SnK no me pertenece, hago esto sin fines de lucro, solo diversión
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Voluntad
Capítulo 1
Abrió los ojos y se enderezó despacio. Le dolía la cabeza y se sentía molida, el entrenamiento con su tía Mikasa había sido devastador. Se puso de pie y se sobó la nuca, se estiró, escuchando crujir sus huesos y lanzó un bostezo. La puerta se abrió, dejando ver a su "madre", que le sonreía ampliamente.
-Buen día-saludó, acercándose a ella para abrazarle
-Buenos días-dijo, recibiendo el gesto cariñoso
-¿Has dormido bien?-preguntó viendo a su hija de 19 años que era más baja que él
-Sí, estoy repuesta-le sonrió, haciendo que sus orbes esmeralda brillaran, Eren acarició la larga cabellera negra de su hija
-Bien, date una ducha y vamos al comedor, todos están ansiosos-
-Les dije que no quiero nada…no hace falta-
-Elie, déjanos celebrar tu cumpleaños-pidió Eren tomando asiento en la orilla de la cama-Solo es entre nosotros, es una fecha importante para nosotros y…-
-Está bien, Eren-le interrumpió tomando sus cosas, no quería un sermón justo ahora-Iré a ducharme y te alcanzaré en el comedor-
-De acuerdo, no tardes-beso la frente de su hija y le sonrió-Feliz cumpleaños-
Eren salió de la habitación dejando a la chica completamente sola. Entró al baño de su habitación y abrió las llaves dejando que el agua caliente corriera. Se aseó con rapidez y salió envuelta en una toalla, para comenzar a arreglarse. Se miró al espejo y se quedó ahí por unos segundos, estudiando sus facciones, su cabello, su peinado…Eren siempre decía que era la copia fiel de su padre, hizo una mueca…le habría gustado comprobar aquello…lástima que no había tenido oportunidad de conocerlo.
Suspiró y termino de vestirse, cepilló su cabello y lo ató en una coleta alta. Salió de la habitación a paso lento, en serio que no tenía ganas de nada, no le encontraba el punto a celebrar su cumpleaños y mucho menos que se sentía más deprimida que nunca. Era extraño, lo sabía, pues en toda su vida jamás había tenido aquella necesidad por conocer a su padre…siempre pensó que con las historias que le contaban los demás sobre él era más que suficiente…pero al parecer estaba equivocada.
En cuanto abrió las puertas una niña rubia de ojos azules le recibió con un abrazo en sus piernas, llevaba su cabello atado en dos coletas haciendo su expresión aún más infantil.
-Feliz, feliz-repitió la pequeña de 2 años sonriéndole con ternura
-Gracias Hanna-dijo tomándola en brazos, caminando a la mesa donde todos le esperaban…se sentía tan incomoda
Le recibieron entre abrazos, besos, dulces y regalos, en serio lo agradecía, pero no estaba de humor.
-Si Levi estuviera aquí estaría orgulloso-menciono su tío Erwin cuando se acercó a revolverle el cabello con ternura-Eres igual a él, solo que en mujer-dijo con humor, mientras Hanji concordaba con él
-El enano estaría contento de ver a su hija como toda una mujer, mata titanes…la soldado más fuerte de la humanidad-
-Tía, en serio odio cuando me llamas así-dijo haciendo una mueca, la de lentes rió
-Lo lamento, pero es lo que todos dicen-
-Sí, bueno…no me siento de acuerdo con su opinión-dijo en voz baja, tomando asiento
Ahora que habían recuperado la muralla María y las expediciones podían durar más tiempo fuera de las murallas, se lo tomaban más tranquilo, incluso se permitían tomarse un par de días de vacaciones. Los últimos años, escogían la fecha de su cumpleaños para poder estar todos juntos, como la familia que eran…pero…de verdad que ella no estaba cómoda.
-Eren-dijo cuando su papá le tendió su plato de comida-Iré a dar una vuelta por la ciudad después del desayuno-
-De acuerdo-dijo resignado el castaño-Pero regresa antes de la cena, Sasha ha cocinado especialmente para ti-la muchacha asintió y se apresuró a comer su desayuno para escabullirse
-Elie-llamó Mikel, el chico de 15 años, hijo de Mikasa y Jean-¿Hoy podemos entrenar juntos?-pregunto tímido como era, escondiendo la cara en la bufanda azul que Eren le había regalado cuando era bebé
-No esta vez-replicó Charlotte, la chica de 14 años, hija de Erwin y Hanji-El día de hoy Elie irá conmigo al laboratorio, quiero que me ayude en unos experimentos-
Ambos comenzaron a discutir, exigiendo atención de la mayor, que simplemente terminó su té para ponerse de pie.
-Hoy no chicos, tengo cosas que hacer-se puso de pie y se inclinó levemente-Regresaré más tarde-
Salió a paso lento del comedor dejando a la menor haciendo berrinches por haberle dejado sola, Mikel, maduro como era, comprendió a la perfección. Mikasa vió a Eren que veía con nostalgia la puerta.
-¿A dónde va?-pregunto, curiosa
-Dijo que iría al pueblo…supongo que quiere pasar un rato a solas con su mente-dijo llevándose la cuchara a la boca, intentando no pensar en ello…y es que hoy también se hacían 19 años de su muerte
-0-
Se detuvo antes de llegar a la cima de la colina…sus piernas le temblaban y su corazón latía con fuerza, volvió su boca una línea y tragó saliva, intentando pasar el nudo en su garganta. Dio un par de pasos y divisó aquella lápida de mármol con letras pulcramente grabadas.
"Rivaille, tu alma valiente será eterna. Tu alma valiente siempre estará con nosotros"
Se rascó la nuca y se sintió extraña allí…quería echar a correr y llorar al mismo tiempo, dejó el ramo de flores sobre el pasto y acarició con los dedos la fría lápida.
-Hace…más de 10 años que no vengo…lo siento-se disculpó, sincera, no estaba segura de lo que estaba haciendo-Supongo…que estaba…reuniendo el valor suficiente para venir sola-soltó un suspiro y se sentó sobre el pasto
Recargó sus manos sobre el suelo y su peso pobre estas, sintiendo la brisa que le acariciaba el cabello. Sus ojos estaban fijos sobre la lápida, se sentía hipnotizada, recorría con la mirada la inscripción…una y otra vez. Las historias sobre el soldado más fuerte de la humanidad se las sabía de memoria, sus hazañas, los camaradas que había perdido en el transcurso de la batalla, su forma de ser con su papá, con sus tíos…podía asegurar que lo sabía todo de él, excepto por una cosa ¿Cómo habría sido como padre? ¿Exigente? ¿Flexible? ¿Amoroso? Esas y mil preguntas rondaban su mente cada que pensaba en él—lo cual era muy seguido—.
-Hoy hacen 19 años que te fuiste-comentó, mientras el viento jugaba con su flequillo-Supongo que Eren vino temprano a verte…tal vez…debería disculparme con él-su mano viajo a la pequeña flor amarilla que había crecido por allí, tomándola entre sus dedos con delicadeza-Me he negado de las peores maneras posibles a venir con él-
Examino con cuidado la flor, viendo los pétalos con excesiva minuciosidad…se sentía en una escena ajena a su realidad.
-El tío Erwin me enseñó una canción, que dice que escucho en un pueblo del sur de Rose…me gustó mucho-se enderezó y dejo la flor junto a su ramo-Hojas de vid, viento sopló…cayeron frágiles y con gran honor-a pesar del nudo en la garganta siguió cantando-Mi soldado hoy, ya regresó, muy valiente ha sido él…ya regreso*-inhalo profundo y añadió-¿A que esta bonita?-sonrió haciendo una mueca-Me habría gustado cantártela en vida…alguna vez-recargó su cabeza en la palma de su mano y añadió-A Eren le hace llorar esa canción-
Una ráfaga de viento acarició su rostro y removió su cabello, llevándose las hojas que descansaban en el suelo, ella suspiró y se puso de pie.
-Bueno, creo que ahora podré visitarte más seguido-se sacudió el pantalón-Aunque no puedo soportar el estar mucho tiempo aquí, me deprime aún más…lo siento-se volvió a inclinar levemente y con cariño acarició el nombre en la lápida-Volveré otro día…papá-dio media vuelta para comenzar a andar, deteniéndose a un par de pasos-Oh, por cierto, Eren me habló de tu equipo…y de cómo le protegieron cuando tía Annie era el enemigo-sonrió de manera similar al chico titán-Por favor, agradéceles de mi parte todo lo que hicieron por ustedes-pidió y retomó su camino, se sentía más liviana pero aun así…la depresión no se iría con facilidad, de alguna manera…sentía que su padre había muerto por su culpa
-0-
Recorrió aquella calle que se sabía de memoria, le gustaba entrar y salir de las tiendas, para perder el tiempo en los días que no había nada que hacer, ya había entrado a todas y cada una de ellas infinidad de veces…a excepción de aquella al final de la calle. La curiosidad siempre le mataba por saber que había allí, la tienda se veía tan oscura y mítica, que le llamaba a entrar para saciar la curiosidad.
Ese día, por ser su cumpleaños, y por simple capricho, se daría la satisfacción de entrar para darse por servida. Empujó la puerta despacio y la campana sonó, haciéndole saber al dueño que un cliente acababa de ingresar.
Había libros de tapas gastadas y viejas, en lenguajes extraños y alguno que otro que pudo reconocer. Las velas encendidas desprendían un olor a menta y había frasquitos con líquidos de diversos colores haciéndole dudar sobre su contenido…le recordaban a su extraña tía Hanji y su prima Charlotte, y sus experimentos…sintió un escalofrío de solo pensarlo
-Al fin te has decidió a entrar, chiquilla-habló una anciana detrás del mostrador, acariciaba con una mano a un gato negro que ronroneaba, y en la boca una pipa, sostenida por su otra mano
-¿Perdón?-
-Tu corazón siempre duda cuando pasa por aquí, pero hoy tomaste un paso decisivo-se rió dándole una extraña impresión a la joven
-Solo veía…saciaba mi curiosidad, pero, no creo que tenga algo que me interese, así que me iré-giró sobre sus talones y escuchó la extraña risa de la anciana de nuevo
-Oh, tengo algo que te interesa, muchacha-Elie volteó a verle incrédula-¿Qué dirías si pudiera concederte tu más grande deseo?-el cuerpo de la muchacha se tensó e intentó disimular su sorpresa
-No sé de qué habla-dijo, haciéndose la loca
-Lance Corporal Rivaille-la mención del nombre de su padre le sorprendió aún más-Aquél sargento de la legión de reconocimiento…el considerado soldado más fuerte de la humanidad-
-¿Él que?-pregunto de nuevo, sin querer darle importancia, la risa de la anciana le pareció increíblemente molesta
-¿Te gustaría conocer a tu padre, pequeña?-en su mente se repitió aquella frase, dándose sola como respuesta que era imposible
-Eso no…-la mujer mayor le interrumpió, el gato bajo del mostrador para llegar a su lado
-Es posible, yo puedo hacerlo posible-la anciana se puso de pie para acercarse, la pelinegra descubrió lo baja que la mujer era-Pero tiene ciertas condiciones…si estas dispuesta a correr el riesgo, nada es gratis en esta vida-
Elie sopesó aquella propuesta, con cautela se distanció un poco y le miró, prudente.
-¿Y cuáles serían esas condiciones?-la anciana sonrió
-¿Significa eso que aceptas?-
-No, significa que quiero saber las condiciones-la mujer volvió a reír, alejándose, cojeando un poco, apoyándose en su bastón de madera
-Se te permitirá estar cerca de él el tiempo que desees, pero por cada semana que pases, deberás entregarme un año de recuerdos-advirtió, sacando su pipa de la boca-Tienes prohibido mencionarle nada que pueda cambiar tu futuro, y se te olvidará la forma en que el morirá para que no lo evites-Elie frunció el ceño, aunque lo comprendía-Fuera de eso, debes ser cautelosa con lo que comentes, que puedes llegar a cambiar el futuro, no solo el tuyo, sino el de la humanidad entera-
-¿Y si acepto? ¿Simplemente desapareceré de aquí?-
-El tiempo que pases allá será el tiempo que pase aquí-la anciana volvió a tomar asiento en su cómodo sillón
-No hay problema-sonrió confiada-Puedo pasar un par de días y solo me robarás un año de memorias-la mujer volvió a reír, sacando todo el humo que había contenido en sus pulmones
-Eso dicen todos…pero cuando se dan cuenta…se han perdido ellos mismos-
-Bien, tenemos un trato-sonrió de lado-Ya verá que volveré en menos de una semana-la anciana se puso en pie y comenzó a buscar entre los frasquitos, removiendo con sus temblorosas manos las cosas del mueble
-Ten cuidado con lo que dices muchacha-advirtió y se enderezó, para entregarle una botellita, en forma de cilindro, con un líquido morado dentro, estaba atado a una cadenita-Cuando desees volver, tomate el contenido de la botella-Elie asintió y se la colgó alrededor del cuello-Te advertiré una última cosa, Elie-la pelinegra se sorprendió al escuchar su nombre de los labios de la mayor-Se te devolverá inmediatamente a tu presente sin darte oportunidad de volver otra vez si llegas a tomar decisiones que afecten …así que ten cuidado-con el bastón, la anciana comenzó a dibujar un circulo a su alrededor, un circulo perfecto, desde el mostrador, el gato parecía sonreírle
-Aún tengo un par de preguntas-dijo antes de que terminara el círculo, pero la mujer ya no le escuchó
-Buena suerte, Elie Rivaille-la anciana sonrió y golpeó el suelo haciendo que el círculo que la rodeaba brillara, cegándola
Se sintió mareada y la tienda a su alrededor dio vueltas sin parar, el estómago le dolió y sintió nauseas, quería vomitar. Las rodillas le temblaron y el suelo desapareció de repente bajo sus pies, cerró los ojos con fuerza y tapó sus oídos…comenzando a perder el conocimiento.
-0-
Su cabeza dolía horrores, parecía que se había golpeado con algo al caer. Su estómago le dolía, seguramente no comía desde hace un buen rato.
-Tiene un pequeño golpe en la cabeza, pero no es nada grave, además de eso no hay ninguna otra herida-habló una voz masculina por lo bajo
-¿El golpe tendrá repercusiones?-reconoció la voz de su tío Erwin
-No, es algo bastante leve, aunque puede estar un poco desorientada cuando despierte, que no creo que tarde mucho-escuchó algunos pasos a su lado y después un pinchazo en su brazo-Le he dado un analgésico para que el dolor sea soportable, pero por favor, denle comida en cuanto vuelva en sí-
-De acuerdo, gracias doctor-la voz de su tía Hanji, probablemente la vieja solo le había engañado
Abrió los ojos, despacio y comenzó a enderezarse, sintiendo las repercusiones del golpe en su cabeza.
-Oh, ha despertado-dijo Zoe con una sonrisa-¿Cómo te sientes muchacha?-
-Como comida por titanes y escupida-dijo, llevando una mano a su cabeza, la científica soltó una carcajada
-¿Sientes todo en orden en tu cabeza?-volvió a preguntar viéndola sobarse el cráneo
-Sí, no parece que haya olvidado algo importante-
-Bueno, entonces, podrías decirnos… ¿Cómo te llamas y cómo es que te golpeaste la cabeza?-abrió los ojos de golpe y vió a los dos soldados frente a la camilla, su tía Hanji y su tío Erwin se veían más jóvenes y…su tío tenía ambos brazos…ok…tal vez esa anciana no le haya mentido
-M-me llamo Elie-dijo, sin dar su apellido-Y…no estoy muy segura de cómo me pegué…solo…me sentía mal y me desmayé-mintió mirando al techo
-¿Y qué hacías sola en el bosque que conducía hacia el cuartel de la legión?-preguntó el rubio con desconfianza y cautela, como siempre
-Bueno yo…-lo pensó un poco antes de hablar… ¿Qué se inventaría?-Me perdí-dijo finalmente ahora mirando a la mullida cama-Suelo…perderme con facilidad, así que…cuando lo note-fue bajando el tono de su voz, para hacerlo convincente, conocía tan bien a aquellas dos personas que sabía se lo creerían
-De acuerdo, ¿De dónde eres? ¿Tienes familia?-pregunto el comandante, directo como siempre, Hanji le dio un codazo por la rudeza de la pregunta
-Yo…no tengo familia-se apresuró a negar, esperando que le dieran pistas del año en el que estaba-Todos…están muertos-
-¿Los perdiste ahora? ¿Durante el ataque a Trost?-pregunto la de lentes, acercándose un poco, Elie parpadeo un poco y asintió
-Bueno, ahora mismo estamos en un antiguo cuartel de la legión de reconocimiento, se encuentra dentro de la muralla Rose-el rubio hizo una pausa, explicando la situación-Te daré permiso para que te quedes aquí, te daremos un techo, comida y ropa, pero a cambio debes obedecer todas nuestras órdenes y ayudar al escuadrón Levi-ordenó Smith, haciendo temblar a la chica
-¿El…escuadrón Levi?-la mujer de lentes rió y asintió
-Son la élite dentro de la legión, pero son buenas personas, y aunque el enanito sea un poco gruñón, no te asustes, no te comerá-Erwin suspiró y una media sonrisa apareció en su rostro
-D-de acuerdo-se apresuró a aceptar, la mueca que hizo les pareció de agradecimiento, pero también era de felicidad pura y emoción-Muchas gracias-
-Bien, creo que por ahora debes descansar, mañana temprano vendré por ti para presentarte, dejamos una bandeja con comida en esa mesa-señalo una pequeña mesita un poco alejada-Buenas noches pequeña-dijo Hanji dando un par de palmadas en su mano y los tres adultos se despidieron, saliendo del lugar
Se recostó de nueva cuenta en la camilla, su cabeza dolía pero no le importaba, quería pararse y brincar por toda la enfermería, gritar de euforia y dar piruetas por todos lados como si fuese una niña…mañana conocería a su padre, sentía tanta emoción contenida que todo el cansancio que había sentido se esfumó de repente, se abrazó a su almohada y se enredó con la cobija que le habían dejado, ya quería que fuera mañana.
Holaaaaa! Como andan? Yo aquí, viniendo a dejarles este nuevo fic que espero les guste, este, a diferencia de Eridan, SI es Yaoi :) y espero que les guste n.n, en fin~ nos leemos el viernes con el sig cap va? Cuidense mucho, muchos besitos embarrados de nutella y mermelada de fresa :3
Ja ne!
Rave-chan