Holaaa!

Bueno, este nuevo fic se llama "Happy Family" aunque no todo será muy happy... no se dejen engañar por el título, será un drama digno para el programa de Laura Bozzo... (los mexicanos y peruanos entendimos el chiste...) Hah! (Los que no, que bueno que no lo hacen...)

ESTE ES UN FIC HECHO EN COLABORACIÓN CON KARIY (ella lo escribe, yo doy las ideas... no podría soportar actualizar 3 fics...)

Bueno, esta historia contiene:

*Erwin X Rivaille (+ baby Armin)

*Eren X Armin

*Eren X Rivaille (en un futuro muuuy lejano (?))

También contiene lemon y mpreg =u=

Este capítulo sólo es el prólogo! Disfruten! (Y shoren?)

-.-

El hospital estaba lleno de personas, cada una de ellas metida en sus propios asuntos. Algunos se encontraban ahí por familiares enfermos y otros tal vez por sus propios dolores. Pero nada de eso importaba para el rubio que corría, esquivando personas y objetos y de vez en cuando dando empujones sin molestarse en disculparse por ello.

Eran cosas sin importancia, no tenían cavidad en la mente de él, solo quería llegar al lado de la persona que amaba. Necesitaba saber que todo estaba bien, que podría despertar y verlo a su lado nuevamente. Necesitaba hacerle sentir su amor, que estaba con él. Necesitaba tomar su mano y acariciar su cabello. Lo necesitaba, y nada más importaba.

Su mente viajaba lejos, miles de posibilidades corrían por ella. Sus piernas se movían solas y parecía que se supiera de memoria cada rincón del hospital, pues no dudó en ninguno de sus pasos. Solo hacía unos momentos había estado haciendo su trabajo en las calles de la ciudad y ahora sentía que su vida le era arrebatada sin que pudiera hacer nada al respecto.

Detuvo sus pasos en frente de una puerta blanca, tan blanca como las otras puertas que había en el lugar. Pero esta tenía algo especial para Erwin. Sin dudarlo, Erwin extendió la mano y abrió la puerta.

La habitación, amplia y totalmente blanca, fue lo que menos importó cuando la puerta cedió. El rubio permaneció en el marco de la puerta, inspeccionando el lugar hasta que sus ojos dieron con la persona que buscaba.

Rivaille se encontraba en la camilla del cuarto, a un costado de la puerta. A Erwin le rompió el corazón la imagen de su esposo, sentado en la camilla con la mirada agachada y perdida y sus brazos rodeando protectoramente su vientre. Sin dudarlo, Erwin se dirigió a un lado del pelinegro, tomando asiento en la camilla, de frente a su esposo. Rivaille no se movió ante la presencia de Erwin, estaba ausente, desconectado totalmente del mundo.

Al rubio le dolía ver así a su esposo. No se suponía que las cosas terminarían así. Erwin se mordió el labio sin saber qué hacer. Todo había ocurrido tan rápido que no había tenido tiempo de procesarlo. Estiró el brazo y tomo entre sus manos una de las de Rivaille, tratando de transmitirle su apoyo y hacerle saber que estaba ahí con él.

— Erwin… — El corazón de Erwin se estrujó dolorosamente en su pecho, la voz de su amor estaba rota, inundada por la tristeza. Parecía más un lamento que nada — E-el bebé… — Aun tenía la mirada perdida y sus labios comenzaron a temblar — Perdóname…por favor… no quería…

— Está bien, no digas nada — Erwin se inclinó y depositó un suave beso en la frente del otro y después le abrazó, sin soltar el agarre de sus manos— No fue tu culpa, todo estará bien.

Se quedaron así, abrazados y con las manos entrelazadas. Erwin podía sentir su camisa humedecerse con las lágrimas de Rivaille. Lo único que se escuchaba en la habitación eran los pequeños lamentos que salían sin permiso de los labios de Rivaille.

Erwin sabía que lo único que les quedaba era seguir adelante.