Hola ¡hola mis queridas seguidoras! Espero que las hilanderas, tejan hermosos futuros para todas…estoy sentimental, en fin, acá hay ¡otro capi de la historia!.

El epílogo, fin, fin, fin y fin, este si me gusta mas, da un saborcito a esperanza.

Muchas gracias por leer y leerse esta locura de cabo a rabo.

¡déjenme saber su parecer!¡con un buen REVIEW!.

Saint seya, es propiedad de Masami Kurumada, yo solo, les regalo los frutos de mi inquieta cabecita.

Epílogo.

Me llevé a Muss a mi casa, con mi papá, el solamente se sentó en el sofá, con la mirada perdida.

-vueno, tienes que comer algo Michel. Le dijo papá –no me llamo Michel, soy Camus. Dijo Muss en modo mecánico, mi papá alzó las cejas.

-no me digas ¿Qué dice aquí?. Preguntó señalando el nombre en la carta de identidad, Muss leyó.

-Camus Michel Bleu Durain. Dijo con calma, mi papá asintió –como ves, si te llamas Michel, Michel, así que: debes comer algo. El negó.

-no tengo hambre, se ha ido y no va a volver. Dijo.

-por ahora, no lo hará, pero nada ganas con no comer, si vuelve, lo disfrutarás, si no lo hace, igual debes seguir adelante. Muss explotó, un llanto que vino desde dentro.

- ¿y si me odia por haberlo matado?. Sollozó, mi papá se heló - ¿lo mataste tu?. Le preguntó, lo miré feo.

-no lo se, quiero creer que no lo hice, pero si fui, quizás me odie. Dijo por fin, papá suspiró.

-Muss, recapitulemos ¿quieres?. El asintió –y lo haremos, tomando sopa, andando. Dijo papá, levanté a Muss y lo llevé a la cocina, lo senté en la mesada, papá le puso la sopa en frente y como Muss no se movía, se acercó a el y comenzó a darle la sopa.

-a ver hijo…¿Quién hizo el cofre de Acuario?. Preguntó –papá. Dijo Muss en automático.

-vien ¿Qué hiciste tu?. Preguntó papá, Muss tomó aire –yo, hice la posición de la ejecución Aurora, para implosionar el poder hacia mi. Dijo.

- ¿Qué hizo Toin?. Preguntó papá, Muss lo miró fijamente –el rompió e cofre. Dijo –Camus. Dijo papá, el se aclaró.

-el iba a recoger el poder junto a mi, también lo iba a , papá asintió, Muss comenzó a llorar mas fuertemente.

-entonces, eso, se rompió, y papá…se congeló…se congeló. Asentí.

-hijo, tu mismo lo dijiste, el poder fue hecho por Mich, si ustedes iban a recoger sus poderes, no pudieron haberlo matado. Muss lo miró, con las lágrimas tanto en las pestañas, como en las mejillas.

- ¿de verdad lo crees tío Mich?. Preguntó –estoy seguro. dijo el, papá hizo que Muss se tomara la sopa, luego, lo llevamos al cuarto de invitados, suspiré.

-está muy roto. Dije –lo está Mil. Dijo papá.

- ¿Qué puedo hacer?. Preguntó.

-estar al lado de el. Dijo enérgicamente, asentí mirando a mi papá.

-ojalá nunca te murieras. Dije –Milo Ricardo, lo único que hay seguro es la muerte, no temas mi muerte, porque es inminente, disfrútame, porque no sabes quien se irá primero, si yo, o tu, por lo tanto, alégrate de no saber cuando es la fecha de caducidad. Asentí, lo abracé, Honey llegó, nos abrazó a los 2, mi papá, la estrechó, mamá llegó y nos dimos un abrazo familiar intenso, largo y dulce.

Al día siguiente, me desperté temprano, agradecí al tío Ric por haberme acogido, Mil me miró.

¿A dónde vas Muss?. Me preguntó Mil.

-voy a China, con el ex anciano maestro. Dije.

-ya veo. Dijo Mil - ¿Cuánto tiempo vas a estar?. Preguntó.

-no lo se. Dije, le sonreí –muchas gracias por todo Mil. Dije, el asintió.

-bueno, para que son los amigos, los hermanos. Dijo –eres mi único hermano. Dije.

-no digas tonterías. Dijo Mil, me despedí, sonreí, hice mi maleta y partí a China.

Estaba en mi cama, acurrucado, después del funeral, con las cobijas alzadas, parecía un capullo, no quería salir de dentro de mi cama, alguien abrió la puerta.

-Antoin Derek, sal de la cama. Dijo Giselle.

-no quiero, quiero quedarme aquí. Dije.

-eres maestro, ya no puedes quedarte escondido, tu mamá te necesita. Dijo Giselle.

-puede, pero no quiero salir. Dije –vamos Toin ¡he estado entrenando a Sorrento por 3 días! A Crisna parece no gustarle mucho. Dijo ella.

-que se aguante. Dije –vamos, por favor. Dijo Giselle, suspiré.

-está bien, vooooyyyyy. Dije arrastrando los pies, me arreglé y salí, vi a Sorrento encima de Crisna.

- ¿Qué le estás haciendo?. Le pregunté - ¡hola maestro!. Me saludó alegremente.

-Sorrento Saren Roderey. Dije –buenooooo…es que no me quiere prestar el juguete. Dijo.

- ¿por que?. Pregunté –porque. Dijo Crisna en su dialecto –me dañó mi camión, el único que tenía. Crisna rompió a llorar, Sorrento lo miró.

-Sorrento, pídele disculpas. Dije –pero, si no hablamos el mismo idioma. Dijo el pequeño mostruito, suspiré.

-hay muchas cosas que se pueden hacer, cuando quieres. Sorrento se acercó y le pidió disculpas, por señas, pero disculpas al fin y al cabo.

-vas a darle tu propio camión de bomberos. Dije, Sorrento abrió los ojos.- ¡pe!¡pero maestro!¡ese camión me lo dio mi papá!. Asentí.

-y el de Crisna, se lo debió haber dado igual, se lo vas a dar y te vas a comprar otro, con tu mesada, con tu propio esfuerzo, para que aprendas a valorar y a respetar las posesiones de los demás. Sorrento asintió.

-si maestro. Dijo resignado, le dio el camión a Crisna, se sentó a llorar, Crisna lo abrazó.

-podemos compartir el camión hasta que tengas el tuyo. Dijo, Sorrento asintió, ambos niños se fueron a jugar.

Al llegar a China, saludé el sol en el aeropuerto, tomé un carro que alquilé y llegué al pueblo de Rosan, al arrivar a la casa, vi a la ex aprendiza del maestro, Luna estaba sentada en la orilla de la cascada, al lado del maestro.

-bienvenido joven Camus. Dijo el maestro Dohko –maestro, he venido a buscar paz y calma en su compañía, necesito que me oriente. Dije por fin.

-así será, joven Camus. Dijo el, Luna se levantó, se acercó a mi y me saludó, me estrechó en un abrazo.

-Cam. Dijo ella –gracias por haber ido al funeral. Dije, ella asintió.

-fue un inmenso placer acompañarte y darte soporte en esos momentos tan difíciles. Asentí.

-prepárate Camus, vas a entrar en meditación, ya que, si no eres capaz de equilibrarlas por ti mismo, debes meditar para hacerlo. Asentí.

-si maestro. Dije, entré a la casita, vi a una niña pequeña, saludé en chino mandarín, ella se puso roja, pero me contestó, busqué mis ropas de entrenamiento y me las puse, me acerqué a la cascada, me senté haciendo un triángulo junto al maestro Dohko y a Luna, así: comenzamos la meditación.

Estaba sentado en el trono –así que: se lo llevó, por fin se lleváron el ánfora. Dije por fin, dueño otra vez del cuerpo de Saga, no podía creer que Némesis me hubiera sellado, aunque sea por 24 horas, eso fue una humillación, una absoluta humillación, suspiré.

-es hora de prepararme. Dije por fin, Saga seguía maniatado –es hora de acabar con el santuario de Poseidón. El cosmos de Saga, se encendió dentro de mi.

- ¡no!¡no!¡no lo harás!¡no vas a acabar con mi hermano!. Me dijo, reí.

-pero si ya lo hice, prácticamente, tu hermano tiene fecha de caducidad, ya lo verás, es hora de ir a hacer una pequeña cosita. Dije, salí de la sala del patriarca, llegué a Esparta utilizando la otra dimensión de Saga, vi mi templo, mi hermoso templo, negro con rojo, sonreí, entré al mismo, en la nave central, estaba mi báculo, mi hermoso báculo con una calavera, que se transformaba en una punta de lanza, el símbolo de mi nombre, lo tomé, el báculo respondió a mi de inmediato, sonreí mientras el pequeño Saga temblaba dentro de su propio cuerpo, me acerqué al altar, puse el báculo en el centro, se abrió una bodega, entré, en el interior, habían 8 cajas, las de mis 7 generales y la mía propia, con mi cosmos, las transporté al aposeento privado que tenía en el santuario, reí suavemente primero y luego, fuertemente, Saga tembló.

-eso no lo vas a lograr. Me dijo –seguro que si, una mujer no va a poder detenerme. Dije mientras volvíamos a Grecia.

Sentí, el momento en el que Ares fue por el báculo que representaba su poder, que había bajado, a la bodega donde estaban las sangren, las armaduras de los generales de la guerra.

-entonces, ha de conseguir 7 donantes de sangre. Dije por fin, la puerta se abrió.

-señorita. Dijo Odette –Odette querida, busca a las 7 marinas, tengo que hablar con ellas. Ella asintió, salió, al volver, los 7 estaban detrás, se pusieron en medialuna.

-los he convocado aquí. dije –porque Ares se prepara para atacar el santuario. Todos me miraron, los 49 ojos, los miré de vuelta.

-debemos prepararnos, para poder vencerlos, a todos y cada uno. Los 7 asintieron.

- ¿Qué debemos hacer señorita?. Preguntó Dimitri.

-por lo pronto, averiguar el nombre y la apariencia de los generales de la guerra, ellos renacen, pero no despiertan hasta que Ares los llama. Todos asintieron.

-entendido, vamos a ello. Dijo Kanon, los 6 se levantaron y salieron del salón, suspiré.

-esto no va a ser nada bueno. Dije por fin para mi misma, sintiendo un escalofrío por todo el cuerpo.

Cuando llevaba 1 semana en Rosan, recibí un llamado del patriarca, un niño había sido reclutado por un tal Mitsumasa Quido, una fundación llamada Graude y el pequeño, fue llevado a Verjoiansk, debía ir a investigar, así que: a eso fui, me sorprendió en edicto papal, cuando la descripción del muchacho, coincidió con el niño que Cristal tenía en su poder, al llegar, lo vi, rubio, de ojos azules, Cristtal me sonrió.

-maestro, el es el pequeño Hyoga. Lo miré, lo saludé en ruso, me contestó, me sonrió y le sonreí.

-es un placer Hyoga. Dije mientras lo tomaba en brazos, el se rió, yo sonreí, seguro, podría recuperar a mi hermano, con el tiempo, si el quería, si el me permitía recuperarlo.

Fin.