Por fin el final.
Trabaje mucho en esto luego de perder la copia original, también he cambiado algunas cosas al final pero por una buena razón. Seguiré escribiendo más fic parecidos y otros muy disparejos XD
DISCLAIMER: Los personajes de shingueki no kyojin no me pertenecen, su respectivo autor es Hajime Isayama.
GÉNERO: Riren.
La fiesta transcurrió tranquila, sin ninguna alteración. Esa noche, todos decidieron quedarse en el castillo hasta mañana, donde la vida de civiles comenzaría para ellos.
-Tiene cinco segundos para irse a dormir o limpiaran esta inmundicia hasta que todo brille.-advirtió el capitán mientras los miraba a todos con enojo.
Irvin y Hanji ya habían subido hace horas, así que rápidamente todos fueron a dormir. El Heichou se veía molesto, la sala era un completo desastre así que él se quedó a limpiar mientras Eren lo esperaría en la habitación.
Agradecido el castaño se retiró a la cama, asombrándose al ver la transformación del lugar. Tanto las sábanas como la colcha eran blancas, el piso estaba cubierto de rosas rojas y en todas partes habían velas encendidas. Eren se emocionó al pensar en todo el trabajo que Levi tuvo que hacer para darle esa sorpresa. Claro el capitán no era una persona romántica pero quien más pudo hacer eso sino el, con mucha emoción el castaño entro al cuarto de baño a tomar una ducha. El espejo de la entrada reflejo su rostro y él se sintió triste, Levi tenía todo para ofrecer, era un partido perfecto, en cambio él no tenía nada, ni siquiera un buen cuerpo.
-Si tan solo tuviera los ojos de Historia y el cabello de Armin.-se dijo para sí mismo mientras arreglaba su cabello.-tal vez al capitán si le gusten los hombres y no le importe quedarse conmigo para siempre.
Un portazo en la puerta interrumpió esos pensamientos.
-Eren, que diablos es todo esto.-el pelinegro se acercó a él de una manera diabólicamente amenazadora.
-Yo…-el castaño se cubrió rápidamente con una toalla, encogiéndose en una esquina tanto como su cuerpo se lo permitió.- yo…solo estaba tomando un baño y...
Una mano lo agarró del cuello arrastrándolo hasta la sala y señalándole las velas.
-Sabes lo difícil que es quitar la cera del piso mocoso.
-Por eso mismo, yo no sé porque lo hizo. No era necesario tanto romanticismo.
El aspecto del mayor cabio rápidamente de forma sombría, incluso las velas más cercanas se apagaron.-Limpia esto de inmediato, iré a hablar con la tropa.
-No por favor, no lo haga.-Eren sujeto su camisa como si fuera un poste. – Yo creí que usted había hecho todo esto, por eso no limpie nada. Lo siento capitán.
El mayor lanzo un suspiro al aire visiblemente más calmado.-Mira tu mano Eren.
- ¿Eh?
-Ahora estamos casados, debes dejar de hablarme tan formalmente. Me perteneces, tu vida se volvió la mía y por lo tanto puedo hacer lo que yo quiero y tú solo debes obedecerme en todo.
Eren quiso sonreír por el punto de vista que su esposo tenía sobre el matrimonio.
Si eso pasara en verdad, entonces seria violencia domestica.-murmuro con una sonrisa para que no lo escuchara.
-Limpia todo de una vez.-dijo el mayor dejándose caer en el sofá que tenía ahí.
Antes quisiera ponerme algo de ropa.
Los ojos del pelinegro brillaron divertidos, no se había dado cuenta de que Eren estaba cubierto solo con una toalla y tenía el pelo mojado como un niño.
-No. Lo harás tal y como estas ahora.-ordeno cruzando los brazos de forma desafiante.-Luego te acercaras a mí para terminar todo por hoy.
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Connie estaba perdido entre los pasillos, buscaba a Sasha para entregarle una bolsa de bocadillos que ella había olvidado en una de las sillas.
Al pasar por el cuarto de Mikasa no vio a nadie, pero se detuvo al escuchar unos quejidos o sollozos cerca de la habitación de Armin.
Sudando hielo se atrevió a echar un vistazo por la puerta semiabierta. Adentro estaba Armin, desnudo, en su cama con Mikasa encima de él.
-Mikasa.-el rubio miro hacia arriba con dolor.- ¿No…te duele?
-Lo que más me duele.-contesto ella con los ojos cerrados.-es todo el tiempo que perdimos.
Ambos sonrieron de manera infantil mirándose a los ojos.
Inmediatamente Connie cerró los ojos tratando de retroceder hacia el pasillo. En el otro cuarto se encontraban otras personas, y más allá una sombre se acercó corriendo.
Era Sasha, la chica se abalanzo sobre la bolsa de bocadillos y al darse cuenta de la situación ambos se fueron silenciosamente a los pisos de abajo antes de causar un desastre con su presencia.
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-Acércate mas.-refunfuño el pelinegro mientras le quitaba la toalla y con una orden lo hizo subirse a la cama.-Quítame la ropa. Eren.
En un principio un fuerte sonrojo cubrió al castaño quien con las manos temblorosas desabotonaba la camisa del capitán, se detuvo titubeante cuando llego al pantalón.
-Yo no…
-Está bien, eso lo harás con la boca.
-¡Que!?
-Si prefieres otro lubricante entonces deja que te meta los dedos hasta que grites por toda Shina mocoso.
El menor bajo la cabeza con miedo hasta llegar a la cremallera el pantalón, entonces Rivaille lo agarro por la cabeza obligándole a abrir la boca. El castaño abrió los labios ligeramente viendo que no tenía otra opción, luego sintió como el miembro del mayor entraba de forma violenta.
-Ves como no era tan difícil.-le dijo tratando de que su voz no se escuchara débil.-Ahora mueve la lengua.
Eren no pudo quejarse, un cumulo de sensaciones invadía su ente mientras le daba sexo oral al mayor. Ambos lo disfrutaban, pero cuando Rivaille sintió que se venía hizo que el castaño se tendiera en la cama.
Eres mío Eren, no te alejare de mi lado nunca mas.
-Jamás creí escuchar eso de usted capitán, digo…Levi.-balbuceo el menor con los ojos fuertemente cerrados y la boca semiabierta.
-Crees que nunca diría algo lindo de ti.-respondió, sentándose sobre el.- ¿soy tan aburrido para ti?
Sus ojos expresaban curiosidad y algo más, acaso ese era un sueño cumplido, el final de una historia en la que ambos lucharon para estar juntos.
-Eres perfecto, para mí lo eres todo. Yo…te amo.-por fin el menor podía hablar sin titubear ni ser formal.-Solo que me siento inseguro porque ambos somos hombres y tú te mereces algo mejor.
-Me gustas como hombre Eren.-dijo el pelinegro dándole un simple beso en los labios, pero el menor lo abrazo con fuerza y volvieron a besarse entrelazando sus lenguas con delicadez y luego con un desenfreno contenido desde hacía mucho tiempo.
-Quédate quieto o te dolerá.-volvió a decir el pelinegro separándose un poco.-Puedes gritar todo lo que quieras, porque así, podre admirar esa cara tan roja que pones y esas lágrimas de placer.
Su sarcasmo era demasiado cruel, incluso parecía divertirle. El menor quiso protestar pero se quedó inmóvil al sentir algo duro y húmedo rozando su entrada y frotándose de manera sensual en él. Luego unas manos recorrieron todo su cuerpo enviándole choques eléctricos desde su centro mismo, por lo menos eso amortiguo su primer grito.
-Aah…Levi…por favor, más despacio.-los jadeos de Eren incrementaron al igual que sus suplicas, después fueron gemidos acompañados de palabras entrecortadas y cuando volvieron a besarse solo se escuchó el golpeteo de la cama contra la pared y unos cuantos gritos ahogados.
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-Capitán, despierte ya es tarde.-Eren se froto los ojos semi-adormecido.- ¿Rivaille?
Rivaille despertó a causa de la insistencia del menor, lo primero que vio fueron los moretones y marcas que este tenía por todo el cuello.-Llámame Levi. No capitán ni Rivaille ¿Entiendes?
De pronto la puerta se abrió bruscamente y toda la tropa se introdujo en el pequeño cuarto, menos Hanji e Irvin quienes de seguro seguían durmiendo.
-Que rayos les pasa.-Rivaille los fulmino con la mirada buscando una respuesta.-Nadie les enseño a tocar la puerta.
-Lo que sucede capitán…-Armin fue el único que pudo hablar.- es que ya es tarde y tenemos que irnos.
El pelinegro levanto una ceja algo confundido.- ¿Irse?
-¡Irse!-Eren se incorporó dolorosamente de la cama dejando ver los moretones que tenía por todo el cuerpo.
-¡Eres un animal, tapate!-dijo Jean cubriéndole los ojos a Historia, Connie solo pudo sonreír nerviosamente al ver la actitud que su compañero tenia para con la rubia. Nunca olvidaría todo lo que vio esa noche.
Pero la pelinegra olvido por qué estaban allí y se enfrentó con el capitán.-Tú, lo lastimaste.
-No tanto como tú lo hiciste con tu pequeño amigo rubio, Ackerman.-la sonrisa del pelinegro fue tajante, al mismo tiempo que cinco pares de ojos se volteaban para ver a los aludidos.
-N…no cambie el tema, ya es tarde.-interrumpió Armin con la cara sonrojada.
-Cuida como me hablas, ¿acaso esa cuatro ojos no les dijo nada?-un bufido de molestia salió de su boca al ver el desconcierto de la tropa.-Voy a cambiarme, ¡salgan de inmediato!
El hecho afuera a todos y se dio una ducha rápida antes de ponerse la ropa.
-Quiero despedirme de mis amigos.-replico el castaño.
-Cállate, ni siquiera puedes pararte. Te quedaras aquí todo el día.
Salió sin explicar más, se acercó a la puerta de Irvin y golpeo fuertemente, como nadie respondió entro con impaciencia. Ambos estaban dormidos, Hanji se encontraba abrazada del comandante cuando despertó. La tropa no aguantaba la curiosidad y metió la cabeza hacia adentro. Como el cuarto de Irvin se encontraba frente al de Rivaille, Eren quiso ver pero cayo de la cama y no se movió de allí por la forma en que Levi lo miro de reojo.
-Cuenta la noticia.-dijo Rivaille saliendo de la habitación para entrar a la suya y cerrar la puerta con seguro.
Levanto al castaño del piso y lo puso de nuevo entre las sabanas.
-¿Harás un berrinche?-pregunto visiblemente fastidiado.
-Es la última vez que los veré, yo solo quería despedirme de ellos.
-Si tuvieras que elegir entre quedarte con tus amigos o quedarte conmigo. ¿Qué harías, Eren?
-No tengo otra alternativa que quedarme contigo.-respondió ocultando la vista rápidamente.
-La corte le entrego los papeles del castillo a Irvin.-Rivaille se acomodó a lado de Eren.-dijeron que te hacía falta más vigilancia y Hanji los convenció para que la tropa se quedara ¿Estas contento ahora?
-Por qué no me lo dijiste Levi.
-Era un secreto.
El castaño no supo cómo reaccionar, solo pudo abrazar al mayor y susurrarle algo al oído.
-Toda una vida?-dijo el pelinegro mirándolo como si recordara algo importante.
-Sí, quiero que me hagas esa promesa.
-No quiero que esto suene tonto o cursi como tú, pero supongo que tengo que decirlo.-Rivaille levanto la cara el menor con las dos manos y lo miro fijamente.-A veces siento que te amé mucho antes de conocerte. Y ahora quiero prometer algo…
Esas no eran precisamente las palabras que Eren imagino escuchar, pero entonces sintió por primera vez que su corazón era feliz y todo el peso de amargura se iba evaporando lentamente.
Afuera en el patio se escuchaban los gritos de felicidad de la tropa y la voz de Irvin que trataba de calmarlos.
Rivaille entrelazo su mano con la del menor, dejando ver los anillos de plata que ambos tenían.
-Quiero pasar toda una vida a tu lado, porque yo…también te amo Eren.
Por primera vez un futuro se habría camino hacia ellos, después de tanto sufrir y tanto luchar…porque fueron los únicos capaces de cruzar la línea del horizonte dejando atrás todos los recuerdos pasados, aunque jamás lo sabrían.
Ése lugar donde el cielo une a la tierra, donde la esperanza vive en paz y donde alguien pudo cambiar el curso de historia para siempre.
Este es el final. T_T
Levi por fin pudo decirle esas palabras a Eren, ambos se aman y estarán juntos toda la vida. Que emoción, estoy feliz, tan feliz que pronto entenderán porque cruzaron la línea del horizonte XD.
Gracias por leer mi fic, espero que les haya gustado.