Espero que les guste la historia, es una idea que se cruzo por mi cabeza en colaboración con mi prima.

Esto va dedicado a ti prima.

Summary

Bella y Elena son mellizas, pero son separadas cuando niñas al divorciarse sus padres, por fuerzas de destino toda su historia estará entrelazada.

La primera vez.

Bella Pov

Iba a un bar a escondidas de Edward, habíamos discutido por el tema de mi transformación, se negaba, Victoria buscaba mi cabeza y aún así se negaba. Era ridículo, pero nada podía hacer.

La verdad, siempre que discutíamos hacia esto, me dejaba pensar y este era el lugar menos pensando para él.

Me senté en la barra y espere que el barman me atendiera.

- ¿me deja invitarle un trago señorita? - sentí una voz en mi oreja, pero a diferencia de otras veces, está vez no se mi hizo incomodo, es mas, me gire para ver al chico.

Gran error, era hermoso, incluso más que Edward, un humano, más bello aún, sus ojos azul eléctrico y me tenían hipnotizada y su pelo negro azabache hacía que me dieran ganas de acariciarlo.

- por supuesto - no se de donde salió eso, pero daba igual, no era como que fuera a traicionar a Edward.

- ¿que haces aquí? sola - argumento el chico.

- pelee con mi novio- hice una mueca, no quería hablar de eso.

- ¿por que lo hacen tan complicado? amarse debería ser fácil ¿no?- con Edward no.

- con Edward nunca lo es – bufé, las palabras salieron de mi boca antes de pensar en lo que había dicho.

- y... ¿lo amas? - lo pensé, claro que lo amaba, era el hombre perfecto, todo un caballero, y yo, la princesa en peligro. Aunque eso no me sonaba a mi, yo no quería ser la princesa, yo quería ser una guerrera, papá siempre me dijo que yo era su pequeña valiente.

-claro - el sonrió. Arrogantemente debo agregar, maldita sonrisa sensual.

- no es así, tu no lo amas - lo miré feo - no dudas cuando amas.

Talvez, solo talvez el tenía razón.

- ¿que sabes tu? - el reía.

- Nada, no se nada, así que ¿por que no me dices tu nombre? - okei, prefería cambiar el tema.

- Isabella Gilbert - estire mi mano, el hizo una mueca, parecía sorprendido pero luego volvió esa sexy sonrisa.

- soy Damon Salvatore - él me tomó la mano, pero en el acto miro mi muñeca confundido - ¿que te paso?

- me corte, soy un poco torpe - mentí a las vez que hacía una mueca.

- eres mala mentirosa Isabella - no me gustaba mi nombre, pero en sus labios sonaba tan… provocador.

- como sea, es tarde y debo ir a casa - me pare pero Damon me freno sujetándome de la cintura, quedando nuestros rostros a escasos centímetros.

- sin embargo te diré algo antes, tu no tienes lo que quieres - petulante.

- y... según tu... ¿que es lo que quiero? - lo enfrente.

-tu Isabella, quieres un amor que te consuma, quieres pasión y aventura e incluso un poco de peligro - su frase me cautivo, dios sentí que la respiración se me dificultaba.

- tengo peligro – oh, claro que tenía peligro.

-¿y el amor? - me separe bruscamente.

-adiós Damon, espero volverte a ver algún día - claro que lo quería volver a ver, aunque mi tono de voz sonora como si lo mandara al demonio.

- Isabella - me di vuelta y otro error su rostro estaba muy cerca del mío y me miraba fijamente a los ojos - tu encontraras todo eso, pero ahora olvidaras que esto paso, te iras a tu casa y creerás que acá lograste aclarar tus problemas.

Damon Pov

Había ido a Mystic con la intención de volver a estar con mi hermanito, ¿que pasa? me encuentro con que su novia, que es malditamente igual a Katherine y lo que es peor, era mil veces mejor que esa perra.

Pero no me quiero enamorar de ella, no le podía hacer eso a Stefan y no quería repetir la historia, definitivamente no.

Decidí que la mejor manera era viajar un rato y sin saber como, en este momento estaba conduciendo por las calles de Port Ángeles.

Vi un bar, al fin, entre e inspeccione el lugar, encontré a una hermosa castaña sentada en la barra.

Y desde que vi esos ojos, caí rendido ante ella, era hermosa, luego de que empecé a conversar con ella pude notar que era inteligente y muy enigmática.

Quería saber que ocultaba, como es que esta viva ante el ataque de un frío, según sabía si no morían, eran convertidos en brillantinas y ella sin dudas, no era una brillantina.

Su apellido, era otro enigma, quería saber si tenía algo que ver con Elena, o solo era una coincidencia y por alguna razón me molestaba el hecho de que hubiera un Edward.

Pero, eso se puede arreglar. No era de los que se rendía fácilmente y está chica causo algo en mi, inexplicable. Ya no había problema, podía volver a Mystic, alguien me interesaba más de lo que Elena me podría llegar a interesar.

¿Qué opinan? ¿Tiene futuro? ¿Le hago cambios? En serio espero que les guste por que me esforzare en el, claro que tienen que ser pacientes ya que de ninguna manera pienso dejar de lado mi otra historia (para que quiero la vida perfecta si lo tengo a el).

Por otro lado, acepto sugerencias de cualquier tipo.

Saludos y nos leemos.