Esa mañana la casa Lightwood se encontraba más tranquila de lo que nunca había estado en meses, la paz y calma brotaban por las paredes e incluso parecía aun más iluminada.

Alec despertó algo desorientado en su cama y noto un dolor punzante en su parte baja, se pregunto si claramente había dormido sentado sobre un palo o algo extraño, pero el ronroneo a sus espaldas y el calor corporal de su acompañante le provoco un bochorno matutino adorable.

Volteo hacia su compañero y noto el rostro de Magnus Bane dormido como un bebe sobre las blancas sabanas de su cama, era una imagen devastadora. Era como ver una pintura en su cama, una estatua de un dios griego para él solo.

Sus dedos se alzaron para contornear las formas de su rostro y la suavidad de sus labios, los cuales parecían hinchados y rojizos por las mordeduras que le había infringido.

Paso aproximadamente media hora antes de que sintiera movimiento en el rostro frente suyo

- No sabía que tenías el fetiche de mirarme mientras duermo Alexander –

La boca se movió y atrapo los dedos del nephilim entre sus dientes mientras abría los ojos para deslumbrar a Alec

- B-buenos días – murmuro intentando no mirar hacia abajo, donde claramente estaba la evidencia de lo que habían tocado la noche anterior pues solo se cubría con la pierna del brujo sobre su cintura y nada más

Magnus acaricio su cuello con la nariz de manera suave y volvió a acomodarse a su lado abrazándole con suavidad.

- Es demasiado temprano, la gente normal no se levanta a esta hora Alexander, volvamos a dormir

- La gente normal se levanta a las 6 AM, ¡y ya son las 10!, hasta que hora planeas quedarte en la cama

- Si tu estas en ella, podría no querer a volver salir de aquí – rio con suavidad mientras dejaba que el nephilim le acariciase los cabellos, le provocaba temblores en la espalda y ganas de maullar ante el gusto

Ambos se quedaron en silencio pensando en los hechos de la noche anterior, magnus no podía soportar que su padre abusara de esa manera de su hijo, no entendía sus acciones y claramente el mortal no tenia neuronas en su cabeza para utilizar si pensaba que podría salirse con la suya intentando esconder a su hijo por la vergüenza que pudiese sentir.

- Alexander, Te Amo... te necesito, no puedes hacer esto por todos los ángeles.

La mirada suplicante le obligo a desviar la suya al no poder soportar el peso, intentaba pensar en algo pero las manos le temblaban del nerviosismo. No quería sufrir un ataque de pánico y cerró los ojos intentando controlarse.

Durante el tiempo que había estado observándole, los pensamientos en su cabeza corrían de un lado a otro e intentaba pensar en las consecuencias de la decisión que estaba a punto de tomar

- Sweetie? – la voz llena de ternura rompió su concentración y las lagrimas barrieron hacia sus mejillas sin poder detenerlas. – dime que sucede, me estas preocupando

Alexander abrió los ojos y Magnus pudo notar el amor, la necesidad y el miedo en su mirada

- Te amo Magnus Bane, no quiero el mundo o "su" aprobación, solo te quiero a ti.

Sus brazos salieron disparados para apresar al chico entre sus brazos mientras intentaba que su mandíbula no se dislocara de la felicidad al sonreír como tarado

Lo sollozos suaves le demostraron la honestidad de su nephilim y se dedico a abrazarle con fuerza y ser el pilar en aquel momento donde claramente Alexander estaba tomando una gran decisión

- ¿Y bien? ¿Qué has pensado? – murmuro cuando el joven ya se hubo calmado y acomodado en la cama cubrir su intimidad

- Creo que el hermano Zacariah tenía razón, no puedo ser otro hermano... no resistiría sabiendo que no es mi decisión completamente. Mi p-padre –Magnus noto como la palabra costo salir de sus labios pero se quedo en silencio escuchándole - Mi padre ya no puede gobernarme y ya no puedo perdonarle, sobre todo por lo que le hizo a mama.

- Alexander, tus hermanos te aman, yo te amo. Tienes una familia que te adora con locura y les partirás el corazón si decides continuar con la idea de ser un hermano, yo te necesito para vivir. Pero no como un hermano, te necesito vivo.

Tu parabatai te ama a su manera. Tu madre y tu hermana no podrán sobreponerse a perder a otro hijo y hermano, la aceptación de ellos la tienes hace demasiado tiempo y si tu padre no puede entenderlo es porque pasa más tiempo en idris y no en su hogar donde con suerte está un día.

Magnus seguía sentado en la cama de Alec desnudo pero se encontraba cómodo mirando a su novio desde esa altura, quería que Alec se sintiera confiado y apoyado. Se cortaría un brazo con sus propios dientes antes de volver a hacerle daño

Cuando él se levanto le entrego la más hermosa sonrisa que había visto y al darle la espalda para dirigirse al baño su corazón volvió a latir con emoción, mas noto que los cabellos de su cuello se alzaron repentinamente como si estuviesen advirtiéndole del peligro. Volteo su mirada hacia la puerta y claramente la figura de una mujer estaba apretando el pomo de la puerta con demasiada fuerza.

- Nimra –

El susurro no alcanzo a llegar a los oídos de Alexander que ya se encerraba en el baño para asearse sin mirar hacia atrás, seguro de que magnus volvería a la cama a dormir como tenía pensado rato antes.

El muy puto le había quitado todo...

La espalda de Alec se perdió en el baño y ella pudo notar su desnudez, aquella figura perfecta con la que había soñado cada día, con la que había esperado para que durmiese a su lado

- Vas a pagar por esto sucio subterráneo

Las palabras sonaron duras y letales, la mirada en sus ojos le ardía y el odio iba dirigido hacia el bastardo que acababa de robarse sus sueños.

- Espera a que tu hora llegue

Magnus sonrió con malicia al ver a la chica ir hacia las escaleras, no se molesto en cubrir su desnudez pues quería que ella notara, que era Él, el que poseía y tocaba el cuerpo de Alexander Lightwood.

Después de todo era un brujo muy celoso y posesivo.

- ¿Magnus? ¿Escuche voces?

Volteo de la cama al escuchar a su nephilim salir del baño secándose el cabello con una toalla, quedaba sin duda que estaba para comérselo en ese aspecto.

- Alexander ¿estás haciéndome una invitación a que te viole en el piso mismo? Con ese aspecto no esperes a que aguante a tenerte bajo de mí

El se sonrojo como tomate y balbuceo palabras e insultos en voz baja mientras se volteaba y caminaba hacia el armario sujetándose la toalla en las caderas

Magnus no dudo en seguirle y colocarse a su espalda para besar las gotas de agua que quedaban en sus hombros, le escucho jadear y pego su cuerpo a su espalda para que notara la erección que le saludaba contra los muslos.

- ¡M-magnus! ¡Acabo de ducharme, por el Ángel! – el temblor en su voz era notable y gimió cuando su mano de él se aferro a su incipiente erección acariciándole con suavidad

- Creo que te voy a follar contra el ar... –

- ALEC LLEGAMOS ASI QUE DEJEN DE COGER COMO CONEJOS Y VEN A RECIBIRME

- ¡Jace! –

Ambos se sobresaltaron y se separaron apresuradamente

- ¿Estás seguro que no puedo matar a ese jodido rubio? – Magnus gruño mientras chasqueaba los dedos para vestirlos a ambos antes de que su parabatai los encontrara con el culo al aire.

- Claro que no, después tendría a Clary sobre mi espalda hasta que me muera... – murmuro de mala gana pensando en la condena de tener a ese diablillo pelirrojo – No te olvide que ella puede crear runas, y no me extrañaría que cree una para castrarme por cargarme a su novio.

Ambos bajaron hacia la entrada de la casa donde el grupo ya se había acomodado en la casa Lightwood como dueños del mundo.

Isabelle tan despampanante como siempre intentaba hacer que Simón le diera masajes en los pies prometiéndole quien sabe que cuando todos se fueran, Clary y Jace seguían de enamorados como siempre en el sofá de la sala.

Alec intento no enrojecer ante la mirada que todos los presentes les dedicaron

- ¿y qué tal Magnus?

- ¿Que?, ¿quieres saber acaso si tu hermano se metió en mi cama? Pues sí, y no la paso para nada mal – comento como quien no quiere la cosa para luego sentarse en el sofá más cercano

- ¡Magnus!

Todo el grupo estallo en risas y saltaron a abrazar al nephilim de ojos azules, rieron y celebraron como si hubiesen ganado una guerra y claramente para ellos era así. No tendrían que perder a un hermano nuevamente y todo gracias a él querido brujo que en ese momento sonreía abiertamente mientras miraba a los adolescentes.

- ¡Debería golpearte de todos modos, pues eres un anciano! ¡Profanador de cunas! – Murmuro Isabelle, pero el brujo había notado el agradecimiento reflejado en sus ojos por lo que se quedo en silencio.

- ¿Así que ahora has dejado la idea de ser un disque hermano? – Jace soltó el comentario poniéndose de pie.

- ¡Jace!

- Solo estoy preguntando Clary.

- No te preocupes Clary, Jace tiene derecho a saber – ella volteo hacia Alec quien se miraba las puntas de los pies como si fueran lo más interesante del mundo

Ambos se alejaron un poco del grupo y se adentraron en la cocina, se acomodaron en la mesa del desayunador y se quedaron en silencio unos minutos intentando encontrar las palabras exactas.

- Bueno antes que todo, deberías saber que si mi parabatai desaparece me quedare sin alguien que contro...

- Lo siento, tenias razón – interrumpió susurrante el ojiazul dejando al rubio con la boca abierta, Alec nunca le daba la razón.

¡El mundo iba a acabarse en ese momento y el no tenia puesta su mejor ropa interior!.

- Y-yo fui egoísta al pensar que ustedes no podrían entenderme y que no me aceptarían del todo, m-me asuste por todo lo que está pasando y papa no dejaba de decirme que si hacia lo que él decía todo estaría b-bien y que se solucionarían las cosas y ...

- ¿Alec, cállate quieres?

El pelinegro alzo la cabeza y se removió incomodo ante la mirada seria que tenía en el rostro, Jace se levanto decidido y se acerco obligándole a correrse hacia el rincón de la banca sentándose a su lado

- Ahora quédate quieto porque voy a abrazarte y no quiero que esta mierda salga mal.

Alec se sonrojo cuando sintió los brazos de su parabatai a su alrededor, de manera incomoda coloco los suyos en su torso y apoyo la frente en el hombro del rubio. Todo era jodidamente incomodo pero ninguno quería romper el contacto intimo entre ellos.

- No vuelvas a hacer algo como esto o no lo soportaremos – se quedo de piedra al notar el temblor en la voz de su hermano y no logro controlar la emoción, asintiendo contra su cuerpo dejo que sus propias lágrimas se derramaran silenciosamente por sus mejillas hasta la chaqueta de Jace.

Magnus intento no hacer ruido mientras miraba la escena desde la puerta de la cocina con los demás, todos sonrieron y aguantaron la emoción como pudieron mientras volvían sin meter escándalo hacia el comedor de la casa.

De una manera muy extraña todo se había arreglado para su nephilim pero increíblemente y de una manera muy terrorífica se encontró siendo abrazado por una Isabelle silenciosa y una Clary que lloraba como magdalena.

- Oh vamos chicas, ¿este es un abrazo grupal o qué? ¿Necesito conseguirles kleenex a todos ahora?

- Oh cállate brujo, déjanos ser sentimentales por 5 minutos quieres – Isabelle ladro con voz quebrada mientras se aferraba con fuerza a su costado.

Magnus suspiro riendo y acaricio la espalda de ambas chicas mientras Simón solo hacia un pequeño asentimiento hacia él desde el sofá al lado de la chimenea.

A fin de cuentas le había tocado ser el adulto maduro que consolara a medio mundo antes de que el par de parabatai salieran de la cocina y encontraran el melodrama de teleserie por el que lloraban su hermana y la novia del rubiales.

- ¿Estás segura de lo que me has dicho Nimra? – la voz contenida de Robert Lightwood sonaba aun con potencia desde su oficina en el edificio.

- Si, y-yo lamento que usted este enterándose por mi persona sobre lo que está pasando en su casa pero ciertamente me preocupa lo que pueda estar pasando con Alexander en estos momentos. Quizás que ideas le estén metiendo en su cabeza y no quiero eso pues me preocupo por él.

A pesar del odio que le carcomía, mantuvo su fachada de chica inocente y preocupada ante el padre de Alec y miro a sus pies intentando no sonreír con malicia.

- Has hecho bien querida, no te preocupes. Mis otros hijos no ensuciaran lo que hemos construido para Alec en este tiempo, de eso me encargare yo aunque tenga que sacar a Jace e Isabelle de idris con mis propias manos y los encierre en el instituto de new york.

Ella solo asintió mientras el hombre se colocaba de pie y se acomodaba el traje, lucia fuerte y decidido.

- Y hay algo más señor.

Robert se quedo de pie y volteo desde su lugar en la puerta, esperando las palabras de la chica.

- Sus hijos trajeron a alguien para ayudarles, si mal no me equivoco en su casa también se encuentra un hombre llamado Magnus Bane.

Con placer vio como los ojos del hombre se oscurecían y su rostro se transformaba en una mueca de odio y desprecio a medida que sus palabras salían de la boca.

- Esa puta... –

Vio como salió disparado por la puerta con el cuerpo en tensión. Con la rabia y furia palpitando desde su cuerpo.

- Ahora vas a enterarte, si Alexander no es mío... no será de nadie.

Rio suavemente mientras se acomodaba su abrigo y salía de la oficina cerrando la puerta suave y silenciosamente, lo último que se vio de ella fue la sonrisa diabólica brillando con la luz de las velas.


EH SI.. ok *se cubre de tomatazos*

¿hola? si desapareci, xD digamos que tenia un bloqueo literario extendido y ademas ... es mi mes de examenes finales :(

solo quiero agradecer a las que aun siguen leyendo este fic, en el proximo cap me dale la felicidad de matar a alguien :)

y queria compratir una idea con ustedes, estaba pensando en hacer un fic nuevo, un Jonathan/Alec con tematica BDSM y sindrome de estocolmo... ¿que opinan ustedes?