Summary: UA. Como castigo el Rey le dio a su hijo una mujer a la cual durante un mes tendría que hacerle las mismas cosas que él le hizo a su madre antes de su muerte, y aunque al príncipe le trajera tan amargos recuerdos, momentáneamente no tenía más opción que obedecer, pero su venganza se acercaba y pronto podría matar al Rey.

Disclaimer: Los personajes de Dragón Ball Z no me pertenecen, son propiedad de Akira Toriyama.

UN REGALO PARA EL PRÍNCIPE

By. Yurika Cullen

Capitulo Once

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Se acercó y tomo mí vestido por el cuello rasgándolo lentamente, intente reusarme y luchar con él, pero de nuevo mi mejilla ardió por la cachetada que en esta ocasión era más fuerte que la anterior, y aunque no me había tirado al suelo pues el Rey me retuvo a tiempo con la única mano buena que tenía, sentí como me quemaba la piel por lo fuerte del golpe, en cualquier instante mi mejilla se hincharía y amorataría. Gruñendo molesto el Rey termino de rasgar la parte delantera de mi vestido pero en el instante en que quiso tocar mi pecho una mano le apretó la muñeca y lo separo de mí.

—¿Qué demonios pretendías hacer padre? —mi corazón se aceleró al instante al escuchar esa voz, levante mi mirada y vi asombrada y completamente llena de felicidad a Vegeta parado a nuestro lado, su cabello era rubio y sus ojos verdes, además había un aura dorada a su alrededor, aunque estaba golpeado se notaba en perfecto estado, pero su expresión era de odio total

—¡¿Pero… co… cómo?! —pregunto el Rey aterrado

—¿Cómo sobrevivimos? —dijo otra voz conocida, rápidamente me gire hasta ella y vi a Kakaroto ayudando a Milk a ponerse en pie, su rostro también estaba enfurecido

—Realmente te he sobreestimado basura —hablo Vegeta con la voz fría —un maldito insecto como tú siempre tiene un truco bajo la manga, pero se ha acabado tu suerte —el Rey rápidamente se soltó del agarre de Vegeta y en el intento de separarse de golpe de él, cayó al suelo

—¿Cómo pudiste llegar hasta aquí? ¡Si el planeta estaba por explotar y la única nave que estaba en perfecto estado fue la que me trajo de regreso! —Vegeta sonrió

—Yo también tengo mi carta bajo el brazo, pensaste que habías ganado ¿Verdad? ¡Ja! Se necesita más que un planeta a punto de explotar para acabar con nosotros sabandija, para tu información Kakaroto aprendió una técnica muy útil en nuestra última misión

—¿Una… Técnica? ¿Qué tipo de técnica te puede salvar de la explosión de un planeta?

—La teletransportación —hablo Kakaroto frunciendo el ceño —fue realmente muy fácil llegar hasta aquí, me tomo menos de un minuto sentir tu asquerosa presencia y teletransportarnos hasta este planeta

—Y por lo que veo te has atrevido a tocar lo que es mío ¿Qué pretendías? ¿Repetir el mismo episodio que con mi madre? Eres un maldito bastardo, en ese momento era un debilucho, no podía sobrepasarte y no tuve otra opción que observar y aguantar las inmensas ganas de matarte con mis propias manos, desde ese momento desee que llegara el día en que pudiera quitarte la vida yo mismo, desde ahí planee tu muerte, a partir de ese instante silenciosamente te declare la guerra, y hoy ha llegado ese momento que tanto espere, en esta ocasión con el poder que poseo no te permitiré que se repita lo que hiciste, no vas a vivir para contar lo que te hare querido padre

En ese momento empezaron a llegar Saiyajin de todos lados, todos corrían hasta el lugar en el que nos encontrábamos, al parecer habían detectado la presencia de Vegeta y Kakaroto con los rastreadores y habían venido a ayudar al Rey.

—¡Pero… pero si son el señor Vegeta y el señor Kakaroto! —exclamo uno de ellos

—¿Qué está sucediendo aquí?

—¿Son ellos acaso los dueños de ese poder tan impresionante? —los presentes empezaron a hacerse preguntas sorprendidos

—¡¿Pero qué demonios están haciendo imbéciles?! ¡Atáquenlos! ¿No se dan cuenta de están intentando matar a su Rey? —todos miraron a Vegeta y vieron sus obvias intenciones con el Rey pero ningún se atrevió a decir nada y mucho menos a moverse. Vegeta sonrió

—¿Y bien? ¿Quién es el primero en intentar defender al gusano de mi padre? ¿Quién está dispuesto a morir por defender a su Rey? —pregunto a los presentes. Una carcajada salió de sus labios al ver que nadie hacia nada —estupendo, porque a partir de este día, yo el Gran Vegeta seré el nuevo soberano de este planeta, yo soy su nuevo Rey, así que es a mí a quien me deben lealtad y respeto, no a esta maldita rata —se acercó hasta su padre que temblaba de miedo en el suelo y lo rodeo del cuello con una mano mientras lo levantaba sosteniéndolo en el aire —Si alguien está dispuesto a pelear por salvar a esta sabandija, que lo haga ahora en este preciso momento —se giró y miro a los presentes —¿Nadie? —De nuevo hubo silencio —muy bien, entonces a partir de ahora ¿Qué soy yo para este planeta? ¡Respondan! ¿Qué seré para ustedes?

—¡El Rey! —exclamaron todos al unísono, pude ver que algunos estaban atemorizados, otros por su parte se veían satisfechos, imagino que eran los que tanto detestaban al ahora antiguo Rey. Vegeta sonrió satisfecho y se giró hacia su padre

—¿Escuchaste eso? Lo que significa que ahora como tu Rey podre castigarte como se me antoje y estoy pensando en todas las cosas interesantes que te puedo hacer —el antiguo Rey miraba a su hijo horrorizado

—¡Ve… Vegeta por favor… yo soy tu padre! …por favor… perdóname, te lo suplico —rogaba desesperado

—¿Mi padre? ¡Ja! Eres una maldita basura, aun siendo mi padre fuiste capaz de vendernos a Freezer, fuiste capaz de planear mi asesinato a manos de esa lagartija —los Saiyajin presentes exclamaron sorprendidos, ahora entendía porque el padre de Vegeta no quería venir a buscarnos acompañado, nadie sabía esa parte, no quería que se enteraran que él había planeado entregar al príncipe a Freezer —no esperes que solo porque compartimos la misma sangre yo vaya a tener compasión de ti

—¡Te lo suplico hijo! Perdóname, te jurare lealtad y seré tu más devoto sirviente ¡Por favor!

—Eso es lo que quería escuchar —dijo Vegeta más frio que nunca —quería escuchar como rogabas por piedad, como clamabas por compasión, quería escucharte pedir por tu miserable vida una y otra vez. Y solo para darte la misma piedad que le diste a mi madre cuando ella también te rogo clemencia, cuando la violaste y la torturaste de una forma tan horrorosa y asquerosa. Además no solo te pareció suficiente poner tus repugnantes manos en mi madre, sino que también lo hiciste con la mujer que tan claramente advertí que era mía, porque esa mujer a la que pretendías fornicar a tu antojo solamente yo puedo tocarla, solamente yo puedo acercarme a ella, solo yo puedo hacerla mía. Así que como he estado deseando durante tantos años, hoy por fin me vas a pagar todas las cosas que me has hecho, y si es que puedo controlarme un poco dejare que Kakaroto también juego un poco contigo, porque imagino que él está deseando cobrarse el que también te atrevieras a golpear a su mujer y además vengarse por la muerte de Bardock —de nuevo se escucharon exclamaciones de sorpresa y el padre de Vegeta lo miro sorprendido —¿Acaso pensaste que nadie lo sabía? Te imaginaba más inteligente, es obvio que Kakaroto no iba a ser tan estúpido como su hermano y creerse esa mentira sobre la muerte de su padre, todos sabemos que tu causaste su muerte, tú lo entregaste a Freezer valiéndote de quien sabe que escusa, pero hoy vas a pagar por todo

—¡Por favor Vegeta perdóname, perdóname Kakaroto, se los pido! Tengan piedad —Seguía exclamando aterrado, mientras que Vegeta apretaba cada vez con más fuerza su cuello y sonreía divertido al escucharlo suplicar, un escalofrió me recorrió el cuerpo al verlo actuar así, por muy malo que fuera su padre, nunca me imaginé ver a Vegeta de esa forma tan sanguinaria y tan cruel

—¡Basta Vegeta, mátalo de una vez! —Exclamo Kakaroto acercándose a él aun con Milk en sus brazos —Ese bastardo no merece que te conviertas en lo mismo que él, dale el golpe final, creo que ya fue suficiente

—¡Cállate Kakaroto! ¿Acaso tú no quieres que sufra por todo lo que nos ha hecho? ¿Por qué ahora quieres ser tan piadoso?—dijo molesto, los demás presentes se alejaron un paso, atemorizados de que comenzara una pelea entre ellos

—La mejor manera de que pague es dejando de existir de una buena vez, claro que deseo que muera y que sufra en el infirmo por todas las atrocidades que ha hecho, pero ya es suficiente, no te conviertas en su sucesor haciendo exactamente lo mismo que él hubiera hecho, si lo que quieres es vengar la memoria de la Reina entonces piensa en que a ella no le gustaría que te portaras igual que el maldito que la asesino —Vegeta frunció más el ceño

—Vegeta, Kakaroto tiene razón, por favor ya acaba con esto de una vez —me atreví a pedirle, no me importaba que estuvieran todos presentes, y cuestionaran mi actitud solo por ser mujer, yo no permitiría que Vegeta se convirtiera en su padre, yo sabía que en el fondo había una persona completamente diferente al Rey. Y si él me había dicho que en frente suyo dijera lo que pensaba, entonces no iba a dejarme amedrentar por los demás —por favor, tal vez no te importe lo que yo te pida, pero al menos piensa un poco en los ideales que tenías con este planeta, en los cambios que querías hacer, todo eso solamente se puede cumplir si tú también lo haces, además Kakaroto tiene razón al hablar de tu madre, si yo fuera ella no estaría nada feliz de que actuaras igual que tu padre —Vegeta me miro fijo por unos instantes, es como si intentara comprender mis palabras, al final suavizo un poco su expresión y después sonrió levemente mientras regresaba su atención a su padre

—Bien, hare lo que me pides Bulma —yo suspire aliviada —pero solamente porque Kakaroto tiene razón al decir lo de mi madre, además el mejor castigo para mi padre será saber antes de morir que una mujer terrícola será quien de ahora en adelante gobierne este planeta y esta raza —yo abrí los ojos sorprendida y escuche la exclamación de sorpresa de todos los presentes, el anterior Rey exclamo todo lo que las manos de Vegeta se lo permitieron

—¿Pero de qué demonios estás hablando Vegeta? ¿Cómo se te ocurre hacer semejante tontería? —Vegeta sonrió y apretó un poco más su agarre

—Ahora yo soy el Rey y puedo hacer lo que quiera con esta raza, de ahora en adelante yo cambiare absolutamente todos tus mandatos y todas tus estúpidas leyes, a partir de tu muerte, de la muerte de tus soldados de elite y de la muerte de Freezer muchas cosas van a cambiar para los Saiyajin, todo lo que tu más detestas será lo que yo más voy a resaltar, y lo que tu más deseabas lo que voy a destruir. Así que vete al infierno y reúnete con tu amado Freezer, y observa desde ahí lo que hago con todos tus ideales —sin decir una sola palabra más, Vegeta mando a volar a su padre por los aires y le lanzo una bola de energía que lo convirtió en polvo en cuestión de segundos, después de unos minutos el aire se dispersó y todo quedo en silencio

Los presentes aguardaban algo atemorizados a que Vegeta como el nuevo Rey dijera algo o diera alguna orden, él por su parte se quedó observando al cielo en silencio mientras que Kakaroto dejaba a Milk en el suelo quien al parecer ahora se podía sostener en pie y se acercaba a Vegeta.

—Mi Rey, todos aguardan por usted, creo que llego el momento de dar la primera orden como soberano —Dijo Kakaroto divertido, al parecer había recuperado su habitual estado de humor, Vegeta se giró y lo miro levantando una ceja

—Levántate imbécil, sabes lo mucho que detesto los estúpidos formalismos Kakaroto, después de todo tu menos que nadie tiene que hacer una reverencia ante mí, eres un maldito insecto, te atreviste a sobrepasar mis poderes y eso nunca te lo voy a perdonar, en el futuro seguiré entrenando y como sea te voy a derrotar, nunca te perdonare el que le dieras el golpe final a Freezer

—Muy bien Vegeta —dijo levantándose y sonriendo mientras cruzaba sus brazos tras su cabeza —yo también seguiré entrenando —Vegeta se giró a los demás

—Y como primera orden —empezó a hablar más fuerte para el resto, se acercó hasta mí y tomándome del codo me paro a su lado —quiero presentarles a la nueva Reina de este planeta, ella será su nueva soberana, de ahora en adelante obedecerán todo lo que ella les ordene, si alguno de ustedes se atreve a tocarle un solo cabello o la desobedece en lo más mínimo los eliminare como al gusano de mi padre, pero en esa ocasión no seré tan piadoso, así que no se atrevan a poner a prueba mi paciencia. En este preciso instante se arrodillaran ante ella y le declararan su lealtad —ordeno

Al instante todos se arrodillaron, yo me sonroje y me puse muy nerviosa, no podía creer que esto estuviera sucediendo ¿Qué le pasaba a Vegeta por la cabeza para hacer algo así? El corazón me latía acelerado por la emoción ¿Qué tenía que hacer? Yo no sabía ser Reina y mucho menos de una raza tan sanguinaria, pero si esa era la única forma de estar junto a Vegeta entonces haría lo mejor posible y no lo defraudaría, ¿De alguna forma Vegeta estaba intentando decirme que me correspondía y me quería a su lado? Las palabras que me dijo antes de marcharse me daban vueltas en la cabeza.

—Como segunda orden —continuó —Quiero convocar a todos los Saiyajin sin importar de que clase sean, todos van a entrenar duro y van a participar en un torneo, ya que Kakaroto y yo nos encargamos de eliminar a todos los ineptos de los Saiyajin de elite que tenía mi padre, pretendo hacer nuevos equipos para misiones, pero en esta ocasión no me basare en las clases de nacimiento, si no en la fuerza, si un Saiyajin de clase baja es mejor y derrota a otro de clase alta, entonces ese será el que forme parte de las elites, los primeros treinta puestos serán los que formen los nuevos grupos de misiones. Tienen un mes para entrenar, si esta raza es la más fuerte del universo, entonces seguiremos entrenando para que lo siga siendo. Eso es todo, pueden retirarse dentro de unos días se informara sobre el funcionamiento del torneo —ordeno, al instante todos se empezaron a dispersar

—Llevare a Milk a mi cámara de recuperación —dijo Kakaroto de nuevo levantando a mi amiga quien me miraba sonriendo feliz y obviamente aliviada —aunque parece estar bien, prefiero estar seguro, así que nos veremos mañana Vegeta —sin decir nada más hizo lo que debía ser la teletransportación porque desaparecieron de repente

—Vegeta —lo llame despacio, él simplemente me miro y levanto una ceja —¿Cómo es que me has declarado como Reina? Yo no entiendo absolutamente nada sobre gobernar, yo no sé cómo, además yo… ¿Por qué? —pregunte hecha un lio. Él simplemente me tomo en brazos y empezó a volar hasta el castillo, como no respondió comprendí que por el momento tendría que esperar hasta llegar a la habitación

En cuanto llegamos a su cuarto Vegeta empezó a revisar mi rostro y mi cuerpo, aunque tenía el vestido rasgado y sucio, el pelo revuelto y enredado, no tenía ningún golpe importante, aparte de una mejilla roja y un poco hinchada estaba en perfectas condiciones. Cuando su chequeo pareció finalizar se cruzó de brazos y me miró fijamente a los ojos, yo continué en silencio pero lo mire aun sin entender que pretendía con todo esto.

—¿Lo que me dijiste en esa ocasión todavía es verdad? —me pregunto serio, esta vez yo fruncí el ceño

—¿Qué te amo? Claro que todavía te amo Vegeta, ¿Por qué me lo preguntas? —el corazón de nuevo me latió acelerado

—¿Aun después de lo que quiso hacerte la sabandija de mi padre?

—¿Eso que tiene que ver? Por favor explícame

—Te hice mi Reina porque esa es la única manera de que te quedes siendo yo el nuevo Rey, pero quiero advertirte que como soberana te arriesgas a que lo que sucedió hoy se repita en un futuro

—No me importa —dije rápidamente entendiendo un poco a que se refería —¿Acaso piensas que eso es suficiente para que yo no quiera estar contigo? Yo te amo Vegeta y eso es algo que nadie puede cambiar, ni siquiera tú —dije con el corazón acelerado —Tal vez no sepa cómo ser Reina ahora, pero si tú me enseñas aprenderé, soy lo suficientemente inteligente, no debe ser muy difícil gobernar a unos cuantos monos —bromee, pero me acerque y lo tome de los hombres mientras lo miraba seria —¿Me haces Reina solamente porque yo quiero estar a tu lado? ¿O existe otra razón? Antes de irte me dijiste que si las cosas salían bien tal vez estarías dispuesto a cumplir todos mis deseos, ¿Es solo eso lo que estás haciendo? —él me rodeo la cintura y me acerco hasta su cuerpo

—Nadie que no sea yo se atreverá a tocarte nunca más, no permitiré que se repita lo de hoy, yo me encargare de que no te pongan un solo dedo encima —dijo mientras tomaba mi rostro en sus manos, yo me moleste de que diera tantos rodeos

—¿Quieres responder a mis preguntas cuando las hago? —Fruncí el ceño algo molesta —no entiendo a dónde quieres llegar con todo esto

—Te hago Reina porque es lo que quiero, ya te dije que no tienes escapatoria, eres la segunda persona por la que he sentido esa necesitad tan grande de proteger, y la primera a la que sin importar como la quiero satisfacer, de alguna manera que no entiendo quiero que te quedes conmigo, pero al mismo tiempo no te quiero obligar a que lo hagas —yo me lance a abrazarlo emocionada —eres una maldita bruja Bulma, por primera vez en mi vida estoy confundido y no tengo la más mínima idea de qué demonios está pasando por mi cabeza

—Eso Vegeta es demasiado simple, lo que tu sientes solo es amor y lo sé porque es exactamente lo mismo que yo siento. Y si lo que quieres es que me quede a tu lado porque tú también me correspondes, puedes estar tranquilo porque no voy a ir a ningún lado, no hay otro lugar en el que quiera estar que no sea contigo Vegeta. Y aunque para ti sea difícil entender un sentimiento tan grande como el amor, yo haré todo lo posible para que lo hagas, solo dame tiempo —él me tomo del trasero y me levanto del suelo

—Bien, puedes empezar ahora mismo —me dijo lleno de deseo y sin esperar un segundo más le cruce los brazos al cuello y lo bese, esta vez iba a ser diferente, esta era la primera vez que Vegeta y yo haríamos el amor estando al tanto de lo que sentíamos, y me sentía inmensamente feliz de saber que un Saiyajin tan orgulloso como él me correspondía. Lo había conquistado, de algún modo lo había logrado

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Los meses transcurrieron rápidamente, y más de un año había pasado desde que Vegeta fuera el nuevo Rey del planeta de los Saiyajin, muchas cosas habían cambiado desde ese momento, había sido realmente muy difícil acostumbrarme a ser Reina y aprender a ser un poco fría y cortante con los demás, aunque era demasiado piadosa comparada con el resto, a veces tenía que tomar decisiones realmente difíciles para mí, lo importante es que siempre había contado con la ayuda de Vegeta y Kakaroto, además de que Milk había estado apoyándome todo el tiempo, esa era la única forma en la que podía aguantarlo todo, porque los tenía a ellos.

La noticia de que una terrícola fuera la Reina conmociono a todos, especialmente a las mujeres Saiyajin, que aunque al comienzo se reusaron al final lo aceptaron cuando vieron los cambios que había hecho Vegeta en cuanto a las reglas que regían a las mujeres, pues ahora ellas podía formar parte de las Elites o de lo que desearan sin ser juzgadas como incompetentes, se les respetaría por lo que eran sin importar su poder de pelea y podía enfrentarse de igual a igual con los hombres en los combates.

Vegeta continuo con su idea de ser el gobernador del universo, pero su método cambio totalmente, pues dejo de lado las misiones de purga y exterminio por las de negociaciones que favorecían totalmente a ambos planetas, la mayoría de Saiyajin estaban de acuerdo con su forma de pensar y al ver los primeros resultados el resto quedaron completamente convencidos. Al final todos apoyaron su forma de pensar.

Del torneo de las artes marciales salieron resultados que a Vegeta lo dejaron muy satisfecho, los treinta mejores fueron seleccionados y fue una sorpresa ver que muchos de los de clase baja habían quedado en la lista de los elite. De nuevo Vegeta confirmaba lo muy equivocado que había estado su padre y los excelentes soldados que estaba desperdiciando por dejarse llevar por las clases de nacimiento, esta vez sus elites iban a ser los más fuertes hasta el momento y los más leales. No los cobardes y bastardos que habían estado acostumbrados.

Después de meses de cambios y negociaciones hoy era un día muy especial. Hoy había nacido el hijo de Kakaroto y Milk, un hermoso bebe que sorprendentemente poseía un poder bastante elevado para su corto tiempo de vida había nacido. Kakaroto estaba realmente orgulloso de su hijo y Milk no podía estar más que feliz, pues luego de los cambios en las leyes ella había podido ser oficialmente la mujer de Kakaroto y su hijo no iba a ser considerado un bastardo ante nadie, ahora ella podía disfrutar tranquilamente de la familia que tantos deseos había tenido de formar.

Por mi parte, el planeta se había acostumbrado a mi presencia y la mayoría intentaban ayudarme en lo que fuera posible, las cosas cada día iban mejorando, y con el pasar de los tiempos la raza Saiyajin ya no sería más una raza sanguinaria y déspota, sino una raza guerrera y luchadora, con el tiempo serian recordados por su fuerza y su valor, no por su crueldad y su maldad.

Con Vegeta estaba avanzando poco a poco, aunque era de esperarse que él no fuera a convertirse en un hombre amoroso y expresivo de la noche a la mañana, cada vez era mucho más cariñoso y atento conmigo, además siempre me tomaba en cuenta para tomar decisiones importantes y preguntaba mi opinión cuando a tecnología concernía. A estas alturas no tenía dudas de que me correspondía, a su manera sabía que él me quería y para mí era suficiente con saber que a pesar de todo él también me amaba, después de pasar por tantas cosas el príncipe de los Saiyajin sentía lo mismo por mí, me había costado mucho pero de algún modo lo había conquistado, a pesar de todo lo malo que el Rey había hecho, algo tenía que agradecerle al desgraciado, y era que me regalara a su hijo, gracias a que yo era un castigo para Vegeta había podido conocerlo y enamorarme de él, había tenido la oportunidad de estar a su lado y no la había desaprovechado por nada del mundo, en cierto modo mi felicidad se la debía al bastardo de su padre.

Y solo de pensar en que estaría viéndonos salir adelante desde el infierno, con eso era suficiente para sentirme feliz. Estaba segura de que él estaría retorciéndose en el más allá al ver lo que su hijo había logrado con esta raza. Una sonrisa se formó en mi rostro al imaginar su expresión en estos momentos, definitivamente me encantaría verlo solo por unos segundos para darle las gracias por todo lo que hizo por mí. Irónicamente el muy maldito nos había hecho felices, aunque sus intenciones habían sido diferentes, él regalo para su hijo a la larga lo había hecho feliz.

FIN

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Y esto es todo, espero que les haya gustado y hayan podido leer hasta el final. Muchas gracias a quienes leyeron la historia por completo, gracias a quienes siempre me apoyan y a las que se toman la molestia de enviarme sus Review y sus mensajes privados.

Como siempre pido disculpas por el final tan corto y apresurado, pero es que definitivamente terminar una historia es lo que más me cuesta a parte de empezarla, y a veces me molesta ver que fuerzo la historia en el final, ojala que sea de su agrado y les haya gustado de verdad.

Un beso y un abrazo a todas, espero que podamos leernos en alguna otra historia que haga… ¡Un saludo!