Este es un capítulo extra de mi historia "La última runa de Clary" que publico a modo de "regalo" por alcanzar los 100 reviews en la historia. Os pongo en situación: estaba tumbada en mi cama, haciendo un descanso de la lectura de Historia de dos ciudades, de Charles Dickens (lectura que recomiendo a todo el mundo, por cierto). Miré el correo del móvil y, de verdad, pegué un bote y solté un AAAAAAAH (aunque no muy elevado, no soy tan dramática). Y una vez pasada un poco la emoción me dije, son geniales, tengo que escribir un capítulo especial para mis seguidores.
Para aquellos que no sigáis la historia, SEGUIDLA. Noooo, jajaja, es broma, aunque la verdad no sé si tiene mucho sentido si la no conocéis.
Cuando empecé a escribir La última runa de Clary e incluí a Godfrey no pensé en desarrollar el personaje mucho (creo que ya lo mencioné, sólo pensé en él como en una cita de tantas para Alec), pero luego me fui encariñando con él y pensé: jo, debería haber contado alguna de las primeras citas con Alec con más detalle. Pues aquí tenéis una escena de una de ellas. Va justo después del CAPÍTULO IV (es decir, del cinco, cosas de fanfiction que no da opción y hay que poner los prólogos como capítulo 1). Espero que os guste, como siempre. Y si me dais vuestra opinión, mucho mejor ;)
20 PREGUNTAS CON ALEXANDER LIGHTWOOD
Godfrey, ten cuidado. Godfrey, este chico te va a hacer perder la cabeza. Éstos fueron los primeros pensamientos que tuvo Godfrey Gao en cuanto cerró la puerta de su habitación del Hotel Mandarin Oriental tras despedirse de Alec Lightwood.
Alec, hermoso y sexy a más no poder. Su cuerpo bien podría haber sido esculpido por el mismísimo Michelangelo. Piel de mármol, cabello de ébano, ojos de cielo y ese sonrojo del color de las fresas en marzo. Sí, acababa de conocerle y ya hacía metáforas de sus atributos físicos. Alec era una de esas pocas personas que las ves una sola vez y ya podrías escribir sobre ellas las 20 canciones de amor y una canción desesperada de Neruda. Alec era contagioso. O al menos para Godfrey.
Quizás era esa mirada tan intensa (bueno, en realidad todo en Alec era intenso, desde el color de su pelo a sus habilidades en la cama). Quizás fuera ese aire enigmático. Quizás, tal vez, esa timidez y esa incomprensible inocencia.
A regañadientes se obligó a dejar de pensar en él. Al fin y al cabo, había viajado a Londres para hacer negocios y eso es en lo que debía centrarse. Al menos, momentáneamente.
Tenía que comprobar el correo electrónico y hacer una serie de llamadas para poder prepararse para la reunión-cena de negocios que tenía aquella noche. Bueno, más bien por la tarde. ¿Por qué los ingleses cenaban tan asquerosamente temprano? Aunque bueno, quizás podría sacarle partido a eso. Quizás podría quedar con Alec una vez terminada la cena…
Habían acordado verse pronto pero, ¿era posible tan pronto? Godfrey, al que no le importaba que Alec pensara que era un ansioso, se decidió a preguntárselo directamente. Al fin y al cabo, tenían 29 días para estar juntos. No había tiempo para perderlo en miramientos de adolescentes que juegan a ver quién es el más duro de los dos.
Su primer SMS, tres horas después de su despedida, decía así:
Godfrey: ¿Cómo llevas el día? ¿Echas de menos mis atenciones tanto como yo las tuyas?
Vale, Godfrey, ahí te has pasado, pensó en cuanto le dio a enviar.
La respuesta le llegó exactamente cinco minutos después.
Alec: Eso depende. ¿Cuánto me echas de menos tú a mí?
Vaya vaya. Está claro que Alec es de los que se crecen por el medio escrito, pensó y sonrió.
Godfrey: ¿Qué tal si vienes esta noche y lo compruebas en vivo y en directo?
Alec respondió al minuto siguiente.
Alec: ¿Vamos a comunicarnos siempre por medio de preguntas?
Godfrey soltó una carcajada al darse cuenta de que hasta el momento había sido así. Tomó nota para los próximos mensajes para hacer lo mismo.
Godfrey: ¿Puede? ¿Tienes alguna pregunta que te gustaría que te respondiera?
Alec: Más de una. ¿Y tú, se te ocurren preguntas para mí?
Sí, a Godfrey se le ocurrían más de un par de preguntas que hacerle. Pero también se le ocurrió una muy buena idea.
Godfrey: ¿Qué tal si te vienes esta noche y nos hacemos todas las preguntas que se nos ocurran?
Alec: Me parece una buena idea. Pero ¿seguro que no es una excusa para tenerme otra vez desnudo en tu cama?
De nuevo, Godfrey rió. Desde luego, Alec se crecía al no tenerle cara a cara. Aunque seguro que estaría ahora mismo todo sonrojado. Y sí, a Godfrey le apetecía volver a ver aquella obra de arte andante. Y no solo verle, por supuesto. Aunque dudaba que después de toda la tralla de la noche anterior (y aquella misma mañana) fuera capaz de volver a practicar sexo esa noche. Aunque bueno… sabiendo lo hábil que Alec era con su boca y su lengua… El torrente de imágenes pornográficas fue detenido por la vibración de su móvil. Alec le había vuelto a escribir un mensaje.
Alec: ¿Fantaseando con mi cuerpo?
No te imaginas cuánto¸ pensó el asiático.
Godfrey: Ven aquí ahora mismo a ver si eres capaz de decirme eso a la cara.
Una vez enviado el mensaje y al pasar varios minutos sin obtener respuesta, Godfrey pensó que quizás había sonado demasiado brusco y rudo. Se acababan de conocer, y Alec no sabía lo muy dado a las bromas que era Godfrey. O quizás… quizás Alec de verdad estaba yendo hacia allí. ¿Era eso posible?
Alec: ¿Eres consciente de que has roto la regla de escribirnos mediante sólo preguntas?
Godfrey:¿Significa eso que merezco un castigo?
Godfrey se preguntó si Alec, a pesar de su inocencia y ausencia de picardía, sería capaz de captar el doble sentido. Puede que no fuera sadomasoquista, pero la idea de ser maniatado y dominado por ese chico le resultaba enloquecedoramente atractiva.
Alec: ¿Qué tal si no nos escribimos ni nos hablamos hasta cuando nos veamos esta noche?
MUAHAHA sí, Alec ha aceptado volver a verle esa misma noche. Y bueno, con el título de la historia supongo que ya os podréis hacer una idea del juego que tiene pensado proponerle Godfrey a Alec.
¿Qué os ha parecido el capítulo? Tenía pensado hacer un one-shot, pero me quedaba inmensísimamente largo, así que creo que lo voy a hacer en tres capítulos. Eso sí, si la historia os ha gustado mañana mismo publico el siguiente capítulo. También estoy trabajando en La última runa de Clary, aunque llevo unos días un poco atascada. Como siempre, publicaré lo más rápido que pueda.
P.D Cada vez me estoy enamorando más de Godfrey. ¿Soy la única?