Apretó aquella corbata que tenía puesta, no podía deshacer el nudo de su garganta. Había pasado tanto en los últimos meses que ahora la idea de olvidar todo eso para atarse a su kouhai le enfermaba. Claro, amaba a Aiichirou, pero no podría aceptar el olvidar a Haruka para siempre. Todo para la boda ya estaba listo, pero claro, no podría ser una boda hecha por la iglesia, por eso alguien que consiguió ser ministro religioso por Internet sería quien los casará. Quien apoyaba su relación más que nadie, Gou Matsuoka, la pequeña hermana del pelirrojo.

Alguien abrió la puerta de la habitación de Rin, era su hermana.

-¿Cómo estás?- Preguntó con curiosidad la pelirroja.

-¿Mhh? Ah… bien.- Mintió.- Algo… nervioso…

-¡No estés nervioso! ¡Será el mejor día de tu vida! Como cuando yo me case con Rei.

-¿Qué no se divorciaron hace un par de días?

-Mira, mejor callate. Lo amenace con que cerrará el prostibulo de las afueras de la ciudad o lo dejaría, pero después de que lo hizo el me dejó, eso fue cruel.

-Este tipo no te merecía, ya encontraras a alguien mejor hermanita.

-¡De hecho ya comence a salir con alguien!- Sonrió.- Solo te dire que trabaja en el restaurante de mamá.

-¡¿Mikoshiba?!

-¿Cómo supiste?

-¡Solo trabajamos él y yo!

-Oh claro… bueno, me voy a preparar toda la ceremonia antes de que te enojes y me grites y pierdas tu lindo estilo de novio a punto de casarse. ¡Adios!- Se retiró lo más rapido que pudo.

-Maldita sea Gou…- Miró por la ventana. La ceremonia sería en su casa, allí en el patio estaban todos sus familiares y amigos esperando por que diera el "acepto", y en otra habitación debía estar Ai con su traje blanco. Si trataba de escaparse ahora decepcionaría a todos, también si decía que no. ¿Para que iba a arriesgarse? Probablemente no volviera a ver a Haruka nunca más en su vida.- Me pregunto donde estás…- Suspiró pensando en el pelinegro.


Y mientras Rin se preparaba para atarse de por vida, Haruka debía soportar quedarse en el frio piso de una prisión, a su lado estaba sentado Nagisa, y del otro lado Makoto. Ya habían renunciado a su vida, y a todo lo que les importaba.

-Es increible… después de todo lo que pase…- Nagisa hablaba para si mismo.- Ahora resulta que me creen uno de ustedes.- Miró con odio a Haruka y Makoto.- ¡Yo soy la victima aquí!

-Pero como eres hombre tendrás que probar eso, como yo.- Respondió Haruka.- Conste que no les hemos dicho que todo fue idea tuya Makoto.

-No, y agradezco eso, aunque creo que soy el único que merece estar aquí, y no quiero arrastrarlos a ustedes a mi castigo.

-Makoto, si pudieramos irnos, nos iríamos.- Respondió Nagisa.

-Pero estamos atrapados aquí, hasta que los policias se crean las historias que le diga Amakata.- Acotó Haruka.

-Pero no entiendo, dijeron que me deportarían, ¿Por qué? ¡Tengo mi visa al día y pague todos mis prestamos a tiempo!

-… ¿De que hablas?- Preguntó Nagisa sorprendido.- Suena como si hablaras de la tarjeta de credito.

-Pues si, eso es una visa, ¿No?

-… Dios mio, no.- Respondió el rubio.- Una visa de nacionalidad es un documento que indica que puedes permanecer en Estados Unidos, ¡Oye, ponte a leer!

-Oh…- Makoto se mostraba confundido.- Ahora entiendo… entonces… Creo que Haru, las chicas y yo nos volveremos a Japón… si, mala mia…

-¡¿Mala tuya?!- Haruka se paró del piso.- ¡No puedo irme de aquí! ¡Hoy mismo y ahora mismo la persona que me cuido como nadie en este mugre país esta casandose y no puedo ir a verlo por culpa tuya! ¡¿Y ahora me vienes a decir que nunca lo volvere a ver?!

-Si podrás volver a verlo, aunque primero debes conseguir dinero en Japon, y un viaje hasta aquí no es muy barato que digamos.

-¡Es todo! ¡Lo voy a…!- Haruka intentó atacarlo, pero Nagisa se interpuso.

-¡Ya basta! ¡Lo último que necesitas es cometer un verdadero crimen!

Un policia se acercó a la celda donde estaban los tres chicos, a su lado venían un hombre y una mujer, ambos rubios y como de 40 años o más. Nagisa sabía perfectamente quienes eran.

-¡Nagisa!- Gritaron los dos al mismo tiempo. Cuando el guardia abrio la celda, saltaron a abrazarlo.- ¡Hijo!

-Mamá, papá…- Parecía más shockeado que feliz. Los apartó inmediatamente, no se sentía bien abrazarlos.- ¿Qué hacen aquí?

-Después de dos años buscandote…- Habló la mujer.- ¿No nos extrañaste hijo?

-Pues la verdad…

-¡Ya vayanse!- Gritó el policía.- ¡Aquí no hay tiempo de cariñitos!- Ambos padres enfadados se llevaron a su hijo, sin la oportunidad de que se despidiera de sus amigos.- ¡Nanase! ¡Mihu testificó a favor tuyo! Eres libre hasta que decidamos si vamos a deportarlo o no.- Le indicó a Haruka que saliera de la prisión y eso hizo, luego cerró la puerta.

-Oh, pero…- Haruka volteó a ver al castaño, que todavía seguía allí dentro.- ¿Estarás bien?

-No te preocupes por mi.- Respondió con una sonrisa.- Si debo pagar una condena la pagare… quiero que tu vayas a esa boda de la que me hablaste, y si puedes decir algo antes de perder a esa persona amada, dilo.

-… Volveré a visitarte.- Dijo antes de abandonarlo allí.

-No creo que debas hacerlo.- Sus palabras hicieron detener a Haruka.- Después de todo…- Con un rápido movimiento tomó el arma del policía que había vigilando la celda.- No valgo nada como persona.- Dijo antes de poner el arma en su boca y disparar.

-¡MAKOTO!- Gritó a todo pulmón. Pero de nada servía que gritara, el otro no podría oirlo.

No perdería tiempo, debía detener una boda.


"Oh, ya esta a punto de terminar todo esto. Me preguntó si Haruka estará cerca, al menos para darme su bendición, o al menos para reclamar que soy suyo, porque lo soy en parte, pero bueno, también lo he hecho con Nitori, y sin embargo amo más a Haruka. Demonios, Aiichirou, ¿Podrías dejar de mirarme así? Me haces sentir culpable de estar enamorado de otra persona… ¿Hace cuanto que comenzó la ceremonia? Ya nisiquiera se que esta diciendo mi hermana, debería escucharla un poco…"

-… En el sagrado sacramento del matrimonio…- Escuchó decir a Gou, y luego volvió a sus pensamientos.

"Oh que bueno, todavía falta. Y a mi me falta alguien, ¿Dónde esta Haruka? Demonios, si el estuviera aquí de seguro gritaría "¡Yo me opongo!" es justo lo que necesito en este momento, bueno eso y un vaso de agua, me estoy muriendo de sed, a pesar de que bebí agua antes de la ceremonia, pero bebí mucho y no me funciono, ahora quiero ir al baño, pero no puedo, tengo que quedarme aquí parado aparentando que quiero casarme. ¿Cuánto dinero ganare con esto? Nada, ni siquiera se quien invento el matrimonio para pobres, los pobres no deberían casarse porque no obtendrían dinero de ninguna de las dos partes. ¡Es todo demasiado absurdo! Me pregunto si habrá algo rico en la mesa de aperitivos, ¡Ay no, ahora tengo hambre! ¡SOLO QUIERO QUE ESTO TERMINE!" volteó a ver a la gente que estaba en la ceremonia. "Y todavía no hay señal de Haruka."

-Si alguien se opone, que hable ahora, o que calle para siempre.- Dijo finalmente Gou.

-¡Yo me opongo!- Rin conocía esa voz. Allí estaba, agitado, obviamente había llegado corriendo. Apenas podía respirar.

-Eh… ¿Y usted quién es?- Preguntó Gou confundida.

-Yo…- Levantó el dedo como señal de que le dieran un poco más de tiempo, mientras seguía respirando agitadamente. Finalmente se recupero e intento hablar.- Yo soy… soy alguien que no quiere que estos dos se casen.

-Haruka…- Suspiró Nitori, decepcionado.

-Lo siento Aiichirou, pero no dejare que Rin se me escape, no dejare que mi corazón se rompa otra vez.

-Que estupidez desconocido.- Habló Gou.- Eso de "Hable ahora o calle para siempre" no es real, a menos que alguno de estos dos se oponga no voy a detener la boda.

-¡Yo me opongo!- El que hablo fue Aiichirou. Tenía un ramo de rosas en la mano, y lo arrojó al piso con fuerza.- ¡No voy a arruinar la vida de nadie por mi propia felicidad!- Huyó corriendo, con lagrimas en sus ojos.

-¡Ai! ¡Espera!- Haruka intentó detenerlo, pero no le hizo caso.- … Yo no quería… lastimarte…- Sintió a alguien rodear sus brazos alrededor de su cintura, y apretarlo con fuerza. Obviamente sabia de quien se trataba.- ¿Rin?

-Tu…- Susurró.- No volveras a irte de mi lado… nunca…

-… Nunca lo haría.- Correspondió a ese abrazo. Ignorando las miradas de odio de parte de todos los invitados del casamiento.


Colorin colorado~ *golpe* ¡Esta bien, no ha terminado! ¡Falta saber que paso con Reigisa y el corazoncito de Aiichirou!

Makoto, oh Makoto, nunca quise matarte la verdad, pero sentí que añadiria pasion a la historia, ya tu sabe(?

Lamento haberme desaparecido tanto, pero es que... la verdad, olvide como escribir C: ... seh ._.

Bueno, me pondre a escribir el epilogo de mi otra historia para que mis lectores no me linchen

Nos leemos pronto~