Pasado un rato, Edward notó que algo pasaba con Bella; algo le preocupaba y no se lo estaba diciendo.

-¿Estás bien?

-Sí-contestó rápidamente.

Él bufó y puso sus ojos en blanco.

-Aunque no estuvieras bien, no eres el tipo de chica que me lo diría.

-Realmente estoy bien- insistió.

-Espera un poco-la agarro por sus hombros y la miró fijamente, en el fondo de sus ojos se veía preocupación. Definitivamente algo no estaba bien con ella-. Esta vez, de verdad, aunque tenga que irme de mi casa, te voy a proteger.

-¿Qué estás diciendo?

-La personalidad de Jane no es de sentarse cómodamente sin hacer nada-dijo sin darle muchas vueltas al asunto, él sabía que si algo pasaba probablemente era obra de Jane-, definitivamente está planeando algo. Tan solo digo que también yo me estoy preparando.

-No hagas eso-le dijo Bella bruscamente-. La única razón para hacer algo deberías ser tú, no yo, no quiero que me protejas.

-¿Por qué? Tú eres mi novia, claro que tengo que protegerte.

-Alguien protegiendo a alguien, alguien esperando el ataque de alguien-suspiró, cansada-…realmente eso no me gusta, no me gusta depender de alguien. Hasta ahora he recibido mucho de ti y de los F4, incluso de Bree. Me gustaría que por una vez estemos en el mismo nivel.

-¿Sabes?-dijo cambiando su tono a uno bromista para dejar el tema por la paz- Tú eres el tipo de chica con la que… ser romántico se desperdicia.

Rieron y el niño que llevaba Bella consigo, jaló del cabello de Edward para que le hiciera caso, él inclinó su cabeza para estar a su altura y el pequeño se le acercó a su oreja para susurrarle.

-¿¡Qué?!- gritó mientras se alejaba del niño- ¿¡Y piensas que es momento de reírse?! ¡Aguántalo! ¡Tienes que aguantarlo!

Lo bajó inmediatamente y lo puso bajo uno de sus brazos mientras corría hacia los baños del zoológico.

Después del incidente no pasó gran cosa, simplemente siguieron disfrutando de los animales y comieron algunas chucherías. Aunque había una cosa que tanto Edward como Bella notaron: todas las personas los veían con cara de reprobación; y no era de sorprenderse, para cualquier persona que los viera desde lejos parecían una familia, los padres jóvenes con su pequeño hijo, sin embargo ellos los ignoraron y siguieron divirtiéndose.

No se fueron del zoológico hasta que cerró, entonces Edward llevó cargando al niño (que se había quedado dormido minutos antes) mientras acompañaba a Bella hasta el consultorio.

-Es raro- dijo Edward de pronto, con una sonrisa.

-¿Qué es raro?

-Me siento como si estuviera en un sueño que hubiera tenido antes-se sonrojó y desvió la mirada-. Me refiero a… ¿cómo es posible que este pequeño sea tan pesado?

Antes de que Bella le pudiera contestar, sonó el celular de Edward, lo sacó y vio que era una video llamada de Demetri.

-Hola Demetri- saludó al contestar.

-Creo que será mejor que vuelva ahora, Jane va a preguntar pronto por usted.

Colgó rápidamente, sin despedirse, le entregó a Bella el niño y sin decir más, le dio un beso rápido en los labios y empezó a alejarse. Bella se quedó de pie, un poco atónita ante el rápido cambio de actitud de Edward pero entendiéndolo completamente; acomodó al niño entre sus manos y lo vio marcharse.


Jasper aún seguía tratando de asimilar todo lo sucedido con Charlotte, realmente no comprendía mucho, o, más bien, no quería comprender, le daba miedo la respuesta que encontraría.

Agarró entre sus manos lo único que conservaba de ella…

Flashback.

Era su cumpleaños, y Charlotte le había llevado un pequeño pastel junto con un regalo, cuando lo abrió descubrió que era un rompecabezas de sólo dos piezas, cada una tenía una parte de una frase que al juntarlas decía:

"Un encuentro, una oportunidad"

-¿Qué significa?-le preguntó Jasper.

-Que las oportunidades se presentan solo una vez en la vida.

Fin flashback.

El sonido de la puerta siendo abierta lo sacó de sus pensamientos y se levantó para ir a ver quién era.

Alice estaba parada en la entrada, jadeante y pálida dio un paso cuando lo vio pero sus piernas le fallaron y estuvo a punto de caerse si no hubiera sido porque Jasper había corrido para agarrarla por la cintura antes de que cayera.

-¡Alice!- exclamó Jasper preocupado.

-Lo encontré- dijo débilmente-, por fin lo encontré.

Era muy temprano, tanto que tal vez nadie estaría despierto a esa hora, y Alice lo hizo salir e ir al techo de un edificio, había dicho que era de suma importancia que la acompañara. Una vez ahí, Alice lo colocó viendo en la dirección adecuada y se paró detrás de él para taparle los ojos con sus manos, observó cómo poco a poco el sol iba ascendiendo y, cuando fue el momento adecuado, le destapó los ojos.

Jasper observó dos carteles de publicidad que estaban en los edificios de enfrente y justo cuando el sol se puso en medio de ellos deslumbraba tanto que, juntando los dos anuncios, sólo se podía leer:

"Te amo, Jasper"

-Ese día la salida del sol fue a las siete de la mañana-le dijo Alice mientras él seguía atónito-, y esto solo se ve justo a esta hora por un par de segundos.

Él cayó de rodillas y, sin percatarse, comenzó a llorar como nunca antes lo había hecho en su vida.

-Sabía que era un idiota…. ¡ella lo sabía mejor que nadie en el mundo!-gritó mientras seguía llorando- ¿Cómo pudo darme un problema tan difícil para resolver? ¡Déjame volverlo a hacer! ¡Regresa!


Jane estaba tranquilamente leyendo el periódico en su oficina mientras en la tele pasaban algunas noticias, el sonido de la tele la mantenía despierta y de vez en cuando volteaba a ver las imágenes que aparecían en ella.

-Ayer el lindo clima de primavera trajo a muchas familias al zoológico, donde las flores…

Justo en ese momento, ella decidió voltear a ver la pantalla y, para su sorpresa, vio en ella a Edward y Bella, junto con un niño, sonriendo felizmente.

Aventó el periódico, apagó la tele y puso en marcha el plan.


Jacob, el abuelo y Bella, habían decidido ir a pescar y, mientras ellos seguía en el muelle tratando de atrapar los últimos peces del día, Bella estaba un poco más lejos cocinando una sopa con lo antes pescado.

-Jacob, hay un favor que me gustaría pedirte cuando me muera-le dijo el abuelo a Jacob de la nada, tomando una expresión seria-. ¿Podrías hacerte cargo de la fundación y de la clínica? El sueño de tus padres era curar el alma por medio del arte, y la enfermedad mediante la medicina.

-Abuelo, todavía no estoy…

-¡Vengan aquí!-los interrumpió Bella mientras les hacía señas a lo lejos- ¡La sopa de pescado está lista!

-Esa niña sí que tiene una voz fuerte-comentó el abuelo con una sonrisa-. ¡Vas a espantar a todos los peces con esa voz que tienes!-bromeó con ella.

Bella soltó una carcajada y ellos se apresuraron a llegar a su lado, donde la comida los esperaba.

-¿Cómo está?-les preguntó Bella cuando comieron la primera cucharada de sopa.

-No muy bueno-dijo el abuelo en broma-, conste que solo me lo voy a comer para no desperdiciar la comida. ¿Qué opinas tú, Jacob?

Antes de que el pudiera contestar, Bella se levantó.

-Asombrosamente-dijo el abuelo a un volumen que sólo Jacob podía escuchar-, sabe casi igual al de tu mamá.

-¡Miren para acá!- gritó Bella mientras sostenía una cámara.

Ellos voltearon hacia donde ella estaba y se tomaron una foto.


Alice llegó a la casa de Jasper y se sorprendió al encontrarlo si zapatos, con el pantalón arremangado y sobre una pila enorme de play doh; estaba amasándola con sus pies.

-Tengo buenas y malas noticias-le dijo sin saludarla-. ¿Cuál quieres escuchar primero? Espera-la interrumpió antes de que pudiera contestar-, ya sé tu estilo, ¿las malas noticias primero? Probablemente no vuelva a ser tan bueno como antes, esta mano-la levantó y la miró con tristeza-… si vuelve a ser escogida…

-Volverá-lo interrumpió con una sonrisa-, yo lo sé. Entonces, ¿cuál es la buena noticia?

-Voy a seguir adelante, ya no voy a evitarlo-dijo con una sonrisa de descanso-. Si te das por vencido una vez, puede que lo lamentes en el futuro. Alice, ¿te gustaría intentarlo?- preguntó mientras extendía su mano hacia ella, con la palma hacia arriba.

Alice sonrió y la tomó sin dudarlo.

Después de un rato se le unió y empezó a amasar junto a él. Asombrosamente, era muy relajante esa actividad.

-¿Cómo sabías que prefería escuchar las malas noticias primero?

-Porque a las chicas buenas les gustan los finales felices.

Ella frunció el ceño y siguió amasando, pero piso mal y se imaginó la caída inminente, cerró los ojos y esperó el impacto pero… nunca llegó, Jasper la había agarrado de la cintura y se había inclinado hacia ella, sus caras estaba a escasos centímetros y podía sentir la respiración de él en su rostro.

-Definitivamente soy una buena persona, pero no un buen chico-le recordó Jasper mirándola profundamente.

-Necesitas deshacerte de tu idea de que a las chicas buenas les gustan los chicos buenos-le dijo Alice con un hilo de voz pero con seguridad.

Él sonrió y observó sus labios, se inclinó un poco más y ambos cerraron sus ojos, listos para… pero el celular de Alice empezó a sonar en ese momento, sacándolos de la pequeña atmósfera que habían creado. Ella sonrió incómodamente y se apartó de su lado, alejándose, y contestó.

-Hola mamá. ¿Qué? ¿Estás bromeando? Eso no puede ser cierto. Estaré ahí enseguida.


Después de la pesca, habían decido darse una vuelta por la fundación. El abuelo guiaba a Bella por cada rincón mientras le narraba la historia de la misma.

-Hemos trabajado muy duro, es todo gracias a los esfuerzos de muchas personas-dijo orgulloso. Llegaron a una puerta que los dirigía a un jardín y se detuvo-. ¿Por qué no damos un paseo, Bella?

-Claro.

Antes de que pudieran dar un paso hacia afuera sonó el celular del abuelo.

-¿Bueno?-contestó- ¿Eso es verdad? ¿Quién tiene la valentía para…?-preguntaba claramente alterado y enojado- ¿Cómo es que esta situación surgió? ¡No! ¡Pase lo que pase, debemos de cuidar la fundación! ¡No!

Se agarró del pecho y calló al piso mientras soltaba el teléfono.

-¡Abuelo!-gritaron Bella y Jacob mientras acudían rápidamente a su lado.

Jacob no podía pensar nada, no…. no había nada en su mente, todo estaba en blanco, simplemente sentía mucho pánico, demasiado.

Bella buscó rápidamente entre las bolsas del abuelo su medicina pero no la encontraba.

-¡Jacob! ¡Llama a una ambulancia! ¡Rápido! ¡Jacob!

Vio que él no hacía nada y entonces empezó a esculcarlo a él en busca de un celular.


Una vez que la situación se había controlado, Bella le pidió a Jacob que salieron del cuarto del abuelo para hablar con él. No sabía por dónde empezar, así que fue directo al grano.

-Él no quería que lo supieras, dijo que si era cauteloso todo saldría bien. ¿Por qué no traemos las cosas del abuelo?

Jacob no le dijo nada, ni tampoco le dirigió una mirada, simplemente se dio la vuelta y empezó a caminar hacia la salida.


-¿Los preparativos marchan bien?- le preguntó Jane a Demetri mientras veía algunas fotos de Bella que sus espías le habían dado.

-Si me lo permite, ¿podría volver a considerar lo de la fundación Black?

-Tú sabes mejor que nadie que no estoy haciendo esto por tener algo en contra de una fundación mediocre.

-¿Qué intenta hacer?

-Esta vez voy a arrancar las raíces.

Demetri estaba a punto de hacer su próxima pregunta cuando entró Edward con tranquilidad.

-Te tengo una propuesta.

-Te escucho-le dijo Jane con indiferencia.

-Me disculpo por lo de la boda, pero no es como si la posibilidad de una fusión con el grupo BT fuera imposible, confía en mí y podré resolver este asunto. Aunque me espíes o me encierres, haré todo lo que me pidas… excepto… dejar a Bella.

-¿Si dejo a Bella en paz es suficiente?

-Sí.

-Te prometo no levantar ni un solo dedo en contra de Bella a cambio de que cumplas lo que dijiste-prometió con una sonrisa.

Pero esa sonrisa no era sincera, y eso bien lo sabía Edward, algo ocultaba ella.

Salió de la oficina de Jane y se dirigió al cuarto en el que Bella dormía cuando vivía ahí.

¿Qué está tramando esa bruja? No es posible que haya accedido tan fácilmente, algo más debe de estar planeando pero… ¿qué? ¿Qué es lo que planea?

-No es tiempo de estar deprimido-dijo Sulpicia mientras entraba, sacándolo de sus pensamientos-. ¿Aún no conoces a tu madre? Todavía no puedes relajarte, si a veces no eres capaz de cuidar a tu novia, ¿cómo planeas cuidar del Grupo Vulturi en el futuro? No te crié para que fueras una persona lamentable-lo señaló de pies a cabeza-. No creas que porque una persona nació creyendo ser valiente lo va a ser. Aunque estés furioso por haber perdido, y quieras dar un paso atrás y huir, verás que ese carácter débil que crees tener, se volverá en uno fuerte; así es como uno se vuelve valiente, ¿comprendes?

Sin esperar una respuesta, se dio la vuelta y empezó a caminar. Pero unos brazos que la rodaban por los hombros la detuvieron.

-¡Sulpicia! Gracias- dijo Edward dándole un beso en la mejilla.


Alice no había podido trabajar, no había dejado de llorar desde el día anterior.

-¿Pero no habías dicho que tu papá ha trabajado por veinte años en esa compañía?-le preguntó Bella gentilmente, abrazándola por uno de sus hombros- Y si no recuerdo mal, hace no mucho tiempo fue ascendido a administrador. ¿Por qué hicieron que tu papá renunciara?

Ella no pudo contestar, simplemente sus llantos aumentaron.

Bella suspiró.

Esto… no es normal… la fundación, lo del papá de Al… de alguna manera no puede ser coincidencia que esas cosas malas estén pasando al mismo tiempo.


Entonces, para desenredar su mente, había decidido ir al sótano de los F4 (buscando a Jasper y Emmett) para que la ayudaran a resolver los problemas que se habían presentado.

Abrió la puerta cuando escuchó voces desde el interior del sótano, y por alguna razón, en vez de entrar, prefirió quedarse oculta, escuchando.

-¿En serio?-preguntó Emmett- ¿La compañía que pertenece al Grupo Vulturi obligó al papá de Alice a renunciar?

-Parece que sí-contestó Jasper.

-Ya me estaba preguntando por qué Jane no había intentado nada después de la boda… parece que Jacob también ha sido afectado.

-¿Por qué lo dices?

-Parece que Jane le quitó al abuelo de Jacob todos los derechos sobre su compañía, y el desarrollo del nuevo centro de arte ha sido pospuesto.

-Entonces… todo esto es…

-… un plan para destruir a Bella- terminó Rosalie la oración de Emm.

Bella no necesitaba escuchar más, cerró la puerta y salió. Sabía perfectamente lo que tenía que hacer para solucionar las cosas.


Un rato después llegó al hospital a visitar al abuelo, quien estaba en compañía de Jacob quien leía un libro.

-¡Me alegra que hayas venido!-dijo el abuelo con una gran sonrisa.

-¿A caso me echaste de menos en tan poco tiempo?-bromeó.

-¡Claro que no! Sólo quiero que te lleves a mi nieto de aquí-dijo haciendo un ademan con la mano-, se ha quedado aquí como un clavo y no se mueve ni un centímetro, es bastante sofocante. ¿Por qué siguen aquí? ¡Váyanse!

Jacob se paró y salió lentamente, Bella lo siguió y el abuelo sonrió al verlos irse juntos.

Sin duda Bella va a ser una muy buena novia de mi nieto.

Jacob seguía un poco molesto con Bella, además de que las cosas con la fundación no iban bien y eso no mejoraba su humor. Bella también estaba preocupada, sabía que todo era su culpa: lo del abuelo, la fundación, Alice… todos estaban sufriendo por su culpa.

Salieron del hospital y se dirigieron a un parque cercano, donde caminaron tranquilamente sin hablar, cada uno en sus propios pensamientos. Después de un rato se dirigieron a la fundación, donde Jacob fue a la sala de música para tocar u poco el piano, Bella se sentó al lado de él y la melodía le dio nostalgia.

No es justo, nada de esto es justo….

Más tarde, en la noche, volvieron a dar un paseo por la ciudad, y mientras los pensamientos de Bella seguían por el mismo rumbo, los de Jacob habían cambiado.

-Nunca pensé que podría nacer en mí el deseo de proteger a alguien pero-dijo Jacob mientras seguían caminando, sin mirar a Bella-… desde que te conocí… empecé a sentir eso.

Bella no le prestó atención, ella seguía pensando en el futuro, en lo que pasaría…

Jacob estaba a punto de llamar su atención cuando un espectáculo de luces en una fuente los distrajo.

Estoy tranquila al saber que Jacob está con el abuelo. Pero… hay tantas cosas que me gustaría decirte, Jacob. Tú siempre fuiste como el sol para mí. Adiós, Jacob.


Al siguiente día, después de clases, Bella había ido con el amigo de Demetri que estaba cuidando. Le lavó las manos, la cara, le puso crema en su cuero y después se sentó a su lado para leerle un poco de un autor coreano que le gustaba.

-"Un diente de león vive como un diente de león, así como la hierba vive como hierba. Sin embargo hay hierbas diferentes, hay algunas que viven en los suelos duros, al borde de las calles, otras crecen en la tierra y son completamente diferentes, crecen viviendo como dientes de león. Ahí fue donde me di cuenta que debía vivir de acuerdo a mi naturaleza".

Cerró el libro y suspiró.

-Señor… no creo que pueda venir aquí otra vez. Deseaba ver cómo mejoraba, deseaba leerle muchos libros… discúlpeme, por favor-las lágrimas estaba a punto de salir y parpadeó varias veces para que eso no pasara-. Yo… puedo soportar hambre… también puedo soportar el frío… puedo soportar muchas cosas, pero hay una cosa que nunca voy a poder soportar: que las personas que amo estén pasándolo mal por mi causa-tal vez era porque se sentía tranquila con el señor, pero podía decir todas las cosas que no había dicho-. No es algo que pueda solucionar sólo por desearlo con todas mis fuerzas. ¿No piensa que es injusto? No voy a huir de ese problema. Usted sabe que, aun cuando no esté aquí, tiene que mejorarse, ¿verdad?

Se levantó, dejó el libro en la mesita de noche y le dio un beso en la frente. Agarró sus maletas y salió del cuarto. Desafortunadamente, Bella no se quedó a ver que uno de sus dedos se había movido.


Jane estaba en el edificio de su compañía, en su oficina, revisando algunos de los nuevos contratos para el Grupo Vulturi.

-Isabella ha venido-informó Demetri al entrar.

-Vino más rápido de lo que esperaba-dijo con una sonrisa-, déjala entrar.


Bella llegó a la casa de Edward y entró sin ninguna complicación, el personal corrió inmediatamente a rodearla con cálidos saludos.

-¡Bella! ¿Cómo has estado?

-Bien, gracias.

-¿Está bien que estés aquí?

-Está bien, no me van a matar ni nada.

Sulpicia se acercó a la multitud que rodeaba a Bella y la recibió con una sonrisa radiante.

-¡Hola!-saludó Bella con mucho cariño.

-Bienvenida, señorita Bella.

-¿Por qué me tratas así?-preguntó sonrojándose- Sólo soy Bella.

-Ya no trabajas aquí, así que cada vez que vengas a esta casa serás tratada como una invitada. ¿Qué te trae por aquí?

-Edward-se detuvo y corrigió su error-… quiero decir, el señor Edward… -después recordó que ya no trabajaba ahí y no debía de tratar a su novio con tanta formalidad-Vine a ver a Edward.

-El joven señor está en su habitación.

-Gracias.

Se despidió de todas y empezó a subir las escaleras gritando felizmente su nombre. Edward estaba leyendo un libro cuando escuchó su nombre en voz de Bella, se rio y se dio un golpe en la cabeza.

Ahora hasta escucho la voz de Bella.

La voz se escuchaba cada vez más cerca, hasta que se abrió la puerta.

-¿Qué está pasando?-preguntó mientras volteaba a ver quién había entrado.

-¡Edward!-gritó Bella cuando sus miradas se encontraron.

Él se levantó inmediatamente y cuando la tuvo enfrente le tapó la boca, la metió a su cuarto y cerró la puerta.

-¿Cómo llegaste? ¿Por qué estás aquí? ¿Te hizo algo Jane?

-¡Edward!-gritó cuando él le destapó la boca.

Inmediatamente volvió a tapársela.

-¿Estás loca? ¿Qué te pasa?

-Edward-dijo más tranquila-, vayamos a un picnic.

-¿Qué?

Ella sonrió mientras levantaba una canasta.


Edward estaba realmente feliz, después de saber que nada malo había pasado, inmediatamente agarró su carro y juntos se fueron hasta el río más cercano a la ciudad para pasar la tarde juntos, llevaban todo lo que necesitaban: comida, mantel, bicicletas y, lo más importante, su presencia. Hicieron de todo en ese día, comieron mientras hacían bromas, anduvieron en bicicleta, y cuando empezaba a caer el crepúsculo, caminaron por la orilla del río.

-¿Es un día especial?-preguntó Edward- Realmente no me importa si lo es o no, pero… ¿así es como se siente festejar un cumpleaños o ganar la lotería?

-¿Tanto lo disfrutaste?

-Desearía que cada día fuera igual. ¡Imagínate! ¡Tú me pediste una cita! Y no nos hemos peleado ni siquiera una vez

-Tienes razón.

-Ya que estamos hablando de eso, ¿te puedo preguntar algo?-pidió mientras se detenían.

-¿Qué es?-preguntó Bella poniéndose enfrente de él.

-¿Por qué no me has dicho "te amo"? Yo te lo he dicho… un par de veces.

-¿Realmente tengo que decirlo con palabras?

-Me gustaría escucharlo, también me gustaría saber qué clase de persona soy para ti.

-Te amo-dijo con sinceridad-. No importa todo lo que intente para no amarte, no puedo dejar de hacerlo.

Puso sus pies en puntitas, agarro los extremos de su chamarra y lo jaló hacia ella para besarlo apasionadamente.


Más tarde tuvieron que ir de regreso a la ciudad, no podían quedarse para siempre en el río aunque ellos quisieran. Todo el camino habían ido agarrados de la mono, ninguno quería dejar ir la mano del otro. Bella miró por la ventana y vio que estaba empezando a llover. Quitó la mano de Edward de la suya.

Flashback.

-¿No viniste porque tenías algo que decirme?-le preguntó Jane cuando vio que Bella no decía nada.

-Déjelos en paz.

-¿A quiénes?

-A la familia de mi amiga Alice y a la fundación Black, déjelos en paz.

-¿Cuál es tu oferta? ¿Qué me vas a dar a cambio? Si no me das nada a cambio, no tengo ninguna intención de dejarlos en paz.

-Yo me voy. Dejaré a Edward, me cambiaré de escuela y me mudaré, me iré a un lugar donde Edward no pueda encontrarme. ¿Es suficiente para usted?

-¿Cómo sé que lo cumpli…?

-¡Lo cumpliré!-gritó enojada.

-Bien, creo que llegamos a un acuerdo-dijo con la sonrisa más enorme que Bella le haya visto hasta ahora.

-No estoy perdiendo ante usted, ni tampoco estoy huyendo-le informó con fuego en sus ojos-. Usted es…la persona más malvada que he conocido. Me voy porque no deseo que las personas que amo se involucren con usted, pero… no puedo salvar-un lágrima cayó de sus ojos-… a la persona que más amo, y eso me preocupa.

Jane empezó a reírse sin control.

-No me digas más tonterías y vete de una ve...

Bella agarró el café caliente que estaba en el escritorio de Jane y se lo lanzó a la cara.

-Tú-la miró con odio-… ¿crees que puedes irte haciendo algo así?

-¿Entonces por qué no hace algo?-la retó- ¡Aguantaré cualquier cosa que tenga para arrojarme! Pero si vuelve a involucrar a mis amigos en esto, ¡no la perdonaré en la vida!

Fin flashback.

-Edward… detén el carro aquí-le dijo mirando la lluvia.

-¿Por qué?-preguntó sorprendido, estaban a la mitad de la autopista.

-Sólo detén el carro.

Edward frunció el ceño, confundido, pero aun así se orilló y apagó el carro. Bella se bajó del carro (aunque estaba lloviendo y no traía paraguas) y sacó sus maletas que estaban en los asientos traseros. Edward también se bajó, confundido.

-¿Qué haces con esas maletas? ¿Alguna clase de evento sorpresa?-trató de bromear.

-Ya no voy a verte más-le dijo mirándolo fijamente-, hoy fue nuestro último día juntos.

-¿Estás molesta porque todavía no nos hemos peleado?-le preguntó bromeando- ¿Qué clase de broma es esta?

-No estoy bromeando-contestó con seriedad.

Parecía que Edward había entrado en alguna clase de shock, porque le costó trabajo procesar la información.

-¿Por qué te vas?-le preguntó tomándola de los hombros, temiendo que se la soltaba, ella se iría para siempre- ¿Te hizo Jane algo otra vez?

-He tomado la decisión de sacarte de mi vida-le contestó con frialdad, alejándose de su agarre-. Gracias por todo, cuídate.

Agarró sus maletas y le dio la espalda.

-¿Qué te pasa?-le preguntó enojado, agarrándola de una mano para hacerla voltear-Dijiste que me amabas, ¿por qué estás actuando así? Esto es por Jane, ¿verdad?

-Es por mí. Esta vez-las lágrimas empezaron a caer pero, gracias a la lluvia, Edward no se percató de eso-, soy yo la que se ha dado cuenta… de que tú y yo somos de diferentes mundos. Nos conocimos como en un sueño pero…ahora… es tiempo de que regresemos a nuestros mundos.

Cuando dijo esas palabras, Bella sintió como si algo dentro de ella se desmoronara. Todo eso era mentira, ella todavía no creía en lo de estar en mundos diferentes; alguna vez creyó haberlo creído pero… desde que empezó a amar a Edward dejó de creer en eso.

-Es una mentira, me estás mintiendo-dijo seguro, aguantando las ganas de llorar-. Dime lo que ha pasado, yo solucionaré todo. Te protegeré-le prometió.

Bella se quedó en silencio y miró que un autobús estaba haciendo parada a unos pasos de donde estaban ellos. Agarró sus maletas y empezó a caminar hacia el autobús.

Edward… él… simplemente no podía procesar lo que estaba sucediendo, no… no podía comprenderlo. Mientras estaba debatiéndose con sus pensamientos, Bella ya había llegado a la puerta del autobús.

-¡No te vayas!-gritó él mientras corría para alcanzarla.

Bella se quedó quieta al escuchar su voz.

No… no lo hagas más doloroso, por favor. No quiero… no quiero dañarte más de lo que ya lo he hecho.

-Me dijiste que me amabas-le dijo cuando la alcanzó-, ¿esto es todo tu amor?

Bella inhaló profundamente y puso una expresión de frialdad y burla en su rostro antes de voltearse.

-Quizás eso era todo lo que te quería-le dijo mirándolo directamente a los ojos-. No importa cuánto te quiera, no puedo soportar más tiempo a tu lado, este es mi límite.

-¿Alguna vez has pensado en mí como un hombre normal?-le preguntó con un poco de esperanza de hacerla cambiar de opinión- No como alguien que es parte del Grupo Vulturi, no como alguien relacionado con Jane, sino como una persona normal.

Claro que lo he hecho muchas veces. Gracias a tu estupidez, tu naturaleza obsesiva, tu arrogante y violenta personalidad, tu prepotencia, tu sencillez.

-No-le contestó con una sonrisa burlona-. No importa cuánto te esfuerces, siempre serás el heredero del Grupo Vulturi, Edward Cullen; y nunca he olvidado eso, ni por un solo momento.

De todo lo que había escuchado, nunca creyó escuchar esas palabras de la boca de Bella.

¿Entonces… nunca dejé de ser Edward Cullen, heredero de Grupo Vulturi, para ti? ¿Nunca me viste como una persona normal? Yo creí… creí que eras la única que me miraba como realmente era y no como los demás me veían.

Bella se subió al autobús, pagó su pasaje y se sentó en la parte trasera del mismo. Y cuando emprendió su marcha, finalmente se dejó llorar todo lo que quería.

Edward observó que el autobús se alejaba de él y algo en él lo hizo reaccionar.

Bella… Bella se va… ella… se aleja…

Empezó a correr detrás del autobús.

-¡Pare el autobús! ¡Bella! ¡Bella! ¡Bella! ¡Pare el autobús!

Bella escuchaba sus gritos desesperados y cerró los ojos mientras lloraba aún más. Pero el autobús nunca se detuvo, rápidamente dejó a Edward atrás y él se dejó caer de rodillas en la calle, mientras la lluvia lo empapaba y borraba sus lágrimas.

-¡Bella!

Bella escuchó ese último grito y siguió llorando.

Desde el momento en que me empezaste a gustar, siempre desee que tú no fueras el heredero del Grupo Vulturi, sino simplemente un chico normal. Lo siento Edward, no puedo cumplir la promesa que te hice. Lo siento mucho.


Esa misma noche habían dado de alta al abuelo y junto con Jacob fueron a su casa esperando encontrar a Bella.

-¡Ya llegamos Bella!-gritó el abuelo alegre al entrar.

Sin embargo no hubo ninguna respuesta.

-¡Bella! ¡Bella! ¿Dónde estás?

Jacob empezó a buscarla por la casa y justo cuando entró a su recamara, encontró un sobre amarillo sobre la cama. Lo agarró y lo abrió, había una carta que decía:

Perdónenme por haberme ido de esta manera.

Gracias por todo, nunca olvidaré a personas como ustedes.

Por favor, cuídense.

Jacob tiró la carta inmediatamente y salió corriendo de su casa.

¿Qué hiciste Bella?


Al siguiente día, por la mañana, Bella había llegado a la zona pesquera donde su familia se encontraba, se dirigió inmediatamente al lugar donde vivían, y los encontró a los tres a la orilla de la playa colgando unas cosas en lazos.

-¿Qué están haciendo?-preguntó cuando llegó.

Todos la recibieron calurosamente y con grandes sonrisas.

-Tu padre no puede salir al mar-contestó su mamá después de la bienvenida-, se marea fácilmente.

-¿Secan algas marinas?- preguntó al ver los lazos.

-Por eso hemos estado comiendo algas marinas desde que llegamos-contestó su hermano.

-No me digan que todos los días…

-Decir todos los días sería una exageración-contestó Charlie con una sonrisa apenada.

-Pero, ¿qué te trae por aquí?-preguntó su mamá.

-En el fondo quería vivir contigo, con mi papá y con Seth-contestó con una sonrisa, pero Reneé pudo ver que había mucha tristeza en sus ojos.

-Me alegra de que vengas a vivir con nosotros de nuevo, Bella-le dijo su papá, abrazándola.

-Yo también-dijo Seth.

-Y yo-contestó Bella.

El resto del día le había ayudado a su familia a secar algas y decidió que mañana saldría a buscar un trabajo. Todas las actividades le habían ayudado a tener su mente ocupada, pero no fue hasta la noche que los recuerdos regresaron a cazarla. Así que salió a caminar por la playa para distraerse pero… resultó que eso hizo que recordara todo más vívidamente. Llegó un momento en que cayó de rodillas en la playa mientras lloraba fuertemente.

-Lo siento-susurraba-… lo siento… lo siento…

No supo cuántas veces lo susurro, pero eso no mitigó su dolor.


Ya habían pasado un par de días desde la partida de Bella, y Emmett, Rose y Jasper estaban preocupados por la situación.

-¿Han tenido noticias de Bella?-les pregunto Jasper mientras tomaba un sorbo de su café.

-Hemos buscado en casi todos los lugares pero-contestó Rosalie frustrada-… es más difícil de lo que pensamos dar con ella.

-Me pregunto en qué lugar estará…-susurró Emm.

-Y Edward… creo que nunca ha estado peor en su vida-comentó Jazz.

-Lo raro es que Jacob está igual.

-Pero… lo he visto bien últimamente-interrumpió Rose.

-¿Crees que es normal que vaya a trabajar todos los días a su fundación?-le preguntó Emm- Para un chico que siempre estaba durmiendo o jugando con sus instrumentos, actuar así es muy raro. Bella es impresionante, finalmente llegó al corazón de los F4 y después desaparece.