¡Lo sé! ¡LO SÉ! ¡Merezco lo peor por tardar tanto! ;_; En verdad lo siento, tuve primero complicaciones con mi cargador, lo compré dos veces ...Uu Porque se me jodían x'D... Encima con días super ocupados, & para colmo ¡Para colmo! Con tantas cosas que hacer se me había acabado la inspiración para seguir, en verdad lo lamento mucho, pero acá está, el segundo capi & pronto el tercero! Gracias por leer & la espera.


.Mal entendido, un corazón confundido.

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La lúgubre sensación de la soledad corroía cada parte de su entumido cuerpo, la noche había caído por fin en la Base, el frío comenzaba a colarse por las frías estructuras de los pasillos de ladrillo, las antorchas no lograban dar calor, sólo luz, & para ella que no tenía siquiera una manta con que cubrirse, era una tortura. Pero La Ackerman era fuerte no doblegaría su ímpetu por ello, pese a tiritar a momentos. Sus ojos yacían cerrados en plenitud, estaba agotada hasta la médula, ya no sentía del todo los brazos & los hombros le dolían por la postura en alto, cada que se movía sentía un tirón agudo que le recordaba lo mismo cada vez:

Disciplina.

& con ello venía el rostro del Sargento causante de su pesar, esos ojos que parecían no expresar nada salvo desprecio & superioridad, tan…

Desagradables & enigmáticos.

Echó atrás la cabeza, sus negros cabellos cedieron & miró al techo oscuro, tenía sed, hambre, cólera… Lo odiaba, por ser él, por ser como era, por lastimar a Su Familia.

Aunque realmente no lo conocía, lo odiaba.

Los pies le estaban matando, el frío le heló las articulaciones & con ello era un suplicio moverlos, definitivamente Levi Rivaille se había convertido en su sinónimo perfecto de Disciplina.

De pronto se volvió a escuchar las rejas de la entrada al pasillo abrirse, sería la décima vez que la escuchaba en el día, ya no se esperanzaba a que fuera Rivaille para ir a liberarla, así que lo pasó de largo & siguió mirando al techo hasta volver a caer en un breve letargo de sueño & pesar, sus labios se entreabrieron apenas un poco & exhalaciones suaves escapaban por éstos al igual que muy bajos quejidos por el dolor que inconscientemente emitía, fruncía sus cejas por los malestares, una visión totalmente quebrantada de Mikasa.

Pasos cercanos se hicieron conocer, al igual que un juego de llaves impactando entre sí, hasta que los pasos se detuvieron justo frente a la celda de Ackerman. & sí, era él…

La mirada verdacea del Sargento se clavó en la figura de Mikasa, no era ni la sombra de lo que era hasta hace apenas unas horas; negó con el rostro & procedió a abrir la reja para entrar, se acercó seguro, mas lo que encontró ante sus ojos le dejó en silencio por unos segundos.

Ella estaba dormida.

Esos segundos fueron los suficientes para admirar sus facciones doblegadas por el dolor, notar su cuerpo tiritar & apreciar los dulces, sí, dulces quejidos que rasgaban la garganta de la Ackerman. Pero todo tiene un fin, & había que ponerlo. Lo hizo al dar un golpe al piso con la bota, dejando el eco de la fuerza resonar en las cuatro paredes.

Dormir mientras cumples una penitencia, tal parece que no comprendes el concepto de disciplina, Ackerman.

Ella respingó, el movimiento de su cuerpo le hizo sufrir espasmos en toda articulación & con ello desencadenó un quejido mayor que logró ahogar al apretar los dientes.
Al volver el rostro al frente encontró esos ojos que le desencadenaban ira pura, en cambio él la miraba como si no pasara nada, no le inmutaba en absoluto su estado.

- …

- ¿Te has quedado muda, Ackerman? –Replicó él.

- No…

Satisfecho buscó la llave de las esposas en el juego de llaves con el que abrió la reja, se dio su tiempo por supuesto, al menos él no tenía prisa. Mikasa guardaba silencio, sólo quedaba su mirada iracunda bien plasmada en las acciones del Sargento, era tan detestable a sus ojos, aún siendo su superior, el soldado más fuerte de la humanidad para ella era irritable, indeseable, lo peor que podía tener cerca.
El metal contra el metal se dejó escuchar cuando él abrió la primera esposa, dejando la muñeca de la Ackerman rojiza & adolorida, el brazo cayó de golpe a su costado, estaba entumido en demasía, tanto así que no pudo obtener la movilidad de él al instante & ante ello un siseo casi imperceptible escapó de sus labios por el dolor de quedar semi colgada del otro brazo aún esposado, sus cejas se mantenían fruncidas en todo momento; él ignoró todo.

- Tal vez creas que disfruto con esto, pero es un mal necesario Ackerman, incluso los animales saben aceptar sus reprimendas.

¿Era acaso que la estaba comparando con un animal?... Si pudiera, si ella pudiera en ese preciso instante le soltaría otra bofetada, pero la realidad era otra.
Llevó la llave a la otra esposa, abrió ésta & lo siguiente ciertamente le tomó por sorpresa, sabía que ella podría estar agotada, pero no esperaba que técnicamente le cayera encima para sostenerse de él, sus brazos actuaron rápido para impedir su caída & así brindarle un apoyo casi involuntario. Era tan ligera…

& ella lo odió una vez más.

Parecía una burla del destino el tener que ocupar la ayuda del hombre más detestable del mundo, de ese que la sometió a un castigo de ese calibre & que encima de todo se atrevió a dañar a su Familia, su única familia: Eren.
Cerró los ojos pesadamente mientras elevaba los brazos con lentitud para poder sostenerse de los antebrazos ajenos & tratar de recuperar la postura lo antes posible pero la tensión del momento entorpecía aún más las cosas cuando sus tendones le sometían a molestos dolores; él la sostenía por la cintura & por debajo del brazo, era tan liviana, tan esbelta que casi por unos segundos sintió que la Ackerman se quebraría en sus brazos, verla sufrir sin emitir palabra alguna, sin casi mostrar gesto alguno le hizo saber que era una mujer fuerte tal & como se corría el rumor.

- & yo que pensaba dejarte aquí hasta mañana, de ser así se habría tenido que sacar a rastras.

Mikasa cerró los ojos, aquellos ojos inexpresivos, gélidos siempre & perdidos en proteger a Eren. Falseó un poco al tratar de ponerse de pie en totalidad, el desequilibrio le hizo apoyar su rostro sobre el hombro de Rivaille ¡Menuda suerte! No podía ser peor, definitivamente no podría serlo.

O tal vez sí.

Al respirar pudo percibir el exquisito aroma del sargento, limpio, pulcro & con un toque a colonia fresca que bañó sus fosas nasales al estar tan condenadamente cerca de él.
Él por su parte pudo sentirla más cerca ¿Hacia cuánto que no tenía a una mujer entre sus brazos? No es que le faltasen voluntarias, es que no tenía tiempo para eso, pero en ésta ocasión pudo darse el deleite del tacto femenino en una circunstancia totalmente inesperada.

De pronto unos pasos se escucharon en los pasillos del lúgubre lugar, habían noticias que entregar & se requería a Levi en el departamento de investigación con Hanji Zoe.
Nadie esperaba esto, nadie sabía que sucedería… Pero unos grandes ojos marrones se quedaron perplejos al ver la escena entre Levi & Mikasa, cualquiera mal interpretaría, cualquiera…

Incluso ella.

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- ¡Vamos Eren sólo una vez más! Prometo hacerlo suavemente ¡Di que sí, di que sí!

- M-Mayor… ¿No cree qué es suficiente? -Dijo un auxiliar a la amante de los Titanes, Hanji Zoe, quien maravillada estaba con Eren & sus habilidades de regeneración.

- ¡Sólo son uñas! No le estoy cortando los dedos, o las extremidades ¡¿O sí?! Vamos Eren, sólo una uña más, sólo unaaaaaaaa!

- Es bastante doloroso aún así… -Eren jadeaba un poco tras el sublime dolor que experimentó cuando Hanji tiró de su uña para técnicamente arrancarla de raíz & observar el magnífico "renacer" de la uña. "Si fuera por ella… Me mutilaría para ver como crece mi brazo o pierna…" Pensó en sus adentros al cerrar los ojos.

- ¡Vale vale! De todas formas con haber visto tu muela crecer & ahora también la uña es suficiente. –Suspiró resignada, mas en un segundo cambió su animo a uno emocionado al observar la uña arrancada & llena de sangre de Eren sobre un pañuelo & alternadamente la nueva uña en el dedo del castaño- ¡Es increíble!

- Supongo… Aún no entiendo cómo es posible, es bastante extraño. –Suspiró un tanto resignado, mirando su uña nueva, empuñando el puño de pronto.- Pero sin duda esto es una gran ayuda para acabar con esos malditos… Para acabarlos a todos.

- Descuida Eren, para eso estás con nosotros, llegaremos al fondo del misterio… Te lo a-se-gu-ro. -& aquello lo dijo Hanji con una cara poco confortable que hizo retroceder el rostro de Eren al instante, casi como una maniática… Sí, sin duda ella haría todo por llegar al fondo de Eren, literalmente hablando. Tomó una libreta en la cual comenzó a hacer algunos apuntes al respecto; mas de pronto prestó mayor atención al entorno, se acomodó un mechón de cabello frente a los ojos & por fin acotó- ¿& la chica mona de cabello negro que siempre está contigo? Qué raro que no esté contigo, aunque es mejor así… Si me viera haciéndote esto ¡No no no no! Mejor no hacerla enfadar. –Se echó a reír ella sola, siguiendo con los apuntes.

Eren miró hacía la ventana, apenas & se había detenido a pensar en que habría pasado con Mikasa, tal vez nada malo, quizá sólo no la habían dejado estar donde él, imaginaba todo… Menos lo que ella estaba pasando.

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Corría por el largo pasillo de piedra, el frío le hacía estremecer aún más luego de lo que había visto… Tan sólo dejó el mensaje & salió lo más rápido que pudo, las rodillas parecían flaquearle, menuda ironía… Podía hacerle frente a seres de hasta 15 metros pero lidiar con esa imagen… Era más de lo que podía soportar, Levi & Mikasa… No, no lo podía digerir aún…

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El que vive de esperanzas corre el riesgo de morirse de hambre.


Bueno, como dije la cosa va poco a poco... Ahora hay un tercero afectado ¿Quién será? ~ Yo sé que son geniales & ya lo estarán adivinando ¿Cierto? (L) En el tercer cap habrá más acción. ¡Hasta la próxima!

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¡Gracias por leer!