Disclaimer: Los personajes no me pertenecen, son propiedad de Nerd Corps y Asaph Fipke.

Summary: Quizás todo sea una cadena. Una babosa, un reto. Un reto, un beso. Un beso, una relación. Una relación, una babosa. Dedicado a Crixar.

Words: 1099

Rated: K+


Gracias, Mo.

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Era una mañana, por así decirlo, aburrida.

Blakk había estado ausente por un pequeño período; nada de ataques ni batallas. Por lo tanto, la Banda de Shane decidió hacer un juego con sus babosas y una ruleta, invitando a Dana, cuyo papel fue ser la mediadora.

El juego consistía en que un miembro del equipo debía elegir a una babosa y ésta giraría la ruleta hasta que caiga en alguna de las opciones, las cuales eran: Verdad, reto, broma o castigo.

Antes de empezar, debían jurar que cumplirían con su sentencia, aunque hubo un cierto topoide que dijo más halagos (hacía él mismo) que juramento.

—¿Quién será el primero? —preguntó la invitada.

—Pronto, el Magnífico, será el que hará digna a la babosa que escoja.

Con suspiros cansados de parte de sus compañeros, Pronto eligió a Stinky, su babosa apestosa. Ésta le dio vueltas a la ruleta, hasta que el objeto se detuvo y la flecha quedó en Castigo.

Nervioso, Pronto escuchó como su babosa reía maliciosamente. El pequeño individuo le hizo unas cuantas señas a Dana, que al entenderle, salió en busca de una caja cerrada del tamaño adecuado para el topo.

Aún confundido, Pronto entró en la caja. En un movimiento rápido, Dana tomó a Stinky y lo colocó en su lanzadora.

—¡No…! —gritó Pronto, al comprender, pero ya era tarde: la babosa había sido lanzada dentro de la caja y ésta había sido cerrada.

El rastreador comenzó a retorcerse y gritar incoherencias. Cuando pensaron que ya era suficiente, lo sacaron e inmediatamente le pidieron (de hecho, demandaron) que fuera a ducharse.

Mientras tanto, los demás siguieron jugando (no sin antes reír sobre lo acontecido).

—Kord, ¿nos haces los honores? —pidió Dana, una sonrisa burlona tirando de sus labios.

—Bien —El Troll se acercó a la Ruleta, eligiendo a su babosa Carnero.

La flecha cayó en Broma Pesada.

—¿Estás bromeando? —musitó.

En ese momento, Pronto apareció, portando un asqueroso pero leve olor y comenzó a susurrarle planes a la babosa (Dana no se unió a la conversación por una obvia razón).

—Pronto y la babosa hemos acordado que el Troll deberá ir a Colina Topo y decir que su rey es el mejor rastreador que existe en toda Bajoterra. Además, no podrá hacer más bromas, ni a Pronto.

—¡Debe ser una broma! —gritó Kord, horrorizado ante la idea.

—De eso se trata —dijo Pronto, con una mano en el mentón, pensativo.

—Está bien. Antes de irme, le haré unas mejoras a las mecas, puedo hacerlo ¿verdad?

—Por supuesto —Pronto habló antes de que Dana lo hiciera —Sin bromas a Fernando, claramente.

—Tan cerca… —murmuró el ingeniero para luego dirigirse al garaje, seguido por el topoide.

—Y solo quedaron dos —Dana susurró, con destellos pícaros en sus ojos —Venga, te toca, chica cámara.

Trixie sonrió. Se puso de pie y decidió elegir a la babosa Enigma, segundos después de que ésta le saludara. Mo giró la ruleta, que se detuvo en Reto, para la mala suerte de Trixie.

La babosa hizo gesto con su boca, a lo con la mediadora rió y, en respuesta, asintió.

—Decidido. Pelirroja, te reto a besar a Eli.

—¿Qué? —dijeron ambos al unísono.

—Manos a la obra, tórtolos —Dana guiñó su ojo izquierdo, caminando hacia la cocina.

Eli y Trixie se miraron nerviosos. Sin poder evitarlo, Trixie suspiró. El ojizarco se puso de pie y caminó hacia la chica, quedando frente a ella.

Tímido, Eli tomó el rostro de ella con sus manos. Trixie cerró los ojos ante el tacto.

—Mientras más rápido, mejor —susurró ella. Soltó una pequeña risa nerviosa —¿Verdad?

Sabía que el rostro del líder estaba cerca del suyo, porque podía sentir la respiración de él chocando con su nariz. Lo siguiente que sintió fueron aquellos cálidos labios. El encuentro era lento y podían escuchar cómo el latido de sus corazones resonaba en sus oídos.

¿Aquello era real?

Podían sentir como el aire comenzaba a faltar y se separaron, aun conmocionados por la ola de sensaciones de hace unos segundos.

—Cumplí con mi parte —dijo Trixie con las mejillas sonrojadas.

—Pero yo no —informó Eli, besándola de nuevo.

Aquel era un beso tierno, acompañado de una sensación de cosquilleo en el estómago y el sentimiento de que el tiempo se había detenido. Él estaba concentrado en descifrar el dulce sabor de los labios de ella; ¿sabían a chocolate o a vainilla?

Ella se había perdido en los labios de él también; podía sentir su piel de gallina y todos los pensamientos abandonando su cerebro, ya no sabía si podía razonar o algo parecido. Su respiración se había acelerado (¿o se detuvo? No lo sabía).

Ya no era un reto, eso sí lo sabía. Corría por la voluntad de ambos y ninguno quería que acabara. Aunque algo tan vital como el oxigeno les falló a ese beso sensacional, haciéndoles separarse.

Sus narices rozaban la una con la otra y respiraban agitadamente.

—Iré a buscar a Dana para…—Paró un momento, relamiendo sus labios, aún procesando lo sucedido —Seguir jugando.

—No hay problema, Trix.

Entrelazaron sus manos en silencio y se miraron como si sus vidas dependieran de ello. Trixie se fue separando lentamente del chico, hasta que las puntas de sus dedos ya no se tocaban. Le dio la espalda para irse, pero él la detuvo agarrándola por el brazo, haciendo que ella se diera vuelta, quedando (otra vez) frente a frente.

—Eli…

—Dime, Trix.

—De un minuto a otro, ha cambiado nuestra relación, y no me molesta. Solo es que… —suspiró —No sé que somos.

—Estamos empezando una fase de Amigos con Derecho —Ella le miró confundida. Sin embargo, ambos estaban sonrojados —Con derecho a no fijarnos en nadie más, aparte de nosotros, y querernos.

—Me encantan los derechos —declaró, con voz divertida.

—Entonces, señorita Sting, debería ser abogada —bromeó.

—¿Eso te gustaría?

—Oye, si tú estás involucrada, da por seguro que me encantará.

Sonrió ampliamente, para luego hacerle una seña con la cabeza a que fuera a buscar a la ex ladrona. Él, mientras tanto, le vería alejarse.

oOo

En la noche, Kord y Dana ya se había imaginado lo que había sucedido, por lo que Eli y Trixie estaban sentados juntos cómodamente, mientras Pronto pedía una pizza a petición de los presentes.

—¿Sabes Trixie? Nunca especifiqué el lugar del beso —informó Dana, con una sonrisa maliciosa.

Eli y la susodicha se miraron boquiabiertos, para después encogerse de hombros. El reto solo le hizo base al segundo beso, de todos modos.

Pensando en todo, el crédito era de la babosa Enigma, gracias a ella estaban juntas (y más que felices).


N/A: Este one-shot se lo dedico a una talentosa escritora: Crixar Betta, que está cumpliendo años hoy. Me encantan sus historias, además sé que su babosa favorita es la Enigma ;)

Me gustó mucho el resultado de esta historia y espero que a ustedes también.

¡Feliz cumpleaños, Crix!