Los personajes que aquí aparecen no me pertenecen, son creación de las mangakas Rumiko Takahashi y Naoko Takeuchi. La historia en la que se presentan los personajes ha sido creada con fines de entretenimiento únicamente y es lo único que me pertenece. Dicho lo anterior, favor de proseguir con la lectura. Gracias.
Capitulo cinco.- Confía en mí.
Una dulce pelirroja yacía a los pies de una hermosa jovencita de violáceos cabellos, quién se le acercaba suavemente mientras la pelirroja solo atinaba a sonrojarse notoriamente y a encoger su pequeño y curvilíneo cuerpo.
- Por favor Shampoo… no lo hagas. – Susurro apenas audible la hermosa ojiazul mientras la amazona se inclinó para estar a la altura de Ranma chica, su mirada era serena hasta que sonrió con malicia.
- ¡Tener que ponértelo Ranma! – decía moviendo triunfal un conjunto de lencería entre sus manos.
- ¡He dicho que no! – gritaba exasperada Ranma incorporándose del suelo donde había caído seguido por la violácea amazona.
- Ranma… si querer ser chica deber aguantar lo que es ser chica… usar sostén y pantaletas.
- ¡No quiero, no quiero, no quiero! – hacía berrinches la pelirroja mientras Shampoo tomaba una botella con agua.
- O poner sostén y pantaletas o Shampoo convertir en minino y perseguir airen.
- No te atreverías – se atrevió a desafiar Ranma a Shampoo y esta sostuvo en lo alto la botella a punto de derramar el líquido - ¡espera, espera! Está bien me lo pondré.
Habían pasado tres semanas ya de entrenamiento, tres semanas en las que Ranma había estado solo como chica, gracias al entrenamiento de Cologe estaba aprendiendo a fortalecer los puntos débiles de su cuerpo femenino, conociendo sus áreas vulnerables, sacando ventaja de sus puntos más fuertes, la anciana le había colocado a Ranma pesas especiales en sus tobillos, piernas, muñecas y cadera, haciendo que sus movimientos fueran lentos y pesados pero permitiéndole fortalecer sus músculos y adquirir mayor velocidad. Según le dijo la anciana su pequeño tamaño le tendría que dar una considerable ventaja para atacar partes bajas en su oponente y escabullirse fácilmente.
- Ranma ven aquí – llamó Colonge a su ahora alumna.
- ¿Qué paso anciana? – un sonido hueco se escuchó, era el bastón de Cologne golpeando la cabeza escarlata de la chica.
- Ya te dije que no me llames anciana, soy maestra para ti – regaño la amazonas mayor a la pelirroja – es hora de que comiences el proceso de encontrarte a ti mismo yerno, de establecer un equilibrio entre tu yo interno masculino, tu yo externo femenino y tu espíritu, escúchame bien Ranma, el espíritu no tiene sexo, así que no importa que tan hombre te sientas debes dejar de verte como un ser con un sexo definido y verte como dos partes de un gran todo, sentirte pleno en un cuerpo de mujer e igualmente pleno en un cuerpo de hombre, para esto deberás contestar a la pregunta ¿quién eres Ranma Saotome?
- Pero de qué habla abuela, soy el representante de la escuela de artes marciales, el gran… - y antes de seguir un fuerte golpe azotó su cabeza.
- ¡Tonto! Es una pregunta filosófica, debes meditar esa respuesta, encontrar tu lugar en este mundo físico, conocer quién eres, reconocerte y aceptarte. ¡Ahora medita! – ordeno la anciana, hacer que ese chico se quedara con la mente en blanco no era lo difícil sino que esté realmente sacara algún provecho de ello.
- Está bien, no tiene por qué ser tan agresiva. – Ranma se apartó para poder encontrar la respuesta a esa pregunta, aunque no entendía cómo iba a hacerlo, en estas últimas semanas la vieja había hecho que meditara sin embargo no podía asegurar haberlo estado haciendo bien, escuchaba constantemente su propios pensamientos divagar entre recuerdos de diversos momentos en su vida, se supone que debía tener la mente en blanco pero simplemente no podía. Tenía en mente a Akane acompañada de ese imbécil que ahora era su prometido, divirtiéndose, riendo y… ¡Besándose! No simplemente no podía estar a solas con su mente.
"¿Quién eres Ranma Saotome?" resonaba la voz de la anciana en sus pensamientos, tenía que encontrar esa respuesta.
Respiro hondo, enderezo su espalda poniéndose totalmente erguido, cruzo las piernas y apoyo las manos en sus rodillas… y comenzó a pensar, razonar y a meditar.
Mientras tanto Shampoo había descubierto la información oculta dentro del pequeño rollo, hacía referencia a la princesa Xiaoyan Wei de quién Shampoo sabía se contaba la leyenda de que ella amó tanto a un guerrero samurái que llego a desaparecer a cuanta mujer se interesaba en él, de forma casi imperceptible la princesa ejercía una fuerza misteriosa sobre estas mujeres que hacía que de pronto perdieran todo el interés en el guerrero, que simplemente dejaran de amarlo, así ella obtuvo el corazón del samurái al ser la única que le seguía amando. El papel decía la forma de que ejercer esa misma fuerza en la voluntad de las mujeres interesadas en el hombre amado, había que introducir en cada una de las cavidades del alhajero un trozo de cabello de las féminas incluido en propio en la parte central, es decir donde estaba la piedra granate, Shampoo había aprovechado una mañana hacia una semana para ir a Nerima con la excusa de que los víveres escaseaban y para ver cómo estaba todo en el Nekohanten y estando en Nerima consiguió hacerse con un pequeño trozo de cabello de la cocinera de okoniyakis a quién con la excusa de informarle sobre cómo estaba Ranma la visito en su local de comida, la que dio más problemas fue Kodachi, la loca de las flores toxicas como la llamaba la amazonas y es que parecía imposible acércale en el momento en que Shampoo visito la mansión Kuno, pues la rosa negra alimentaba a su mascota, un cocodrilo, y Shampoo temía acercarse y convertirse en gato por el agua y terminar como botana del inmenso reptil, entonces fue cuando se le ocurrió buscar la habitación de la menor de los Kuno.
"Estúpida loca de las flores toxicas cómo es posible que tenga tantas trampas en su casa" Pensaba Shampoo (N.A. Los pensamientos de Shampoo son en chino por eso son más coherentes que su japonés al hablar) "Ahora esperare a que llegue" pero de pronto notó que cerca de ahí estaba el tocador de Kodachi y entre esas cosas el cepillo con el que peinaba su cabello. Camino la amazonas hacia el mueble, tomo el cepillo y estaba repleto de pelos de la rosa negra "Guacala esto asqueroso" los pensamientos de la peli violácea combinaban perfectamente con la mueca de asco que apareció en su rostro, tomo los cabellos del cepillo y los guardo para retirarse, una menos.
Pero el problema más grande lo tenía con la chica violenta del mazo, no tenía ni la mínima idea de dónde estaría, entonces desde que regreso al campamento no había podido avanzar en su plan y de eso hacía dos semanas.
- ¿Acaso te está dando problemas encontrar la respuesta a mi pregunta yerno? – le decía la anciana a Ranma quien frustrado revolvía los cabellos de su cabeza.
- Es que maestra… simplemente no sé cómo responder a eso…
- Dime que es lo que has averiguado hasta ahora.
- Yo soy un artista marcial, pero sólo porque mi padre es un artista marcial y él me entreno para ser eso, entonces bien podría ser un pintor, un doctor, un arqueólogo o cualquier otra cosa, sin embargo el arte marcial paso a ser parte de mí, esto me gusta así que forma parte de lo que Ranma Saotome es, he podido elegir mi camino con respecto a eso, ahora soy este cuerpo femenino, como soy el masculino, soy un estudiante y… soy… el prometido… de Akane… - termino sonrojándose visiblemente la pelirroja.
- Muy bien yerno vas por bien camino, comenzaremos por lo físico, lo terrenal, lo que nuestro cuerpo siente a través de los sentidos forma parte de nosotros, de las decisiones que tomamos, escucha bien yerno, aquí es donde tienes que concentrarte, tu cuerpo es la conexión hacia todo lo físico en la tierra, por eso debes cuidarlo, aceptarlo… reflexiona sobre eso. Además cada cosa que sentimos con cada uno de nuestros sentidos e incluso nuestros presentimientos nos traen consigo emociones es importante que aprendas a identificar tus emociones, las emociones son pasajeras buenas o malas son momentáneas al contrario de los sentimientos que son más profundos y duraderos.
Ranma escuchaba a la anciana con los ojos cerrados reflexionando sobre sus palabras, se quedó quieto, sintiendo su respiración, pensando acerca de quién es, sintiendo su cuerpo, escuchando todo alrededor, comenzó a apagar los sonidos externos escuchando sólo su voz interna.
En otro punto del Japón, Akane llevaba un entrenamiento similar al de Ranma…
- ¡Iiiiiiaaaaaaakkkkk! .- los estruendosos gritos de batalla se dejaban oír en medio del lago, provenían de una pequeñísima isla artificial en la que dos chicas peleaban con fiereza.
- ¿Es lo mejor que sabes hacer? – pregunto la más alta de las contrincantes asestando un certero puñetazo en el estómago de la otra chica sacándole el aire, esta instintivamente llevo sus manos a la parte adolorida y el siguiente golpe vino, la rubia conectaba un fuerte codazo en la espalda de la chica y esta cayo pesadamente.
- ¡Maldición! "Con estas malditas pesas me vuelvo demasiado pesada y lenta, no puedo defenderme" – Akane se paró lentamente, visiblemente amoratada y con sangre escurriéndole por la comisura de los labios, se limpió con el revés de su mano derecha, se puso nuevamente en guardia y se lanzó al ataque.
- ¡Ahora verás maldita oxigenada! – definitivamente el inusual grito de batalla desconcertó a la corredora y ese segundo de distracción basto para que por fin Akane logra asestarle un puñetazo en el estómago, la rubia soltó el aire que contenía pero no parecía haberle causado mayor efecto el golpe, mientras Akane se situaba en su espalda, la rubia giraba en su propia eje y lanzaba un derechazo dispuesta a conectarlo en el rostro de Akane, sin embargo la peli azul se adelantó al movimiento prediciéndolo y se agacho rápidamente, estiro su pierna derecha, barriendo a la rubia quien cayó sobre su trasero pero apoyo rápidamente las manos en el suelo para tratar de impulsarse hacia atrás y quedar fuera del alcance de Akane, pero en el momento que giraba en el aire, Akane se barrió a si misma conectando una certera patada en la espalda de la corredora quién termino por caer de frente al suelo comiendo polvo, la rubia se levantó lentamente, dio vuelta en su eje para quedar nuevamente de frente a la peli azul quien la aguardaba visiblemente cansada y sonrió…
- 3 semanas Tendo y es la primera vez que logras pegarme y una sino dos veces… terminamos por hoy.
- Si sensei – Akane hizo una reverencia y al segundo siguiente caía sobre sus rodillas completamente agotada.
- ¿De dónde te sacaste lo de rubia oxigenada?
- Jajaja… ¡Auch! – se quejó Akane – pues simplemente se me ocurrió… no pensé… que funcionaria… la distracción. – respondía agitada.
- Bien hecho, ahora báñate, come, y descansa un poco, aún mucho por hacer.
- Si sensei.
Akane llevaba un ritmo de entrenamiento muy desgastante, entrenaba desde el amanecer hasta que su maestra le dijera que podía ir a dormir, la primera semana Haruka la hizo trabajar en su equilibrio, para esto tenía que ir de un lado a otro cagando equilibrando bandejas enormes de comida, te, dulces, platos y demás una en cada mano y otra más en su cabeza con pesadas pesas puestas en su cuerpo, que cada 2 días aumentaban 2 kilos a las pesas, le fue muy difícil mantener el equilibrio pero tras dos semanas ya podía manejar las bandejas sin problemas. Por las tardes el entrenamiento eran constantes peleas para mejorar sus ataques y su defensa, por las noches Akane tenía que meditar profundamente, encontrar su centro, estar en equilibrio consigo misma y conectarse con la naturaleza, conocer su ki. Para eso Akane estaba conociendo y abriendo su mente, espíritu y cuerpo.
- Akane – comenzó a decirle suavemente su maestra – estamos llegando tal vez a la etapa más problemática para ti Akane, necesito que ames tu cuerpo…
- ¿Qué?
- Verás me has contado que Ranma suele insultar tu figura, que incluso te ha comparado con su versión femenina diciendo que él se ve mejor ¿tú que piensas de esto?
- ¡Qué es un estúpido, insensible, egocéntrico, baka!
- Quieres calmarte por favor – le decía con tono firme la rubia – ahora dime lo que realmente piensas y como te hace sentir lo que él dice con respecto a tu cuerpo. – Akane respiro profundo, sabía que Haruka no jugaba cuando le decía que tenía que hablar en serio, que tenía que expresar lo que sentía, le costaba mucho poner sus sentimientos en palabras.
- Él… me hace sentir… insegura… siento que no puedo atraerlo, que yo no podría gustarle nunca… yo… yo no me siento bonita – dijo pausadamente y casi en un hilo de voz.
- Akane para poder explotar el potencial que tú tienes, tienes que amar tu cuerpo, sentir con cada poro, conectarte con este plano terrenal, por ejemplo una de las formas que antiguas civilizaciones usaban conectarse en dos vías hacia lo físico y lo espiritual era el orgasmo…
- ¡¿EL QUE?! – visiblemente roja Akane había puesto su cuerpo totalmente tenso - ¿estás de broma, verdad?
- ¡Silencio! – ordeno fuerte y claro la corredora – no estoy bromeando, sé que para ti que eres una virginal doncella no será fácil entender esto, pero los preceptos, conceptos y normas que actualmente se aplican a la sociedad en que vivimos no existían con anterioridad, y mucho menos en un mundo que buscaba sobrepasar el límite físico, armonizarse con la naturaleza, y elevar el espíritu… uno de esos caminos es el placer, además de la meditación, la buena alimentación y por supuesto el equilibrio de las energías. – Akane escuchaba atentamente Haruka hablaba con un tono solemne y pausado como si debelara grandes misterios a su alumna, la veía pasear de un lado a otro, su voz era lo que más le gustaba, un leve sonrojo se depositó en las mejillas de Akane que feliz se sentía al ser alumna de una mujer a la que podía admirar como lo hacía con ella. – Akane ¿estas poniendo atención?
- ¡Sí, sensei! – respondió apresurada.
- Akane – dijo acercándose a ella y colocándose tras su espalda – quiero que conozcas el placer… - Haruka sintió como la peli azul se tensaba inmediatamente – relájate – le dijo poniendo sus manos sobre sus hombros – el placer es una cosa intima, personal, individual, conocemos el placer a través de lo que nos gusta, de lo que nos satisface más allá de lo físico, el placer incluso en pareja empieza por el propio para evolucionar y convertirse en la unión de dos almas, quiero que identifiques lo que más te agrada, lo que amas, lo que te llena y además quiero… - se acercó a su oído – quiero que descubras tu cuerpo, que conozcas tu cuerpo y que además lo disfrutes, sin pena… y aceptes que es perfecto por el hecho de ser tuyo… - las manos de Haruka se deslizaron suevamente por la piel de los brazos de Akane, ella se estremeció, Haruka se puso en pie y ambas perdieron el contacto de sus pieles, Akane se había girado, la miraba expectante, sus ojos avellana estaban confundidos y asustados. Haruka tomo su barbilla y le dijo con suavidad – sé que puedes hacerlo.
Sin más la corredora se alejó para dejarla sola, para meditar en sus palabras.
Akane estaba completamente roja ante las declaraciones de la corredora, pero sabía que hablaba en serio, tenía que pensar realmente sobre lo que le decía, amar su cuerpo, aceptarlo, conocerlo, explorarlo… y aunque aún seguía roja la determinación apareció en su rostro. Hizo la posición de flor de loto para poder meditar un poco antes de ir a su cuarto.
Haruka sabía muy bien que un sentimiento hacia la menor de las Tendo había comenzado a formarse en su pecho, no podía negarlo pero tampoco podía aceptarlo pues sabía el sufrimiento que eso le traería, y por primera vez en mucho tiempo tenía miedo al dolor.
Esa noche Ranma había terminado su entrenamiento y estaba en su tienda, tocaba delicadamente su gran tesoro, de pronto una punzada en el vientre lo congelo momentáneamente "¿Pero qué demonios, que es este dolor, pero… será un mal golpe? Iré a consultar a la anciana, no quiero dejar de entrenar si este dolor se agrava" guardo con total cuidado el mechón de cabello, Ranma salía de la tienda mientras dos puntos amarillos brillaban en la noche, una pequeña gatita se adentraba a la tienda, esculco en la mochila y ágilmente atrapo un pequeño mechón azul en su hocico y salió de ahí tan rápido como había entrado.
- Ancia…. Quiero decir maestra… algo pasa conmigo, tengo punzadas de dolor en el vientre temo que pueda ser algún tipo de desgarre…
- Déjame ver muchacho – la anciana coloco su flaca y pequeña mano en el vientre de la ahora chica – no es nada e días estarás como nuevo…
- ¿Tres o cinco días, que cree que puedo retrasarme tanto con mi entrenamiento?
- ¿Quién dijo que dejarías de entrenar? Lo que pasara contigo no te dejará imposibilitado de entrenar, así que no quiero pretextos, ahora vete a dormir.
Ranma salió de la tienda de la anciana más confundido de lo que había entrado y se dirigió a la suya, sin entender muy bien lo que quiso decir su maestra, pero estaba cansado así que no le dio más importancia, se acostó en su bolsa de dormir e inmediatamente se quedó dormido.
Mientras tanto una ahora muchacha desnuda en medio del bosque tomaba un pequeño artefacto dorado, lo habría nuevamente pinchándose el dedo como lo había hecho con anterioridad, pero ahora hundió cada joya dando paso al orificio en que coloco cada mechón de cabello incluso parte del suyo. Las joyas comenzaron a brillar intensamente, humo negro fue expulsado de la boca de la serpiente, Shampoo aspirándolo sin querer se desvanecía lentamente.
Sólo pasaron unos minutos antes de que Shampoo se reincorporara, una sonrisa fría, maligna y francamente aterradora se dibujó en su rostro, sus ojos brillaron en un color granate intenso para después levantarse y caminar tranquilamente.
Mientras tanto Haruka se incorporaba en su cama, rápidamente se puso en pie y se asomó al balcón para sentir con todos sus sentidos despiertos lo que había presentido mientras dormía, el aire se hacía sentir pesadamente sobre su cuerpo, los árboles danzaban fieramente a causa del viento y un escalofrío recorrió su espalda, bajo de un salto al piso, sintió la tierra estremecerse, algo no estaba bien… era como si un gran fuerza hubiera sido desatada, una fuerza que no era natural.
Realmente estaba preocupada la corredora, sin más salto al balcón de la habitación de Akane, la cortina estaba ligeramente corrida, la puerta entreabierta y la luna se colaba en el interior de la habitación, lo que vio la estremeció… pero de una manera muy diferente.
Akane estaba parada frente a su espejo, desnuda, rozaba suavemente la piel de sus brazos, de su rostro, se acariciaba, atenta a lo que descubría, Haruka podía ver a la peli azul disfrutar el rozar su cuerpo, el sentir su piel… estaba aceptando cada curva, cada musculo, cada poro como suyo, estaba amándose y Haruka estaba presenciando este momento, embelesada en su observación se grabó el bello cuerpo de Akane en cada rincón de su mente, la tenía de espaldas hacia donde ella estaba, el resto lo podía observar en el espejo, era hermosa, perfecta, sus hombros se delineaban sutilmente, eran redondos, sus clavículas asomaban bailando con los movimientos de sus brazos, sus pechos eran un llamado a la lujuria, medianos, firmes, de una aureola sonrosada, su estómago y su vientre plano se unían para formar una estrecha cintura y un abdomen bien trabajado juntos daban paso a unas caderas insinuantes y sus nalgas… ¡Dioses que no daría la corredora por poder tocarlas! Y esas piernas, largas, firmes, torneadas que coronaban como cereza al pastel ese cuerpo de diosa… pero su piel pálida teñida de un tenue azul por la luna parecía susurrar tócame. Los pensamientos de la corredora iban absorbiéndola, envolviéndola en un frenesí de éxtasis, estaba dispuesta a casi entrar a esa habitación y suplicar a Akane por una oportunidad… pero cerro los ojos… apretó los puños… respiro ocultando en todo momento su presencia… sonrió… ¡qué idiotez estaba pensando!
De pronto algo la sacó de su auto regaño mental… Akane rosaba su pecho delicadamente como queriendo saber que se sentía, la vio extender su dedo índice hasta rozar la punta de su pezón derecho, cerrado los ojos para disfrutar la sensación y dibujando en su rostro un gesto de placer, Haruka no lo soportó más… toco levemente la ventana.
- ¿Dónde estar Shampoo? – pregunto claramente desubicada la amazona, todo era oscuro a su alrededor, apenas podía divisar un poco de luz, como si fuera el final de un túnel se dirigió hacia él. - ¿qué estar pasando? ¿Por qué poder ver a airen y abuela como si fuera cine? – Shampoo hablaba en voz alta más para sí misma que para algún receptor, tenía dibujado en su rostro una autentica mueca de terror, frente a ella como si fuera una gran pantalla de cine se encontraban su abuela y Ranma, comiendo plácidamente su cena.
- Shampoo te quedo muy bien el guisado
- Gracias abuela.
Shampoo estaba más que aterrada, estaba entrando en pánico total, era capaz de escuchar la voz de su abuela y la suya propia respondiendo.
- Aaa… ayu… ayuda… ayuda… ¡AYUDENME! – termino gritando la amazonas.
Se cansó de gritar, nadie la oía, le dolía la garganta, se fastidió de llorar, le molestaban los ojos, se preguntaba una y mil veces que demonios estaba pasando hacía un gran rato que no se veía nada más en lo que a ella le parecía una pantalla de cine, la descripción más gráfica de la escena era ver a Shampoo frente a dos grandes pantallas, donde veía el exterior donde se supone que debería estar, ella podía ver partes de su cuerpo moverse, como sus brazos entonces entendía que ella de alguna forma había terminado encerrada en su propia mente, y las pantallas eran los ojos de su cuerpo viendo al mundo.
- ¿Estas cómoda pequeña?
- ¿Quién ser? – pregunto Shampoo incorporándose inmediatamente y poniéndose en guardia.
- Tú me has llamado aquí, gracias a ti soy libre nuevamente, ahora soy tú… pero antes fui Xiaoyan Wei, antes de ella fui otra mujer que como tú ambicionaba el amor de un hombre y yo te lo daré. – Shampoo escuchaba atenta las palabras pero no había nadie realmente sólo la voz.
- ¿Por qué encerrar a Shampoo aquí?
- No estas encerrada querida… estas digamos guardada, por el momento no necesito que interfieras, quitare de tu camino a las mujeres que te estorban y ese hombre que quieres será tuyo… confía en mí. – Shampoo sintió un escalofrió en su cuerpo, o en su alma, en algún lado de lo que ella era ahora. ¿Qué demonios había hecho? Se preguntaba.
- ¿Quién es? – Pregunto Akane, quién rápidamente se envolvió en una toalla, totalmente
apenada, no sintió la presencia de nadie.
- Akane soy yo… perdón por… interr… despertarte – tartamudeo la rubia – necesito hablar contigo. – Akane camino hacia la puerta corrediza que llevaba al balcón, y vio a la rubia parada siendo bañada por la luna… Akane pocas veces se había atrevido a admirar la belleza de otra mujer, le parecía algo impropio pero esta vez no lo pudo evitar, realmente Haruka se veía hermosa, Akane se ruborizo y agradeció a los dioses que su maestra hablara.
- Sentí una presencia extraña, energía siendo liberada en algún punto del Japón, algo que desequilibra la energía de los elementos.
- ¿Y qué crees que pueda ser? – Akane agradecía profundamente que no hubiera ningún tipo de comentario a lo que ella hacia despierta a esas horas de la noche.
- No tengo idea, pero estoy muy preocupada, necesitaba decírtelo quiero que estés atenta a cualquier cambio que sientas.
- Claro como tú digas – respondió la peli azul.
- Me retiro entonces preciosa – Haruka dibujo en sus labios su mejor sonrisa – descansa por favor mañana no lo tendrás tan fácil…
- Sensei no se vaya por favor… - susurro Akane. La rubia se acercó a ella imponiendo toda su altura sobre la chica, se inclinó para quedar cerca de su oído.
- ¿Quieres que me quede? – le dijo sensualmente.
- Si… sensei… - Akane suspiro y se alejó para ver nuevamente a la rubia a los ojos – necesito hablar contigo… como amigas.
- Por supuesto – decía Haruka haciendo un además para que la chica ingresara a su habitación mientras ella le seguía… amigas esa palabra le provoco una punzada en el pecho.
Fin del capítulo.
Gracias por leer este nuevo capítulo.
Ya por fin incluí mi discleimer (se me olvidaba siempre jajaja) ¿Por cierto que les ha parecido este capítulo?
No olviden que tomo en cuenta sus comentarios para mejorar como escritora, así que agradezco enormemente el tiempo que dedican a leer a estas líneas que nacen de mi alocada mente.
Isakura Tendo: Haruka en sí misma es un personaje complejo y un icono en el mundo yuri, gracias por apreciar su participación en esta historia, todavía tiene mucho que hacer por ella y por ese par de locos que son nuestros protagonistas. Gracias por tu comentario me alegra que la trama te guste, es muy complejo meterse a este mundo de las energías, el equilibrio sin tomar mucho peso de una corriente o de otra estoy dando en parte mi propia interpretación del mundo espiritual y energético. Muchas gracias por leer. =)
Akanime: Muchas gracias preciosa, en verdad gracias por estar aquí desde el principio. Me haces el día.
Bry: Actualmente ya estamos viendo un poco más de lo que Shampoo planeo sin embargo las intenciones de la amazona mayor para con Ranma aún no son claras pero tampoco debemos subestimarla que ella no da paso sin huarache. Me alegra que la respuesta del cabello de Akane te haya gustado, de hecho estoy casi segura de que algo así sucedió.
Guest: Thanks for your comment, if in fact be a good battle which was fought between them. I do not drive very good English so I hope I'm not being wrong in my answer. Greetings.
Nancyricoleon: Bella. Aquí tienes el nuevo capítulo espero sea de tu agrado y quedes muy intrigada con lo que pasara. Muchas gracias por tu comentario, considere justo que alguien le explicara a Akane lo sencillo que es cocinar cuando ya se cuenta con lo pre-cocinado que tanto facilita la vida, es que la pobre necesitaba ya un avance considerable en el tema y bueno en el manga si llega a preparar un arroz comestible así que si solo era comestible fue porque seguramente no lo lavo jajaja y la receta que comparte la historia es real, así se prepara de manera express una sopa miso. Saludos.