BIENVENIDOS SEAN A MI SEGUNDO FANFIC DE SnK:D
Es un gusto compartir este nuevo AU con ustedes:3

NOTA:
Shingeki no Kyojin y sus respectivos personajes no son míos. Todos los derechos reservados y meh, eso (¿?).
Las siguientes anotaciones son para hacerles notar diferentes puntos dentro del fic:
▪ Es un fanfic Riren (LevixEren)
▪ Esto es un AU (Alternative Universe / Universo Alternativo), aproximadamente del siglo XVI.
▪ Habrá OC's, y se irán inventando conforme vaya avanzando la historia.
ADVERTENCIAS: Se irán colocando conforme a la historia vaya avanzando.

.:.:.:.: .: .: .: .: .: .: .: .: .: .: .: .: .: .: .: .: .: .: .: .: .: .: .: .: .: .: .: .: .: .: .: .: .: .: .: .: .: .: .: .: .: .: .: .: .: .: .: .: .: .

PROLOGO I: El Ladrón
[Una elección sin opciones múltiples]

Llevaba corriendo a lo largo de tres cuadras. Dos oficiales de la guardia regional, le seguían por detrás; eran dos hombres de traje color rojo con azul marino y arreglos en plata. Estos, maldecían lo rápido que era ese chiquillo de cabellos negros y harapos pobres.
El pequeño de ocho años aproximadamente, corría entre las calles de la ciudad Sina con tres pedazos de pan escondidos en un pequeño costal.

Sentía que el aire se le estaba escapando a cada que intentaba acelerar su paso pero, debía continuar y más rápido; sin embargo, cuando menos se lo espero, estaba siendo interceptado por otro oficial regional que lo había tomado por sorpresa. Paro en su caminar unos cuantos segundos.
Pensó rápido y miro a su alrededor. Una idea vino a su cabeza cuando observo una pila de cajas a su lado derecho. Corrió hasta enorme fila de cajas y pateo la que estaba hasta abajo, que era el sustento de todas estas. Punto para este pequeño azabache.

Las cajas cayeron sobre el oficial que le bloqueaba el paso y por fin, volvió a emprender su caminar. Con esa idea suya, pudo perder a los otros dos "cerdos" que le seguían por detrás. Aliviado, comenzó a caminar con más calma, hasta llegar a las afueras de la cuidad Sina. Ahí, vivían todos los expulsados, los más pobres: ladrones, prostitutas, asesinos.
No quiso arriesgarse a caminar por en medio de las calles pues, corría peligro en que alguien le quitara su "premio" que había obtenido por su muy peligroso y arduo trabajo. Entonces, doblo por una esquina, hasta llegar a lo que era un callejón sin salida. Ahí, se encontraban otros dos niños de su edad: un niño rubio y una niña de cabellos rojizos peinado en dos coletas.

Al llegar, observo a ambos se alegraron de verle y paso a sentarse en una caja para después, tomar el costal que estaba protegiendo con su vida y sacar lo que había dentro. El pequeño azabache, le dio primero un pan al niño rubio y después, a la niña más pequeña. Él se quedó con el pedazo restante de pan que había en el costal y comenzó a comerlo con cierto deleite. Para estos tres niños pobres, ese insignificante alimento era como un manjar en donde vivían.

Los tres pequeños, comieron aquello y después, suspiraron con cierto gusto. El chico rubio y la pelirroja tocaron sus barrigas, que se sentían llenas y satisfechas por haber comido algo bien, después de no hacerlo en días pasados. Sin embargo, el que parecía no estar a gusto con aquello era el niño morocho, que permanecía con un rostro neutral después de haber comido.
Sus amigos notaron aquello y, la primera en preguntar, fue la pelirroja…

– ¿Fue muy difícil esta vez? –

El azabache le observo en silencio y solo asintió con la cabeza.

– Hm, parece como si ya supieran que vamos cada tres días por comida… – Espeto el rubio, poniendo una pose pensativa. Después suspiro e hizo una mueca con cierto desagrado.
– Parece que tendremos que volver a tomar una nueva ruta para no ser descubiertos de nuevo… –

– ¡¿Qué?! – Pregunto la pelirroja con un aire decepcionado.
– ¡No juegues Farlan!
¡Nos tomara más de tres días encontrar otra ruta! – Se quejó ella, cruzándose de brazos después.

– No tenemos opción Isabel.
Es eso o morirnos de hambre… – Espeto Farlan.

– P-pero… – Intento excusar Isabel, sin embargo, no pudo. Suspiro resignada y solamente se dignó a voltear a ver al chico azabache, quien ya hacia mirando hacia el suelo y aun sin decir palabra alguna.
– ¿Qué opinas tú, Levi? –

El mencionado, al escuchar su nombre, volteo la cabeza hacia el cielo y se le quedo mirando a este mismo en silencio.
Después, cerró los ojos unos momentos para soltar un suspiro cansado y ponerse de pie de nueva cuenta. Entonces, poso su afilada mirada color gris sobre sus dos amigos para tomar una decisión….

– Pienso, que es hora de dejar de este jodido lugar… – Comento el, con un aire serio, pero decidido. Los otros dos niños, se miraron sorprendidos ante la respuesta del pelinegro.

– Nadie nos querrá en la cuidad principal…
Ni siquiera, estamos dentro de un orfanato para que alguien logre adoptarnos… – Comento Farlan, viéndose algo negativo.

– Sobreviviremos… – Contesto el niño azabache, dándole la espalda a ambos.
– Hemos vivido ocho años en el bajo mundo, que es cruel y lleno de injusticias…
Sina, no es más que la cuidad de los "cerdos". No será difícil conseguir una vida mejor ahí que aquí… – Comento el pelinegro mientras apretaba sus manos, haciéndolas puños.
Tanto Isabel, como Farlan, observaron aquello y trataron de pensarlo mejor ante aquella opción que les daba su amigo.

– Sera muy difícil encontrar trabajo ahí… – Dijo Isabel hacia Farlan, mientras miraba a Levi con cierto aire inseguro. El azabache se volvió hacia ellos, estando con el ceño ligeramente fruncido.

– ¿Qué rayos les pasa ahora?
Se nota que no quieren salir de ese iracundo sitio… – Espeto el de cabellos negros, mientras apretaba más sus manos hechas puño.
Entonces Farlan, fue el siguiente en hablar, tratando de tranquilizar a su amigo.

– Nadie le daría trabajo a tres niños de ocho años…
No sabemos hacer quehaceres del hogar, cocinar o algo, para que tan siquiera nos contraten de sirvientes en alguna vivienda de familia media… –

– Pues, seguiremos buscando… – Escupió el azabache, frunciendo más la vista con cierto coraje.

– Levi, no sabes hacer nada. Absolutamente nada…
Ni siquiera sabemos leer y/o escribir… – Espeto de nuevo el rubio, tratando de ser realista.
– Nadie querrá a tres niños pobres, que ni siquiera saben de dónde vienen… –

– Entonces, ¿Qué sugieres?
¿Seguir escondiéndote como un estúpido animal cuando están a punto de cazarlo?
¿Morir de hambre, cuando quieres conocer lo restante de este absurdo mundo?
Te desconozco ahora, Farlan… – Dijo el pelinegro, mientras terminaba su comentario al momento de chasquear la lengua. Entonces, el tomo una decisión por si solo; el iría solo a Sina, tratando de luchar por sobrevivir.

Fue hasta lo que era su estante (que era una caja común y corriente). Tomo el costal que había usado para ocultar los panes y ahí, metió solamente una bufanda gris algo agujerada y una foto, donde aparecía el cuándo era un bebé y una mujer de cabellos negros.
Y antes de colocarse el costal sobre la espalda, tomo una capa color azul obscuro para colocársela encima. Teniendo todo listo, coloco el pequeño costal en su espalda y antes de emprender su caminar, miro de reojo a sus dos amigos, quienes estaban en silencio mirándole decidido a irse.

– Yo quiero seguir viviendo… – Murmuro y comenzó a caminar, sin mirar atrás.

Si, era difícil dejar a aquellos dos niños, con quien había compartido parte de su niñez pero, él ya estaba harto de tener que huir como vil rata, por solo tres pedazos de pan.
No quería morir, sin ver lo que había más allá de la cuidad Sina.

.:.:.:.: .: .: .: .: .: .: .: .: .: .: .: .: .: .: .: .: .: .: .: .: .: .: .: .: .: .: .: .: .: .: .: .: .: .: .: .: .: .: .: .: .: .: .: .: .: .: .: .: .: .

Sus pensamientos le estaban haciendo perderse y por ello mismo, ni se dio cuenta que ya estaba llegando a lo que era el condado principal en Sina, que era el lugar donde comenzaba a verse la casas grandes y extravagantes de los cerdos ricos.
Pero antes de dar un paso a su nuevo reto por seguir viviendo, se escuchó como unos pasos apresurados se acercaban hacia él. Volteo para ver de quien se trataba; su mirada se abrió en grande cuando se fijó que sus dos amigos corrían hacia él, con un aire cansado.

Cuando estos dos lograron estar frente suya, tratando de recuperar el aliento, Levi les miro de manera expectante…

– Ya estaba dudando de que vendrían… – Dijo el chico azabache, mientras cruzaba sus dos brazos sobre su pecho.

– Oye… – Inquirió apenas la pelirroja, estando respirando agitado.
– No sé qué tengas planeado pero, definitivamente… Yo tampoco quiero morir ahora… – Espeto ella con una sonrisa a medio formar, estando mirando al azabache.

Levi, por su parte, suspiro pesado y espero a que sus amigos recuperaran el aliento.
Un poco después, Farlan, ya repuesto, observo al azabache y hablo esta vez…

– ¿De verdad, tienes un plan? – Pregunto.

– Lo tengo pero, es algo que no nos va a gustar a ninguno de los tres… – Ante aquella respuesta, tanto Isabel como Farlan, se quedaron en silencio para escuchar.

– Tu haz dicho que no podemos hacer nada, puesto que somos niños…
Sin embargo, hay algo que aún podemos hacer y eso no es solo por ser unos mocosos. Es por que venimos del 'Bajo Mundo', el lugar donde se comete estupideces gracias a las 'cosas de adultos'… – Comento con aire serio el de ojos griseados, mientras Isabel y Farlan se exaltaban un poco ante aquel "plan".

– Un momento…
Estas diciendo… ¿Qué vendamos nuestros cuerpos? – Pregunto el niño rubio con cierta preocupación. Levi, trago suavemente ante la pregunta ajena, y después asintió.
La pelirroja, se miraba más asustada que los otros dos ante aquella idea…

– D-dime que estas bromeando, Levi… – Dijo ella, temblando ligeramente. El azabache, frunció la vista con algo de molestia y después, cerro sus ojos, tratando de no ver a Isabel así.

– No nos queda de otra, Isabel… –

– T-tienes que estar jugando… – Dijo ella, comenzando a sentarse en el suelo y a abrazar sus rodillas. Farlan, quien también estaba asustado ante la idea, trago en seco, intentando pensar pero, Levi tenía razón.
Si no había lugar para ellos, entonces tendrían que sucumbir a una idea de bajo nivel.

– En los burdeles, no solo se vende el cuerpo, si no la "compañía" también… – Dijo el rubio, con la mirada algo baja.
Levi, le miro de reojo.

– ¿Y cómo sabes eso? –

– Porque, de eso trabajaba mi madre cuando era más pequeño, antes de morir… –

Los tres se quedaron en silencio para meditar bien esa decisión pero, no había opción más que tenían a su disposición. Sabían perfectamente, que nadie se atrevería a darles trabajo solo por ser del bajo mundo pero, en donde podrían recibirlos era en un lugar donde recibían a personas como ellos.

Y después de un incómodo silencio, Levi volvió a hablar, observando a sus dos amigos…

– Es ahora o nunca…. –

Farlan, suspiro y fue a lado de Levi, dándole a entender que ya no podía retractarse de ello. Levi suspiro un poco tranquilo, al saber que no sería el único que tomaría esa decisión tan difícil; observó después a Isabel, quien ocultaba su rostro entre sus rodillas. Extendió una mano hacia ella, para darle seguridad.

– Te protegeré, Isabel.
A ti y a Farlan… – Espeto el pelinegro, extendiendo aun la mano hacia ella. Isabel, dejo ver sus orbes color café ligeramente cristalinos. Tardo un poco pero, cedió a tomar la mano de Levi con fuerza.

– ¿P-prometes… Que vamos a estar juntos en esto? – Pregunto ella con nervios, observando como el azabache asentía con plena seguridad.

– Ustedes dos, han sido parte de mi familia.
No puedo abandonarlos ahora. No después de todo lo que hemos pasado… –
Con aquella respuesta, la niña pelirroja, asintió y se levantó con ayuda de del azabache, sin soltar su mano. Después, miro a Farlan y también le tomo de la mano.

Los tres niños, tomaron aire para armarse de valor y así, dieron el primer paso hacia una nueva vida, que enfrentarían justo como lo habían hecho con anterioridad.
Estaban juntos en esto. Irían a salir los tres de aquello, tal y como llegaron…

.:.:.:.: .: .: .: .: .: .: .: .: .: .: .: .: .: .: .: .: .: .: .: .: .: .: .: .: .: .: .: .: .: .: .: .: .: .: .: .: .: .: .: .: .: .: .: .: .: .: .: .: .: .

Caminaron por algunas calles, aun tomados de la mano. No les estaba dando buena espina todo aquel lugar. Era un poco obscuro y con un olor no muy agradable.

Buscaron en varios lugares (prostíbulos y burdeles) para obtener algún trabajo ahí mismo pero, todos los que les abrían, les cerraban la puerta de mala gana.
¿Cómo tres niños podrían estar dentro de un lugar como esos?
Pero, a pesar de aquellas inesperadas reacciones de la gente que los observaba, ellos siguieron caminando por las calles, buscando más y más lugares en donde podrían buscar trabajo.

Entre su caminar, se dieron cuenta que donde ellos vivían, era mucho peor que eso, por lo que siguieron caminando, hasta encontrar algún lugar donde los tres sabrían que estarían juntos y de cierta forma, seguros. Entonces, miraron lo que parecía un hotel.
El lugar era de buen parecer, por lo que llegaron a este mismo y tocaron a puerta.

Ahí, esperaron unos instantes, hasta ver que una pequeña ventanilla se abría en la parte alta de la puerta principal.
Ahí se asomaron dos pares de ojos y estos, miraron a todos lados, hasta que dieron con esas tres pequeñas figuras, que estaban frente a aquel pedazo de madera.
Aquel par de ojos, parpadearon unas veces, como si se miraran con curiosidad…

– ¿Qué quieren y que hacen aquí? – Se escuchó una voz detrás de aquella puerta. La voz, era femenina y un poco ruda.
Los niños se miraron confusos y después, el que hablo hacia aquella voz, fue Farlan.

– Queremos trabajar aquí… –

El par de ojos, se abrieron más con impresión sin creer lo que estaba viendo y, la persona proveniente de estos, no creyó lo que alcanzaba a escuchar.

– ¿Ustedes?
¿Tres niños trabajando en un burdel? – Pregunto aquella voz femenina, con un ligero tono incrédulo.
– Deben de estar jugando.
Regresen por donde vinieron, que de seguro sus padres los han de estar buscando… –Dijo aquella voz, al momento de dar un suspiro pesado. Y cuando estuvo a punto de que aquella puerta pequeña se cerrara, la que hablo esta vez para tratar de convencer a aquella persona, fue Isabel.

– No podemos regresar…
Somos huérfanos y no tenemos a donde ir… – Dijo la pelirroja, apretando las manos de Levi y de Farlan. Ellos, correspondieron al apretón, esperando a que aquella persona, no cerrara aquella puerta que dejaba ver solamente ese par de ojos.

– ¿Huérfanos? – Pregunto la voz, mientras volvía a abrir aquella puerta para seguir observando a los niños. Entonces, aquel par de ojos se cerraron unos instantes para pensar.

Un incómodo silencio se hizo presente. Los niños se comenzaban a tensar, pensando en que fracasarían ahí mismo. Apretaron más sus manitas entre sí, estando esperando una respuesta.
Y después de meditarlo unos instantes, aquel par de ojos se volvieron a abrir, observando a los tres, con detenimiento.
Examino a los tres pequeños y después, cerro la puertilla en cuanto los miro mejor, de arriba hacia abajo.
Los tres menores suspiraron con tristeza, sintiéndose decepcionados. Levi, con molestia, casqueo la lengua y se dio la vuelta, dándole la espalda a aquel trozo grande de madera. Aquel lugar, era la única esperanza que tenían para obtener un trabajo pero, al parecer tampoco los querían ahí, todo por ser niños.
Estaba comenzando a darse por vencido ahora…

No obstante, la suerte les sonrió por esta vez.

La puerta de la entrada se abrió, dejando ver la figura de una mujer que tenía un vestido corto y el escote muy bien visto.
La mujer era castaña y de ojos azules. Delgada y con buen cuerpo.
Tenía un lunar en su mejilla izquierda y cabello en curvas.
Ella, miro a los tres niños y suspiro pesado.

– Vengan, madame Narrick los recibirá… – Espeto aquella mujer, mientras se hacia un lado para dejarlos pasar.
Tanto Farlan, como Isabel, observaron a Levi con unas sonrisas apenas perceptibles. El niño azabache, volvió su vista hacia la puerta y, volviendo a tomar la mano de Isabel, se adentraron por fin a aquel lugar…

.:.:.:.: .: .: .: .: .: .: .: .: .: .: .: .: .: .: .: .: .: .: .: .: .: .: .: .: .: .: .: .: .: .: .: .: .: .: .: .: .: .: .: .: .: .: .: .: .: .: .: .: .: .

¡HISSSSSH!
¡Buenas a todos!
¡Levichou reportándose de nueva cuenta!

Bueno, ya que tendré tiempo libre, me he dado la libertad de escribir mi segundo fic que me salió de la cabeza hace como tres días:'D
¿Qué les pareció el prólogo?
Necesito que me digan para saber si cambiar un poquito la temática del fic y eso:3

¡En fin!
Parece que este fic lo empezare a publicar los sábados, para que estén pendientes, ¿vale?

¡Un gran saludo a todos:3!