¡Oh, por todos los cielos! Vacaciones, sol, playa...

Pero para los pobres como yo, tiempo de sentarse frente al ordenador con una taza de café caliente y mentar madres porque las musas se mueren de a poco. Esta es una idea algo estructurada que tenía desde que empecé en esto de hetalia, que de verdad, ya llovió. Sólo diré que más de seis años(?)

En fin. Les traigo un fic algo... complejo, por lo que no les aconsejo saltarse capítulos, porque hay cosas y datos que se escapan, realmente, pido perdón por eso. Los primeros capítulos andan flojos, pero porque lo mejor viene después.

Como siempre, he de prometer lemon del bueno, relaciones complejas y drama(?)

Tengan fe, espero que les agrade.

1.[GAKUEN HETALIA. UN INSTITUTO DE CLASE MUNDIAL.]

La academia "W" para alumnos excepcionales que buscan ser los líderes del mañana es un tanto singular. En este instituto, se encuentran los más selectos jóvenes de entre todos los países del mundo, buscando acabar con los conflictos y traer la gloria del mañana.

Cada uno posee lo que se necesita para llevar a los habitantes de sus respectivas naciones lo que este mundo ha perdido de poco en poco, paz y esperanza. Y en el caso de muy selectas naciones, volver a restaurar su poderío, volver a hacer todo desde cero.

Y hoy, es uno de esos días en los que las festividades no paran, porque es el inicio de un nuevo ciclo de estudio, el inicio de una historia diferente para los veteranos y el inicio de una vida completamente diferente para los nuevos alumnos que se integran.

Todos los alumnos y profesores están en el magno auditorio del instituto. Este está techado de vidrio pulcro que deja ver el día de nubla que ha estado haciendo. Los vitrales que se encuentran a lo largo de todo el salón simbolizan nada más y menos que un precioso y exquisito jardín lleno de hilillos escarchados en oro y plata, digno del sueño más delicado que se pudiese ser digno de tener.

La mayoría se encuentra escuchando con detenimiento a quienes dirigen la ceremonia de apertura, dos jóvenes bien vestidos que dan palabras cálidas de bienvenida. La excepciones no oyentes radican en los chicos mayores, que parece estuvieran burlándose hasta porque una mosca pasara delante de ellos.

-Bienvenidos a la academia W, el colegio de educación superior y media superior exclusivo para alumnos que están destinados a hablar por sus naciones, quienes defenderán el mérito y orgullo de su tierra, quienes desafiarán a los héroes de la patria para superarse día con día. Quienes sentirán por los ciudadanos y pelearán con su vida si tienen que sobrevivir.-

Aquella voz, acompasada, con tintes de fortaleza y entonación digna de oratoria, daba la bienvenida a los jóvenes de nuevo ingreso. Esa exquisitez de voz pertenecía a un joven pelinegro con un mechón de cabello rebelde que inmisericorde se levantaba a cuán más y amenazaba con caer sobre su frente. Pero no lo hacía.

-¡Ya me quiero ir a comer, Aristócrata de pacotilla!- Una voz que despedazó el silencio en el auditorio hasta la parte de atrás, donde de inmediato comenzaron las risas y burlas.

El joven que permanecía con el micrófono en mano se detuvo para acomodarse las gafas que tenía puestas, para acomodar ese mechón rebelde y dirigirse al público con algo más que pasión por la expresión oratoria. Levantó sus brazos, haciendo ademanes sublimes, que lo hacían ver como un chico maduro, con porte y sobre todo, un ejemplo a seguir.

-Este es el emporio de la excelencia donde los líderes del mundo, los líderes del mañana, vierten sus más exquisitas joyas para pulirlas y crear grandes obras de arte, hermosos diamantes más brillantes que las estrellas y la misma luna. Para sobresalir de entre un mar de almas iguales, se les debe de educar pensando en la grandeza que construyeron sus antepasados y, que derribarán ustedes, para volver a edificar con cimientos más fuertes-

-¡Más te vale que te apures, aristócrata fracasado!-Se volvió a escuchar la misma voz y adelante, el joven que había terminado de hablar simplemente hizo un gesto desaprobatorio y cedió posteriormente el micrófono a la chica al lado suyo, una linda mujer de cabellos castaños ataviada con una flor delicada en los cabellos, para ese entonces, la mayoría del auditorio puso atención a aquella que, cambiando su semblante por uno serio, se destinaba a hablarles.

-Así que, si ustedes, nueva generación de la academia W están de acuerdo, se puede cambiar el mundo desde la raíz, haciendo uno mejor y para dirigir a nuestras generaciones venideras hacia la gloriosa luz de un mejor mañana. Bienvenidos, alumnos de primero, bienvenidos, alumnos que se integran, bienvenidos profesorado y como siempre, sea bienvenida, directora ¡Alumnos… que esta, se convierta en su mejor experiencia!-

-¡Ya me quiero ir a comer! Ya córtale, machorra…-Antes de terminar su frase, la chica de al frente sacó una sartén de quién sabe dónde, y la lanzó hacia dónde provenía la voz. La sartén volaba por encima de las cabezas agachadas de muchos espectadores, al final, se estrelló en la frente de un chico albino que cayó desmayado por el impacto.

-¿Le di? ¡Si, le di! ¡Le di!-Empezó a saltar eufórica al ver que si víctima era sacada del recinto por un chico de melena rubia y otro de cabello café y ondulado. El chico de gafas a su lado no pudo evitar una débil risilla. Por tercer año consecutivo pasaba lo mismo. Cierto albino interrumpía con la ceremonia de apertura y siempre terminaba herido, pero esta vez, esta vez habría terminado noqueado.

De inmediato comenzaron los murmullos por parte de los oyentes. La chica dejó de festejar y apenada bajó la cabeza.

-Disculpen las interrupciones, compañeros- Fue su compañero de ceremonias quien rescató la situación. –Sin más, les deseamos la mejor de las suertes para el ciclo que comenzará. Los dejamos con nuestra amable directora-Todos aplaudieron a esos dos chicos, unos felices porque acabara su discurso eterno, otros decepcionados porque de nueva cuenta, lo que prometía ser una buen discurso, se veía dañado por el entrometido de Gilbert, el chico de la sartén en la cabeza.

La directora, una mujer de gran tamaño y semblante un tanto masculino se apresuró a tomar el micrófono, agradeciendo a los jovencitos maestros de ceremonia, indicándoles que tomaran asiento junto al profesorado.

-¡Muy buenos días, alumnos, profesores y personal que nos acompaña! Gracias a nuestros maestros de ceremonias, Elizabetha Hérdérvary y Roderich Edelstein- ella habló con una voz femenina demasiado fingida, lo que provocó contradicciones en algunos alumnos de primero, que de verdad comenzaban a sentir miedo por las rarezas que estaban presenciando allí.

-Muy orgullosa, he de dar inicio a este año de estudios y muy feliz, he de dar una cálida bienvenida a los alumnos de primer grado, que se integran con nosotros.

A lo lejos, los niños de primero no sabían ni que tendría que pasar por su mente.

Un chico de cejas grandes le preguntaba a un pelirrojo si en verdad la directora era una mujer. A su vez, este le preguntó a un chico de cabellos largos y trenzados, quien le respondió que mejor guardaran silencio, que no quería acabar como su compañero de hace rato, en enfermería.

-Apuesto todo lo que quieras a que es un hombre con un vestido entallado-Finalizó el pelirrojo pequeño, diciéndole a una chica de coleta castaña delante de el.

-No, mira bien, Loke. Es una mujer… ¡Las mujeres también pueden tener cejas gruesas!-La chica le reclamó, pensando que era por las cejas. Pero la verdad, es que realmente la directora no parecía ni lo uno, ni lo otro.

-¡No lo digo por las cejas, Linda!-Bufó y mejor se quedó sentado, con los brazos cruzados. -¡Y tú que me ves, Peter!-Le lanzó una mirada asesina al rubiecito que lo miraba burlonamente.

-¡Ahora, les presentaré a los profesores que estarán a cargo de sus grupos este año!-Todos guardaron silencio. Ese momento era, literalmente de vida o muerte. Podía tocarles un profesor accesible o uno sumamente cerrado…

-A cargo de los primeros años… -A lo lejos, un chico de cabello blanco y uno castaño de semblante despreocupado estaban tomados de la mano. El de cabello blanco se veía un tanto asustado. Ambos se veían bastante grandes como para estar en primer año, pero estaban a la expectativa de ver qué profesor les impartiría.

-¡Nuestra querida profesora Helena Karpusi!-Una profesora lo suficientemente joven, con un vestido blanco y largo, con un tocado de hojas de laurel en su largo y ondulado cabello castaño, pasó al frente.

Los chicos que estaban tomados de las manos se abrazaron mutuamente y exhalaron.

-No vamos a volver a pasar primero otra vez…-Susurró el castaño de rasgos orientales.

En la segunda fila del auditorio, un muchacho castaño de semblante adormilado y con un gato en los brazos, comenzó a saludar a la profesora que se encontraba delante.

-Hola mamá-Susurro. Entonces, quienes se sentaban a su alrededor, mayormente chicos de tercero, le dieron codazos amistosos.

-Ahora, tengo el orgullo de presentar a los profesores que se harán cargo de cuidar al grupo más extenso, a los segundos. ¡Tengo el honor de presentarles a la profesora Sirkku af Södermöre y al profesor Gelberth Beilschmidt!-Todo el ruido del auditorio se fue convirtiendo prácticamente en un sonido más bien uniforme. Las condolencias para los alumnos de segundo viajaban por el aire.

"Pobres, mira que tocarles esos dos…" "Es su fin. Nunca pasarán a tercero" "¡Que bueno que no nos van a impartir!" Cosas como esas sonaban bajito.

Los únicos que parecía que estaban de acuerdo con la decisión de que esos profesores impartiesen, eran un chico rubio bien uniformado que incluso parecía sonreír, el alumno representante de Alemania. Y la otra excepción era un rubiecito de orbes violetas que saludaba a la profesora que estaba adelante, entusiasta. Al ver que esta le devolvía el saludo, algunos se asustaron más, otros tuvieron menos miedo.

-¡Están jodidos! ¡Jodidos los segundos! Kesese…-Volvió a aparecer el trío que había desaparecido, volviendo al auditorio con un albino vendado de la cabeza. –El abuelo les enseñará el verdadero método de enseñanza Germano… ¿Verdad que sí? –Todos se quedaron pasmados. No tanto por las palabras "motivadoras" del chico, sino por la palabra "abuelo" ¿Abuelo? ¿Ese hombre tan joven? Más allá, el rubio que hace rato estaba feliz porque le impartiesen esos profesores se llevó una palma hasta la frente. Entre palabras, susurró "Ay… hermano…"

-Mi querido nieto, mi querido Gilbert. La esperanza de restauración de Prusia… -Y cuando se esperaba que le devolviese el saludo con la mano, equivocación. Una tiza se estrelló justo en la frente del chico que armaba alboroto. Sacó un chorrito de sangre por la nariz y volvió a desplomarse. El mismo chico de rubios cabellos y el castaño volvieron a sacarlo, ahora a rastras, por idiota.

Aquello había sido por demás cómico, pero ver cómo ese proyectil volaba con tanta precisión… era alarmante, realmente alarmante. Elizabetha sonrió y miró con ojos deseosos al profesor Gelberth. Era algo así como su gran admiradora. Roderich la miró algo decepcionado, pero no quiso decirle nada.

Un tanto alejado de las primeras filas, estaba un rubio de cabello todo desordenado, que enseñaba su frente a todos los curiosos, alegando que él había sobrevivido a todos los intentos de asesinato por parte del profesor. Sus cicatrices se veían redondas.

-Kohler, Kohler. Mathias Kohler. Es una suerte no ser más tu asesor. Eres más que un dolor de muelas- Sólo soltó esas palabras y volvió a lanzar una tiza, como en cámara lenta todos la siguieron con la vista y justo cuando iba a impactarse, otro rubio de cabello corto y gafas se levantó de su asiento y con un movimiento de mano magistral detuvo la tiza, rompiéndola en pedazos pequeños.

-¡Bien hecho, Sve!-Dijo el rubio que había provocado aquello y poco después lo abrazó.

-¡Ese es mi chico!-Gritó la profesora de la Sirkku.

-¿Vieron eso?-Gritó Kohler -¡Verdad que es maravilloso!-

-Es… es maravilloso, Oxenstierna-san se ha comportado como un pokemon…-Susurró un pelinegro de ojos almendra, mientras tomaba una fotografía memorable del chico que logró detener esa tiza asesina.

-¡A que si… es mi poke…-Otro movimiento de mano y la representación de Dinamarca, Mathias estaba siendo salvajemente ahorcado con la corbata…

Todos comenzaron a susurrar.

-He de decir que Berwald siempre ha sido una excepción con mis tizas-Dijo con su voz grave, callando a todos –Pero ustedes no son él, y no se van a escapar. Hay más de donde provino esta-Enseñó una curiosa cajita, seguramente con tizas dentro.

Los de segundo estaban ahora, más que nunca, preocupados.

-¡Que gran sorpresa!-Ocupó el micrófono la directora, entes de que la salud física y mental de sus alumnos se viera dañada por más proyectiles como esos. –Con gusto, me encantaría presentar al profesor a cargo de los terceros… ¡Rómulo Vargas! El auditorio se convirtió en nada más y nada menos que en un desorden. Los terceros estaban festejando. Si, su tercer año de preparación en esa escuela iba a ser ligero y alivianado-El profesor pasó al frente y saludó generalmente a todos.

-¡Abuelo!-Gritaron al unísono unos gemelos de segundo.

-Aquí ya no existe la lógica…-Dramatizó una bonita chica de primero, rubia y de cabello corto y muy bien peinado.

-Sin más por el momento, daremos paso al inicio formal de un nuevo y hermoso ciclo, cantaremos el himno al plantel con mucho respeto y después de la comida de bienvenida, tendrán que pasar a las respectivas salas de asesoría, para elegir jefe de dormitorio y jefe de grupo…- Todos dieron una afirmativa y empezó a sonar una bonita melodía a piano, por parte de Roderich.

Una sonrisa aquí encontrarás

Sincera y transparente

Con gran esfuerzo y empeño

El camino es mejor.

La raza que en su piel llevará

Estirpe y valentía

Y que día con día

Lo demuestra con honor.

Hoy nos tocó brindar

Juntos en la academia "w"

Es valor que florece

Mejorando nuestro mundo

Siempre una solución

Juntos en academia "w"

Es labor que radica

En defender nuestro honor

Ser como el águila

Juntos en academia "w"

Superando las metas

Estudiando para triunfar.

Es una realidad

Somos la esperanza de nuestra nación.

Somos la esperanza de un futuro mejor.

¡Academia "W"!

Al finalizar, los aplausos y las buenas nuevas no esperaron nada, pero más allá de que los alumnos comenzaran a levantarse de sus lugares con rumbo al comedor, un grupo de cuatro chicos hizo una pequeña rueda en una esquina del recinto.

El chico de cabellos desordenados, Kohler atrajo a los demás.

-Ikuinen Hjärta tiene una misión para este año-Todos prestaron atención y lo escucharon. –Ese asqueroso himno… ¡Hay que cambiarlo!- Rieron, pero después dieron la aprobatoria.

-¡Demos inicio a este ciclo, chicos! Mathias, Emil, Long, Berwald…- El rubio de ojos violetas, entusiasta habló, para después poner su mano derecha al frente, para que los demás hicieran lo mismo.

El más alto, Berwald, gritó con su voz grave: -¡Ikuinen!- y los demás, saltando y soltando sus manos, respondieron –¡Hjärta!- Para después salir corriendo por la puerta del recinto, haciéndose bolas por allí, empujándose, como niños pequeños.

-¡El último que llegue le toca comerse los scones de Arthur!-Esa fue la voz del castaño de primer grado, echando a correr al comedor de la mano de Emil.

-¡Vuelve acá maldito chino!- Gritó Mathias, inconforme.

-¡Hong Kong, tarado, es Hong Kong!-Reafirmo su nacionalidad ante el Danés que se estaba quedando un tanto atrás.

-¡Vamos, Su-san, no quiero comer… eso!-Insistió el chico rubio representante de Finlandia, jalando al joven de gafas, Berwald. Cuando hubieren estado ya alcanzando a Mathias, el rubio más alto puso el pie al Danés, quien cayó de sentón.

Mathias se quedó ahí, en el pasillo, resignado a comer scones…

Un frailecillo pasó volando por su izquierda.

-¡Tarado, llega antes de que entre la Unión Soviética!-Asintió y se fue corriendo, con la esperanza, de ganarle a la mascota del joven de Islandia. Emil.

¿Que tal?

Aclaraciones:

1. Los profesores son: Antigua Roma, Germania, Antugua Grecia, Escandinavia y en enfermero un tanto demente es de Mesoamérica. Saldrán más, pero denme tiempo. Como no tienen nombre confirmado, los dejaré como están. A menos de que Hima-papa me trolee y les ponga nombre evé.

2. El himno de la escuela, me lo fusilé de una escuela poco agraciada de México. Plantel Azteca pls. Pero los Ikuinen Hjärta lo cambiarán nwn.

3. Los Ikuinen Hjärta son mis idolos imaginarios favoritos.

Sin mas, (creo) me despido, esperando que le den una oportunidad a esta cosa.

Yael & trollstaff fuera.