Los personajes no me pertenecen.

Es solo una especie de introducción, así que no esperen demasiado, que lo bueno está por venir ;D

¡Agradeceré enormemente los Reviews!


Prólogo: El Príncipe y la Gótica

Caminó lentamente sobre el pasto del campus del internado con la mochila colgada del hombro. Consultó su celular con un poco de desinterés y miró la hora. Las siete de la mañana. Genial, venía demasiado pronto. Se sintió como el típico protagonista de una serie dramática, era el nuevo alumno del año y, encima, en un internado normalito y que parecía hecho todo de madera.

― ¡Guapetón! ¡Que te meriendo entero!― Gritó una de las chicas que pasaban delante de él siguiendo el grupo de ejercicio matutino. Corrían en columnas de dos siguiendo al profesor.

El profesor, alto y de cabello azulado se detuvo e hizo una seña a los demás para que dieran unas dos vueltas antes de terminar y se acercó al chico.

― Len Kagamine, ¿verdad?

El joven asintió.

― Soy Kaito Shion, profesor de educación física― dijo presentándose mientras observaba al chico alto de delante. Len le llegaba hasta la oreja, y eso que Kaito era altísimo; sus ojos azules tranquilos y profundos que daban una mirada madura, combinados con su cabello abundante rubio hicieron a más de una chica parar de correr.

―Encantado― contestó―, ¿he de ponerme a correr yo también?

―A partir de mañana, hoy no llevas la vestimenta adecuada― señaló―. Ubica tu habitación y preséntate a la clase de las nueve. Seguro que haces muchos amiguitos, pareces sociable― mintió viendo el aspecto desinteresado de Len.

―Usted es bueno mintiendo, con razón es profesor.

―Ubica tu habitación, Kagamine, no me hagas enfadar el primer día.

Len se encogió de hombros y se recolocó la mochila.

Caminó un largo pasillo vacío, no había nadie en ninguna de las aulas, por lo que supuso que todo el colegio tenía que correr un rato en aquella hora. La tranquilidad le hizo aburrirse un poco y deseó que sus dos compañeros de habitación no fueran iguales. Pero aún no los iba a conocer, seguramente estaban con los demás. Aunque era por la mañana, el corredor estaba medio iluminado y apenas podía ver algo.

Revisó los papeles que le habían dado al entrar. Habían muchas prohibiciones, entre ellas estaba en letra destacable ''No fumar'', ''No traer bebidas alcohólicas al recinto'' y ''Nada de relaciones sentimentales entre alumnos''.

Al leer la última regla destacada soltó una pequeña risa. ¿Estaba en un internado de monjas o qué? Además, seguramente la mayoría de gente tenía relaciones secretas, de las que al final acaban llorando en medio de clase por terminar.

Mientras seguía estudiando las reglas entró en su habitación sin darse cuenta. La litera de arriba estaba ocupada con una mochila y una maleta, la de abajo estaba libre, y la cama personal estaba ocupada con dos maletas grandes.

―Genial, la peor cama para mí, gracias, chicos― murmuró solo―. Pero esto no va a quedar así, la regla es desempacar todo.

Llevó las dos maletas de la cama personal a la litera de abajo y colocó sus cosas. Pasó la mano por su cabello y sonrió para sus adentros. Se estiró y fue al baño para mojarse la cara con agua fría, para luego ir a su nueva cama conseguida legalmente y desempacar su pequeña maleta.

Sacando objeto por objeto, miró una foto de él con Meiko, su madre. Aún no sabía por qué la había traído, con todo lo que había sucedido. Así que la volvió a meter en la maleta. Con todo esto, solo sacó toda su ropa, el uniforme, toallas y cosas esenciales.

Se empezó a vestir hasta que alguien entró rápidamente por la puerta.

― ¡Te he pillado! ¡Has cambiado mis cosas de sitio!― Exclamó un chico de casi su altura, con el cabello azul y el mismo uniforme que se iba a poner.

Len rápidamente se pudo la camisa.

― ¿Quién eres? Y lo más importante: ¿¡Por qué mierda no tocas antes de entrar!?

―Soy Mikuo Hatsune, y lo más importante: ¿¡Por qué carajos has cambiado mi equipaje de sitio!?

Ambos se quedaron mirando un rato. Hasta que Len se cruzó de brazos.

― Soy Len Kagamine, y cambio de sitio tu equipaje porque YO seré el que duerma en esta CAMA― dijo mientras se señalaba a sí mismo y a la cama.

―Entiendo.

Mikuo se quedó de pie delante de él un rato más.

― ¡DEVUÉLVEME MI CAMAAA!― se abalanzó sobre Len y ambos cayeron al suelo y empezaron a pegarse. Mikuo le agarraba de los pelos y Len se limitaba a empujar su cara añadiendo algunas patadas.

Mientras ellos peleaban, la puerta se abrió, y un chico alto de cabello negro se los quedó mirando.

― Voy a pedir que me cambien de cuarto, si me tengo que quedar con un par de chicos gay…

Como si los hubieran puesto pausa, Len y Mikuo se lo quedaron mirando avergonzados, y, rápidamente se levantaron quedándose los dos de pie uno junto al otro. Por detrás se daban codazos mientras sonreían falsamente.

―Creo que te equivocas, amigo― habló primero Mikuo―. Ni siendo gay me liaría con este.

―Lo mismo digo― concluyó Len.

El chico de cabello negro y ojos dorados los analizó con la mirada.

―Les creo, son demasiado feos como para serlo.

Caminó hasta la litera y se subió para desempaquetar su maleta. Mikuo, en cambio, dejó todo ahí.

― ¿Te acompaño en tu primer día, Len? Necesitas presumir de un amigo popular, y yo soy ése amigo.

―Y eso lo dice el nada-popular Mikuo Hatsune, el que suele ser la sombra de su hermana la Idol― dijo el chico de cabello negro con tranquilidad mientras sostenía y doblaba su ropa de educación física.

Algo alterado, Mikuo intentó aparentar confianza.

―Tsé, seguramente tienes envidia, Rei, a tí solo te hablan los chicos para pedir el consentimiento para salir con tu hermana.

―Y nunca lo conseguirán.

Len, ajeno al tema, se colocó el chaleco negro del uniforme y salió sin avisar a Mikuo.

― ¡Espérame, compañero!― Gritó― Hasta luego Rei.

Len caminó por delante de Mikuo siguiendo las indicaciones de las paredes. Todo parecía como un instituto normal, pero grande, apartado y con gente que parecía amigable. Un grupo de chicas pasaron por su lado y Mikuo les hizo un gesto con las manos como un mujeriego y todas salieron corriendo. Len soltó una carcajada y, distraído, chocó contra un tipo más alto que él.

Mikuo, asustadísimo, se apartó de Len e hizo que no lo conocía. Había chocado con la persona menos indicada del instituto. Akaito Shion, el hermano menor de Kaito.

― ¿Tienes algún problema, rubio? ¿Crees que puedes caminar por donde quieras?

Len no dijo nada y siguió caminando.

―Oye, ¿Dónde vas?

―Si vas a empezar con el rollo del tipo popular…

―Cabrón, ven aquí― Akaito agarró el brazo de Len, pero antes de hacer nada otra voz le detuvo.

― No empieces con tus rabietas en público, Akaito, llegamos tarde a clase― era una chica de baja estatura, de cabello negro y ojos azules, tenía los labios pintados de rojo y los ojos delineados de negro, parecía una pequeña delincuente.

Akaito la hizo caso y le palmeó ''cariñosamente'' el trasero. Ambos se fueron.

― ¡T-te ha defendido la mismísima Rin Kagamine!― Exclamó Mikuo.

― Ahora sí me conoces, ¿no?

―Discúlpame, la última vez que yo me tropecé con aquel tipo, estuvieron cuatro horas intentando abrir la puerta de la sala de calderas porque me había encerrado ahí.

Len sonrió.

―Te lo mereces. Espera, ¿Dijiste Kagamine?― Mikuo asintió― Que curioso que tenga el mismo apellido que yo.

― Lo sé, y es genial, quizás así averigües como hablar con ella. Es algo , por no decir muy perra, es creída, gótica, antisocial…

― ¿Y para qué querría yo hablar con ella? Si yo…

Delante de ellos, Rei estaba hablando con una chica algo similar a él, pero más bajita, con grandes ojos dorados y muy linda. Rei los señaló y la joven que estaba a su lado los saludó tímidamente.

―Oh, dios santo, ¡Rui Kagene es tan hermosa! Qué pena que su hermano me pusiera una orden de alejamiento.

Len se había quedado maravillado con aquella chica, y esperó ansiosamente entrar en clase.


¡Hola a todos! Es mi primer fic en Vocaloid y me gustaría mucho que le dieran una oportunidad. El título desvela cosas de después, pero buno, no encontraba uno mejor.

Agradecería Reviews, para poder continuar, esto es tan solo el inicio, no es ni la punta del iceberg de lo que va a ocurrir. Espero que lo sigan, ¡gracias! :3