Notas del autor: ¡Hola! Aquí aishiteru-sama al habla :DDD antes que nada, una disculpa por haber tardado TANTO en este fic, pero al fin, después de tanto, hemos llegado al final :DDD espero que hayan disfrutado las incoherentes historias, o que no les molestaran tanto mis horrorsas ideas. Me encanta escribir sobre estos británicos y tengan por seguro que pronto volveré con una nueva historia sobre ellos :DDDD puedo tardar, pero nunca desaparecer :DDD
¡Gracias!
— Malvavisco —
Según Arthur Kirkland
Nunca pensó que algo como eso pasaría. No ahora, precisamente en esta ocasión que esperó por semanas.
Ahí estaba, en medio de un campamento en el bosque con la adorada compañía de sus hermanos y sus respectivas parejas. ¿No se notó el sarcasmo en eso? ¡Pues había! Y estaba realmente frustrado de ver que tanta gente lo rodeaba.
¡No era posible! No cuando Glen y él planearon ese viaje sólo para ellos en un acto de mandar a la mierda al mundo y gozarse mutuamente en la naturaleza. Claro, no era tan simple como sólo tener sexo en el bosque, sino que iban a pasear, a nadar, a contarse historias y a dormir juntos, ¡una experiencia como pareja! ¡PERO NO! ¡Ahora tenía a todos esos idiotas estropeando su viaje soñado!
Clavó con ira asesina un malvavisco en una rama. Ojala fuera el ojo de Bryan que fue a meter las narices donde no debía. Ese día en la mañana ya estaban prácticamente en el auto cuando apareció ese estúpido. Preguntó a donde iban, y con mencionar "campamento" casi organizó una excursión de 7 días para la familia entera. Incluyendo a Françoise, Madeline y a Emil. No tenía nada en su contra, ¡pero que se fueran a la mierda! Todos arruinaron su casi luna de miel. (?)
Y lo esperó con tantas ansias, porque durante semanas Glen estuvo ocupado con su trabajo y él con sus exámenes finales. Casi no se vieron, menos podían hablar, y cuando tuvieron un rato libre fue cuando nació la idea de ir al bosque, ¡estaba tan ilusionado...! Pero ahora, con todos, y con la constante presión de mantener su relación incestuosa en secreto, estaba en su límite.
Claro que Glen lo notó y le susurró un "Lo siento". Negó porque no era su culpa, sin embargo, eso no disminuía su ira asesina. Tanto que esperó para estar con su hermano... su pareja, el amor de su vida... no era justo...
Ahora sólo podía ver cómo todas las otras parejitas estaban jugueteando, hablando, poniendo malvaviscos en la fogata para comer y comer...
— Arthy — dijo Ryan — Tu malvavisco ya está totalmente quemado — incluso tenía una viva llama roja.
— Creo que quiere provocar un incendio — intervino Bryan, a quien le apuntó con el peligroso malvavisco — ¡Hey, cuidado!
— ¡Cállate o al único al que voy a quemar va a ser a ti!
— Vaya, vaya~ alguien no está de buen humor — dijo Scott con su tono de burla que lo sacaba de quicio — ¿Qué pasa? ¿Arruinamos algún plan extra?
¡Hijo de...! Sólo bufó ignorando a todos, y Glen no podía consolarlo porque debían...
...
Ya tenía meses pensándolo. Meses reflexionando que no podrían ocultar esto siempre.
Quería gritarlo, que amaba a su hermano y que estaba con él como pareja. Deseaba decirlo al mundo entero, al resto de la familia aún con riesgo de que los despreciaran para siempre...
Justo en ese campamento iba a proponérselo al de ojos oliva. Hablar seriamente y pensar las posibilidades reales...
Y ahora tenía que tragarse sus ansias, frente a todos...
Casi podía sentir como Glen quería tomarle la mano para que se calmara...
— Muy bien — habló nuevamente el pelirrojo. Esta vez parecía serio, y eso era muy extraño — No sólo hemos venido a este campamento porque Bryan fue una rata entrometida — el aludido hizo puchero — Sino porque hay algo de lo que tenemos que hablar, y como familia que somos y seremos... — porque Madeline y Emil ya tenían relaciones serias con los gemelos, y Françoise era como una amiga íntima — Ya no debemos evitarlo.
— ¿Qué quieres? — estaba de mal humor y no lo iba a ocultar — Déjate de rodeos y escúpelo de una vez.
— Sabemos que Glen y tú están saliendo.
...
...
¿Qué...?
— Claro que salimos — intervino el de ojos oliva, quien a pesar de estar imperturbable como siempre se notaba pálido — Somos hermanos, es natural.
— No quieras hacerte el estúpido — Scott inusualmente hablaba como el hermano mayor — Están saliendo como pareja.
P-Pareja... le tembló el cuerpo agresivamente y la respiración se hizo acelerada.
S-Sabían... lo sabían...
Todos se quedaron en silencio.
...
— Por si quieres una extensión de la palabra, con pareja también quiero decir que tienen citas, duermen juntos, que tienen mucho sexo y que este viaje era para devorarse luego de semanas de no estar en los brazos del otro. A eso me refiero con pareja.
N-No... n-no quería que fuera de este modo... ¡no debían hablar de esto así!
Empezó a llorar y sin controlarlo buscó refugio en Glen, quien lo recibió con un abrazo y lo protegió, encarando las miradas de todos con esa fría tranquilidad, aunque la tensión del momento también lo estaba matando. Sólo en sus brazos encontraba ese alivio, y se sentía cobarde por estar recurriendo a ellos en un momento así, porque debería estar con la frente en alto admitiendo la verdad...
Debía hacerlo. Aun con esa tensión y los reproches, debía admitir algo que era tan importante para ellos.
...
Lloró, pero no ocultó el rostro. Quería estar presente en ese momento tan importante y trascendental. El de ojos oliva le miró de esa forma que pedía su opinión, en que también iba consuelo y valor.
...
Lo amaba. Lo amaba tanto desde que era niño, y justo por eso no podía... fallarle. No ahora. No quería seguir negándolo como si no le doliera.
Se quedó en sus brazos pero también miró a los demás.
— Sí, lo somos — respondió aún con pequeños hipos — Desde que yo tenía 14 años lo hemos sido, y lo he amado desde que puedo recordar, ¡más que a un hermano!
— No fue algo planeado — habló Glen — Pero fuimos conscientes desde hace muchos años... tan conscientes como que no podíamos estar separados. No es una excusa para alto tan... anti natural, pero así son las cosas.
— ¡Y no nos importa qué piensen! — lo gritó mirándolos con reto, abrazándose más a él — ¡Este viaje era para estar juntos luego de semanas de trabajo, pero ustedes lo arruinaron! ¡Váyanse a la mierda!
— Lamento que lo tuviéramos que ocultar... aunque eso ya no importa — suspiró — Si querían una confirmación, aquí está. Arthur y yo somos pareja, y probablemente cuando se gradúe de la universidad nos iremos a vivir juntos a otro sitio — ¿en s-serio? ¡¿Quería que vivieran juntos aparte?! ¿Cómo una pareja de verdad? Se sintió muy feliz — Estaremos juntos todo el tiempo posible.
Sonrió por eso y los siguió mirando.
…
No obstante… de pronto sólo pudo ver cómo Scott suspiró y la forma en que los gemelos se reían.
— Bieeeeeen, hasta que lo admiten — habló Bryan — ¡Ya era hora! Me estaban volviendo locos con sus secretillos y miradas, ¡sólo en la Guerra Fría hubo tanta tensión sexual como esta!
¿Qué?
— Bueno, yo sí entiendo por qué no habían dicho nada, pero me alegra que todo quedara claro — dijo Ryan, y ante cada respuesta tanto Glen como él se iban sorprendiendo más — Es normal que pensaran que no lo íbamos a entender.
— A mí me sorprende que pudieran llevar una relación así cuando todo estaba en contra — no podía creer que Scott dijera eso — Desde las circunstancias hasta el lugar fue complicado, pero si lo han logrado hasta ahora... supongo que podemos permitir que lo hagan libremente.
… un momento, ¡un momento! ¡¿Qué demonios decían?! No… no hubo gritos… no hubo reproches, sermones, ni desprecios que los obligaran a irse de inmediato.
Solamente estaban las palabras tranquilas, comprensión y… aprobación… ¡¿Cómo?! ¡¿Por qué…?! No cabía en sí de la sorpresa, y Glen tampoco… ¡no entendía nada! ¡¿Se estaban burlando de ellos?!
— Sí, arruinamos su "luna de miel" — dijo con cinismo el pelirrojo — Pero era lo mejor, ¿qué lugar más privado que el bosque? Donde nosotros somos los únicos testigos de lo que se habló aquí. Ninguno va a abrir la boca — asintieron todos los presentes — Y sólo se sabrá si ustedes quieren, por lo que ustedes hagan — sentía que estaba hablando por primera vez como un hermano mayor.
— Queríamos hablarlo desde antes, pero como podrán entender, no era sencillo — Bryan también usaba un tono serio, algo muy poco común — Teníamos sospecha, hablamos entre todos, y por algunas pistas concluimos que era verdad.
— El siguiente paso fue cómo sacar el tema… y con la oportunidad de venir aquí, bueno, pasó esto — Ryan sonrió tranquilo — Sabemos que no es natural. Incluso nosotros tuvimos problemas para aprobarlo, pero con el tiempo cada uno entendió a su modo. Vimos que lo de ustedes es real, como lo que cada uno tiene con una persona especial — abría los ojos con mucha incredulidad — No lo dijimos hasta que los tres estuviéramos listos para decir en voz alta que estaba bien… ¡así que está bien! ¡Glen, tienes que cuidar mucho a ese niño terco e impulsivo!
— Si le quitas la vista de encima, va a caerse por una zanja y a llenar la casa de fango. No se le pueden enseñar buenos modales a un perro viejo~
— Y algo más — Scott miró con fastidio hacia el fuego — Apesta a malvavisco quemado.
¡A-AH! ¡El malvavisco! Todos quitaron apresuradamente sus golosinas del fuego y vieron con lamentación que no había forma de salvarlos.
Comenzaron los comentarios, las charlas, las risas por el algodón perdido y la desesperación por conseguir más de la bolsa que Bryan guardaba celosamente. Sólo después de una fiera lucha en que lo colgaron de cabeza de un árbol (?) consiguieron más, y continuaron con la quema de los malvaviscos.
Glen y él simplemente miraban, reían, se abrazaban por ver que el comportamiento de la familia no cambió. Seguían siendo hermanos, y seguirían juntos, pero a pesar de eso el resto de sus hermanos no se alejaron. Si temieron perder alguna de las dos cosas en la confesión, ahora todo estaba disipado.
— Hey, deja de comerte todo — se soltó un poco de su… pareja. Fue contra Ryan quien ponía y ponía malvaviscos en su boca — ¡Nosotros también tenemos derecho!
— De lo único que tienen derecho es cerrar la boca — Scott comía con apetito — ¡No quiero escuchar en la noche gimoteos ni suspiros! Ustedes serán "muy serios", pero cuando tienen sexo parecen dos animales en celo perpetuo — se sonrojó agresivamente — Aunque eso ha despertado mi curiosidad… tal vez yo debí echarme primero a Glen.
— ¡No te atrevas a tocarlo! — defendió lo suyo y le apuntó con el malvavisco en llamas — ¡Es mío! ¡Tiene un tatuaje en su trasero con MI nombre!
— ¡Uy, yo quiero verlo!
— ¡Y yo!
— ¡Yo siempre he pensado que Glen tiene un lindo trasero!
Tuvo que defender a su pareja con un ataque de malvaviscos en llamas, ¡nadie tocaba SU propiedad! Pero… pero era divertido todo, el campamento, el fuego, esos dulces, los gritos de los gemelos, las risas…
Se alegraba ahora de que todos estuvieran juntos.
Esperaba que durante muchos años fuera así.