Capítulo Final. Una difícil propuesta.

"Sabes que no tienes que hacer esto, ¿verdad?" dijo Pam sorprendida e ilusionada a la vez. No daba crédito a lo que tenía delante de sus ojos.

"Lo sé" dijo Eric con voz temblorosa. "Estoy esperando tu respuesta, vamos que me dices" dijo expectante mostrándole una pequeña sonrisa. Pocas veces se había sentido así, nervioso, entusiasmado y tan vulnerable, puesto que esa pregunta que acaba de hacer, cambiaria sus vidas para bien o para mal y solo dependía de su respuesta. Cuanto desearía saber qué es lo que está pensado. Y recordó con cariño que, aún cuando todavía compartían el vínculo, en la mayoría de las ocasiones tampoco supo lo que pensaba.

La cabeza de Pam daba vueltas, había deseado durante tanto tiempo estar juntos, y ahora lo estaban, pero esto… esto era demasiado, nunca se atrevió a imaginarlo siquiera, ¿Era lo que ella quería? ¿Lo que ambos querían? ¿Estaban preparados para ello? Eric así lo creía. Nunca se hubiera esperado de Eric, tal demostración de su amor hacia ella, sabía perfectamente lo mucho que la amaba pero también sabía lo reservado que es con sus sentimientos.

En el fondo quiero dar saltos de alegría, pero mi subconsciente no está por la labor, me advierte del peligro, si esto sale mal, le perderé para siempre y no estoy preparada para decirle adiós, nunca lo he estado, ni siquiera aquella vez que amenazó con matarme.

Y ahí está delante de mí, ansioso por escuchar mi respuesta, y yo para ser honesta, también quiero escucharme. Pobre Eric, un vikingo de 1000 años y parece incluso más asustado que yo.

"Eric….yo….creo que me he quedado sin palabras" digo bromeando queriendo quitar la tensión que se ha creado a través del silencio. "Tengo algunas dudas" veo como cambia la expresión de su cara, a pesar del esfuerzo que hace por disimularlo. "No es que no quiera, es solo que…" intento encontrar las palabras. "…no quiero que se estropee la relación que ahora tenemos. Nos ha costado mucho llegar hasta aquí" le digo cariñosamente aunque también preocupada.

"Pam, sé que ha sido precipitado e inesperado, pero si no estuviera seguro que podemos conseguirlo, nunca te lo hubiera preguntado. Lo último que quiero es poner en peligro lo nuestro". Aún continua en la misma posición desde que realizó la pregunta, temeroso tan siquiera de moverse. No parecía tan difícil en su mente, pero vaya si lo era. Lo más difícil a lo que me enfrentado, sin ninguna duda.

Es increíble el poder que tiene sobre mí, escucho sus palabras y mis argumentos de porque no sería una buena idea, desaparecen instantáneamente, sintiendo que somos capaces de que funcione. Él tiene confianza en ello y yo tengo confianza ciega en él. Así que aparto todas las dudas, voy a saltar al abismo. Tan pronto como este pensamiento ocupa mi mente, aparece una gran sonrisa en mis labios.

Eric, con una rodilla clavada en el suelo, y sosteniendo la caja con el anillo, parece relajarse un poco al ver mi cara. Y simplemente digo "SI" saltando hacia él y provocando que ambos acabemos en el suelo, sin poder dejar de reír, pero en el momento que nuestras miradas se cruzan, nos quedamos en silencio. Aguanto la respiración mientras Eric me pone el anillo en el dedo leyendo la inscripción que tiene grabada "för alltid, Pamela" (por siempre, Pamela) y nos fundimos en un beso apasionado.