sangre… ¿Qué pasaba? ¿Ese fue el accidente donde murió? entonces la imagen cambió súbitamente, estaba todo oscuro, un escalofrío me recorrió vagamente la espalda al ver una tumba, la que estaba junto a la de mi madre, hacía frio, había mucha lluvia y todo estaba en silencio, la tierra estaba hecha barriales y los montones de flores en ramos estaban empapados… entonces mi madre miró a todos lados en el claro mientras otras vagas imágenes pasaban, de nuevo el hombre que vi antes en sus recuerdos, alto y fornido, gordo y con un rostro que asustaba mucho, varias imágenes distintas de él y con ellas, imágenes del misma tumba a diferentes horas del día, un pokemon en el cementerio, uno que no alcance a reconocer, una sombra.
Rápidamente mi madre se levantó mirando al cielo, había luna llena - ¿Cómo lo olvidé? El aniversario de mi maestro es hoy – ella se movió por simple inercia hacia donde está la ciudad y avanzó un par de pasos para detenerse en seco al pasar una imagen de mi padre por su cabeza – Midnight… – volteo hacia donde se fue mi padre y frunzo los labios - ¿debería ir? Ya ha pasado tanto tiempo y casi no he hablado de esto con él, ni siquiera recordaba que fuera hoy por dios, pero ya es casi hora de su aniversario, dentro de poco irán mis compañeros y un par de cercanos a él, no puedo permitirme encontrarme con ellos - no vayas, por favor mamá no vayas… pero aunque lo suplique sé que no podría hacer nada, esto es nada más que un recuerdo ¿verdad?… además puedo sentir como nace la determinación en ella - si me voy ahora podre darle mis respetos en silencio… y despedirme. - ¿De qué habla? Mientras piensa en esto vuelve a mirar al camino que lleva a la ciudad y se encamina con paso firme sin poder yo hacer nada para detener sus movimientos - No puedo seguir atada a esto, no puedo seguir amarrada a su tumba, a mi pasado, ya no puedo seguirlo arrastrando, tengo que enfrentarlo y decirle adiós de una vez por todas, sé que él lo entenderá, sé que Midnight entenderá por qué fui sola, no tardare, en cuanto vuelva le explicare y aunque se enfade sé que me perdonara, me abrazara hasta mañana y entonces nacerá nuestro huevo. Mi pequeña será mi incentivo para seguir adelante, ella y mi amado lobo son mi futuro.
Quise llorar ahí mismo, pero aunque sentía dolor por dentro en el exterior este cuerpo no era el mío, aunque quisiera llorar y detenerla no podía y sabía cómo terminaría este viaje… Al llegar a los límites de la ciudad mi madre se escabulló por un lugar que yo desconocía y corrió un minuto para entrar al cementerio por una entrada alterna hecha al parecer a fuerza pues estaba todo oculto, una entrada secreta al cementerio entonces era lo que usaba ella para entrar pero ¿por qué? De todos los recuerdos que había visto aun no entendía por qué ella no podía ir a la ciudad o porque ese hombre, ese que asustaba en sus recuerdos, aparecía siempre persiguiéndola junto a algún par de personas desconocidas, ahora esto ¿Por qué no entraba por dónde correspondía? Parecía que ella misma había hecho esa entrada. En seguida miró a todos lados y se aseguró de que no había nadie antes de salir de la entrada del agujero para caminar hacia la conocida tumba, cuando llegamos frente al frio objeto me senté de una manera en la que nunca me había posicionado antes, muy recta y con la cola firme, en una pose muy derecha y respetuosa con la cabeza alta y orgullosa, sentía un gran respeto, aprecio y cariño de parte de mi madre hacia ese trozo de piedra que para mí solo significaba el lugar donde descansaba un cuerpo humano más como tantos otros sin valor. Entonces mi madre hizo una respetuosa y elegante reverencia que duró unos segundos – Buenas noches maestro – Incluso el pensamiento sonaba lleno de admiración, cortesía y profundo respeto, luego de la reverencia volvió a abrir los ojos mientras se levantaba y relajó la pose parándose para acercarse a la tumba chocando su frente con el jin-jang sobresaliente en esta - ¿cómo estas viejo amigo?- ahora sonaba mucho más relajada, como si hablara con alguien completamente diferente.
-Buena pregunta ¿Cómo estás vieja amiga?-esa voz me asustó, por un segundo pensé que era el dichoso maestro quien había respondido, era una voz espectral que me recorrió la espalda pero mi madre no parecía asustada o siquiera sorprendida, es más, se levantó tranquila y sonrió a un rincón del cementerio donde la dirección de la luz lunar provocaba una profunda sombra.
-Ha pasado mucho tiempo amiga mía-la voz de mi madre sonaba cálida y amistosa, entonces pude ver la silueta de un pokemon aparecer de lo que reconocí como fuego negro en la parte más oculta de aquel rincón, la luz iluminó el pelaje de una bella Zoroark que a simple vista se veía muy fuerte, más que mi madre por lo que reconocía en ella, más alta que el común, muy estilizada, con pelaje azul marino en lugar de rojo carmín y profundos ojos del mismo color, era realmente hermosa, jamás había visto un pokemon así-¿Cómo has estado?-preguntó mi madre sonriendo con cariño, entonces la pokemon frunció el ceño levantando levemente la cabeza como con soberbia.
-yo he preguntado primero-entonces volvió a bajar la cabeza a su posición normal y su expresión se notó más bien preocupada-¿Qué haces aquí mujer? Por Arceus, estás preñada. Aun cuando sea una ocasión importante para ti, la vida en tu interior corre peligro-De nuevo, ¿Por qué mi madre peligraba tanto? ¿Qué había pasado para que fuera de ese modo?
-Lo sé, solo vine un momento, no planeo volver a venir pero quería despedirme de mi maestro y de ti querida amiga-le explicó de manera sincera y solemne mi madre, pero… pero debía irse ya mismo… comencé a sentir un revoltijo en el estómago, ligero y suave, conocía la sensación, era un mal presentimiento, algo malo ocurriría y yo sabía lo que era, por favor mamá, vete… entonces ella levantó la mirada hacia la entrada del cementerio encontrándose con una iracunda mirada, conocía ese rostro, era el hombre que asustaba, el que la perseguía en sus recueros.
-¡TU! ¡MALDITA PERRA! ¡AL FINAL TE ATREVISTE A VENIR TAMBIEN ESTE AÑO!-su voz hizo doler mis orejas, era asquerosa, fuerte y estridente, llena de odio, mi madre se levantó y miró de reojo a la Zoroark, me di cuenta de que ya no estaba, no, espera, si estaba, pero ahora era nuevamente un fuego oculto en el recóndito lugar del que había salido hace un minuto, noté además que el fuego era azul marino, no negro.
-¡Tsk! Viejo imbécil, ¿Cómo se atreve a gritar así en mi cementerio?-la voz volvía a sonar espectral, mi madre miró una vez más al hombre y me di cuenta de que él no avanzaba, tenía la mirada como perdida y la boca abierta-¿y tú a que esperas? Su mente será frágil pero tu promesa no me deja retenerlo por más de 10 minutos-la voz sonaba enfadada y fastidiada mientras mi madre le asentía.
-Gracias cómo siempre, veré si logro volver por la madrugada cuando todos se hayan ido-respondió mi madre dando media vuelta para salir por el escondrijo
-No se te ocurra volver aquí, ese huevo nacerá pronto, presiento que muy pronto, debes volver con ese lobo negro al que llamas pareja antes de que eso ocurra o correrán peligro…-mi madre asintió mientras entraba al pasadizo y volteaba a mirar nuevamente a la pokemon-MALDITA LA HORA EN LA QUE TE PROMETÍ NO MATAR O HERIR A ESTE BASTARDO-aulló al cielo.
-Pero ya me diste tu palabra, no me vayas a fallar-pidió mi madre con cariño y ánimo para comenzar a correr hasta salir por donde antes nos habíamos adentrado.
Cada vez que Theá usaba sus ilusiones tenía tiempo suficiente para escapar, en este caso para llegar a las cercanías de nuestros terrenos, Midnight debe estar por volver, nunca tarda demasiado en cazar, cuando note que no estoy seguramente comenzara a buscarme asique nos encontraremos en el camino y todo estará bien. Aun así tengo un mal presentimiento, algo va a pasar pronto asique debo tener mucho cuidado.
Algo malo va a pasar, algo muy malo va a pasar si no encuentras a mi padre ya mismo, por favor… Oh dios, ¿Qué pasa? ¿Qué está pasando ahora? Algo anda mal, ¿Qué va a pasar? Mi madre se detiene en seco.
-oh Arceus, no ahora pequeña-tocó su abdomen con una pata y lo entendí, el huevo, yo iba a nacer-se supone que vendrás mañana mi amor-susurraba mientras volvía a avanzar pero pronto volvía a detenerse por las punzadas que comenzaban a atacar, luego intenta caminar nuevamente y semi tropieza sin caer-por favor cariño, por favor aguanta un poco-se seguía susurrando mientras intentaba resistir y seguir avanzando pero ella sabía que no lograría avanzar más por lo que solo caminó lo suficiente para ocultarse tras un arbusto para tener al huevo que me contenía. Podía ver en sus pensamientos la mejor ruta para llegar a los terrenos, el mejor desvío si algún pokemon intentaba atacarnos, la mejor manera de dispersar su aroma, además de que actualmente estaba manteniendo su energía al mínimo y se mezclaba con la tierra para no ser detectada, solo tuvo tiempo de descansar un minuto pues aunque acababa de tenerme ella seguía teniendo el presentimiento de que algo pasaría, de que debía volver ya mismo a los terrenos con mi padre y apenas recuperó el aliento se levantó para llevarme a casa.
-¡ALLA ESTA!-oh por dios… mamá volteó por inercia hacia los hombres al tiempo que sonaba una extraña explosión y algo impactaba contra el suelo cerca de nosotras, mi madre abrió los ojos de golpe – ¡maldición! ¿Por qué ahora? ¡¿De dónde sacó un arma?! – ¿un arma…? ¿Cómo esas que había visto hace poco con mi padre cuando nos ocultábamos de un viajero? Me las enseño para que tuviera cuidado cuando me independizara dentro de poco, pero... pero no esperaba ver una tan pronto. Entonces mi madre se volvió a acostar, aovillándose a mi alrededor por reflejo.
-Todo estará bien mi pequeña, no temas…-me susurró, más bien a mi huevo mientras lo cubría por completo, recordé el vago sentimiento que siempre había tenido, lo único que recordaba de ella era esa breve calidez y al ver esto solo conseguía llenarme de ternura y amor por ella entendiendo un poco… y todo esto se convirtió en dolor y culpa en tan solo un segundo.
Mordió su labio con tanta fuerza que hasta yo sentí un punzante dolor pero aun así no pudo contener un grito por la bala que acababa de impactar contra el comienzo de su pata – Por Arceus ¿Qué hago? Si intento escapar podría llegarle un disparo a ella pero si no hago algo pronto de todos modos nos matara a ambas con esa mierda – estaba enfadada y frustrada pero por sobre todo muy preocupada porque algo fuera a herirme, como si no le hubieran dado un disparo hace solo un momento ella seguía pensando con calma, como si no acabara de sonar otra bala perdida seguía intentando buscar rutas de escape en las que esos hombres no me hirieran pues aunque era solo un huevo mi madre sentía, sabía que no quedarían en paz solo con ella – quizás si la oculto… no, ya me divisaron y ya van por el tercer disparo, si intento escapar podrían darle a ella y si intento ocultarla luego de matarme ellos van a ir a buscar para ver qué fue lo que oculté – entonces mi madre se movió rápidamente apoyándose en la pata sana para atacar a los hombres con un rápido psico-corte que mandó a uno lejos aunque los otros dos lograron esquivarlo cayendo a los lados, el hombre desconocido gritó con su estridente voz una sarta de cosas a mi madre mientras volvía a apuntarle, ¡agáchate! Pero seguía mirando al hombre en silencio, entonces él disparó y ella se agachó justo en el momento esquivando la bala que fue a dar contra un árbol para prepararse a lanzar un rayo hielo, sin embargo algo le golpeó la mejilla cortando el ataque, al volver a voltear recibió otro golpe en el lomo, uno de los hombres le estaba tirando piedras, apretó los dientes y gruñó lanzando psico-corte al que le tiraba piedras asustándolo y haciendo que se escondiera tras un árbol solo para que mi madre volviera a caer al suelo gritando de dolor, una nueva bala se le incrustó en el pecho, en cuanto cayó volvió a envolverme con su cuerpo al tiempo que otra bala sonaba, por el sonido esta por suerte llegó al piso cerca de nosotras y reboto a un lado, entonces sentí mi respiración agitada y me preocupé más de lo que ya estaba, por los pensamientos de mi madre supe que la bala en su costado al parecer había llegado al pulmón, como mínimo esta había rozado, entonces sentimos alguien cerca, el hombre alto y gordo acababa de llegar frente a nosotras y nos apuntaba con la brillante y plateada pistola y ojos casi lunáticos.
-¡Por fin la pagaras perra de mierda!-le dijo casi con gracia-¡por llevarte a mis hijos y a mi esposa ese día!-un triste sentimiento apareció en mi madre mientras un par de vagas imágenes llegaban a mi cabeza, ¿un accidente?
Una casa se incendiaba y el sujeto estaba arrodillado frente a ella llorando y gritando mientras un par de hombres le contenían de entrar, luego la mirada del hombre al ver a mi madre se volvió iracunda y lunática mientras le gritaba que ella era la culpable - Nunca pudiste superar aquel accidente, pero no había manera de detener un temblor, nadie podía saber que el movimiento provocaría esa fuga de gas. Quisiera decirte que te lleves mi vida para que tu corazón descanse como lo intenté hace tanto tiempo… pero esta vez tengo algo que proteger – pensó por un segundo cerrando los ojos para lanzar un psico-corte hacia arriba en dirección al hombre, claramente con la intención de atacar su cuello pero mi madre se quedaba lentamente sin energía y el ataque tardó un poco dándole tiempo al hombre de alejarse, este tropezó y cayó sentado maldiciendo a mi madre y apuntándola con el arma a la cabeza, ella se apresuró a cubrirme y sonó el gatillo pero el disparo no sonó.
-¡MALDITA PORQUERIA!-gritó al cielo mientras lanzaba el plateado objeto lejos, al parecer se había quedado sin municiones.
Esto no lo detuvo ni siquiera un minuto para dejar a mi madre respirar, tomó una rama del suelo y se levantó cojeando, entonces noté que su pata… su pierna estaba herida, también pasaba algo raro con su otro brazo, no lo usaba nunca, apareció otro recuerdo fugaz en la mente de mi madre, mi padre mordiendo con fuerza su pierna, luego en otra escena corriendo y saltándole encima, destrozando su brazo. Entonces papá se había encontrado en más de una ocasión con este tipo intentando hacerle daño a mamá, ¿por eso era tan receloso con los humanos? Pero no tuve mucho tiempo de pensar en eso, el hombre se levantaba y mi mamá comenzaba a lanzar un rayo hielo hacia él, en sus pensamientos solo estaba proteger mi huevo, detenerlos como fuera, aun cuando hasta yo sentía el dolor de sus heridas que seguían y seguían sangrando. Logró cargar el rayo hielo y lanzarlo pero, al momento en que lo hacía, algo golpeó con fuerza su cabeza desviando el ataque hacia otro lugar y desorientándola, escupió sangre y sentí como la respiración se le cortaba aún más, intentaba botar aire por la nariz y no lo conseguía.
Seguido a ese golpe vino otro en el abdomen, justo donde estaba la herida de bala que le llegó al pulmón, intentó atacar con otro psico-corte, era lo último que podía hacer pues podía ver su vista borrarse cada ciertos segundos, el ataque apenas alcanzó a rasguñar la pierna del hombre que la golpeó.
Esto no funciona, solo me queda una opción. Perdóname pequeña, por ponerte en este peligro - pensaba ella mientras se arrimaba alrededor de mi huevo cubriéndome con su cabeza, lomo, patas y cola de tal modo que si se acercaban a mi huevo usaba su cabeza y cola para herirles o cortar las ramas mientras aguantaba los golpes y patadas, sabía que dolía, casi sentía como dolía, había cada vez más sangre en su borrosa vista – Oh dios, comienzo a perder sensibilidad, si sigo así me voy a desmayar – Entonces se apretaba más contra mí sin perder tenacidad – Resiste un poco más mi amor, solo un poco más por favor, papá ya va a llegar. Midnight…- Le llamó en un pensamiento vago, supe que estaba por desmayarse y entonces escuché un fuerte rugido, ya lo había escuchado antes, hace un rato cuando discutí con mi padre, un rugido de puro enfado, pero éste era incluso más fuerte que el que yo escuché seguido de una fuerte aura que acalló el lugar y los gritos de los hombres que hasta ahora no habían parado de golpear a mi madre, extrañamente desde su interior aun me amedrentaba pero no como antes, entonces sentí a mamá sonreír – Justo a tiempo, como siempre mi amor… - pensaba ya más relajada, sentí que iba a desmayarse y el nombre de mi padre rondaba casi por completo en su cabeza.
-Midnight…-se le escapó el llamado de entre los pensamientos.
-Luna…-escuché como susurraba en un tono totalmente diferente bloqueando su aura y llegando en un instante junto a mi madre.
-l-lo lamento…-al escucharla hablar reconocía aun con mayor claridad su dificultad para respirar, apenas podía moverse.
-está bien, está bien-apenas podía sentir las caricias de mi padre, su cuerpo se entumía más y más lentamente-no tienes que preocuparte, yo me encargaré de todo…-ella quiso sonreír por la lamida en su mejilla pero casi no sentía.
Tras esto papá levantó la mirada atento, al parecer algo más pasaba pero no escuchaba mucho más allá y mamá ya no tenía suficientes fuerzas para moverse. Otro feroz rugido se escuchó y mi padre se levantó saltando de golpe detrás de mi madre por lo que ya no pudimos ver nada, ella bajó la cabeza apoyándola en el suelo ya mucho más relajada, nuevamente sentía como ella quería desmayarse, sus pensamientos eran demasiado vagos, aparecían lentos recuerdos mientras ella luchaba por mantenerse consciente y trataba de seguir atenta a los sonidos, se escuchaban los gruñidos de mi padre, opacados por unos gritos que reconocía como los del sujeto que traía el arma. Pronto, los gritos se detuvieron.
Volvió el silencio y supuse que el hombre estaría muerto ahora, entonces escuché otro gruñido, pero esa no era la voz de mi padre, no la pude reconocer bien en seguida pero luego de unos segundos supe que era la del tío Souta. Entonces volví a ver a mi padre acercarse, le veía borroso, mi madre seguía medio divagando pero lograba mantener su consciencia, mis padres se acomodaron juntos a mi alrededor, mamá apenas pudo moverse un poco y esto causo un remezón de dolor en su amoratado lomo y repercutió en sangre saliendo de su hocico, un poco de esta fue a parar al pelaje de mi padre y eso hizo sentir mal a mamá, pensaba en cómo debía sentirse papá por verla así, en cómo él debería enfadarse con ella por haber hecho tal tontería y en cuanto le dolía no haberme protegido de la manera correcta, que las cosas no deberían ser así, que podrían haber sido diferentes… todo mientras sus pensamientos se hacían ligeramente más y más lejanos.
-ya está todo bien…-fue lo que volvió a hacer reaccionar a mamá y la acercó de vuelta a la realidad-ya arreglé todo… ahora estarás bien mi amor…-sentía vagamente el cuerpo de mi padre protegiendo a mamá, cobijándola con tal suavidad que casi no le hacía daño.
Mamá levantó la mirada un momento y en seguida volvió a bajarla para cerrar los ojos, mi padre estaba mirando su cuerpo, seguramente revisando sus heridas para ver que podía hacer – Lo lamento tanto mi vida… sé que intentarías lo imposible por salvarme como siempre lo has hecho, pero esta vez es diferente, puedo sentir que es muy diferente, perdóname Midnight… - ¿diferente? ¿En qué sentido? Papá solo debía montarla a su lomo y llevarla con Momoko-ba-chan ¿verdad? Así mamá podría sanar. Entonces escuché un bajo suspiro por parte de mi padre mientras agachaba la cabeza, al parecer él acababa de notar algo similar a lo que pensó mamá, al menos su rostro me decía eso, en seguida ella hizo otro esfuerzo y se acurrucó un poco más en él, inhaló profundo, todo lo que pudo, sentí como su pecho dolía pero se mantenía firmemente, como buscando algo, hasta que a través de ella sentí un vago y leve aroma, la esencia de mi padre nuevamente era lo único que ella podía percibir, aunque esta vez estaba mezclado con algo más, un casi imperceptible aroma ajeno, algo desagradable, debía ser el olor del sujeto que acababa de atacar…
-Hueles extraño…-susurró apenas mi madre para tragar discretamente algo de sangre y volver a hablar con esfuerzo-n-no me gusta… prefiero… tu olor p-puro…-volvió a acercarse, como buscando más del aroma de papá mientras intentaba ocultarse del mismo-no debí… no debí v-venir… puse en peligro a n-nuestra cría…-tras decir esto el bajo sollozo que escapó de ella me hizo entristecer aún más, papá se sentía culpable, mamá se sentía culpable, yo me sentía culpable…
-tonta… tonta…-la voz de mi padre sonaba tan triste que podría llorar solo de oírla-no te culpes… no pasó nada… defendiste al huevo y está a salvo…-quiso consolarla, pero esa voz apenas si podía consolarlo a él mismo.
-Midnight-esa era la voz del tío Souta, se escuchaba lejano y suave, además de serio y preocupado, no podía ver pero sabía que debía estar detrás de nosotras-hay que llevarla con Momoko-san, rápido-esa era una exigencia que yo también pedí hace un momento. Aunque sabía cómo resultaría de todos modos.
-Está muy malherida-y esa era la implícita respuesta que sabía pero no quise pensar-si la movemos temo que pueda empeorar su estado-podía sentir a mi padre temblar, mi madre escuchaba en silencio, deseaba poder levantarse y moverse con libertad.
-Yuta-¿Yuta-ni-san también había venido?-ve por Momoko-san y trael…-mi madre reunió nuevamente fuerzas para hablar.
-Midnight…-movió su cabeza como pudo y la levantó hacia mi padre que se apresuró a atajarla-tengo que ir… tengo que ir… con mi maestro…- Quiero terminar las cosas así…
-¡¿p-pero que estás diciendo?! ¡Estas malherida!-la voz de mi padre intentaba sonar como en una reprimenda pero mi madre le estaba mirando a los ojos, en ellos solo había preocupación, dolor y frustración, imaginé mis propios ojos en los suyos, solo que más cristalinos con lágrimas cayendo al saber lo que mi madre pensaba.
-Llévame… llévame con él… por favor…-ella movió levemente su rostro en una prófuga caricia que parecía la última.
-pero Luna… si te muevo podrías… podrías empeorar…-el tono de voz de mi padre bajó considerablemente, él no quiso decir las palabras como tales pero él también sabía lo que pasaba-No me pidas herirte…
-Tengo que ir…-mamá sonaba cada vez más cansada de habar, cada vez más soñolienta.
-Yo…temo que el viaje te haga daño... –mamá volvió a mirar a papá a los ojos, pidiéndole con la mirada que cumpliera su última petición-De acuerdo…-accedió para comenzar a levantarse y montarnos a su lomo con sumo cuidado, sentí como mamá apretaba su mandíbula y mordía su lengua para no gritar del dolor que aun sentía mientras papá la movía, pude reconocer de paso que ya casi no sentía las patas.
-¡¿Qué dices Midnight?! Ella podría…-pude ver por fin al tío Souta, nunca había visto un rostro más triste y preocupado en él.
-Vamos…-dijo papá luego de mirar un segundo al tío para terminar de acomodar a mamá en su lomo – nuestra pequeña, cuídenla por favor…
-Souta…Yuta… necesito a alguien que cuide nuestro huevo mientras vamos…-pareció que mi padre leyó la mente de mi madre-no tardaremos mucho-ambos observaron mi huevo un momento, mamá cerró los ojos – perdóname por dejarte sola mi pequeña…
-Yuta-nuevamente la voz del tío, mamá volteó levemente la mirada hacia él-tú cuida de él- Ella – corrigió mamá, ¿Cómo lo supo en primer lugar? Entonces el tío volvió a mirarnos-yo iré con ustedes, serás fuerte y todo lo que quieras pero con Luna en tu lomo no puedes estar peleando, apenas si deberías moverte maldición-nunca había escuchado al tío maldecir a nada, aunque supongo que para el caso no era nada raro, yo misma quería maldecir al cielo mil veces.
Papá comenzó a avanzar y ambos voltearon levemente hacia mi huevo que ahora comenzaba a ser cobijado por Yuta-ni-san, oh, algo recordaba de aquel calor, era familiar y protector, justo como cada vez que estaba cerca de él.
-Tranquilo compañero, más de una vez Yuta se quedó cuidando a Taichi y Akira mientras eran huevos-dijo el tío Souta al ver las miradas de mis padres, Taichi y Akira, claro, para este momento ellos tenían unos 6 meses.
Papá asintió y volvió a girarse hacia el camino, mi madre se mantuvo acurrucada en su melena, buscando su aroma incesantemente, buscando casi desesperada la manera de mantenerse despierta, entendí por fin que si se desmayaba… ya no despertaría.
-Podría tomar alguna poción-las voces de papá y el tío me daban un indicio del estado externo de mamá, a veces sonaban más lejanas y a veces más cercanas, a veces el dolor se amortiguaba y otras volvía con punzadas.
-Si se la aplicáramos solo empeoraría su dolor, las pociones no curan heridas internas… menos tan graves-mi padre sonaba sin esperanza.
-¿y el centro pokemon? Podrían atenderla de inmediato-el tío sonaba casi suplicante, mi padre pareció pensar la opción aun cuando el odiaba los lugares humanos.
-No…-se esforzó mi madre por volver a hablar-primero c-con mi maestro… m-me niego a i-ir a cualq-quier otro l-lado…-no estaba en condiciones de exigir ese tipo de cosas, quizás en el centro pokemon podrían salvarla – aunque llegara ya el camino está decidido… prefiero seguirlo frente a mi maestro.
-Pero Luna-no supe que pensar, me dolía todo por dentro, entendí que mi madre para ahora ya no debería ser capaz de respirar.
-Pero n-nada… si me llevan a o-otro lugar… me bajaré y m-me iré por mi c-cuenta…-cómo si fuera capaz siquiera de bajar del lomo de mi padre.
Escuché a este suspirar resignado mientras seguía el camino hacia el cementerio ya no muy lejos. Pronto llegamos al lugar y mi padre se detuvo en la entrada casi de golpe.
-llegamos…-informó mirando los alrededores como un sitio extraño… espera, ¿él no había venido antes nunca?
-a la derecha… tercera lapida de la segunda columna…-dirigió mi madre con esfuerzo, entonces miró hacia la oscura esquina el fuego azul profundo que se convertía en la bella Zoroark de antes aún oculta, mirando a mi madre con ojos inmensos y boca abierta, estaba realmente atónita. Mi madre simplemente le sonrió para luego sentir cómo mi padre frenaba, habían llegado por fin. Papá se agachó y con sumo cuidado bajó a mamá que volvió a apretar los dientes con toda la fuerza que pudo, no tenía muchas fuerzas para ello o para gritar tan siquiera. Ella miró al suelo notando el pequeño charco que comenzaba a crecer, era su sangre cayendo cada vez con más intensidad, su vista se tornaba aún más borrosa.
-Con cuidado Luna…-habló por fin mi padre sujetándola para que no fuera a caer.
-está bien…-respondió ella con ya un inmenso esfuerzo, casi se tamaleó pero mi padre estaba firme y aprovechó la cercanía para acariciar su rostro por última vez. Y él se alejó, pudo sentirlo tras ella, como un fiel guardián cuidándola.
-¡DEBERIAS ESTAR MUERTA!-aquello no fue una voz real ¿sonó dentro de mi cabeza? Pero era claramente el tono de voz de la Zoroark, ella sonaba terriblemente preocupada-¿Cómo rayos le hiciste para sobrevivir todo el camino hasta aquí? ¡Perdiste demasiada sangre Luna!-decía con enfado, frustración e impotencia la Zoroark, mi madre la miró de reojo con una leve sonrisa y la pokemon hizo ademan de querer avanzar.
-Está bien, no hace falta que salgas de tus sombras-pensó mi madre sabiendo que ella la escucharía-tengo un favor que pedirte vieja amiga, tal parece que me reuniré con mi maestro antes de lo previsto, necesitare que veles por mi familia en mi lugar.
-No seas idiota… no… no necesitas pedir ese tipo de cosas mocosa…-respondió la Zoroark parándose altiva y cruzándose de brazos en lo que mi madre notaba una brillante y solitaria lagrima caer por el rostro de su vieja amiga.
-Sé que cuento contigo… y por favor, cuando sea el momento dale este mensaje a mi hija…-mamá cerró los ojos un momento y se sintió tambalear, quedaba poco… volvió a abrirlos mirando hacia la lápida de su maestro – "Por favor, sé que no merezco tu perdón pero, por favor, disculpa a tu egoísta madre por abandonarte tan pronto… Te amo más que a nada, a ti a tu padre"-luego de esto suspiró levemente, no sabía que pensar pero realmente dolía mucho… - Eso es todo, por favor cuida que Midnight… no vaya a hacer alguna tontería cuando me vaya… - continuó tranquilamente
-Ya se encargara su amigo de él-respondió la Zoroark mientras otra lagrima caía-maldición Luna, no debiste venir, no debiste venir, no debiste… ¡te voy a extrañar maldita sea…!
Mi madre sonrió apenas y miró nuevamente la lápida frente a ella – Gracias por darme este pequeño tiempo extra querido amigo, ya estaré contigo… solo… dame un momento más… - Entonces sentí todo el dolor que mi madre contenía escapar mientras ella mordía su labio guardando silencio un momento – ¡Maldición! No quiero morir después de todo, no quiero perderlos, quiero verla crecer, quiero vivir junto a él… ¡no quiero morir…! – Un par de lágrimas de frustración cayeron para que luego respirara hondo apenas.
-Midnight…-Este fue su último gran esfuerzo por hablar intentando resignarse – Perdóname y… -gracias… por todo…-y cerró los ojos perdiendo finalmente las fuerzas-te amo…-para caer con el cuerpo ya completamente frio.
-¡LUNA…!-fue lo último que escuché, el grito lejano de mi padre antes de que todo se volviera negro.
Volví a abrir los ojos de golpe y me vi frente a la tumba de mi madre, todo mi cuerpo temblaba, intenté levantarme pero no podía, me dolía mucho el lomo y el pecho, también dos de mis patas y un poco el rostro, respiraba muy agitada y entrecortada, me di cuenta de que estaba llorando y sollozando como si fuera una cría recién nacida.
-Aunque amortigüé las sensaciones que recibías a través de Luna, tu cerebro aún tiene la vaga sensación de haber sido golpeado en los lugares que sientes dolor, pasara pronto-esa voz… la Zoroark. Desvié la mirada hacia la esquina a la que mi madre había mirado antes y ahí estaba, en persona se veía mucho más majestuosa, más hermosa e imponente, me hacía cohibir solo por verla-por otro lado comenzaste a llorar poco después de ver el recuerdo de tu nacimiento y te pusiste así mientras seguías viendo sus recuerdos-me explicó tranquila y altiva de brazos cruzados apoyada contra el enrejado.
-sus recuerdos…-susurré para mí misma tras unos segundos, luego de haber normalizado mi respiración, el dolor se iba apaciguando paulatinamente, más al mirarme y verme intacta-¿Cómo…?-interrumpió mi pregunta a medio hacer.
-Hurgué en sus recuerdos cuando la vi entrar al cementerio, así supe cómo llegó y terminó así de herida-explicó a mí no formulada pregunta-se suponía que hoy me presentara contigo, cumples 2 años ¿no? Asumí que era el momento correcto para mandarte su mensaje, pero entonces llegaste aquí llorando como un cachorro y preguntando tonterías y decidí responder de primera mano-terminó su explicación tranquila y un tanto soberbia.
-Fue mi culpa que…-nuevamente me interrumpió.
-No empieces-me cortó de una vez frunciendo el ceño-Luna sabía que estabas por nacer, fue culpa de ella asumir que tardarías otro día más, además al agitarse obviamente incentivaría la labor de parto-parecía quejarse consigo misma.
-pero no fue del todo como yo pensaba…
-si lo fue, tu madre fue egoísta a su manera, quiso hacer las cosas a su modo como la terca que era y vio las consecuencias del peor modo posible-respondió crudamente, fruncí los labios volviendo a mirar su tumba, ciertamente no había gran excusa pero no podía evitar sentir mucha empatía con ella-y respecto a su mensaje, ahora sabes lo que pasó, de ahí en más es cosa tuya si decides perdonarla o prefieres sentir rencor hacia ella, eso no cambiara nada-tras decir esto se movió alejándose del enrejado y me miró de frente esperando un segundo por mi respuesta.
-fue egoísta ¿no? Podría haber ido después con papá, él la hubiera protegido-suspiré mirando el tallado frente a mí-me siento muy frustrada al saber que todo eso se pudo haber evitado. Pero ya estoy un poco grande para ponerme a llorar y gritar a una piedra que la odio-sonreí algo irónica y miré a la Zoroark que me sonrió y avanzó saliendo del rincón sombrío en el que estaba.
La luz lunar ahora la dejaba ver por completo, pude divisar en su cuerpo varias cicatrices que antes no noté, eran al parecer heridas de batalla, sin embargo no por esto se veía menos bella. Llegó frente a mí posicionándose tras la tumba de mi madre y me miró como examinándome un momento.
-Necesitaba acercarme para verte bien… pero realmente eres idéntica a tu problemática madre-respondió nuevamente a mi pregunta no hecha-aunque tu personalidad es más bien similar a la del lobo ese-dijo con un deje de desprecio refiriéndose a mi padre.
-el tío Souta también me lo ha dicho muchas veces, aunque papá insiste en que soy igual a mamá en todo aspecto-le respondí sonriendo para finalmente levantarme, mi cuerpo ya no dolía, me senté frente a la pokemon y ella me volvió a observar.
-pero eres un poco más grande que Luna, dentro de unos años serás de un tamaño similar al del lobo negro-supongo que nunca lo llama por su nombre-ya sabes lo que viste, ahora debes volver con tu padre-dijo volviendo a dar media vuelta hacia el rincón del que salió-hazle saber que fue decisión de Luna ir por su cuenta, no porque el hiciera algo para orillarla a eso y discúlpate por haberle gritado-¿Cómo lo…?-me metí en los recuerdos de tu madre moribunda y semi inconsciente y no podría meterme en los tuyos, sobre todo luego de que cayeras indefensa en mis ilusiones tan fácilmente-oh…-ve y discúlpate con él, por mucho que tuvieras la razón en lo que dijiste no fue ni la forma ni el momento, además ese lobo no aguanta que nadie hable mal de su Luna-dijo lo último de una forma burlona y algo graciosa volviendo a mirarme.
-pero yo…-no sé cómo enfrentarlo después de gritarle así y salir huyendo…
-tranquila pequeña-me respondió ahora con una sonrisa alejándose más y convirtiéndose en fuego-alguien ya vino para ayudarte con eso-dijo finalmente con voz espectral, ¿alguien?
-¡MIZUKI!-¿esa voz era…? Volteé hacia la entrada del cementerio y pestañeé un momento al verlo-¡Por fin te encuentro, Maldición! Te hemos buscado un buen rato-dijo Taichi mientras se acercaba a mí con rostro serio y preocupado, estaba enfadado-deberías agradecerle a tu padre por enseñarte tan bien a cubrir tu aroma, en serio pensamos que habías huido a las montañas-se quejaba mientras caminaba hacia mí suavizando lentamente su expresión, al llegar se me acercó más y me abrazó con su cuello acariciando su rostro con el mío un momento para suspirar y volver a alejarse mirándome a los ojos seriamente-no vuelvas a irte de esa forma, me tenías preocupado-se calló y pareció querer rectificarnos tenías de verdad preocupados-era una clara orden, en otro momento le hubiera refutado pero por esta vez decidí asentir, no quería discutir con nadie más por hoy.
-Lamento haberme ido así, necesitaba pensar y estar sola un rato, gracias por buscarme-le agradecí sonriendo para lamer su mejilla en agradecimiento con una pequeña caricia, él se mantuvo quieto un momento y luego desvió la mirada a la entrada.
-Akira debe estar por llegar, ni-sama está esperando nuestra señal, si no te encontrábamos por aquí él iría a las montañas-dijo volviendo a mirarme ya un poco menos serio, volvía a tener su tranquila expresión de siempre, me miró un segundo en silencio como queriendo decir algo y me extrañé hasta que él volvió a acercarse y lamió mis mejillas… tarde un momento en entender que estaba limpiando los restos de mis anteriores lagrimas pero me quedé quieta hasta que terminó, luego volvió a alejarse tranquilo-tu padre y el mío están en el claro, no sé como rayos to-sama consiguió mantener al lobo negro quieto para que no comenzara a destrozar todo buscándote pero están allá esperándonos-me dijo ahora con una sonrisa girándose hacia la salida-volvamos antes de que mi padre no pueda contener al tuyo-bromeó mientras yo avanzaba un poco y comenzábamos a irnos.
-Papá va a matarme-dije medio a broma mirando de reojo la tumba de mi madre y luego hacia el rincón desde donde nos observaba el oculto fuego.
-nah, seguramente le parecerá más divertido torturarte un rato-tras decir esto Taichi aulló semi suave al cielo recibiendo rápidamente una respuesta de Akira-luego to-sama lo va a calmar como siempre-dijo con una sonrisa segura para chocar su lomo con el mío en gesto bromista y cariñoso, le sonreí en respuesta y choqué mi cabeza en su cuello para escuchar unas patas acercarse a trote cuando salimos del cementerio.
Akira se acercaba, al verme se le dibujó una enorme sonrisa y apresuró el paso hasta llegar a mi lado abrazándome con fuerza.
-¡Por Arceus mujer!-exclamó en tono aliviado para alejarse y mirarme-de todos los lugares que se nos ocurrieron ¡este era el menos probable! No creímos que quisieras venir aquí después de lo que pasó, ni-sama está a punto de correr a las montañas para buscarte-dicho esto se cortó y miró a Taichi, ambos asintieron y aullaron al cielo fuerte y prolongadamente, dando el aviso seguramente, entonces Akira volvió a mirarme-dale gracias a Taichi que propuso venir a buscarte a la ciudad por si las dudas, de otro modo ni-sama también se habría enfadado contigo por hacerlo subir a los roqueríos-bromeó para reír un poco-vámonos antes de que tu padre se vuelva loco jeje.
Asentí y los 3 salimos de la ciudad en silencio, Taichi caminaba a mi izquierda y Akira a mi derecha, siempre que nos alejábamos de los terrenos hacían eso, como su manera personalizada de cuidarme, aun de pequeños siempre se ponían de esa forma.
En el camino escuchamos un aullido a lo lejos, los gemelos aullaron en respuesta y segundos después apareció Yuta-ni-san corriendo a toda prisa hasta llegar junto a nosotros para pararse frente a mí mirándome primero aliviado suspirando, luego con el ceño fruncido parándose firme y derecho, demostrando sus 30cm más altura que nosotros.
-La próxima vez que se te ocurra hacer ese tipo de escena háblalo primero con nosotros, le debes una buena disculpa a tu padre jovencita-me dijo en tono de reproche, rara vez había escuchado a ni-san con ese tono de voz pero cuando lo usaba tendía a cohibirme pues lo respetaba mucho-entiendo si eso es lo que piensas pero no fue la manera, además tú aún no has sentido lo que es el amor para tu raza, tu padre atesora mucho el recuerdo de Luna y escuchar a su propia hija hablar mal de ella, más aun sobre eso…-cortó la reprimenda antes de decir algo más y giró un momento la mirada hacia otro lado frunciendo los labios, recordé que él había estado ahí cuando mi madre fue atacada asique también sabía que murió protegiéndome, en seguida él se recompuso volviendo a mirarme-como sea, más te vale dejar un rato tu orgullo de lado y hablar como corresponde con tu padre-terminó algo severo.
-Lo lamento ni-san, fue muy inmaduro gritar de ese modo y salir huyendo, solo quería estar sola y no pensé en nada más-me disculpé solemne y algo culpable, si había algo que me entristecía era hacer enfadar a ni-san.
-No te disculpes conmigo-me respondió suspirando y suavizando su expresión para acariciar su cabeza con la mía cariñosamente-a mí me basta con ver que volviste a salvo-dijo alejarse con una sonrisa tranquila-anda, volvamos al claro-dijo encaminándose y asentí, los gemelos caminaron nuevamente a mi lado.
No pasó mucho para que llegáramos a los terrenos de mi padre, estábamos por llegar al claro y me frené de golpe, después de todo aun me daba algo de miedo enfrentar a papá tras lo que pasó. Pronto sentí la cabeza de Taichi chocar mi cuello empujándome un poco hacia adelante con gentileza, me giré hacia él y me sonrió para señalar el camino hacia adelante en lo que sentía el lomo de Akira chocar el mío también gentilmente, volteé hacia él e hizo el mismo gesto que su hermano, miré al frente y Yuta-ni-san me miraba en silencio, esperando que avanzara, asentí y lo hice llegando a su lado, tras esto caminamos otro poco y de pronto ni-san me hizo frenar colocando su pata delante de mí, le miré extrañada y me hizo una señal de silencio para señalar hacia al frente, hacia el claro que ya era visible.
-¡VOY A IR POR ELLA!-escuché el estridente grito de mi padre furioso al tiempo que veía el claro, pronto divise a papá mirando al tío desafiante-¡ya se tardaron demasiado! ¡para este momento puede estar al otro lado de las montañas!-le gritaba a mi tío, frustrado y molesto, pero si ya estaba aquí… ¿no sintió mi aroma? Que extraño.
-ya cálmate amigo, mis hijos la están buscando, si te vas a meter seguramente destruirás medio bosque en el camino y con la hora que es vas a buscarte problemas con otros pokemones de la zona-le respondía tranquilo y casi burlón el Houndoom.
-¿Y QUE PASA SI ELLA SE METIO EN PROBLEMAS CON UNO DE ESOS?-gritó ahora más alterado mi padre moviéndose de un lado a otro haciendo bufar al tío.
-No se te olvide que tú mismo la entrenaste viejo, le enseñaste lo suficiente para que no le pase nada, además sabes tan bien como yo que ella es un pokemon nocturno, tanto o más de lo que tú eres-le recordó tranquilo echándose.
-¿y si tus hijos se toparon con alguno? ¿Qué pasa si los atacó una manada?-dijo mi padre frustrado para golpear su cabeza contra el tronco de un árbol causándome risa, tuve que taparme la boca y morderme los labios para no ser escuchada.
-Y no se te olvide que a mis hijos los entrené yo mismo, no los subestimes-respondió el tío enarcando una ceja fingiendo haberse ofendido un momento para luego bostezar-ya deja de girar, mareas-se burló para que mi padre se detuviera en seco mirándolo molesto.
-no sé que gracia le ves a todo esto Souta-le espetó molesto enseñando los dientes.
-¿quieres saber lo que me parece gracioso?-preguntó el tío sin inmutarse por la amenaza de mi padre para sonreír-estas tan desesperado que se te olvidó estar al pendiente de algo muy importante-le comentó, oh claro, con el estrés papá olvido estar al pendiente de los terrenos.
-¿de que estas…?-mi padre no terminó la pregunta, levantó la cabeza comenzando a olfatear al tiempo que ni-san me miraba y hacia una señal para avanzar, le hice una pequeña mueca y sentí como me empujaba desde atrás con su cola al tiempo que mi padre volteaba hacia el lugar exacto en el que estaba oculta, caminé unos pasos entrando al claro en el momento que mi padre abría grande los ojos corriendo hacia mí-¡MIZUKI!-gritó mientras corría para frenarse de golpe frente a mi abrazándome con su cuello y apegándome a él con una pata firmemente, de modo que no podía siquiera imaginar cómo zafarme-¡no vuelvas a irte así maldita sea!-dijo en tono casi ahogado, me acurruqué en su abrazo como lo hacía cuando era más pequeña y asentí en silencio, por un momento podría jurar que le sentí temblando, pero era algo tan imperceptible que no estaba segura de que así fuera-no sé que haría si te perdiera a ti también…-abrí los ojos y pestañeé un momento pensando en eso, fue un susurro tan bajo que realmente dudaba que hubiera estado dirigido a mí.
-Lo siento papá-me disculpé en tono suave y bajo con el rostro semi oculto-no quise preocuparte de ese modo, solo estaba confundida y dolida-susurré cerrando los ojos un momento para pensar en lo que me dijo la Zoroark un momento-y papá-le llamé dudando un momento antes de seguir-mamá decidió ir por su cuenta, ella no… tú no hiciste nada para obligarla a ir sola, ella quiso, pensó que era lo mejor…-tras decir esto papá me soltó y me alejó un poco para mirarme con el ceño fruncido, extrañado por mi comentario-ella quería… quería ir por su cuenta y volver pronto, lamenta lo que paso y… y nunca sintió que tú la orillaras a irse de ningún modo, solo fue algo que se dio en el momento, ella también había olvidado que día era-le terminé de explicar intentando que me entendiera.
-¿y tú como sabes…?-sonreí interrumpiendo su pregunta.
-digamos que… cuando fui al cementerio, fue mamá misma quien me lo dijo…-le comento tranquila, casi divertida con mi pequeña broma interna, aunque después de todo no era mentira que lo supe por mamá.
-¿de qué hablas?-papá parecía cada vez más extrañado y ahora las miradas de los Houndoom también estaban sobre mí. Fruncí un poco los labios.
-Pues… mamá tenía una amiga Zoroark, al parecer ella sabía sobre lo que mamá pensaba en ese momento, me la encontré y ella me dijo lo que te expliqué hace un momento.
-¿una Zoroark?-me preguntó extrañado pensándolo un momento para luego abrir los ojos cómo recordando algo-¿Theá? ¿Conociste a esa vieja?-dicho esto algo le alertó y saltó hacia un lado esquivando un fuego negro que acababa de atacarle y ahora quemaba el pasto levemente mientras se apagaba.
-Cuidado con tu lengua criajo malcriado-esa era la voz de ella, volteé buscándola y la encontré sobre la rama de un árbol cruzada de brazos, mi padre se puso a la defensiva gruñendo y enseñándole los dientes-solo vine a revisar que la semilla de Luna estuviera a salvo, se te cae la baba chucho-se burló socarrona para mirarme y sonreírme levemente antes de desaparecer en fuego.
-Maldita vieja, aun no se muere-se quejó en susurros consigo mismo mi padre para luego mirarme-no vuelvas a acercarte a esa pokemon, es mala influencia.
Sonreí negándole y nos reímos un rato, luego mi padre no quería alejarse de mí, no me dejaba acercarme a los gemelos y frotaba su cuello con el mío para taparme de su aroma de manera graciosa. Pronto la madrugada se convertiría en alba y nos dirigimos todos de vuelta al cementerio, ahí nos encontramos con el equipo de mi madre que ya se iba, saludamos a mi madre y volvimos al claro despidiéndonos del tío Souta y sus hijos que volvieron con su manada.
Tiempo pasaba y la fecha de mi partida independiente se acercaba, hasta que algo pasó. Un día ni-san había salido con Akira, Taichi se había quedado con el tío Souta y los trillizos y vinieron a nuestros terrenos, con Taichi salimos a cazar pero la cacería tomó otro rumbo.
Me di cuenta por primera vez de que Taichi era un macho, no solo un amigo, al ir a cazar me di cuenta de sus habilidades y destrezas, el día acabó pero la idea me seguía rondando en la cabeza, con el tiempo comencé a compararle con otros pokemones que veía, con el mismo Akira, notando cada vez mejor sus diferencias, pronto entendí también que los gestos de Taichi eran diferentes a los que Akira tenía conmigo, me pregunté si era solo por su forma de ser o si había alguna razón más allá, no podía estar segura pero descubrí que me atraía como macho y me gustaba como tal, con el pasar de los días y semanas que se convertían en meses supe que no quería irme pues me había enamorado del amable Taichi que había estado junto a mi desde que tenía memoria, pero no sabía cómo él podría reaccionar, si no era correspondido entonces lo pondría en un aprieto pues él sabía el tipo de amor que le tocaba a mi raza. Un día decidí que tomaría cartas en el juego, no podía seguir preguntándome si Taichi sentía o no algo por mí, si descubría que no era así me iría tranquila pero si resultaba correspondido entonces me quedaría.
Así fue como decidí usar la época de celo como incentivo, Taichi era usualmente relajado y tranquilo pero su tipo no era solo siniestro, parte de él era fuego y eso podría ayudarme. Conseguí que las cosas se dieran y fuimos a cazar cerca de los roqueríos, aún la época de celo estaba a dos días pero si le provocaba podía adelantarla, me di cuenta de que Taichi estaba más alejado de lo normal, que mantenía distancias y no se me acercaba mucho, estaba algo serio, me pregunté si se habría dado cuenta, pero realmente no había forma, no había hecho o dicho nada fuera de lo normal, me acerqué un poco mientras corríamos y él se volvió a alejar, le miré extrañada y me acerqué otro poco, al hacer esto él se frenó de golpe y me miró con una extraña expresión.
-¿Qué intentas Mizuki?-me preguntó mirándome de pies a cabeza.
-¿de qué hablas?-le pregunté algo extrañada, no podía haberse dado cuenta tan fácilmente.
-¡es que apestas!-pestañeé y mire mi pelaje al tiempo que él se volteaba, pero… mi pelaje estaba limpio-¡a feromonas mujer! Mi olfato es mucho mejor que el tuyo-me aclaró como fastidiado, oh…
-ah, yo… yo que se-me excusé volteándome algo avergonzada, no esperaba que me dijera eso tan directamente.
-si yo que se-dijo imitándome y avanzó un poco hacia mí-¿Qué intentas? Andas rara hace tiempo y tiendes a esparcir feromonas cerca de nosotros, si quieres empezar a aparearte no creo que Akira o yo seamos las mejores opciones, por no decir que tu padre nos desollaría vivos si te tocáramos-me dijo clara y directamente y volví a mirarle.
-¿eso quiere decir que lo has pensado?-le pregunté también directa y algo inquieta por la respuesta. Él abrió los ojos y desvió la mirada un momento tosiendo.
-¿Qué clase de pregunta es esa?-me preguntó casi alarmado.
-una pregunta normal, ya tienes 3 años ¿no? Hace tiempo que debes haber empezado a pensar en eso-le respondí ahora algo más inquieta por sus expresiones, entonces ¿si lo había estado pensando?
-por Arceus Mizuki-se quejó dando media vuelta-¡claro que sí! Eres hembra al fin y al cabo, desde hace tiempo dejaste de ser una cría, además eres la hembra con la que más contacto tenemos Akira y yo-se quejó como molesto por ese hecho.
-Entonces has pensado en eso, y… ¿por qué no?-pregunté avanzando un paso hacia él y esté volteó mirándome como sorprendido un momento para luego negar como si fuera una idea de lo más tonta.
-El lobo negro es una muy buena razón-si… mi padre daba miedo a veces ¿no?-pero además de eso, eres nuestra amiga, ninguno de nosotros sería capa de tocarte solo por época de celo-respondió negando para volver a mirarme-pero tal parece que no éramos los únicos que habían pensado en ello-me dijo ahora algo serio-hace varias semanas ya que noté lo de tus feromonas pero hoy es mucho más notorio ¿Qué intentas?-me preguntó avanzando un paso hacia mi casi desafiante, por un momento quise retroceder pero su pose competitiva me hizo parar y encararlo.
-¿Qué crees tú?-le pregunté casi altanera-tienes buen olfato asique creo que ya sabes lo que intentaba-le dije mirándolo a los ojos y avanzando un paso, él me miró sorprendido.
-tu celo debe haberse adelantado, no estás pensando bien-me dijo negando para girarse, haciendo ademan de irse.
-Estoy pensando con claridad-le dije avanzando para cortarle el paso buscando su mirada-sabes que mi época de celo no llega sino hasta la próxima semana, por otro lado la tuya está cerca ¿verdad?-le desafié acercándome.
-No juegues con fuego Mizuki-me advirtió manteniendo mi mirada.
-¿o qué?-le pregunté levantando un poco el rostro, altiva y tranquila sin desviarle la mirada.
-sabes que te vas a quemar-me respondió dando media vuelta. Fruncí los labios y le seguí, choqué su lomo con el mío con fuerza haciéndolo trastabillar y saltar hacia un lado mirándome molesto.
-ya te lo advertí, no me provoques Mizuki-me dijo ya en tono más serio mirándome.
-¿y si lo que quiero es precisamente provocarte?-le espeté medio molesta, no sabía cómo acercarme, no a él.
Taichi negó con la cabeza y volvió a encaminarse dándome la espalda, fruncí los labios y corrí para impulsarme y saltar sobre él haciéndolo caer, muchas veces de pequeña lo había hecho pero ahora se sentía muy diferente, ahora su contextura era muy diferente, musculosa y fuerte. Al caer giramos una vez y quedé sobre él mirándolo.
-No me des la espalda cuando intento hablar contigo-le exigí medio molesta, pero sentir su aroma de cerca alejó mi enfado y suavizó un poco mi expresión mientras me agachaba inconscientemente para oler mejor, cuando me di cuenta ya tenía mi rostro sobre su cuello inhalando profundamente mientras él intentaba alejar su rostro como desesperado.
-¡maldición!-le escuché decir en lo que sentía su cuerpo impulsarse y botarme a un lado, con su cola sujetando la mía con firmeza se apoyó sobre mí respirando agitado en mi pecho, intenté moverme y le escuché gruñir como molesto.
-Te dije que no jugaras con fuego-me dijo en un tono diferente al usual, bajo, suave y… excitante-Te advertí que saldrías quemada-continuó para luego sentir su lengua lamiendo mi cuello lentamente.
-¿T-Taichi?-pregunté, un tanto extrañada pues su actitud era completamente diferente.
Él no respondió y volvió a lamer mi cuello subiendo a mi rostro de manera… ¿posesiva? Cuando vi sus ojos estos estaban algo opacados, me miró un momento como receloso.
-Tanto tiempo conteniéndome para no tocarte… y te vienes a lanzar sobre mí en época de celo-me dijo como molesto para acercarse más-atente a las consecuencias-advirtió finalmente para besarme con fiereza.
Este hecho me provocó una fuerte descarga n todo el cuerpo, nunca había sentido algo así, mientras me besaba sentí su cola tocar los lados de mi lomo, acariciando en su paso mis patas y bajando… hasta que algo le retuvo.
-¡Mizuki!-esa voz era de Akira-¡Taichi!-al escucharla, Taichi se alejó de golpe mirándome y respirando agitado para moverse y darme la espalda sentándose, yo me levanté agitada y con las patas algo temblorosas por la sensación de antes para mirar en la dirección de dónde venían los llamados.
A los pocos segundos apareció Akira sonriendo y avisando que había avistado un Deerling solitario hacia el otro lado, que la cena ya estaba servida, pero entonces guardó silencio, pareció olfatear un poco y me miró pestañeando, abrió la boca, la volvió a cerrar, miró a Taichi y repitió la acción para volver a mirarme un segundo.
-Creo que los veo en el claro…-dijo un tanto extraño para dar media vuelta e irse.
No pude decir nada, él sabía lo que pasó, o lo que iba a pasar, volteé a Taichi y este seguía en la misma posición.
-Tai…-le llamé sin estar del todo segura de lo que diría.
-Lamento lo de antes-de apresuró a decir levantándose, aun dándome la espalda-mañana mi raza entra en celo y tus feromonas adelantaron mis reacciones-se disculpó algo severo-la próxima vez puede que Akira no llegué a salvarte asique no vuelvas a intentar provocarme-advirtió para comenzar a caminar en dirección opuesta a donde se había ido Akira.
-¿y si no quería ser salvada?-le pregunté frunciendo los labios sin moverme de mi posición-¿y si no quería que Aki llegara? ¿Y si quería que la situación continuara?-le pregunté algo molesta, se suponía que yo iba a intentar descubrir qué sentía por mí, pero al parecer esperar a la época de celo solo hizo que lo pusiera a la defensiva y creo que lo mejor sería solo confesárselo, de todos modos solo faltaban unas semanas para irme.
-pensaría que tu celo también se adelantó, que estas algo nublada y que debes tranquilizarte y pensar con más calma-me dijo serio sin voltear pero deteniéndose-que deberías pensar mejor las cosas, si te aparearas con alguno de nosotros y quedaras preñada tus planes de viajar se retrasarían, además aun estas muy joven cómo para tener crías, sobre todo cuando ni siquiera has conocido nada más allá de estos bosques-respondió algo frio y fruncí los labios nuevamente un tanto molesta.
-es solo que no quiero simplemente aparearme con uno de ustedes-le dije fastidiada, no dejaba de mencionar a Akira y él realmente no tenía nada que ver-no se trata de eso, es solo que no sabía de que otra manera acercarme a ti sin parecer una idiota, sin que descubrieras lo que siento-le espeté fastidiada, ahora era cuando venía su rechazo, todo lo que había hecho me había dado a entender que solo me quería proteger como amiga.
-¿de qué hablas?-me preguntó volteando a mirarme sorprendido-¿estás diciendo…? ¿De verdad?-me preguntó cómo incrédulo, desvié la mirada bufando.
-Hace tiempo ya que me gustas, no solo como amigo o el hijo de un amigo de papá, como macho-finalicé mi explicación.
-Estas bromeando-me dijo negando un poco, sin creérselo del todo.
-¿por qué más intentaría acercarme a ti? Si solo quisiera aparearme buscaría cualquier otro pokemon compatible y de buena genética-ahora yo quería volver a casa.
-es que es tan… ¡tan absurdo!-volteé a mirarlo moleta, iba a quejarme cuando le vi sonriendo y acercándose a mí-casi un año manteniéndome a raya y evitando acercarme de más para no perderte y resulta que también te sentías así por mí-abrí los ojos pestañeando, entonces él…-Akira tenía razón, soy un completo idiota cuando se trata de ti-dijo ya frente a mí para abrazarme y apegárseme un poco-pero la advertencia de antes sigue en pie, no respondo de mi reacción si vuelves a lanzarte sobre mí-dijo cerca de mi oído en un tono similar al de antes cuando me tiró al suelo-sobre todo ahora que sé que tengo derecho a hacer lo que se me dé la gana-y dicho esto lamió mi mejilla-nos están esperando, mezcla tu aroma con algunas hojas húmedas si no quieres que tu padre me mate antes de tiempo por llenarte de mí aroma hace un rato-me dijo ahora burlón, entonces eso hacía con su cola…
-de todos modos te matara cuando sepa que intentas llevarme de su lado-le dije defendiéndome para alejarme un poco y acercarme a un árbol a mezclar mi aroma.
-oh pero deberá agradecérmelo, gracias a mí su pequeña no se ira lejos de su vista-le miré un segundo curiosa-o acaso ¿crees que te dejare ir de viaje sola? ¿Ahora, que sé que eres mía?-me preguntó como si fuera lo más obvio del mundo, solo pude sonreír y rodar los ojos mientras nos encaminábamos de vuelta a los terrenos.
Una semana luego de ese encuentro, papá descubrió que nos habíamos vuelto pareja y persiguió a Taichi por todo el bosque y más allá, dejándolo con una fea herida en el lomo y marcas de garras en las patas, por suerte luego de eso el tío Souta interfirió y calmó a papá, aunque sus palabras no fueron exactamente las mejores… "agradece que se enamoró de alguien de por aquí, si se hubiera ido de viaje hubiera conocido a alguien de otros lados y no la hubieras vuelto a ver"… aunque de cierta forma tenía razón. De todos modos, consiguió calmar a papá que se quedó enfurruñado en su cama por unos 2 días.
Aun no me podía creer del todo que mi pequeña Mizuki ya tuviera 20 años, me hubiera dado ya 8 nietos, además de un primogénito shiny, y que viviera en los terrenos cercanos junto al roñoso de Taichi, ¿Qué tal eso mi querida Luna? Nuestra pequeña creció para convertirse en una hermosa Absol como tú lo fuiste, sé que no fui un reemplazo en sus enseñanzas como Absol pero espero haber cumplido bien mi labor como padre, verla bien me dice que al menos cumplí.
Cada día te sigo extrañando tanto como el día en que partiste, pero mientras el tiempo pasa sé que ya pronto me reuniré contigo, espérame solo un tiempo más mi amor, mientras llego a tu lado sigue cuidando de nuestra niña y sus pequeños, desde aquí yo no puedo cuidarles mientras viajan y se meten en problemas. Espero poder verte pronto para volver a decirte cuanto te amo y te seguiré amando.
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FIN