Disclaimer: Los personajes de Sherlock Holmes no me pertenecen, sino a su autor Sir Arthur Conan Doyle, la serie "Sherlock" pertenece a la BBC, la serie Grimm pertenece a Stephen Carpenter inspirada en los cuentos de los hermanos Grimm. Este fic lo hice sólo y únicamente como diversión.

Personajes: Sherlock, John Watson y otros.

Aclaraciones: Esté fic es del fandom de Sherlock de la BBC, únicamente tomaré algunas características del universo de Grimm (y quizás menciones de los personajes), por lo que no es un crossover como tal.

Advertencia: Este fic contiene Slash, lemon, mpreg, y lo que se me vaya ocurriendo, kesesesese.

Resumen:Sherlock Holmes es un Grimm, como tal, debe asesinar a los wesen que atentan contra la seguridad de los humanos, pero al ser miembro de la nobleza Grimm, también tiene el deber de encontrar una pareja para preservar el linaje, pero a Sherlock no le interesa seguir con las tradiciones de su familia, ¿Qué sucederá cuando conozca a John Watson?

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Grimm

Capítulo 01.- El príncipe Grimm

Los Grimm eran humanos con el poder de reconocer a los wesen, quienes se habían autoproclamado el deber de luchar contra aquellas criaturas y proteger a la humanidad del mal. Nadie sabía a ciencia cierta el origen de los Grimm, pero sus hazañas se quedaron plasmadas en los cuentos de hadas.

La familia Holmes, tenía un linaje de nobleza desde tiempos ancestrales; entre sus miembros se podían contar desde Marqueses hasta príncipes. Todos sus miembros poseían capacidades prodigiosas para realizar cualquier tipo de tarea. Muchos los consideraban la realeza de los Grimm, al menos en el Reino Unido. Los Holmes se habían tomado su título monárquico muy enserio, llegando a buscar Grimm de buen linaje para desposarse y preservar su rango entre los suyos.

Sherlock Holmes, hijo menor de la rama principal de la familia; fue desde muy joven, contra los designios del sus padres, forjando su propio camino. Se convirtió en detective y ayudaba a la policía en los casos más complicados, ganando una buena reputación.

En esos momentos, Sherlock se encontraba observando a través de un microscopio, en el laboratorio de Bars, la cuartada de su cliente dependía de ello. Escuchó un par de pasos en el pasillo, reconociendo uno como el de Mike; pocos segundos después, un hombre regordete con aspecto bonachón entró en compañía de otro hombre de cabellera rubia y baja estatura, usaba un bastón, pero por la forma en que se movía, no parecía necesitarlo realmente.

—Ha cambiado —dijo el rubio.

—No tienes idea —le respondió Mike.

—Mike, ¿me prestas tu móvil? El mío no tiene señal —dijo Sherlock ignorando al hombre del bastón.

—¿Qué ocurre con el fijo?, ¿no funciona?

—Prefiero enviar un mensaje.

Mike buscó su móvil, peor aparentemente lo había dejado en su saco. Inesperadamente, el rubio le extendió el suyo, Sherlock le agradeció y procedió a enviar el mensaje.

—Oh, lo siento —se disculpó Mike avergonzado —. Él es John Watson, un antiguo colega y viejo amigo mío.

—¿Afganistán o Irak? —preguntó Sherlock sin despegar la vista del teléfono.

—Afganistán, de hecho… —dijo John completamente confundido —. ¿Cómo lo ha sabido?

Una joven entró para entregarle un café a Sherlock, interrumpiendo la conversación. John frunció el ceño ante la forma descortés en que trataba a la mujer, quien era obvio, estaba interesada en él.

—¿Qué opinas del violín? Suelo tocar mientras pienso y en ocasiones puedo pasar días sin hablar. ¿Te molesta? Si vamos a ser compañeros, supongo que deberías saberlo.

John miró a su amigo.

—Yo no recuerdo haber mencionado…

—Pero yo sí —dijo Sherlock con tranquilidad —. Esta mañana le comentaba al buen Mike lo difícil que soy. Tengo prisa, nos veremos mañana a las 7 de la tarde —finalizó colocándose el abrigo.

—¿Y eso es todo?, ¿rentamos? Nos acabamos de conocer —Sherlock lo miró detenidamente, cómo si no comprendiera.

—¿Y el problema es?

—No sé nada de usted, ni usted de mí.

Sherlock se puso serio.

—Sé que es médico militar, herido en combate, pensionado, hermano alcohólico preocupado, terapeuta, cojera psicosomática…

A cada deducción de Sherlock, la sonrisa de Mike crecía, al igual que la sorpresa de John.

—Es suficiente para iniciar, ¿no crees? —concluyó antes de desaparecer dejando a un boquiabierto John. Sherlock se detuvo antes de cruzar la salida —. El nombre es Sherlock Holmes y la dirección es el 221B de Baker Street.

…

Sherlock se acomodó el cuello de su abrigo, aguardando a que Lestrade comenzara a gritarle. A penas una hora atrás, había tenido que eliminar a un Mauvais Dentes*, responsable de una serie de asesinatos. Normalmente, no tomaba la vida de los wesen delincuentes con los que se cruzaba, pero esa raza era tan salvaje y no tuvo otra alternativa, después de todo, el Mauvais ya había herido a diez policías, dos de ellos estaban en estado grave.

—Has vuelto a hacer un desastre —le reprochó el ID. Sherlock rodó los ojos. —¿Cómo demonios voy a explicar lo que sucedió? —quería gritarle, pero sabía que eso haría que el detective lo ignorara aún más de lo que ya lo estaba haciendo.

—Era un Mauvais furioso, no un Seelengut*, al que me enfrentaba, Graham.

—¡Es Greg! —Sherlock puso los ojos en blanco.

El Mauvais, había convertido el hogar de la última de sus víctimas, en lo que parecía la escena de alguna película de terror; las paredes y el suelo casi todas las habitaciones estaban salpicadas de sangre y restos humanos; Sherlock había tenido una lucha muy complicada, lo que ocasionó que muchos muebles terminaran destrozados, fue con una estaca improvisada de lo que antes fue la pata de una silla, que el detective logró atravesarle el corazón al wesen, poniéndole fin a su carrera criminal.

Sherlock no se molestó en ocultarle los detalles a Lestrade, pues el inspector conocía la naturaleza de los Holmes como Grimm, él era, después de todo, la pareja de Mycroft, su hermano mayor.

—Gracias la ayuda —dijo Greg una vez que logro calmarse. Sherlock asintió con la cabeza antes de abandonar al Inspector en aquel callejón; tenía que apresurarse, tenía una cita y no quería llegar tarde.

Continuará…

…

MAUVAIS DENTES: Wesen tipo tigre dientes de sable, conocidas como viciosas máquinas de matar, capaces de aniquilar pueblos enteros. Las únicas personas lo suficientemente fuertes como para controlar un Dentes Mauvais son los miembros de las familias reales. Son reconocidos por esperar el momento justo para atacar.

SEELENGUT: Wesen parecidos a ovejas, son tímidos, pacíficos y jamás violentos. También tienen grandes tendencias sociales, siendo común que se junten en grandes comunidades.

Wesen: Criaturas críptidas, la mayoría de ellos con apariencia de animales humanoides. Viven ocultas en la sociedad bajo la forma de seres humanos corrientes, aunque pueden ser reconocidos por los Grimm gracias a sus poderes. Aunque la mayoría de la humanindad los desconocen, ellos forman parte del folclore, las leyendas y los Cuentos de hadas de los seres humanos. Cada wesen tiene una forma y poderes diferentes, dependiendo de su variedad de especies y aunque se desconoce su Biodiversidad, se podría decir que superan a los seres humanos. A pesar de que se ha establecido que son seres peligrosos y malvados por naturaleza, el carácter amistoso de los Eisbibers, los Reinigen, los Mauzhert, los Seelengunt y la existencia de otros retirados de vidas salvajes como los Wieder Blutbaden, como casos particulares, sugieren que los Wesen no siempre son letales y posiblemente solo obedezcan a sus instintos más primitivos.