Hola :) ha pasado bastanto tiempo xD. Me disculpo por haber demorado años en subir este capitulo, pero he estado muerta con la universidad, trabajos, examenes, entre otros :( . Sin embargo; he decidido subir el ultimo capitulo de este fic, mejor tarde que nunca :'D. Bien, me disculpo por los horrores gramaticales que encuentren, la verdad es que ha pasado tiempo desde que escribi este fic asi que supongo que habra demasiados errores, ya sea de trama, redaccion y fua :'D, y tambien; me disculpo por el ooc que seguramente es bastante exagerado en este cap :').

DISCLAIMER: Los personajes de Shingeki no Kyojin no me pertenecen, son obra de Hajime Isayama.


Jacer Rivaille, no era exactamente una persona sensata y convencional. A decir verdad, era todo lo contrario. Llorón, inmaduro y muchas veces engreído. Sin embargo, la mañana de aquel día, después de varios días de escuchar aquellas palabras de sus hermanos, se sintió confundido y dolido. Porque simplemente no podía ser, no estaba pensando claramente. Los sentimientos iban y venían.

Absorto en su propio mundo, camino por las calles lentamente. Pensando una y otra vez en lo acontecido, su cabeza era un desastre casi como una tormenta. Porque nada era claro, nada tenía sentido, nada le convencía.

Suspiro y detuvo sus pasos. Necesitaba respuestas. Debí haberlos escuchado hasta el final, concluyo notando su propia confusión.

De pronto sintió un pequeño jalón sobre su brazo, volteo rápidamente y suspiro— ¿Mi hermano te mando a buscarme?— pregunto en un bufido. Joder, como detestaba verse siempre envuelto en la misma trampa. — Jeremy

—No lo hizo— sonrió. Ahí parado frente a él. Estaba Jeremy Kirchstein, la persona que menos quería ver en ese instante. El rubio metió ambas manos a los bolsillos de su pantalón y observo en silencio al menor de los Rivaille— ¿Piensas comportarte así?— susurro de pronto cortando de una sola vez, aquel silencio en que Jacer le había sumergido.

— ¿Así como?— Jacer no estaba dispuesto a escuchar sermones y mucho menos de Jeremy. Jamás. Nunca. No le convencería tan fácilmente. No esta vez. — Estoy siendo absolutamente perfecto— pronuncio seguro, firme, tenso y recto como un palo. Cerró la boca en una sola línea y miro hacia otro lado.

Que egocéntrico, pensó Jeremy al instante. Se colocó lentamente a un lado de Jacer y entrecerró los ojos. Va ser más difícil de lo que pensé, concluyo notando los gestos molestos de la cara infantil del castaño—No eres lo que pensaba…

— ¿Y ahora de que estas hablando?— pregunto Jacer con una ceja alzada. Hablar con Jeremy siempre le había parecido como resolver un acertijo. Complicado, demasiado complicado. —Estoy siendo como siempre he sido. Como siempre me has conocido.

—Estas siendo el mismo idiota de siempre—corrigió Jeremy. Suspiro y relajo los hombros— Ya sabes sobre Junior y Aldred, ambos están esforzándose por salir adelante con su relación. No me parece justo que tú se los pongas más difícil—se cruzó de brazos— estas actuando como un egoísta.

Oh no. Eso sí que no.

Jacer miro con asombro al rubio y apretó los puños. No podía ser cierto, se sentía traicionado, herido— Se supone que tú debes apoyarme— reclamo con un vacío en el pecho.

Silencio

Jeremy giro el rostro y clavo la vista en el castaño— ¿Porque debería hacerlo?— pregunto con una sonrisa— ¿Crees que por ser novios, mereces todo mi apoyo?

— ¡Por supuesto que sí!

—Pues yo te digo que no— respondió molesto. Se acabó. Jeremy no era exactamente muy paciente. Todo tenía un límite, y por supuesto él estaba llegando al suyo. — Tal vez debamos darnos un tiempo— susurro despacio. Se sentía cansado, fastidiado, compungido. Quería a Jacer, claro que lo hacía pero gradualmente había unos momentos en los que el castaño hacia que su mente se volviese un laberinto provocando que saliese un lado que francamente no le gustaba mostrar, y menos si era frente a la persona que quería-

—Es… ¿en serio?— el castaño sonrió incrédulo. No lo aceptaba, todo eso le parecía absurdo y tonto. — ¿Estas terminando conmigo por mi hermano? ¿Acaso te sigue gustando?— Negó con la cabeza. Pena. Traición. Dolor. Dolía pensar que su novio seguía enamorado de otro. Lo odiaba, porque quería a Jeremy solo para él, juntos, sin ningún tipo de interferencia— No lo apruebo

— ¡¿De que estas hablando?!—El rubio se giró y dio un paso hacia adelante—Eres tan infantil, sigues pensando en eso. No confías ni un poco en mí, en ningún momento mencione algo sobre mis antiguos sentimientos por Aldred. Esto solo se trata de que estas tomando una mala decisión respecto a tus hermanos.

—No es una mala decisión—respondió él al instante. Claro que no lo era. Era solo; puto sentido común. — Justamente por eso— murmuro— porque somos hermanos. Esta mal que ambos piensen así—

—No lo son—interrumpió Jeremy. Clavo la vista en los ojos de Jacer y se quedó en silencio durante unos minutos. Francamente no se sentía bien diciendo ese tipo de cosas, sin embargo; era necesario para aclarar aquel malentendido—No lo son, no son hermanos. Junior no lo es.

Jacer abrió los parpados sorprendido. —N-No entiendo— balbuceo— ¿Qué estás diciendo?— No podía creerlo. Eso era algo que nunca antes había escuchado, sintió una pequeña corriente en su sistema nervioso y se quedó estático durante unos minutos. — ¿Qué es lo que estás diciendo ahora?

—Lo oíste bien— susurro Jeremy con un pequeño dolor en el pecho. Apretó los labios y miro a Jacer— Junior no es tu hermano.

Sus ojos se cristalizaron y negó con la cabeza.

No podía ser… porque recordaba claramente los momentos que había pasado con su hermano, porque habían estado juntos siempre, porque su cariño era real. Las lágrimas cayeron por sus mejillas y apretó los labios— J-Junior… él… ¿no es mi hermano?

—Lo siento— respondió Jeremy, apenado, dolido, comprendiendo perfectamente que aquello era muy duro de aceptar y que había soltado todo de una mala manera— No debí decírtelo de esa forma…

—No…— Jacer bajo la cabeza y se alejó de su novio— Está bien… solo…necesito un minuto

-w-

Levi Rivaille es muchas cosas; algunas buenas, otras malas. Pero por sobre todo: es un mal mentiroso. A sus jóvenes 43 años, porque aún se consideraba joven, Levi creía fielmente en que una buena relación de pareja estaba basada en la sinceridad y en compartir todo de manera franca, sin secretos, sin mentiras, sin cosas sucias de por medio. No obstante, como le pasaba la mayoría de veces, actualmente se encontraba en una situación de mierda. Muy mierda.

Mocosos

Esas dulces palabras. Cuanto odio y frustración sexual podían traerle; eran como un puto dolor de espalda. Oscuro. Carente. Bloqueado. Traicionero.

Si tan solo lo hubiese notado antes, lamento mientras miraba una y otra vez el retrato de Eren sobre su hermoso y limpio escritorio. Por qué joder, mierda, carajo. El tema del día, y el que le torturaba desde hace una semana; era justamente eso, confesarle a Eren, a su lindo y tierno esposo -solo Dios sabía que tierno era cuando se enojaba- que sus hijos tenían una bonita, muy bonita, relación de hermanos. Tan hermosa que hasta cochinadas habían hecho.

Es que el jodido mundo estaba tan pervertido; que hasta había llegado a su familia. A su familia. Levi vio rojo de cólera de pensar, nuevamente, sobre aquellos mocosos. Pero, ya nadie podía hacer algo, ni Mikasa, ni Eren, ni siquiera él mismo; las cosas estaban hechas y como buen ciudadano concluyo que ya era bastante cansado seguir pensando en lo mismo y que tarde o temprano la verdad saldría a la luz.

Relajo los hombros y respiro profundo. Tenía que relajarse. Lo haría indudablemente. Claro que lo haría.

De pronto el teléfono de su oficina sonó y de mala gana estiro un brazo y presiono el botón verde.

—Señor— la voz de Ángela sonó por el aparato—Han venido a verlo— anuncio la secretaria con un tono de voz extraño. Extraño para ser simplemente un anuncio.

—No quiero ver a nadie— respondió automáticamente Levi, como un robot; suponiendo de antemano que la visita posiblemente seria Erwin y sus estúpidos problemas con su esposa— A nadie— recalco.

Silencio.

—Pero señor— balbuceo la mujer— Es Eren— dijo finalmente en un susurro.

Mierda.

Las puertas se abrieron y a paso firme Eren se acercó con una sonrisa en el rostro. Una sonrisa tan maravillosa, llena de luz, luminosidad, carisma…

Daba miedo.

—Levi — saludo el castaño con un gesto adorable — ¿Por qué no querías ver a nadie?—pregunto yendo directo al punto. Ni siquiera un buenos días.

El pelinegro respiro hondo y con una expresión seria, y trabajada en su mente, levanto la vista—Tenia mucho trabajo y—

— ¿Pensabas que era Erwin?—interrumpió el castaño con expresión triunfante. Eren Jaeger, era muchas cosas; algunas buenas; otras malas; otras tierno pero… por sobre todo alguien sombrío, muy en el fondo. Donde casi nadie lo conocía, solo la familia, era como un psíquico que todo lo podía ver— Levi— murmuro con tono acusador. Como si estuviese viendo dentro de él. Excavando ahí en su virgen y puro corazón, lleno de amor.

Levi que la mayoría de veces no podía aguantar aquello, simplemente asintió, sereno, calmado, sin decir, ni contradecir; ya había pasado muchas veces por la misma la situación y lo mejor que siempre podía hacer era no decir absolutamente nada. Todo podría ser usado en su contra. Giro el rostro y en silencio espero a que su esposo dejase de mirarlo de esa manera. Por una mierda que eso le causaba escalofríos.

Pasaron unos largos minutos hasta que finalmente Eren volvió a su modo común y se sentó con una aura tranquilizante, ya no como antes. Levanto la vista. Bien, había llegado el momento por el cual había optado por visitar a su esposo— He notado que estos días—comenzó a hablar con el mismo efecto tranquilizante— has estado actuando extraño. — Entrecerró los ojos— ¿ha pasado algo?

Y ahí estaba el dilema. Porque Eren podía verlo todo. Absolutamente todo. Y seguramente ya lo sabe y solo quiere confirmarlo, pensó Rivaille con un vacío en el pecho haciéndose una idea de que probablemente tendría que contar el asunto en cuestión. Sin embargo— ¿A qué te refieres?— alzo una ceja aparentando duda, no muy sugerente.

—Sabes que me gusta que me cuentes todo lo que pasa— pronuncio Eren, perfecto, esa era una frase perfecta; de las que casi siempre usaba cuando insinuaba, obligaba, a que le revelasen de una vez por todas el problema. —Rivaille— lo segundo, ese era otro aspecto que el castaño usaba cuando se le estaba acabando la paciencia.

—Sobre Chibi y Junior

— ¿Qué pasa con ellos?

—Lo que pasa es…

—Dilo por favor

Levi sudo frio. Era difícil, malditamente difícil. Sentía que en cualquier momento le diría un puto infarto y no saldría vivo de aquella oficina— Sucede que ellos—continuo con la garganta seca y los ojos exageradamente afilados sobre su escritorio—Lo que pasa es que

— ¡Rivaille!

— ¡Son pareja!— Lo había dicho. Bien; ya podía descansar en paz y respirar tranquilo. En una vida en rosa, en un auto rosa, cantando una canción de rubias. La cultura pop enfermaba.

— ¡¿Lo vas a decir o no?!

Silencio.

—Eso es— Rivaille no entendía que era lo que estaba pasando en esos momentos. ¿Qué acaso Eren no había escuchado? Tal vez su sentido auditivo estaba arruinado— Son pareja, ellos son pareja.

—Si—Eren lucia anormalmente tranquilo. Como si nada le hubiese afectado. O como si… —Ya lo sabía. Ahora dime, ¿Qué es lo pasa con ellos?

Y una mierda. Rivaille se sintió estafado, engañado, molesto. Se había estado rompiendo los sesos, literalmente, con algo que Eren ya sabia y encima no le importaba, o eso parecía. Esto no puede ser posible, pensó con el ceño fruncido. — ¿Ya lo sabias?

El castaño asintió. —Era más que claro. ¿No has notado como se miran? Además, cuando eran pequeños se dieron un besito— comento con un sonrojo en las mejillas.

— ¿Y no te molesta?

—Claro que no— soltó una risita— creo que es mejor que estén juntos, porque ambos se conocen, es un punto a favor. No tendría por qué oponerme.

Levi abrió los parpados sorprendido. La respuesta que había dado su esposo era sencilla, practica y cortante; Eren había madurado bastante. De cierto modo, Rivaille no podía decir que ya aceptaba aquella relación pero si podía confirmar que por lo menos ya no se le hacía tan desagradable. Suspiro y cerró los ojos. El problema básicamente estaba resuelto, hasta cierto, como siempre Eren le había sorprendido con aquella pequeña revelación. Sonrió. Siempre un paso adelante. Impredecible y explosivo. Que personalidad más… más Eren… sencillamente Eren.

-w-

Habían dos cosas que Eren podía detectar dentro de aquel ambiente. Y eso era que… la situación que se vivía en esos momentos, era bastante incomoda. Alzo la vista de su plato y miro hacia el otro lado de la mesa. Rivaille estaba serio, no había dicho ni una sola palabra desde que había llegado del trabajo. Observo a su costado. Junior y Chibi, no se cansaba de llamarlos así, estaban en otro tipo de atmosfera, ajena a la de ellos; como si fuesen un par de invitados dentro de la familia. Miro hacia el frente y detecto los ojos rojos y un poco hinchados del menor de sus hijos. Algo no cuadraba. Podían llamarlo de alguna manera instinto, pero algo no andaba bien.

Carraspeo atrayendo la atención de todos, acción que ejecuto con toda la intención, sonrió y miro inquisitivamente a todos los miembros de su familia. — ¿Ha pasado algo?— pregunto lento y cautivo, captando cualquier acción que pudiese delatar que es lo que pasaba, porque francamente no tenía idea de lo que había en la mente de cada uno de ellos, y eso, no era algo agradable. Quería conocer sus problemas, ayudarlos, comprenderlos pero por sobre todo tratar siempre de poner una solución, porque los amaba, mucho, hasta el punto de sufrir con ellos. — ¿Y bien?— insistió nuevamente al notar que nadie estaba dispuesto a abrir la boca. Ni siquiera para hacer bromas, como solían hacer.

De pronto Jacer soltó su cuchara y alzo la vista— Yo… —empezó con duda y nerviosismo. —quisiera pedirles disculpas a mis hermanos

— ¿Disculpas? ¿Por qué?— Eren dirigió la vista hacia Junior y Chibi— ¿Pasa algo?

Ambos chicos se miraron sorprendidos y sonrieron— Pasaron muchas cosas. — Susurro Aldred y miro a su hermano— No hay nada que disculpar, te confundimos y por eso reaccionaste así.

—No es eso— el castaño bajo la vista — Yo me disculpo por haber sido un cretino, ya se lo que realmente pasa y comprendo. No tenía por qué ser tan rudo con ustedes. Lo siento

Junior se levantó de su asiento como un resorte al oír esas palabras. Estaba preocupado y mortificado— ¿Lo sabes? —pregunto con un nudo en la garganta.

Jacer asintió con la cabeza— Lo descubrí hoy, pero sabes. Te quiero así que no hay ninguna diferencia para mí. Sigues siendo mi hermano mayor.

Silencio.

Eren se quedó estático unos segundos procesando lentamente la información. ¿Cómo? ¿Cuándo? ¿Qué paso?, se preguntó mortificado. Al parecer se había perdido más de lo que había imaginado. Giro el rostro y miro a su esposo con el ceño fruncido.

—Yo también estoy sorprendido— murmuro el pelinegro aclarando de manera inusual que él tampoco tenía ni puta idea de lo que había pasado con sus mocosos.

—Nosotros…— Aldred suspiro — ya que todo está claro ahora, queremos contarte algo, mama— entrecerró los ojos. No era fácil; le había costado mucho decirle a su padre y por supuesto que decirle a Eren le costaría aún más—Junior y yo estamos juntos.

Eren asintió con la cabeza— Eso…— soltó una risita— ya lo sabia

— ¿En serio?— gritaron al unísono todos los hermanos

—Sí, creo que me he perdido bastantes cosas. Pero saben me alegra que todo se haya aclarado ahora. — Suspiro— Ya que somos una familia y no podemos estar guardando secretos entre nosotros. El asunto de su hermano mayor al parecer ya lo han resuelto— pronuncio calmadamente— yo tenía la idea de conversar juntos pero…— volvió a sonreír — Los niños no podían aguantar, ¿eh?

—Si— Jacer inflo las mejillas y bajo la cabeza — Lo siento— se disculpó nuevamente

Aldred sonrió— Ya paso— levanto las manos e hizo una señal de paz— Ah y papa, sobre lo que te había dicho.

Levi afilo la mirada como advirtiendo que cerrase la boca. El ambiente era de paz, no podían joder ese maravilloso ambiente con la noticia de un posible nieto. Eso jamás. No ahora.

—Calma papa. En realidad eso era una mentira—se rasco la cabeza nervioso— Ya sabes, estaban tan enojado que no se me ocurrió otra cosa.

No podía creerlo, había sido engañado dos veces. Rivaille inmediatamente giro el rostro y miro a Junior; quien automáticamente miro hacia otro lado haciéndose el desentendido.

— ¿De qué están hablando?— pregunto Eren con una ceja alzada

—Lo que pasa es que…

— ¡De nada!— corto Rivaille de golpe. Lo mejor era que Eren nunca se enterase de esa mentira.

—Ah y por cierto. ¿Dónde está tía Mikasa?— Junior dejo su cuchara a un lado—No la hemos visto en todo el día

—Salió—respondió Jacer—tenía una cita, creo que con

— ¡Alto! ¿Tía Mikasa tiene novio?— la sonrisa de Aldred no fue disimulada— No puedo creerlo

Junior apretó los puños y respiro profundo. Ya tenía la respuesta a su pregunta. —Mikel—susurro bajito sintiendo su interior arder.

—Vaya, eso me sorprendió— Eren entrecerró los ojos y respiro profundo—Mikasa merecer ser feliz.

Levi sonrió. Toda la familia estaba completa, algunos empezaban a construir su propia felicidad, otros estaban en camino de encontrarla y otros apenas empezaban a entenderla. Lo importante era que estaban juntos, que lo estarían siempre y que eran una familia. Una familia unida. Una familia feliz. Una familia adorable, limpia y completa. Los momentos de felicidad apenas estaban comenzando.

FIN


Hola de nuevo :) . Realmente espero que les haya gustado el final, si alguien no le gusto, pues lo siento :( . Quiero agradecer a todas las personas que leyeron esta historia, fue mi primera historia y la que mas errores tuvo :') y la ame :'D , estoy feliz de haberla acabado y no dejarla en hiatus, es cierto que no hubo mucha participación de otros personajes puesto que mas se centro en el RiRen, ya que lo amo xD, es por eso que gracias por haberle dado una oportunidad y espero leernos pronto :) .