Buenos días, si, te hablo a ti, la persona que esta leyendo esto (?)

Esto lo escribí a las 4 de la mañana, preguntándome como sería la vida de estos dos si Astrid quedara embarazada en nuestra época actual (Este Fic no tiene relación alguna con La Secundaria, aclaro). Me gusta hacer Fics de HTTYD en la época moderna ¿Se nota? ¿No?

Si veo que a alguien le gusta esto lo voy a continuar, obviamente :3 Y si no, quedará como One-Shot.

Esta algo corto... Pero es solo el principio xD Espero que sea de su agrado.

DISCLAIMER:

How To Train Your Dragon no me pertenece, pertenece a Cressida Cowell y a DreamWorks, yo solamente escribo sin fines de lucro, lo hago por diversión.


Un embarazo muy "Normal".

La rubia se encontraba arrodillada en el baño, una de sus manos al costado del inodoro y la otra sosteniendo su cabeza. Llevaba un mes igual, toda la maldita noche y todo el maldito día. Lo peor era que su amado esposo iba detrás de ella lleno de preocupación, y aunque él estuviese sosteniéndole el cabello y acariciándole la espalda en señal de afecto y apoyo, la situación no era muy cómoda. ¡Por supuesto que no! ¡A nadie le agrada que lo observen vomitando!

Al finalizar la asquerosa escena, la rubia se levantó y suspiró. Su marido le esbozó una sonrisa.

–Oh no. – Se lamentó al darse cuenta de que las náuseas volvían a hacer acto de presencia, solamente estaba de dos meses y medio, y ya no lo soportaba más. Se lanzó hacia el inodoro, y comenzó a vomitar nuevamente, con su marido detrás, obviamente.

El castaño era muy sobreprotector con ella, aunque ella fuese una mujer fuerte. Y ahora con el embarazo, parecía que estaba pegado a su piel.

Cuando terminó la asquerosa rutina se dirigió hacia el lavabo y lavó sus dientes, por tercera vez esa noche.

– ¿Te encuentras bien?–Le preguntó su marido al verla salir del baño.

– ¡Por supuesto que estoy bien, Hipo! ¡Maravillosamente bien!–Exclamó sarcásticamente. –Estoy en mi mejor momento ¿Sabes? Simplemente expulsé todo lo que tenía en el estómago ¡Es la sensación más placentera del mundo! –

––No había necesidad de utilizar el sarcasmo. – Respondió el castaño suavemente. – ¿Quieres volver a dormir?– Le preguntó con la misma tonalidad en su voz.

Astrid ni respondió, simplemente se dirigió hasta su dormitorio arrastrando los pies. Lanzó las mantas a un lado y se acostó en la cama sin ninguna delicadeza, su marido la siguió y al recostarse los tapó a ambos con las mantas y el edredón verde que había sido un regalo de bodas por parte de la madre de la rubia.

La rubia se despertó tras dos horas de tranquilo sueño ¿Náuseas de nuevo? No. No era eso.

Observó a su alrededor, el reloj marcaba 5:09 AM en números rojos, el resto del cuarto se hallaba en penumbra y lo único que se oían eran los ronquidos de su amado.

Intentó acomodarse en la cama para poder dormir. Cerró los ojos.

No. No podía. Volvió a removerse en la cama. Se sentó.

–Hipo…– Susurró. Nada. –Hipo… Levántate. – Susurró más fuerte. Nada. ¡Absolutamente nada! ¡Su esposo continuaba durmiendo cómo un tronco!

Se resignó e intentó conciliar el sueño otra vez. Pero no podía. No es que no pudiese, no quería ¡Tenía un maldito antojo! Pescado frito con papas fritas en salsa de tomate y helado de chocolate con mostaza. ¡Se le hacía agua la boca al pensar en esa comida!

Se levantó y se arrodilló en la cama.

–Hipo…– Habló, decididamente. –Hipo Horrendo Haddock Tercero ¡LEVÁNTATE EN ESTE INSTANTE! – Gritó mientras lo sacudía de un lado a otro.

El castaño gritó. Y al tratar de levantarse ¡PLAF! Cayó de la cama y se dio la cara contra el piso.

– ¿¡Qué sucede?! – Cuestionó a los gritos con el corazón en la mano, lleno de preocupación, ya que no es normal que te llamen a los gritos desesperados a la mitad de la madrugada.

Astrid se largó a llorar.

–Lo siento ¡No quería asustarte! – Se lamentó la rubia.

Hipo se enterneció al ver a su esposa en ese estado.

–No pasa nada. – La consoló mientras se levantaba y se sentaba en la cama. –Simplemente me asusté. Pensé que te estaba pasando algo, o al bebé. – Dijo mientras la acercaba a su pecho y ponía su mano en el vientre de ella.

La rubia sonrió y a continuación lo empujo. Le dio un sonoro manotazo en la cabeza.

– ¡Hey! – Protestó el castaño. –Eso fue porque me asustaste al creer que te habías asustado. –

Y a continuación le dio un beso en los labios.

–Tengo antojos. – Confesó. –Ve a comprarme un buen pedazo de pescado frito, y papas, fritas también. – Exigió mientras su marido prestaba atención a su pedido. – ¡Oh! ¡Y helado de chocolate! ¡Mucho helado de chocolate! –

Hipo asintió y se puso su sudadera gris. Cruzó la puerta del dormitorio listo para ir a consentir los caprichos de su futuro hijo y de su amada.

– ¡NO TE OLVIDES DE TRAER SALSA DE TOMATE Y MOSTAZA! – Pidió la futura madre a los gritos desde el dormitorio.

Hipo simplemente suspiró. Los meses que le seguían serían largos. Muy largos. Y esto era solamente el comienzo…


Si estas leyendo esto es porque decidiste llegar hasta el final (?) GRACIAS POR LEER ESTO :3

Supongo que voy a actualizar rápido (Siempre digo eso y termino actualizando cuatro meses después. Me doy vergüenza.). Ahora maduré (Si, claro) y entiendo mis responsabilidades como escritora de Fanfics (?)

Escribir cosas a las 4 de la mañana me hace mal, sinceramente :D

Si has leído mi Fic La Secundaria y te preguntas ¿Cuando va a ser la secuela? ¿Cómo se va a llamar? Aquí tengo tus respuestas:

-Voy a subir el Fic el 28 de Febrero. Tengo medio capítulo escrito, pero quiero subirlo ese día, ya que en esa fecha se cumple un año de que publiqué La Secundaria.

-No tengo la menor idea de cuál va a ser el nombre :D

-La secuela se da lugar un par de años después del primer Fic. En el primer Fic estaban en medio de la edad de la primer película y la segunda, (Apróximadamente 15 años, creo yo) en esta secuela van a tener la edad de la segunda película, no pude resistirme a hacerlos grandecitos (:

ESPERO QUE TE HAYA GUSTADO EL FIC :D Por favor, si te gusto deja un Review, IT'S FREE :D

Espero que nos leamos pronto :)