Arco I

Capitulo 1

Sintió su cara chocar contra el pavimento dejándolo momentáneamente aturdido, las patadas en su estómago no tardaron en llegar, intentaba de todas manera arrastrarse a algún lugar lejos de sus agresores pero la sangre que salía de su magullada cabeza no le ayudaba a ver a donde se dirigía.

En un movimiento desesperado puso sus manos en frente de su rostro para evitar los golpes que dejaran moretones, no quería que su madre se entrara de esto, después de todo ya estaba acostumbrado al maltrato de sus compañeros hacia su persona, escuchaba las risas y los insultos de todos a su alrededor, cuando una patada le dio en la boca del estómago más fuerte de lo normal no puedo evitar doblarse del dolor y comenzar a llorar.

Pronto las risas de todos se callaron y unos golpes fue lo único que escucho, se limpió rápidamente las lágrimas que no le permitían ver nítidamente y observo como el prefecto de Namimori acaba con el último de los malhechores.

Lo observo acercarse y antes de que pudiera reaccionar sintió una tonfa en su estomago

-No generes problemas herbívoro – dijo mientras se alejaba del lugar a seguir con sus rondas

Callo de rodillas al piso abrazando su adolorido estómago, pero se recompuso rápidamente y salió corriendo hacia la enfermería de su escuela; cogió el botiquín y comenzó a limpiarse las heridas con un poco de alcohol.

No pudo evitar soltar una lágrimas al sentir el alcohol chocar contra sus heridas; cuando termino de limpiarse se miró en un espejo y observo con cierta alegría que su rostro no tenía ningún rasguño, al contrario de su pequeño cuerpo que estaba lleno de moretones.

Cogió su maleta y se dirigió a su casa

-Quizá deba agradecerle a Hibari-san …hiee! No, definitivamente no, me mordería hasta la muerte –pensó aterrorizado Tsuna normalmente sus palizas no eran nada en comparación a cuando molestaba por casualidad a Hibari y este lo mordía hasta la muerte.

Apresuro el paso hasta su casa, quería sentirse en la seguridad de su hogar pronto, cuando llego a casa saludo desde la puerta a su madre y subió corriendo a su habitación, no tenía golpes en la cara pero su ropa aún conservaba restos de tierra y un poco de sangre.

Al llegar a su habitación dejo todas sus cosas y fue directo al baño a darse una reconfortante ducha.

Se metió en la bañera y se relajó al sentir la reconfortante agua caliente, esperaba que mañana sea un nuevo día.

Se levantó apresurado al escuchar por doceava vez el grito de su madre, miro la hora solo para comprobar que estaba tarde.

Para él, siendo Dame-Tsuna, le era cotidiano esa rutina: Levantarse apresurado, no desayunar, llegar al colegio, no entender nada, y con suerte salir lo suficientemente rápido de ahi para no ser golpeado por sus compañeros de curso.

Toda una rutina que le parecía de lo más tediosa, aunque había veces que cambia un poco.

Salió corriendo de casa como ya era costumbre y, como siempre, llego a las justas, ocupo su lugar y se dedicó a escuchar la clase, aunque no entendía nada de lo que el profesor explicaba en la pizarra.

Enfoco su vista en un punto y se perdió en sus pensamientos, pensando en cosas insignificante y agudizando sus sentidos.

La conversación de dos de sus compañeros detrás suyo lo saco su mundo.

-Alguien debería hacer algo – escuchó que decir el que se sentaba detrás de el

-Creo que lo mejor sería tenderle una emboscada, ya sabes, no podrá contra todos

Se inclinó levemente para atrás para escuchar un poco mejor y ahí fue cuando se dio cuenta que todos en su salón estaban susurrándose, sobre lo mismo supuso

-De que hablan – pregunto Tsuna, de repente interesado

-Incluso Dame-Tsuna podría ayudar- dijo uno – ya sabes para distraerlo mientras lo atacamos por atrás.

-De quien hablan- volvió a preguntar un poco más fuerte

-De Hibari Kyoya, de quien más podría ser?- dijo uno levemente hastiado

-Ayer golpeo a algunos alumnos de nuestro grado, y decidimos que ya era hora de ponerle un alto a Hibari

Tsuna se encogió de hombros, abrió la boca para decir algo más , pero el profesor ya le había pillado distraído, voltio inmediatamente mientras el profesor comenzaba a regañarle y avergonzarlo frente a todos diciendo sus notas en voz alta.

Al final se quedó castigado ayudando al profesor.

-Lleva estos papeles a la dirección y después podrás retirarte- le había dicho el profesor a Tsuna

Caminaba por los, ahora, desiertos pasillos; cuando estaba ya cerca de su destino paso frente a la puerto del tan renombrado Comité Disciplinario.

Se fijó en que la puerta estaba semi abierta y para su mala suerte, la curiosidad le comenzó a picar; normalmente pensaba en su integridad física antes que nada , pero ahora creía estar seguro al no ver a nadie por ahí.

Se asomó por la puerta y observo, un poco desilusionado, lo simple que en realidad era, una mesa con muchos papeles encima, un par de sillones y estantes llenos de fólderes que parecían albergar más papeles.

Pero algo en todo eso obtuvo su absoluta atención, observo que en el piso había sangre.

Sintió sus piernas temblar, el ver sangre no era algo que le agradaba mucho, siguió con la vista el rastro y vio que se terminaba al pie del sofá de espaldas a él.

Y justo ahí se dio cuenta de un par de ojos, nada amables, que lo observaban.

Sintió que se iba a desmayar al ver a una persona ahí sentada, y supo que iba a morir al ver que esa persona no era nada más y nada menos que el famoso prefecto de Namimori.

Salió disparado hacia afuera, ya era más que conocido que a Hibari no le agradaba mucho que personas (herbívoros, como el los llamaba) invadieran su espacio personal.

Tan solo dejo de correr cuando llego a la puerta de la escuela, ahí paró un rato ya que su condición física no era la mejor de todas.

Mientras maldecía su suerte (y su idiotez) a su mente vinieron las imágenes que había podido ver antes de huir.

Estaba seguro de haber visto sangre en la frente y manos de Hibari.

No quiso saber quién seria el pobre quien fue mordido hasta la muerte.

"Alguien debería hacer algo"

"Creo que lo mejor sería tenderle una emboscada, ya sabes no podrá contra todos"

Sintió un escalofrió recorrer su espalda al recordar las palabras dichas por sus compañeros de clase, no necesitaba ser un genio para saber, o al menos suponer, lo que había pasado.

Apretó con fuerza contra su pecho el botiquín que traía consigo e intento ganarse las fuerzas suficientes para ingresar a la oficina donde se encontraba el herido, ya llevaba parado ahí afuera unos 15 minutos.

Inhalo sonoramente y cogió el pomo de la puerta, cuando vio que sus piernas dejaron de temblarle, o al menos ya no era muy notorio, giro el pomo e ingreso.

Cuando tenía solo metida su cabeza sus ojos divisaron algo siendo lanzado hacia su dirección.

Se quedó inmóvil y con los ojos bien abiertos de la sorpresa al ver que el objeto solo lo había rozado, volvió a respirar y voltio su cabeza

Observo la tonfa en el piso y sintió deseos de salir corriendo, pero eso ya no era posible, ya había sido marcado como presa, y eso, hasta lo sabía él.

-Tsk- había escuchado decir a Hibari mientras lo miraba con un profundó odio

Se acercó con cautela, siempre observando la puerta para asegurarse de poder escapar si es que Kyoya se enfadaba.

Cuando estuvo lo bastante cerca pudo observar con más detalle las manos de Hibari, estas estaban realmente magulladas, parecía que había ejercido tanta fuerza que hasta se había hecho daño a sí mismo, al punto de sangrar y hacerse heridas.

-Al parecer ya no tengo a mi disposición mis tonfas-Lo había escuchado susurrar-Entonces, no creo que se me haga algún problema en hacerlo con mis puños, después de todo tan solo es solo uno…

Sintió que la sangre abandonada su rostro y comenzó a temblar como una gelatina al ver la sonrisa maquiavélica que ahora adornaba el rostro de Hibari.

-Hieee…! –Grito Tsuna antes de que empezar a ser perseguido por Hibari.

Sawada en esos momentos se había olvidado por completo el no tener rendimiento físico, porque de alguna extraña manera estaba dando vueltas alrededor de la mesa del comité disciplinario y Hibari no lo podía alcanzar.

Estuvieron así un rato antes que Hibari se hartara y comenzara a amenazarlo, pero Tsuna ya casi no lo podía escuchar, por todos los "Hiee's" que soltaba.

Cuando ya no puedo gritar más, pudo escuchar un poco más a Hibari.

-Si no te detienes en este instante, te voy a dar la paliza de tu vida cuando te atrape

A Tsuna, esa declaració , no solo le hizo aumentar la velocidad, también le hizo darse cuenta que Hibari debía de estar realmente lastimado(y cansado) par no haberlo atrapado en tod ese tiempo.

Sin dejar de correr en ningún momento alzo por encima de su cabeza el botiquín mientras le intentaba explicar a Hibari que no lo golpear

-N-No H-Hibari-san, yo vine aquí para curarlo!1- había gritado Tsuna mientras señalaba con una de sus manos el botiquín.

-Ah?

Al ya no sentirse perseguido para de correr y volteo

-Fuiste enviado por la enfermera?-Le pregunto

-Eh?, A si, si! La enfermera me envio -le respondió Tsuna al ver que esa era una buena excusa para no ser golpeado

-Eres su ayudante o algo así-le pregunto Hibari- no creo que haiga un alumno como ayudante

Tsuna se mordió los labios y comenzó a temblar levemente

-Ah, es que yo ….quiero ser enfermero de grande, aja j aja ja

Hibari lo observo como si estuviera en frente de un loco, pero dejo las preguntas y se acomodó en el sillón.

-Entonces que esperas-le había dicho-has tu trabajo rápido, no tengo toda la tarde.

Tsuna se le quedo mirado un rato, y se le acerco poco a poco escondiéndose ligeramente detrás del botiquín, por el momento lo que lo mantenía con vida.

Cuando vio que todo estaba fuera de peligro (por el momento) abrió el botiquín y saco todo lo necesario para hacer venda duras.

Con un poco de temor cogió una de las manos de Hibari y comenzó a tratarla.

Mientras tanto Hibari observaba todos sus movimientos, alzo una ceja cuando noto que la manos de Tsuna eran más pequeñas que las suyas, desvió la vista y se concentró en un punto nulo, dejando su mente en blanco.

-Porque me curas?

-Eh?, ah porque quiero ser enfermero- repitió menos nervioso ahora Tsuna

-No, aparte de eso; tú también eres un alumno y si mal no recuerdo también te he mordido hasta la muerte

-A eso- Dijo Tsuna intentado restarle importancia- yo creo que si usted me ha golpeado es porque debí hacer algo malo

-Uh?

-Digo, yo sé que usted quiere proteger la escuela, pero tan solo usa medios diferentes, no creo que este mal – había levantado la cabeza lo había mirado a los ojos mientras sonreía tontamente

Hibari se le quedo viendo un rato, pero luego reacciono y lo empujó hacia atrás

-No te pases de listo herbívoro

Cuando sintió como era empujado Tsuna volvió a la realidad, recordó lo que había dicho y sintió vergüenza, y también recordó donde y con quien estaba ,y sintió miedo, su cobardía le dio de lleno y sin más salió corriendo de ahí rumbo a recoger sus cosas e irse directo a su casa.

Hibari había visto como la expresión de Tsuna paso por cambios rápidamente antes de salir volando directo a algún rumbo desconocido para él.

Se quedó un rato observando la puerta, y entonces se bajó la visto y observo en los vendajes que le había hecho.

Las vendas tenían varios agujeros y estaban por completo desordenadas, no le tapaban casi nada las magulladuras y no podía cerrar los puños; se las tuvo que desatar y volvérselas hacer el mismo para que quedaran un poco más decentes, y mientras hacia eso, no podía evitar pensar

"Tan fuerte lo habré empujado?"