Nota de autora:¡Hola! Bueno, sé que dije que hoy diría lo que iba a decir en el otro capítulo (Ni yo entendí, pero diay), pero es que la verdad me da flojera, je. La verdad eran solo algunas estupideces del capítulo, jaja. Bueno, les aviso que falta un solo capítulo para terminar el fic. Trataré de subirlo el 24. En fin, espero que les guste el capítulo.


Comenzó a abrir sus bellos ojos verdes lentamente, para luego emitir un bostezo, pasar una de sus manos por su cabello azabache y entonces abrir bien los ojos. Cuál fue su sorpresa, que cuando miró a su alrededor, se topó con las caras horrorizadas de todos los pasajeros del avión y se vio a sí misma en el piso.

-¿Qué mierdas pasó aquí? –preguntó a sí misma. Acto seguido, escuchó un gruñido a su lado. Se quedó pálida y completamente perpleja, y lentamente dirigió su mirada al emisor del ruido– ¿B-Butch? –se preguntó a sí misma al observar al chico junto a ella, el cual la abrazaba de la cintura posesivamente, como si fuese un peluche o algo parecido. A la chica Matsubara hasta las orejas se les pusieron rojas, sin saber si era por enojo o porque él la estaba abrazando– ¡Q-quítate, idiota! –gritó a todo pulmón, sonrojándose más cada segundo.

-¿Ah? ¿Qué? –el chico despertó, pero seguía medio adormilado. Bostezó un momento, y cuando por fin abrió bien los ojos, la imagen con la que se topó hizo que se sonrojase a niveles inhumanos. Es decir, ¡La estaba abrazando! – ¡AAAAAAAAAAAHHHHHHHHH! –Gritó a todo pulmón, separándose de Buttercup, golpeándose así en la nuca –Auch…–se quejó, sobándose la parte afectada. Una vez que ya el dolor había disminuido levemente, por fin pudo hablar con claridad, cosa que aprovechó para… tan solo deshacer un par de dudas– ¿Qué mierdas pasó aquí? ¿Estoy muerto? ¿Eres un ángel? ¿Escuchaste lo último? ¿Ignorarás lo último, por favor? ¿Por qué mierdas dije "por favor"? ¿Dónde estamos? ¿Hay comida? ¿Qué tanto dormí? ¿Estamos en un avión? ¿Dónde están mis hermanos? ¿En serio me quedé dormido? ¿Mi cabello se ve bien? ¿Para dónde va…? –pero no pudo terminar la pregunta cuando su contraparte le puso una mano en la boca y le impidió continuar su parloteo.

-¡Deja de preguntar, hombre! ¡Y no tengo idea! –gritó la pelinegra desesperada. El azabache emitió un bufido y se levantó, para entonces observar a sus hermanos y sus respectivas contrapartes, todos traumatizados, junto con ellos.

-¡¿Qué les pasó?! –preguntó/gritó/exclamó Butch, alarmado.

Y pues, Bubbles y Boomer estaban tan pálidos que cualquiera hubiese jurado que al menos acababan de observar al mismísimo Fantasma de la Ópera, además de que estaban hechos una bolita y abrazados. Por otro lado, Brick y Blossom se atragantaban desesperadamente de dulces, hechos una bolita en el suelo, además de que murmuraban cosas sin sentido.

-F-fue ho-horrible –al fin, la pelirroja fue la única que se atrevió a hablar. Los demás asintieron con la cabeza.

-¿Qué fue horrible? –preguntaron los verdecitos al unísono.

-L-la turbulencia –ahora fue la rubia la que se animó a hablar, aun abrazada a su contraparte.

-¿Turbulencia? –nuevamente, Butch y Buttercup se coordinaron al hablar, para luego volverse a ver y arquear una ceja, perplejos.

Flashback.

-Bueno, que creo que, a diferencia de tus hermanos, eres muy lin…

-Pasajeros –por millonésima vez, la pobre Bubbles fue interrumpida–, por favor, abrochen sus cinturones, que nos espera un poco de turbulencia.

-Uh oh… –pero apenas se puso terminar esa simple frase, cuando el avión comenzó a sacudirse con bastante fuerza, logrando que los pasajeros salieran volando por el avión… literalmente.

-¡Nos pudo haber dicho eso antes! –gritó Brick, el cual se aferraba firmemente al respaldar de su asiento con una mano. Mientras que con la otra, tenía agarrada, de la muñeca, a su contraparte.

-¡Perdón! ¡No soy perfecto! ¿Ok? –exclamó el conductor del avión, ya que él había anunciado sobre la turbulencia. Los pelirrojos rodaron los ojos.

-¡Bubbles, ten cuidado! –exclamó la contraparte de ésta, al percatarse que una gigantesca bolsa de maníes iba directo al bonito rostro de la rubia. La chica volvió un momento a ver al joven, sin comprender, pero al notar que la PPGZ celeste iba a ser golpeada por la bolsita, el Rowdy del mismo color se abalanzó sobre ella, evitando así el golpe, aunque tirándola al suelo.

-Y-yo… B-Boomer… –ambos se sonrojaron levemente– Gracias por eso –sonrió con dulzura. Él le devolvió la sonrisa.

-N-no hay problema –se rascó la nuca y se despeinó un poco. Ella soltó una risita–. Em… Y Bubbles, ¿Qué me querías decir… antes de que te interrumpieran… de nuevo?

-Bueno, dicen que la tercera es la vencida –rió–. Así que quería decirte que creo que, a diferencia de tus hermanos, eres muy lind… –nuevamente, la pobre chica de ojos celestes como el cielo, no pudo terminar de hablar; cuando el avión se sacudió con una increíble fuerza, provocando que todos salieran volando, sin ahora poder sostenerse de nada para salvarse.

-¡AAAAAAAAHHHHH! –un grito se escuchó por parte de todos los pasajeros despiertos. Mientras que los demás, tan solo roncaban.

-¡BRICK! –gritó Blossom agarrando de la mano al mencionado, para entonces arrastrarse hasta quedar al lado de Butch y Buttercup; los cuales se encontraban en el piso, ambos dormidos sin saber que ocurría en esos instantes. La azabache estaba siendo abrazada de la cintura por su contraparte y además, roncaba. Aún en shock, los pelirrojos se hicieron una bolita en el piso, y sacaron de la nada un par de bolsas con dulces, para comenzar a devorarlos desesperadamente, en un intento por distraerse y calmarse; a pesar del escándalo a su alrededor.

-¡Boomer! –Exclamó su contraparte al notar que el rubio se había estrellado contra una ventana– ¡Ven! –Y diciendo esto, agarró de la muñeca al chico y lo llevó por debajo de los asientos de los verdecitos– ¿Estás bien? –preguntó, creyendo que ya estaban "a salvo".

-E-eso creo –tartamudeó el menor de los Rowdy's.

Pero fue entonces, cuando el avión comenzó a dar vueltas con una impresionante velocidad, provocando que el pánico invadiese por completo a los azulitos, dejándolos tan pálidos, que parecía que acababan de notar la presencia de un fantasma, o algo parecido.. Los ojos celestes de ambos se abrieron como platos, y la única solución en la que pensaron, fue abrazarse y hacerse una bolita, aterrados.

Finalmente, después de muchos mini-infartos y traumas, el piloto del avión logró controlar a éste, y continuó con su ruta normal.

-Pasajeros, les informamos que, por fin, todo está en calma –anunció el piloto, sin siquiera tener idea de lo traumatizados que había dejado la "simple turbulencia" a los pobres pasajeros.

Fin del Flashback.

-Ahh –dijeron los verdecitos al unísono, al haber entendido la… completamente normal explicación de sus amigos.

-T-tengo miedo –tartamudeó el rubio, aún abrazado a su contraparte.

-Bien… –finalmente, el chico de ojos color sangre, terminó de comer sus dulces, y se levantó del suelo, para luego sacudir sus pantalones. La pelirroja, por su parte, aún temblaba en el piso, hasta que llegó a observar una mano extendida frente a ella, ofreciéndole su ayuda. La de ojos rosados, no lo pensó dos veces y tomó la mano, para entonces levantarse y toparse con unos hermosos ojos rojos.

-Gracias, Brick –sonrió. Él le devolvió la sonrisa.

-V-vamos, Boomer –y diciendo esto, la rubia jaló del brazo a su contraparte, con la intención de ayudarlo a levantarse. Él aceptó su ayuda.

Los verdes, se levantaron cada uno por sí mismo, sin ayudarse el uno al otro, a diferencia de sus respectivos amigos.

-Pasajeros, les solicitamos que se abrochen el cinturón, ya que estamos a punto de aterrizar –anunció el piloto. Los pasajeros rodaron los ojos– ¡Y QUE CONSTE QUE AVISÉ CON TIEMPO! –gritó a todo pulmón, provocando que todos se sentasen en sus respectivos asientos de golpe, y se hicieran una bolita, un poco asustados por la actitud del hombre.

Y, tal como dijo el piloto, el avión comenzó a descender; hasta estar en la tierra. Los pasajeros, desesperados por salir del bendito avión, se amontonaron y básicamente se agarraron a patadas para salir primero. Mientras que los RRBZ y las PPGZ, tan solo suspiraron y salieron de últimos.

-Llegamos…