Pareja: SasuHina [NaruSaku]
Autora: DarkAmy-chan
Género: Romance/Humor

- pensamientos
- Hablan
- "Recuerdos"

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Los Personajes de Naruto no me pertenecen, son de Masashi Kishimoto

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White Wishes

Chapter 12

En silencio y con un leve sonrojo, miro a quien caminaba junto a mí. Sin poder creer que tuviésemos nuestra primera cita, sigo colocándome en el papel de la chica tímida, aquella que no podía dejar de ver a quien quería.

¿Pero cómo no ponerme de esa manera, si aún los recuerdos de nuestra reconciliación seguían asaltándome?

"¿Crees que después de eso, te dejare ir así sin más? Sin comprender y lleno de vergüenza levanto la mirada solo para toparme en su clásica sonrisa. Yo también necesito un baño, Hyuga.

No podía creer lo que estaba sugiriendo, que mis mejillas se llenasen de calor de solo imaginarnos nuevamente…

Como pude trate de no gemir en voz alta al sentir la calidez de su boca rodeando mi pene, al percibir como succionaba con fuerza para luego jugar con su lengua. Me estaba volviendo loco, un adicto a estas situaciones, a su boca, a sus toques.

Ni siquiera el agua cayendo sobre nuestros cuerpos desnudos lograba distraerme. Toda mi atención estaba en sus movimientos, en que lentamente su mano libre se colaba entre mis glúteos, para acariciarme en el centro.

El aire comenzaba a escasear en mis pulmones

N-Ngh…S-Sasuke-kun…─ Avergonzado bajo mi mirar a su persona. Mi voz llena de placer lo había hecho detenerse. Su sonrisa ladina tras lamer su labio inferior me hizo estremecer, que todo mi cuerpo se prendiese aún más. El efecto que tenía en mí, jamás pensé sentirlo por alguien.

Que me mires así, solo logras encenderme más. ─ No podía decirle que era yo quien quería decir eso, que me dolía mi erección con tal escena erótica que había apreciado. Estaba avergonzado por estas emociones que nunca antes había expresado. ─ Hinata

Mordiendo mi labio inferior note que estaba de pie recargado en mí, con sus ojos negros perdidos en los míos. ¿En qué momento había llegado a estar preso entre sus brazos, perdido en su mirada sin saber que decir?

Te siento más excitado que otras veces…─ Su ronca voz solo provocó que mis nervios aumentasen, que instintivamente bajase el rostro. Pero aquello había sido un grave error, puesto que había visto nuestros sexos, nuestra clara necesidad del otro. Trague saliva sin darme cuenta, escuchando una risa llena de diversión oscura por parte de mi pareja. Sin duda le gustaba provocar estas cosas en mí, era su placer. ─ Si Hinata. Al parecer no eres el único.

Podía percibir como una de sus manos subía hasta mi rostro, provocando que le mirase directamente, que me perdiese en sus oscuras orbes. Lograba escuchar el latir de mi corazón cada vez más rápido, mucho más al notar como posaba sus labios sobre los míos con parsimonia. No tarde en darle la bienvenida a su lengua, a profundizar aquel acto. Me encantaba como besaba, la pasión que comenzaba a emerger entre nosotros a medida que transcurría el tiempo.

Un gemido que escapo de mis labios, se perdió entre el ruido del agua que seguía cayendo sobre nosotros. Y es que los labios de Sasuke-kun habían comenzado a deslizarse por mi garganta, haciendo desaparecer algunas de las gotitas que caían por mi piel, deteniéndose en una de mis tetillas, mordiéndola y lamiéndola a gusto, provocando que me aferrase a las baldosas que estaban a mi espalda, arqueándome sin darme cuenta en búsqueda de más.

Se sentía tan bien esta electricidad que me envolvía con cada uno de sus toques, de sus caricias.

Yo deseaba que se sintiera de la misma forma, que también me mostrase ese rostro sumido en el placer que podía brindarle. Por eso aún con esas sensaciones que estaba provocando en mi ser, mi mano comenzó a descender en una caricia por sus pectorales, abdominales bien definidos, hasta descender suavemente hacía su erección.

Realmente estábamos ambos muy excitados.

Un gruñido escapo de su boca al sentirme rozar ese lugar, al jugar lentamente en la punta con mis dedos. Era mi turno de torturarlo un poco, de demostrar que yo también podía provocar esas cosas en su persona. Era hombre después de todo, y también me gustaba ver esas expresiones de disfrute en su rostro.

¿Pretendes volverme loco, Hina…? ─ Mis pómulos se encendieron al notarle apoyarse en mi hombro izquierdo. Y es que había rodeado su hombría con una de mis manos, comenzando a moverla lentamente en toda su longitud, mientras con mi otra mano comenzaba a jugar con sus testículos. Podía sentir la tirantes en su cuerpo, lo que le estaba provocando, haciendo que me sintiera bien conmigo mismo. Me gustaba notar así. Pero de pronto fui sacado de mis sentires, de mis pensares al notarle moverse lo suficiente para verme a los ojos, mi corazón comenzó a latir con fuerza al notar su cercanía, lo sexy que se veía con el cabello pegado a la cara. ─…D-Dos podemos jugar el mismo juego, ¿cierto…?

¿E-Eh…? ─ El hecho que no había entendido, quedo perdido en alguna parte de mi mente al sentirle rozar aquella diminuta entrada en mi trasero. Tuve que aferrarme con una de mis manos en su hombro, este estremecimiento que provocaba al sentirle colarse por aquel lugar, al percibir como comenzaba a moverse, encendiéndome aún más.

Era mucho calor en nuestros cuerpos, en nuestras respiraciones agitadas que se mezclaban por la cercanía de nuestros labios.

No sabía cuánto había pasado mientras nos brindábamos placer, cuánta agua seguía corriendo por nuestros húmedos cuerpos, pero no era como si aquello importase ahora. En mis pensamientos no había nada más que el movimiento de sus dedos, en el calor que se propagaba a cada centímetro de mí ser.

¿Puedes sentir lo húmedo que estas en este sitio? ─ Su ronca voz la escuchaba a la lejanía de lo que expresaba, perdiéndome en su característica sonrisa. ─ Quiero follarte tan duro, Hinata.

Sin darme tiempo a nada, solo me percate cuando mi cuerpo fue girado, quedando con mi pecho pegado en las baldosas, con mi trasero expuesto a esta persona que de pronto me cubría con su calor. Un escalofrió me recorrió al escucharle cerca de mi oído, al notar como lo mordía juguetonamente.

¿Estás preparado? ─ No pude decir vocablo alguno más que soltar un suave quejido. Había logrado colarse en mi interior, tan profundo que solo atine a aferrarme a estas resbaladizas paredes. ─ Tan c-condenadamente caliente…

Mi aliento quedaba perdido en la bruma que cubría este lugar. Y es que nada coherente lograba pronunciar con cada embestida. Era el cielo al sentirle dentro, y el infierno al notarle salir, pero solo para volver con más intensidad. Ni siquiera me importaba la fuerza con la que sujetaba mis caderas, que nuestro acto pudiese ser escuchado por alguien más.

Estaba perdido en el placer, en las sensaciones que provocaban que mi mente se nublase por completo.

Quería gemir en voz alta, decir que se detuviese porque sentía que pronto acabaría, pero no lograba nada más que soltar gemidos, quejidos por sus contantes arremetidas.

M-Me estas a-apretan… ─ No pudo terminar, no logre escuchar el resto de sus palabras porque me perdí por completo en mi orgasmo, ignorando incluso el hecho de que me estaba recargando en la baldosa, en las mismas que habían recibido mi explosión. Me sentía tan débil, que si no fuera porque él me seguía sujetando con fuerza, estaba seguro que hubiese caído de rodillas a la bañera. ─ Que egoísta en irte sin mí. ─ La sorpresa llegaba a mí al ser levantado un poco más, al ser pegado por completo a estas blancas paredes. ─ No hay tiempo para descansar, no aún…

Tuve que tapar mis labios con una de mis manos al sentir como me invadía con mucha más determinación, casi con desesperación. Estaba seguro incluso que podía percibir la rigidez de su cuerpo con cada movimiento, como sus músculos se contraían de acuerdo a la fuerza empleada. Lo sentía cada vez más firme, tan dentro de mí que tenía que morderme el labio inferior para no soltar quejido alguno.

Si seguía así, yo…estaba seguro que volvería a correrme…

S-Sasuke-kun, n-no tan f-fuerte… ─ Mis vocablos no fueron escuchados, no lograban salir con fuerza debido a estos constantes gemidos vergonzosos que escapaban de mí, a que poco lograba discernir entre la actualidad, y en estas sensaciones.

Y-Ya casi... T-Te sientes tan bien… ─ Apenas y había logrado escuchar sus palabras soltadas con la tirantes de su pasión. Pasión que se vio desbordada tras unas cuantas estocadas más, arrastrándome con su calor explotando dentro de mí, provocando que mi cuerpo volviese a mancharse no solo con su esencia, sino con la mía propia ya por segunda vez.

A penas podía respirar, tan dificultoso o igual que esta persona que besaba con lentitud mi cuello, provocando que me estremeciese, que me dejase llevar por su calidez, esa que solo mostraba conmigo.

Tendré que decirle a Karin que nos haga pelear más seguido. ─ Una suave sonrisa se posó en mi boca al oírle. A mí también me había gustado nuestra reconciliación, a pesar de que no podía aceptarlo con tanta sinceridad, así era. Me sentía tan protegido entre sus brazos, bajo su cuerpo."

¿Por qué no vas a comprar los boletos? ─ La voz de Sasuke-kun me saco de mis acalorados recuerdos, provocando que notase el lugar en donde nos encontrábamos, apreciando la fila para comprar las entradas del estreno de esa semana. Y es que aun cuando Sasuke-kun no estaba de acuerdo con mi decisión de ver "El Hostal Maldito", mi amor por las películas de terror fue más grande.

¿Qué? Era la única película que me llamaba la atención que estaba en cartelera.

Pero bueno. Esa era otra historia. Ahora solo debía estar pendiente de este momento, de nuestra primera cita desde que comenzamos nuestra relación. No iba a negar que estaba nervioso, porque si lo estaba, y mucho.

Y es que era mi primera cita, ya que nunca antes había tenido una pareja, ya que mi único interés amoroso nunca había tenido interés en mí, y pues, creo que me acostumbre a tener esos momentos solo en mi mente, soñando que Naruko-chan algún día saldría conmigo a algún lado, y que sonreiría solo para mí.

¿Quién iba a pensar que ahora estaría con otra persona, y que este seria del mismo sexo? Y tan opuesto a ese primer amor además.

Asintiendo me dirijo a la fila, apreciando como mi novio desaparecía entre la gente que estaba en ese mall. No entendía para donde iba tan calmado, con sus manos en los jeans de color negro, pero tampoco es como si le fuese a preguntar. No me gustaba meterme mucho más en sus cosas, y tal vez tuviese que hacer algún encargo de su padre, persona que no era de mi total disfrute.

No por nada ese hombre no me podía ver, ya que según él yo corrompía a su precioso hijo.

Si supiera que fue todo lo contrario…─ Murmure por bajo para mí mismo mientras mis pómulos se encendían levemente. Y es que aún me daba vergüenza como comenzó todo, cuando este azabache me beso delante de su progenitor diciendo que era su pareja.

Él había robado mi primer beso, y mi primera experiencia…

¿Qué tanto estás pensando pervertido? ─ Al escuchar ese tono ronco altamente conocido tan cerca, de mis orejas comenzó a salir mi vergüenza en forma de vapor. Y es que sin darse cuenta, él había dado levemente en el blanco, y no podía estar más sorprendido por ello, y por no percatarme de su vuelta. ¿Qué tanto tiempo me perdí en mis pensares? ─ ¿Era algo sobre nosotros?

T-Te te equivocas. ─ Me apure en responder con claro nerviosismo y vergüenza. ¿Por qué siempre tenía que darse cuenta de esos momentos? Él me leía tan fácil. ─ N-No es como si estuviera recordando nuestras primeras ocasiones, o algo.

En ese momento me di cuenta que me había delatado a mí mismo, que era un idiota sin remedio que no podía callarse cuando estaba sumido en su timidez. Estaba perdido bajo esos ojos negros, aquellos que reflejaban su diversión ante mi manera de ser.

Si sigues así, terminaremos yendo a un hotel, en vez de al cine... ─ Apenado baje el rostro para de alguna manera esconder este sentir, para ver si podía detener el palpitar de mi corazón.

Una vez dentro de la sala, no podía evitar observar a mí alrededor, notar como las miradas de varias chicas estaban puestas sobre nosotros, sobre mi pareja más que nada. Y es que no podía negar lo guapo que era, lo mucho que atraía al género femenino, y seguramente al propio.

Aun no podía creer que él estuviese conmigo, a pesar de considerarme tan poca cosa para su persona.

¿Por qué están tan solo chicos? ─ La sorpresa se instaló en mis blancas facciones al escuchar la voz de una fémina cerca de nosotros, logrando percatarme de la presencia de dos chicas junto a mi novio. Mis pómulos se tornaron rosa pálido al sentir los ojos de una de ellas sobre los míos. Ambas eran muy lindas. ─ ¿No quisieran algo de compañi…?

¿Por qué no se largan? ─ El tono cruel de mi pareja me sorprendió aún más. Aquel aire oscuro que emanaba de su ser realmente causaba que mi piel se erizase. Pero el calor volvía a agruparse con mayor intensidad en mis mejillas al notar como tomaba una de mis manos, entrelazando nuestros dedos y mostrándoselo a ambas mujeres que nos veían con clara sorpresa ─ No pienso compartirlo con ustedes. Así que pueden largarse.

Quería que me tragase la tierra. Ya no podía enterrarme más en mi asiento, solo porque este no me lo permitía, pero realmente no podía más con mi vergüenza.

¿Cómo podía mostrar que somos pareja así como si nada? ¿Es que no conocía el pudor?.

Que desperdicio. ─ Dijo una de ellas. Su tono acido provoco que levantase mi vista para verle, notando la frialdad en sus ojos verdes. Realmente parecía molesta ¿conmigo?. Seguro le gusto Sasuke-kun, y claramente yo era un estorbo. ─ Tsk. Volvamos a nuestros asientos.

Con su permiso. ─ La otra mujer nos sonrió antes de seguir a su amiga. Bueno. Al menos ella no parecía ser mala persona. Incluso provoco que aquella mueca se instalara en mis labios también.

¿Te gusto la chica, Hyuga? ─ Sorprendido por ser descubierto poso sus ojos blancos en los de mi novio, notando su molestia. Me había visto corresponderle el gesto, y al parecer no le hizo gracia. Sí que era posesivo, y no era la primera vez que lo mostraba. ─ Si quieres aún puedo llamarlas.

Afianzando aquella unión de nuestras manos, me anime a verle con mis pómulos aun reflejando mi timidez. Pude notar como su expresión pasaba del enojo al asombro. Tuve que desviar mi mirar para poder hablar, porque mi corazón comenzaba a latir cada vez más intensamente por estos sentires que provocaba en todo mí ser.

…Yo solo quiero a una persona, y esta está…a mi lado. ─ Este palpitar solo fue en aumento al percibir como de pronto su mano libre se posaba en mi mentón, como me invitaba a posar mi atención por completo en su persona. Al notar su cercanía, estaba seguro que si seguía así hasta Sasuke-kun podría escuchar este descontrolado latir de mi corazón.

Sigue así, y te aseguro que no me importara donde estemos… ─ De pronto las luces se apagaron, indicando que la película pronto comenzaría, pero yo solo escuchaba mis palpitaciones mientras seguía perdido en la mirada de mi novio, en su rostro que estaba cada vez más cerca. ─…Te cogeré delante de todos, hasta que no sientas tu lindo trasero.

Estaba en shock, perdido en lo que acababa de oír, en su sonrisa llena de macabra diversión. ¿Acaso sería capaz…?

De pronto sentía unos enormes deseos de caer desmayado.

No pude ver bien la película al final. Estuve la mitad de esta en otro mundo por sus palabras, y la otra mitad pendiente de sus movimientos, de todos los que estaban a nuestro alrededor.

En mi mente se repetía la escena de nosotros de una manera muy íntima, donde solo jadeos escapaban de nuestros labios. Me estaba convirtiendo en todo un pervertido gracias a esta persona.

Incluso ahora que nos encontrábamos caminando uno junto al otro, aún no lograba controlar este palpitar, este nerviosismo. Habíamos salido ya del cine, y yo continuaba con estas sensaciones, con estos nervios que solo quien estaba a mi lado me causaba.

¿Quieres ir a un hotel? ─ Sin poder creer lo que estaba escuchando ahora, mis ojos van a parar con clara vergüenza sobre quien estaba a mi lado, notando como se detenía sin dejar de mirarme. Nuevamente volvía a llenarme de esas extrañas sensaciones, provocando que mordiese mi labio inferior con insistencia. ─ Sigues provocándome con tus reacciones… ─ Podía sentirlo, mis latidos se tornaron frenéticos al ver como su rostro de pronto estaba a centímetros, al punto de sentir su cálido aliento mezclándose con el mío. ─ Con solo verte puedo notar que lo necesitas, tanto o más que yo…

Ya no sabía si era así o no, si solo estaba jugando con mi mente para que hiciese lo que él deseaba, pero todo mi cuerpo comenzó a arder de un segundo a otro, anhelando su calor, sentirlo en mi interior.

Estaba perdido, lo anhelaba con todo mí ser.

Un sonido vergonzoso escapo de mis labios al sentir su lengua sobre una de mis tetillas, al percibir como la mordía levemente para acariciarla nuevamente con sus labios. Inconscientemente me cubrí la boca avergonzado. Y es que al sentir sus ojos puestos sobre mí al escucharme, solo lograba que mi timidez estallara en todo mí ser.

Aquí no está tu hermana o tu padre que pueden escucharnos… ─ Mi cuerpo volvía a llenarse de calor al sentir sus manos recorrer mi pecho, al notar como ahora comenzaba a jugar con mis tetillas con sus dedos. Era tan difícil resistir sus caricias, a lo que provocaba en todo mí ser. ─…Déjame oírte, quiero escucharte gemir.

Podía percibir el calor en mis pómulos ante sus palabras, al ver su rostro ahora a escasos centímetros del mío.

¿Quién me había mandado a aceptar su propuesta? ¿Por qué tenía que anhelarle tanto?

Luego de unos segundos de clara timidez de mi parte, iba a asentir lentamente, pero su boca ataco sin piedad la mía cortando mi gesto, perdiéndome en su deseo, en la arrolladora pasión que reflejaba con cada beso. Era como si perdiese el aire a cada segundo.

Pero si creía que en ese momento el oxígeno faltaba en mis pulmones, no fue nada comparado al instante en que percibí una de sus manos sobre mi sexo. Aun cuando estaba con mis pantalones puestos, podía sentir claramente sus caricias en ese sitio, incitándome a anhelar más, a que fuese yo quien le besase con más energía.

Los gemidos que escapaban de mí, impidieron que siguiera respondiendo el movimiento de su lengua, teniendo que cortar el beso, mordiendo inconscientemente mis labios tratando de contenerme. Abriendo mis ojos entre esta neblina de placer, pude visualizar sus ojos negros puestos en mí, seguramente apreciando esto causaba en mi cuerpo, en todo mi ser.

¿Q-Que…suce…? ─ No pude terminar de hablar. Mi rostro se contraía por los espasmos que provocaba en todo mi cuerpo. Su mano en ningún momento había dejado de acariciar mi sexo, incluso sus toques cada vez eran más intensos. Me estaba volviendo loco.

Hasta que de pronto se detuvo, causando que mi atención volviera nuevamente hacia su persona, con esta respiración que no lograba controlar del todo.

Tu rostro sumido en el placer, me calienta como no tienes idea. ─ Ante lo escuchado, pude sentir como una bomba de calor me golpeo, subiendo por mi piel, estancándose en mi cara.

¡¿Cómo podía decir esas cosas, sin siquiera inmutarse?!

Sin saber realmente cómo reaccionar, atine netamente a bajar la mirada, a cerrar mis ojos en una manera de escapar, de controlar mi clara vergüenza. Más unos ruidos, unos movimientos en la cama en la cual nos hallábamos, me invitaron a buscar la luz del lugar, encontrándome con la imagen desnuda de mi pareja, apreciando su excitación. Instintivamente desvié el rostro.

¡Condenada timidez! No podía hacer nada ante mi personalidad.

¿Porque no te quitas tus ropas, y vienes aquí? ─ Con lentitud me anime a verle, apreciando su invitación. ─ Quiero que me montes, apreciar desde esta posición tus expresiones.

Quería hacerlo. En verdad deseaba ser como él, pero no podía. Era tan dificultoso dejar atrás lo que era yo, como siempre he sido. Pero tras unos segundos de dudas y titubeos, me anime a quitarme lentamente mis prendas, colocándome cada vez más nervioso con solo sentir su completa atención sobre mí.

Cuando estuve en su misma condición, su mano extendida me invito a acercarme, a subirme sobre su regazo, quedando nuestros rostros a la misma altura debido a nuestra posición, apreciando desde esa cercanía la perfección de sus facciones, como lograba verse en su mirada algo más que la seriedad que siempre mostraba.

Me gustaba, me gustaba mucho más de lo que creía, de lo que nunca pensé sentir por alguien como tú.

Estaba perdido, extraviado en tu mirar, en esos pozos negros sin fondo. Ni siquiera me había dado cuenta del momento en que mis manos se posaron en tus mejillas, detallando el contorno de estas, acercándome suavemente para juntar mis labios con los tuyos.

Pronto el suave roce de estos comenzaba a tomar otros rumbos, unos más intensos y pasionales. Nuestras manos ya se aventuraban a rozar cada centímetro del contrario, memorizando, apreciando, deleitándonos con las sensaciones que causaba aquello.

Nuestras respiraciones, el roce de nuestras lenguas, las caricias. Todo era perfecto, tanto que lograba que me perdiese en el limbo, en un mundo donde solo estábamos los dos y el sonido de nuestra pasión.

El aire de pronto volvía a escasear en mis pulmones al sentir tus dedos en ese lugar, aquel que solo te pertenecía a ti. La vergüenza volvía a instalarse en mis pómulos tras notar como te adentrabas, como tus dedos comenzaban a prepararme para recibirte. Tratando de ser igualmente de osado, conduje una de mis manos hacia tu sexo, rodeándolo con mis dedos, acariciando su punta, mojándolos con tu excitación.

Los besos cada vez tomaban más intensidad al dejarnos llevar por nuestras caricias. Nuestras palpitaciones se sincronizaban con nuestra respiración, con el calor que brotaba de nuestra piel con cada movimiento, cada gemido y gruñido que brotaba de nuestros labios sin poder ser contenidos.

El calor solo iba en aumento, como si esta habitación se hubiese transformado en un sauna.

A-Ah…Ngh… ─ Mi frente fue a parar a su hombro al no poder resistir más. Sus dedos estaban tocando justo el lugar, ese que me provocaba como si una corriente eléctrica me recorriese. ─ P-Por favor…Sasu…ke-kun…

De pronto esa sensación tan arrolladora se vio cortada al sentirle detenerse, al percibir como sus dedos salían de mi interior. ¿Qué era esto que provocaba en mí? ¿Me sentía insatisfecho?. Qué vergüenza.

¡Era todo un pervertido!

No te pongas así. Te dije que quería que me montases. ─ Al escucharle, mis ojos blancos buscaron los suyos, notando su seriedad ante sus palabras. ¿En verdad esperaba…? ¿Quería que yo…?. Podía sentir como si rostro se volvía a teñir de rojo. Incluso creo que hasta vapor comenzaba a brotar por mis oídos. ─ No me hagas esperar. Mi erección ya duele, ansia estar dentro tuyo.

Ahí estaba la duda una vez más. Solo podía tragar grueso ante lo que deseaba que hiciese. No podía creer que estuviese levantándome un poco, situándome justo debajo de su pene, tomando con una de mis manos su excitación. Y su atención en cada uno de mis movimientos no me estaba ayudando en nada.

Con toda la vergüenza del mundo, me incline un poco sobre su pecho, dejando un mejor ángulo para ingresar su ancha longitud. A medida que iba introduciéndolo en mí, mi cuerpo se tensaba, mi rostro se contraía. Era muy grande. Tan grande y caliente.

Su gruñido se mezcló con el suave gemido que escapo de mis labios al sentirlo por completo en mi interior. Se sentía tan bien, que mentiría si dijese que no me gustaba. Era como si mi cuerpo fuera para esta persona, que nació para estar conectado a este chico de esta manera.

M-Muévete Hinata…─ Su ronca voz me saco de mis pensares, de estos sentires que me embriagaban a cada segundo, invitándome a posar mis ojos en él, apreciando así su rostro, su mirada inundada de deseo. Podía verlo, sentirlo. Él estaba igual que yo, en verdad creía que tal vez esta persona tenía el mismo pensamiento en cuanto a nosotros. Fue así como aún con mi clara timidez, cumplí con su petición, sintiendo como el aire escapaba de mis pulmones al sentirle salir, solo volver a meterle aún más adentro. Era insostenible. No entendía como esto que sentía podía ser real. Era demasiado calor, una sensación tan indescriptible ─…M-Maldición. A-Así mismo…Agh…

Me gustaba apreciar como cerraba sus parpados sumiéndose en las sensaciones, pero yo apenas podía mantener mis ojos abiertos también. Mucho más al percibir como sus caderas comenzaban a moverse también, embistiéndome desde esa posición aún más intensamente.

De mi boca solo escapaban sonidos inentendibles, gemidos ahogados que no podían ser contenidos por más tiempo. Era maravilloso, se sentía magnifico.

Una de mis manos se fue a mi erección, sintiendo el doble de placer, teniendo que aferrarme con fuerza al hombro de quien me acercaba a su pecho. Mis movimientos iban de acorde a sus arremetidas, logrando que mi mente se nublase por completo, como si mi conciencia saltase de un lugar a otro.

¿Estaba bien tales sentires? ¿Esta pasión tan desbordante?

Porque si es un pecado, no me importaría ser un pecador, no si era por esta persona, por esto que había entre nosotros.

…T-Te quiero… ─ Logre articular sin pensarlo mucho. ─…T-Te quiero… ─ Volvía repetir mientras me aferraba a su pecho como si de una balsa de salvación se tratase. Siendo callado por sus labios, por su lengua buscando batallar con la mía.

…N-No más que y-yo…─ Mis gemidos cada vez eran más fuertes, imposibles de contener. ─…Hinata. ─ Sus movimientos eran frenéticos, desesperados, y yo estaba a punto de derrumbarme en mi orgasmo. No podía contenerme por mucho más tiempo. ─…Agh...N-No podre…por mucho m-más tiempo…M-Me estas apretando…Maldición…

La sorpresa se instalaba en mí al sentir como de pronto era tirado hacia atrás, a la cama, aún conectado con esta persona, la misma que me cubría con su cuerpo. Pero no logre soltar nada más que gemidos incontrolables al ser embestido con más fuerza, al notar como ahora era él quien me masturbaba sin contemplación.

A ese paso me iba a venir. No dudaría mucho más…

S-Sasuke-kun e-espera…yo…yo… ─ Mis gemidos no me dejaron terminar de hablar, de intentarlo al menos. El calor se estaba acumulando ahí abajo. Pronto iba explotar. Y los movimientos de mi pareja no estaban ayudando en eso. Al parecer también estaba por llegar. No por nada podía sentirlo en mi interior, las reacciones de su cuerpo…

N-Ngh…A-Agh… ─ Mis fuerzas se perdieron en la arrasadora avalancha del orgasmo, mientras ahí en la nuble del placer aún podía percibir los movimientos de este azabache, los quejidos que escapaban de sus labios antes de explotar en mi interior, antes de caer agotado sobre mi pecho, con nuestras respiraciones agitadas debido al acto que acabábamos de realizar.

Creo que mi tamaño no era tan molesto para mí ahora. Ya que por ser más chico de lo normal, caigo perfectamente entre sus brazos, bajo su calor.

Los minutos transcurrían en esta habitación, mientras permanecía bajo el calor de tu abrazo, recostado sobre tu pecho. Cerrando mis ojos me deje envolver por tu palpitar, por tu suave respirar. Era tan tranquilo, me sentía tan protegido cuando estaba junto a ti.

En eso tu mano sujetando la mía atrajo mi atención, sorprendiéndome al sentir algo en mi muñeca, al visualizar una hermosa cadena de plata con el símbolo del ying yang en ella. Sin demora mis mirar busco la tuya, encontrándome con tu serena actitud. Mi palpitar volvía a tornarse violento.

Es tuyo. No te lo quites nunca. ¿Entendiste? ─ Aturdido por tus vocablos, pose mi atención nuevamente en el regalo que me habías dado.

No podía despegar mis ojos de este tesoro. Me sentía avergonzado, como una colegiala al recibir un regalo de su novio. Si bien era cierto que era un presente de mi pareja, ¿Por qué seguía comparándome con una mujer?. Creo que no importa el género cuando estás enamorado. Simplemente el amor te hace actuar de esta forma, ¿no?

Incluso cuando ya iba caminando solo rumbo a casa, era imposible quitar esta sonrisa de mi rostro. Seguramente lucía como un tonto a la vista de los demás, pero era imposible borrar estas emociones de mi ser. Lo tenía pintado en toda mi cara.

Mordiendo mi labio inferior, un recuerdo acudió a mí. Era una escena de esos mangas que tanto me ayudaron. Y no podía evitar cuestionarme si era cierto.

Un anillo significa matrimonio. Un collar significa que eres como una mascota…

¿Y qué significaba una cadena? ¿Acaso no tenía el significado de unas esposas?

Mis mejillas se tornaron calientes al salir de mis recuerdos, de mis pensares. Y no sé porque el encuentro con ese fotógrafo vino a mi mente en un flash. ¿Acaso era para marcar que ya estaba con alguien?

¿Sasuke-kun era así de posesivo?

La respuesta era tan clara, que no hacía falta pensarlo mucho. Pero aún así me sentía feliz con esas sensaciones. Siempre he querido ser útil, sentirme querido y necesitado por una persona, y siento que él es ese alguien, ese que tanto espere.

Nuevamente tenía en mis labios instalada esta felicidad, no podía evitarlo.

Hyuga Hinata. Debemos hablar. ─ Un tono duro de voz me saco de mis ensoñaciones, invitándome a posar mi atención hacía donde había provenido. Mi mirar mostro su asombro. No podía ser…

¿Qué hacía el Padre de Sasuke-kun, fuera de los departamentos donde vivo?

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Fin Chapter 12:-

Notas Dark:- Hi mis queridos lectores.

Quiero que sepan que he estado leyendo cada uno de sus bellos comentarios. Es increíble el apoyo, el cariño que siento por parte de todos ustedes. Les juro que cada vez que leía uno de sus reviews, no podía contener mis lágrimas.

Y es que ustedes siempre han sido mis fuerzas para escribir. No por nada fueron años aguantando las groserías de muchos contra mi persona, el constante cargoseo por parte de los amantes de las otras parejas. Yo siempre pensaba que no podía abandonarlos a ustedes, pensaba en todos los que me leían y esperaban impacientes cada una de mis continuaciones, aun cuando tardaba meses en actualizar.

Deseo aclarar que si me marcho por un tiempo, no es porque la gente vaya tras mis historias, mi otp en sí, o mis argumentos sobre la pareja, sino porque sus ataques son en contra de mi persona, directamente hacia quien esta tras el computador. Si bien es cierto que yo soy anti las parejas canon, y siempre me exprese sobre ello, yo siempre fui tras los argumentos, no tras quienes los escribían. Y puedo decir que muchas veces se merecieron mucho más de mi parte, puesto que muchos de ellos hablaban mal de mí sin conocerme, inventaban muchas cosas, me amenazaban de muerte a mí y a mis amigos, e incluso se atrevieron a inventar que yo les había enviado un virus.

Venga. Creo que tuve mucha paciencia, mucho aguante.

Es por eso que me molesta la gente que se atreve a juzgarme, sin tener idea realmente de nada.

Pero bueno. Dejemos eso de lado.

Quiero aclarar tambien que mi retiro no es permanente. No puedo abandonaros siempre chicos, imposible. Los quiero demasiado, a ustedes y al SasuHina. (Si. Muchos me hicieron pensarlo mejor)

Me voy por un tiempo, hasta que mi corazón se calme, porque estoy a un límite que sé que explotare. Soy humana después de todo, y poseo un carácter bastante fuerte cuando me mosquean al punto de decir basta. Y no quiero, no me gusta mostrar ese lado de mí.

Por eso espero que me tengan paciencia una vez más, por favor.

Como agradecimiento por todo su apoyo incondicional, por todas sus buenas vibras, quise escribir este último capítulo (Ultimo capitulo no del fic. Momentáneo solamente). Por supuesto debía ser con extra lemon, como buena pervertida que soy ¿no? (A mucho orgullo x3).

Espero que este haya sido de su agrado, y que al menos haya sacado alguna que otra hemorragia nasal como despedida.

Cuídense mucho, que los quiero demasiado

Besitos

DarkAmy-chan