Fairy Tail © Hiro Mashima

Nieve

Capítulo# 2.

Dedicado a: Nana-chan.

Gray Fullbuster no sabía que estaba pasando, se había dado cuenta del cambio drástico de la joven Juvia con respecto a su comportamiento, desde hace unos días que la chica se había mostrado un poco distante y casi se la pasaba encerrada en su habitación donde Fairy Hills.

— ¿Hice algo mal? — se preguntaba estando sentando frente a la barra donde bebía un café por el frio que hacía, incluso no dejaba de caer nieve.

— ¿Pasa algo Gray? — pregunto la Take Over mayor.

— Nada, pero… me preocupa Juvia.

— ¿Le ocurre algo? — dijo Mirajane preocupada.

— Eso quisiera saber, se ha alejado de mi durante estos últimos días, no sé qué le pasa. — dio un sorbo a su café para mirar nuevamente a su amiga albina.

— ¿Discutieron en los últimos días?

— No, estábamos bien.

— Ahora que mencionas eso, hace unos días visite Fairy Hills y cuando la encontré en su habitación, aun estaba dormida y eso que ya eran las cuatro de la tarde.

— ¿Estará enferma? — llego Gray a dicha conclusión.

— Posiblemente es la primera vez que veo a Juvia en ese estado. — argumento Mirajane.

— Si, pero no la dejare sola, quizás ella me necesite ahora.

— Gray, me alegro.

— ¿De qué hablas Mira-chan?

— Me alegro que tu y Juvia estén justo, hacen una bonita pareja. — sonrió la albina mayor. — Y por eso les deseo lo mejor.

— Gracias. — el alquimista dio una pequeña sonrisa para levantarse del banquillo donde estaba descansando.

— Ve a ver a Juvia a Fairy Hills, quizás Erza te permita el acceso.

— Claro. — el Fullbuster no perdió tiempo y salió disparado rumbo al dormitorio de las hadas.

Lucy se acerco a la barra en el momento en que Gray se fue para hablar con Mirajane.

— Gray se ve feliz al lado de Juvia, pero un le queda un toque de tsunderismo ¿no? — la rubio dio una ligera risita.

— Si, pero ahora lo que me preocupa es Juvia, quizás este muy enferma como para permanecer en cama.

— Yo creo saber que tiene Juvia. — Lucy se acerco a su amiga para susurrarle algo en el oído, sorprendiendo a Mirajane por la revelación.

— ¿Qué? ¿Estás segura que Juvia esta…?

— Posiblemente, lo supongo yo por los síntomas que está padeciendo, es muy probable.

— Que lindo.

Erza abrió la puerta de los dormitorios, encontrándose con la figura cansada y agitada de su amigo Gray. — Gray ¿Qué haces aquí?

— V-Vine a ver a Juvia, me entere que está enferma y me preocupa. — dijo tratando de recuperar el aliento.

— Ahora que lo dices, Juvia no ha salido de su habitación. — se decía pensativa. — Bueno, yo no le permito la entrada a los hombres, pero como eres el novio de Juvia, entonces no puedo negártelo. — le sonrió aliviando al Fullbuster.

La de cabellos escarlatas se hizo a un lado para dejar al mago de hielo pasar. — La habitación de Juvia es subiendo las escaleras, quinta puerta a la derecha.

— Gracias Erza. — apresurado Gray subió las escaleras para buscar el dormitorio de su novia.

Dio con la habitación de Juvia y todo un par de veces, pero no hubo respuesta alguna. — ¿Juvia? — volvió a tocar, se preocupo y entro sin el permiso. — Juvia ¿estás bien? — vio que la cama estaba vacía con las sabanas revueltas por doquier.

Escucho el agua del escusado correr y fue al baño donde posiblemente estaba y volvió a tocar para abrir la puerta. — Juvia, me estas preocupando ¿sabes? — entro, notando a la joven que estaba frente al lavabo con la cabeza gacha y la respiración algo entrecortada.

— ¿Gray-sama?

— ¿Estás bien? — se acerco para abrazarla de los hombros. — Estas pálida.

— N-No es nada, no debe preocuparse Gray-sama. — le sonrió débilmente la maga de agua.

— Es que no soporto verte así.

Gray cargo a la peliazul y la llevo a la cama para recostarla, el mismo se quito la chaqueta negra que traía puesta para después meterse entre las cobijas, dejando que Juvia se acomodara contra él y se abrazaron con ternura.

— Gray-sama.

— Dime.

— Juvia lo ama. — dijo sonrojada, ocultando su rostro entre el pecho de su amado Fullbuster.

El alquimista de hielo sonrió y la abrazo para besar su frente con cariño, seguido de sus labios. Juvia por su parte lo abrazo del cuello para que ambos comenzaran a besarse con algo más de urgencia, para finalmente entregarse el uno al otro.

Horas más tarde, Gray miraba a la peliazul que estaba dormida plácidamente, cubriendo su desnudez con la sabana azul que tenia encima, el sonrió y decidió cambiarse para retirarse, quería estar más tiempo con ella, pero si no se iba, probablemente Erza se enojaría con él.

Pero cuando se levanto de la cama, el movimiento había despertado a la maga de agua. — ¿Gray-sama?

— ¿Cómo te sientes? — Gray se nuevo se sentó en la cama para tocarle la frente. — No tienes fiebre. ¿Te sientes aun débil? — le pregunto suavemente.

— ¿Ya se va? — pregunto algo adormilada, llevando su mano a la mejilla del joven Fullbuster.

— Quisiera quedarme, pero Erza me regañara si me quedo aquí. — dijo acariciándole el cabello. — Debo irme Juvia, creo que deberías descansar un poco más.

Juvia asintió e inmediatamente se durmió nuevamente, Gray la observo en silencio otros segundos más y le beso la frente para irse en silencio y dejarla descansar.

Cuando llego a la salida de los dormitorios de Fairy Hills, encontró a Erza en la entrada con los brazos cruzados y con una sonrisa.

— Gracias Erza.

— No tienes que agradecérmelo Gray, solo te pido que hagas feliz a Juvia ¿de acuerdo?

— Claro.

Gray se fue mientras Erza observaba su andar, ella dio un suspiro y cerro las puertas, mientras no dejaba de ver el atardecer.

Ahora Gray era el que estaba nervioso, sosteniendo entre sus manos una pequeña cajita color negro, mientras estaba sentado frente a la barra del gremio.

— ¿Y ahora qué te pasa exhibicionista? — pregunto el metalero Redfox. — ¿Qué acaso Juvia ya te dejo?

— Cállate Gajeel.

— ¿Qué tienes allí Gray? — Natsu se vio interesado en la cajita que tenía su amigo/rival.

— No te interesa flamitas. — Gray lo guardo en el bolsillo de sus pantalones en el momento en que noto que Juvia por fin había decidido salir e integrarse de nuevo al gremio, siendo acompañada por Lucy y Wendy.

— ¿Estás seguro Gray? — pregunto la pelirroja quien se había acercado a él inesperadamente.

— Si, ya estoy decidido.

— Suerte.

Gray asintió algo nervioso y se acerco a las chicas. — Hola Juvia, hola chicas.

— Gray-san, buenas tardes. — saludo la niña.

— ¿Te pasa algo Gray? Te ves algo nervioso. — menciono la rubia de poderes estelares.

— ¿Nos permiten un segundo a solas? — dijo el chico tratando de mostrarse desinteresado.

Lucy y Wendy sabían que estaban de más y decidieron reunirse con los demás del equipo. Gray le pidió a Juvia que lo siguiera y ella gustosa lo acompaño afuera, justamente en la parte trasera del gremio donde nadie los molestaría.

— ¿Sucede algo Gray-sama?

Gray se mostro nervioso y llevo una mano a su nuca sin saber cómo empezar la conversación. — Juvia ¿a-aun tienes el deseo de estar conmigo… siempre?

— Si, Juvia al menos esta feliz de ser la novia de Gray-sama por el momento. — dijo muy sonriente y con sus hermosos ojos cerrados.

— ¿C-Como que por el momento?

— Juvia tiene la esperanza de casarse con Gray-sama algún día. — mostrándose sonrojada, esas palabras conmovieron a Gray.

Juvia vio que Gray sacaba una cajita negra, para acercarse a ella, mostrándole un anillo hermoso con una piedra con la figura de un copo de nieve, lo tomo y lo deslizo en la mano de la chica, quien se quedo sin palabras.

— E-Entonces… — dijo Gray con un tic nervioso en uno de sus ojos. — ¿Te gustaría… compartir tu vida conmigo?

Los ojos de Juvia se abrieron mas a no poder, para apretar sus labios y algunas lagrimas rápidamente comenzaron a correr por sus mejillas dándole una hermosa y tierna imagen al Fullbuster quien sonrió al verla en ese estado.

— G-Gray-sama… — ella comenzó a sollozar y cubrir su rostro con sus manos, temblando y tratando de calmarse, pero era inútil. — J-Juvia acepta, Juvia quiere estar con usted hasta el fin de sus días.

Solo sintió aquellos protectores brazos rodearla fuertemente, sintiendo como esas manos se aferraban a todo su cuerpo, dándole consuelo. — Juvia, yo… lamento tener que decírtelo hasta ahora.

— E-Esta bien, lo importante es que Gray-sama lo hizo, pero… — ella se separo de el mostrándose triste. — Juvia también tiene algo que decirle… pero… después de decírselo, Gray-sama rechazara a Juvia y cambiara de opinión.

— ¿Por qué dices eso Juvia?

— Porque Juvia… — dijo llevando una mano a su vientre. — Juvia está embarazada…

Ahora el que se quedo boquiabierto fue Gray por la confesión, entonces eso es lo que realmente le pasaba a Juvia, ella… su amada Juvia estaba esperando un hijo suyo.

— Juvia no quería decírselo o de lo contrario Gray-sama… — fue interrumpida cuando el pelinegro la beso desesperado para después abrazarla fuertemente.

— Juvia ¿vamos a ser padres? — Gray trataba de contener la emoción, pero no podía hacerlo. — ¿No es broma?

— N-No Gray-sama, Juvia está esperando un hijo suyo. — dijo sonriendo tímidamente al darse cuenta que Gray si estaba feliz por la noticia.

Al parecer no solo ambos compartirían la felicidad de ser felices al casarse, sino también pronto lo haría otro miembro que comenzaba a formarse dentro del interior de Juvia.

Al parecer la felicidad acababa de comenzar, ya que dentro de 9 meses, nacerá el fruto de aquel amor que nuestros protagonistas se habían profesado.


Fin.

終わり

By: Felli Loss