CAPÍTULO 6 : AQUEL CHICO DE LOS HOYUELOS

Rosalie y Edward estaban alistándose para ir a su primer día de instituto en Forks, una rutina a la cual ya estaban acostumbrados. Esta vez Rosalie iba a ser Cullen y Edward Platt, iba a ser la primera vez que Edward utilizaba ese apellido, normalmente utilizaba el suyo, Masen seguido por el clásico Cullen, sin embargo no se opuso a llevar por una vez el apellido de Esme.

- Estoy pensando que es algo muy retorcido esto. – Edward miro a su esposa extrañado.

- Fingiremos que somos hermanastros que se enamoraron – él hecho una carcajada.

- Es como en los cuentos – ella rodo los ojos.

- ¿Vamos a volver a casarnos cierto? – Rosalie amaba las bodas, cada vez que iniciaban de nuevo en una nueva ciudad obligaba a Edward a volver contraer matrimonio, ya se habían casado unas 7 veces.

- Claro, apenas nos graduemos – ella sonrió satisfecha y le dio un rápido y corto beso en los labios a su marido. - ¿Sigues teniendo ese presentimiento? – le inquirió él, Rosalie solo se limito a asentir con la cabeza antes de darse un último vistazo en el espejo y bajar las escaleras a paso humano.

Se despidieron de su madre vampírica y en el volvo de Edward se dirigieron hasta el instituto de Forks.

- Estoy nerviosa por nuestro primer día. Me siento como una colegiala – ironizo Rosalie mientras su esposo estacionaba el auto.

- Tranquila hermanita, estoy a tu lado – se rieron y Edward salió de su volvo hasta llegar a la puerta de copiloto para abrirle la puerta y ayudar a bajar a Rose.

- Todos nos miran – hablo muy bajo Rosalie sabiendo que solo Edward podría escucharla.

- Se están cuestionando quienes somos, que somos entre nosotros, de donde vinimos. Están deslumbrados por nuestras bellezas. Sabes, lo típico – resumió Edward.

- Si fueras humano posiblemente tuvieras migrañas todo el tiempo, siempre escuchando vececillas en tu cabeza – se burlo Rosalie mientras sonreía alegremente y cogía del brazo a Edward para encaminarse hasta la recepción del instituto.

Allí les dieron los horarios, para su desgracia no compartían muchas clases, solo alguna que otra como matemáticas e historia. Rosalie hizo una mueca de desagrado mientras se despedía momentáneamente de Edward quien ahora tenía que dirigirse a clases de música avanzada.

Miro su cronograma de clases y frunció el ceño, la primera clase que tenía era deportes. Rosalie detestaba esa clase, tenía más fuerza, más agilidad y más velocidad que cualquier humano tenía que fingir ser una alumna superficial que no quería sudar la gota gorda. Ella acepta que era superficial, le gustaba lucirse y destacarse, pero no debía, iba a parecer muy sospechoso.

Reviso una vez el mapa de la escuela y le basto para memorizarse todo. Se dirigió a paso seguro hasta el gimnasio en busca de su locker para cambiarse por una ropa más deportiva. Mientras caminaba notaba como sus compañeras la veían con envidia, normal, Rosalie ya estaba acostumbrada. No tardo en encontrar su casillero y luego los cambiadores.

En menos de 5 minutos ya estaba lista para su clase de gimnasia. Solo algunos alumnos ya se encontraban en el gimnasio, la mayoría llegaba a último momento o cuando ya empezara la clase.

Rosalie volvió a sentir esa cosa rara que comenzó a sentir desde hace unos días, estaba tan distraída que no se dio cuenta que unos chicos estaban jugando con la pelota y uno iba corriendo en retroceso hacia donde estaba ella.

- Emmett cuidado – se oyó un grito que resonó por todo el gimnasio, antes de que alguno pudiera reaccionar Emmett choco con Rosalie y ambos cayeron al suelo.

- Auch! – gruño Emmett mientras Rosalie recuperaba la postura perfecta que siempre solía tener. - ¿Estás bien? – se levanto rápidamente para comprobar cómo estaba aquella chica rubia con la que se había topado, claro, si aquella chica hubiera sido una simple humana con el golpe que recibió ya estaría muy herida y ni se hubiera podido levantar sola, pero Emmett ignoraba que ella no era humana, no ahora, no desde hace tiempo.

- Si, ¿tu? – él asintió embobado.

- Soy Emmett McCartney –ella sonrió.

- Rosalie Cullen – él sonrió haciendo que se le marquen los hoyuelos y algo dentro de Rosalie se movió en aquel momento, algo que no sabía que era, pero no podía controlar.

- Hey, ¿Cómo están? – interrumpió el chico rubio que antes les había advertido.

- Bien – Emmett seguía con una sonrisa boba en su cara y su hermano noto esto. – Ella es Rosalie, él es mi hermano menor Jasper – los presento. – Rosalie, ¿Cullen? Sos la hija del nuevo doctor cierto.

- Si, Carlisle es mi padre. Nos mudamos hace unos días. – explico en resumen ella, mayormente no era de socializar ni hablar con los otros estudiantes si no era de suma importancia; pero algo le hacía permanecer al lado de Emmett, hablarle, escucharlo, tenerlo cerca.

- Si, es un gran medico. Él ayudo a mi novia que se encontraba hospitalizada, le estoy muy agradecido – hablo Jasper.

- Es el mejor en lo que hace – y sí que lo era, Rosalie admiraba a su padre vampiro como nunca antes había admirado a cualquier otra persona.

El profesor llego e interrumpió su charla y les mando a trotar toda la hora que duro su clase. Luego Rosalie salió rápidamente hasta los cambiadores y fue hasta su próxima clase, historia, que compartía con su marido. Estaba aterrada, no quería que Edward leyera sus pensamientos, porque aquel joven de lindos hoyuelos estaba en todos.

- ¿Qué tal tu anterior clase? – le pregunto amablemente él mientras se sentaba a su lado en la clase.

- interesante – dijo Rosalie, Edward la observo unos segundos antes de mirar al frente, ya que el profesor ya había llegado.

Edward pocas veces leía los pensamientos de Rosalie, le había prometido que jamás lo haría, y lo iba cumpliendo.

La clase paso rápido y se fueron hasta la cafetería ya que era la hora del receso, esa era la peor parte de asistir al instituto, tener que fingir comer frente a los humanos para que no sospecharan.

.

Emmett, Jasper ya estaban en la cafetería y sus respectivas novias no tardaron en llegar junto a ellos. Alice abrazo a su novio de atrás y le dio un beso en la mejilla para acomodarse a su lado. Bella se acerco a Emmett para darle un beso en los labios, pero él corrió la cara dejando a todos los de la mesa sorprendidos, Bella quiso creer que fue un error y ante las miradas atónitas de su hermana y su cuñado, fingió una sonrisa y sentó al lado de novio.

-¿estás bien? – le pregunto son suavidad y él se limito a asentir en silencio. La verdad es que Emmett no sabía porque había actuado así, pero no podía imaginar besar a Bella, no desde que conoció a la hija del doctor Cullen.

- ¿Escucharon que llegaron nuevos alumnos? – pregunto una eufórica Alice para romper con la tensión que había en la mesa, todos negaron con la cabeza y ella rodo los ojos.

- Solo conocimos a una nueva alumna, va con nosotros a la clase de gimnasia, es la hija del doctor Cullen – comento como si nada Jasper mientras echaba una mirada reprobatoria a su hermano. –

- Pues sí, ella es una, no la vi todavía pero dicen que es hermosa. Al que si vi, es a su hermanastro, y es muy muy apuesto – Jasper la miro feo y ella volvió a abrazarlo – pero tu mas tontito.

- Deben ser ellos – señalo Bella a la puerta donde estaban entrando dos jóvenes, al entrar los observo bien. La chica era perfecta, con buenas curvas y un cabello deslumbrantemente rubio que caía en ondas por su espalda. Cuando dirigió su vista al chico quedo petrificada, no por lo hermoso que era sino porque lo conocía.


Holaaaaa :) Aquí un nuevo capitulo de Amor Inmortal. Para mi gusto cada vez se pone mas interesante, no se que opinaran ustedes, pero a mi me encanto escribir este capitulo.

Bella ya vio a Edward, ahora falta que él la vea a ella; ¿que creen que pasara?

Tendrán que esperar al próximo viernes para saberlo. :)