Capitulo 5.
La verdad y la versión (I)

Shadis observó como Erd, Gunther y Auruo llegaban a sentarse cerca de él.

–Petra ya entró–se limitó a informar, los demás asintieron–. Llegan tarde.

–Nos retuvieron en administración–suspiró Erd dejándose caer sobre la silla.

–¿Cómo estaba?–preguntó Gunther.

–Nerviosa... pero lo hará bien.

–Es Petra, después de todo–comentó Auruo, en ese instante, Mitabi apareció por el pasillo y comenzó a acercarse hacia ellos–. No se va a quebrar por ello. Más por algo que no es cierto. Petra no es complaciente.

Ni bien Mitabi los saludó, ellos le respondieron el saludo y él entró. En el momento en que desapareció por la puerta, la expresión, de los cuatro hombres presentes ante el comentario de Auruo, cambió por completo.

–Petra lo hará bien–se repitió Erd.


Mitabi ingresó y tras un saludo respetuoso, se sentó entre Rico e Ian.

–¿Cuál es la relación que mantiene con el Maestro Pastelero Levi? –preguntó Nick.

Petra buscó acomodarse en el lugar, separando las piernas en un ancho de hombros de distancia y estiró el cuello.

–Ha sido mi profesor durante mi primer y segundo año. Es mi jefe en el trabajo, es mi mentor. Al igual que es mentor de mis compañeros de clase y de trabajo.

–¿Estas segura de mantener aquella versión?– preguntó Nick. Petra afiló la mirada.

–¿Aquella versión?– repitió poniendo mala cara–. Es la verdad.

–¿En serio?–había incredulidad en la voz del vicedirector.

–¿Acaso planea desacreditar mi palabra a base de tonos de incrédulos en la voz?–respondió ella, con cierto enojo.

–Petra...– la voz de Irvin llamándola a la calma no la detuvo.

–Muestra pruebas de que mis palabras son falsas. Yo no me creo la dueña absoluta de la verdad, pero soy consciente de que mi relación con Levi es absolutamente normal y no viola el código de ética y moral de esta institución– continuó ella, con una moderada calma, pero con un cierto matiz hostil–. Si usted o cualquier miembro de este comité hace caso a cualquiera de los rumores que han circulado este año y el anterior, entonces, asumo que esto es solo formalidad, que estoy frente a una cacería de brujas.

–Petra– la voz de Irvin sonó más fuerte y la muchacha lo miró. El intercambio parecía entre un domador y su león, el rubio siempre mantenía una mirada calmada y seria, mientras que los ojos de la muchacha llameaban–. Cálmate, no es a ti a quien se esta juzgando.

–No, es a Levi– respondió ella intentando sonar calmada–. Pero eso no quita peso. Durante este último año he sido tratada como paria por mi "supuesta relación inmoral" con mi profesor y jefe. Mi imagen ha sido difamada a mis espaldas, he sido descalificada frente a mi grupo de estudiantes por causa de estos rumores.

Irvin asintió ante sus palabras.

–Lo sé. Siéntete libre de hacer una demanda por difamación a quien corresponda. La imagen de un chef es muy importante para la media. Conozco tus sueños y se que necesitaras de ella para lograr tus objetivos finales–le sonrió–. Pero, por ahora, por favor, limitate en dar respuesta a nuestras preguntas.

–Haré lo que pueda.

Pixis asintió y tomó palabra.

–Ahora, señorita Ral, ¿Cómo podría explicarnos porqué Levi la eligió para entrar a su cuadra?

–Si–habló ella tranquilamente–. Fui elegida por Levi por ser uno de los diez mejores promedios, tanto en práctica como teoría, durante mi primer año. Si bien, en principio, carecía de buenas habilidades, mi trabajo en equipo era excelente, así como mi puntualidad, la impecabilidad al momento de la ejecución y mi compañerismo.

–¿Y que le da a creer que aquellos detalles son importantes?

–Es un trabajo en el que uno necesita ser más que excelente y que pueda hacer las cosas por sí solo de una manera limpia y eficiente. Pero, a pesar de ello, no importa cuan espectacular seas, si no confías en los otros para delegar tareas, tampoco sirve que seas el mejor. Somos humanos, al fin de cuentas, y hay pedidos que se escapan de nuestras capacidades porque no podemos estar en dos o más lugares al mismo tiempo. El Maestro Levi me eligió por mi desempeño en lo referente al trabajo en equipo.

–¿Crees que has mejorado a lo largo de estos años, bajo su tutela?

–Por supuesto –sonrió ella, orgullosa–. Si desconfían, bajemos a la cuadra y, con gusto, le demostraré lo que soy capaz de ser.

Pixis sonrió y hasta rió.

–Vaya, parece que tenemos aquí toda una chef pastelera– Petra le devolvió la sonrisa y agradeció el cumplido con una leve inclinación en la cabeza–. Aún te recuerdo de aquella vez en segundo, Ral. Has ganado mucha confianza en tí misma desde entonces e imagino que es por causa de Levi, ¿verdad? Él te ha obligado a ganar carácter.

–Por supuesto, si no era así, no hubiese mantenido mi puesto de trabajo, ni hubiese podido llegar hasta aquí. Hay que tener carácter y perseverancia–Petra sonrió. Le gustaba que Pixis la interrogara, él sí le permitía que expresara su propia opinión.


Tres años a atrás, aproximadamente, la muchacha de cabellos con el color del atardecer llegaba temprano a su primer día de clases. Nada más entrar al aula a la que había sido asignada, se encontró con la fría y pétrea mirada de unos ojos azules fríos que parecían completamente aburridos de tener que estar allí. Como si aquello fuese un castigo para él. La muchacha, lejos de intimidarse, relajó sus músculos y tomó aire antes de cruzar la puerta.

Ni bien dio dos pasos, oyó que alguien la olía. Giró su cabeza hacia la derecha y se encontró con una mirada azul más relajada, en cuyo rostro se formaba una sonrisa tranquila y alegre. Petra levantó ahogó un grito y alzó ambas cejas cuando se percató que aquél hombre era también un profesor.

–Ignoralo. Lo hace con todos–comentó secamente el hombre que a penas parecía ser unos centímetros más alto que ella–. Es su modo de reconocerte.

–Ah... ¿Mucho... gusto?–profirió Petra entonces a aquel rubio alto que a penas llevaba una barba, bien cuidada y prolija.

Éste le devolvió la mirada gentilmente y le sonrió, pero no le dijo nada más.

Algo indecisa, la muchacha fue a sentarse al medio del aula que aún estaba algo vacía. Ninguno de los profesores le prestó demasiada atención y vio, con sorpresa y luego con diversión, las distintas reacciones de los alumnos frente a aquél ridiculamente alto profesor que olfateaba a cada alumno,mientras el otro profesor, de una estatura completamente opuesta, sólo observaba la situación con su mejor cara de perro.

Pronto, al lado suyo, se sentó un hombre cuyo cabello rubio sobresalía debajo del gorro del uniforme.

–Ah, ¿Qué tal? Erd Gin, un gusto –se presentó amable. Petra le sonrió.

–Petra Ral, igualmente –respondió nerviosa. El rubio de ojos café parpadeó un par de veces.

–¿Nervios?

–Sí, algunos.

–No son necesarios, todo estará bien –sonrió carismático el chico. Petra lo miró como si fuese de otro mundo.

–¿Has visto a nuestros profesores?–susurró.

El chico hizo una mueca, indicando que coincidía con ella.

–Pero, ¿Sabes quiénes son?

–No...

–El alto y rubio es Mike Zacharius. Es un reconocido Maestro Pastelero y Heladero–susurró la voz de un muchacho de cabello de piel algo bronceada y ojos café que se estaba sentando frente a Petra–. Tiene el mejor olfato del mundo.

Un tercer hombre chasqueó la lengua, se estaba sentando detrás de Erd.

–¿Cómo no vas a conocer a Levi? ¡Él es el mejor Maestro Pastelero de este lugar!

–Silencio ahí–la voz criptica de quien se suponía que era Levi los hizo callar de repente. Era una voz fría y áspera, grave y sin sentimientos.

En aquél momento, la nariz de Mike se movió de manera visible, llamando la atención de los alumnos ya presentes porque el hombre frunció el ceño y se echó hacia atrás. Levi lo miró, ceñudo.

–No deberías estar en esta aula, Nana –habló segundos antes de que los alumnos viesen a una muchacha de rasgos andróginos ingresar al aula.

El rostro de la chica de ojos claros se volvió lleno de preocupación al reconocerlo.

–Iré a hablar a administración ahora mismo, Mike –suspiró ella dándose la vuelta–. Hacemos un simple pedido y ni eso cumplen los de administración.

Petra miró a Erd, interrogante.

–Nanaba y él están comprometidos. Se casarán pronto... quizás–se limitó a responder con una sonrisa vaga.

–Supongo que era cierto que ella empezaría la carrera de pastelería porque se vio atraída por él al mundo de lo dulce.

–Antes era Chef Gastronómica ¿cierto?

Erd y aquél extraño pronto iniciaron una conversación en la que la muchacha no entendía nada.

–¿Cómo saben tanto sobre ellos? –los interrumpió

–Leemos revistas especializadas. Vamos a ver los campeonatos y las muestras.

–¿Trabajan en el rubro?

–Sí –admitieron pronto ambos al mismo tiempo y eso los llevó a intercambiar una mirada e iniciar una nueva conversación.

No obstante, Levi interrumpió pronto cualquier conversación.

–Olvídense de todo lo que han visto en la televisión sobre pastelería. Olvídense, incluso de lo que saben sobre el tema. Este año, Mike y yo los reformaremos para que sean algo decentes para trabajar como se debe ¿escucharon, escorias?

¿Escorias? Petra alzó una ceja, curiosa.

–Si pretenden ser como aquellos pasteleros buenos para nada que se creen que son lo mejor porque saben hacer caramelo sin que se les quemen, salgan en este instante por esa puerta–gruñó–. Y las mujeres, si creen que esto es un curso de cocina para hacer cupcakes, también vayanse. Esto no es ni lo uno ni lo otro. La pastelería no sol colores pasteles y ojos brillantes. Tampoco lo es la actitud arrogante y creída por saber preparar uno o dos cosas bien. La Pastelería se trata de aprender confiar en el otro y creer que lo va a hacer bien. El trabajo en grupo, así como las habilidades individuales tienen peso. Así que asegúrense de que van a ser capaces de trabajar en equipo.


Hasta aquí por ahora. Es más que la última vez xD De aquí hasta dentro de tres o cuatro capitulos (según como lo pueda organizar), será esta suerte de revisión/juicio xD Habrá más apariciones de Levi, pero serán algo como estas.

Also, cambié el título, seguro que lo notaron xD Estoy pensando en hacer una serie de fics respecto a este AU, centrado en cada una de las parejas que pretendo escribir.

Reviews!

"AR": Oh, mil disculpas xD Es que la verdad, escribo hasta donde puedo y me da la cabeza. Hay muchas cosas que, admito, me gusta dejarlas en suspenso para ir desarrollarlas de a poco y con calma, para que tengan sentido y no sean una masa de... información solo :D

"Maddie": lo sé, lo sé dear. Prometo que cambiaré ese "mirá vos" cuando tenga tiempo, sabes que odio que mi dialecto se note cuando escribo para un público neutral -w- (pero si hago ese AU de tango... minga, habrá mucho de mi dialecto xD) Adoro a Armin es como un genio dule y tierno que esta aprendiendo a ser algo más... frívolo a la hora de pensar. Es un adorable chibi Irvin xD

¡FELIZ AÑO NUEVO!