¡Hola minna-san! :D
Cómo ya es costumbre, me disculpo por la gran demora que me he tomado en actualizar T.T
Lo siento de verdad, la tesis es algo muy pesado y estoy viendo a mi asesor varias veces por semana. Por lo que me era muy dicífil escribir... Pero bueno, ya estoy de vuelta y espero les guste el capítulo :D
Un gran saludo a todos los que leen, dan follow y fav. Pero sobre todo a los que dejan review! :D En especial a:
MaRu-chan MKV, Scarlett-nyan, Naooki, Ariasu-sama, Akabashi Yuu, Mibu-senpai, RizelHolmes, karla-eli-chan, Yoi Taisho 1412, FerCheney, luxie-chan, Cold-Sesshy, Sayuki Yukimura, Kurokocchii0, , Lonardi, kazuyaryo, Black Ross, y por supuesto, también a:
Asaba-san: Gracias honey, me da gusto que te gustara ^^ Y si, el papá de Akashi era bueno, al menos era más bueno que lo que es ahora u.u Y pues sí, no estoy segura de cómo fue que salió todo ese plot de la escuela embrujada con la muerta que se suicidó por su hermano... pero ah bueno XD El fic en sí no es muy coherente jeje. Espero que este capítulo te guste :)
ivett: Gracias querida :D espero que este nuevo arco también te guste ^^ ¡Saludos!
Miriam Daniela: Miriiiiiiii! Que bueno que te haya gustado :D los plots me quedan cada vez más raros XD pero me alegra que si les gusten :) Espero te guste este nuevo cap!
Anonimo-chan: No hay qué! :D gracias a ti por comentar ^^ Disculpa la merga tardanza en actualizar, y pues, espero que te guste este capítulo :D ¡Saludos!
Ruu: Gracias Ruu! si yo tuviera tiempo lo dibujaba! y si tuviera dinero lo hacía película jaja XD Espero que te guste el nuevo capítulo :D ¡Saludos!
Baboosdk: ¡hola Baboosdk! :D No te preocupes, soy feliz que te hayas decidido a escribirme ^^ que bueno que te haya gustado y wow D: es la primera vez que alguien me lee y me dice que no le gusta el yaoi XD pero me alegra que en esta historia si te guste! :D prometo que habrá más Akakuro ;) ¡Saludos!
otra anonimochan: hola querida! Jejejeje, no puedo decirte con quién se quedará Kuroko, pero si puedo decirte que todavía habrá mucho, mucho más Akakuro ;) gracias por seguir aquí y te mando muchos saludos! :D
Miku san: D: Wow, muchas gracias por pensar así de mi fic, me halagas mucho! :D GRACIAS! No soy escritora profesional XD De hecho, soy ingeniero :P pero tengo harta imaginación jeje ^^ pero enserio, muchas gracias a ti por leerlo y por comentarme, me haz hecho muy feliz :') espero leerte pronto y espero que este nuevo capítulo sea de tu agrado! ;)
Guest: Hola guest! XDDDDDDDDDDDDDD jajajaja, me dio mucha gracias tu comentario, y bueno, en cuanto a lo que me pides... sólo te diré que esa pareja va a ser canon ;) Ya lo verás :)
AkashiAss: Espero haber superado tus espectativas XD y pues ojalá te guste este nuevo cap! En cuanto las parejas que mencionas, habrás más de ambos~~ ¡Saludos!
Ahora sí con el capítulo :D
WARNINGS: OCCINESS, INCOHERENCIAS Y... NO SÉ QUE MAS XD
DISCLAIMER: Kuroko no Basuke no me pertenece, al igual que las canciones o videos utilizados aquí con fines de ambientación.
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Kuroko Tetsuya se dejó caer sobre su cama como si de un costal de papas se tratara. Su húmedo cabello azul celeste goteaba sobre la almohada; acababa de bañarse y no tenía intención alguna de esperar a que su melena se secara.
Había caído rendido ante el cansancio y no era para menos, pues después de todo lo que le había sucedido en los últimos cuatro días en el ala sur de su escuela, su cuerpo y su mente se encontraban exhaustos por igual.
Sólo quería perderse en el mundo de los sueños tan rápido como pudiera, para así no pensar en las horribles cosas que había visto, en la triste historia de su profesor de literatura y su hermana, y en su cada vez más complicada relación con sus ex compañeros...
KNOCK KNOCK.
Sin embargo, el suave toquido a la puerta de su habitación, le avisaba que probablemente no podría dormirse tan rápido como esperaba. Pues apenas dos segundos después, la blanquecina cabeza de su abuela le reafirmó sus sospechas.
— ¿Dónde está el nieto más hermoso de toda la faz de la tierra~~?— Preguntó la mujer con un tono más dulce de lo normal, como cuando uno le está hablando a una mascota muy amada o a un bebé.
Tetsuya no sentía ganas de contestar, pero tampoco iba a dejar a su querida abuelita hablando sola. Por lo que sólo levantó su brazo a manera de respuesta.
La señora dejó ir una risita, para después adentrarse en el cuarto de su nieto.
— Tú siempre tan expresivo corazón.— Se sentó al borde de la cama y le dio un beso en la mejilla.
El peli celeste sonrió levemente ante el gesto de cariño, y muy a su pesar abrió sus pesados párpados para encontrar a su abuela con una cara más feliz de lo normal.
— ¿Cuándo llegaste?
— Hace poco. Mi autobús se retrasó un par de horas por la tormenta... — La mujer dejó ir un leve suspiro debido al recuerdo de las horas que tuvo que esperar en la central. — Pero lo importante es que ya estoy aquí. — Y empezó a jugar con uno de los mechones húmedos del cabello del muchacho. — Esta vez sí que te cansó tu entrenamiento. ¿Cierto?
— ¿Por qué lo dices?
— Por que las únicas veces que te he visto acostado a las diez de la noche; en noche de viernes, es porque tuviste partido o porque tu entrenamiento fue duro. Y sé muy bien que hoy no tuviste partido.
— Ah...— Tetsuya no sabía qué responder. No quería mentir, pero tampoco quería contarle que no había asistido a la práctica de baloncesto desde el día lunes, y, que las cosas que le habían ocurrido desde entonces, eran dignas de aparecer en cualquier película de terror de Hollywood.
—Pero bueno, dejemos eso para después.
Afortunadamente para él, la mujer cambió de tema rápidamente. Al parecer estaba muy contenta por algo y se moría de ganas por compartirle la razón de su felicidad a su nieto.
— ¿Cómo está la Tía Kayako?— Preguntó Tetsuya inocentemente, creyendo que la felicidad de la abuela estaba directamente relacionada a la tía enferma que su abuela había ido a visitar.
— Ah, tu Tía está bien. Mucho mejor que nunca.— Aunque la señora estaba feliz de ese hecho, era obvio que esa no era la razón por la que se encontraba tan alegre.
— Qué bien... — El peli celeste no se imaginaba qué más podría ser. Y a pesar de que estaba haciendo todo lo posible por permanecer despierto, el cansancio estaba haciendo de las suyas y sus ojos comenzaban a cerrarse nuevamente, cosa que no pasó desapercibida por la anciana. Una ligera sonrisa maliciosa apareció en su arrugado rostro.
— Sabes... cuando estuve en Osaka, me acordé que te habían invitado a tu primer fiesta de chicos grandes, la cual es mañana...
Los ojos de Kuroko continuaban cerrados, pero definitivamente, el tono que su abuela había utilizado no le daba buena espina.
— Por lo que, me tomé la molestia de...
El joven sólo esperaba que su abuela no fuera a salir con otras de sus locuras...
—... ¡de comprarte un VESTIDO!— Y en cuanto la mujer de tercera edad dijo eso, los ojos del peli celeste se abrieron enormemente.
¿¡Qué rayos había dicho su abuela!? ¿¡Un vestido!? ¿Había escuchado bien?
— ¿¡QUÉ!?— Tetsuya se sentó rápidamente sobre la cama, sus ojos tan abiertos como si hubiera vuelto a ver un fantasma.
— ¡Que te compre un hermoso vestido! ¡Es azul cielo como el color de tus ojitos y de tu pelito!¡Ay mi amor~~ vas a ser el más hermoso de toda la fiesta! ¡Vas a parecer la cenicienta!
— ¿¡QUÉ-QUÉ!?— Nuevamente, Tetsu estaba mostrando una de esas facetas que sólo los más allegados a él conocían. Su cara estaba pintada con un montón de matices que iban desde un ligero rosa, hasta un rojo escarlata.
— ¿¡Te lo quieres probar ahora!? ¡Aquí lo tengo!— La mujer colocó una pequeña bolsa negra sobre la cama. El chico sombra no se explicaba de dónde había salido, pero su mayor preocupación ahora estaba lejos de ser esa.
Probablemente, ni siquiera en todo el tiempo que pasó en la parte abandonada de su escuela, había hecho una cara de horror como la que estaba haciendo en esos momentos.
El peli celeste también sintió cómo los escalofríos recorrían su cuerpo al pensar en la horrible imagen que su abuela le había prácticamente obligado a visualizar:
Él en vestido...
Siempre había tenido sus dudas sobre la cordura de su abuela, pero ahora estaba cien por ciento seguro que esta se había vuelto loca, completamente loca...
— ¡JAJAJAJAJAJAJAJA!— La mujer comenzó a reír fuertemente, re afirmando las sospechas del peli azul sobre su cordura.
— ¡Debiste ver tu cara!— La mujer continuó riendo, mientras colocaba una mano sobre su estómago debido al dolor de los músculos que uno utiliza al carcajearse.
Tetsuya frunció sus cejas con molestia. Comenzaba a entender que había sido víctima de una de las tantas bromas de su loca abuela.
— Jajajaja... Ay Tetsu...— La mujer trataba de controlar su risa, aunque apenas volteaba a ver a su nieto y volvía a reír. Tetsuya no sabía si era porque se lo estaba imaginando en vestido, o porque se burlaba de que hubiera caído completamente ante semejante broma.
—... Lo que dijiste... ¿no es verdad?— Ya estaba casi seguro que no lo era, pero tenía que confirmarlo, después de todo con lo loca que estaba la mujer, nunca se podía estar cien por ciento seguro.
— ¡Por supuesto que no!— La abuela le dio un pequeño golpecito en la espalda, comenzaba a controlar su risa. — Jeje, lo dije para ver qué tan despierto estabas.
— ...— Los ojos del joven estaban ligeramente entrecerrados por la molestia. La pequeña broma no le había causado ninguna gracia, por lo que no estaba haciendo esfuerzo alguno por ocultar su cara de enojo.
— No pongas esa cara bebé.— Le dijo con supuesta ternura, pellizcando su nariz como hacía cuando el joven era un crío. — Lo que dije no es del todo mentira.
"¿No es del todo mentira?" Pensó Tetsuya, que esperaba que fuera lo que fuera que su abuela sacara de esa bolsa, no se tratara de ningún tipo de prenda femenina...
— Mira...— La abuela sacó el contenido del misterioso saco de plástico, pero afortunadamente para Kuroko, lo que se suponía sería un hermoso vestido azul para él, era en realidad unos jeans oscuros y una chaqueta de cuero negra.
— Esto es lo que te compré. — Agregó orgullosa.
Tetsuya no sabía qué decir, sólo esperaba que cada que su abuela quisiera entregarle un obsequio, lo hiciera de una manera más normal.
— Creo que se te verá genial, y también te ayudará a resaltar un poco más. — La mujer tenía una sonrisa de oreja a oreja.
Sin embargo, el oji azul frunció su ceja ligeramente ante esa última sentencia. Se suponía que la anciana sabía mejor que nadie que él no quería resaltar, jamás.
— Pero abuela...
La anciana bufó ligeramente molesta.
— No Tetsuya, no me vengas con tu cosa de: " Ay abuelita, pero es que yo no quiero que la gente me vea por que soy una sombra".— Al principio había estado muy feliz de que su nieto hubiera aprendido a valorar su habilidad, y que de cierta manera la controlara para beneficiar a su equipo de baloncesto. Pero estaba consciente de lo poco sano que era que el muchacho tratara de utilizar su "misdirection" a toda hora y en todo lugar. Tampoco era como si esperara que Tetsuya se comportara como un chico popular de las películas para adolescentes. Pero definitivamente, ya era hora de que comenzara a sacar su verdadero yo de vez en cuando, en vez de sólo utilizar esa máscara inexpresiva que siempre se cargaba.
—Además Tetsuya, vas a ir a una fiesta, no tienes por qué pasar de chico invisible a cada sitio que vas. Si sigues así nunca vas a conseguir marido ni traerás honor a la familia.— Agregó la mujer.
— … ¿Qué?— Kuroko solo experimentaba confusión tras confusión. Su abuela siempre tenía ese efecto en él. Pero, ¿conseguir marido y traer honor a la familia...? ¿Acaso estaba citando películas de Disney?
— Que a este paso, deshonrarás a tu vaca.
— … ¿Cómo?
— Bueno, como no tienes vaca, en este caso sería a Nigou.
—... Abuela..— El peli celeste no estaba seguro de poderle seguir el paso a la mujer. Así como iban, estaba seguro que no faltaba mucho para que le dijera cosas como "Que la fuerza te acompañe", ó, ¿sabías que casi logro convencer a tu madre para que te llamaras Harry, Harry Tetsuya Potter?
La abuela río ligeramente para luego agregar: — Está bien está bien, ya te voy a dejar dormir. Sólo quiero que me respondas una cosa... Bueno, de hecho son tres, pero eso no importa...— Su tono se volvió serio en cuestión de segundos, cosa que no pasó desapercibida por el adolescente.
Kuroko no respondió, pero su mirada dejaba claro que estaba esperando a que la mujer continuara.
—¿Hablaste con Aomine-kun?— Fue la primer pregunta.
Tetsu abrió sus ojos debido a la sorpresa. Era obvio que la anciana preguntaría algo así, tomando en cuenta lo que había sucedido justo antes de que esta se fuera a visitar a la Tía enferma, pero debido al cansancio físico y mental que el joven estaba sintiendo, tenía que admitir que la pregunta lo había tomado desprevenido.
—... No.— Sin embargo, fue capaz de responder con la verdad. A pesar de que se habían visto prácticamente a diario durante esa semana, ni él ni Aomine habían tenido la oportunidad de platicar, al menos no a solas. Debido mayoritariamente a la escalofriante situación en la que se encontraban.
— Ok, me parece bien.— La mujer pareció satisfecha con esa respuesta. Ella creía que su nieto y su ex mejor amigo no habían hablado debido a que primero, el peli azul quería poner sus sentimientos en orden. Lamentablemente, ese no era ni había sido el caso...
— ¿Has hablado con Seijuuro-kun?— Fue la segunda pregunta. Al parecer la mujer aun tenía en gran estima al ex capitán a pesar de todo lo que su nieto le había contado que le había hecho.
Tetsu pausó un par de segundos, recordando su pequeña plática con Akashi y escogiendo cuidadosamente sus palabras. Antes de hablar, desvió su mirada de los ojos inquisitivos de su abuela.
— … Un poco.— Fue lo único que se le ocurrió decir, esperando que la mujer no preguntara más.
La anciana pareció entender la indirecta y dejó el tema por la paz. Además, si no fuera porque su nieto estaba visiblemente cansado, probablemente lo seguiría molestando con más y más preguntas.
— Bien... ¿Y qué me dices respecto a Kise-kun?— Esta vez, la mujer utilizó el apellido del rubio en lugar de "Ryou-chan", puesto que Tetsuya siempre se confundía cuando usaba el nombre de pila de sus amigos.
Sin embargo, la señora no esperaba ver ni el mil años, un creciente sonrojo en las mejillas de su nieto, causado muy probablemente por el recuerdo del joven modelo.
"Vaya..." Pensó la abuela con picardía y gusto a la vez. "Me parece que Ryou-chan por fin está moviendo sus cartas..."
—... Ehm...— Comenzó Kuroko nerviosamente. A diferencia de las preguntas sobre Akashi-kun y Aomine-kun, con su rubio ex compañero si habían ocurrido cosas que no quería compartir con su abuela. No tenía el valor para decirle: "Kise-kun me confesó su amor" ó "Kise-kun me dijo que le gustaba desde hace años". Aunque la mujer ya se lo había dicho en incontables ocasiones, de alguna manera Tetsu no era capaz de re afirmarle eso.
— No he visto a Kise-kun desde el día que cenó aquí...
— Ajá... — Pero la abuela era una mujer sabia, y pudo ver muy fácilmente a través de la mentira de su nieto.
Sin embargo, prefirió dejar el interrogatorio para otro día. Después de todo, estaba segura que su Tetsuya tendría muchas cosas que contarle después de la fiesta que tenía mañana.
— Bueno bebé, ya te dejo dormir.— La mujer se levantó de la cama lentamente, acariciando el pelo azul de su nieto.
— … Sí abuela.— Musitó Tetsu mientras un bostezo escapaba de su boca. — Buenas noches...
— Buenas noches corazón.— Y la anciana salió de la habitación cerrando la puerta tras de sí con una gran sonrisa pintada en su rostro. Algo le decía que cosas muy importantes le pasarían a su nieto al día siguiente.
Lamentablemente, no de la manera en la que ella esperaba...
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Ryouta suspiró cansado mientras se hundía más y más en el asiento del copiloto. Escuchaba sin prestar mucha o casi nada de atención, el constante parloteo de su loca hermana...
— Y luego le dije: "¿¡Cómo se te ocurre poner esa iluminación rosa para mi fiesta!?, ¡Cumplo veinte! ¡Veinte!, ¿¡Entiendes!?,¡No tres!" — Decía la joven rubia con gran molestia en su voz. Hablaba como si le hubieran hecho la peor de las maldades, cuando sólo se trataba de un pequeño error en la decoración del lugar donde se llevaría a cabo su fiesta.
— Entonces él me dijo: "Pero señorita Kise, Eso fue lo que..."— A pesar de estar al volante, la joven rubia seguía quejándose con su hermanito, al cuál, sinceramente, no le importaba ni un comino si la decoración del club estaba pasada de moda o era la más horrible de todas.
Quizás Ryouta hablaba mucho, demasiado, según todos sus conocidos y amigos kisekis, pero su querida hermana de casi veinte años, Yoshiko, le ganaba el trono a la persona más parlanchina de todas.
Además, el joven modelo no podía perdonarle a su hermana la manera en la que lo había obligado a irse con ella... era la segunda vez que se lo hacía en esa misma semana; la primera había sido en la casa de Kurokocchi unos días atrás, y la segunda, una hora atrás enfrente de su sempai, de sus ex compañeros, y claro, de Kurokocchi...
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Cuando los agotados jóvenes que acababan de salir del viejo y embrujado edificio de Seirin, vieron que Kuroko se acercaba a su desmayado profesor, Kaneda-sensei, tanto Kise, como Aomine, Kagami y Midorima, trataron de acercarse inmediatamente hacia ellos. No fuera a ser que se tratara de otro de los fantasmas o de las trampas de la escuela maldita.
Además, en primer lugar, todo lo que les había ocurrido en ese sitio era debido al castigo de ese tal Profesor, por lo que no había manera de que pudieran confiar en él y se quedaran viendo como tontos tal escena. Completamente a merced de que en cualquier momento otra sorpresa de ultra tumba tuviera lugar.
Sin embargo, apenas dieron un paso hacia adelante, y el brazo de cierto pelirrojo al que todos respetaban los detuvo.
— ¿Akashi?— Preguntó Daiki, casi indignado de que su ex capitán detuviera su paso. Taiga y Ryouta estaban igual que él. ¿Por qué rayos los detenía? ¿Qué no veía que su querido Tetsuya corría peligro al lado de ese hombre?
— No es necesario que vayan.— Seijuuro estaba sereno, y a pesar de que él tampoco confiaba mucho en la persona que los había obligado a pasar por todo eso, estaba seguro que ese hombre no era peligroso, al menos ya no. Podía verlo y sentirlo con las otras habilidades de su ojo del emperador.
Kise estaba a punto de desafiar las órdenes de su ex capitán y seguir caminando, pero no fue necesario que lo hiciera, pues su Kurokocchi comenzó a caminar hacia ellos, mientras el profesor continuó parado en su lugar, observando con nostalgia, y al parecer, algo que parecía ser tristeza, hacia el edificio embrujado.
— ¿Kurokocchi? — Preguntó el rubio, algo confundido al ver que nada extraño había ocurrido con el peli celeste y su maestro.
— Kaneda-sensei está bien... — Comenzó el joven de poca presencia. Sabía perfectamente que tendría que dar algún tipo de explicación a sus compañeros, ya que de lo contrario, ninguno de ellos estaría tranquilo durante un buen tiempo. Aún tenían muchas preguntas sin responder, y sin lugar a dudas, el profesor Kaneda representaba un gran misterio para todos ellos. ¿Quién era ese maestro realmente? ¿Y qué tipo de conexión tenía con el edificio embrujado...? Pues ya era obvio para todos que no era coincidencia que ese hombre los hubiera obligado a limpiar ese lugar.
Antes de que alguno de los chicos de las diferentes preparatorias preguntara algo, Tetsuya se apresuró a proseguir.
— Kaneda sensei era el hermano de la joven que se suicidó aquí hace un par de años...
En cuanto dijo esa frase, los ojos de Riko, Kiyoshi y Hyuuga se abrieron con sorpresa. Con razón el apellido Kaneda se les había hecho tan familiar...
— Me imagino que esa fue una de las razones por las que mi profesor quería que limpiáramos aquí...
Ahora todos se encontraban sin palabras. De verdad que jamás se imaginaron que ese hombre tuviera un pasado tan trágico, y ahora, en lugar de continuar molestos con él por haberlos obligado a limpiar ese edificio, de cierta manera podían comprender, y ciertamente, compadecerse ante tal motivo.
—Eso y, que además estaba siendo poseído por un ente maligno...— Tetsuya agregó la última parte tan bajo como pudo, sin embargo, todos lo escucharon muy bien.
— ¿¡QUÉ!?— Preguntaron los adolescentes, menos los sempais de Seirin y el joven de Rakuzan.
— E-espera Tetsu... ¿Cómo estás tan seguro de eso? — Aomine no pudo evitar hacer esa pregunta a su ex sombra. A pesar de que el moreno no era conocido por usar su cabeza tan seguido como debería, se dio cuenta enseguida de que su querido ex compañero parecía tener un sexto sentido del cuál nunca le había hablado.
— Si Kuroko, ¿cómo lo sabes? — Kagami estaba igual que el joven de Tou. Aunque gran parte de él ya intuía los poderes ocultos de su mejor amigo.
— … — Tetsu suspiró cansado, la verdad no sabía ni por dónde empezar a contar, pero a la vez estaba consciente de que sus amigos se merecían una explicación. Además, después de todo lo que les había ocurrido en ese edificio, no era como si lo no le fueran a creer.
— Kuroko ha pasado por muchas cosas hoy. Y no sólo él, sino también todos nosotros. Por lo que creo que sería más prudente dejarlo descansar y que nos dé su explicación otro día. — Interrumpió el ex capitán de la kiseki no sedai, dejando a la mayoría un poco extrañados por volver a escuchar el nombre "Kuroko", en lugar de su habitual "Tetsuya". — Además, es lógico que Kuroko sepa todo esto. Después de todo, fue el que más tiempo pasó sólo en este lugar. Y no sé ustedes, pero para mí es más que obvio que algo definitivamente maligno moraba ahí, por lo que yo también creo que su Profesor estaba siendo manipulado sabe Dios con qué fin, pero estoy seguro que no se trataba de algo bueno...
Tanto Kagami como Aomine, Kise y Midorima, y los demás chicos que los acompañaban, no pudieron más que asentir ante las palabras del pelirrojo. Quizás aun no se encontraban en buenos términos con él, pero eso no quitaba que lo que acababa de decirles fuera cierto. Si Tetsu les decía que su profesor Kaneda había sido poseído, no les quedaba de otra más que creerle. Después de todo, ellos también habían pasado una semana en ese lugar, y ahora sabían perfectamente que todo era posible.
Tetsu sonrió ligeramente por la ayuda de Akashi, al cuál iba a agradecer de inmediato por tratar de ayudarlo. Sin embargo, un peculiar grito lo detuvo.
— ¡BOBO-CHAAAAAAAN!
Ese grito había sonado muy similar a los que cierto conocido y molesto rubio hacía... Pero no era posible que se tratara de Kise... Pues este se encontraba ahí, justo al lado de ellos...
Cuando dirigieron sus miradas hacia la dirección en la que habían escuchado el sonido, pudieron divisar fácilmente a una joven chica, con largo cabello rubio hasta su cintura. Esta corría hacia ellos tan rápido como sus zapatillas de tacón podían llevarla.
— ¡Ay aquí estás! ¡Llevo toda la tarde tratando de localizarte BOBO!— La joven se dirigió hacia su hermano menor, el cuál comenzaba a poner una cara de horror.
¿¡Qué diantres estaba haciendo su hermana ahí!? ¿¡Y cómo rayos lo había encontrado!?
—... ¿Onee-chan?... — Preguntó Ryouta bastante impactado. Jamás se imaginó que la loca de su hermana lo iría a buscar hasta ese lugar.
"Por favor no me avergüences, por favor no me avergüences..." Era el mantra que se repetía el modelo una y otra vez en su mente. Pues no sólo estaban enfrente de sus amigos, sino también de las personas a las que más admiraba/respetaba; Aominecchi, su eterno rival, Kurokocchi su único amor, y por supuesto, su querido e inigualable Sempai Kasamatsu, su modelo a seguir.
— Buenas noches Kise-san, ¿cómo está?— Y afortunadamente para el rubio, los modales de Kurokocchi lo salvaron de alguna escena en la que su hermana seguramente lo avergonzaba.
— Ay Kuroko-kun, tú siempre tan amable. Mejor ven y dame un abrazo.— Y antes de qué Kuroko pudiera responder, fue envuelto por los brazos de la joven rubia. Dejando a los kisekis y a Kagami con la boca abierta.
Para los de Seirin, la escena les recordaba mucho a cierta rubia americana, entrenadora del as de su equipo.
Aomine se quedó estupefacto, pues la combinación de Tetsu más chica rubia de copa C, parecía volver loca su imaginación... Todo indicaba que el moreno era del tipo de los que gustaba fantasear con tríos.
Akashi, Midorima y Momoi se sintieron celosos, pero los primeros dos parecían entender que la rubia no tenía ninguna doble intención con su adorado peli celeste.
En cambio, Satsuki no podía soportar la idea de que otra mujer abrazara a su querido Tetsu-kun. Podía aguantar que otro hombre lo abrazara, inclusive que tuvieran sexo gay. Pero de eso a que otra tipa lo tocara... era inconcebible para ella.
Takao comenzaba a preguntarse cómo es que alguien tan hermosa como la joven no le había llamado la atención para nada... ¿Sería acaso que pasar tanto tiempo con los kisekis ya le estaba pegando lo gay?
Murasakibara no pensó mucho en el asunto y sacó una paleta de la bolsa de su pantalón. Mientras Himuro se quedó bastante impactado por la belleza de la joven, la cuál tenía un increíble y la vez perturbador parecido con Kise.
En cambio, Kasamatsu se puso rojo como jitomate y deseaba más que nada en el mundo, estar en el lugar de Kuroko en esos momentos. Al parecer, alguien parecía tener cierta debilidad por las rubias.
— ¡Onee-chan, déjalo respirar! — Exigió Ryouta, separando inmediatamente al oji azul de la chica.
— Ay Ryou-chan, no te preocupes, no te lo voy a robar.— La joven le dio un pequeño golpe al brazo de su hermano, era obvio que le encantaba molestar al chico y lo que acababa de hacer era una clara muestra de ello.
Kuroko agradeció internamente al rubio por librarlo del agarre de su hermana, la cuál parecía abrazar de la misma manera que él, con todas sus fuerzas y sin dejar escapar o si quiera respirar a la pobre presa.
— ¿¡Por qué viniste!? ¿Cómo me encontraste?— Preguntó al fin Ryouta, esperando que su hermana sólo necesitara su firma o su tarjeta de crédito y se fuera inmediatamente. Si embargo, ese no era el caso.
— ¡Vine por ti menso! Necesito tu ayuda con unos problemas que surgieron. Y te encontré muy fácil, sólo chequé tu facebook y vi que tenías en tu estado: "En #Seirin, con el #amorsdemivida"— La joven explicó, dejando al pobre Ryouta con varios colores pintados en su rostro y bastante apenado... Al parecer el bullying de su hermana apenas comenzaba.
Los otros chicos rieron levemente ante el comentario. Quizás lo que Kise había escrito no tenía nada de raro, tomando en cuenta su extrovertida y melosa personalidad, pero ver lo apenado y bulleado que se sentía cuando su hermana mayor lo molestaba no tenía precio.
Antes de que el modelo pudiera decir algo en su defensa, Yoshiko se dispuso a seguir hablando.
— ¡Y que bueno qué me los encuentro a todos ustedes en el mismo lugar!— Dijo la joven alegremente mientras abría su bolsa de diseñador y buscaba algo dentro de ésta. — Me ahorraron la molestia de mandar a Ryou-chan a darles esto.— La rubia sacó una especie de boletos dorados.
— Uno para Kuro-chan~~ — Y lo entregó a Kuroko. — Otro para el amigo sexy de Kuro-chan~~ — Y se lo dio a un sonrojado Kagami.
— Otro para... — Y así siguió la chica hasta que terminó de entregar lo boletos a los otros kisekis. Sin embargo, una pícara sonrisa apareció en su cara al posar sus ojos sobre Himuro.
— Uy ~~ ¿Y quién es este apuesto joven? — Preguntó la joven Kise, usando un tono bastante seductor. — Ryou-chan, no recuerdo que me hayas dicho que tenías un amiguito tan guapo. ¿Quién es él?
— Ah... él no es mi compañero Onee-chan, es compañero de Murasakibaracchi y amigo de Kagamicchi... — Explicó Ryouta, arqueando sus cejas con incredulidad. ¿Acaso su hermana se sentía atraída por Himuro?
— Ya veo ~~ Mucho gusto lindo, yo soy Yoshiko Kise y estás invitado a mi fiesta.— La joven sacó otro boleto dorado de su bolsa y se lo entregó al peli negro.
— … Gracias. —Himuro estaba halagado y sorprendido a la vez. Atsushi ya le había contado sobre la fiesta de la hermana de Kise, pero jamás se imaginó que gracias a su aspecto, sería capaz de ir.
— ¡Onee-chan!— Gritó Ryouta molesto. Una cosa era que su hermana hubiera invitado a los otros kisekis, su competencia, por qué eran "guapos" y vendrían muy bien al look de gente bella de su fiesta. ¡Pero otra muy diferente era que invitara a los amigos de su competencia! A este paso, no sería capaz de llevar a cabo sus planes de conquista con tanto joven tramando en su contra.
— Ya sé, ya sé. — Dijo la hermana con un tono de "ya, ya cállate tonto". Y sacó otros dos boletos de su bolsa. — No sería justo si no invito a los demás.— Agregó con una gran sonrisa y entregó un boleto a un sorprendido Takao y el otro a un muy sonrojado Kasamatsu. — Ustedes dos también pueden venir.
Ryouta estaba con la boca abierta. Su hermana sí que era bruta y no sabía leer la atmósfera. ¿¡Ahora por qué rayos invitaba al mejor amigo de Midorimacchi!?
Aunque bueno... también había invitado a su sempai y eso sí que era un acierto. ¿Pero Takao y Himuro?... Solo esperaba que a su hermana no se le fuera ocurrir invitar también a los sempais de Seirin...
La joven rubia también notó la presencia de la chica castaña, el joven alto y el peli negro de lentes. Sin embargo, lamentablemente para ellos, y afortunadamente para su hermano menor, esta vez ya se le habían terminado los boletos.
— Lo siento.— Dijo Yoshiko con una sonrisa de disculpa, haciendo un ademán con sus manos que indicaba que se había quedado sin más entradas qué regalar.
Ryouta suspiró aliviado y agradeció al cielo por tal hecho.
Riko hizo un ligero puchero, no era como si realmente le interesara ir a una pretenciosa fiesta con un montón de jóvenes engreídos. Aunque debía admitir que una parte de ella quería ir, pero sólo para apoyar a su idiota Bakagami... O al menos eso quería creer. En cambio Kiyoshi y Hyuuga se sintieron de igual manera algo desilusionados al no poder ir a su primer fiesta en un club...
— Bueno, los veo mañana. — Yoshiko se acomodó el bolso y les guiño el ojo a los jóvenes que sí había podido invitar.
Kise respiró tranquilo, al parecer su hermana sólo se había aparecido en ese lugar para entregar las invitaciones e irse, pero el fuerte agarre que la chica proporcionaba sobre su brazo le comprobó lo contrario.
— Me llevo a mi hermanito, todavía necesito que me ayude con unas cosas de la fiesta.
— ¡Onee-chan! N-no...e-espera...— El joven rubio intentó zafarse pero le fue imposible, puesto que la fuerza física de su hermana era algo que se debía admirar y temer.
— Deja de hacer tanto escándalo tonto, te están viendo tus amigos. — Agregó la joven en una voz baja, haciendo que su hermano volteara instintivamente hacia la dirección en la que se encontraban los demás. Y efectivamente, lo estaban viendo con una mirada extraña. Quizás lo mejor que podía hacer en ese momento, para dejar de verse como un idiota o un niño chiquito siendo arrastrado por su hermana mayor, era obedecer y no oponer resistencia...
— Así me gusta ~~— Dijo la joven, feliz de haber cumplido su cometido.
Ryouta no podía creer que su hermana le estuviera volviendo a hacer esto... Sólo esperaba que fuera lo que fuera con lo que la chica necesitaba su ayuda, fuera algo realmente importante...
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— Ryouta... Ryouta... ¡RYOUTA!— Gritó la joven a su hermano, el cuál ya llevaba varios minutos perdido en alguna otra dimensión.
—... ¿Eh?— Fue lo único que pudo responder el rubio. Apenas había notado que su hermana lo había estado llamando. — ¿Qué pasó?
— Que llevo media hora hablando contigo, pero creo que no escuchaste ni una sola palabra de lo que dije, ¿cierto?
Y el silencio del modelo habló por sí sólo.
Yoshiko suspiró molesta. Entendía que Ryouta estaba enamorado y por lo tanto actuaba más idiota de lo normal, si es que eso era posible, pero no era para que se desconectara completamente del mundo exterior.
Sin embargo, un recuerdo cruzó la mente de la joven y una gran sonrisa apareció en su rostro. Ya sabía qué cosa podría devolver a su hermano su capacidad de razonar.
— Recibiste una llamada en la tarde... — Dijo la joven, volteando a ver de reojo la reacción de su hermano.
— Si era mi mánager, ya le había dicho que ésta semana cancelaría todo mi trabajo. — Aunque Kise apenas si se había inmutado.
— Nop... no era tu mánager.
Hubo otro pequeño silencio y las cejas del rubio comenzaron a arrugarse ligeramente. ¿No era su mánager? ¿entonces quién?
Sólo esperaba que no se tratara de una llamada de la escuela, o peor aún, de su entrenador de baloncesto. De ser así, se encontraría en graves y serios problemas.
Pero Ryouta no podía estar más lejos de la realidad...
— Mai-chan te habló.
Y con esas palabras, la sonrisa de Kise no pudo ser más grande...
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— Sei-kun, no sabes lo feliz que nos hace que estés viniendo tan seguido a visitarnos. Por favor querido, no lo dejes de hacer. — Decía con mucho cariño una elegante mujer de la tercera edad.
— Así es Seijuuro.— Afirmaba un hombre de cabellos plateados y ojos color ámbar.
Seijuuro sonrió genuinamente ante las peticiones de sus abuelos maternos. Quizás no recordaba cuándo fue la última vez que Masaomi, su padre, le había dicho una frase con tanto cariño, pero cuando estaba con sus abuelos, eso le importaba poco.
Pensándolo bien, no estaba tan huérfano cómo él se había llegado a sentir en algún momento, pues aún contaba con el cariño y afecto de dos personas muy especiales; los padres de su mamá.
— Prometo que lo haré.— Respondió el pelirrojo, mientras recordaba que desde que había muerto su madre, hasta el momento en el que fue derrotado por Tetsuya y sus amigos en la final de la Winter Cup, rara vez había ido a verlos.
— Sei-kun, se me acaba de ocurrir una fantástica idea, ¿por qué no pasas tus vacaciones aquí enTokyo?— Preguntó la mujer con evidente ilusión en su voz y en sus ojos.
— Jeje, cariño, ¿qué cosas dices? Es obvio que Seijuuro tiene cosas más importantes que hacer que pasar todas sus vacaciones en la casa de sus aburridos abuelos. — El hombre de apenas setenta años quería más que nadie que su nieto pasara más tiempo con ellos, pero a la vez no quería que el joven se sintiera de alguna manera obligado.
— Bueno, ¿Qué te parece al menos una semana?— Sugirió la señora, entendiendo que lo que su esposo decía era verdad. Además, su nieto era un joven increíblemente apuesto, así que muy probablemente tendría muchos planes para las vacaciones.
El abuelo estaba a punto de volver a protestar ante la insistencia de su esposa, pero su nieto se le adelantó.
— No te preocupes abuela, te prometo que vendré a quedarme con ustedes por más de una semana. — Akashi sonreía, la idea no le parecía nada mal. Además, ya necesitaba pasar más tiempo de calidad con la única familia real que le quedaba.
— Ay Sei-kun, muchas gracias. Nos vas a hacer los abuelos más felices del mundo.— La abuela se paró hacia el asiento del joven para darle un fuerte abrazo.
El pelirrojo se puso de pie y le regresó el gesto. Sentir su afecto y calor maternal le hacía recordar sensaciones que creía tener olvidadas desde hacía mucho tiempo.
— Bueno querido, tu vieja abuela se retira a descansar.
— Claro abuela, discúlpame si hice que te quedaras despierta más de la cuenta.
— No tienes nada por qué disculparte Sei. Si se trata de ti, sería capaz de quedarme despierta hasta al amanecer para poder recibirte. Pero bueno, ya te vi, te abracé, cenamos, platicamos y te abracé de nuevo jeje, ya puedo ir a acostarme tranquila.
Akashi le sonrió con ternura. Sólo conocía a tres adultos que eran capaces de hacerlo sentir cómo el adolescente que era; sus abuelos, y la única y excéntrica abuela de Tetsuya.
—En ese caso, buenas noches abuela. Muchas gracias por darme asilo hoy y mañana.
— Seijuuro, esta es tu casa, no tienes absolutamente nada que agradecernos. Tú puedes ir venir cuanto gustes.— La abuela acarició gentilmente el cabello y después el rostro de su nieto, en un intento por transmitirle con sentimientos las palabras que acababa de decirles.
— Así es Sei, puedes venir cuando te plazca. Y no te preocupes, ya sabes que no le diremos nada al cara larga de tu padre.— Agregó el abuelo.
Y ante la mención de Masaomi, los tres se quedaron en silencio por varios segundos. Era obvio que ninguno de ellos le tenía gran aprecio al estricto señor Akashi. Sino hubiera sido por el excelente equipo de abogados que éste poseía, los padres de Shiori estaban seguros que ya le habrían quitado la custodia de Seijuuro.
— Bueno, no hablemos de cosas tristes. — Dijo el abuelo, poniéndose también de pie.
— Exacto, mejor hablen de cosas más alegres. Y ahora si ya me retiro. — La anciana caminó hacia la puerta del comedor y dirigió su mirada hacia los dos hombres más importantes de su vida. — Tu habitación ya está lista Sei, para cuando sea que te quieras ir a acostar.
— Gracias abuela.
— Cualquier cosa, nos tocas a la puerta.— Bien dicen que el que mucho se despide no quiere irse, y esa era el exacto caso con la madre de Shiori. Aunque nadie podía culparla, pues cada que veía a su nieto era como volver a ver a su querida hija.
Akashi le sonrió y le volvió a agradecer. Le daba mucha felicidad que su abuela le dijera esas palabras, pues significaba que si una situación extraña o peligrosa surgía, ellos eran los primeros a los que debía acudir, y no a los sirvientes.
— Ya vete a acostar.— El hombre de cabellos plateados le sugirió a su mujer, puesto si no la apuraba, era probable que ella se quedara ahí toda la noche, sólo despidiéndose y dándole indicaciones a Seijuuro como si todavía fuera un niño.
La anciana rió ante el comentario de su marido, y por mucho que no lo quisiera, se fue por el pasillo no sin antes agregar un último comentario. — Buenas noches a ambos, y espero que tu abuelo no te vaya a aburrir con sus historias de siempre, Sei.
Akashi rió ligeramente, le gustaba mucho ver como sus abuelos se lanzaban esos tipos de "ataques", supuestamente con la intención de hacerse enfadar el uno al otro. Pero él sabía mejor que nadie que se trataba de una de las tantas maneras en las que se demostraban su cariño.
— Tú nunca te aburres de ellas ¿cierto Seijuuro?
— Nunca abuelo.— Y era la verdad. Seijuuro amaba con todo su corazón las historias que su abuelo siempre le contaba, o más bien, le repetía, pues ya se las había contado todas en más de una ocasión. De hecho, para el joven era como tener una máquina del tiempo donde lo único necesario era escuchar y tener imaginación. Además, esa era una manera en las que había podido conocer más sobre su madre.
Sin embargo, antes de adentrarse en ese maravilloso mundo de memorias, Akashi tenía un tema muy importante que debía discutir con el padre de su progenitora.
— Abuelo, quisiera hablarte de algo...
El señor se extrañó ante el tono de su nieto, por lo que rápidamente lo alentó a continuar.
— Por supuesto. ¿De qué se trata, hijo?
Seijuuro respiró profundamente antes de seguir hablando.
— … ¿Cómo tomarías si te dijera que... alguien quiere mandarme a estudiar a Alemania?
El abuelo no necesitó escuchar más, y en un santiamén fue capaz de comprender por qué Seijuuro decía esas palabras... Inmediatamente se puso de pie y sus facciones se endurecieron.
— … Te diría que, yo y tu abuela jamás permitiríamos tal cosa...
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— Satsuki... Necesito dormir...— La voz del moreno había sonado rasposa y llena de cansancio.
— Dai-chan, ¿podrías tomarte esto con un poco más de seriedad? — Y como ya era costumbre, la joven regañaba a su mejor amigo por su total falta de compromiso.
— A nadie le va a importar que esté usando... — Aomine sacó un ligero bostezo. — Ni que fuera a ir desnudo, ahí sí causaría toda una sensación con mi look natural.
— ¿Qué cosas dices Dai-chan? ¡Claro que la gente se fijará en tu atuendo, en especial Tetsu-kun!— La peli rosa continuaba revisando la ropa del clóset del moreno a una velocidad sorprendente.
— Satsuki, ni que no conocieras a Tetsu. Él es el que menos se fija en cosas que tengan que ver con la moda. — Aomine tenía un punto, él había sido el mejor amigo del peli celeste durante la secundaria y pudo darse cuenta, al igual que él mismo, que la ropa no era algo realmente importante para ninguno de los dos.
— Si serás idiota, Dai-chan. — Pero a pesar de eso, la chica no pensaba para nada lo mismo.
— ¿Huh? ¿Ahora por qué me dices así?
— Cuando alguien te gusta, te fijas en el todo de esa persona ¡y la ropa juega un papel muy importante!
— No para Tetsu.
— Eso es lo que tú crees. Entiende, aunque a ti te parezca algo estúpido, y aunque conscientemente, Tetsu-kun no se fije en esas cosas, te aseguro que si te ve arreglado y con un buen outfit, ¡su corazón se acelerará por ti más que cuando estábamos en la secundaria!
Esta vez, Daiki sólo dejó ir un suspiro.
— Ok ok, en ese caso ¿por qué mejor no me ayudas a escoger qué es lo que debería ponerme mañana?
Satsuki torció su boca con disgusto. Eso era lo que se suponía que estaba haciendo desde hacía una hora...
Sin embargo, antes de continuar enojándose más con el joven, la chica encontró lo que estaba buscando; un blazer color azul índigo que le había regalado a su amigo en su cumpleaños. El cual, para disgusto de Satsuki, no se había usado ni una sola vez.
— Ok Dai-chan, ya sé que es lo que te vas a poner en la fiesta. — El tono de la peli rosa había cambiado drásticamente, ahora se encontraba extremadamente feliz. La chica era una apasionada de la moda masculina, y vestir a un hombre de verdad era muchísimo más emocionante que vestir a un Ken o a un Max Steel.
— Quítate toda la ropa.— Agregó, aún con su tono hiperactivo y feliz.
— ¿Eh? — La ceja de Daiki se había arqueado, no estaba del todo seguro de haber escuchado bien.
— ¡Que te quites la ropa maldita sea!
Aomine veía a la peli rosa como a una hermana, y justamente por esa razón, era que no podía obedecer así como así semejante orden.
En cambio, los vecinos del moreno no pudieron evitar imaginarse una escena completamente diferente a lo que en realidad estaba sucediendo...
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"Conéctate pero ya." Era el mensaje que leía Kagami en su celular. Era de Alex.
"¿Y ahora qué le pasa?" Se preguntó el pelirrojo así mismo mientras encendía su lap top y la colocaba en la barra de la cocina. Podía tener una video llamada con la rubia y hacerse un par de emparedados al mismo tiempo.
No pasaron ni dos segundos desde que inició sesión en su cuenta de Skype, y la exuberante mujer ya estaba mandándole una llamada. Taiga aceptó inmediatamente.
— Where's my baby Tiger!?
— Huh? What the hell Alex? I'm not a baby anymore and you know it!
— Of course I know! Ever since the day that I walked on you in the shower! — La rubia le guiñó un ojo, consiguiendo que Taiga se ruborizara en menos de un segundo. Había tratado de suprimir el vergonzoso recuerdo tanto cómo le había sido posible, pero si su maestra se lo recordaba cada vez que podía, iba a ser algo muy difícil de olvidar.
— ¿Qué es lo que quieres, Alex? — Preguntó el joven, tratando de cambiar de tema tan rápido como fuera posible.
— ¿Qué? ¿Mamá-Alex no puede llamarte para saber cómo estás? — La rubia puso una mano sobre su pecho, simulando que la dureza de Taiga le dolía.
— Alex, tú no eres mi madre.
— Yeah you're right, si lo fuera te hubiera tenido a los diez años.
— Pero, tú no tienes veintisiete años. Tienes treinta y-
—¡Shhhh! ¿¡Quieres que mis vecinos se enteren!?
— Pero-
— ¡Taiga!
Kagami suspiró. De un tiempo para acá, su entrenadora ya no quería que le recordaran la edad que tenía. "Quizás es cosa de mujeres" pensó el chico.
— Ok, ok, no hablaré más de eso.
— Bien.
— Entonces, ¿qué pasó? ¿está todo bien?, no es común que quieras hablar conmigo con tanta urgencia.— El chico tigre había terminado de armar sus dos mega emparedados y comenzaba a devorar el primero.
Por el otro lado de la pantalla, la americana comenzaba a verlo con ternura y dejó ir un suspiro casi maternal.
— You know, creciste muy rápido... Un día eras un niño llorón... Cerré los ojos, y al día siguiente te habías vuelto un adolescente enojón...
— Oi.— Fue lo único que pudo mascullar el joven, pues su boca estaba llena de comida.
— Y todo eso pasó en unos cuantos meses... Te diste un estirón de cincuenta centímetros, Te volviste campeón nacional de baloncesto en Japón, y no sólo eso, sino también tu "titi" se dio un asombroso estirón...— Alex cerró los ojos de manera dramática, y a pesar de que pareciera que no hablaba enserio por su manera de decir las cosas, lo que decía era verdad. Le daba mucha nostalgia recordar lo lindo y torpe que era Taiga, para de un día para otro, darse cuenta de lo sexy y torpe que era ahora.
Kagami se atragantó al escuchar la parte de "tu titi se dio un asombroso estirón".
Si a sus compañeros japoneses les costaba trabajo acostumbrarse a él por ser demasiado "americano", definitivamente, deberían conocer mejor a Alex. Ella si que llevaba la esencia americana a otro nivel.
— ¿Pero sabes qué es lo peor Taiga? — Preguntó la rubia indignadamente. El adolescente no pudo contestar pues aún se encontraba tosiendo por su emparedado.
Al ver que su discípulo no contestó, Alexandra continuó.
— ¡Te enamoraste y no me dijiste! You damn ungrateful little brat!— Gritó la ex profesional.
— ¿Huh? — Kagami fue capaz de detener su atragantamiento al escuchar las palabras de su maestro.
— ¡Tatsuya me contó todo!, ¡Te enamoraste de Kuroko-kun y no me dijiste!, What the fuck is wrong with you?! Why didn't you tell me before?! Why have I to hear this from Tatsuya and not from you! huh?! — Eran los reclamos de la rubia que se intercambiaban constantemente entre japonés e inglés, dejando a Kagami bastante confundido.
¿¡Alex sabía de eso!? ¿¡Y por Tatsuya!?
¡Pero qué chismoso resultó ser ese supuesto hermano! ¿¡Cómo era posible que le hubiera contado eso a Alex!?
— … Ahhh... — Comenzó Kagami, no sabiendo ni por dónde empezar.
— Don't "Ahhh" me young man!
— ...— La cara del pelirrojo pasó de miedo a una vergüenza, y después a una de arrepentimiento. Quizás la rubia no era su madre, pero vaya que a veces lograba hacerse sentir como una.
Después de un par de segundos en silencio, la rubia soltó un suspiro, como dejando ir todo su enojo y molestia en esa larga exhalación.
— Está bien, te perdono... — Agregó la mujer, dejando al joven bastante confundido. ¿Había escuchado bien...? ¿Lo había perdonado? ¿¡así de fácil!?
— ¿Huh?
— Te dije que Tatsuya me contó todo. — Reafirmó la mujer, esta vez con una sonrisa. — Sé que no sabías que te gustaba Kuroko-kun hasta hace un par de semanas, y qué de no ser porque todos esos jóvenes kisekis se fijaron en él, probablemente tú nunca te hubieras dado cuenta.
—... Ok... es bueno saber que Tatsuya te tiene al tanto con lo que ocurre en mi vida... — El tono de Taiga había sido sarcástico, de verdad que se sentía molesto y de una cierta manera traicionado por su hermano. Y no era que no quisiera contarle a Alex al respecto, de hecho, sí pensaba hacerlo. Pero lo iba a hacer en el momento en el que se sintiera listo, que definitivamente, no era ahora.
Después de todo, contarle a tu casi hermana mayor que eres gay y te habías enamorado de tu mejor amigo, no era algo que se pudiera decir muy fácilmente que digamos.
Y como si la rubia hubiera leído su mente, inmediatamente continuó hablando en un intento por trasmitir su sabiduría a su querido padawan.
— Taiga, no te enojes con Tatsuya.
Kagami sólo hizo un puchero. No era como si estuviera molesto de verdad con el peli negro, pero este no se iba a salvar de una buena confrontación por ir de chismoso con ella.
— ¿Sabes por qué Tatsuya me contó todo esto?
— No. — Y no había nada que Alex dijera que pudiera hacer parecer a Tatsuya como un buen hermano.
— Me lo dijo porque piensa que necesitas ayuda. Y sinceramente, yo pienso lo mismo.
— … ¿Crees que... el hecho de que me guste un hombre... es malo?— Kagami se adelantó a sus conclusiones y por un momento creyó que a lo que su maestra se refería, era a que necesitaba ayuda psicológica para corregir su orientación sexual.
— HELL NO!— Gritó la rubia, casi parándose de su asiento. —Taiga, c'mon! ¡Vivo en LA! ¡Tú viviste aquí conmigo y me conoces! Me sorprende que me digas eso.
— Oh... Cierto...— El pelirrojo se sintió ligeramente apenado. Era verdad, de todas las personas que conocía, Alex era la más abierta. Si había alguien que jamás lo juzgaría por ser quien era, definitivamente sería ella.
— Cuando dije "ayuda", me refería a ayuda en tu conquista. Tatsuya piensa que vas a paso de tortuga, y que si no te apuras te lo van a ganar. — Explicó la rubia, recordando que con su joven pupilo tenía que ser lo más explícita posible. Después de todo, ya bien sabía que su Taiga sólo era inteligente para el baloncesto y la comida.
— Aaahhh... — Kagami comenzaba a entender por qué su hermano había ido de chismoso con ella. Y a pesar de que aún no estaba muy feliz con la manera en la actuó el peli negro, tenía que admitir que en parte tenía razón. Sino hacía algo pronto respecto a Kuroko, no sabía qué podría pasar. O mejor dicho, no quería imaginárselo. — Pero... si lo que quería Tatsuya era ayudarme, en ese caso ¿por qué no hablo él conmigo?
— No me lo dijo directamente, pero creo que tiene que ver con Murasakibara Atsushi. Probablemente él también está enamorado de Kuroko.
— Nah, de toda la generación de los milagros, él es el único del que estoy seguro que no tiene los síntomas de la Kurobsession.
— Ha! Kurobsession? That's a good word to describe it... ¿Pero, por qué estás tan seguro?
— Murasakibara es el único que se mantiene leal a Akashi Seijuuro. Como Tatsuya se ha vuelto muy amigo de Murasakibara, probablemente se le complica tomar dos bandos y apoyarme a mi al mismo tiempo que apoya a ese gigante, quien está del lado del enano psicópata.
— My gosh! ¡Esto suena muy emocionante! Parece una de esas telenovelas latinas, ¡llena de drama por todos lados!
—... Kind of.— Ahora que Alex se lo decía, era verdad... Les habían pasado tantas cosas que ya tenían material suficiente para hacer una telenovela. Con Kuroko como la bella protagonista... y Akashi y Aomine como los villanos... según Kagami.
— Bueno, mañana es sábado y te puedes desvelar. Así que cuéntame todo Taiga.
— Creí que Tatsuya te había contado todo. — Reafirmó el chico tigre, recordando las palabras textuales de la americana.
— Dah, pero desde su punto de vista. Yo quiero escuchar el tuyo. — Alex hizo un gesto como diciendo: "C'mon Bro!". — Además, sé que mañana tienes una fiesta muy importante~~
— Pues, no estoy seguro si se le pueda considerar importante... Digo, muy apenas conozco a la festejada.
— ¡Pero es tu primera fiesta con Kuroko! Y Taiga, déjame decirte, no sé como sea en Japón, pero estoy casi segura que en la mayor parte del mundo civilizado, ¡este tipo de fiestas son el lugar ideal para que cosas románticas sucedan entre los adolescentes! ¡podrás disfrutar de la compañía de Kuroko en un lugar y ambiente completamente diferente al de la escuela o al del club de baloncesto! Y eso es muuuy bueno para cualquier relación.
— Ahhmm... sí... este-bueno... No es como si fuera a estar sólo con Kuroko ¿recuerdas?. Toda la parvada de locos estará ahí.
— ¡Pues para eso me tienes a mí! Te puedo dar consejos muy buenos para perder de vista a los otros. Además de unos excelentes tips para besar y para hacer hickeys~~ — Alexandra se pasó la lengua por los labios de una manera muy sensual. A pesar de sus gestos eróticos, ahora se sentía como una madre de verdad con su hijo adolescente, pues estaba a punto de pasar su sabiduría y sus conocimientos, no precisamente buenos, a su joven e inocente cuasi-hijo-hermanito Taiga.
— I-I... don't need that!— El pelirrojo estaba rojo hasta las orejas.
— ¡Jajaja! ¡Claro que sí! ¡Y me vas a escuchar Taiga Kagami García!
— ¿¡García!?
— Yeah. ¿Qué tiene de malo que tengas mi apellido? Prácticamente yo te crié.
— No... you didn't...— El pelirrojo había comenzado su sentencia muy seguro, hasta que se puso a recordar su infancia y adolescencia en América, y quién había sido el único adulto en la mayoría de sus recuerdos. —Oh my God... you kinda did...
— Hahahaha, see?!
Y así comenzó otra noche de poco sueño para el chico tigre. Que a pesar de que no tenía que ir a la escuela al día siguiente, tenía muchísimo sueño debido al estrés y al cansancio que limpiar el edificio embrujado de su escuela le había causado.
Sin embargo, después de su conversación de casi cuatro horas con la rubia, y a pesar de todo el sueño que estaba sintiendo, tenía que admitir que los consejos que le había dado no sonaban del todo mal... sino todo lo contrario. Sólo necesitaba encontrar el momento justo para aplicarlos.
Y principalmente, el valor para llevarlos a cabo...
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Eran las doce de la mañana con un minuto. Lo cuál significaba que los horóscopos de Oha-Asa, vía online, ya estarían actualizados.
Shintarou abrió la tapa de su computadora portátil y rápidamente ingresó al sitio web astral más frecuentado de todos, claro, al menos por él.
Sus ojos encontraron sin mayor dificultad la lista de signos zodiacales que indicaban quién estaba en primer, segundo, tercer lugar, etcétera. Además del color y el objeto de la suerte para cada uno.
En primer lugar se encontraba géminis, el signo de Kise.
El peli verde torció la boca ligeramente. Pues en definitiva, el hecho de que el fastidioso rubio estuviera en primer lugar, no le daba ninguna buena espina...
Sin embargo, una sonrisa de satisfacción apareció en su rostro al ver quién era el signo que se encontraba en el último puesto...
"Virgo..." Se dijo el peli verde a sí mismo, su sonrisa aún presente. Si virgo estaba en esa posición, significaba que Aomine tendría un muy, pero muy mal día...
El tirador estrella dejó ir una pequeña risa, mientras pasaba una de sus manos a través de su cuero cabelludo. "Aomine, parece que tu posible relación con Kuroko terminará mañana..."
Midorima lo sabía mejor que nadie, si Oha-Asa lo decía, era porque era verdad...
No obstante, su pequeño rato de felicidad terminó tan rápido como llegó, pues el signo que se encontraba junto al signo de Aomine, en el penúltimo lugar de la lista, era nada más y nada menos que acuario... el signo de Kuroko...
Lo único que el peli verde podía hacer, era llevar consigo el objeto de la suerte para los acuarios.
Un pañuelo...
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La tan comentada fiesta de la hermana del rubio comenzaría a las nueve de la noche, y como el modelo les había dicho, no había necesidad de ser extremadamente puntuales, ya que el evento se llevaría a cabo en un club y la gente podría llegar a cualquier hora a lo largo de la noche.
Si ese era el caso, Tetsuya no podía entender por qué se encontraba esperando, sentado y leyendo una revista de "Vanidades", a las siete de la noche, en fila para ser atendido en un salón de belleza junto a su abuela.
El peli celeste ya era bien conocido por no hacerse notar entre la gente, pero en un lugar dónde sólo había mujeres mayores, definitivamente resaltaba más que nunca. La mayoría de las otras clientas del lugar eran vecinas o conocidas de su abuela, y todas habían recalcado lo lindo que era el muchacho y la hermosa piel de porcelana que poseía. Le habían pellizcado las mejillas y le habían revuelto su sedoso cabello azul cielo.
De verdad que si no fuera porque su abuela lo había engañado para ir a ese lugar; diciéndole que por favor la acompañara al súper mercado para ayudarle a cargar las pesadas bolsas, jamás habría siquiera considerado poner un pie en semejante sitio.
Sí, quizás era gay, muy gay, pero no en ese sentido. Sólo le gustaban los hombres y sus... cosas... pero nada más.
— Siguiente por favor. — Dijo la melosa voz de la estilista a cargo, volteando a ver a la abuela y a su adorable nieto de inusual cabello.
— Hola.— Saludó la abuela con una gran sonrisa. — Este es mi nieto Tetsuya, y hoy tiene su primer fiesta de chicos grandes.
— ¡Oh! ¿¡Una ocasión especial!?— La estilista se emocionó en cuánto escuchó esas palabras.
— ¡Sí! — Y la abuela también. — ¿Crees que podrías ayudarlo a resaltar más y a que use un peinado más a la moda?
Tetsu tenía sus ojos ligeramente entrecerrados y sus cejas bastante fruncidas. No podía creer lo que su abuela le estaba pidiendo a esa mujer, y tampoco podía creer que de verdad se iba a quedar en ese sitio para que lo transformaran en sabe Dios qué.
— ¡Ay pero por supuesto! — La estilista dio unos brinquitos hacia Tetsuya quedando a sólo unos cuántos centímetros de su rostro. — ¡Pero que belleza! ¡Este joven es un verdadero diamante en bruto!
— ¿Verdad que sí?
— ¡Por supuesto señora!. No se preocupe, déjelo en mis manos y verá que su nieto será el chico más guapo de todo el evento.
El peli celeste sólo quería irse muy lejos y esconderse en su habitación. De verdad que no entendía por qué rayos no podía simplemente cambiarse e irse a la fiesta con cualquier ropa normal como siempre hacía. ¿Qué tenía de malo conservar su esencia de chico invisible? ¿Y por qué diantres su abuela se empecinaba tanto en querer hacerlo resaltar? Aunque las palabras textuales de la mujer habían sido "hacerlo brillar".
Además, Kagami-kun pasaría por él a las ocho y sólo faltaba una hora. Comenzaba a temer que no llegaría a tiempo, pero afortunadamente tenía su celular a la mano para mandar un mensaje a su luz en caso de cualquier contra tiempo.
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Después de casi una hora, Kuroko sentía que habían sido los minutos más lentos de toda su vida...
La experiencia no había sido nada agradable; le habían jalado y quemado el cabello, lo habían roseado con cantidades exorbitantes de fijador y sabe Dios qué otros menjurges, y lo peor de todo, le habían dado una "ligera" depilación a sus vírgenes cejas. Sentía un gran dolor y ardor, y sinceramente no se explicaba cómo era que las mujeres se sometían a semejante tortura sólo para lucir un poco mejor.
Estaba bien que era una persona muy paciente y estaba dispuesto a hacer casi todo por su querida abuela, ¡pero esto era demasiado! No iba a quedarse ni un minuto más ahí a ver como lo transformaban en una linda muñequita.
Si la tortura no acababa en ese instante, estaba seguro que se levantaría de su silla y saldría corriendo del lugar tan rápido como sus piernas pudieran llevarlo.
Sin embargo, justo antes de que eso ocurriera, la estilista dijo las tan esperadas palabras mágicas.
— Listo Tetsu-chan~~ ya puedes irte.
El chico invisible creyó que no había escuchado bien, e instintivamente volteó a ver a la mujer con cara de: "¿Eh?".
La estilista retiró la bata negra que había colocado sobre Kuroko y tomó un espejo de mano que tenía sobre una de las repisas, pasándoselo al peli azul para que le diera un vistazo a su propio reflejo.
Tetsuya se quedó con la boca abierta, no podía creer que la persona que estaba viendo, fuera él...
¿Quién lo diría? Su abuela sí había logrado su cometido...
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Kagami se encontraba a unos cuántos pasos de la casa de su sombra.
El joven pelirrojo portaba unos jeans, una playera oscura y una chaqueta color café. Quizás no era algo que él mismo hubiera escogido, pero su querida entrenadora Alex lo había ayudado, por no decir obligado, a decidir su outfit. La rubia había insistido en que el joven tenía que verse sexy y juvenil a la vez, sin intentar lucir demasiado producido.
A Taiga no le molestaba mucho, de todas maneras el gusto de Alex no era tan malo y para ser honesto se sentía bastante cómodo en esa ropa.
El pelirrojo revisó su reloj y pudo ver que eran las ocho con cinco minutos. ¿Cinco minutos no podía considerarse tarde, cierto? No es como si Kuroko se fuera a molestar con él por llegar sólo unos minutos después de la hora que habían acordado... ¿o sí?
— Kagami-kun.
Dijo una pequeña voz detrás del chico tigre.
— ¡WAAAHH!— Gritó el pelirrojo mientras daba un ligero salto.
— Ah, ¿te espanté?
Kagami puso una mano en su pecho como para calmar sus fuertes palpitaciones. De verdad que detestaba que Kuroko siempre le hiciera lo mismo.
— ¡Puta Madre Kuroko! ¡¿Cuándo vas a dejar de hacer e-
Pero el chico tigre se quedó a media sentencia, pues apenas volteó, y fue sorprendido con la imagen de alguien que se parecía a Kuroko... pero no podía ser él... ¿o sí?
— … ¿Kagami-kun?
— …
— … ¿Estás bien? — Tetsuya ladeó su cabeza ligeramente. Sólo esperaba que esta vez no hubiera espantado tanto a su luz como para hacer que entrara en una especie de estado de shock.
Taiga tenía sus ojos abiertos a más no poder, ese joven que estaba enfrente de él, si era su sombra... pudo comprobarlo después de escucharlo hablar.
Kuroko llevaba su cabello en un estilo sexy y ligeramente despeinado, sus mechones iban de un lado a otro sin mucho control, sin embargo, tal desorden sólo podía describirse como perfecto. Además, sus ojos lucían ligeramente diferentes, más acentuados y de cierta manera, mucho más profundos y místicos.
Kagami sólo podía describir al joven que estaba frente a sus ojos como perfecto.
— Kagami-kun, perdón. ¿Estuviste esperando mucho?
— … ¿Eh?
— Acabo de llegar, mi abuela me obligó a ir a... a un lugar para que me arreglaran el cabello...
— ...Ah... — Al parecer Taiga ahora comprendía el por qué del cambio de look de su amigo. Sin embargo, no parecía ser capaz de responder con otra cosa que no fueran monosílabos.
— Deja subo a cambiarme. No me tardo.— Y Tetsuya abrió la puerta e ingresó a su casa para hacer justo como había dicho.
Dejando a un Kagami bastante confundido, extrañado, embelesado, y de alguna forma, ligeramente excitado...
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Dos minutos después, Tetsuya volvió hacia dónde se encontraba el pelirrojo.
— Estoy listo.
— … ¿Eh...? ¡Ah-ah! S-sí, si... bueno, ya vámon-
Y nuevamente, Taiga se quedó en otro estado de idiotez al ver a su sombra con su look completo.
No sólo Kuroko se veía endemoniadamente sexy con su cabello alborotado y sus cejas arregladas, sino que ahora se sumaba un factor que definitivamente no pasaría desapercibido por nadie; sus ajustados jeans...
Además, el joven peli celeste lo había combinado con una playera blanca, una chaqueta negra que se veía muy cool y sólo enfatizaba su aire de misticismo.
Pero los jeans... los jeans le quedaban tan... tan justo a la medida... contorneando las delgadas y ligeramente musculosas piernas, ciñendo la entre pierna y envolviendo de una manera tan provocativa el lindo, y al parecer, nada pequeño, trasero...
"Oh... damn it..." Pensó Kagami, sin darse cuenta de la manera en la que se había quedado viendo fijamente a su mejor amigo.
— Ehmm... Esto también... lo escogió mi abuela. — Explicó Kuroko, notando la mirada fija de su luz y sintiéndose un poco intimidado.
¿Quizás no se veía bien y por eso Kagami lo veía así...?
— Remind me to thank her later, she did an awesome job...
— … ¿Qué?
El pelirrojo había estado tan idiotizado que no se dio cuenta que sus pensamientos en inglés habían salido. Afortunadamente para él, Kuroko no había entendido nada.
— Ah digo- emm.. ¡Está bien! ¡Tu outfit está cool, muy cool!
— Oh... gracias... — Tetsuya esbozó una pequeña sonrisa mientras bajaba la mirada tímidamente. —¿No crees que es algo... pesado, para mi?
"You look fucking sexy, flawless, amazing, breathless, beautiful..." Eran los adjetivos en los que pensaba Taiga, sin embargo, lo único que salió de su boca fue:
— Nah, para nada... T-te ves-s muy bien... enserio...
A pesar de la vergüenza que sentía por estar arreglado y vestido de esa manera, Tetsu no pudo evitar sonreír de la manera angelical que rara vez dejaba ver a los demás. Dejando a Kagami sin respiración.
— Gracias, Kagami-kun... Bueno, creo que ya debemos irnos.
— ¿Ha?
— Que ya debemos irnos.
— ¡A-a sí! Sí-sí... ya vámonos...
Y ambos comenzaron a caminar hacia la estación.
Si Kuroko no supiera que Kagami era heterosexual, juraría que a su amigo le había gustado de más su cambio de look.
"Lástima que seas hétero, Kagami-kun..." Pensó Tetsuya mientras daba un largo respiro.
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— Kagami-kun...— Kuroko jalaba la camisa de su luz como si fuera un niño pequeño.
— ¿Qué?— Preguntó simplemente Taiga, comenzaban a ver un montón de gente joven y fashionista por esa zona, y era de esperarse, puesto que ese sitio era uno de los lugares más "in" de todo Tokyo.
"Parece que Kise tiene más fama y dinero de lo que creí..." Pensó el joven que venía de América completamente anonadado. Era obvio que esos clubs eran elitistas y no dejaban pasar a cualquiera... muy probablemente eran exclusivos para millonarios, políticos y artistas...
— Kagami-kun.— Volvió a repetir Tetsuya, atrayendo por fin la atención de su amigo.
El pelirrojo por fin detuvo sus pasos e inmediatamente volteó a ver a su sombra con una cara de curiosidad.
— ¿Qué pasó?
— ¿Estás seguro qué es por aquí?
— Si... — Pero solo por si acaso, Kagami sacó su smartphone y volvió a abrir la aplicación de mapas, al parecer ya solo faltaba una cuadra. — ...Ya casi llegamos.
Tetsu volteó sus ojos hacia la dirección que el mapa del celular indicaba, y vaya, al parecer el lugar al que ellos iban era el club con la fila más larga de todas...
— Jeje...— La risa nerviosa de su luz hizo que el peli celeste dirigiera su atención hacia él nuevamente.
— Me alegra estar haciendo esto contigo... Tú sabes, a pesar de que viví en América, es la primera vez que voy a un club y... si no fuera por tí, me sentiría completamente fuera de lugar...— El pelirrojo estaba ligeramente sonrojado. La verdad es que nunca le había interesado ese tipo de ambientes, además de que aún le faltaban tres años para cumplir la mayoría de edad en Japón, y cuatro en América. Sin embargo, tal y como Alex le había dicho, esta era una nueva experiencia y como toda cosa nueva, admitía que se sentía nervioso y hasta cierto punto, emocionado. Pero más que nada, la simple idea de poder compartir algo así con Kuroko, hacía que el corazón se le acelerara increíblemente.
Y cabía repetir que, Kuroko se veía endemoniadamente sexy con esa ropa... Su cabello alborotado lo hacía lucir tan fucking handsome, en palabras textuales de Kagami, y esos pantalones ajustaban tan perfectamente su trasero... haciéndolo lucir completamente delicioso, sensual, y sobre todo, listo para ser embestido contra una pared.
"What the hell am I thinking!?" Pensó el alto, cubriendo su rostro con una de sus manos. No podía permitirse tener semejantes pensamientos con Kuroko, al menos no ahí, no enfrente de él y enfrente de tanta gente. "Calm down... calm down... look anywhere else but his butt... look anywhere else but his but... damn it! I looked!"
— ¿Kagami-kun? ¿Estás bien?— Sin embargo, para Kuroko, parecía que Kagami estaba teniendo un ataque de nervios... eso o, tenía muchas ganas de ir al baño.
— Ah, si sí... amm, vamos a formarnos de una vez.
— Ok...
— ¡Kagami! ¡Kuroko!— Una voz familiar hizo que ambos jóvenes voltearan hacia el lugar de donde eran llamados.
— Esa voz... — Dijo el peli celeste, ubicando inmediatamente al portador de ella. — ¿Takao-kun?
— ¡Hola!— Un emocionado Takao los saludaba desde la mitad de la fila, al lado de él se encontraba un Midorima extremadamente sonrojado. Al parecer era otro de las víctimas del nuevo look del peli celeste.
Los dos jóvenes de Seirin se acercaron hacia ellos, ambos estaban completamente agradecidos de haber podido encontrar a un par de conocidos tan pronto.
— ¿Cómo están?— Preguntó Kazunari casi gritando, la entraba del club estaba cada vez más cerca y el ruido proveniente de este se hacía cada vez más fuerte.
— Bien.— Respondieron al unísono ambos chicos de Seirin, que también tuvieron que gritar ligeramente para poder ser escuchados.
— ¡Kuroko-kun!— Takao puso sus brazos sobre los hombros del joven. — ¡Pero que bien te ves! ¡Me costó un poco de trabajo darme cuenta que eras tú!
El chico sombra no supo como tomar ese comentario, por lo que prefirió categorizarlo como un cumplido. Después de todo, era cierto que el look que traía ese día, era muy diferente a lo que siempre usaba.
— ¡Shin-chan! ¿¡Verdad que Kuroko-kun se ve muy bien!?— Preguntó Kazunari a su supuesto mejor amigo, dándole unos codazos muy obvios en el costado. Obteniendo como respuesta un puchero y unos ojos asesinos por parte del peli verde.
— No se de qué hablas, yo lo veo igual que siempre. — Midorima giró su mirada hacia otro lado y se acomodó los lentes, tratando de ocultar con todas sus fuerzas el rubor que amenazaba con plantarse en su rostro
— ¡Ay Shin-chan, lo que pasa es que tu no tienes ningún sentido de la moda! ¡Mírate nada más, con tu outfit de chico nerd!
— Yo no le veo ningún problema a mi ropa, Takao
— Si tú lo dices...
— ¿Qué estás diciendo?
— Lo que importa es que tienes salud, Shin-chan. El sentido de la moda no es lo más importante...
Antes de que Midorima pudiera responder a ese comentario, la risa de Kagami los detuvo.
—Jajaja, ustedes dos actúan como una pareja de casados.
— ¿¡QUÉ!?— Gritaron ambos al unísono, aunque Midorima parecía ser el más impactado de los dos.
Kuroko también comenzó a reír levemente. Ahora que lo pensaba, Midorima-kun y Takao-kun si parecían una pareja de casados.
En cambio Takao, en lugar de ofuscarse todo como su amigo zanahoria, prefirió seguir la corriente del juego.
— Sí, pero por la actitud de mi amigo Tsunderima aquí presente, parecemos un matrimonio de viejitos amargados. Bueno, de hecho sólo él, miren nada más esa cara de "tengo serios problemas intestinales" que se carga.
Kagami y Kuroko no pudieron evitar reír ante el comentario. Mientras Midorima comenzaba a preguntarse si ese Bakao estaba de su lado o no.
— ¡KUROKOCCHI!— El grito de banshee de cierto rubio hizo que todos giraran sus cabezas hacia la dirección de dónde lo habían escuchado.
Kise había salido de sabía Dios dónde, pero ninguno de ellos lo había visto venir. Y ahora se encontraba abrazando al peli celeste por los hombros, sacudiéndolo ligeramente.
— ¡Wow Kurokocchi, te ves tan, tan, tan, tan, tan, t— Ryouta no pudo terminar su frase debido al fuerte golpe en la cabeza que recibió por parte de Kagami y Midorima.
— ¡Auch! ¡¿Por qué demonios fue eso?!
— Por que te trabaste y pensamos que necesitabas un golpe para seguir funcionando.
— ¡Ni que fuera una televisión vieja!
— Pero mira, si funcionó, ya dejaste de hablar como retrasado mental.
Ryouta decidió que por ahora era mejor dejar de lado su enojo. Además, aunque no le gustara admitirlo, ya se estaba acostumbrando al bullying que sus ex compañeros le hacían.
— Nah, sólo me golpean por que me tienen envidia. — Y antes de que alguno de esos dos pudiera replicar, el rubio regresó su atención con el peli celeste.
— Kurokocchi, de verdad te ves muy bien~~
Sin embargo, la estoica cara del Tetsuya ni se inmutó.
— Gracias, Kise-kun.
En un principio, Kuroko no sabría como respondería ante el modelo y sus halagos, tomando en cuenta que este ya se le había declarado formalmente y eso cambiaba radicalmente las cosas. Pero si Kise continuaba comportándose como un rubio bobo, su repelente anti-tontos funcionaría con naturalidad.
De igual manera, el copy cat no se tomó a pecho la fría actitud de su crush, y mejor decidió cambiar de táctica.
— Oigan, ¿por qué están haciendo fila?
— Pues, ¿para entrar no? — Takao no le hallaba lógica a semejante pregunta. Tal vez el golpe que su amigo Shin-chan y Kagami le habían dado al rubio, comenzaba a tener sus estragos.
— No, no me refiero a eso. — Ryouta se dio cuenta que quizás a sus amigos se les había olvidado revisar los boletos dorados que su hermana les había dado. — Sus entradas son VIP, no tienen que hacer fila~~
— ¿¡Y ahora nos lo dices!? — A Midorima no le daba mucha gracia enterarse de ese dato, pues él y Takao ya llevaban más de una hora esperando afuera.
— No me reclames Midorimacchi. No es mi culpa que no hayas revisado tu boleto. Además, Momocchi, Aominecchi, Akashicchi y Murasakibaracchi sí se dieron cuenta de ello y ellos entraron directamente.
Shintarou chasqueó la lengua con frustración. Él no era una persona descuidada o distraída prácticamente en ningún aspecto. Sin embargo, tenía que admitir que esta vez se le había olvidado por completo poner mayor atención las letras impresas que venían en su boleto.
Casi inmediatamente después de que Kise había dicho ese dato, Kuroko, Kagami y Takao, sacaron sus entradas y pudieron comprobar que efectivamente, ahí decía que ellos eran acreedores a entradas VIP, y que por lo tanto, podían entrar sin hacer fila.
— Jeje, cuando vi que faltaban ustedes, pensé que lo mejor sería ir a echar un vistazo a la fila. Y vaya sorpresa que me di al darme cuenta que sí estaban aquí. — Ryouta abrió uno de los cordones que mantenían a la hilera de personas en orden, les extendió un brazo como indicando que podían pasar, y rápidamente agregó: — Es mejor que entremos de una vez. Estoy seguro que se van a quedar con la boca abierta cuando vean la decoración del lugar.
Y los cuatro jóvenes siguieron al modelo hacia dentro del concurrido club.
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(Martin Garrix- Animals)
A pesar de ser un lugar bastante oscuro, las luces de neón y los lásers que iban y venían hacían un buen trabajo en alumbrar al menos lo necesario para que uno pudiera ver por dónde iba. Había varias pantallas gigantes colocadas en lados contrarios del gran salón, donde se podían ver videos musicales de las canciones que el dj tocaba.
Pero lo más impactante de todo, al menos para el peli azul, era la gran cantidad de gente en el lugar. Había muchos jóvenes bailando, muchos otros platicando en unas pequeñas salas colocadas en varias partes, y muchos, muchos más, por no decir la gran mayoría, se encontraban en la zona del bar.
Era de esperarse que fuera así, probablemente la mayoría de los amigos de la hermana del rubio eran de su edad, por lo que todos ellos estaban más que felices de embriagarse a sus anchas. Después de todo eran mayores de edad y podían hacerlo.
— ¿Les gusta?— Preguntó el rubio a sus amigos mientras se adentraban cada vez más en el club.
Sin embargo, ni Kuroko, ni Kagami, ni mucho menos Midorima y Takao pudieron responder. En parte por lo fuerte que estaba la música, y otra, por lo impactados que se encontraban al estar en un club de verdad.
— Nee, Kurokocchi... — El modelo se acercó hacia su amigo peli celeste y casi susurró en su oído, consiguiendo toda su atención. — Tienes que prometerme que bailarás conmigo, ¿sí?
Tetsuya no pudo evitar sonrojarse ante tal propuesta. Pero afortunadamente, el rojo escarlata de sus mejillas era imposible de notar con la iluminación que había.
El joven pensaba dar por respuesta una negativa, diciendo que no era posible que dos hombres bailaran enfrente de tanta gente, pero al ver la pista de baile, definitivamente la homofobia no podía ser usada como una excusa, al menos no en ese lugar. Pues según podía ver, aproximadamente un veinte por ciento de las parejas presentes en la duela eran del mismo sexo.
Sin embargo, antes de que el peli celeste pudiera siquiera responder, o al menos considerar aceptar la oferta del rubio, pudo ubicar a cierta persona que se encontraba dentro de su campo de visión.
— Aomine-kun... — Susurró Tetsu, olvidando completamente la petición del joven modelo.
Ryouta esperaba que Kurokocchi le respondiera con un tímido sí, o al menos con su típico: "Gracias pero no gracias, Kise-kun". Pero no, el peli celeste le había contestado con un romántico susurro del nombre de Aominecchi...
El peor tipo de respuesta que cualquier hombre enamorado pudiera recibir, si le preguntaran a Ryouta.
El rubio levantó la mirada y efectivamente, a unos cuantos metros de distancia y cerca de una de las pequeñas salas tipo lounge, se encontraban Aominecchi Y Momocchi...
Tetsu no lo pensó dos veces, e inmediatamente se dirigió hacia ellos, seguido por el chico tigre, el esotérico y su amigo.
Ryouta suspiró derrotado e hizo un puchero, no era la primera vez que Kurokocchi le hacía un desaire de esos... Sin embargo, su cara de tristeza fue pronto reemplazada por un sonrisa confiada.
—Disfruta de tus últimos minutos de esperanza con "Tetsu", Aominecchi...— Dijo el rubio particularmente a nadie, mientras se daba media vuelta y se iba en la dirección contraria a la que sus amigos se habían ido.
Era hora de poner en marcha su plan...
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Showtek - We Like To Party (Original Mix)— Momoi-san, Aomine-kun.— Tan rápido como escucharon sus nombres, los dos jóvenes mencionados se voltearon inmediatamente para saludar a su amigo.
— ¡Tetsu-kuuuuun!— Y el ya conocido y muy meloso grito de la peli rosa no se hizo esperar.
Sin embargo, apenas Momoi se giró para abrazar a su crush, se detuvo en seco. Estaba segura que había escuchado a Tetsu-kun... pero... ese sensual joven de cabello azul cielo enfrente a ellos... se parecía a él, pero... no era... ¿o sí?
Y si Satsuki estaba impactada, Aomine lo estaba aún más.
Sus ojos no se habían abierto tanto desde que estaba en la secundaria, su ritmo cardíaco se había acelerado como loco y sus manos habían comenzado a sudar.
— Hola, ¿cómo están?— Agregó el peli celeste, tratando de hacerlos ver que sí se trataba de él. Comenzaba a entender que con ese look la gente tendía a desconocerlo.
— ¿¡T-TE-TETSU-KUN!? — La peli rosa no podía creer lo que sus ojos veían... Al parecer sí se trataba de su amado, sólo que con un sexy cambio de imagen.
— ¿Sí? — Respondió el joven inocentemente.
— ¡KYAAAAAA!— Momoi ya no pudo soportarlo más y se le dejó ir encima, convirtiéndose en la envidia de Kagami, Aomine y Midorima, al ser la única libre, (probablemente libre de prejuicios), para abrazar al peli celeste.
— ¡TETSU-KUN! ¡TE VES GUAPÍSIMO! ¡GUAPÍSIMO! No que no te vieras así antes, pero... ¡AH! ¡FOTO, FOTO! ¡Tengo que tomar una foto!
"¿Por qué no pensé en hacer eso antes?" Se preguntó Kagami, que también sacaba su smart phone para aprovechar el momento.
Sin embargo, antes de que cualquiera de ellos pudiera tomarla, Satsuki fue inteligente y decidió que este era un buen momento para ayudar a su bruto mejor amigo.
— ¡Dai-chan, ponte al lado de Tetsu-kun!
— ¿Q-qué?
— ¡Que voy a tomar una foto de ustedes dos!
— ¿E-eh? — Tetsu también se había sorprendido por la idea.
— ¡Vamos, que no les dé pena chicos!
Y con movimientos casi robóticos, tanto Aomine como Kuroko se colocaron uno al lado del otro, apenas tocándose.
— ¡Ay por favor! ¡Abrácense o algo! ¡Hagan de cuenta que se quieren!
Aunque la intención de Satsuki era ayudarlos, claramente estaba logrando el efecto contrario, pues ambos chicos se habían tensado todavía más. No era que no se quisieran... sino que... precisamente por qué se querían, era que no podían abrazarse así como así, al menos no cuando se encontraban rodeados de tanta gente.
Takao decidió que él también iba a ayudar a su amigo a pesar de que este nunca le hubiera dicho que necesitaba ayuda, o de que nunca le había dicho que le gustaba cierto peli celeste... Pero oh bueno, él tampoco iba a dejar que les comieran el mandado justo frente a sus ojos, e inmediatamente se puso al lado de la peli rosa.
— Momoi-chan ¿qué te parece si yo tomo la foto, ne?
— ...¿E-eh?
— Sisi, déjame tomar la foto por ti y sirve que tú también apareces en ella.
La peli rosa puso cara de: "Ay que amable... pero no gracias... ahora vete a molestar a otro lado, amigo de Midorin."
Y de alguna manera, Takao parecía poder leer la mente de la joven. Pues él claramente le contestó con una cara de : " .JA. NEL. YA TE JODISTE MI REYNA. Ahora mueve tu lindo trasero con tus amigos para que yo pueda sacar esta foto."
—Tú también acércate Shin-chan, así podré capturar el hermoso reencuentro de los ex alumnos de la secundaria Teikou. — El peli negro le hizo una seña muy obvia al tsundere de su amigo para que se colocara al lado, o mucho mejor, detrás del peli celeste.
Sin embargo, había una persona además de Momoi que no se sentía nada a gusto con la idea.
— Oye, yo también quiero salir. — Taiga había fruncido sus cejas con molestia. Detestaba cada que sacaban cosas de "la secundaria Teikou", pues cada que lo hacían, era como si lo dejaran afuera y le echaran en cara que ellos compartían un lazo especial con Kuroko, un lazo que él jamás podría tener.
— Ay Kagami, pero es que entiende, esta foto es sólo para los chicos TEIKOU. Después de sacar unas quince fotos de ellos, ya te podrás unir.
— En ese caso, creo que les hacen falta dos personas más... ¿No lo crees así, Takao Kazunari? — Dijo una potente voz detrás del auto proclamado fotógrafo Takao.
— Ay... — Dijo el peli negro, al darse cuenta que ni Kagami ni alguno de los kisekis habían hablado.
No había duda alguna, esa había sido la voz del único e inigualable Akashi Seijuuro...
— Siiiii~~ Yo también quiero salir en la foto~~ — Y ese definitivamente había sido Murasakibara Atsushi. Nadie más, aparte de Kise, hablaría con un tono tan infantil.
— Hehe, well Taiga, it seems that you'll have to wait a little longer to be in that picture.
— Tatsuya? — Kagami estaba sorprendido a pesar de que ya sabía que a dónde quiera que el gigante de más de dos metros fuera, su querido hermano americano iría con él.
— Nice to see you again, Bro. — Dijo el guapo peli negro mientras le daba una palmada en la espalda al pelirrojo.
Mientras los hermanos se saludaban animosamente, a pesar de haberse visto el día anterior, Akashi y Murasakibara caminaron hacia sus ex compañeros.
— Kuroko, Aomine, Midorima, Momoi, buenas noches. — Saludó Akashi, obteniendo por respuesta un "Buenas noches, Akashi-kun" por parte del peli celeste y la peli rosa, los otros dos sólo se tensaron ante su presencia.
A pesar de que habían pasado muchas cosas juntos cuando estuvieron en la escuela embrujada, volverse a ver tan pronto y en un ambiente más normal, parecía endurecer la ya de por sí tensa atmósfera.
— Eeeh~~ hola a todos. — Saludó el alto mientras se ponía enfrente de Aomine. — Minechin, yo quiero ponerme aquí para la foto.
— ¿Ha? ¿Qué no ves que yo estoy aquí?
— Si, por eso Minechin, quítate o te aplasto.
— No me voy a mover de aquí, Murasakibara, y menos por ti.
— Entonces te aplasto.
Aomine no creía que lo que el peli lila decía fuera una amenaza verdadera, pero cuando comenzó a ver que efectivamente, ese gigante se le estaba dejando caer encima, no tuvo de otra más que moverse de su sitio.
— ¡Maldito Murasakibara! ¡Sino pesarás más de cien kilos te aseguro que no podrías hacer nada contra mí!
— Ehh~~ Minechin malo, me estás llamando gordo. — A Atsushi no le molestaba en lo más mínimo su peso, sin embargo, no podía dejar que el moreno le dijera cosas tan feas enfrente de todos.
— Aomine-kun, eso no se hace. — Y aunque Kuroko sabía que el peli lila no estaba realmente ofendido, él tampoco podía permitir que sus ex compañeros se atacaran con comentarios hirientes sobre su peso.
— ¿Tetsu? ¿tú también estás en mi contra?
— No, sólo creo que no deberías atacar a las personas en ese aspecto. — Y afortunadamente Kise-kun no estaba presente, pues él era el único que probablemente se pondría a llorar si le dijeran algo así.
— Ves Minechin, hasta mamá Kurochin me defiende.
— ¿Mamá?— Dijo Kuroko, bastante extrañado de que Murasakibara se refiriera a él de tal modo.
— Ay no te quejes. — Pero Aomine ya le traía cierto coraje al gigante desde que lo había llamado deforme cuando Tetsu casi le rompía la nariz, por lo que no fue capaz de dejar el tema por la paz. — Si vieras cuánto pesa Satsuki, te sentirías mejor.
La peli rosa volteó a ver a su amigo con cara de "Oh no you didn't!" a la guetto. — ¿Qué dijiste... Dai-chan?
— Ehh... ¿Que tú pesas más de lo que deberías? — Ahomine de verdad que no sabía cuando callarse.
El ojo izquierdo de Satsuki hizo un tic. Sinceramente a veces se preguntaba por qué estaba ayudando a alguien tan tonto e insensible como Daiki...
— Mukkun... ¿Podrías darle un golpe a Dai-chan por mí? — Y qué mejor venganza que hacer que alguien con más fuerza que él le diera su merecido.
— Bueno~~
— ¡O-oye no! ¡No es para tanto Satsuki! ¡Todos aquí estamos subidos de peso, hasta Midorima! ¿Verdad Midorima?
— No me metas en tus peleas, Aomine. — El peli verde se acomodó los lentes. — Y para tu información, yo estoy en mi peso ideal.
— Ay por favor. — Aunque siendo sinceros ninguno de ellos tenía sobre peso, pero Aomine ya no hallaba como salirse de la tumba que él mismo estaba cavando. ¿Tal vez el hecho de ver a Tetsu tan lindo, hacía que su inteligencia disminuyera en un cincuenta por ciento?
— Quizás Midochin es más flaco, pero está medio pellejudo. — Murasakibara parecía también tener una especie de rencor hacia el peli verde.
— ¿¡Qué dices!? ¿¡Pellejudo!?
— Siiii~~ a ti te cuelga la piel porque no tienes grasita~~
— Si a alguien le cuelga algo aquí déjame decirte que no es a mi.
— ¿¡A quién te refieres Midorin!?— Momoi había creído que la indirecta era para ella.
— Obviamente no a ti, Momoi.
Y la pelea siguió entre los jóvenes a excepción de Akashi y Kuroko.
El joven emperador aprovechó que los otros estaban distraídos en el calor de su discusión, para acercarse al peli celeste y comentarle lo embelesado que estaba con el nuevo look que portaba. Que a pesar de que Akashi, al igual que los otros enamorados de Tetsuya, se le había prácticamente detenido el corazón cuando lo había visto así, no podía evitar sentir unos crecientes celos al notar que esa noche Tetsuya estaba resaltando como ninguna otra, y tanto hombres como mujeres lo veían con admiración y deseo.
Seijuuro sabía que no podía demostrar sus celos frente al oji azul, al menos no aún, pero vaya que le hervía la sangre cada que notaba a un fulano o fulana viendo a su amor.
Sin embargo, trató de comerse esos sentimientos e inmediatamente se acercó al oído del joven, para susurrarle.
— Kuroko.
Cuando el peli azul volteó a verlo inocentemente, Akashi continuó.
— Siempre te ves muy bien, pero debo decir que esta noche luces impactante, te estas robando todas las miradas.
Tetsuya no pudo evitar sacar una sonrisa tímida ante el halago del emperador. Que aunque aún no lo había perdonado del todo, después de la gran ayuda que el pelirrojo le había brindado el día anterior, no podía evitar sentirse más cómodo con él.
— Gracias... Akashi-kun. — La mirada del oji azul permaneció en el suelo cuando dijo esas palabras.
El ex capitán se preparaba para decir algún otro dulce halago en el oído del bello joven, pero un fuerte y mal atinado comentario de cierto moreno, lo detuvo.
— Además, los únicos que pesan poquito de nosotros, son Akashi y Tetsu, ¡pero eso es por que están bien enanos!
Y después de esa sentencia, sólo hubo un gran silencio.
Inclusive Kagami, Himuro y Takao, que parecían estar ajenos a la pelea de los kisekis y platicando entre ellos sobre otras cosas, se habían callado justo en el exacto momento en el que Aomine había dicho eso.
Tal vez Akashi y Kuroko eran demasiado maduros como para pelearse por un insulto sobre su peso... Pero la cosa cambiaba drásticamente si se trataba de la altura, era el único combustible que ambos necesitaban para entrar en la pelea.
— Daiki... ¿Acabas de llamarme... enano? — Todos jurarían que vieron el ojo dorado del emperador brillar con más fuerza que cuando estaban en la Winter Cup.
— Ehhh... ¿no? — Pero qué tino tenía Aomine... De verdad que el moreno comenzaba a pensar que ese no era su día de suerte.
— Pero Aomine-kun... todos te escuchamos...— Y si había alguien que podía ser igual de aterrador que Akashi, pero en un ámbito de ultra tumba, era Tetsu.
— Yo digo que exiliemos a Minechin para que se le quite esa actitud de criticón que tiene.
— No estaría mal, después de todo Aomine no cree en los horóscopos.
— Oi, ¿eso qué tiene que ver?
— Que eres un idiota Dai-chan.
— ¡SONRÍAN!
— ¿Eh?— Dijeron todos los kisekis al mismo tiempo sin tener tiempo si quiera de voltear y mucho menos de posar.
FLASH
Takao había tomado la primer foto.
— ¡Bakao! ¿¡Por qué la tomaste así!? — Midorima estaba seguro que había salido haciendo gestos.
— Pues es que ustedes no tenían para cuando, y pues yo ya tengo hambre. — Era la verdad, ya llevaban mucho rato discutiendo y el joven poseedor del ojo del halcón se había comenzado a aburrir.
— ¡Esa no es excusa!
— Ay ya Shin-chan, no te enojes. Además, la foto salió bien graciosa. Todos ustedes parecen una gran familia feliz.
Pero las miradas de odio que recibió por parte de los kisekis, le dejaron muy en claro que no les gustaba para nada que les dijeran que parecían una familia, y mucho menos una feliz.
— ¿Pues qué? ¿Acaso no saben? Todas las familias se pelean al igual que ustedes, los psicólogos dicen que las personas que pelean mucho, en realidad es porque se aman.
— ¿¡QUÉ!? — Shintarou no podía creer que su ahora supuesto mejor amigo se pusiera a psicoanalizarlos.
— Acéptalo Shin-chan, amas a tus ex compañeros y no puedes vivir sin ellos.
Midorima quería seguir discutiendo, pero cierta peli rosa se le adelantó.
— Takao-kun, ¿podrías al menos... tomar otra foto por favor? Creo que todos salimos muy mal en la primera.
— Ok ok, pero sólo porque la dama lo pide con educación. No como cierto Tsundere que no es capaz de decir la palabra mágica.
— Cállate y toma la foto.
— Hai, hai ~~— Y Kazunari por fin tomó las demás tomas. Logrando que los jóvenes se quedaran algo encandilados por ver tantos flashes en tan poco tiempo.
— ¡Ok~~! ¡Ahora toca la foto dónde salimos todos! — El peli negro se giró hacia Kagami y Himuro. — Ya le tomé la foto a los kisekis, ahora sí podemos posar con ellos.
Los jóvenes semi americanos se acercaron al grupo, buscando un espacio dónde no tuvieran que pegarse mucho a Aomine, Midorima o Akashi. En tanto, Takao buscó a una persona de las que se encontraban cerca para que les tomara la foto.
— Disculpe señorita, ¿nos puede tomar una foto a mí y a mis amigos por favor?
— Ay~~ pero por supuesto guapo. — Por alguna razón, la voz de esa mujer había sonado muy gruesa... demasiado gruesa.
Y cuando la supuesta joven se dio la vuelta, Takao se volvió completamente azul... No se trataba de ninguna mujer... sino de un hombre...
— ¿R-Reo Mibuchi?
— ¿Sí~~,Takao Kazunari? No sabes qué felicidad me da saber que recuerdes mi nombre. — Reo le guiñó el ojo y tomó la cámara que Takao traía entre sus manos. Asegurándose de rozar la piel de ambos en el movimiento.
El pobre peli negro se giró inmediatamente y casi corrió hacia sus amigos. Se había puesto tan pálido que parecía que había visto un fantasma, uno muy diferente a los que había visto el día anterior.
Cuando Reo llegó hacia donde ellos se encontraban, el joven con corazón de doncella saludó alegremente a su capitán Sei-chan. Ya ambos se habían visto desde que habían llegado, pero se habían separado cuando Akashi se había ido con el peli lila para buscar a Tetsu-chan.
— ¡Digan Cheese~~!
Y aunque nadie dijo la palabra mágica, todos trataron de sonreír para la foto. A pesar de que hacía apenas unos minutos se estaban peleando como perros y gatos por meras idioteces.
Reo tomó un par de tomas más y su papel de fotógrafo había terminado.
— ¡Pero qué lindos salieron todos!
— Gracias, Mibuchi-san.
— ¡Ay Tetsu-chan, pero qué lindo te veees! ¡Mírate nada más! Estás listo para ser llevado directamente a la c-
Cuando Reo sintió la fuerte mirada del señor absoluto de Rakuzan, tuvo que tratar de cambiar el sentido de la oración que estaba a punto de decir.
— ...¡A-a la cena!
— ¿Eh?
— Sí, sí... Estee... ¿Qué acaso no han probado la comida? ¡Está deliciosa!
En cuánto la doncella dijo "comida" y "deliciosa", los ojos de Atsushi se iluminaron como dos estrellas y no esperó a que le dijeran dos veces para acercarse a la mesa de bocadillos.
Eventualmente, toda la pandilla siguió al peli lila. La mayoría de ellos no había cenado mucho y la verdad era que el estómago ya comenzaba a exigirles algo que digerir.
Justo cuando se movieron de lugar, cierto rubio los observaba con cautela a una distancia prudente. Al lado de él se encontraba una hermosa mujer de sorprendentes curvas y corto cabello negro.
— Kise-kun ¿dónde están tus amigos?
— Ah, no te preocupes Mai-chan, en un momento vamos con ellos.
El rubio le sonrió tontamente a la joven, para después girarse hacia otro lado y sonreír con malicia.
Si había sido capaz de destruir la imagen de Akashicchi frente a Kurokocchi, también sería capaz de hacerlo con Aominecchi...
Y tenía justo a la persona perfecta para ayudarle en ese trabajo, la curvilínea idol; Horikita Mai.
O en otras palabras, la fantasía más grande del moreno...
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CHAN CHAN CHAN~~
Les digo que Kise es medio yandere en mi fic D: Y pues está dispuesto a jugar medio sucio para sacar a la competencia~~
¿Qué pasará con Aomine? ¿Y cuándo se van a emborrachar y a bailar?
Todo eso y mucho más en el siguiente capítulo de su novela KnL ;)
De verdad, esta vez prometo actualizar pronto! Yo creo que por ahí del viernes 24 o el miércoles 29 subo cap :D pinky promise!