Disclaimer: Hellsing y sus personajes pertenecen al flojonazo de Hirano. «Savin' me» es una canción de Nickelback. Mini historia sacada de mis bazofias imaginativas para intentar complacer a Ana, quien me recomendó utilizar dicha canción. ¡Namasté, guapa!
Advertencias de autora: OoC y cursi, lo siento(?). Recomiendo escuchar/conocer la letra, de lo contrario este escrito será una bazofia con patas.
Editado: 5 de febrero, 2015
Savin'Me
~.~
Un prisionero de su propia eternidad, eso es lo que soy.
Las puertas de la libertad jamás volverán a abrirse para mí, lo sabes tan bien como yo; y aquí me tienes, sirviéndote como si fueras una diosa y yo una simple mascota…hay tanta diferencia entre nosotros. Si tan solo pudiera, te tomaría de la mano y te traería conmigo a mi mundo, te haría la Reina de esta existencia miserable marcada por la sangre; o tal vez al revés: que me tomes y me lleves contigo de vuelta a esa humanidad retorcida a la que una vez pertenecí. O mejor aún, que juntos creemos nuestro propio mundo, libre de maldiciones y restricciones sociales. ¿No te gustaría, Ama?
Abraham fue muy astuto al planificar mi cárcel, los sellos son una celda infranqueable para controlar el desastre de mi poder; sin embargo, ambos sabemos que estos no pueden controlarme por completo. En el fondo de todo –muy en el fondo–, soy un "alma libre".
Lo irónico es que ni siquiera sé si existe aunque sea un retazo de ella en mí, ¿la habré perdido por completo? Es quizá la respuesta más segura, y entonces me aferro a ti, esperándote, necesitándote. Necesito que te quedes a mi lado, antes que tu monstruo se pierda por completo.
Las puertas de lo que ustedes llaman «Cielo» no son para mí, me están vedadas. Soy el ángel que devoró sus propias alas, están rotas y ahora estoy cayendo, sin posibilidad de volver.
No merezco estar allí, ni siquiera cuando aún era humano lo merecía. Nunca voy a estar. Y lo único que puedo ver en esta caída vertiginosa en la oscuridad, eres tú.
En este mundo condenado no existe eso llamado «amor» para mí, no voy a mentirte: no soy capaz de sentir tal cosa. Pero no soy capaz de encontrar otra palabra que defina –si es que se puede definir– lo que siento por ti, ¿atracción?, ¿lujuria? Eso es muy básico, ¿necesidad, tal vez? Porque lo cierto es que estoy gritando, rogando que vengas por mí. Tú eres todo lo que necesito, mi salvación de sucumbir definitivamente a mi propia oscuridad.
Muéstrame que hay algo más que el vacío de la eternidad, enséñame la diferencia entre el bien y el mal. No puedo abandonar lo que soy, pero puedo mejorar para ti. Solo necesito que me lo digas.
Di que te quedarás conmigo, y lapidaré al monstruo que yace aquí; convénceme de que vale la pena salvarme y te seguiré. Rápido, antes de que sea tarde, antes de que te arrepientas y me dejes, porque entonces me habré perdido entre los abismos de mi ser.
Tú eres mi mundo, todo lo que necesito, ¿acaso no puedes verlo? Estoy llamándote, ¡gritando por ti! Date prisa antes de que me caiga.
Maestra, dame la mano y sé mi Condesa…antes de que el Conde se transforme definitivamente en un monstruo. Porque entonces, ya no habrá vuelta atrás, para ninguno de los dos.