Odioso, eso es lo que pienso de mi viejo despertador, una mera y simple palabra que describe a la perfección mis sentimientos hacia ese objeto. Es horrible que te despierten día sí y día también con un odioso pitido agudo, ¿ven? Otra vez esa palabra, y es que no hay ninguna otra mejor para describir la relación existente entre nosotros dos, pues no sólo me despierta los días en los que lo he programado, sino que también se toma la molestia de despertarme en incontables fines de semana, en días festivos y como no, también me fastidia el sueño en mis preciadas vacaciones en las cuales llegué a la conclusión de que lo mejor era quitarle las pilas a ese condenado cacharro. Exacto señores ¡pilas! ¡Ese cacharro va a pilas! En pleno siglos XXI y yo usando algo que va a pilas, parece algo surrealista lo sé, pero mi madre insiste en que lo use porque perteneció a su hermano y por lo que se ve le trae recuerdos y esas cosas, pero yo me pregunto ¿por qué lo tengo que usar yo? ¡Si quien lo quiere es ella no yo!
-Maldito trasto –es lo único que soy capaz de expresar mientras apago el despertador. Muy a mi pesar me levanto de la cama y me dispongo a ir al baño a ducharme, es raro volver a hacer estas cosas a las 7 de la mañana, pero hoy es el primer día de clases en el Mckinley y no me conviene hacerme el remolón si quiero que las "amables" secretarias del instituto me den mi horario y la ubicación de mi nueva taquilla con su correspondiente contraseña. Aunque la verdad siendo el capitán del equipo de baloncesto sé más o menos dónde estará ubicada mi nueva taquilla, pues el año pasado ganamos todas las competiciones y claro eso tiene sus recompensas, entre ellas está escoger la ubicación de tu próxima taquilla. Parecerá una tontería lo de la ubicación de la taquilla pero no lo es, por ejemplo, si tu taquilla está cerca del aula de mates ten por seguro que cada vez que el profesor de dicha materia te vea te va a soltar alguna de lo importante que es su asignatura, porque claro está que para cada profesor, su asignatura es la más importante, aunque todos sabemos que eso no es así por algo hay asignaturas que nos estudiamos el día de antes y aun así aprobamos. De todas formas este caso será un coñazo pero no es el peor, porque si tu taquilla está ubicada cerca de las piscinas ten por seguro que como tengas que pasarte por allí para coger algo de tu taquilla llegarás tarde a tu próxima clase sí o sí. En fin, lo dicho no es una tontería escoger donde estará tu taquilla.
Cuando salgo de la ducha me envuelvo una toalla por la cintura y me dirijo a mi habitación a vestirme, para ello saco de mi armario mi camiseta negra de Rammsetein (mi grupo favorito, aprendería alemán sólo por ellos), unos vaqueros negros, mi chaqueta del equipo de basket y unas vans rojas para que peguen con la chaqueta del equipo, en efecto, me gusta combinar la ropa, asique chicas lo siento mucho pero a mí no me pueden aplicar lo de que los chico no tenemos gusto para la moda. Habiendo terminado de vestirme me miro en el espejo de cuerpo entero que tengo en la habitación y empiezo a peinarme el pelo. No es muy difícil, ya que tengo el pelo más largo en la parte de arriba de la cabeza y en el resto de esta lo tengo muy cortito, por lo que solo me tengo que peinar lo de arriba. Cuando termino de peinarme caigo en la cuenta de que no me he echado desodorante asique vuelvo al baño y me echo Axe, sé perfectamente que a las chicas les encanta como huele. Una vez acabado mi acicalamiento me dirijo a la cocina a desayunar.
-Aloha papá, que tengas un buen día – digo a mi padre mientras sonrío y bajo por las escaleras.
-Buenos días hijo, lo mismo digo – me da una palmada en la espalda a modo de saludo y de despedida cuando termino de bajar y, a continuación, se gira y se va de casa para ir a trabajar. Mi padre es junto con mi madre uno de los empresarios más importantes de Ohio, los separo porque ambos trabajan en campos diferentes, mi padre trabaja en el campo de la construcción, mientras que mi madre se dedica al campo de farmacéuticas y demás. Por lo que no es de extrañar que tengamos una de las casas más grandes de todo Lima. Mi casa cuenta en la planta baja con un hall, una cocina (americana por supuesto), un comedor, una sala de estar y un aseo; por otro lado en la primera planta hay cuatro habitaciones (tres de ellas tienen cuarto de baño propio y, la mía evidentemente es una de ellas), el despacho de mi padre y un cuarto de baño; en la segunda planta está el despacho de mi madre y una sala enorme dedicada a recuerdos familiares, obras de arte, alguna reliquia y cosas varias de ese tipo, la verdad es que siempre he visto esa sala como una especie de museo. Casi me olvido del sótano, y eso que es junto con mi cuarto y el jardín una de las partes favoritas de mi casa, y es que el sótano viene siendo mi sala de juegos y digo mi, porque se la pedí como regalo de cumpleaños a mis padres hace ya como dos años, o sea, cuando tenía yo los quince. Sí, lo confieso soy un niño mimado, pero ¿qué esperáis? Soy hijo único y mis padres están forrados y si a eso le sumamos que hay veces se sienten culpables por no haber pasado demasiado tiempo conmigo debido a su trabajo, pues obtenemos esto, regalos impresionantes por cada cumpleaños.
Voy a la cocina y veo que mi madre me está preparando el desayuno, hace ya bastante que esto no lo hacía.
-Buenos días mamá, huele genial – doy un beso a mi madre en la mejilla y me siento en unos de los taburetes que están junto a la encimera mientras espero a que termine de cocinar.
-Buenos días Quinton – me dice mientras me sirve un huevo frito con bacon y salchichas, nada más ver esto se me hace la boca agua y es que adoro el bacon, es algo que es superior a mí, si me pones bacon delante es imposible que no me lo coma, recuerdo que una vez mi padre quiso ponerme a prueba y para ello me puso un plato de bacon delante alegando que me lo podía comer con la condición de que estuviera una semana sin salir. Cualquiera en esa situación hubiera pasado del bacon, pero yo no, me es imposible dejarlo ahí solito en el plato, me lo tengo que comer ya que como he dicho antes es puro amor lo que siento hacia él.
-Mamá ¿hoy no trabajas? – le digo mientras me lleno la boca con comida, le pregunto esto porque ella de normal se va antes que mi padre y cuando despierto no suele estar.
-Si hijo, pero hoy voy más tarde porque quiero arreglar antes unos asuntillos en casa. Y date un poco más de prisa que son ya las ocho menos veinticinco y a este ritmo vas a llegar tarde.
-Va ok, mamá – y dicho esto termino de comer me bebo de un trago el zumo de naranja que tenía en la mesa y me subo al cuarto de mi baño a lavarme los dientes, ya que una buena higiene dental ayuda bastante en cuanto a chicas respecta.
Cuando termino de cepillarme cojo la mochila, me despido de mi madre y entro en mi precioso Hummer rojo, la verdad es que tuve dudas a la hora de pedir a mis padres el coche, ya que no sabía si pillar un deportivo o un todoterreno, finalmente me decanté por el todoterreno porque cabe más gente y eso es super útil a la hora de realizar escapadas con los amigos, además si tienes un coche amplio hay más comodidad para… pasar un buen rato con alguna chica.
Lo primero que hago al entrar al coche es ponerme mis ray ban, arrancar y poner el nuevo disco de los Arctic Monkeys. Lo segundo es llamar a mi mejor amigo Toby.
-¡Hey que pasa bro! ¿Por dónde andas? – de fondo oigo la risa de algunas chicas asique supongo que ya habrá llegado y se habrá ido con alguna animadora y es que… esos uniformes vuelven loquito a cualquiera, menos mal que soy jugador y tengo acceso a ellas, en serio llego a ser un pringao y me hubiera pegado un tiro a la que me entero de que no me puedo ni siquiera acercar a ellas.
-¡Hola capullo! Pues estoy de camino, te quiero en diez minutos en secretaria para coger horarios y demás ¿va? Asique vete despidiendo de tu amiguita.
-A la orden mi capitán.
-Imbécil – cuelgo y mientras guardo el móvil acelero pues de repente estoy ansioso por llegar e imponerme ante el idiota de Hudson, el muy pringao no ha conseguido que su equipo gane las competiciones y encima esta en el glee club no se puede ser más looser. Este año no va a ver competencia de popularidad entre los de football y los de baloncesto, está clarísimo que somos nosotros este año los que mandamos, lo que me convierte a mí en el tío más popular del Mckinley.
Cuando llego aparco cerca de las canchas exteriores de baloncesto, ya que por decirlo de alguna manera los del equipo hemos convertido esa zona de parking en nuestras.
Entro al instituto y veo a Toby esperándome donde le había dicho, me acerco a él y hacemos nuestro saludo, pero mientras lo hacemos veo salir de secretaría a una morena bajita y siento como esa chica se lleva junto con ella todo mi aliento.
-Tío ¿quién coño es esa? – le pregunto a mi colega, porque la verdad es que la morenita me acaba de dejar babeando. No puedo evitar observar cómo se aleja y tampoco puedo evitar quedarme hipnotizado apreciando su precioso trasero.
NA: Es mi primer fic, haber que les parece ¿lo continúo? ¿les gusta? Dejad reviews y hacédmelo saber :)
Por si hay alguno que se lo pregunto el Toby que aparece en esta historia es el mismo que aparece en Pretty Little Liars (bueno el mismo mismo no, sólo nombre y aspecto ;) )
Para los que quieran saber el aspecto de Quinton vayan a esta página .es/imgres?rlz=1C1CHVZ_esES516ES516&espv=210&es_sm=122&biw=1366&bih=680&tbm=isch&tbnid=2zAvnAEOfQCJoM:&imgrefurl= morelikethis/artists/334512039/fanart/digital/drawings/movies%3Foffset%3D440%26view_mode%3D2&docid=fkugjk_pu5krtM&imgurl= fs70/PRE/f/2013/161/9/0/glee_its_quinton_fabray_by_ &w=730&h=1093&ei=MkbHUpyPE4zI0wXJpYC4Dg&zoom=1&ved=1t:3588,r:6,s:0,i:99&iact=rc&page=1&tbnh=196&tbnw=128&start=0&ndsp=21&tx=21&ty=65