Hola~
Bien les traigo el ULTIMO CAPITULO del fanfic. Aunque a Mily y a mí nos pone un poco tristes, estamos muy orgullosas de esta historia. Aunque aun falta el EPILOGO. ( y los agradecimientos :D )
Pido disculpas si es escapo un error, no tuve mucho tiempo de editar
Capitulo16
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Durante toda su vida había amado a Haruka y solo pensaba en el bienestar de esté, así que cuando nacieron sus hijos, producto de su amor, pensar en si mismo fue algo difícil de hacer, vivía para ellos tres para que tuvieran lo mejor y cuando salía a divertirse era con amigos de los dos, así que cuando conoció a Sakura fue un alivio porque era alguien que lo contaba como alguien aparte de Haru, alguien que se preocupaba por él.
Pero hasta ahí llegaba todo eso, Sakura era una cura, un alivió o quizás un capricho, algo que necesito para sentirse egoísta por unos momentos, nunca lo iba a amar como a Haruka. Aunque tardo mucho para darse cuenta de ello, incluso cuando vivieron juntos un par de semanas en el departamento del menor, le fue imposible amarlo de esa forma
Esa situación no pasó inadvertida por el joven que de inmediato notó que no iba a ocupar un lugar en su corazón como lo ocupaba el padre de sus hijos y un día simplemente le anunció que se iba de ciudad a probar suerte en el teatro. No le dijo de forma directa pero le estaba preguntando "¿Quieres escapar conmigo de esta ciudad donde esta él?"
Como su respuesta fue negativa, fue una de las últimas veces que lo vio, debido a que Makoto tuvo regreso sus cosas a su departamento. Aunque se sintió algo triste por él cuando lo despidió en la estación estaba seguro que encontraría el amor cuando su corazón sanara, después de todo era buena persona porque cuando le pidió disculpas por haber confundido sus sentimientos el joven solo contesto "Van arreglar las cosas" antes de sonreír y subir al transporte sin tenerle ni un poco de odio por haber roto su corazón
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Bajando lo escalones con Mizu y Ayami en un brazo tenía que apresurarse para llegar a la guardería lo antes posible, sin que Makoto pasará todos los días, llevar a Mizu lo mayoría de los días de la semana ese labor pasaba a él. Al menos no tenía que ver ni escuchar la voz de aquel chico de la guardería amigo de su ex pareja, porque se había ido lejos de ahí, ahora era una empleada quien estaba en la puerta.
Con Mizu la mayor parte de la mañana y en la tarde en la guardería, podría ir muy tranquilo a su trabajo y hacer los quehaceres de su casa, si todo salía bien, en menos de unas semanas la escuela de natación Matsuoka-Nanase estaría abierta, con eso le faltaba una cosa para que su vida fuera feliz... Le hacía falta MakotoTachibana, no solo como pareja, si no como amigo. Todos los veranos e inviernos, todos los días de su vida, estuvo a su lado siempre. Y aunque se sumergiera en el agua por una eternidad, no se olvidaba de esos pensamientos
"Pero él apenas y contesta mis mensajes" pensó. Makoto contestaba brevemente, pero pedía seguido fotos de sus hijos. No lo culpaba, siempre había sido muy cariñoso con ellos, al menos sabía que no los iba abandonar o algo parecido.
-Es tarde- dijo viendo a Ayami a quien acomodaba en una pequeña carreola y ella solo le miró con sus ojos verdes-
Ese día pasaría por Mizu de la guardería temprano, tenía planeado hacer unas cuanta visitas a sus amigos, ese día estaba por hacer algo importante y aunque no lo diría en voz alta…talvez necesitaba un poco de apoyo. Aunque sus amigos pudieran estar ocupados con sus familias ahora.
"Voy a ir a verte" envió un mensaje a su ex pareja con ese texto. Por unas semanas Makoto no estuvo viviendo en su apartamento, estuvo viviendo con Sakura-san, debió haber un pleito entre ellos, por lo que se separaron.
"Te espero en tarde ". Fue su respuesta. Haru sintió algo en su pecho, se sentía aliviado, cerró su celular y lo guardo en su bolsillo. No le gustaba utilizarlo, pero en momentos como ese era bueno tenerlo a la mano.
-¡Ayami! – Dijo el pequeño Mizu jalando la carreola de su hermana, tratando de subirse también. Por lo que Haru tuvo que acomodarlos a ambos para poder pasearlos. Tenían que hacer un par de visitas ese día.
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Ellos probablemente estarían ocupados atendiendo a su hijo, como padres primerizos pero tenía algunas cosas que hacer con respecto a la escuela de natación que pensaban abrir cuando empezara el verano y el tiempo estaba pasando muy rápido, cuando se dieran cuenta ya faltaría muy poco así que ambos iban a tener mucho trabajo si querían todo en orden para esas fechas.
Antes de tocar la puerta se aseguró que Mizu estuviera calmado y con sueño porque de esa forma no estaría asustado por Rin, debido a que según su hijo, esos dientes grandes y afilados parecían los de un monstro salido de una pesadilla que estaba dispuesto a devorarlo.
Cuando finalmente toco la puerta no paso mucho tiempo para que Matsuoka la abriera con una sonrisa en su rostro, aunque se veía algo cansado, sobre todo por unas bolsas que estaban debajo de sus ojos, pero no le sorprendió pues su nuevo bebé debía de mantenerlo despierto, algo normal, nada que alarmarse
-¡Haru! -El pelirrojo sonrió aunque no mostro sus dientes al ver al pequeño niño cabeceando por el sueño- Me alegra verte
Sin embargo la atención de Haru se fue al hecho de que Rin olía algo diferente a lo habitual, hasta que lo reconoció, era el aroma de su omega que se había impregnado, él probablemente se había dado cuenta de eso porque su cabello mojado indicaba que acababa de darse un baño
-Rin, espero que te hayas cuidado, no podrás con tantos hijos –pregunto algo serio y sin pensarlo pero al parecer su comentario si tuvo reacción en el pelirrojo que de inmediato se ruborizo-
- Claro que lo hice, aunque podría tener más hijos y los cuidaré mejor –Lo retó, el tiempo no cambiaba eso de que competían por todo y hacía feliz a Haruka
- No lo creo…
- Haruka-san, me alegra verlo –La voz aguda voz de la pareja de su amigo, interrumpió esa pelea que estaba a punto de empezar- Su consejo me ayudo, si lo que me dice es cierto, Kai comerá caballa en cuanto pueda pero en serio ¡Lamento haber sido una molestia!
Aiichirou Nitori era de su agrado, era buen amigo de Nagisa y aunque había quedado embarazado de Rin sin planearlo, ambos se enamoraron y eran felices, incluso estaban a punto de casarse. Además como omega más viejo, debía de darle consejos sobre los bebés, debido a que un niño de padres de esa especie, requería muchos cuidados que no se encontraban en todas partes debido a uno que otro prejuicio, así que no había sido una molestia ayudarle al menor.
- No es molestia –Intento no sonar cortante o grosero, como le decía Makoto…-¿Puedo dejar a Mizu y a Ayami en un lugar? –pregunto viendo que su hija estaba dormida y al otro le faltaba poco-
- Pueden estar con Kai, -Dijo Rin mientras se acercaba a los niños para revolverles el cabello- Sosuke mando unas cosas para su "sobrino" como un sofá, Mizu puede dormir ahí.
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Su vida se había vuelto algo aburrida, no era el hecho de que hubieran cambiado a su maestro, la nueva profesora era amable, le había dicho que su peluche de orca era "bonito" y con eso se ganó su cariño ¡Su peluche era el mejor entre todos los peluches! Pero era que extrañaba a Sho, ella será su… "¿amiga?... sí, eso, amiga, esa era la palabra que utilizaban los adultos cuando alguien te hacía reír y platicabas, si, aunque era diferente al cariño de Papá y Makoto, ellos se daban besos y le habían dado una hermanita porque eso era "amor" pero eso era complicado, lo importante aquí era que extrañaba a Sho.
Así se emociono cuando su papá lo llevo a pasear, aunque sabía que debía estar callado y quieto, porque Ayami estaba dormida y si ella se llegaba a despertar lloraría mucho, por lo que sabía un "hermano mayor nunca debía hacer llorar a su hermana menor" le había dicho Makoto cuando lo vio hace un par de días, fue divertido, le compró muchos jugos aunque su papá estuvo mal al otro día con la cara tristeza en su rostro. ¡Parecía otra persona!
Cuando llegaron a la casa, la reconoció, ahí vivía "Rin" ese hombre que tenía dientes afilados con "Nitori" que debía ser a quien le daba su "amor" porque habían tenido un bebé. Lo había visto solo un poco, era pequeño y rojo, como Ayami, cuando la vio por primera vez.
Su papá intercambio unas palabras con el monstro ese, que parecía algo cansado, pero esta vez fue valiente y no se asusto, sobre todo porque tenía sueño ¡Quería tomar su siesta! Pero los adultos no tomaban siestas y el quería ser adulto pronto, así que aguantaría, si, hasta que fuera de noche.
- Puede estar con Kai, -Dijo la bestia con el cabello color rojo para caminar hacia un cuarto, donde olía bien
- Mizu es buen chico, no toma nada sin permiso –Su papá lo bajo de la carriola para poder llevarse hacia ese cuarto- Hum…
- La cuna de Kai es grande –La voz aguda de "Nitori" (¿ y si también era el prisionero de ese monstro? ¡pobre señor!) señalo algo-
No era que fuera intrometido ¿o era entrometido? Pero observo ese habitación, tenía muchos juguetes ¡Que afortunado el que viviera ahí! Quiso decirle algo a su papá, pero él estaba acostando a su hermana en una cunita, ya lo había visto hacerlo antes, pero había alguien más ahí.
Ignorando lo que hacían los adultos se acerco a la cuna ¡Era un bebé! Tenía que admitir que era "bonito" como su orca de peluche, sus cabellos eran rojos parecidos a los de "Rin" pero sus ojos eran de un color azul, diferente, sabía que existían colores como el azul marino y el azul cielo (su crayola favorita esa) pero lo que llamo su atención fue esa mancha que tenía debajo de uno de sus ojos, era pequeña y extraña.
Apenas lo pensó y lo hizo, pico esa mancha ¿Y si era un bicho que atacaría a ese bebé y a su hermanita?
-¡Mizu! -Su Padre lo regaño de inmediato- Eso no se hace…-De inmediato le cargo y se lo llevo a un pequeño sofá-
-Yo creo que serán buenos amigos cuando sean grandes…-El prisionero hablo tranquilamente, también tenía una mancha rara en el ojo que no se movía y unos ojos azules como el pequeño-
- Van a nadar juntos – Su papá sonrió y miró a de cabellos rojos- Mizuesta aprendiendo a nadar-
¡Eso de nadar era divertido! Sentir toda el agua y moverse libremente sin pensar que podía golpearse con algo como cuando caminaba
- Ah…-Rin alzó una ceja- Si, serán buenos amigos como nosotros – Parecía estar diciendo algo divertido porque sonrió- en cuanto tenga seis meses le enseñare a nadar.
-Ya veremos
Los adultos se fueron hacia otro lugar, sin dejar de platicar y lo dejaron pensando ¿Ese bebé sería "buen amigo suyo? ¡Era hijo del monstro de dientes afilados! ¿Y si era cómo él? Intento relajarse para no dormir por cualquier cosa que pudiera pasar, pero tenía tanto sueño.
Pero sin pensarlo se quedo dormido.
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Después de la visita a la pequeña familia Matsuoka, Haruka Nanase haría una visita a sus otros amigos, era un poco raro que el hiciera esas cosas, sin Makoto a su lado insistiendo que salieran de casa todo se sentía tan diferente
Batalló un poco al llegar al lugar de los apartamentos en el centro de la ciudad, incluso tuvo que tomar un elevador ya que llevaba la carreola con sus hijos, por suerte Mizu iba despierto hablando un poco con su hermanita Ayami quien aun estaba muy pequeña para comprender lo que su hermano decía. Llegando por fin al departamento tocó el timbre.
-¡Debe ser Haru-chan!- Se escuchó decir a una voz muy fuerte desde adentro del apartamento. Obviamente se trataba de Nagisa. –¡Pasa está abierto!
Haruka abrió la puerta y antes de que pudiera buscar a su amigo con su mirada, se dio cuenta que alguien lo miraba fijamente a unos pocos centímetros de la cerreola. ¡Casi la arroyaba!.
-¡Mizu!- Gritó una voz aguda con mucha emoción.
-¡Sho!- Respondió Mizu pataleando desde la carreola deseando que su padre lo bajará de inmediato. Para evitar que sus movimientos hicieran llorar a su hermana, Haru lo puso de inmediato en el piso y el pequeño de ojos verdes corrió de inmediato a abrazar a su amiga.
-¡Haru-chan!- Nagisa sonrió mientras alimentaba a una pequeña bebé envuelta en una frazada de mariposas en sus brazos. Era la bebé alrededor de la misma edad que Ayami que acaban de adoptar hacía unas semanas.
-Nagisa –Murmuró- Shoesta aquí.
-Si la mamá de Sho-chan tuvo que ir a un viaje de negocios.- Respondió animado mientras seguía alimentando a la pequeña bebé- Le prometimos que la cuidaríamos unos días…Sho-chan es muy tranquila y no nos causa problemas…¿Verdad que es cierto Rei-chan?
De la cocina salió el mencionado con una pequeña sonrisa. Rei usaba un delantal azul sobre una ropa cómoda para estar en casa, aunque estaba un tanto sucio lleno de comida para bebé parecía no importarle o estar muy concentrado haciendo la cocina
-Haruka-san – dijo con una voz tranquila.
-Rei…-Saludó el moreno-
-Estoy preparando un postre. Nagisa-kun insiste en comer muchos dulces eso hace mal a las niñas, así que estoy cocinando algo nutritivo para todos – dijo acomodándose los lentes- También puede probarlo…
-¡Vaamos Haru-chan! – Insistió el rubio- El postre estará muy rico
Haru asintió con la mirada, mientras esperaban que la comida estuviera lista, observó a su hijo Mizu quien parecía estar muy feliz jugando con su amiga Sho en el suelo con algunos juguetes bastante felices. Nagisa acostó a su hija y a Ayami en una habitación para que pudieran dormir tranquilas, después dio un pequeño beso a Rei en los labios (no le importaba mucho que estuviera Haru presente) y luego se sentó en el sofá para hablar lo suficiente por los tres.
El moreno sintió felicidad por sus amigos, al igual que Rin y Ai, los dos parecían muy felices (o incluso más) Nagisa y Rei formaban una linda pareja, vivían en la zona centro de la ciudad cerca de sus trabajos estables y aunque en un principio estaban tristes por no tener hijos, ahora parecían a verlo superado y habían adoptado, además de cuidar ocasionalmente de Sho. Después de todo estaban mucho mejor en ese momento- Su relación estaba bien, aunque tenían pleitos como todas las parejas no eran muy graves. Haruka se acordó de Makoto…ellos dos deberían estar en una situación similar.
-¿Y Mako-chan? –preguntó el rubio. No tenía el afán de ofender simplemente estaba acostumbrado al verlos juntos, aunque sabía que se habían peleado, era raro para él que la pelea se pronlongara tanto tiempo
-No sé- volteó sin ánimos y la habitación se sintió con un aire pesado
-¡Oh! ¡Mira qué bien se llevan Sho-chan y Mizu-chan!- Dijo Nagisa un tanto avergonzado por haber hecho sentir mal a su amigo- ¡Serán buenos amigos! Debemos inscribirlos a Natación en cuanto tengan edad…¿Ya estas enseñando a Mizu a nadar? ¿Verdad?
-Sí - Respondió –Es bueno haciéndolo.
-Igual que usted Haruka-san, era de esperarse- Respondió Rei quien llevaba con un pequeño pay de frutas adornado con piñas y lo colocaba en la mesa-
Fue una tarde bastante agradable, incluso para alguien a veces tan apático como Haru era bueno sentirse con sus amigos de vez en cuando. Las últimas semanas después de lo ocurrido con Makoto, no se sentía de buen humor, pero siempre podía contar con ellos para sentirse de mejor ánimo.
-Me tengo que ir – murmuró mientras acomodaba a sus niños en la carreola-
-¡Oh! ¡Vuelve pronto! ¡También la próxima vez tienen que venir Rin-chan yAi-chan! – se despidió animado
Haruka sonrió animado "Makoto también" agregó en su mente
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Aunque Haruka subía todos los días por la escalera de piedra para llegar a su casa, nunca mostraba algún signo de cansancio, pero cuando subía por las escaleras o el elevador para ir al departamento de Makoto, (Él cual ambos llegaron a compartir), se sentía más pesado y su corazón latía fuertemente, cómo sí hubiera subido cien escalones corriendo. Pero lo más difícil quedarse de pie en el pasillo junto a la puerta cuando Makoto no le invitaba a pasar a quedarse y aún más difícil cuando tenía que dejar a sus hijos con él mientras se machaba visitas de ese día le habían hecho bien a su estado de ánimo, tal vez esta vez si pudiera decir las palabras adecuadas para que el castaño volviera a su lado. ¡Incluso el matrimonio ya parecía buena idea! Lo que fuera…solo quería estar con él. Volver a ser una familia con sus hijos.
-¡Makoto!- Gritó Mizu mientras se acercaban al apartamento. Estaba emocionado por ver a su otro padre.
-Ya llegamos – murmuró mientras tocaba su puerta.
Del otro lado de la puerta sentado en un sofá se encontraba MakotoTachibana, quien trataba como siempre de poner un semblante duro con su ex pareja, tenía que ser serio mientras le hablaba y no mostrarle las ganas que tenía de abrazarle y besarle, de vivir en ese apartamento con él y sus pequeños hijos. Pensaba que si se dejaba llevar de nuevo por aquellos sentimientos no ganaría nada, Haruka seguiría siendo el mismo apático e incluso inmaduro que no tendría deseos de tomar la decisión madura de casarse o vivir juntos.
Cuando abrió la puerta, solo saludo a Haruka con tono serio para después tomar a sus hijos y dejarlos acomodados en la habitación donde se solían quedar, a Ayami la acomodó en una pequeña cuna sencilla y a Mizu le dejó con unos algunos juguetes, sin embargó el niño prefirió tomar una crayolas por lo que de inmediato le acercó un cuaderno para evitar que rayará las paredes.
Makotovolvió a la entrada donde Haruka seguía de pie, ya que el semblante del castaño se había vuelto muy serio con él entendía que no estaba muy de ánimos para hablarle, por lo que lo dejaba instalar a sus hijos antes de cruzar algunas palabras
-Mizu tomó sus crayolas para dibujar y Ayami se quedó dormida – dijo Makoto con tranquilidad cuando se paró juntó a él
-Perdón…-Dijo el moreno mientras sus ojos azules se juntaron con los esmeralda de Makoto-
-¿Por qué? Mizu ya entendió que tiene que dibujar en papel y no en las paredes- Respondió el castaño. Pero en el fondo sabía que esa no era la razón, si contestaba algo banal talvez sería podría hacer que Haru se fuera y que dejarlo ir no fuera tan doloroso.
-Perdón…-Tomó aire de nuevo, su corazón latía rápido- Por no estar contigo, por haber actuado de esa manera.
Makoto no respondió y Haru se maldijo a sí mismo por aquellos largos segundos. Si fuera bueno con las palabras hubiera dicho "perdón por ser un idiota inmaduro" pero no podía soltar aquellas palabras. ¡Pero sus sentimientos eran puros! Solo quería que todo volviera a como había sido por tantos años, pero esta vez actuaría mejor, pensaría en Makoto y no solo en sí mismo.
-Yo…- Makoto suspiró. No podría negar que viniendo de alguien como Haruka era una disculpa sincera, normalmente le hubiera perdonado pero dudaba si era buena idea- Lo sé…
-Te lastime.
-Haru…-suspiró.
La escena se volvía más densa, ambos se amaban y deseaban estar juntos de nuevo como lo hicieron durante todos los días de su vida, porque no podían sentirse completo el uno sin el otro, ellos parecían haber nacido para estar juntos. Pero la vida no era sencilla, había muchas dificultades por las que habían tenido que lidiar, más aun cuando decidieron traer a la vida un hijo no planeado…habían podido superar muchas cosas. Makoto había hecho lo posible por acoplarse a Haru, sin embargo un día no pudo más, ahora era el turno de Haruka de hacer algo por él.
-Te amo. – Susurró el moreno. Se hizo un silencio.
-Yo…
-Quiero volver a estar contigo, quiero que cuidemos juntos a nuestros hijos.- Dijo el moreno.
-¡No digas eso! – Gritó el castaño, que sin saber porque estaba llorando un poco- Sabes que yo y Sakura…
-Lo sé. Pero quiero que estemos juntos.
-Haru, te amo, aún lo hago, pero no creo que funcione. Nuestra relación me destruía –Decir eso último fue algo desgarrador-
-Makoto yo esta vez…- Le miró a los ojos, no quería solo que escuchará sus palabras, quería que lo viera como siempre lo hacía como si leyera su mente- Esta vez lo aceptaré todo…que nos casemos que…-Se quedo en silencio, trataba de no desplomarse – Quiero que estés conmigo.
-Haru yo…
- Sé que cometí muchos errores –El mayor apretó un poco sus puños, sintiéndose algo impotente por no poder decir lo que decía- Sólo tengo 26 años y aunque tenemos 2 hijos, aún soy joven ¿Qué tanto puedo saber del matrimonio? –Hizo una pausa mientras seguía viendo al de ojos verdes-
- Lo mismo que yo –Contesto el de ojos verdes desviando la mirada las palabras parecían tener un efecto en él—
- Hoy visite a nuestros amigos –Pese a la situación todos seguían en contacto con ambos, como si nada hubiera pasado- Ellos apenas empiezan con esto de la paternidad..
- Todo paso muy rápido entre nosotros –Haruka abrió sus ojos sorprendidos, era lo que estaba pensando decir, hasta en una discusión parecía que estaban conectados- No te dio tiempo de madurar.
- Nos dio…
- De acuerdo a ambos- El menor dio un largo suspiro- Pero quizás nuestro tiempo juntos ya acabo, puede que estaba en nuestro destino que todo acabara de esa manera ¿y si esta relación fallida es la que nos hace madurar?
- Deberíamos ver las cosas por el lado positivo, pensar que todo puede salir bien, que aún hay esperanza para nosotros –Si el de ojos azules fuera de esas personas que sonreían abiertamente en su rostro en su rostro hubiera estado una sonrisa algo triste, pero de alguna forma el padre de sus hijos creyó verla.-
Haruka tenía su rostro a pocos centímetros del suyo, supo lo que tenía que hacer cuando ese pensamiento se cruzó por su mente, el castaño apenas tuvo poco tiempo de reaccionar cuando el de menor de estatura le tomó de la barbilla y le besó. Makoto pensó por unos instantes en separarse, pero cuando quiso abrir la boca para protestar, solo tentó más al de ojos azules quien aprovecho para que el beso se hiciera más profundo y placentero. Podían sentir sus lenguas chocar una con la otra y sus manos moviéndose para abrazarse con ansiedad, un tanto torpe, pues durante tanto tiempo que habían estado separados desearon muchas veces un momento como aquel.
El castaño se dio cuenta de cuánto extrañaba su boca, esa dulzura y esa pasión que nadie podría creer que Haru pudiera dar, la forma en que movían sus labios tan perfectamente sincronizados. Haruka lo empujó sobre la puerta y el más alto no protestó, dejó que empezarán un beso y luego otro por un largo tiempo escuchando solo sus gemidos a hasta que el aire no le fue suficiente y tuvieron que separarse.
-Haru…-Dijo Makoto cuando tomó suficiente aire para poder hablar, aun con una escasa respiración y un rostro rojo con gotas de sudor le besó en la mejilla, después de nuevo en los labios. – Haru…- volvió a repetir y repartió besos por todo su cuello. Estaba seguro que ahora sus olores de Alfa y Omega se habían mezclado.
De nuevo se separaron y solo se vieron a los ojos, Makoto recargó su cabeza en los hombros de Haru mientras este le acariciaba su ancha espalda, ninguno sabía muy bien qué hacer. "¿Debería marcharme ahora?" pensó el de ojos azules, pues no le habían invitado a pasar. Pensando que tal vez sería lo mejor comenzó a apartarse lentamente, pero entonces el castaño se percató de algo que no había puesto atención hasta que estuvo cerca de su cuello
-Creo que es mejor que me vaya
-Traes un collar…
La cara del de menor estatura se tornó roja, luego sacó el collar de su pecho. Hacía unas semanas él encontró el anillo de compromiso que Makoto quería que usara en sus manos, como habían roto su relación se lo colgó al cuello para no olvidar su amor.
-¡Es ese anillo! – El castaño pensó que iba a llorar, una pequeña lágrima ya había salido de sus ojos.
-Sí. El anillo de nuestro compromiso
Cuando Haruka dio la vuelta para irse, Makoto sostuvo fuertemente su mano, la apretó con fuerza pero el moreno ya no tenía intensiones de irse, ya nunca más las tendría. Giró su rostro para verlo y por primera vez en mucho tiempo ambos se sonrieron.
Bien...aquí termina la historia :)
Notas:
-Aun nos hace falta el epilogo que posiblemente estará en unas semanas. Mily comentó que era mejor que escribieramos las palabras finales hasta en el próximo, porque queremos expresar con las palabras adecuadas lo mucho que queremos este fanfic y a todos los lectores.
-El epilogo tratará sobré años después de este capitulo.
-Mily dice que su parte favorita fue la parte punto de vista de Mizu y la frase de Haru a Makoto, en la cual le da un doble significado al titulo del fanfic
-Esta historia nos ha dejado mucho a amabas, en algunos cápitulos tuvimos dificultades. En realidad, hay demasiadas cosas que decir, por las que el epilogo irá acompañado con algunas cosas sobre el fanfic.
-¡Muchas gracias por leer! Esperemos que lo disfrutaran mucho.
¡Bye! ¡Les mandamos muchos muchos besos y abrazos! ¡Se cuidan!